Capítulo 2: Confesiones

El día era soleado y agradable a pesar de estar corriendo detrás de Petra porque estabamos llegando tarde a la escuela.

- Apurate Girisha vamos tarde.- Exclamó Petra hacia mí desviando la mirada hacia atrás.

- Vamos tarde por tu culpa Petra.- Respondí desganado por la causa de que estuvieramos corriendo.

- No es culpa mía que haya querido comprar un panecillo de crema.- Exclamó Petra con el ceño fruncido mientras que apuraba el paso para correr a la par de ella.

Seguimos corriendo por toda la ciudad hasta que pudimos llegar a la escuela, por suerte siempre estuvimos en la misma clase durante 9 años asi que me alegro de tener a Petra como una hermana.

- Antzas y Takamori otra vez tarde.- Exclamó el profesor de pie en el aula con un libro abierto en la mano.

Petra y yo rezagados fuimos a nuestros respectivos asientos para comenzar a prestar atención a la clase.

A pesar de todo las clases pasaron con normalidad aunque se me hizo bastante agotador.

- Oye Girisha ¿Quieres venir a mi casa para comer?.- Sugirió Petra apareciendo frente a mi repentinamente.

- Claro, dejame avisarle a mamá.- Respondí con agrado y tranquilidad junto con ello saqué mi telefono y busqué el contacto de mamá.

Tú:
Mamá iré a casa de Petra, me invitó a comer.

Mamá:
Perfecto Giri, que se diviertan y no vuelvas muy tarde a casa que tengo que darte una noticia.

Tú:
No te preocupes mamá te quiero.

Mamá:
Yo también Giri.

- Listo ya nos podemos ir.- Comenté mientras me levantaba de mi asiento junto con mi mochila.

- Vamonos entonces.- Respondió Petra con su animo bastante extrovertido como de costumbre.

Una vez más Petra quiso comprar un panecillo de crema por suerte no habían personas en la fila asi que pudimos salir rapido de ahí.

Ya en el camino a casa de Petra, ella disfrutaba del panecillo mientras que yo miraba con tranquilidad y alivio el hermoso cielo que se habia tornado de color anaranjado.

-¿En que piensas?.- Preguntó Petra sacandome de mis pensamientos.

- Exactamente en nada.

- Ay Girisha no sabes mentir.- Exclamó Petra con alivio.- ¿Estás bien?.

- Estoy bien, solo tengo un poco de hambre.- Respondí con duda hacia Petra que me miraba con curiosidad sobre mi estado.

Claramente era una mentira, me estaba inundando en mis pensamientos sobre que pasaría si alguien se enterara del porqué me mudé a Grecia sin embargo Petra sabía sobre mi quemadura pero no sobre mis 2 Quirk's, le había dicho que la quemadura fue en un incendio asi que para los ojos de Petra y todo el mundo exceptuando mi familia, yo solo tengo 1 Quirk que es de un liquido extremadamente inflamable.

- Entonces hagamos una carrera.- Sugirió Petra guardando lo que quedaba de su panecillo.- El ultimo en llegar tendrá que bañar a Boogy

Cuando menos me lo esperé Petra había comenzado a correr asi que apenas reaccioné comencé a correr tras ella con la guardia arriba para que no me lanzara una de sus burbujas de tiempo.

Aunque los dos corriamos a la misma velocidad yo comenzaba a cansarme y Petra también pero no bajamos la velocidad en ningún momento, los dos eramos muy competitivos entre nosotros.

La casa de Petra se veía a la lejanía y seguimos corriendo hasta que en la recta final ví como Petra había tropezado con algo exactamente un bache asi que estrelló contra el suelo.

- Petra ¿Estás bien?.- Pregunté preocupado por mi amiga estrellada en el suelo.

- Estoy bien.- Respondió Petra con el pulgar arriba dando a entender que todo estaba bien y que no me preocupara.

- Parece que tendrás que bañar a Boogy.- Comenté bromeando ante la derrota de Petra mientras que le extendí mi mano para ayudarla a levantarse.

Petra tomó con mucho gusto mi mano y con normalidad la levanté del suelo hasta que quedó de pié para poder soltar su mano.

- Pero tienes que ayudarme a bañarlo.- Respondió Petra con una sonrisa confiada.

