Infinity
Era de noche y los alumnos de la escuela Françoise Dupont organizaban una fiesta de despedida en Le Grand Paris, puesto que se acababan de graduar de preparatoria y cada quien tomaría distintos rumbos.
Por esa razón, una azabache se encontraba encerrada en los baños, tratando de despejar su mente y tranquilizarse, pues aquella noche sería la última en que vería a su gran amor Adrien Agreste y quería confesarle sus sentimientos antes de que éste se fuera a Rusia y ella a Shangai.
Inhaló y exhaló con calma y se abrió paso entre la gente para llegar hasta donde se encontraba él. Se veía decidida, por lo que al llegar, sólo tomó la mano de Adrien y se lo llevó lejos de la multitud, a un balcón. Él, sorprendido por el acto de la chica, la siguió curioso.
-Marinette: ¿qué sucede?
-Ssh -la susodicha tapó con su mano la boca de su contrario y siguió hablando-: Adrien, tengo algo importante por decir. Después de esto no me querrás ver seguramente, pero de cualquier forma para mí es necesario hacértelo saber.
-Adelante.
Marinette Dupain-Cheng cerró los ojos y suspiró, antes de volverlos a abrir y pronunciar las palabras que, según ella, debió haber dicho tres años atrás:
-Me gustas Adrien. -y sin más, lo besó.
Siete años después
Cansada, cargaba las cajas donde tenía su ropa guardada a su habitación. Se limpió el sudor de la frente con una mano y abrió la caja, dispuesta a sacar de ahí sus prendas para comenzar a ordenarlas. Era lo último que había traído consigo a su nueva casa en Francia. Una vez terminó de hacer lo anteriormente dicho, por el calor que sentía, decidió amarrar su azabache cabello.
- ¿Lista para salir a comer algo, amor? -le preguntó su prometido, abrazándola por detrás. Marinette sonrió y acarició las manos de él, justo antes de girar un poco su cabeza y depositarle un beso en la mejilla.
-Sí. Por favor vayámonos, estoy súper hambrienta.
Así pues, la pareja salió de su hogar y fue en busca de un restaurante donde comer.
Shaoran Wang y Marinette Dupain-Cheng se habían conocido dos años atrás, cuando ella estaba buscando buenos fotógrafos para los modelos de su línea de ropa. Cuando se conocieron surgió química entre ellos y, mientras más hablaban, mejor se caían y más deseaban estar juntos.
Aparte, él siempre sorprendía a Marinette con pequeños detalles, cosa que fue enamorando a la de ojos azules, y por su parte ella siempre estuvo ahí para él, en las buenas y en las malas; así fue como Shaoran decidió que ella sería la mujer de su vida.
Ambos estuvieron viviendo en Shangai hasta que la azabache se le ocurrió poner una empresa en París y los dos decidieron mudarse para allá. Los dos parecían amarse y ser la pareja perfecta, pues incluso trabajaban juntos.
-París es precioso, jamás había venido para acá hasta ahora.
-Te lo dije cariño
-Me alegra estar en el lugar donde creciste. -afirmó y suavemente, le depositó un beso en la comisura de sus labios.
Por fin habían llegado a un restaurante donde predominaba el color café. Ambos tomaron asiento y le pidieron su comida a la camarera, quien les trajo su orden después de poco tiempo. Estaban casi por acabar la comida cuando a la azabache le surgió la necesidad de ir al baño, así que se excusó con su prometido y fue adonde estaban los sanitarios.
Una vez llegó al tocador se lavó la manos y soltó su cabello para acomodarlo; le llegaba a la altura de los hombros y tenía una que otra onda. Salió del lugar, mientras iba fisgoneando en su bolso, razón por la cual no vio a un hombre que iba pasando delante de ella y chocó con él, cayendo ambos al suelo.
Su rostro se puso rojo cual tomate y comenzó a pedir perdón una y otra vez, al menos hasta que la voz de dicho hombre la sacó de sí.
