𝙸𝙸-𝙸


"Eres inevitable amor, casi como respirar".










25 de Marzo 2021, Circuito Internacional de Baréin.





CATARINA


Observaba atenta la pantalla mientras escuchaba por los audífonos como Checo mencionaba un par de cosas a sus ingenieros, fue inevitable que una lágrima rebelde resbalara por mi mejilla, oficialmente Sergio estaba comenzando su temporada en Red Bull, comenzaban las primeras practicas y al parecer mi esposo estaba a nada de acostumbrarse a su nuevo monoplaza.

Mire mi celular cuando la pantalla se iluminó, era un mensaje de Lando diciéndome que tenía treinta minutos libres antes de su siguiente prueba, iba a responderle pero mi hermano Carlos apareció en el box, me quite los audífonos.

- ¿Qué te ha parecido hasta ahora?. - abrazo mis hombros.

- Impresionante como siempre. - mire de nuevo la pantalla. - Se que hará un excelente trabajo.

- De eso estoy seguro. - sonrió. - Antes de que lo olvide, el día de hoy los ejecutivos de la escudería Telmex se encuentran por aquí y mañana habrá una cena para discutir los patrocinios, tienes que acompañar a Sergio. - lo mire.

- ¿Estarán los Martínez?. - asintió, palme su hombro. - No iré y no pienso discutir ese tema, ya tengo suficiente con soportar a Carola en las reuniones mensuales de Bugdo. - me concentre de nuevo en la travesía de mi esposo, escuchando un suspiró por parte de mi hermano.

- Catarina, debes de apoyar la imagen de Sergio frente a ellos, aparte le estas dando demasiada ventaja a Carola, te estás privando de ir a tus compromisos solo por ella. - pauso. - ¿Si te estas dando cuenta que puedes dar pie a que gané terreno con Sergio?. Debes de cuidar...- lo interrumpí.

- No tengo absolutamente nada que cuidar, Sergio ya es lo suficiente grande y maduro para controlar sus acciones, no tengo por que estar tras de el para asegurarme que respete nuestro matrimonio. - me puse de pie, tome mi bolso y mi celular. - Y créeme que si llegan a volver a involucrarse me va a dar mucha tristeza por el, que no sabe respetar un compromiso, y por ella que no sabe respetarse a si misma. - deje un beso en su mejilla y comencé a dirigirme fuera del box.

- Catarina. - no permití que siguiera hablando.

- Nos vemos luego hermano. - salí sin mas, planeaba dirigirme al paddock con el fin de encontrar el hospitality del equipo, después de esto necesitaba un café urgente, tome mi celular y respondí el mensaje de Lando con un "SOS comedor", al instante recibí como respuesta un "Llego en 5".

Llegue al lugar y ordene un café frío, que después de unos minutos fue entregado en mis manos, quite el cubrebocas de mi rostro, tomé un sorbo y cerré los ojos disfrutando su sabor.

- ¡I'm a Barbie girl, in the Barbie world!. - escuche el grito de Lando desde fuera, rodé los ojos y salí para unirme a mi amigo, llegue a su lado y este me recibió con un abrazo.

- ¿Nunca lo superaras cierto?. - cuestione una vez que nos separamos recibiendo una risa de su parte.

- Jamás en la vida, debes de admitir que es lo máximo. - movió su cadera tratando de imitarme.

En una de las noches del famoso "Mafia Fest", Pierre había grabado un video donde yo salía cantando de forma despavorida Barbie girl de Aqua cayéndome de borracha y moviendo mi cuerpo de forma catastrófica, a la mañana siguiente el video se encontraba en el grupo que compartíamos por WhatsApp comenzando mi eterna burla.

- Supongamos. - ambos reímos y comenzamos a caminar sin rumbo fijo. - ¿Cómo vas con tus pruebas?. - lo miré mientras arrebataba el café de mis manos.

- Excelente. - tomo un sorbo de la bebida, me la regreso y acomodo la mascarilla en su rostro. - Hasta ahora el auto no ha fallado así  que esperamos muy buenos resultados en esta primera carrera. 