Posteriormente seguí a Petra hasta la entrada de su casa y ella abrió la puerta para poder entrar.

Apenas entramos ví a Boogy el perro de Petra acercandose a mi era bastante grande y peludo como un trapeador.

- Hola chico ¿Me extrañaste?.- Comenté sonriendo mientras acariciaba al peludo perro de Petra el cuál estaba en dos patas lamiendo mi rostro y se le notaba bastante feliz de verme.

- Papá ya llegué y Girisha vino conmigo.- Exclamó Petra avisando a su progenitora que había llegado a su casa.

Cabe recalcar que los pasillos de la casa de Petra eran bastante amplios y altos, cualquiera que visitaría por primera vez la residencia Antzas se sorprendería. Asi que junto a Petra y Boogy caminamos por el pasillo que conectaba con la cocina.

- Oh hola hija hola Girisha es un gusto verte de nuevo.- Comentó el padre de Petra el cuál era bueno... literalmente un centauro y esa era la razón del porque las paredes y el techo eran tan espaciosos.

- Señor Antzas también es un gusto verlo de nuevo.- Respondí con total cortesía como de costumbre ante el padre de Petra.

La madre de Petra había muerto cuando ella tenía algunos meses de nacido, el parto de Petra fue muy dificil para la señora Antzas y Petra era la copia exacta de su difunta madre además que Petra también heredó el Quirk de su madre.

- Papá voy a estar en el patio con Girisha.- Comentó Petra mientras buscaba lo necesario para bañar al peludo.

- No hay problema pero la comida estará en poco tiempo.- Respondió el señor centauro con la vista en la cocina.

Asi que junto al peludo y mi casi hermana salimos al inmeso y amplio patio trasero era tan grande que el padre de Petra podria correr todo lo que deseara.

- No veo la hora de que terminemos la secundaria ya estamos en ultimo año.- Comentó Petra mientras se acostaba sobre el verdoso cesped.

- ¿Todavía quieres ser una heroina?.- Pregunté por pura curiosidad porque desde que conozco a Petra ella siempre habia dicho que quería ser una heroina.

- Sip, no he cambiado de decisión.- Contestó con una sonrisa orgullosa.- Desde que tengo memoria quiero ser una heroina es mi mayor meta, ¿Y tu? ¿Aún quieres ser un heroe?.

- Yo tampoco he cambiado mi descision Petra.- Respondí con total claridad ante su pregunta.

- Entonces crearemos una agencia tu y yo.- Sugirió Petra con una gran y feliz sonrisa en su rostro.

- Ya estás pensando muy a futuro Petra.

- Lo sé lo sé hasta tengo mi nombre de heroina.

- ¿En serio? ¿Cual es?.- Pregunté bastante emocionado por el simple hecho de la actitud optimista de Petra.

- No te lo diré hasta que sea oficialmente una heroina.- Respondió Petra con un dedo levantado y un ojo cerrado.

- Vale te lo recordaré cuando seamos oficialmente heroes.- Respondí con una sonrisa tranquila hacia la rubia.

- Girisha hagamos una promesa.- Sugirió la rubia levantando su dedo meñique.

- ¿Una promesa?.- Pregunté son duda.

- ¡Si! La promesa que los 2 nos convertiremos en heroes ¿Lo prometes?.- Respondió con una sonrisa tranquila la femina frente a mi.

- Lo prometo.- Contesté estrechando mi meñique con el meñique de Petra.

E

l día pasó sin ningún problema finalmente el señor Antzas pidió comida a domilicio porque se le había quemado lo que estaba cocinando por un ligero descuido.

- Girisha ¿Ya sabes a cual academia vas a estudiar?.- Preguntó el centauro curioso sobre mi futuro.

- Exactamente no lo sé pero me gustaría ir a una academia que valga la pena.

- Pues estuve hablando con Petra y ella quiere ir a la academia Olimpo al norte de la ciudad.- Sugirió el señor mientra Petra sonreía y asintia muchas veces dando a entender que estaba feliz.- Escuché que tu abuelo estudió ahí.

En realidad no sabía muchas cosas sobre el abuelo asi que cada información sobre su pasado me sorprendía literalmente.

- Aunque el examen de admisión es complicado solo el 10% de los postulantes entran aunque no creo que eso no sea problema para ustedes.- Exclamó el señor de cabello castaño con una risa de broma hacia su hija y hacia mi.