-¿Mari?
-¡¿Adrien?!
Los dos se quedaron mudos por unos instantes; ninguno podía creer lo que estaban viendo. Además, eran demasiado notorios los cambios que ambos habían tenido, pues ahora sus cuerpos estaban más desarrollados y sus rostros ya no eran los de unos niños. Vaya que los dos estaban sorprendidos.
-Yo... no puedo creer que te haya encontrado aquí. -enunció primero Adrien, levantándose del piso para después ayudarle a su contraria a hacer lo mismo.
-Yo menos -respondió Marinette-. No sabíamos del otro desde...
-El beso, lo sé... -interrumpió Adrien, rascándose la nuca y tocando sus labios, avergonzado.
-Sí, de-desde eso... -afirmó la de ojos azules mirando hacia el suelo.
-Bueno, por lo que recuerdo tú te fuste a Shangai, ¿no? ¿Qué tal te fue allá? ¿Cuándo regresaste? -cambió de tema hábilmente.
-Sí... yo... en realidad acabo de regresar a París hace poco -respondió jugando con uno de sus mechones-. ¿Y tú? ¿Cuándo regresaste de Rusia?
-Pues bienvenida de vuelta Marinette -la recibió estrechando su mano con la de ella, sintiendo electricidad correr por su cuerpo-. Yo regresé de allá hace dos años.
-Vaya, ya tienes tiempo aquí.
-Así es.
Los dos se quedaron viendo, para finalmente reír y abrazarse.
-Te extrañé mucho Marinette.
-Y yo a ti Adrien.
-Me alegra haberte encontrado, realmente no me hubiese gustado vivir sin una buena amiga como tú a mi lado.
-Pienso lo mismo. -respondió un poco dolida por que él la llamase amiga, ¿pero por qué eso le dolía si no sentía ya nada por él? No tenía sentido.
Los dos siguieron platicando amenamente hasta salir del restaurante, donde una chica rubia vestida con un traje azul que parecía de látex y hacía alusión a un pavo real, se acercó a ellos de prisa.
-Chicos, quiero que busquen a Ladybug y Chat Noir y les digan que Le Paon los espera de noche en la Torre Eiffel puesto que necesita su ayuda debido a que hay una nueva amenaza para la ciudad. Cuento con ustedes. -dijo y se fue.
Ambos, tanto Adrien como Marinette, se quedaron con la boca abierta y se miraron, haciendo que Marinette recordase que no venía sola y había dejado a su prometido esperando por ella. Así que se excusó con Adrien y regresó de prisa a donde estaba Shaoran aguardando por ella, cruzado de brazos.
Marinette rió rascándose la nuca y le contagió la risa a su amado, por lo cual fue perdonada.
[...]
Ya era de noche y Marinette estaba acostada alado de su próximamente marido, el cual estaba en su quinto sueño, cosa que hizo que la azabache por fin se decidiera a salir de la cama en la que estaba y fuera a buscar a Tikki.
-¿Mari? ¿Planeas ir? -fue lo primero que preguntó su kwami al notar que Marinette salía hacia el balcón.
-Escuché que Le Paon era una nueva súper heroína, tengo que ir a ver qué se le ofrece, además, algo me dice que sabe mi identidad.
-Sí, la verdad yo también pienso que lo sabe. -susurró.
-Pues vamos a descubrirlo. -dicho eso, las amigas rieron y Marinette dijo-: Tikki, transforme moi!
Ladybug iba saltando de un tejado a otro con ayuda de su yo-yo. Hacía años que no hacía eso, así que se sentía sumamente feliz y libre de estar de nuevo en su amado París y portar ese traje de heroína nuevamente.
Estaba tan divertida, que no se percató de que un chico rubio con orejas de gato se le había unido, al menos hasta que éste habló.
-¿Mi Lady?
-¿Chat? -y sin más, la moteada se abalanzó a abrazarlo- No puedo creerlo, ¡realmente eres tú!
