Capitulo 31: Lo Que Necesitaba Escuchar.

Cuando volví de la academia fuí al aeropuerto para despedirme de Petra, el tiempo que estuvo en casa pasó muy rapido pero su suspensión ya estaba por terminar y no podía hacer nada para que se quedara unos días más.

- Hasta aqui podemos llegar.

- Es verdad.- A Petra la veía un poco tranquila pero inquieta, tal vez eran los nervios por el vuelo ya que ella le tenía miedo a las alturas.

- Ojalá pudiéramos pasar más tiempo juntos Petra.

- Ven a visitarme Girisha, no te olvides de mi.- Ella me extendió su puño para chocarlo con el mío mientras que yo con gusto acepté su gesto y chocamos los puños.- Te esperaré en Grecia.

- Tenlo por seguro que iré.- Sonreí sinceramente con la esperanza de volver a Grecia.- Hasta luego Petra.

Acto seguido Petra se despidió de mamá con un corto abrazo.- Nos vemos señora Gen.

-Ay Petra cuídate mucho fué un placer tenerte aquí un tiempo.- Mamá recibió su abrazo con mucha alegría.

Finalmente Petra terminó cruzando el detector de metal y la seguí con la vista hasta que no la pude ver más pero aún así esperé a que el avión que se subió despegara y ya después de todo eso volví a casa con mamá.

Pasé el resto del día haciendo cardio con Kami ya que tenía que conseguir una forma que descargara toda esas energías que siempre tenía.

Sin embargo no faltaron los malos comentarios de las demás personas hacia mi pero aún así traté de no darles importancia porque tenía el exámen y tenía que estar perfecto tanto físicamente como mentalmente.

Cuando la claridad del día se había esfumado decidí volver a casa antes que se hiciera tarde y aparte Kami ya estaba completamente cansada, tanto que ya no quería caminar asi que la tomé en brazos hasta casa.

Al momento de abrir la puerta de casa no encontré a mamá por ningún lado sin embargo dejé a Kami en el suelo y fuí por agua para ella,
Después de dejar a Kami bebiendo agua fuí al estudio de mamá toqué la puerta y escuché su voz dandome permiso para entrar.

- Giri ya volviste, creí estarías mas tiempo afuera.- Ella estaba sentada en su escritorio con sus característicos anteojos para leer y con distintas imágenes de modelos con también distintas variedades de vestidos en su ordenador mientras que en su cuaderno habían muchos colores y tipos de tela.

- No quería llegar muy tarde, veo que estás ocupada mamá.

- Y no creo que termine temprano.- Me miró con una sonrisa sarcástica.- ¿Tienes hambre Giri? Vamos a comer.

- No mamá no te preocupes por mi yo puedo hacerme algo para comer.

- Yo si tengo hambre, además necesito un descanso voy a quedar ciega si sigo mas tiempo en el ordenador.- Exclamó mamá mientras se levantaba de su silla y se quitaba sus anteojos.

Ayudé a mamá con hacer la comida, no toqué la cocina pero si le pasaba algunas cosas que me pedía hasta que terminó y nos sentamos a cenar.
Al terminar de comer nos quedamos sentados en el comedor un momento más y yo por pura curiosidad me puse los anteojos de mamá que estaban posados sobre la mesas.

- ¿Ves mejor o peor Giri?.- Con una ligera risa sarcástica mamá me miró como tenía puestos sus anteojos.

- Veo todo borroso con esto.- Me quité los anteojos casi al minuto.

- Es muy posible que tu también llegues a necesitar anteojos.

- ¿Eso crees?.- Levanté la ceja con duda ya que nunca había tenido problemas con la vista.

- Claro, yo por ejemplo los necesito desde que tenía tu edad y además... con esos anteojos te pareces a él.

Ante esas palabras me quedé unos segundos viendo los anteojos de mamá.

- Ya veo... entonces él también necesita anteojos.