- Claro que no sera un problema, papá quiero que me entrenes para el examen de admisión en el Olimpo, todavía faltan 10 meses pero quiero estar preparada desde mucho antes.- Exclamó Petra con una sonrisa desafiante ante su padre con el puño extendido esperando su respuesta.

- Está bien Petra mañana te daré el plan de tu entrenamiento tengo que hablar con mis hermanos sobre eso.- Respondió el señor porque porque sus hermanos también eran centauros y heroes, pero mas que nada era por la parte de ser heroe.

Los 3 terminamos de comer y el padre de Petra lavó los platos guardó todo y nos quedamos charlando un buen rato sobre cualquier cosa pero cuando menos nos lo esperamos la noche llegó y las calles de Athenas a pesar de tener heroes patrullando eran bastante peligrosas.

- Oh ya se hizo de noche, llamaré a un taxi.- Exclamé mientras observaba las afueras de la residencia.

- Ni hablar, el mejor amigo de mi hija no se irá en taxi.- Exclamó el imponente centauro con una sonrisa orgullosa ante Petra y a mi.

- P-pero mamá me matara si llego muy tarde.

- No te preocupes chico te llevaré en mi lomo.- Sugirió el señor mientras se acercaba a un pequeño cuarto cerca de las escaleras.- Llevo a Petra en mi lomo desde que tiene memoria.

Éste sacó una montura de caballo y algunos cinturones con luces de éste pequeño cuarto, éste se ajustó los cinturones con luces en el torso de color blanco y otro cinturón de luces rojas en la parte trasera de su cuerpo. Petra lo ayudó a ajustarse la silla de montar y con ello nos preparamos para irnos, para Petra era muy normal subir en el lomo de un centauro pero para mi era la primera vez nunca me habia subido a un caballo y mucho menos a un centauro.

Petra se subió sin ningún problema asi que ella me extendió su mano y con mucho gusto la tomé y me subí a la silla de montar.

- Bien aqui vamos sujetense los dos.- El señor Antzas empezó a galopar suave para calentar un poco pero a medida que avanzaba más subo a cada vez más la velocidad.

Ver a un centauro galopar por la calle era mas común que ver a alguien subido en moto, los centauros eran muy comunes en Athenas fácilmente podrias cruzarte con unos cuantos en un día normal pero había una diferencia entre caminar tranquilamente como un transeunte e ir galopando o corriendo a grandes velocidades por la calle y para ello se necesitaba una licencia y también había una licencia para llevar personas en su lomo.

- Papá en su juventud participaba en carreras de centauros.- Exclamó ella mientra el viento hacía que su cabello se dejara llevar por éste.

Por lo poco que me había hablado el abuelo estas carreras no eran como las carreras de caballo común y corrientes, se componían por diferentes circuitos, en diferentes categorias y equipos que varían de 2 centauros hasta 10 entre mayor era el numero de personas en el equipo mayor era el circuito.

- Incluso ganó un campeonato con mi tío.

- Bueno, en ese campeonato conocí a tu madre Petra.- Exclamó éste mientras mantenía la mirada en el camino.- Desde que empezó el campeonato ví que ella estaba ahí y quedé anonadado por su belleza incluso me distraje jeje.

- N-nunca me dijiste que conociste a mamá en uno de tus campeonatos.

- Perdón hija pero desde ese día ella fue a ver todos los circuitos de ese campeonato.

Asi siguieron hablando sobre la juventud del señor Antzas y sobre como conoció a su difunta esposa mientras que yo solo escuchaba atentamente se le notaba feliz al señor por contar su pasado.

Fue en cuestión de unos pocos minutos que llegaramos a mi casa asi que con mucho gusto los dejé pasar a Petra y a su padre para darles un poco de agua.

- Mamá ya llegué.- Exclamé al aire para que supieran que ya habia llegado.

El padre de Petra tuvo que agacharse para poder entrar por la puerta y aún así no pudo pasar por lo estrecho que era el pasillo asi que decidió esperar afuera asi que Petra me acompañó para buscar el agua.

Recién llegamos a la cocina y estaba mamá viendo las noticias desde la tv en la sala de estar.

- H-hola Petra no sabía que vendrías.- Dijo mamá sorprendida por la visita de ésta.

