𝙸𝙸𝙸-𝙸𝙸𝙸
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"I just heard you found the one you've been looking, you've been looking for, I wish I would have known that wasn't me."
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• Domingo 8 de Agosto 2021, Playa del Carmen, Quintana Roo, México.
C A T A R I N A
Las vacaciones habían comenzado de una buena manera, el día de ayer arribamos a Playa del Carmen de manera exitosa, mi cuñada Paola tuvo que ayudarnos a encontrar una residencia más grande, para nuestra buena suerte había una villa disponible a pie de mar en Playacar, la misma se componía de tres departamentos con dos habitaciones matrimoniales y una doble cada uno, la organización de las plazas no había sido tan difícil gracias a que George al instante pidió quedarse en compañía de Sergio y mía, con el fin de que conociéramos un poco mejor a Carmen quién llego ayer por la tarde.
Derivado de ello, en nuestro departamento solo quedo espacio para Iulia, Less y Nat, en el contiguo se quedarían Kelly y Max con Penélope, además de Lando, Daniel y Jocana, el tercero se reservó por si la familia de Sergio decidía acompañarnos de último minuto, pero dudaba mucho que eso sucediera.
Ahora nos encontrábamos abordo del Yate que Sergio había conseguido por la mañana, los muchachos estaban enfocados en la plataforma de la embarcación sumergiéndose en una especie de concurso de clavados, mientras Iulia, Nat, Less, Kelly, Carmen y yo, nos poníamos al día y tomábamos el sol.
— Quién los viera así — dijo Less — Ni siquiera sé imaginaria que son señores, y además pilotos profesionales — todas volteamos a observar de lo que hablaba mi amiga.
Sergio, Daniel y Jo se estaban enfilando al borde de la plataforma, George se había posicionado tras de ellos con su celular, contó hasta tres y los entonces mencionados se tomaron de las manos y saltaron hacia el mar, logrando que Max, Penélope y Lando estallaran en carcajadas.
— Hombres — exclamo Kelly mientras reíamos — Catarina, ese bikini, está fabuloso.
— Justo estaba pensando en eso, debes pasarnos el nombre de la tienda — agrego Iulia, a lo que Less, Nat y yo reímos.
— Son piezas que no salieron a la venta en Bugdo Factory — las tres chicas me miraron sorprendidas.
— ¿Se puede saber la razón? Eso es un crimen — Carmen llevo la mano a su pecho ofendida.
— Planeábamos meterlas en la primera colección, pero se suscitaron unos problemas, o sea Carola — las seis reímos — Y decidimos abortar la misión.
— ¿Se opuso al lanzamiento? — cuestiono Kelly.
— No fue eso, simplemente hacía cambios que para nada iban con la línea principal del diseño de las piezas, entonces no alcanzarían a estar listas para la venta, por eso decidimos dejarlo para más adelante — finalizó Nat.
— A lo poco que he escuchado en estas horas, al parecer esa chica es muy problemática — comento Carmen para después tomar un trago de su Aperol.
— Ni lo imaginas — mi vista viajo en automático a Sergio — Antes era parte de nuestro grupo de amigas — me anime a comentar — Pero de un tiempo para acá creo que nuestras formas de pensar cambiaron — Les y Nata asintieron a mis palabras.
— Tiene una extraña obsesión con molestar a Cat, que jamás hemos entendido de donde nació — trague saliva al escucharla.
Less y Nat ignoraban por completo lo sucedido entre Carola y Sergio, en su momento, me sentía completamente avergonzada por lo sucedido, llevándome a no contárselo a las chicas y guardarlo solo para mí.
— Para nuestra mala suerte, hay muchas mujeres en este mundo que se obsesionan con el éxito o la vida de cualquiera, tal vez le tiene envidia a Cat — miré a Iulia, sus palabras llamaron mi atención — Es una gran empresaria, tiene un excelente marido, no dudo que tenga sus altibajos como cualquiera, pero aun así, puedo notar que ella es muy feliz — sonreí.
— Concuerdo con ello — agrego Kelly — Y no dudes que si nos llegamos a topar con la famosa Carola, le daremos una cucharada de su propia medicina — todas reímos.
