Cap. 14
¡Hola!
La ruidosa alarma se escucha por toda la habitación. Natasha la había puesto a las 5:00 am para poder bañarse y arreglarse cómodamente sin prisas ni apuros.
Lentamente va abriendo los ojos y se estira, se levanta y alargando el brazo apaga la alarma como ya era costumbre. Se dirige al baño y se baña, se viste con unos jeans, una blusa de manga larga color verde, que hace que su figura resalte y sus ojos brillen más, se pone encima un abrigo negro hasta la rodilla y unas botas. Coge su mochila y se dispone a partir hacia el aeropuerto.
Antes de salir, se asegura de haber dejado todo en orden y todo cerrado, su cama perfectamente tendida y nada tirado en el suelo, segura de haber memorizado la imagen de su hogar, cierra la puerta y pone llave.
—¡Taxi! — grita al ver pasar una cabina, la cual ni siquiera frena. — gracias.
Susurra para sí misma sarcásticamente. Se hace tarde, faltan diez minutos para las seis y no tiene en donde llegar. Aún está afuera de su departamento.
Podría irse en su auto, pero lo tendría que dejar en el estacionamiento del aeropuerto y pagar para que lo cuiden. No pensaba pagar por una misión.
De pronto una camioneta pequeña se estaciona frente la banqueta, justo donde Natasha se encuentra.
—¿Necesitas quién te lleve?
Pregunta María Hill desde el automóvil palmeando el asiento del copiloto.
—¿Vas al aeropuerto de La Guardia?
—No, pero te puedo llevar, anda sube.
—Gracias.
Dice Natasha abriendo la puerta y subiendo al auto. María arranca sin titubear, haciendo que, por inercia, la pelirroja se golpee con el asiento.
—Uy, lo siento. Me encanta la velocidad y ya vas tarde, así que mejor agárrate.
—Sí, gracias.
Dice sin mucha importancia la pelirroja colocándose el cinturón.
No habla ninguna de las dos en todo el camino, sólo se disponen a ver al frente y guardarse las palabras, María cuando está frente al aeropuerto se detiene y se despide de Natasha, después arranca y se pierde a lo lejos.
La espía comienza a correr al interior de la enorme construcción, buscando con la mirada a Fury, quien después de unos largos minutos encuentra sentado tranquilamente en una banca leyendo el periódico local, el moreno no lleva mochilas ni maletas, sólo un pequeño maletín. A un lado de él se encuentra una chica rubia con caireles al nivel del hombro con una diminuta sonrisa en los labios. Tiene la pierna cruzada y está leyendo un libro en silencio.
—Director.
Menciona Natasha poniéndose en frente de Fury.
—Llegas tarde, son las 6:24.
Contesta frío y sin interés poniéndose de pie. La chica de tez blanca y cabello rubio deja su lectura por un lado y voltea a ver a ambos.
—Lo sé, lo siento. Pero ya estoy aquí. ¿A qué hora despega el avión?
—A las 7:00.
—¿Para qué me pidió llegar una hora antes?
Pregunta Natasha cruzándose de brazos y levantando una ceja.
—Tenemos que subir al avión a las 6:30, porque despega a las 7:00 y sabía que llegarías tarde. — Natasha frunce el ceño, Fury la conocía bastante bien. — Dejando de lado todo este tema del avión. Te quiero presentar a Raven Darkholme.
Menciona volteando a ver a la chica rubia, quien abandona su lectura al escuchar su nombre.
—Hola.
Dice ella en ruso, poniéndose de pie.
—Hola.
Responde Natasha al igual en ruso. Después de eso ambas se dan la mano.
Raven está vestida con un jumpsuit negro hasta los muslos, un cinturón cafe en la cintura, tacones a juego y un abrigo abierto cafe con pelusa en el cuello ¿es qué no tenia frío?
—Natasha ella será tu compañera de misión, no quiero discusiones, ni nada por el estilo. Ella será la que te guiará no tú a ella.
—¿Ella comandará la misión?
Pregunta la pelirroja incrédula. Estaba siendo remplazada por una principiante.
—Exacto, y te lo repito, no quiero discusiones Natasha.
La rusa ante la orden rueda los ojos y Raven sonríe, la chica no es nada fea, rubia, ojos grandes color azul, buen cuerpo... ¿Estaba siendo realmente remplazada?
—Fury, necesito hablar contigo. — dice mirando de reojo a Raven —a solas.