-¿Pues si no quién más mi Lady? -preguntó en lo que le correspondía el abrazo. Se separó de ella y sujetó sus manos para mirarla con ese característico brillo en sus ojos- No creí que estarías tan emocionada de verme bugaboo.
-Fuiste mi mejor amigo Chat Noir, es obvio que esté emocionada. Te extrañé demasiado gatito.
-Y yo a ti Ladybug, y yo a ti... -respondió sonriéndole-. Tengo un plan señorita.
-¿Cuál es su plan? -preguntó coqueta.
-Quien llegue al último a donde nos citó Le Paon hace lo que el ganador quiera.
-Acepto. Prepárate para perder gatito lindo.
Contaron hasta tres y ambos se echaron a correr para cumplir el reto, lo cual les traía memorias de cuando eran adolescentes y se retaban a cada rato. Los dos iban riendo y se echaban miradas cómplices; Ladybug iba ganando, al menos hasta que se distrajo viendo el físico de su compañero y la mirada verde de éste. Entonces Chat Noir llegó primero y lo festejó saltando frente a la moteada.
-¡Te gané, te gané te gané! -gritó Chat Noir- ¿Qué me darás a cambio mi Lady? -le preguntó acercándose a su rostro con una pequeña sonrisa, pero se dio cuenta de que la chica estaba sonrojada y no dejaba de verlo, así que se preocupó- ¿Ladybug?
-Ah, perdón... Q-qué... ¿Qué te debo?
-Hmm... ¿Qué le parece un baile, señorita? -iba a a sujetar su mano, justo cuando Le Paon se posó entre ellos.
-Perdonen la tardanza. ¿Interrumpo algo? -cuestionó mirando atenta a los dos héroes.
-No, no; ¿qué va? -respondió Ladybug- ¿Para qué nos citaste?
-Antes que nada, buenas noches guapos -rió la nueva súper heroína-. Ahora sí, los cité porque detecté a un nuevo súper villano, pero me temo que éste tiene sus propios poderes, pues en esta ocasión no se trata de algún poseedor de miraculous como lo fueron Hawk Moth y Mayura en su tiempo.
-¿Un nuevo villano? Disculpen la ignorancia pero no tengo mucho de haber llegado a París; ¿qué sucede?
-Lo que sucede -interrumpió Chat- es que últimamente han desaparecido varias personas, ¿no es así, Le Paon?
-Exactamente -aseguró la de azul-. Durante casi todo el tiempo que ustedes desaparecieron París estuvo a salvo y afortunadamente el miraculous del pavo real, el cual perdió Ladybug, cayó en mis manos. Pero hace un mes comenzaron a ocurrir muertes y desapariciones misteriosas. Chat Noir y yo hemos tratado de descubrir qué o quién se encuentra detrás de todo esto y yo hoy por fin lo averigüé.
-Pero necesitamos tu ayuda mi Lady, y la verdad, después de tantos años sin que aparecieras... no sé cómo es que Le Paon logró encontrarte. -admitió observando a la rubia con los ojos entrecerrados.
-En realidad... quien me halló fue una chica ja, ja... Dijo que una joven que se hacía llamar Le Paon me esperaba en la Torre Eiffel, es sólo eso. -mintió para engañar a su compañera y que ésta no pensara lo obvio, que ella era Marinette.
-Bueno bueno, eso no importa -enunció la de ojos color aqua-. Chicos, por favor, quiero que a partir de ahora nos veamos en esta dirección -les tendió a ambos una hoja en la cual venía escrito el lugar donde los citaría de ahora en adelante-. Nos veremos cada viernes en la noche, ¿ok?
-Ok. -contestaron ambos al unísono.
-Fue un placer estar con ustedes señoritas, pero este apuesto gato se va -le dijo haciéndoles una reverencia-. Mañana tengo trabajo a primera hora.
-Adiós gatito.
-Bye, bye Chat.
Una vez el minino se fue, Ladybug suspiró. Estaba dispuesta a irse también cuando de repente la mano de su compañera la detuvo y le susurró:
-Por favor, no te cases. -y se fue.