— Eso quería escuchar — dijo con emoción Nat — Salud por las mayores haters de la señorita Martínez — todas alzamos nuestras copas y las chocamos entre risas.
Al parecer no había sido tan mala idea que el viaje de pareja, pasará a ser un viaje entre amigos, además de estarnos divirtiendo, sinceramente me estaba ayudando a relajarme luego de los días tan pesados por los que había pasado.
S E R G I O
Salí del agua impulsándome en la plataforma, una vez fuera quite el exceso de agua de mi cara con ayuda de mis manos, sentí como una toalla impacto en mi pecho, atiné a tomarla con prisa, Jo la había lanzado hacía mi.
— Tienes la cabeza en las nubes — Jo camino hacia mi mientras secaba su cuerpo.
— No es para menos — mi vista se desvío hacia donde se encontraba mi esposa en compañía de las chicas, lucía muy despreocupada y al parecer se divertía.
— Me sorprende tantos nervios de tu parte, ya están casados Sergio, no creo que rechace el que renueven sus votos y celebren sus bodas de Cuero — mencionó Jo con burla, yo negué.
— Al menos eso es lo que espero, últimamente Catarina es muy impredecible — Jo se acercó y dejo un leve apretón en mi hombro.
— Tu plan va a salir a la perfección, ya lo verás — mi amigo palmeo mi hombro antes de retirarse, o al menos eso pensaba el hacer hasta que se vio embestido por Daniel y ambos terminaron de nuevo dentro del mar.
Reí ante la escena, estos hombres no tenían remedio, aunque trataba de despreocuparme la sensación de nervios y miedo seguía instalada en mi pecho, este viaje que originalmente era solo con Catarina, lo había organizado en conjunto de mi hermana Paola con la idea de pedirle a mi esposa que renováramos nuestros votos para celebrar nuestros tres años de matrimonio, tenía todo un itinerario programado, pero las cosas tuvieron que cambiar gracias a la asistencia de los chicos.
No deje que las cosas se fueran para abajo, en lugar de ser solo una cena para los dos a pie de playa, la cambie para una cena entre amigos en el comedor común de la villa, las personas que me ayudarían a decorar y servir la cena seguramente ya se encontraban en el lugar.
Quería que fuera algo especial debido a que con el cambio de escudería y mis pendientes en la fábrica habíamos pasado muy poco tiempo juntos, más no sabía como reaccionaria mi esposa, ella se encontraba algo distante desde el día de ayer que habíamos arribado a Playa del Carmen, pero lo atribuía a la emoción de pasar tiempo con sus amigos, y yo no era nadie para evitarlo pidiéndole que se quedará a mi lado, solo la deje disfrutar, así por la noche que lleguemos y ve la sorpresa que le tengo preparada ella podrá disfrutarla sin presión.
・・・・
Me miré al espejo mientras que con un poco de ayuda de mis manos y cera acomode mi cabello, al terminar sacudí mi cabeza para que el peinado no quedara tan aplastado, observe la ropa, la camisa a botones de lino color blanco combinaba a la perfección con el pantalón de algodón beige y los tenis veja blancos le daban un buen toque al outfit a mi parecer, al menos eso esperaba, creo que no había sido tan buena idea decidir prepararme para la cena en conjunto de Jo, si me hubiera vestido en la misma habitación que Catarina este posible desastre de moda no estaría pasando.
Pero no quería estar presente en el momento en que el personal del hospedaje llegara de sorpresa a entregarle el vestido que había decido comprarle para esta noche, esperaba que para este momento ya estuviera entre sus manos, Jo entro a la habitación completamente cambiado, portaba una camisa a botones de algodón color blanco con unos jeans rectos oscuros y unos mocasines en color caramelo.
— No mames güey, te bañaste en perfume o que pedo — cuestiono al momento que el fuerte aroma de su colonia inundo mi nariz.
— Papi, esta loción es la que va a levantar a las nenas esta noche — lo miré negando.
— Muy mala idea llevarte a ti a un antro, la verdad, parece que nunca tocas pasto — dije sincero mientras tomaba mi perfume y rociaba sobre mí.