- Te deseo la mayor de las suertes Lan, se que harás un trabajo espectacular. - me abrazo por los hombros y me estrecho hacia su pecho.

- Gracias Cat-cat. ¿Qué me dices de Checo?. - nos separamos levemente sin romper el abrazo. - ¿Cómo se ha sentido en su nuevo auto?.

- Por lo poco que me comento en el descanso que tuvo esta muy confiado y cree que en poco tiempo será uno con el monoplaza. - sonreí por inercia.

- Espero que sea así, tiene que demostrarle a los toros el sabor mexicano. - reí ante sus palabras.

- ¡CATARINA!. - no entendía la manía de estos hombres por gritar para comunicarse.

- Hola Georgie. - respondí, el británico se acerco hacia nosotros trotando.

- Suelta. - golpeo el brazo de Lando y con un jalón lo quito de mis hombros para abrazarme. 

- Eres un grosero Russell, una vergüenza para los modales de nosotros los ingleses. - Lando sobo su brazo.

- Y tu eres un delicado, no llores por favor. - reí ante sus palabras. - ¿Cómo se encuentra mi mexicana favorita?. - apretó mas su abrazo sobre mí.

- Estaba bien, hasta que apareciste, suéltala la estas asfixiando idiota. - Lando aprovecho para dejar un golpe sobre la cabeza de George y salió corriendo, esto logró que el chico de Williams me soltará e iniciara su carrera tras el.

- Son unos niños. - escuche una voz a mi lado, miré al responsable tenía las mangas de su mono atadas en la cadera, su cabello se encontraba revuelto indicando que acababa de retirarse el equipo y bebía de forma despreocupada de su lata de Red Bull, sonreí a pesar de que sabía que no me podía ver por el cubrebocas.

En automático me acerque a el y lo abrace, el me envolvió entre sus brazos, me separe para tomar su barbilla y así analizar su rostro, costumbre que había tomado desde la temporada pasada al final de cada carrera, perfecto estaba sano y salvo. 

- Estoy bien bonita. - tomo mi mano y dejo un beso en esta. - Me extraño no verte en el box. - comenzamos a caminar tomados de la mano. - Al bajar del auto me encontré con Carlos ahí y me dijo que habías optado por salir, ¿Te sentiste mal?. ¿Alguien fue grosero contigo?. - negué.

- Tuve una discusión con el por eso me retiré, no quería que pasará a mayores. - el asintió.

- ¿Qué paso?. - comenzamos a rodear el motorhome, para ingresar a las habitaciones privadas de los pilotos.

- Ya sabes como se pone de insistente con las cenas de negocios y tus patrocinadores. - el me escuchaba atento.

Al llegar de llegar a su espacio asignado Jo lo esperaba dentro para iniciar con una de sus sesiones, Checo le pidió cinco minutos y este acepto, salió del la habitación cerrando la puerta tras de el.

Mi esposo tomo asiento en el pequeño sofá que se encontraba ahí y tomo mi mano obligándome a sentarme sobre sus piernas.

- Mi amor se que no te gusta para nada mezclarte con los negocios entre tu familia y yo. - acaricio mi muslo sobre la tela del pantalón. - Y yo entiendo perfectamente que no quieras asistir a la cena, no es algo que te voy a obligar a hacer. - debía aceptar que esas palabras causaron una pizca de desconfianza en mí al recordar que ahí estaría Carola. - Pero me preocupa que estés teniendo esos roces con tu familia. - suspiré.

- Es que hay un punto en el que me asfixian, primero era mi padre, con todos sus pendientes y tratando por fuerza que yo llevará los temas de la escudería. - el asintió. - Ahora es Carlos, que piensa que por aparecer contigo voy a mejorar tu imagen frente a ellos y asegurar que sigan invirtiendo en ti, algo que veo innecesario porque con tu talento es suficiente, y además esta el tema de...- pause al darme cuenta de que iba a hablar de mas.

- ¿De que?. - me animo a seguir hablando sobando mi espalda con cariño.

Sus ojos se encontraron con los míos, analice su rostro por unos segundos, debía aceptar que las palabras mi hermano habían sembrado ciertos pensamientos en mi mente.