- Señora Takamori, papá decidió traer a Girisha en su lomo y por mi parte quise venir a saludar.

Mientras que mamá hablaba con Petra, yo fui a buscar una jarra de agua para ella y su padre.

- ¿Está afuera verdad?.- Preguntó mamá sobre el padre de Petra.

- Si... porque no cabe por el pasillo jeje.

- Cierto casi lo olvido perdón.- Respondió mamá con una ligera risa inocente.

- Aqui tienes Petra, una jarra con agua muy fria y un vaso.- Dije entregandole esto a Petra con cuidado para que no se le cayera.

- Gracias Girisha.

Mamá y yo acompañamos a Petra hasta las afueras de la casa donde se encontraba el padre de ésta descansando un poco.

- Oh señora Takamori pensé que estaba trabajando.

Mamá y el padre de Petra se llevaban muy debido a la amistada entre Petra y yo.

- Ten papá, agua muy fría como te gusta.- Dijo Petra sirviéndole agua en el vaso.

- Gracias Petra.- Éste comenzó a beber con gusto el gran vaso de agua.

De un gran trago el imponente centauro bebió todo el vaso de agua pero estaba satisfecho y un poco mas relajado.

- Gen, hoy estaba hablando con Petra y quiere ir a la academia Olimpo cuando termine la secundaría.

- ¿La academia número 1 de toda Grecia? Si, papá estudió allí.- Respondió mamá recordando esa academia.

La conversación continúo mientras que yo escuchaba junto con Petra hasta que se hizo mucho más tarde.

- Pero mira la hora que es.- Comentó Petra mirando su reloj.- Ya es muy tarde papá.

- Ya deberíamos irnos.- Respondió su padre.

Acto seguido Petra se subió al Lolo de su padre y con un paso apurado los dos se retiraron de casa.

- Bien Giri vayamos adentró, que tengo que decirte una noticia

Asentí con gusto mientras acompañaba a mamá hasta la sala de estar.

- Giri, ya sabes que me está yendo muy bien en mi nuevo trabajo como diseñadora de moda.

- Sii lo recuerdo.

- Pues ahora me ofrecieron un mejor trabajo como diseñadora de moda... En Japón.

La noticia me impactó y sorprendió, mamá volvería a Japón, eso significaría volver al lugar donde mamá lo perdió todo.

- P-pero mamá... ¿D-donde vas a vivir?.

- Ya contacté con alguien, alquilare un departamento y trabajaré para el héroe número 3 Best Jeanist.

- El héroe Best Jeanist, lo recuerdo... ¿Y cuando te irás?.

- Quieren que vaya lo más pronto posible así que la empresa de Best Jeanist me compró un boleto de avión para el viernes.

- En dos días... ¿Entonces no voy a poder ir a la academia Olimpo?.- Pregunté un poco desanimado.

- En Japón hay academias de héroes a la altura del Olimpo ¿Recuerdas a All Might? Pues él estudió allí.

La descicion de volver a Japón fue difícil de entender pero si mamá seria feliz yo me alegraría por ella.

- Sabes que yo siempre deseo lo mejor para ti así que si no quieres volver a Japón conmigo no importa te vendré a visitar cuando me estabilice.- Comentó mamá mientras posaba una de sus manos en mi hombro.

- Mamá no podría vivir sin ti, así que también viviré en Japón contigo y con respecto a la academia, quisiera estudiar en U.A.

Ante mi respuesta, los ojos azules de mamá se cristalizaron dando a entender que comenzaría a llorar de felicidad y así fué, me abrazó muy fuerte y yo lo que menos podía hacer era corresponder su abrazo.

- Mamá, el abuelo y la abuela ¿ya saben de esto?.

- Claro que lo sabemos pequeño Takamori.- Respondió el abuelo junto con la abuela apareciendo en la sala de estar.

- Tu eras el último al que había que decirle.- Comentó la abuela abrazando al abuelo.

Finalmente el abuelo hizo la cena y comimos los cuatro en la misma mesa, la noche fue perfecta hubieron bromas por parte del abuelo y la abuela se enojaba un poco con él.

Los dos días habían pasado sin ningún altercado y finalmente llegó el día en el que mamá se iría a Japón asi que fuimos con mamá hasta el aeropuerto para despedirnos.