— Lo que pasa es que no soportas mi flow — Canales tomo sus pertenencias guardándolas en los bolsillos de sus jeans — Me voy hermano, Daniel y Lando se irán conmigo, Kelly solo está esperando a que regrese Max — menciono mientras caminaba de espaldas hacia la puerta de la habitación — ¿Pasaras por Catarina? — asentí — Suerte — alzo sus pulgares hacía mi y se giró para por fin salir.
Suspire con pesadez, desde hace un rato una presión apareció en la boca de mi estómago, lo atribuí todo a los nervios de la sorpresa, era muy malo para guardar secretos y tal vez por eso me sentía tan presionado, miré mi celular, no había ni rastro de Pierre.
Me sorprendía el hecho de que desde la semana pasada el francés había abandonado el grupo de WhatsApp donde se planeaban las vacaciones del team, pero en el momento en que este viaje se volvió de amigos, me contacte con él, afortunadamente se encontraba en Nueva York atendiendo un par de asuntos personales, así pude convencerlo de que viniera a acompañar a Catarina en esta cena, comenzaba a pensar que tal vez se arrepintió y no llegaría.
Tome mi celular colocándolo en el bolsillo de mi pantalón, en el otro guarde mi tarjetero y salí de la habitación, en la sala se encontraban Kelly y Penélope, la más pequeña estaba jugando sobre la alfombra de la sala.
— ¡Checo! — exclamo con felicidad desde su lugar al verme.
— ¿Qué pasa P? — me acerque y deje una leve caricia en su mejilla.
— ¿Estás listo? — cuestiono Kelly, hace un rato, nos captó a Jo y a mí conversando de manera misteriosa, nos cuestionó porque actuábamos tan extraño, y no tuve más que confesar mis planes.
— Listo y esperando que todo salga de acuerdo al plan — ella se puso de pie, se acercó a mí dándome un abrazo que correspondí.
— No trates de que todo salga perfecto, solo deja que fluyan las cosas, verás que será lo mejor — susurro en mi oído antes de separarnos.
— Gracias por tus palabras, Kelly, necesitaba escuchar algo así — sonreí — ¿Y Max? — cuestione al no ver rastro del rubio.
— Fue por un cargador con George, algo así me comento, pero no creo que tarde en regresar — asentí.
— Entonces nos vemos en unos momentos, pasaré por Cat a nuestro departamento, no le he avisado, espero alcanzarla para llegar juntos a la cena.
— Deslúmbrala campeón — ambos reímos, nos despedimos con un beso en la mejilla y salí del lugar.
Al estar fuera del departamento, mi celular vibro, lo saqué para poder observar la pantalla, era un mensaje de Pierre indicándome que se encontraba en la recepción de la Villa, tendría que encontrarme con el primero para instalarlo, desventajas de ser anfitrión.
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El recibimiento de Pierre no fue un mayor contratiempo, simplemente llegué a la recepción por él, hicimos su registro y logramos pasar, el francés y yo nos pusimos al día en el trayecto hacia el departamento donde se quedaría, me comento que el viaje a Nueva York fue principalmente gracias a AlphaTauri, obligándolo a asistir a uno de sus desfiles de moda.
— Te juro, cada prenda era peor que la anterior — exclamo con molestia — Sé que son una marca de renombre, pero por dios, les urge contratar un muy buen diseñador — ambos reímos.
— Apoyo el punto, tienes sweaters de excelente diseño y calidad, pero las demás prendas, parece que las sacaron del closet de mi abuelo — Pierre carcajeo.
Seguimos nuestro trayecto, gracias a que veníamos de la recepción, llegaríamos por la parte trasera del tercer departamento, pero con las indicaciones del guardia no tuvimos tanto problema en acceder.
— ¿Renovar votos es como casarse por segunda vez? — soltó el francés, yo asentí — Debes de amarla mucho como para amarrarte de nuevo — reí.
— No miento si te digo que Catarina es la mujer de mi vida, gracias a ella muchas veces he salido de varios momentos difíciles y me ha ayudado a enfrentar la mayoría de mis demonios — Pierre me miró, noté como titubeaba — ¿Qué pasa?