—Pasajeros del vuelo numero 16 hacia Arlington Virginia. Favor de abordar el avión.
Se escucha de fondo por las bocinas escondidas en los rincones la voz de una mujer avisando a los pasajeros.
—Me lo tendrás que decir en el avión.
Dice Fury tomando el maletín y poniéndose de pie, por otro lado Raven toma su libro y va detrás de Fury, tampoco llevaba ni una maleta o mochila, tan sólo su libro y pasaporte.
Se encaminan al avión y cuando están dentro, sólo hay seis asientos ocupados. Todos los demás están libres. Natasha revisa su número de asiento y se dirige hasta ahí. Deja su mochila en los pies del asiento y ella se sienta, le había tocado ventana, por suerte.
Después de un par de minutos se acerca Raven y sin preguntar se sienta a un lado de Natasha.
—No te agrada que trabaje contigo ¿cierto?
Natasha le ofrece una fría mirada y después se encoge de hombros.
—Me da igual.
—A mí también me gusta trabajar a solas. No tienes que preocuparte por nada ni por nadie, sólo por ti mismo. Es mucho mas sencillo.
Vuelve a decir con su baja y fina voz.
—Claro.
Ante la respuesta seca de la pelirroja, ella toma su libro y se lo da a Natasha para que lo mire.
—Hamlet — dice Raven admirando el libro — odio la historia, pero me gusta leer ese maldito libro.
—Normal.
Pronuncia Natasha en un susurro sarcástico mirando los demás aviones a través de la ventana, se notaba por los finos como pos que comenzaba a nevar. Raven ante la respuesta se queda callada por un par de minutos, hasta que, al parecer, había decidido irse.
—Hey Nat.
Escucha la espía una voz detrás de ella, pero no era la voz de Raven, era una voz masculina bastante conocida. ¿Cómo no reconocerla? Era la voz de Steve. Natasha voltea y se encuentra a Steve sonriente sentado a su lado, con su típica chamarra de cuero y zapatos formales.
—¿Qué haces aquí?
Pregunta Natasha al capitán completamente confundida.
—¿No te lo dijo Fury? Yo también iré a la misión.
—No, nunca lo mencionó.
—Supongo que no le importo a nadie.
Menciona éste fingiendo tristeza bajando la cabeza y haciendo una mucha de niño.
—No digas eso.
Exclama Natasha pegándole de en el brazo levemente en broma a Steve. Él la mira y sonríes lo que Natasha corresponde. Se quedan callados tan sólo mirándose un buen rato.
—Eres hermosa.
—¿Gracias?
Pregunta Natasha sin saber muy bien que responderle a su amigo. Al pasar unos largos segundos Steve comienza a inclinarse mirando directamente a los labios de Natasha. En cambio ella no sabe que hacer, ¿qué estaba pasando? Su cuerpo no reacciona, se queda justo donde está mirándolo a los ojos. Están cerca, muy cerca a tan sólo centímetros sus narices se rozan cuando Natasha recuerda las palabras de Fury:
"...ella es una mutante. Es capaz de tomar cualquier forma humana. Se hace llamar Mystique, es muy lista..."
Sin pensarlo dos veces Natasha se hace hacia atrás en un respingo, Steve se convierte en Raven otra vez, Raven ríe, su broma había tenido éxito con Natasha.
—Maldita.
Pronuncia Natasha, más que enojada. Raven en cambio no para de reír.
—Sentimientos hacia el Capitán América, Natasha?
Raven sigue riendo después de sus palabras.
—Vete de aquí, monstruo.
Ordena Natasha empujando a Raven. La rubia al escuchar aquellas palabras se calla al instante y mira a Natasha desafiante.
—No me vuelvas a llamar así, si no quieres terminar muy mal.
Amenaza la rubia con furia, después de eso toma su libro y se levanta yendo a su respectivo asiento.
Natasha devuelve su mirada a la ventanilla sin darle mucha importancia. Estaba segura que sería capaz de matar a aquella chica por otra de sus bromitas.
—El avión va a despegar favor de...
Se escucha que comienza a decir una aeromoza por el radio, da todas la indicaciones y regresa a su asiento.
Después de eso comienzan a pasar un video de precaución por la pantalla. El avión comienza a avanzar y finalmente cuando tiene velocidad, despega. Llevando a la rusa a su futuro destino.
¡Espero les guste! ¡Adiós!
PD: en la foto podemos ver a Raven/Mystique
De parte de Sammy.
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