II - Moralis
La repulsión se hizo presente al tenerlo de frente, no podía creer que tuviese el valor de mirarnos a los ojos después de dos sucesos catastróficos. No quería escucharlo más, pero mi hermano me detuvo de la muñeca, volviéndome a sentar de nuevo.
— ¿Qué quieres? — Pregunto
— Verlos.
— Listo, ya lo hiciste, adiós.
— Hideki... — Me hermano me reprime, lo cual me hace mirarlo con expresión de asco.
— Oye, si tu te quieres quedar, adelante, no puedo estar con el asesino de mi madre y causante de mis abusos, ¿Qué te pasa?
— Tu hermana tiene razón, no me demoraré tanto. Sólo quería verlos, y sé que están bien con una estabilidad.
— Y no gracias a ti, por cierto — Suelto con odio.
— Papá, ¿Estás arrepentido de lo que hiciste? — La pregunta de mi hermano me deja mirando a la puerta, sintiendo asco nuevamente, ganas de matarlo ahí lentamente y escuchar su agonía.
— Siempre me arrepiento, cada día que pasa — Alzo mis cejas con total incredulidad mientras intento calmar la adrenalina —. Solamente me da gusto que hayas podido perdonar a tu hermano, él sólo ejecutaba mis órdenes.
— Al principio fue increíble, y sinceramente siempre sospeché que fuese cómplice de algún modo — Ya no podía callarme aquella inquietud que siempre me hacía ruido en la cabeza —. He visto tantos casos en mi trabajo...
— Cumplan lo que su madre siempre quiso, estar unidos, apoyarse mutuamente como siempre lo han hecho — Miro la mesa, no quiero observar sus ojos —. Solamente quería saber como estaban, me quedo más tranquilo.
Suspiro fuertemente dando a notar mi descontento e incomodidad mientras fuertes imágenes aterrorizan mi mente, todas ellas siendo producto de los recuerdos de mi madre, sus palabras, trato de no olvidar su voz pero simplemente es imposible lograr eso. Katsu se levanta y lo miro de reojo, sus manos están apoyadas en la mesa y mira a un punto muerto; está pensando, está meditando una decisión que le cuesta trabajo, lo sé porque esa es su actitud en los interrogatorios o en el trabajo de campo.
— Te perdonamos, papá — Giro lentamente mi cabeza para mirarlo y protestar, pero toma mi mano rápidamente y me levanta de la silla —. Bueno, con el tiempo lo haremos.
Me obliga a caminar fuera de dónde estábamos, dejando parte de nuestro pasado donde precisamente se debería quedar, nosotros hemos trazado una línea significativa en nuestra vida que de alguna manera nos permitió avanzar, rehacer nuestra vida y dedicarnos a lo que de verdad nos gusta, sin complicaciones (Obviamente con ciertas dificultades) pero siendo libres a nuestra manera. Mi hermano tiene una gran familia y yo estoy en manos de alguien que me ama profundamente, un hombre que estoy segura, daría la vida por mí.
Su sonrisa reluciente viene a mi mente, aquellos ojos brillantes y voz que me eriza por completo... Y no voy a permitir que mi pasado arruine mi relación con Taiju.
— Creo que ya entendí — Le digo a mi hermano mientras bajamos las escaleras, estamos tomados de las manos como críos de seis años yendo solos por las compras —. La vida es demasiado corta como para que el rencor sea tu mayor gobernanza y no te permita disfrutar de la vida.
— Obviamente no es fácil, pero sí... Hideki — Se detiene para tomar ambos hombros y mirarnos fijamente —. Ya es tiempo de que tú seas feliz, de qué disfrutes al máximo tu vida con ese loco al que conociste por mi culpa.
— Entonces te doy las gracias por ser un imbécil y llevarme con él — Suelta una ligera carcajada y no tardamos en abrazarnos —. Ahora ve a casa y descansa, por favor.
— A la orden — Bromeo.
Me descalzo rápidamente en la entrada, la planta de mis pies ha hecho una revolución no dejándome caminar más. El aroma de mi hogar me hace sentir mucho más tranquila y más sabiendo que no estoy sola como anteriormente lo estaba, viviendo en un cascarón cuyo vacío quise llenar con mucho trabajo y un perro que necesitaba mimos y atención, cuyas paredes siempre se sentían más que frías.