— ¿Estás seguro de hacerlo? Digo, porque mejor no esperas a que estén ella y tu solos, no es necesario preguntarle frente a todos nosotros — sentí cierto tono de lástima en su voz, negué levemente sin entender.
— Esto originalmente estaba preparado para nosotros dos, pero los chicos insistieron con unirse al plan, sobre todo Max, por ello tuve que reorganizar todo — la expresión de Pierre cambio a una completamente molesta.
— Otra vez ese estúpido — menciono estas palabras en su lengua materna provocando que yo no entendiera, tuve que detenerme cuando él se posicionó frente a mi impidiéndome el paso.
— ¿Hay algo que te moleste sobre esto? — pregunte con sinceridad.
— Checo, sé que eres una buena persona, y no me cabe duda que tienes las mejores intenciones — mi ceño se frunció — Pero primero, creo que ella y tú necesitan tener una charla de pareja, recuerda que aún tienes que contarle lo que paso en ese hotel — sacudí mi cabeza con molestia.
Iba a replicar por supuesto, pero mi vista viajo sobre el hombro del francés, la mayoría de mis sentidos se desconectaron, pude sentir como el color abandono mi cara, cerré mis ojos con fuerza pensando que fue producto de mi imaginación, pero cuando los abrí y la escena volvía a repetirse, no hubo vuelta atrás.
Estaba completamente paralizado, la voz en mi cabeza me pedía que corriera y enfrentara a esa par, pero el dolor en mi pecho me detenía, al instante los comentarios recientes en mis publicaciones de Instagram llegaron a mi mente, me había reusado a creer esas palabras, pero al parecer era verdad, no fui consciente en que momento las lágrimas comenzaron a bajar por mi rostro, hasta que Pierre lo cuestiono.
— ¿Estás bien? — se acercó con preocupación.
— Yo no, pero al parecer ellos si — le hice una seña con mi cabeza para que mirara a sus espaldas.
Pierre se giró por completo, termino quedándose estático al igual que yo al ver como Catarina y Max, se envolvían de nuevo en un beso que parecía lleno de romance, casi sacado de una película, mi pecho dolió más al ver que Catarina portaba el vestido que había elegido especialmente para que ella lo llevara esta noche, eso me motivo, esquive al francés para dirigirme hacia la escena.
— Checo — me llamo Pierre tomando mi brazo — No vale la pena, no así — eso me hizo regresar a la realidad.
— Aprovecharon que el departamento estaba vació para venir a esconderse alrededor, vaya, vámonos de aquí — Pierre asintió y ambos comenzamos a caminar en sentido contrario, al parecer esta sería una noche muy larga.
Gasly y yo tomamos camino al departamento donde yo tenía mis cosas, estando ahí abrí la puerta permitiéndole entrar y accediendo enseguida, cerré tras de mí y lance las llaves a la mesa de la sala, con prisa tome mi celular y llame a Jo, quien luego de un par de pitidos respondió.
— Que pedo güey, ya están todos aquí, incluso Catarina, solo faltas tú, a ver a qué hora te... — Interrumpí a mi amigo.
— No me siento nada bien, por favor encárgate de hablar con la hostess y cancelar todo, será solo cena para ustedes, discúlpame con los demás.
— ¿Estás bromeando? — cuestiono.
— Por favor tírame paro — exclame sintiendo cómo el nudo en mi garganta comenzaba a crecer — Te prometo que en un rato te explico todo, y si Catarina trata de venir dile que te pedí que nadie me molestara.
— Está bien, yo me encargo, quédate tranquilo, y sabes que cuentas conmigo cabrón — menciono por último, sin más colgué, lance mi celular con fuerza sobre el piso.
Termine cayendo al piso sobre mis rodillas al momento que las lágrimas comenzaban a fluir, lo único que se escuchaba en el lugar eran mis sollozos, podía sentir la mirada de Pierre sobre mí, pero no me importaba, luego de un momento él se acercó.