- ¿De verdad me amas?. - solté sin pensarlo, causando que el me observara sorprendido.

- Catarina, claro que te amo, y con todas las fuerzas que tengo, eso lo sabes. ¿A que viene esa pregunta?. ¿Tu hermano te dijo algo?. - cuestiono alarmado.

- No, nada de eso. - acaricie su mejilla para tranquilizarlo. - Solo necesitaba escucharlo. - baje la mirada avergonzada, pero Sergio tomó mi barbilla y me obligo a mirarlo.

- Catarina eres la mujer de mi vida, no hay nadie mas con quien quiera estar, porque tu eres todo lo que necesito, nunca dudes de eso. - atrapo mis labios en un corto beso que correspondí al instante, al separarnos junto su frente con la mía. - Te amo bonita, y por siempre será así. - una sonrisa se asomo en mi rostro, iba a responder pero un golpe en la puerta nos interrumpió.

- Detengan lo que sea que estén haciendo tortolos porque voy a entrar. - sin mas Jo abrió la puerta y apareció ante mi vista. - Lo siento Cata pero necesito entrenar a tu hombre para que se relaje antes de su siguiente libre por que tu no me ayudas. - reí ante las palabras del chico, me puse de pie y deje un beso corto en los labios de mi esposo.

- Mi querido Canales, si te ayudara a relajarlo de la forma en la que se le gusta, créeme que se relajaría a tal punto que no podría correr el Domingo. - Checo rio ante mis palabras y Jo cerro sus ojos con fuerza.

- Por dios no necesitaba tantos detalles, ahora tengo imágenes en mi mente que no puedo borrar. - entro al final de la pequeña habitación y pego su cabeza contra la pared repetidas veces, reímos ante su actuación.

- Te veo en un rato. - comente caminando hacia la puerta.

- ¡Hey!. - me detuve ante las palabras de Checo. - Te amo, no lo olvides.

- Te amo mas campeón. - le lance un beso al aire y salí de ahí con una sonrisa en mi rostro que no desaparecería en mucho tiempo.






・・・







26 de Marzo 2021, Sakhir.



Me encontraba en el restaurante del hotel mirando frente a mi la copa de agua que había pedido tratando de hilar ideas para el festival de verano que se organizaría en unos meses en Bugdo Studio, Less y Nat insistían en que debía de ser algo mas fresco como reguetón, y no es que estuviera en contra de ese tipo de música, al contrario yo era fan, solo que se me apetecía algo proveniente de la instrumentación austera.

Realice un par de anotaciones en mi iPad, varios conceptos acababan de llegar a mi cabeza y no podía desaprovechar, estaba muy concentrada en mi tarea hasta que una voz me interrumpió.

- Buenas noches. - levante la vista. - ¿Estas sola?. - cuestiono mirando las tres sillas libres en la mesa que ocupaba, yo sonreí. - Que pregunta tan estúpida creo que es mas que obvio. - ambos reímos. - ¿Te molesta si te acompaño?.

- Para nada, adelante. - cierto nerviosismo apareció dentro de mi y no entendía el porque, el tomo asiento a mi izquierda.

- Me sorprende no ver a Checo contigo, ustedes son como siameses, no me lo tomes a mal, lo digo en buen sentido. - sonreí.

- Tuvo que salir a una cena de negocios por eso no esta aquí. - asintió. - ¿Y tu?. - el me miro sin entender. -¿Que te trae por aquí a convivir con los mortales?. - reí y el negó con su cabeza.

En estos días había escuchado varios comentarios acerca de el, algunos buenos como algotros malos, pero la mayoría acertaban en que era un hombre con un temperamento fuerte, así como reservado y de poca convivencia fuera de su circulo personal.

- Estaba aburrido en mi habitación, baje a recorrer las instalaciones del hotel, y al pasar por aquí. - señalo la entrada del restaurante. - Me percate de que estabas sola, entonces pensé en que sería el momento perfecto para que saldes tu deuda. - me señaló con su índice, reí al recordar la noche tormentosa en la que le prometí yo pagaría la cena si en algún momento volvíamos a coincidir.

