Capítulo 4
TRIGGER WARNING: Ataques de pánico
Buenas cielitxs, como acaban de leer en éste cap se va a hablar de ataques de pánico así que si son sensibles respecto a éste tema, puedo ponerles una advertencia de cuando es que se describe de mayor forma el ataque, va a ser con éste emoji 📱
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Denki estuvo a punto de caer pero unos brazos lo rodearon con fuerza, impidiéndolo.
—Respira Kaminari. -Le dijo Shinsou al oído.
El rubio se sentía ido y únicamente podía sentir una enorme presión en su pecho, que comenzaba a dificultarle la respiración.
La gente comenzó a arremolinarse a su alrededor y Denki se sintió aún más agobiado, cualquiera de ellos podría ser...
—¡Necesito que se alejen por favor! -La camarera que antes los había atendido comenzó a alejar a la gente. —¡Llevelo por la puerta de atrás, es el vestuario de los empleados!
Hitoshi asintió y se acomodó correctamente antes de levantar al rubio con sus brazos y llevarlo al estilo nupcial, atravesó aquella puerta con dificultad y finalmente la cerró.
Dejó a Kaminari sobre una banca en la zona de los casilleros y se acuclilló para tomar el rostro del joven entre sus manos y obligarlo a que lo mirase.
—Intenta respirar Kaminari, inhala, exhala... Vamos inténtalo... -Pidió Shinsou con voz tranquila para evitar alterar aún más al rubio. —Piensa en cosas bonitas... ¿Te acuerdas de cuánto te gustó la serie que vimos ayer? Deberíamos seguir viéndola juntos, ¿Qué dices Kaminari?¿Quieres verla conmigo?
Kaminari tembló un poco y tomó la mano del pelimorado.
—Quiero irme. -Rogó entre lágrimas.
Shinsou sintió como su corazón se estrujaba y entrelazó sus dedos con el de ojos dorados.
—Por supuesto, ¿Quieres que te lleve a tu casa? -Preguntó.
Denki negó con su cabeza y volvió a llorar.
Esa persona sabía dónde vivía.
Shinsou abrió sus ojos pensando en qué había asustado aún más al rubio y pensó en la forma de enmendarlo.
—¿Quieres ir a mi casa? Puedo llevarte.
Kaminari sentía un nudo en la garganta por lo que sólo se limitó a asentir.
Se oyó un carraspeo detrás de ellos, la camarera llevaba las pertenecias de ambos en sus manos.
—Aquí tiene, puede usar la puerta de allí atrás para no caminar entre esa gente. -Le recomendó con una sonrisa.
Hitoshi tomó su propio abrigo y lo pasó sobre la cabeza del rubio.
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La chica los acompañó hasta la puerta.
—Espera, el dinero... -Dijo Shinsou mientras buscaba en sus bolsillos.
La joven negó con su cabeza.
—No se preocupe por los gastos, lleve a un lugar más tranquilo a Denki. -Respondió con amabilidad.
Hitoshi le sonrió agradecido.
—Muchas gracias. -Dijo con sinceridad.
Tomó la mano de Denki con calma y lo encaminó hacia la salida mientras sacaba su teléfono para pedir un taxi.
Se encontraban en un callejón un tanto sucio, a lo lejos se oía el bullicio de las calles, Denki temblaba ligeramente mientras las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.
—Oye... -Llamó Shinsou, quien no sabía qué hacer para calmar al más bajo. —Tranquilo, ya vamos a casa así que no te preocupes. -Lo acercó a él con suavidad y el de ojos dorados apoyó la cabeza en su pecho.
Estuvieron así unos minutos hasta que su taxi llegó, ambos subieron en silencio y sin despegarse demasiado, el viaje fue corto y callado, Shinsou pagó y tomó la mano del rubio para bajar del vehículo e ingresar a su edificio.
Una vez dentro del apartamento del pelimorado, éste ya no supo que más hacer, puso una mano en su nuca con nerviosismo.
—Iré a prepararte un té, siéntate en el sillón y si quieres puedes prender la televisión, si mi gato aparece probablemente quiera sentarse en tu regazo, no te asustes. -Le dijo con una sonrisa tranquilizadora.
El rubio lo observó y sintió como ese peso en su pecho que no lo dejaba respirar comenzaba a disiparse.
—Gracias... -Murmuró mientras se encaminaba hacia donde Shinsou le había indicado, éste último rápidamente fue a la cocina para poner a calentar el agua y sacar la taza y demás ingredientes necesarios.
Mientras estaba a mitad de proceso se oyó como la tele se encendía y terminaba en un canal de música, Hitoshi sonrió aliviado al pensar en que el rubio se estaba calmando.
Una vez terminó el té, lo llevó con tranquilidad a la sala donde pudo observar a Denki jugando con su gato, quien ya se encontraba sobre el regazo del rubio.
—Así que mi pequeño ya logró convencerte a ti también Kaminari. -Mencionó el pelimorado mientras dejaba la taza humeante en la mesita frente al sillón, el más alto lo dudó un poco pero finalmente se sentó junto a él.
El de ojos dorados le sonrió levemente y tomó la taza.