— Ven aquí — con fuerza tomo mi torso y me levanto del piso, guiándome para tomar asiento juntos en uno de los sillones de la sala.
Podía sentir como Pierre sobaba mi espalda con una de sus manos, a pesar de que no éramos tan cercanos, él estaba aquí apoyándome, y no tendría como agradecérselo.
— No puedo creerlo, no me imagino cuanto tiempo llevan haciendo esto — solté, Gasly suspiro antes de hablar.
— Carlos, Daniel, Max, Catarina, Alessa, Natalia y yo, coincidimos en Ibiza cuando ellas fueron a la despedida de soltera — lo miré sin entender — A lo que supe por Daniel, Catarina salió del bar, y Max fue tras de ella encontrándola pasada de copas en una playa — pauso — Luego la llevo a cenar y por último la dejo en su hotel, desde ese momento el quedo levemente enamorado de ella, la había olvidado, pero todo comenzó de nuevo cuando volvió a ver a Catarina gracias a que comenzó a acompañarte en las carreras mientras tú estabas en Raicing Point — miré a Pierre con sorpresa.
— ¿Desde ese momento están juntos? — cuestione con miedo.
— Claro que no, ellos comenzaron a acercarse cuando tú entraste a Red Bull, pero el amor por Max — dijo esto último imitando comillas — Surgió cuando ella se enteró de que estuviste con la chica del hotel, agregándole que Max la había consolado en Ibiza cuando en ese viaje ella se enteró que que la habías engañado justo antes de la boda.
— ¿Pero quién diablos le contó esas cosas? — pregunte molestia.
— Sobre la infidelidad antes de su matrimonio, creo que uno de sus sobrinos lo hizo — Pierre me brindo una sonrisa que parecía más una mueca — Y de la chica del hotel, fue el mismo Max quien se lo comento.
— Pinche güero chapulín — me puse de pie sobando mis sienes — Claro que no iba a desaprovechar la oportunidad de contarle si eso lo iba a acercar más a ella.
Sentí como todo me daba vueltas, pero tenía que tranquilizarme, aunque el hueco en mi pecho cada vez era más grande, la necesidad por soltar lo que me atormento por tanto tiempo crecía a la par, necesitaba desahogarme y contar todo lo que me había guardado.
— Cuando Catarina se fue de viaje de despedida, algunos de mis amigos más cercanos insistieron en que saliéramos a celebrar mi próximo casamiento a un bar en la Ciudad de México, yo acepte, nada podía salir mal a mi parecer — rasque mi barbilla — Al llegar ahí la noche pintaba bien, al instante me percate de que su sobrino Arturo se encontraba ahí con sus amigos, cosa que no me preocupo en absoluto en ese momento, todo iba bien hasta que la novia de uno de mis amigos llego con un par de sus amigas, entre ellas estaba Carola, ella y yo habíamos intentado algo mucho antes de que Catarina y yo nos conociéramos, pero no funciono por qué no era para nada mi tipo, fui directo con ella, y le dije que no quería seguir, pero al parecer no lo entendió.
— ¿Ella se te acercó esa noche? — asentí.
— Llego conmigo y me pido que la acompañara fuera del bar, me negué rotundamente, cuando menos me di cuenta se acercó e impacto su boca con la mía, ese contacto no duro más de un segundo porque al instante tome sus hombros y la aleje de mí — camine para tomar asiento de nuevo con Pierre — Miré hacia donde se encontraba Arturo, y él apuntaba con su celular hacía mi, ya había tomado una foto.
— Entonces no le fuiste infiel a Catarina, ¿¡Por qué no le dijiste!? — exclamo con molestia el francés.
— ¡Lo iba a hacer! — respondí de la misma forma — Pero cuando llegue a casa de su padre para buscarla, me recibió su hermano Carlos, mandando todas mis intenciones a la basura.
Ingresamos al despacho del padre de Catarina, las reuniones aquí siempre se debían a algo muy grave o una buena noticia, en mi caso me inclinaba más por la primera.
Carlos ingresó tras de mí cerrando la puerta, con una de sus manos me indicó que tomara asiento en uno de los sillones de lo que simulaba una pequeña sala, sin meditarlo seguí su orden, él tomó asiento en el sillón frente a mí.