- O ya no los necesita ahora hay cirugías para eso, pero como yo lo recuerdo si usaba anteojos.

Por mi parte me quedé en silencio.

- Sé que no quieres saber nada de él pero creo que es hora de enterrar en el pasado todo sobre él, yo tampoco quiero volver a verlo en lo que queda de mi vida.

- Yo ya lo hice mamá, no puedo sentir afecto por alguien que nunca ví en mi vida.

Mamá suspiró aliviada de mi decisión pero de un momento a otro pareció sentirse inquieta y me tomó de la mano.

- Te quiero Giri.

- Yo también te quiero mamá.- Dicen que nada es mas genuino como el amor de una madre y por mi parte por fin pude corroborarlo.- Si pudiera tener otra vida desde cero desearía que tú fueras otra vez mi madre.

Finalmente terminamos viendo una película de comedia pero en los momentos que nos reíamos y la veía reírse mientras se quitaba los anteojos solo llegué a pensar "mamá es feliz".

Algunos días después de la academia ya había hecho un cronograma en mi pared entre entrenamiento y estudio para el exámen pero aún así coloqué en la pared el papel con el numero de Miira.

Tal vez también esté estudiando para sus examenes ni deberia molestarla.
Fué lo que paso por mi mente y algo de razón tenía.

Después de darle tantas vueltas al tema opté por seguir estudiando y así desconecté la mente del exterior para concentrarme.

Las horas pasaron y hasta que no sentí cansada la vista de tanto leer no había dejado de estudiar, lo dejé de lado y me recosté sobre mi cama sin embargo ví una venda suelta colgando por debajo del hombro, aveces tendían a soltarse las vendas asi que solo volvía a acomodarlas.
Algo realmente curioso era que desde que comencé a cambiar mis vendas solo, de vez en cuando me hacía la misma pregunta.

Si estirara y juntara todos los vendajes que he usado a lo largo de mi vida
¿Que tan largo sería?

Era una pregunta curiosa y a la vez estupida.

- Creo que es imposible saberlo.

Aprovechando que estaba recostado en mi cama decidí tomar una pequeña siesta.
Pero para mí fue como un cerrar y abrir de ojos pero había vuelto al pasillo oscuro pero esta vez estaba directamente frente a la puerta nuevamente con todos los cerrojos y los candados tal cual como los recordaba.

- ¿Que hago aquí?.- Lo raro era que no sentía ningun tipo de calor, me sentía normal.- Otra vez con este sueño sin sentido.

Por mera indiferencia me quedé allí sentado sin hacer nada, no podía hacer nada además de tratar de abrir la puerta forzandolos pero sabía que no lograría nada.

- Maldita sea Girisha a veces eres tonto como una piedra pero a veces tan inteligente como un científico.- Me dije a mi mismo después de ocurrirme la mejor idea de todas.

Fundir los candados y los cerrojos con mis poderes.

Encendiendo a la vez mis dones en mis manos las poses a los lados de un candado y poco a poco fué tomando el color al rojo vivo, hasta que una gota de metal derretido cayó sobre una de mis manos haciéndome retorcer del dolor, para ser un sueño se sintió muy real.

- Definitivamente a veces soy... demasiado tonto ¿Como pude olvidarme de eso?.

Nuevamente como por arte de magia estaba en casa, en el mismo lugar, recostado en mi cama, los libros estaban sobre el escritorio y el mismo pedazo de vendaje se había soltado de nuevo.

Miré el reloj y no habían pasado mas de 5 minutos.

De repente escuché el timbre de la casa, lo mas raro era que mamá todavía no había salido del trabajo y ademas ella siempre tenía sus llaves.

Apresurado por ver quien era, tomé la primer camiseta que ví y en el transcurso hasta la puerta ya la tenía puesta, con cuidado abrí la puerta un poco para saber quien estaba y fué una sorpresa ver quien estaba allí.

- Hola Girisha.

- ¿Hikari?.

La alta mujer vestida de civil estaba en la puerta de mi casa sin previo aviso.