Ladybug quedó asombrada por lo que acababa de escuchar; definitivamente esa súper heroína sabía su identidad.
[...]
Era muy temprano, pero la diseñadora ya se encontraba laborando. Había llegado a su empresa junto con su futuro marido, quien iba a tomarles fotos a aquellos modelos que una de las asistentes de Marinette le había conseguido a última hora.
La sesión de fotos estaba marchando correctamente, pero la azabache quería supervisar el trabajo que estaban haciendo los modelos con sus diseños, encontrándose así con una escena que la hizo sentir... ¿enfadada?
Una chica rubia, alta y de tez clara, se encontraba abrazando y besando la mejilla de Adrien Agreste, quien posaba para las fotos que su prometido sacaba. Marinette se sintió emocionada al ver que su gran amigo era el modelo que su asistente consiguió, no obstante, el ver a esa señorita posando junto a él la ponía de mal humor. El Agreste se veía genuinamente feliz junto a ella y la Dupain no daba voto a que estuvieran así de... juntos.
En eso la kwami de la joven asomó su cabecita y miró a su portadora quien tenía un semblante serio y apretaba con fuerza una pluma que traía en mano.
-¿Mari? ¿Todo está bien?
-Perfecto Tikki, perfecto.
-¿Entonces por qué pareces estar celosa? -preguntó riéndose, a lo cual la azabache reaccionó y se dio cuenta de su estado de ánimo y el por qué se encontraba así.
-¡No estoy celosa! Yo... yo no puedo estarlo. Adrien es pasado.
-¿Y quién dijo que era por Adrien? -Marinette golpeó su frente con su mano, vaya que había metido la pata.
La sesión culminó y Marinette decidió quedarse viendo a los tortolos de lejos, al menos hasta que Adrien volteó a verla y la saludó desde lejos con su mano, mientras caminaba abrazado de la chica de ojos aqua hacia donde se encontraba Marinette.
-¿Qué tal Mari? Te presento a Dainan Aremi, mi mejor amiga. Dai, ella es Marinette. -la azabache al escuchar la palabra amiga se tranquilizó y accedió a saludar gentilmente a la rubia que anteriormente, estaba fulminando con la mirada.
-Encantada Marinette, es un placer por fin conocerte. Este chico me hablaba maravillas de ti.
-¿En serio? -preguntó sonriente y emocionada, pero se dio cuenta de su actitud y movió su cabeza- Es decir, yo también estoy encantada de conocerte.
-Ambas son mis mejores amigas, espero que se lleven muy bien. -tanto la azabache como la rubia sonrieron y afirmaron asintiendo con la cabeza.
-Soy una gran fan tuya, tus diseños son espectaculares. ¿No te gustaría salir a comer con nosotros?, claro, si puedes.
-Me encantaría, pero ahora tengo mucho trabajo. ¿Les parece si mejor vamos a cenar? Ah, y gracias por alagar mis diseños.
-Claro que sí. Y no hay de qué.
Así pues el día transcurrió y la noche llegó, siendo que los tres amigos fueron al mismo restaurante donde Adrien y Marinette se reencontraron, a cenar. El ambiente estaba tranquilo y los tres conversaban amenamente sobre sus vidas; Marinette les platicó sobre Shaoran, a lo cual los dos rubios se quedaron con un mal sabor de boca aunque parecía lo contrario. Y Aremi le comentó a Marinette de dónde era y cómo había conocido a Adrien dos años atrás. Finalmente Dupain y Pellegrini terminaron convirtiéndose en muy buenas amigas, lo cual fascinó al de ojos verdes.
Días habían transcurrido desde aquella salida nocturna y Marinette había obtenido el número celular de Aremi por lo cual hablaba casi a diario con ella, convirtiéndose así en amigas muy cercanas. Es más, tanto Adrien como Aremi ya conocían formalmente al futuro marido de Marinette pero, aunque no se llevaban mal, la tensión entre los dos hombres era fuerte.