- Te voy a extrañar Giri.- Me dijo mamá con un nudo en la garganta lanzándose a abrazarme.

El sentimiento de no ver a mamá por tanto tiempo me causó un nudo en la garganta de inmediato con ello comenzaron a salir lágrimas de mis ojos y correspondi el abrazo de mamá con mucha fuerza.

- No es un adiós Giri, es un hasta pronto.

De pronto sentí como los abuelos nos abrazaban a nosotros para también poder despedirse de mamá.

- Te queremos hija.- Comentó el abuelo.

-Yo también los quiero.

Algunos días pasaron, Mamá me llamó y me dijo que ya había llegado me mostró su apartamento, no era excesivamente grande ni tampoco muy pequeño, era lo necesario para una persona y al día siguiente como de costumbre esperé a Petra en el lugar de siempre para ir caminando a la escuela.

Hasta que ví a Petra a la lejanía, se le veía un poco cansada y mal dormida.

- Hola Girisha ¿Que tal?.- Exclamó mientras bostezaba.

- ¿Tuviste una mala noche Petra?.

- No, solo estoy muy cansada por entrenar pero puedo soportarlo tengo que darlo todo.- Respondió Petra mientras levantaba su brazo para mostrar su pequeño bicep y sonreir con mucho optimismo.- Vamos, no quiero llegar tarde hoy.

Me alegré por Petra por la dedicación que le estaba poniendo a su entrenamiento para poder entrar al Olimpo pero ella aún no sabía que yo me devolvería a Japón cuando terminemos el último año de secundaria y eso me inquietaba un poco por el simple hecho que yo era su único amigo.

Los dos nos fuimos de allí y caminamos hasta la escuela llegando justo a tiempo para las clases, las primeras horas transcurrieron con absoluta tranquilidad hasta que la profesora decidió detener la clase para dar un anuncio.

- Alumnos y alumnas, como ya sabrán todos los años la escuela organiza una excursión a diferentes lugares de Atenas, bueno este año iremos al Museo Nacional de Héroes, así que ya saben el procedimiento para poder asistir.

Este procedimiento consistía en contestar una planilla sobre nuestros datos personales, tipo de sangre, enfermedades anteriores etc.

Apenas la profesora terminó de explicar repartió una de estas planillas para cada uno en nuestros asientos.

La clases continuaron con normalidad y cuando tocó el timbre dando a entender el final del día, me despedí de Petra y me fui a casa, ella me dijo que entrenaría con su padre de nuevo así que no quería molestarla.

- Abuela ya llegué.- Como de costumbre entré a casa con normalidad y había un olor desde la cocina que despertó mi apetito.

Seguí el olor hasta la cocina y me encontré con abuela cocinando, abuela Miko muy pocas veces cocinaba y cuando lo hacía no había nadie que cocinara igual que ella.

- ¿Quieres comer soldado del cielo?.

- C-claro que si abuela Miko, me muero de hambre.

- ¡¡SENSHI TAKAMORI VEN A COMER!!.

Una vez más un golpe se escuchó en la casa pero ahora venía del patio.

Senti como el abuelo entró corriendo como si de una emergencia se tratara.

- ¿Q-que pasó? Ya estoy aqui.- Exclamó el abuelo respirando muy pesadamente.

- La comida ya está lista.

- Oh qué bien porque me muero de hambre.

La abuela sirvió la comida y comimos los tres muy a gusto.

- Abuelo.

- ¿Dime pequeño Takamori?.

- ¿Cómo le explico a Petra que cuando terminemos la secundaria me iré a Japón sin que se enoje conmigo?.

- Ooh... Bueno pues... La única forma es decírselo sin remordimiento y siendo sincero con tus palabras.

- ¿Tu creés?.

- Claro que sí confía en mi.

Conforme fueron pasando algunas semanas notaba como el entrenamiento de Petra hacía efecto por el simple hecho de que ella estaba más enérgica y su fuerza física había aumentado pero solo un poco.

- O-oye Petra... ¿Hoy también vas a entrenar?.- Pregunté curioso porque hace ya varios días que no pasaba tiempo con ella.

- Mmmm déjame ver... hoy papá no estará en casa todo el día ¿Quieres venir?.

- S-si vamos ahora jeje.- Respondí bastante nervioso.