— Sé de sobra el motivo por el que estás aquí, Arturo se encargó de hacer llegar las imágenes a toda la familia — se recargo en el respaldo del sillón — Es inútil que tengas la intención de tapar el sol con un dedo.
— Aun así creo que tengo derecho de contar mi versión — él negó.
— Si me permites darte un consejo lo mejor es que no le digas nada a Catarina, si es que aún quieres que tu carrera, todos tus contratos y el flujo de apoyo que tienes por parte de grupo Carso sigan como están, uno nunca sabe cómo puede actuar una mujer despechada — Carlos carcajeó levemente.
— Catarina no sería capaz de hacer algo así — defendí a mi prometida sin dudarlo.
— Tal vez ella no, pero, mis hermanos y yo si — mi boca se abrió por la sorpresa de escuchar esas últimas palabras — Ellos y yo hablamos, concordamos en que esto nos salió muy caro.
— ¿A que te refieres? — cuestione sin entender.
— La foto se filtró, tuvimos que limpiar tu imagen frente a los primeros medios que planeaban sacarla a la luz.
— Esa filtración fue culpa de tu sobrino Arturo, no mía — me defendí sabiendo de sobra de donde había salido esa foto.
— Mira Sergio, Catarina al enterarse de esto puede reaccionar muy bien, o simplemente terminar con su relación trayendo todo un escándalo a la familia, a mis hermanos y a mí no nos importa si te ves con otra a escondidas, nos importa que sus planes de matrimonio sigan su curso para no afectar los negocios ni nuestra reputación, y he de confesarte que todos concordamos en que si la empresa te sigue apoyando es solo porque tienes completamente en el bolsillo a mi padre, de lo contrario hace mucho nos habríamos olvidado de ti.
Esas palabras me cayeron como un balde de agua, cuando comencé con mi carrera Carlos fue el primero en buscar a mi padre para que yo pudiera migrar hacia Europa, siempre me alentaba en conjunto de su padre, no entendía por qué sus pensamientos cambiaron de un momento a otro, el mayor se puso de pie y se acercó a mí.
— No vas a comentar nada con ella, simplemente vas a hacer como que no pasó — me señaló con su índice.
— No estoy dispuesto a guardar silencio y ocultarle algo así a tu hermana — me puse de pie encarándolo, él me miro con una sonrisa retadora.
— Entonces ve y habla con ella, pero atente a las consecuencias de tus actos.
— ¿Me estás amenazando? — cuestione con coraje.
— Tómalo como quieras, solo piensa en que tu sueño de ser piloto se puede terminar con un chasquido de dedos — cerro la distancia entre nosotros — Estamos dispuestos a cortarte el apoyo de tajo, además, Catarina perdería el patrocinio para todos los proyectos que tiene en puerta con la academia, ¿Quieres eso para ella? No lo creo.
— ¿De verdad serias capaz de darle la espalda a tu hermana solo por negocios? — él asintió.
— Esta empresa le ha costado toda una vida a mi padre como para que su juego romántico nos cause tantas pérdidas — Carlos palmeó mi mejilla — Y no olvides que Catarina no es una Slim de sangre, es una infiltrada que solo acogimos a pedido de mi madre.
El coraje circulaba por mi cuerpo, estaba descubriendo una parte de la familia Slim que no conocía.
— Guardaré silencio, pero solo por ella, yo no sería capaz de arrebatarle todo por lo que ha luchado, no soy una basura como tus hermanos y tú — Carlos aplaudió.
— Eso es, muy buena decisión Chequito, ahora vete de aquí, no quiero que ella y tú se crucen cuando llegue a casa — tomo mi hombro y me giro para empujarme con rumbo a la puerta — Por cierto, ni una palabra de esta reunión a mi padre o a ella, largo, y cierra la puerta al salir.
Sin más se dio la media vuelta y se dirigió hacia el escritorio de su padre tomando unos papeles que se encontraban sobre el mismo.
Por mi parte me limité a seguir sus instrucciones, salí del despacho cerrando la puerta tras de mí, mientras caminaba a la salida de la casa contenía las lágrimas que el coraje me estaba provocando.