Era sábado y Adrien estaba participando en una sesión fotográfica para su padre en el parque, por lo cual pudo encontrarse a Marinette, quien pasaba por ahí para distraerse un rato. Los dos al momento de verse sintieron la necesidad de abrazarse, no obstante, aguardaron a que la sesión terminara y una vez eso ocurrió, Adrien fue corriendo a saludar a Marinette.
Ambos comenzaron a platicar, preguntándole Marinette al modelo si quería ir a su casa para charlar en lo que preparaban algunas galletas. Él gustoso aceptó y le ofreció que fueran en su coche.
-Así que aquí vives -dijo el rubio cerrando la puerta detrás suyo-. Es un lindo lugar.
-Gracias Adrien. Siéntete como en tu casa.
-Gracias Mari.
Así pues comenzaron a preparar galletas en lo que Adrien le contaba a Marinette sobre su estancia en Rusia y las cosas que había aprendido en el mundo de la moda. Ella lo escuchaba con una amplia sonrisa en su rostro y mientras él más hablaba, la azabache más se iba dando cuenta de una dolorosa realidad. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando cierto tipo de ojos verdes le lanzó un poco de harina en la cara a la de ojos azules, por lo cual ella tomó revancha y le lanzó un puño de harina en el cabello.
Adrien se asombró por lo que acababa de hacer la joven y continuó molestándola, llenándose así la cocina de risas y gritos, pues aparte de usar la harina, el modelo incluyó las cosquillas, por lo cual la azabache terminó cayendo y jalando consigo al rubio, quedando uno arriba del otro.
Sus miradas se cruzaron y los corazones de ambos iniciaron a palpitar rápidamente, mientras que en sus cuerpos sentían electricidad recorrerlos. Entonces el rubio no pudo más y pegó sus labios a los de la azabache, quien sin lugar a dudas lo correspondió.
En eso se escuchó la puerta abrirse, razón por la cual ambos adultos se separaron alterados, apenas comprendiendo lo que acababan de hacer. Cuando al fin Shaoran entró a la cocina y vio el desastre que su prometida y el amigo de ella habían hecho, pero sobretodo, el sonrojo que ambos tenían en las mejillas comprendió todo.
-Yo... yo ya me voy. -dijo Adrien, a lo cual Wang loe abrió paso, mirándolo desafiante.
-Hasta luego, Agreste.
Marinette, aún sacada de onda, saludó a Shaoran con un beso en la mejilla y se retiró de ahí con la excusa de que no se sentía bien, yendo así a su habitación y encerrándose para ponerse a llorar. Aún amaba a Adrien.
[...]
Después de algunos días, Ladybug, Chat Noir y Le Paon salieron a buscar a Infinity, como se hacía llamar el villano, sin embargo, en el camino un monstruo se atravesó en su camino y aventó a la rubia lejos, haciendo que ésta se lastimase y los otros dos héroes se preocupasen y salieran corriendo a donde estaba ella.
-Dejen de interferir en nuestros planes o lo lamentaran. Este es sólo el primer aviso. -dijo el engendro antes de huir.
Ladybug y Chat Noir se miraron preocupados, ya que se veía que esa clase de monstruo venía con todo. Como fuere, Chat cargó a Le Paon y se ofreció a llevarla a su casa, cosa por la cual Ladybug se percató de que esos dos conocían sus identidades; no hizo comentario al respecto, sólo se marchó.
Al llegar al hogar de la fémina ambos héroes perdieron su transformación, dejando así a Adrien con Aremi en brazos para después colocarla sobre la cama de la chica.
-Hemos llegado -enunció el Agreste besando la frente de su amiga- Dai... sé que no es el momento pero... pero quiero que me digas la identidad de Ladybug. El monstruo de hace rato iba muy en serio con eso de asesinarnos a alguno y ahora que nos dejó esa amenaza necesito saber la identidad de mi Lady para protegerla.