- ¿Que haces aquí?.- Sin pensarlo me lancé a abrazarla con fuerza no sabía nada de ella desde que estuve en el hospital.

- Yo estoy bien gracias por preguntar, yo también me alegro de verte.- Correspondió mi abrazo con tranquilidad

- L-lo siento es que no sabía que vendrías, puedes pasar.- Me separé de su abrazo y la dejé entrar en casa.

- Tu madre me dijo que te había avisado que iba a venir.- Con gusto ella entró y empezó a ver como era la casa por dentro.- Que buena casa compro tú madre.

- Estaba estudiando y no estuve pendiente de mi teléfono, pero nuevamente ¿Por que estás aquí?.

- ¿Que? ¿No puedo venir a ver como está mi discípulo? Quiero saber cómo estás.- Como si de mi se preocupara me transmitió una sonrisa de confianza que logró recordar el poco tiempo que pasé las pasantías con ella.

- Oh bueno gracias por preguntar.- Me llevé la mano a la nuca un poco avergonzado con una ligera sonrisa.- Estoy bien por suerte, descubrí una manera de usar mi fuego sin quemarme.

- ¡¿En serio?! Necesito que me cuentes sobre eso.- Ella muy emocionada por saberlo rebosó en alegría frente a mi.

Dejé que se sentara en el sofa y después de una corta explicación la pelianaranjada se quedó con una sonrisa que demostraba que estaba orgullosa de mi.

- Akira y Akane tienen razón, tienes un gran potencial, Taro también me dijo lo que te dijo a tí después que los periodistas los entrevistaron y tiene razón pero algo muy importante que hay que tener en cuenta, tienes que tener algo por lo que luchar, el motivo por el que en tus peores momentos decides levantarte y seguir tal vez no me estés entendiendo asi que te cambiaré la pregunta... ¿Por qué quieres ser un heroe? Piénsalo con tiempo y dimelo cuando te gradues de la academia.

- Esta bien, tenlo por seguro que te lo diré.

- Por cierto ahora que me recuerdo, quiero bah queremos que seas mi invitado en el torneo del lider de la familia ¿Te acuerdas? Sería un gran honor para mi que vayas.

- ¿El torneo que decidirá quien sera el lider de tu familiar cuando tu padre fallezca? Todavía me acuerdo.

- Exactamente, quiero que vayas pero solo como apoyo emocional no tendrás si quiera que tocar el cuadrilatero y además que eres nuestro discipulo, o sea el discipulo de Akira, Akane y de mi, Hikari.

- Iré, con gusto... me imagino que Taro participará.

- Parecerá un chiste pero no le llama la atención, él solo quiere ser el heroe numero 1, pero aún asi le dicen "el niño prodigio" en la familia, por el momento ademas de nosotras, participará nuestro hermano y algunos de nuestros primos, los mayores aceptaron que no podían pelear y dejaron este torneo a la siguiente generación como la mia y la de Taro.

- ¿Y no tienes miedo de perder?.

- De hecho no, el único que podria causarnos problemas es Tadashi, así como lo viste muy calmado y frio, es tan calculador que en la universidad que trabaja ha sido capaz de reprobar a dos clases enteras.

- ¿Y eso que tiene que ver con la pelea?.

- Que observa todo y lo memoriza al momento además de su Quirk.

- Taro me dijo que era una versión superior al suyo.

- Imagina el poder de Taro y entonces multiplicalo por 10.

- Vaya...

- Si, mientras Taro puede hacer creaciones intercambiando solo sus 20 dedos contando los de las manos y pies, Tadashi hace sus creaciones intercambiando sus huesos.

- ¿Eso quiere decir que puede hacer mas de 100 creaciones?.

- Exactamente, un hueso por una creación y también corre la misma regla como con Taro, cambiando dos huesos puede hacer que la creación vuele.