- Si así lo quieres. - bloque el iPad y la guarde en mi bolso, el me brindo una sonrisa y al instante le hizo la seña a uno de los meseros que con prisa nos trajo las cartas, comenzamos a leer el menú en silencio, hasta que decidí hablar.

- Entonces. -pause. - Cuéntame mas de ti, hasta ahora solo se que eres compañero de equipo de mi esposo y fan de las causas perdidas. - ambos reímos.

- Que puedo decir, Max Emilian Verstappen a tu servicio. - me brindó un guiño con el cual sentí como mis mejillas se ruborizaron. - Tengo veintitrés años, desde que tengo memoria mi vida se ha centrado en los autos de ahí mi talento nato para las carreras. - rodé los ojos ante su seguridad. - Este es mi séptimo año dentro de categoría. - lo mire asombrada.

- ¿Entraste a los diecisiete?. - comente una vez que mi mente termino de sacar cuentas.

- Así es. - sonrió orgulloso.

- Vaya, nunca lo hubiera imaginado, continua. - lo mire.

- Creo que fuera de eso no hay mucho que resaltar, a menos que contarte la historia del matrimonio fallido de mis padres sea algo de tu interés. - comenzó a reír logrando contagiarme con su particular risa.

El mesero llego a tomar nuestra orden, me decidí por una pasta Alfredo al pesto y el opto por una ensalada, ambos tomaríamos agua gasificada, el chico nos aseguro traería la comida en un momento y en cuanto se retiro Max regreso su vista hacía mi.

- Creo que es tu turno. - lo miré interrogante. - Hasta ahora solo se que extrañamente eres la esposa de mi compañero de equipo y espero no sucumbieras ante tu desgracia. - reí ante sus palabras, si supiera.

- Catarina Slim Domit, tengo veintitrés años. - me interrumpió alterado.

- ¿¡Que!?. Pero Checo...- ahora yo lo interrumpí.

- Si, el tiene treinta y uno, es mayor que yo por siete años, no le veo el conflicto. - el alzo los hombros desinteresado. - ¿Puedo continuar?. - se limito a asentir. - Que mas puedo decir, estudie administración de negocios internacionales, tengo un estudio de danza así como mi propia marca de ropa y lamento informarte que si, sucumbí a mi desgracia. - alce mis pulgares y el me miró interrogante.

Su ojos se encontraron con los míos por un segundo, el parecía procesar mis ultimas palabras hasta que su mirada se abrió por la sorpresa.

- O sea que Sergio fue...- se detuvo a media frase, después de que asentí tallo su rostro con sus manos exasperado. - No lo puedo creer tan inocente que se ve, en fin. - reí. - Mejor cuéntame mas de tus proyectos, me parece completamente asombroso que tengas tus propias marcas a tan poca edad. - reí.

- Me lo dice el piloto mas joven de la historia en subir a la formula uno. - su particular risa apareció de nuevo. - Pero todo es gracias a mi pasión por el baile y la moda. - asintió escuchándome con atención. - Bugdo Studio nació gracias a que en México hay exceso de talento y muy pocas oportunidades, quería lograr que el amor por el baile llegara hasta los chicos de mas bajos recursos, por ello cada inicio de ciclo se otorgan cien becas completas a estudiantes destacados que no cuenten con los recursos necesarios para solventar los costos de nuestros planes, así los chicos cumplen su sueño de incursionar en este mundo, después de cada festival de temporada trato de que algún visor de las mejores academias de baile en el mundo trate de estar presente para que los evalué y le de oportunidades a mis niños

Regrese mi vista hacia el, se encontraba mirándome atento y sonriente con su barbilla reposando sobre su palma, no entendía en que momento había recargado su brazo en la mesa. 