Así que fuimos con tranquilidad hablando de trivialidades hasta su casa donde de nuevo Boogy se abalanzó sobre mi para saludarme y dándome a entender que me extrañaba.

- Ya ya yo también te extrañé chico.- Comenté acariciando a mi peludo amigo.

Boogy era bastante animado, corría por todos lados saltaba mientras salía y entraba de la casa.

La tarde fue genial charlamos nos reímos jugamos y hasta comimos panecillos de crema que Petra había comprado hasta que al caer la noche los dos estábamos afuera viendo las estrellas.

- Sabes Girisha desde que empecé a entrenar me siento más capaz de entrar al Olimpo, siento como puedo correr más, usar más mi Quirk sin que me duela la cabeza, así que espero que tú no te quedes atrás.

La mirada de Petra era esperanzadora, ella estaba muy decidida a entrar y en verdad ella quería que yo entrará con ella, que estudiaramos juntos y graduarnos juntos como los mejores amigos que somos pero pensar que yo no estaría en unos meses me hizo sentir mal y esto Petra lo notó de inmediato.

- Hey ¿Estás bien?.- Preguntó preocupada por mi colocando su mano en mi hombro.

- Si si estoy bien solo que extraño a mamá.- Petra estaba al tanto que mamá se había ido a Japón por trabajo sin embargo yo no le dije la parte en la que yo me iría a vivir con ella en unos meses.

- No te preocupes, ¿Vendrá en vacaciones como me dijiste no?

Finalmente el padre de Petra llegó y con ello me llevó una vez más hasta casa.

Mientras los días pasaban la culpa me comía por dentro tenía que decirle si o si y con ello el día de la excursión había llegado, llegamos todos juntos en autobuses de la escuela, nos dividieron por clases exactamente y cada clase miraba distintas partes del museo.

El museo se componía en dos pisos el primer piso estaba asignados a héroes retirados o muertos en acción de cincuenta años hacia atrás lleno de artilugios, trajes, objetos valiosos de diferentes héroes, todos con su respectivo nombre y el segundo piso estaba asignado hasta hace cincuenta años hasta la actualidad.

Los demás de mi clase estaban bastante aburridos con la excursión exceptuando a mi que estaba maravillado con todo lo que había en ese museo.

Hasta que lo ví, el traje del abuelo en su debut, en una vitrina, un maniquí exactamente igual al abuelo en su juventud cuando aún tenía los dos brazos.

- Bien, este es el traje del héroe ya retirado High Oil, con su sustancia altamente inflamable neutralizaba a los villanos haciendo que se resbalaran o deslicen en su sustancia aunque en alguna ocasiones causó pequeñas explosiones él aún es muy querido por la comunidad, ¿Alguna pregunta?.

De pronto una mano se levantó entre todos nosotros.

- ¿Está la posibilidad que High Oil sea familiar de Takamori?.

Esa pregunta me inquietó un poco porque solo Petra sabía que mi abuelo era High Oil y ella no fue la que hizo la pregunta.

- Lamentablemente no tengo la información para confirmar o desmentir esa pregunta, se rumorea que High Oil antes de su retiró le pidió al gobierno mantener en anonimato todo sobre su familia para mantenerla a salvo, si, es posible que Takamori sea su familiar por su Quirk o tal vez no lo sea pero recuerda que hay Quirk's que son muy comunes y que tienen diferentes personas sin tener parentezco familiar.

Después de esa respuesta la excursión continúo vimos muchas cosas de antigüos héroes.

La excursión había terminado y Petra junto a mi fuimos a la tienda de regalos la cuál estaba dentro del museo para ver si había algo sobre el abuelo.

Habían llaveros con un muñeco de ciertos héroes pero en versión miniatura, camisetas, chaquetas, incluso pósters, pero yo solo buscaba algo del abuelo hasta que por fin lo encontré.

- Oye Petra mira.- Exclamé llamando su atención, había encontrado un llavero con una versión miniatura del abuelos en su juventud.

- Está muy genial Girisha cómpralo.

Con una sonrisa en el rostro fuí hasta el mostrador donde se encontraba la encargada de turno de la tienda.

- ¿Algo más que quieran llevar?.

Por mi parte solo puse el llavero en el mostrador pero por parte de Petra había escogido uno de cada uno de sus héroes retirados favoritos.