- Wow... Directamente su limite es su imaginación.- Por mero instinto miré hacía arriba con una ligera sonrisa imaginando en lo que yo podría hacer si tuviera ese quirk, sin embargo creo que me ahogaría con tanto poder.

Al momento de bajar la mirada, Hikari me miraba con una ceja levantada además de una sonrisa.

- También el limite de tus poderes son tu imaginación, aprovechalos.

Solté una ligera pero corta risa de alegría por su cumplido y en cierta parte tenía razón.

- Sabes... quizás mucha gente pensará que tener mas de un Quirk seria una maravilla para ellos y los entiendo pero para mí hasta no hace mucho no era así.

- ¿A que te refieres?.

- Yo lo veo de esta manera, es como tener dos pares de zapatos para correr, el primer par son unos zapatos común y corrientes pero super comodos asi que imagina el color que quieras pero con ellos no corres tan rapido como desearías pero aún así los sigues usando con la esperanza de correr más y por el otro lado tienes el otro par de zapatos de un color totalmente diferente pero que con ellos cuando los usaste la primera vez corriste aun mucho más pero te resbalaste por un defecto en la suela y los guardaste en su casa para no volverlos a usar.

Hikari al parecer si entendió a lo que me refería y quedó pensativa talvez formulando alguna respuesta.

- ¿Y ahora como te sientes?.

- Quiero seguir usando mi don de sustancia, me acostumbré tanto a él que no quiero dejar de usarlo pero con mi don de fuego es totalmente diferente, una parte de mi no quiere usarlo quiere que se quede ahí por miedo a quemarse pero mientras que la otra parte de mi quiere aprender a usarlo quiere tener mas opciones, quiere no tenerle miedo, quiere combinar los dos quirk's para ser mas fuerte.

Hikari posó su mano sobre mi hombre transmitiendo una sonrisa relajante y esperanzadora.- Sea lo que sea que termines decidiendo yo te apoyaré, sé que Akira y Akane te dijeron que estabas desperdiciando tu potencial pero yo quiero que seas tu mismo Girisha Takamori y nadie más ¿Está bien?.

- Está bien.

- Bien hecho Gipsy.

Sin embargo por la puerta principal entró mamá, habua terminado de trabajar.

- Giri ya llegué ¿Hace mucho se fué Hikari?.- Mamá entró sin siquiera darse cuenta que la pelianaranjada estaba allí pero fué hasta que ella habló que se dió cuenta.- Veo que estuvieron conversando.

- No te preocupes Gen, no faltaba mucho para que me vaya.- Exclamó Hikari levantandose del sofa.

- Giri puedes guardar esto mientras.- Mamá dejó unas bolsas que había traído a casa asi que apenas me lo dijo agarré las bolsas para guardar la comida que compró.

*Punto De Vista: Narrador*

- Nos vemos después Girisha.- Exclamó Hikari apoyando su mano en el hombro del joven.- Trataré de venir más seguido.

- Te esperaré, también quisiera que vengan Akira y Akane.

- Bueno, ya sabés como es el tema jaja.

Gen salió de la casa junto con Hikari mientras que el joven se llevaba las bolsas.

Las dos mujeres quedaron paradas una frente a la otra y a pesar de la gran diferencia en tamaño, la pelianaranjada parecia que algo le inquientaba.

- Gen de verdad gracias por dejarme verlo después de lo que pasó, tal vez es mucho pedir pero quisiera que lo escuches.

- No hay de qué y de verdad yo lo escucho como no tienes idea, cuando estuvo en el hospital me dijo que quería ir con un especialista para saber como estaba su situación con sus dones y ya mañana tiene la cita con ese especialista después de la academia.

- ¿De verdad? ¡Me alegro mucho Gen!.- La pelianaranjada abrazó con fuerza a la peliazul la cuál se sorprendió debido a que también la habia levantado del suelo.

- H-hikari... me estás apretando... mucho.

- Lo siento lo siento gen, es que, me emocioné.

- No demos nada por sentado de momento pero dependiendo de los resultados puede ser un antes y un después en la vida de Giri.

