Capítulo 4: Detengan esa boda

ELINOR

Es hoy. La boda es hoy. Decir que estoy nerviosa es poco. Anoche no pude dormir, y para mi desgracia cuando por fin había caído rendida mi hermana llegó a levantarme para el gran día.

Estoy frente al espejo, quedan alrededor de unas 3 horas para que inicie la ceremonia. Se supone que la boda iba a ser algo tranquilo, familia y amigos pero mi padre se le ocurrió la maravillosa idea de invitar a un montón de gente que yo desconocía.

Mi hermana entra a mi habitación, con ella una estilista ingresa para ver que cambio puede lograr en mi cabello, pisando sus talones una maquinista con toda su artillería entra dispuesta a eliminar las ojeras causantes de mi pésima noche.

―Vas a quedar hermosa, hermana.

Sophie está más amable conmigo que de costumbre, incluso puedo apostar que está más feliz de lo que estuvo el día de su propia boda. Y la verdad no entiendo por qué.

―Me siento ta feliz por ti hermana―dice quitando un par de lágrimas de sus ojos.

―¿Por qué de repente te portas así?

―Eres mi hermanita, te quiero tanto.

Algo sucede. Esto no es nada normal.

―¿Sucedió algo con Matt?

Sus ojos parecen oscurecerse, ignoro mi pregunto y le dio un par de sugerencias a la estilista.

―Sophie.

―Claro que no, todo bien.

Asiento y me dedico a ver como las dos mujeres hacen su magia.

Las horas pasan rápido, cuando me doy cuenta ya estoy en mi vestido de novia. Estoy sola, las dos mujeres de antes de han ido y mi hermana parece ocupada con la llegada de los invitados.

Doy un vistazo por la ventana. Tal como me lo imaginé, mi padre se ha pasado con sus invitados. Lo peor es que no conozco a casi nadie. Entonces alguien entra por la puerta sin siquiera tocar.

Viviette atraviesa el umbral sonriente. Tiene un vestido azul marino que resalta su figura. Se ve muy hermosa.

―¿Por qué sigue aquí?¿No deberías estar abajo?

―Estoy tomándome mi tiempo ―suspiro.

―No puede ser. ¿Te arrepentiste?

―¿Qué? No.

No iba que hacerlo, ya es demasiado tarde. Además amo a Rowland. ¿Por qué no habría de casarme con él si realmente lo amo?.

―Aún hay tiempo.

―Claro que no, Viviette―protesto.

―Es solo que no quiero que cometas mis errores.

Sus errores. Lo sé. Casarse por presión y no por amor. Hace más de un año que ella y su exesposo se habían divorciado así que Viviette es una experta en el asunto.

―No los voy a cometer.

―No dudo que Rowland sea un gran hombre, pero si no estás segura...

―Estoy segura―volteo a verme al espejo.

―Está bien, entonces espero que seas muy feliz, amiga.

―Yo también―Sonrío.

♤♡♤♡

Estoy saliendo de la casa, en el patio trasero ya están todos los invitados así que yo soy la única que falta.

Mi corazón palpita en cuánto mi padre me toma del brazo y caminamos hacia el altar. Dios, estoy a unos cuántos metros de desmayarse.

El clima no ayuda mucho. Hace un sol infernal y estoy sudando como puerco.

No debo tener miedo. ¿Por qué lo tengo?

Mis pasos parecen lentos pero cada vez estamos más cerca. Rowland ya está allí aguardando. Parece feliz, demasiado diría yo. Respiro profundo y me concentro en la música de fondo.

Cuando era niña amaba ver películas donde la novia se casaba, era todo tan hermoso pero la verdad es que la vida no es como las películas, las personas mienten y el amor se acaba.

¿Qué demonios hago pensando eso el día de mi boda?

Ignoro mis pensamientos intrusos y fijo mis ojos en Rowland. Unos pasos más y estaré a su lado.

Por fin llegamos al final del camino. Mi padre me entrega como es tradición y me posicionó al lado de Row.

Él también parece estar algo nervioso.

El juez empieza el protocolo como en cualquier boda, es momento de intercambiar votos.