—Gracias Shinsou, por todo. -Susurró antes de beber un poco del té.
Hitoshi despeinó los cabellos del de ojos dorados.
—No tienes nada que agradecer, ahora bebe tu té mientras yo pongo la serie en donde nos quedamos, fue muy difícil resistir la tentación de seguir viéndola sin ti. -Le dijo divertido.
Denki le pegó suavemente en su hombro.
—Que bien que no lo hiciste, la ibas a pagar caro, ¡Además tú ya la viste muchas veces! -Se quejó el rubio.
Hitoshi bufó.
—Pero nos quedamos en mi parte favorita, deberías entenderlo.
Kaminari rodó sus ojos y Shinsou soltó una carcajada.
Los dos rápidamente se enfrascaron en la serie mientras el gato, cuyo nombre era Sr Gato (Sí, Shinsou es muy original), dormía tranquilamente en el medio de ellos dos.
Hitoshi nunca preguntó por lo que pasó cosa que sorprendió a Denki, después de todo le había causado muchos problemas.
El rubio observó a Shinsou con detenimiento y finalmente apoyó su cabeza en el hombro del contrario mientras suspiraba.
—Yo... -El pelimorado pausó la serie con rapidez al ver que el chico quería hablar. —En éstos últimos meses he recibido mensajes extraños, alguien me ha estado acosando, saben a donde voy, con quien estoy, mi número de teléfono, mi dirección y demás, constantemente están acosándome y cada vez se vuelve más insistente, llama a mi teléfono y cuando contesto... -Su voz se quebró, Hitoshi tomó su mano con delicadeza y comenzó a acariciarla suavemente para infundirle ánimo. —Cuando contesto únicamente se oye una respiración ruidosa o una risa aterradora... Tengo miedo, no sé qué debo hacer.
Hitoshi envolvió con sus brazos al más bajo y lo pegó a su pecho mientras le acariciaba suavemente la espalda.
—¿Alguien más sabe de ésto? -Preguntó en un susurró.
—Mis amigos... -Contestó mientas hipaba sin despegar su rostro del pecho del pelimorado.
—Deberías decirle a tu representante, quizá él pueda guiarte de mejor forma que yo... Tenemos que hacer algo para que ese loco o loca ya no te moleste. -Se tomó el atrevimiento de levantar el rostro de Denki y limpiar las lágrimas que resbalaban por las mejillas del de ojos dorados. —¿Cómo te sientes ahora?
Kaminari suspiró.
—Cansado, muy cansado...
Shinsou acarició los rubios cabellos.
—Si quieres puedes usar mi cama para dormir, descansa un poco y luego te ayudo con ésto, ¿Sí? -Denki asintió algo somnoliento y se dejó arrastrar hacia la cama del pelimorado, éste lo acostó y tapó correctamente. —Estaré en la cocina, puedes llamarme sí necesitas algo.
Kaminari abrió grandes sus ojos y negó con su cabeza.
—Quédate un rato más por favor... Hasta que me duerma. -Suplicó.
Shinsou le sonrió, se sentó a su lado y comenzó a acariciar sus cabellos.
—Tranquilo Denki, puedes dormir un rato y yo te levantaré para la cena. -Le dijo con tranquilidad.
Kaminari murmuró algo que el otro no alcanzó a escuchar y finalmente su respiración se apaciguó.
Shinsou se levantó de la cama con cuidado pero una insistente vibración le hizo llevar su atención hacia la cómoda en la que Denki había dejado su teléfono en el que estaba entrando una llamada de un número desconocido.
El pelimorado suspiró antes de decidir tomarse el atrevimiento de llevar el teléfono hasta la cocina, lejos de Denki, no atendió ninguna llamada y simplemente dejó el teléfono sobre la mesa, sin siquiera desbloquearlo.
Hitoshi sentía sus hombros tensos por lo que los masajeó un poco mientras entraba a la cocina, seguido de Sr Gato, quien maullaba pidiendo comida que Shinsou no tardó en darle.
—Bueno... Mejor me pongo a cocinar. -Murmuró para si mismo mientras abría la nevera en busca de los elementos necesarios.
En el comedor la pantalla del teléfono de Denki se encendió una vez más.
Treinta llamadas pérdidas de Número Desconocido.
Cuarenta y cinco mensajes de Número Desconocido.
Buenaaaaas, aparezco después de casi dos largos meses.
Pido perdón por abandonar éste fic es que estaba en un bloqueo horrible y bueno,,, simplemente no pude.
En fin, aunque no lo crean, éste capítulo (que en mi opinión es muy corto) tardó dos meses en ser escrito.
Pero bueno, ¿Qué les va pareciendo la historia?
¿Qué opinan de Denki?
¿Qué opinan de Hitoshi?
¿Quién creen que es la persona que acosa a mi bebé?
Ah una cosa más, el tema de cómo describí el ataque de pánico lo hice desde una perspectiva personal, sobre cómo a mi me pasa, no me considero una experta ni nada eso, con cada persona es diferente 💜
Porfa no se olviden de votar y comenten mucho que amo leer lo que ponen
Hasta el próximo capítulo
-Darkness
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