-No creo... que a ella le guste que conozcas su identidad.
-Lo sé, pero si es la única forma de poder protegerla yo...
-Marinette, es Marinette...
Y al escuchar eso, el rubio sintió alivio, pues ya llevaba días pensando en qué haría estando enamorado de dos personas, y el saber que esas dos entidades eran una sola, lo llenaba de regocijo.
En la mañana siguiente, Adrien fue con Dainan a visitar a Marinette a su oficina, cosa que hizo que la de ojos azules se percatara de que su amiga no se encontraba en buenas condiciones, lo cual la preocupó. Le iba a preguntar qué le sucedía cuando de repente ella se salió con la excusa de que iría por un café, dejando así solos a los viejos amigos. Un silencio sepulcral se formó, al menos hasta que la azabache por fin habló.
-Adrien, yo... estoy muy apenada contigo por lo que pasó en mi casa.
-Me gustaría decir lo mismo, pero no -confesó-. No me arrepiento de haberte besado.
-¿Q-qué? ¿Por...
-Estoy enamorándome de ti, Marinette -soltó sin pelos en la lengua-. Y ese beso me dejó muy en claro que tú también sientes algo por mí, razón número uno por la cual lucharé por ti. -Afirmó y salió del lugar, dejando a una Marinette boquiabierta y muy confundida.
A la mañana siguiente, los tres amigos salieron a visitar el Louvre; todo iba bien hasta que una alerta los hizo tener que salir del lugar. Marinette se iba a retirar de donde estaban Aremi y Adrien para transformarse, pero la muchacha de ojos aqua se lo impidió pues en uno de sus sueños Marinette se hallaba mal parada -si no es que muerta- tras la batalla con el segundo monstruo. Por lo tanto Aremi le pidió perdón a Marinette, justo antes de inyectarle algo para que ésta se quedase dormida.
Una vez transformada en Le Paon, llevó a Marinette a su casa aprovechando que Chat Noir estaba luchando contra la segunda advertencia. Después de dejar a Mari sana y salva, regresó con su compañero y juntos enfrentaron al monstruo. A posteriori, cuando Marinette hubo despertado, le explicaron -omitiendo ciertos detalles- lo sucedido.
Aremi se despidió, dejando nuevamente solos a Marinette y Adrien, quien se acostó a lado de Marinette y la abrazó por detrás, susurrándole al oído que le alegraba que ella estuviera bien. Agreste se aferró más a ella y cerró sus ojos mientras Marinette sólo miraba hacia la nada. Después de un rato el rubio se levantó de la cama y se marchó de la casa, no sin antes robarle un beso a su princesa. Y Marinette, sintiéndose culpable e indecisa abrazó su almohada, tratando de decidir entre Adrien y Shaoran.
Los días seguían pasando y Shaoran cada vez se arrepentía más de haberle propuesto a su amada poner una empresa en Francia, pues para él no era secreto las miraditas que se echaban su prometida y ese modelo de pacotilla. Los celos lo inundaban inmensamente y fue entonces que se mareó y pudo escuchar una voz.
-Anda hermano, ayúdame y te aseguro que Marinette jamás se alejará de ti, jamás te dejará por ese rubio de mierda. -Wang fue más fuerte y logró rechazar a Infinity, pero comenzó a llorar por saber que su hermano era malvado.
[...]
Ya habían transcurrido meses y Adrien al no notar respuesta de la azabache, comenzó a rendirse con ella, intentando así sentir algo por Adrienna Monti, una vieja amiga que estaba detrás de él. Pero al enterarse de esto la azabache, llegó al departamento del rubio y cuando éste abrió la puerta, Marinette se abalanzó sobre él para besarlo. Despojándose de su ropa, los dos comenzaron a caminar rápidamente hacia el sillón, donde hicieron la paces por fin.
[...]