- ¿Estás preparada en el caso que si pueda usar su poder de fuego?.

- ¿En caso de cualquier combustion espontánea? Desde que lo manifestó...

- No me refiero a eso, a guiarlo con su poder a pesar que no tengas un don de fuego también.

- Lo sé, sería como volver a empezar como con su don de sustancia.- En ese momento Gen posó su mano sobre su antigua quemadura recordando lo que pasó.- A lo unico que tengo miedo es que quede decepcionado, se le nota que quiere usar sus dos Quirk's ¿Te contó que usó sus dos poderes a la vez y no se quemó?.

- Claro que me lo contó, por eso me emocioné cuando me dijiste lo del especialista.

- Parece ser que perdió su miedo al fuego por eso está tan interesado.

*Punto De Vista: Girisha*

Cuando termine de guardar lo que compró mamá, me quité la camiseta estando mucho más comodo.

Sin embargo pasó un rato largo y mamá todavía no habia entrado así que la esperé hasta que entrara.

Pero aun así tampoco abrió la puerta así que decidí ir a ver por si pasaba algo porque me parecía bastante extraño.
Aunque en el momento que estuve a punto de abrir la puerta algo en las palabras de Hikari me sorprendió.

- Preferiría que peleara contra mi que con tadashi, por eso Akira y Akane se enojaron por lo que dijo, porque lo estaba provocando solo para hacerlo quedar mal con la familia.

Algo en mi me decía que no deberia estar escuchando esto pero la curiosidad me estaba matando.

- Pero si él sabe quien es Giri, fácilmente pudo haber dicho lo que supuestamente pasó.

- Eso es lo que ni yo ni las gemelas logramos entender el porqué.

De pronto mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón empezó a sonar fuertemente y por mera reacción casi lo lanzo lejos pero logré silenciarlo por las dudas.

Pero aún así siguió sonando a lo esta vez si contesté.
Era Petra queria saber como estaba y como de costumbre alguna de sus bromas a lo que si me sacó una carcajada además de un saludo de su padre a parte de decirme que Boogy necesitaba quien lo bañara.

Cuando apenas me percaté ya mamá estaba dentro mientras me distraia hablando con Petra.

El resto de la noche pasó con normalidad mientras que yo continuaba estudiando en mi pequeño pero cómodo escritorio, terminé bombardeado por tanto contenido del exámen pero tenía que asimilarlo.
Una luz tenue me acompañaba con mi estudio y mis pensamientos, jugaba con el lapiz mientras repasaba el contenido.

Hasta que mamá tocó la puerta antes de entrar para ver si ya estaba dormido pero al contrario.

- No esperaba que estuvieras despierto a esta hora.

- Algo no me cierra mamá.

- Tómalo con calma hijo poco a poco, no te sobrecargues porque no entenderás nada al final.- Mamá se acercó a mi justo a mi lado para posar su mano sobre mi hombro.

Suspiré cansado y posé el lápiz sobre el libro para posar mi mano sobre la de mamá.

- Solo quiero que estés orgullosa de mi.

- Ooh Giri.- Mamá se bajó a mi altura y me abrazó suavemente.- Estoy orgullosa de ti desde que supe que respirabas.

- Gracias mamá.

- Ahora a dormir mañana tienes algo muy importante que hacer.- Mamá se levantó y posó sus manos sobre su cintura con una mirada enérgica.

- ¿Como que? Mañana no tengo que ir a la academia.

- El doctor Kairu especialista en donde tiene que verte mañana.

¿Doctor?.

- Eso quiere decir...

- Exactamente.

Ya había recordado que le dije a mamá que queria que me viera un especialista y en ese momento exploté de alegría tanto que me levanté de la silla de golpe hasta después dando peaueños saltitos.

- Gracias mamá gracias gracias.- La abracé con mucha alegría tanto que soltó pequeñas carcajadas.

JEJE VOLVÍ

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