Por suerte si tuvimos el dinero para pagarlos todos y con una bolsa en la mano salimos de la tienda de recuerdos.

- Hey Petra hay algo que quiero contarte ahora.- Era el momento para decirlo, no podía esperar un día más, era mejor decirlo ahora que esperar hasta el último día y que Petra se enojé conmigo.

- ¿E-eh... A mí?.

- Si a ti jaja... Bueno como ya sabrás mamá está en Japón trabajando tuvo la oportunidad de poder trabajar para la empresa de un héroe muy reconocido así que yo... Cuando terminemos la secundaria... Me mudaré a vivir con ella... En Japón.

Simplemente decirlo me dolió pero más me dolió ver cómo los ojos de color rojos comenzaban a cristalizarse y su sonrisa decaía.

- ¡¡No quiero que te vayas Girisha eres mi único amigo!!

Ella se abalanzó sobre mi para abrazarme por debajo de mis brazos y comenzaba a llorar, esa simple acción me hizo llorar a mi y querer corresponder ese abrazo.

De pronto un estruendo y una explosión se escuchó en el museo, la fuerza de ésta nos lanzó a Petra y a mi hacia otro lugar donde yo había perdido el conocimiento.

...

Estaba recuperando el conocimiento había caído boca abajo y un brillo azul detrás de mi fue lo que me deslumbró apenas pude apoyarme sobre mis manos y cuando pude fijar la mirada Petra estaba frente a mi, ella tenía los ojos cerrados y un buen golpe en la cabeza que por el cuál salía sangre no mucho, no sabía que había ocurrido con ella pero de pronto sentí como mi camiseta caía a un costado chamuscada.

- ¡¡PETRA!! ¡¡PETRA!! ¡¡PETRA!! ¡¡DESPIERTA!! ¡¡DESPIERTA POR FAVOR!!.- Grité como nunca lo había hecho, solo deseaba que no haya muerto por el impacto.

- ¡¡ALGUIEN QUE NOS AYUDE!!.- No tenía las fuerzas para levantarme por mi propia cuenta, me preocupaba más por Petra que por mi, necesitaba salir de ahí y sacar a Petra pero todo estaba oscuro exceptuando por la luz azul detrás de mi y yo no podía levantarme, traté y traté pero siempre me desmoronaba hasta que grité una vez más y con ese último grito perdí el conocimiento de nuevo.

...

Escuchaba el sonido de mi pulso a través de una máquina, estaba en un hospital, la luz de la habitación molestaba bastante y poco a poco abrí los ojos pero me dolía todo el cuerpo hasta el más mínimo músculo.

Apenas abrí completamente los ojos sentí como tenía una aguja conectada al brazo y un yeso en mi pierna derecha.

Miré alrededor de la habitación y ví como el abuelo estaba sentado mientras dormía a un lado en una silla bastante incómoda.

- A-abuelo Senshi.- Mi voz era ronca y apenas si yo pude escucharla.

Quería despertarlo pero mi voz no bastaría para hacerlo así que ví un botón al costado en una pequeña mesa, no sabía para que era pero lo presioné con la esperanza que hiciera algo

Pero de pronto una tele se encendió a todo volumen asustantome a mi y despertando al abuelo.

- ¡EH! ¡EH! ¡¿Q-QUIEN ESTÁ AHÍ?!.

- Abuelo.

- ¡P-pequeño Takamori estás bien gracias a Zeus que estás vivo! ¿Te duele algo? ¿Tienes hambre?.

El abuelo estaba muy preocupado por mi tanto que presionó un botón que llamaba a la enfermera o a un doctor.

- Siento que me chocó un camión dos veces.

- Pues debiste haber anotado la matrícula jaja.

Era un chiste un poco malo pero pudo sacarme una pequeña sonrisa.

- ¡Espera abuelo! ¡¿DÓNDE ESTÁ PETRA?! ¡¿ESTÁ BIEN?!.

Sentía que tenía que levantarme de allí y saber dónde estaba y su estado actual, intenté levantarme pero un fuerte dolor en el pecho me hizo detenerme.

- Quédate quieto acabas de despertar pasaron tres días.

- P-pero Petra....

-Ella está bien, no del todo.

- ¿Por qué abuelo a qué te refieres?.

Tuvo un fuerte golpe en la cabeza y puede ser que haya caído en coma.