Rowland saca un papel de su bolsillo. Por enésima vez en el día me voy a desmayar y ya no se si el calor tiene algo que ver.

―Elinor, desde la primera vez que te vi supe que serías mi mujer, sabía que aunque me costará te conquistaría. Hoy aquí frente a tantas personas quiero expresar lo que en realidad siento por ti. Eres alguien tan especial que llego a mi vida únicamente para hacerme feliz, jamás pensé que pudiera entregar mi corazón a alguien. El amor más que un sentimiento, más que una emoción es una necesidad, es la necesidad que siento de estar a tu lado en cada momento. De compartir contigo nuestra vida juntos. De formar una familia y ver a nuestros hijos crecer, de...

―¡Detengan esa boda!

No pensé que algún día fuera a decir esto, pero gracias extraño por lo que acabas de hacer.

HARLAN

Hoy es la boda. Es la primera vez que hago esto. Voy a escoger un outfit digno de este gran espectáculo.

―¿Un esmoquin queda demasiado exagerado?

―Amigo, no es tu boda. Solo vas a detenerla.

―Lo sé pero quiero verme con estilo.

―Que presumido―Allan rueda los ojos y continúa mordiendo su manzana.

―¿Estás seguro que está bien que detengamos esa boda?

―Por supuesto Har, es nuestro encargo.

―Lo sé―digo sacando una camisa blanca manga larga perfecta para la ocasión, y una americana de color negro―. Tengo un extraño presentimiento.

―Tú y tus extraños presentimientos.

―Oye cuando eso pasa algo sale mal―murmuro mientras me cambio la camisa y me coloco la americana.

―Eso solo pasó una vez.

―Sí, y ese día mi gato murió.

―Harlan, eramos unos niños. No podíamos saber que a Tobby lo iban a atropellar.

―Sí, pero tuve ese presentimiento. Quizá pude evitarlo.

―Harlan, primero no eres psíquico ni adivino. Segundo, sé que Tobby era muy importante para ti pero...

―Era el gato de mamá―susurro ajustando una corbata, sin embargo dejo de intentarlo al ver el desastre.

Mi amigo se queda callado. No es bueno lidiando con los problemas de los demás, es bueno escuchando pero aconsejar no es su fuerte, mucho menos consolar.

―No pasa nada, eso quedo en el pasado. ¿Cómo me veo?

―Apostaría lo que fuera a que te ves mejor que el novio.

―Esa es la intención.

♤♡♤♡

Allan conduce su auto mientras yo reviso mi teléfono.

Sally me ha escrito, otra vez. No pienso volver a caer en su trampa, no después de que me engañara con mi profesor de artes escénicas.

―Adivinaré, ¿Sally?

Asiento.

―No te parece que deberías mirar otros horizontes.

―Lo estoy haciendo.

―Acompañar a tu abuela a su curso de crochet no es mirar otros horizontes.

―Las amigas de mi abuela no están nada mal―Río.

―Que horror, Harlan.

―¿Y cómo vas tú?

―¿Con qué?―Allan esquiva la pregunta como de costumbre.

―Recuerdo que mencionaste a una mujer, es profesora de danza, ¿no es así?

―Si hablas de Angellica, ese es terreno prohibido.

―¿Por qué?

―Está comprometida

―¡Vaya! ¿Está de moda casarse o qué está sucediendo?

Ambos reímos y cambiamos de tema.

Al llegar a la calle, reviso el papel una vez más. No quiero equivocarme.

―Es aquí―Digo para que Allan estacione el auto.

―Adelantate, voy a estacionar el auto por allí.

―¿Vas a dejarme solo?―espeto indignado.

―No tardaré nada.

Me bajo del auto con un nudo en la garganta. Ni en las obras de teatro de la escuela me sentía tan nervioso. Respiro profundo y me meto en el papel.

―¡Detengan esa boda!―Es la primera frase que cruza mi cabeza.

Todo los invitados me observan. Quizá debí tener un plan menos improvisado.

Varias voces susurran sobre mi presencia. Los novio están igual de estupefactos que los invitados.

Se supone que aquí va mi declaración de amor para que mi interrupción tenga algo de valor. Solo que mi boca permanece cerrada.