Inmediatamente lo busco con la mirada, no está en la cocina pero los ventanales están abiertos y el humo del cigarrillo viaja a mis fosas nasales. Así que voy con él, tomando el tiempo para caminar lentamente y admirarlo una vez más con aquel aire de belleza natural que el mundo le regaló. Siempre de espaldas con su mano izquierda en su bolsillo y exhalando el humo esta vez por la nariz, mi perro está a su lado, al parecer también reflexionando sobre su perruna vida.
Sin más, lo alcanzo para abrazarlo desde atrás pero al sentir mi contacto él brinca y deja salir un grito no tan masculino. Me burlo de él mientras se da la vuelta y coloca una mano en su corazón.
— Maldita sea, Hideki. Casi me matas del susto — Mis brazos abrazan su cuello y me impulso hacia arriba para enredar las piernas en sus caderas . La mano de Taiju acuna mi trasero para sostenerme, nada perdido.
— ¡Lo siento! — Le beso el cuello y me quedo ahí tranquila —. Te amo tanto... Al final del día siempre espero con ansias nuestro encuentro en casa para verte y sentirme cuidada, querida y amada.
— Princesa... Sabes que yo igual, con sólo verte se me olvidan los problemas, aunque a veces eres uno de ellos.
— Maldito infeliz — Me separo para mirarlo.
— Te lo digo con todo el amor que te mereces, me sacas muy rápido de mis casillas — Iba protestar pero un beso me deja callada. El olor y sabor del cigarro entra al contacto, su lengua me roba la respiración y me dejo llevar como siempre lo he hecho —. ¿Cómo te fue?
— Necesitamos un vino y más cigarrillos. No quiero bajarme — Lo abrazo fuertemente y comienza a caminar para ir a la cocina por alcohol y dejarme sentada en la isla. Balanceo mis piernas como de costumbre y extiendo la mano cuando me tiende la copa.
Taiju se inclina colocando sus manos a cada lado de mis piernas, robando toda mi atención y dejando aflorar mis sentimientos una vez más. No evito pasar la mano por su suave mejilla, es un privilegio tenerlo así, tocarlo de esa manera y sentir el calor que emana su cuerpo.
— Mi papá pidió vernos, dijo que mi hermano sólo seguía sus indicaciones bajo amenazas y estaba arrepentido de lo que había hecho — Una risa se me escapa, mi novio sigue sin perder interés en lo que digo y prosigo: —. Después mi hermano se levantó y le dijo que lo perdonaríamos. Obviamente debatiría pero me sacó de ahí y me di cuenta de algo muy importante.
— ¿De qué? — Extiendo mis manos para que se acerque e inmediatamente queda entre mis piernas.
— Qué eres lo mejor que me ha pasado a pesar de todas circunstancias — Dibuja círculos en mis piernas —. Y que no tengo pensando en perder mi tiempo odiándolo.
— Es correcto, no te desgastes más — Pegamos nuestras frentes y nos quedamos en silencio unos segundos en nuestra burbuja que nadie puede quebrar —. Creo que ya lo entendiste todo, amor, concentrémonos sólo en nosotros.
— Así será — Chocamos nuestras copas y bebemos lo que nos regala aquella uva de Galicia.
— Hideki, ¿No has pensado en dejar tu trabajo?
— No me quiero quedar en casa haciendo nada, ya te lo había explicado.
— Trabaja conmigo, además tu labor es demasiado peligrosa, ¿Quién en su sano juicio quiere trabajar con cadáveres?
— Hey — Jalo su cabello —. No seas grosero.
— Piénsalo, puedes ser mi asistente personal — Me mira con una bonita sonrisa —. Y puedes, ya sabes... quitarme el estrés.
— Claro, ¿Me darás un aumento? — Sirvo un poco más de vino.
— No, vacaciones solamente.
— Tacaño — Acaricio su rostro —. Renuncio.
Taiju suelta una fuerte carcajada —. Tonta, ni siquiera te he contratado.
— ¿Qué tal los negocios? — Deposita un beso en mi garganta para desviarse por el cuello.
— No te preocupes por ello — Susurra erizando mi pobre piel —. Sólo que seguirás yendo conmigo, intenta no ponerte celosa.
— Cómo demonios lo haré? — Cierro los ojos cuando muerde mi lóbulo —. Sólo busca la oportunidad para meterse contigo.
— Sí, pero a ella no le haré el amor como a ti ahorita — Aquellas simples palabras me enciende y me dejo consentir.