Toda la imagen que tenía de la familia Slim se acaba de romper en cuestión de segundos, pero tenía que ser fuerte, me dolía en el alma ocultarle algo así a Catarina, mucho más al saber que yo no había actuado mal, pero haría hasta lo imposible por protegerla de sus hermanos a toda costa.
— ¿Hablas del mismo Carlos que fue tan amable cuando nos invitó a los chicos y a mí a México? — cuestiono Pierre al terminar de escuchar mi historia, asentí.
— Es por ello que, nunca le dije nada a Catarina, mi carrera me daba completamente igual, pero no tenía el corazón para arrebatar de sus manos todo lo que ella se estaba esmerando por construir, al parecer nada de esto valió la pena — Pierre me miro al instante — Olvida mis palabras, guardaría silencio una y otra vez solo por proteger sus intereses.
— ¿Y qué tienes por decir, sobre lo que pasó con esa chica en el hotel? — cuestiono él sin pena.
— Ese día yo regresaba de una reunión con Christian, cuando ingrese a mi habitación ella ya se encontraba recostada sobre la cama en lencería — tallé con mis manos mi rostro sintiendo la frustración — Le pregunté que hacía ahí, me dijo que quería que pasáramos una buena noche, juntos.
— Qué asco de mujer — dijo con tono despectivo.
— Al momento de cuestionarle el quién la había dejado pasar, me dijo que lo confesaría siempre y cuando aceptara pasar el rato con ella, me negué advirtiéndole que llamaría a su padre para contarle lo sucedido, así fue como conseguí que hablara, Lance la había ayudado a entrar.
— ¿Es broma cierto? — negué al momento que me ponía de pie.
— Carola me confesó que Lance me guardaba cierto resentimiento porque en algún momento tuvo interés hacia Catarina, pero ella lo rechazó — mire hacia la nada — Cuando obtuve la información solo la tomé del brazo y la obligué a salir de mi habitación, fue ese el momento en que ustedes nos encontraron.
Gasly llevó sus manos hacia su cabello, podía notar que estaba plenamente sorprendió, era comprensible, Pierre se puso de pie para acercarse a mí
— Seré sincero, Catarina me contó toda la situación y te guarde cierto resentimiento, luego con lo del hotel te veía como una basura total — fruncí el ceño — Ahora me doy cuenta, sacrificaste todo por amor y tú no tuviste nada que ver con que la chica apareciera en tu habitación — palmeó mi hombro y se alejó — Pero, si analizamos la situación, la familia de Catarina les tendió algún tipo de trampa a los dos.
— No creo que eso sea posible — confesé.
— Sergio, esas fotos llegaron a Catarina a pesar de tu silencio, ella ya sabía la situación, ¿No te parece extraño? — analicé las palabras del francés.
Tenia razón, me pidieron mantenerme al margen, pero ella lo sabía incluso antes de casarnos, probablemente había tenido algún tipo de acercamiento con sus hermanos y por ellos tuvo que guardar silencio al igual que yo, esto me llevo a darme cuenta de que ambos habíamos sido unos peones en el tablero de ajedrez de los Slim.
— ¿Qué es lo que vas a hacer? — regrese a la realidad al escuchar las palabras de Pierre — Por qué, no quiero echar limón a la herida, pero técnicamente, ella si cometió un error.
Las imágenes de Catarina besándose con mi compañero de equipo me golpearon.
— No lo sé, lo único que tengo claro es que ella me fue infiel, y desde esta noche, nada será igual — una mueca se formó en el rostro de Pierre.
Las cosas estaban mal, por un lado, el amor de mi vida me había engañado, y por el otro mi compañero de equipo, al que consideraba un amigo, había tenido el descaro de meterse con lo que más amaba.
Mi corazón estaba dolido, y mi ego destruido, pero no quería arruinarle las vacaciones a los demás, tendría que guardar esto dentro de mí por unos días más hasta que Catarina y yo llegáramos a casa, y pudiéramos hablar con tranquilidad, más no sabía si lo podría soportar.
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