CAPITULO 13


Aurora.

Camine a paso apresurado y con el bolso aferrado a mi pecho.

¿En que demonios estaba pensando? Había sido una muy mala idea ir con Hades, en busca de respuestas. Casi todo se va a la mierda, sino hubiera sido por el hermano menor, Morfeo, que nos interrumpió antes de que saltara sobre Hades como una lunática.

Mi respiración se agito al pensar en lo cerca que había estado de besarlo ¡diablos! Si lo odiaba, no podía mezclar las cosas ahora, ya todo estaba muy enredado, para seguir anudándolo más.

Sin darme cuenta, me había detenido en un parque. Las palomas iban y venían y los niños corrían de aquí para allá.

-¿Es relajante verdad?

Pegue un salto del susto y quise huir, pero mis piernas no me respondieron, cuando vi de quien se trataba.

-¿Qué haces aquí? ¿Me has seguido? ¿Puede denunciarte sabes?

Hades rodo los ojos y se acomodo los lentes aviadores. No podía negar que el hombre estaba de infarto, con sus jeans gastados, una camisa rosa y los lentes, le daban un look arrollador.

-¿Ya has terminado con tu avalancha de preguntas?

Quise refutarlo, mandarlo al carajo, algo, pero mi maldita boca se quedo cerrada.

-Bien. Caminemos.

El empezó a caminar y yo me quede estática. Se giro sobre sus pies y dijo-no era una petición Aurora.

Mi nombre en sus labios, tuvo cierto efecto en mi cuerpo traicionero. Mis pies se movieron un paso a la vez, hasta llegar a su altura.

-Hoy fuiste a mi club en busca de respuestas, y te has ido como una cobarde antes de poder obtenerlas.

-No me fui como una cobarde, tú estabas ocupado.

Una sonrisa maliciosa salió de sus labios- síguete diciéndote eso, cobarde.

Lo fulmine con la mirada y seguimos caminando en silencio, hasta que no lo pude contener mas y las palabras salieron de mi boca a borbotones.

-Lo recuerdo todo ¿si? El ataque de el vamp... De esa cosa con colmillos, como estuve al borde de la muerte, como tú me diste tú...sangre y yo me levante sin un rasguño. Yo solo siento que me estoy volviendo loca, por que nada de esto puede ser real ¿verdad? Dime que no puede ser real ¿por favor?

Hades se freno en seco y sus ojos se clavaron en mí, creando un ambiente de tensión e incomodidad.

-Podría decirte que es mentira o hacerte olvidar, pero presiento que no me perdonarías y por alguna extraña razón quiero estar en paz contigo. Todo lo que recuerdas es real, esa noche un vampiro te dreno hasta dejarte con apenas un hilito de vida y yo te salve.

Quiero que sepas que fue algo nuevo para mi también, normalmente tiendo que quitar o a dar vida, aunque la sensación fue bastante reconfortante, de hecho. Al darte mi sangre, te di parte de mi alma inmortal, eso quiere decir que hasta que desaparezca, tienes ciertas ventajas y asumo que eso también ha activado algo que tenias oculto en ti.

-¿Alma inmortal? ¿Vampiros? ¿Quitar vidas? ¿Qué clase de pesadilla de mierda es esta? Esto es el mundo real Hades, nada de lo que me estas diciendo tiene sentido.

-¿No lo tiene? ¿Estas segura? Puedo ver en tus ojos una lucha interna, sabes que tengo razón, pero hay una parte de ti que esta reacia a aceptarlo. El día que desapareciste de mi despacho, no solo hiciste temblar las paredes, sino que me dejaste noqueado y te esfumaste como si nunca hubieras estado allí en primer lugar.

-Aparecí en el cementerio-susurre más para mí y me deje caer en una banca.

El se sentó a mi lado y su mano acaricio mi espalda, enviando descargas eléctricas por toda ella- puedo ayudarte a descubrir quien eres, pero debemos ser astutos y silenciosos. Nada en Nueva Orleans es lo que parece y hay más oscuridad y magia de lo que los turistas piensan que encontraran, pero para eso debes ser totalmente honesta conmigo ¿alguna vez te había pasado algo como eso?

-No, jamás. Mi vida siempre fue aburridamente normal.

-O eso es lo que te hicieron pensar y ver. Tu abuela viene de un linaje importante de brujas de Harlem.

-Eso son cuentos, leyendas, no reales.

-Esta bien, regalo numero uno. Nunca dudaras de lo que sale de esta sensual boca, que quieres chupar y morder.

-¡No quiero hacer eso!

Mis mejillas de repente se sintieron calientes. No era una chica introvertida, al contrario era de armas de tomar. Si quería algo iba por ello, pero con Hades todo era el mundo al revés, me volvió torpe, tímida y una colegiala hormonada.

-Si claro. Dile eso a tus hermosos ojos que no para de desviarse hacia mis labios.

Quería discutirle, gritarle que se bajara del poni y que no sea tan engreído, pero tenia razón, no podía dejar de mirarlo, todo en el gritaba a los vientos perfección.

-Regla dos-dije yo- nuestra relación será estrictamente profesional.

Hades hizo un puchero adorable – le quitas la diversión a todo.

-Es eso o nada.

-Bien-rodo los ojos- regla tres la familia esta fuera de los limites.

-Hecho.

-Y regla cuatro y las importante, nadie ni siquiera tu maldito psiquiatra puede enterarse de que sabes lo que sabes ¿entendido?

-¿Por qué tanto misterio? Nadie me creería si lo contara.

-Eres tan tiernamente ingenua. Esta regla no es negociable Aurora.

-Bien, tú ganas.

Una sonrisa sexy se instalo en sus labios- me alegra haber llegado a un acuerdo, sin interrupciones, ni huidas.

Suspire pesadamente, pensando que el trato que había cerrado no era con un hombre, sino con el diablo. ¿Valdría el precio que tenia que pagar por las respuestas? Algo me decía que ya lo averiguaría.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top