Es cierto, él es mío y de nadie más. No suelo ser posesiva, pero por el momento lo tengo aquí conmigo disfrutando todo lo que se pueda, no me gusta pensar en el futuro, no sé que nos depare, siempre prefiero vivir el presente sin más, sin quedarme con las ganas de hacer algo por el miedo que se pueda presentar, no sabemos cuando será nuestra última oportunidad para salir de nuestra zona segura.
No tardo en tener sus labios sobre mis clavículas mientras que sus manos acentúan cada curva de mi cuerpo, debo admitir que él me acepta en cuestión a mi físico, no hago ejercicio, tengo celulitis, estrías, mi estómago no es del todo plano y mi cintura se curvea más de un lado que de otro, acepta los defectos que para mi son catastróficos, reforzando mi mera seguridad cuando estoy con él, pues no hay necesidad de esconder mi desnudez.
Nuestras ganas siempre incrementan con cada segundo, me encanta cuando apretuja mis caderas, susurra o pasa su lengua por mi cuello, siempre obteniendo su dominancia sobre mi cuerpo embelesado por su esencia catastrófica que deja de regular mi lógica. Quiero sus labios sobre los míos, así que los busco desesperadamente hasta que logro mi capricho.
Capturo su cara cerrando mis ojos, yendo completamente a un lugar arriba del cielo para después dejarme soltar porque sé que el me atrapará; el aliento me sobre como para seguir obteniendo su danza rimbombante que sacude mis labios, así que no pierdo el tiempo para seguir alimentando mi alma.
Jamás nos encontramos satisfechos, siempre exigimos porque el ser humano por naturaleza es egocéntrico ante algo que le gusta, haciendo todo lo posible por siempre tenerlo en su vida para poder seguir con aquel pedazo de luz que ilumina demoniacamente el centro de nuestra fuente vital.
Taiju es peor que una droga, es peor que alguna otra sustancia que provoca alguna dependencia. Dejo de pensar, de sufrir, de llorar, él me hace feliz y eso nada lo cambiará. Mi boca se abre para dejar salir un jadeo que siempre lo incita a seguir, ha entrado lentamente siempre dejando que me acostumbre a él, saboreando poco a poco lo bien que se siente. La vena de su frente se marca por ir lento calmando su instinto, esta vez quiere ir despacio. Procedo a mirar hacia abajo, donde mis piernas abiertas los reciben y somos uno mismo, sus grandes manos ahora abanican mi cadera formando un apoyo considerable para después moverse, algo que anhelaba.
Mis uñas arañan los hombros vestidos de sus eternas camisas que lo hacen apetecible; no puedo lidiar con la locura, así que gimo para él, sintiendo cada pulgada, escuchando su respiración y encontrando demasiado agradable su aliento contra mi cuello. A veces no existen palabras, sólo gemidos, jadeos y susurros que comunican lo perfecta que es la situación
Profundo y lento, lo atrapo con mis piernas obligándolo a ir más rápido buscando mi punto de liberación, pues el hormigueo ya se está extendiendo avisando que no estoy lejos de terminar. El roce de nuestras pieles me vuelve loca, toca perfectamente mis puntos dulces hasta que mis piernas tiemblan de más y un delicioso gemido le avisa de mi orgasmo.
Busca su liberación, sus dedos dejaran marcas en mi piel pero no es algo que me importe, mi zona está sensible y pongo atención en todo él, me recargo con mis manos en la isla y me inclino hacía atrás un poco, observo como su miembro se hunde una y otra vez, desaparece y encaja perfectamente, con tan solo mirar aquello, me lleva a otro orgasmo que ni yo misma esperaba, ahora si estaba más que sensible.
Taiju levanta la mirada con una sonrisa apocalíptica y embiste cuatro veces profundamente, hasta que esconde su cara en mi cuello y aprieta mi carne con sus blancos dientes quedándose quieto y soltando sus fluidos acompañados de un gruñido que siempre me ha gustado escuchar.
Mis paredes se pintan de blanco y nos quedamos quietos por un momento tratando de regular nuestras respiraciones, mi corazón taladra como loco y puedo sentir el de mi pareja que hace lo mismo. Sale lentamente y por inercia chorreo.
— Jamás me cansaré de ti, y si te pierdo a ti, pierdo lo que me hace estar cuerdo en este mundo — Declara Taiju con ojos llorosos —. Te amo, Hideki.
— Yo te amo más.
— ¿Tomamos un baño? — Sonríe.
— Adelante.
Durante ese pequeño rato hablamos sobre mi trabajo y un descanso no estaría nada mal.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top