Alone
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—¿Aún falta mucho?
—Si.
—¿Cómo cuánto?
—No lo sé, niñata. —Contestó de mala gana el cíclope. —Tú eras la que quería acudir al llamado de Prime.
—Cualquiera acudiría.
—Pues yo no. —Miró que faltaba poco para llegar a esa galaxia. —Estábamos bien en ese planeta.
—Ya tenemos el energon necesario. No había razón para quedarnos. —Dijo ella, viendo en el lugar. Podía ver algunas estrellas, pero sobresalía más esa oscuridad.
—Y tampoco para irnos.
Callaron en todo el trayecto, hasta que ingresaron a la conocida como "Vía láctea".
—Ni se porque te quejas. De todos modos viniste.
—Ni cuerdo te dejo irte en mi nave. —En su tono, todavía denotaba su molestia con la femme.
—Que mentiroso eres.
—Soltó una risilla. —Admite que no querías dejarme sola.
—Aun te debo un favor y una vez lo salde, te dejó. Grabatelo de una vez Heart.
Ella formó un puchero, para después cruzarse de brazos y no mirarlo.
—Eres un grosero.
—Y tú eres u-
—Ni se te ocurra terminar esa frase. Te lo advierto Whirl.
El cíclope soltó una carcajada.
—Me caes bien.
—Eres demasiado raro.
—Pero me quieres así
—Llevó una de sus pinzas al pecho, con orgullo.
—¿Y eso es lo que tú no puedes decirme? ¿Hay que pelear para que lo digas? ¿Siempre? —Sonrió de lado. Arqueando una de sus cejas.
—Es divertido molestarte.
—Pellizco con su pinza, una mejilla de Steel.
—Auch. —Sobo donde fue pellizcada. Pero luego, su atención se enfocó en otra cosa.
—Ese planeta es bastante grande. —Steel vio que era el de mayor tamaño entre todos los presentes.
—Quiero explotarlo, hay que explotarlo. —Si el mech tuviera un rostro, estaría sonriendo de seguro.
—¿Qué? Whirl, ni se te ocu- ¡¡WHIRL NO!!
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El cíclope estaba cruzado de brazos. Estaba molestó.
Steel activó el piloto automático y desactivó las armas por el momento.
—Esperó que así te controles —Ahora pasaban por un planeta de colores rojizos.
—Le quitas lo divertido a la vida.
Steel Heart podía jurar que él estaba haciendo un puchero. La forma en que se curveaba su óptico se lo decía.
—Pff. —Rió al verlo así —A veces puedes dar ternura.
Whirl la observó de arriba a abajo. Su pintura rosa estaba quitándose, tenía muchos raspones.
—Deberías de cambiar a otro color.
—¿A qué viene eso?
—Arqueó una ceja.
—Tu pintura se destinta y el color es muy llamativo. Debes cambiarlo.
Steel Heart vió que el cíclope tenía razón.
—Te recomiendo un morado querida, combina con tus ópticos —Whirl se cruzó de piernas e hizo su tono de voz más aguda, provocando risas en la femme.
Un pitido se escuchó en toda la nave.
Whirl checó el mando de control.
Señales de energon.
Y...
—Tenemos compañía.
Activó las armas.
Faltaba poco para llegar al planeta de dónde provino el mensaje de Optimus.
Un disparó a su izquierda, que fue esquivado con éxito.
—Heart.
—Ya sé.
La femme tomó los controles para las armas.
Una nave Decepticon se asomó a su derecha y Steel Heart disparó de inmediato hacia ella, dando en el blanco.
En tanto, Whirl se aseguraba de esquivarlos y conseguir perderlos.
Poco a poco, se acercaban al planeta. Cuando menos lo esperaron, ingresaron a la atmósfera.
El calor incrementaba, entre más se internaban. El cíclope escucho una explosión atrás.
La femme le dio a otro. Pero seguían quedando dos más, que por más maniobras que realizaba Whirl, simplemente no los perdían de vista.
Uso parte del energon en la nave y así, darles más potencia.
Era arriesgado, dado que la nave aún no estaba en su mejor capacidad, pero lo importante en esos momentos era perderlos.
Aceleró y al fin, los perdió de vista. Pero no dudaba en que los alcanzarían tarde o temprano.
Volaban entre las nubes y el mar o "las cosas azules" como las nombró Whirl.
El rastreador detectó las señales Decepticon cada vez más cerca. Y también avisaron del estado de la nave.
No llegaría lejos. Ni siquiera saldría del planeta, antes de que la nave fallé por la fuga de energon por los disparos.
Steel Heart se había levantado de su asiento, para buscar más municiones.
Estaba seguro que lo odiaría.
Abrió la compuerta, para extrañeza de la femme. Quién creyó que había apretado el botón para abrirla, por accidente (gracias a sus pinzas).
—¿Whirl?
Si. Lo odiaría.
Steel Heart volteó, para dar un pequeño saltito al verlo atrás de ella.
Apenas esbozo una sonrisa, que no duró nada. Whirl la empujó con fuerza, fuera de la nave.
—¡Necesito menos peso!
Tiró también unos cubos de energon junto a la femme.
—¡¡WHIRL!!
Se sintió traicionada y las palabras que le dedicó el cíclope en un principio, resonaron fuertemente.
Nadie era más importante para él que su nave y él mismo.
Nadie más.
Cayó con fuerza en aquel líquido, hundiéndose rápidamente.
Solo logró ver las naves enemigas ir tras Whirl.
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1 año después
Sentía las corrientes frías en todo ese líquido en el que se encontraba.
Veía a diferentes criaturas pasar a su lado. Algunas más pequeñas y que le parecían tiernas; daban vueltas en sus brazos o pasaban por encima de su casco.
Tenía algunas abolladuras y marcas de mordidas en sus brazos; provocadas por otras criaturas un poco más grandes que las que tenía presentes en esos momentos y que querían comerla.
Algunas gotas de su energon, quedaban flotando fuera de sus heridas (en poca cantidad), pero seguía caminando sin un rumbo fijo. Manteniendo, esa pequeña esperanza de encontrar a sus iguales.
Se detuvo abruptamente.
Un gran cráter le impedía seguir.
Retrocedió y con todas sus fuerzas, saltó para llegar al otro lado.
No llegando lejos, gracias a su forma metálica. Fue hundiéndose en lo profundo, sintiendo miedo y tratando de llegar al otro lado.
Pero nada sirvió.
Cayó en esa oscuridad.
Golpeándose en el proceso, con algunas rocas. Terminó cayendo de cara en la arena; con trabajo, se levantó con ayuda de sus brazos para apoyarse y después, se quitó lo que tenía en sus ópticos.
Una vez terminó, notó que no podía ver nada de nada. Parpadeó un par de veces y sus ópticos, emitieron una tenue luz que le sirvió para ver.
Ahora, se arrepentía de haberlo hecho.
Sus gritos resonaron, mientras corría lejos de ellos.
Junto a los rugidos y alaridos más agudos y grotescos que se pudieran oír.
Y aún si pudiera escapar de ellos, las pesadillas, en definitiva abundarian.
Whirl intentó hacer un bien y protegerla.
Pero solo logró que la cordura de la femme, prendiera de un hilo desde ese instante.
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—Yoko♥️🗝️—
28 febrero 2020
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