Al regresar a su casa Marinette iba sonriente y sintiendo mariposas revolotear en su interior, estaba sumamente feliz por haberse entregado a quien amaba y definitivamente ya no tenía dudas; sus sentimientos le pertenecían a Adrien Agreste, ya no a Shaoran Wang.
Seguía caminando felizmente cuando de repente el cielo se comenzó a nublar y se empezó a sentir un fuerte movimiento en la tierra. Los edificios y algunas casas comenzaron a colapsar y había una sola persona detrás de todo esto; Infinity. Sin duda París necesitaba a sus súper héroes.
Así que tan pronto como pudo, se transformó en Ladybug y fue a buscar al causante de todo ese desastre, encontrándose con algo que rompió su corazón: la casa de Adrien destruída. Inmediatamente comenzó a imaginarse el peor escenario.
Su cuerpo comenzaba a temblar y no paraba de llorar; por más que trataba de gritar su boca no emitía sonido alguno. Estaba desesperada. Entonces apareció Chat Noir, quien le preguntó a la moteada qué le sucedía, entendiendo la situación al mirarla perpleja ante la destrucción total de su hogar.
-Marinette: yo soy Adrien, no me pasó nada, yo soy el.
-¡No mientas! -gritó exasperada.
-No te estoy mintiendo, ¡creéme que soy yo!
El rubio la tomó de los hombros e hizo que ésta lo viera, a lo cual Ladybug se rindió y le creyó, abrazándolo con fuerza.
-¿Cómo supiste que yo era Marinette?
-Ahora no hay tiempo para hablar de eso, Ma' Lady, le explico luego.
Ambos corrieron en búsqueda de Dainan para ayudarle. En el camino se encontraron con varios "demonios" y con dificultad trataron de vencerlos hasta que después de tanto caos, pusieron a salvo a cuantas personas pudieron.
Los tres súper héroes encontraron a Infinity e iniciaron a pelear en su contra, dejando a Le Paôn aprisionada por él, a lo cual Ladybug y Chat Noir hicieron un plan para salvar a su amiga y logrando con éxito, matar a su enemigo.
Al salir de donde estaban, muchas patrullas y ambulancias se acercaron y policías les tomaron nota a los héroes, quienes fueron agradecidos por salvar a los parisinos de las manos de Infinity. Sin embargo Ladybug frustrada huye y es secundada por sus compañeros, quienes trataron de consolarla.
-¡Matamos a una persona!
-Tranquila amor.
-Fue por un bien mayor Marinette.
-Eso no cambia el que le hayamos arrebatado la vida a alguien. También era un ser humano.
-Princesa... -Chat dejó que su amada se recostara en su pecho para llorar. Era lógico que su frágil chica se sintiera así, culpable...
Dos meses después
-Marinette Dupain Cheng: ¿quieres ser mi esposa?
-¡Sí!, ¡sí quiero! -contestó llorando de la emoción y abrazando a su nuevo prometido- Y yo te tengo una sorpresa...
Los ojos de la azabache brillaban con intensidad, dándole la respuesta al rubio, quien de inmediato se tapó la boca y comenzó a llorar de felicidad.
-¿Acaso estás...?
-Sí amor, estoy embarazada.
Y los dos se besaron mientras se abrazaban. Definitivamente ese era uno de los mejores días de su vida.
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¡Hola, hola gatitos!
Espero que les haya gustado este escrito de 4302 palabras jaja! A mí me encantó escribirlo :')
La verdad Infinity estaba planeado para ser un long fic, y en realidad se iba a llamar Aún te amo, pero tomando en cuenta que no iba a lograr hacer el long fic por varias razones, decidí que convertiría esta historia en un OS.
Me hubiese encantado desarrollar más la relación de Adrien y Marinette así como a mis personajes (Dainan y Shaoran), pero al convertir un long fic en un OS, las cosas no salen como uno espera.
Y si se dieron cuenta los que leyeron Together, nuestra querida Adrienna hizo un cameo en esta historia. :3
Como sea, ¡gracias por haber leído!
Los quiere;
AllieGarcia9
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