- ¿E-en coma?¿A qué te refieres abuelo?.

- Tu ya sabés lo que es cuando una persona cae en coma, pero por lo que me contó su padre no saben si está confirmado o si despertará pronto, de ti no sabíamos nada hasta ahora que despertaste.

Conforme fueron pasando los días, me dijeron que estaría un mes en el hospital y después estaría un mes más con el yeso en la pierna, mi estadia en el hospital fue normal en el momento que me dieron de alta también me dieron unas muletas así que sin pensarlo dos veces fui hasta la habitación donde estaba Petra.

- S-señor Antzas....

Allí estaba Petra con muchas vendas sobre su cabeza, tenía algunos parches en su rostro, exceptuando el golpe de la cabeza no se había roto ningún hueso.

El señor Antzas estaba sentado en el suelo llorando por su querida hija ella era lo último que le quedaba.

- Girisha.

- S-señor... Yo... lo siento, lamento no poder sacar a su hija de allí con mis propias manos... De verás lo siento si hubiera una forma de pagarle... yo lo haría.

- No te preocupes chico, te rompiste la pierna, no te culpo de nada, Petra aún está en coma así que trato de venir todos los días para que no se sienta sola.

Comencé a caminar poco a poco hacía la cama donde estaba Petra y me senté en una pequeña silla que había al costado de la cama, con mucho miedo tome tu mano y apoye mi cabeza sobre ésta.

- Petra por favor despierta, perdóname por no haberte dicho eso antes, es que tenía miedo que te enojaras conmigo y te alejarlas de mi, después de todo eres mi única amiga.

Las lágrimas solo salían por montones con la esperanza que despertara en ese momento.

Pero no pasó nada solo se escuchaba el sonido de la máquina que marca el pulso.

Finalmente con una corta pero dolorosa  despedida hacía el señor Antzas me fuí del hospital con el abuelo y la abuela hacia casa, donde comenzaría a dormir en la planta de abajo.

El mes restante fue bastante aburrido y aún más con la tarea en casa, aunque el abuelo pasaba la mayor parte del tiempo conmigo y él era el único que hacía que el último mes del yeso se volviera un tanto entretenido, el abuelo contando historias sobre cuando era héroe.

- Abuelo.

- Dime pequeño Takamori.

- Quiero que me entrenes cuando me quiten el yeso, quiero estar listo para la U.A.

- Estaba esperando a que me lo pidieras.

- ¿En serio?.

- Claro, tenemos el mismo Quirk, te será muy fácil aprender a usarlo.

Así fué, el mes pasó, me quitaron el yeso y con unas semanas de rehabilitación comencé a entrenar con el abuelo, los sábados y domingos me despertaba a las cinco de la mañana a pesar de que aún no había luz solar corríamos unas cuantas cuadras y los demás días corría por la tarde y alternabamos entre cardio y manipulación del Quirk, el abuelo lo usaba de tal manera que se deslizaba con el, expulsandolo desde sus pies los primeros días me cansaba rápidamente pero conforme fueron pasando más y más los meses comencé a ganar masa muscular, ahora podía estar algunos minutos expulsando mi sustancia sin cansarme.

Una vez al mes iba al hospital a visitar a Petra y hablar un poco con ella sobre mi avance a pesar de no poder escucharme.

El último mes de secundaria ya estaba terminando y con ello significaría que me iría a Japón y ver a mamá después de tanto tiempo, mi boleto de avión ya estaba comprado y listo para que llegara el día.

Hasta que finalmente llegó, volver a vivir a Japón, el abuelo y la abuela me acompañaron hasta donde podían pasar.

- Bien hasta aquí te podemos acompañar pequeño Takamori.

- Te queremos mucho soldado del cielo.

Los dos estaban con los ojos llorosos por mi y yo también había vivido con ellos gran parte de mi vida pero ahora tenía que volver.

Así que los dos me abrazaron con fuerza, los tres estábamos llorando.

- Come bien, no te quedes hasta tarde despeirto, ayuda a tu mamá en todo y espero que seas feliz y cumplas tus sueños soldado del cielo.

- Pequeño Takamori, fue un gustó entrenarte, como entrenador y como abuelo, llamaré a tu mamá para saber cómo estás.

Con esas palabras me despedí de mis abuelos y abordé mi vuelo de regreso a Japón.

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