―¿Esto es una broma, Elinor?

El novio no está feliz parece enojado. Está observandome como si fuera un intruso, bueno en realidad sí lo soy.

―Claro que no, no entiendo lo que sucede―La novia me escudriña intentando comprender a qué se debe el alboroto.

―¿Es por él que estabas tan nerviosa?¿Acaso es tu otro novio?

―Sí, nosotros somos amantes―suelto de pronto―Planeabamos escapar.

―¿De qué mierda estás hablando?

La novia empieza a acercarse como si quisiera asesinarme. Yo retrocedo con algo de miedo.

―No puedo creerlo, Elinor. ¿Después de todo lo que vivimos y me pagas así?

Vaya, el novio también parece un actor de primera. Hasta puedo creerme sus palabras.

―Row, esto no es cierto.

―Pues creelo, lo que digo es real. Nosotros tenemos algo―musito intentando no ser intimidado por la mirada asesina de la mujer.

―Está más que claro, esa mujer engañó a nuestro hijo―grita una mujer sentada en la primera fila. Al parecer la madre del novio.

―Eso no es cierto, mi hija jamás haría eso.

La madre de la novia va hacia donde está su hija.

―No dejaré que insulten a mi hija―La mujer intenta alejar a su hija hacia el interior de la casa, pero ella se niega.

―Yo no tengo nada con ese hombre. No ocurre nada.
―¡Mentira!―digo enojado.

Mis palabras parecen desatar. Me quedo petrificado ante lo que está sucediendo la familia de ambas partes se está encargando de continuar con el show. Todo lo que se oyen son gritos, algunos de los invitados incluso toman su teléfono para grabar.

Yo planeo mi escape al ver que la situación está en su clímax y lo último que quiero es un golpe, pero entonces un señor gruñón me sostiene del brazo.

―De aquí no te vas hasta que se aclare todo.

―No te creo nada Elinor―prosigue el novio mientras su familia parece apoyar lo que dice.

―Estás loco, Rowland―La novia empieza a estar histérica.

De pronto siento unos pasos atrás de mí, es Allan quien parece confundido con la situación. Se aleja lentamente hacia uno de los asientos fingiendo ser uno de los invitados. Con los ojos pido ayuda pero él se escabulle hacia la mesa de postres.

―Hay que calmarnos―Interviene una mujer de tez morena y un vestido azul marino que le llega hasta los tobillos.

―Exacto, Vivi tiene razón.

La novia levanta su vestido y camina hacia mí.

―¿Quién eres?

El novio no espera mi respuesta pues su puño se estampa en mi rostro antes de que hable.

―¡Rowland!

Solo escucho gritos por parte de los invitados, alguien nos aparta. De un momento a otro estoy en el suelo, mi labio sangra y estoy algo mareado.

La novia es la única que parece preocupada a pesar de que yo sea el causante de arruinar su boda.

Entonces de repente mi amigo aparece en mi campo de visión, pero de un momento a otro el novio me abalanza contra la mesa del pastel haciendo que este por consiguiente salga volando hacia todas partes.

Mi amigo se arrastra y logra ayudarme a levantar sin embargo de un momento a otro parece estar hiperventilando. Su rostro se pone de un color rojo y luce hinchado.

―¿Qué pasa?

Mi amigo sostiene su garganta como si le faltara el aire.

―Está teniendo una alergia―Interviene la mujer de vestido azul―. ¿A qué es alérgico?

―Al maní.

―¿Comió algo de la mesa de postres?

Ante mi silencio mi amigo asintió repetidas veces. No puede ser, Allan.

―Debemos llevarlo a urgencias.

La mujer saca su teléfono y marca un número que supongo debe ser de emergencias.

―¿Están bien?¿Qué sucedió?

La novia hace acto de presencia. Su vestido está hecho un caos, tiene pastel en la parte de abajo.

―Vamos al hospital. Te avisaré sobre que pasa―dice la mujer quien debe ser su amiga.

―Está bien.

La novia no me quita los ojos de encima y se que quiere hacerme esa pregunta: ¿por qué interrumpí la boda?

Me alejo del lugar sin prestar atención al caos que dejo atrás.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top