- Sobre Bugdo Factory, cuando era niña en un verano tome un taller de corte y confección gracias a que mi padre me obligo, de ahí realice un par de bocetos que hace tres años retome y bueno, comencé a soñar con tener mi propia marca de ropa, me costo un poco pero trabaje en ello y se concreto, ahora la línea esta en producción teniendo muy buena aceptación en el mercado y lo mejor de todo es que el ochenta porciento de las ganancias se destinan a las regiones de México mas afectadas durante la pandemia. - seguía sin quitarme la mirada de encima. - ¿Qué pasa?. - recobro la compostura y recargo su espalda en el asiento de la silla.

- Nada es solo que, la mayoría de los jóvenes de nuestra edad se enfocan en divertirse, ir a fiestas, derrochar dinero en lujos y ropa, no en ayudar a las personas que mas lo necesitan, eres especial Catarina. -  tomo mi mano sobre la mesa y le brindo una pequeña caricia, su tacto logro erizar levemente mi piel, atiné a mostrarle una sonrisa como respuesta.

Nuestro contacto se rompió en el momento que el mesero regreso con nuestra cena, ambos la recibimos y agradecimos su trato para después comenzar a comer.

- Entonces Sergio. - hablo con la boca llena de comida, reí.

- ¿Sergio?. - cuestione dándole a entender que prosiguiera.

- El. - acorto la distancia entre nosotros dejando su rostro muy cerca del mío, permitiéndome apreciar sus bellos ojos. - ¿En realidad te fue infiel?. - menciono en un susurro, solo asentí, al instante se alejo. - Espero que te haya dado una muy buena excusa, digo disculpa como para que lo perdonaras. - reí ante su ocurrencia.

- En realidad el no sabe que yo se que me fue infiel. - me miro confundido. - Nunca le conté que descubrí su engaño.

- Disculpa que lo pregunte pero, ¿Cómo fue que decidiste seguir con el matrimonio?. - suspire.

- Todo fue gracias a asuntos familiares involucrados y a que desgraciadamente estoy demasiado enamorada de el. - le brinde una sonrisa a medias y volví a comer de mi pasta.

- Nunca se esta suficiente enamorado de alguien como para entregarte por completo. - medito sus palabras. - Por lo menos a mi no me ha pasado. - alzo sus hombros desinteresado. - Pero regresando al tema, me alegra saber que lograron salir adelante y se les ve felices, así que no te preocupes, el secreto esta a salvo conmigo. - volvió a brindarme un guiño que logro que de nuevo mis mejillas se tiñeran de rojo y una sonrisa se mostrara en su rostro.

El resto de la cena nos la pasamos comentando temas triviales, descubriendo que Max era mas que esa pantalla de tipo duro y frio que me habían vendido, cuando terminamos pedí que cargaran la cuenta a mi tarjeta, cosa que el trato de evitar pero le recordé nuestro trato, así que no le quedo mas que aceptar.

Planeaba despedirme de el pero me acompaño hasta mi habitación aprovechando que la suya quedaba en el mismo piso, una vez frente a la puerta lo miré.

- Gracias por este rato tan ameno joven Verstappen, la pase muy bien. - bromee un poco.

- Lo mismo puedo decir señorita Slim, fue un alago compartir contigo. - con su dedo índice dejo un pequeño toque en mi nariz logrando que una risa escapara de mi. - Espero podamos repetir.

- Sin duda así será. - sonrió. - Te veo mañana en el circuito, y suerte en la clasificación. - abrí la puerta de la habitación.

- Gracias, estoy seguro que con eso bastara para que me vaya de lo mejor. - se acerco y dejo un beso en mi mejilla. - Nos vemos Catarina.

- Adiós Max. - me despedí con la mano y cerré la puertas tras de mi, me recargue en la misma y comencé a rememorar la noche en mi mente, una sonrisa se comenzó a dibujar en mi rostro mientras los recuerdos pasaban por mi cabeza.

Me adentre a la habitación, me coloque el pijama e hice mi rutina de noche para antes de dormir, una vez que estuve lista simplemente conecte mi celular a cargar, apague las luces y me dirigí hacia la cama, adentrándome en esta y abrigándome con las sabanas.

Así fue como comencé a ceder a los brazos de Morfeo, con una sonrisa que no podía borrar de mi rostro y con unos ojos azules como mi ultimo pensamiento.

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