◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 52 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌
Si quisiera mentir diría que he dormido muy bien y extrañaba tanto esta habitación, pero no lo voy a decir. La verdad es que he tenido una muy mala noche —me maquillo las ojeras que me salieron por no haber dormido bien—. No estoy para nada cómoda en esta casa y mucho menos en esta habitación, hay tantas cosas que hacen que vuelvan recuerdos no tan agradables de mi adolescencia, Edmond tomo una muy mala decisión, no debió de haber aceptado esto y mucho menos yo.
Son casi las 8:30 —miro el reloj—. Mis padres ya no deben de estar en la mansión, mi padre ya debió irse al Bufete de Abogados y mi madre debió irse al club a hablar con las chismosas de sus amigas —ruedo los ojos—. No he bajado a desayunar con ellos porque no tengo cabeza para verlos y lidiar con los comentarios fuera de lugar de mi madre y sus reclamos de mi padre.
Normalmente, yo siempre llego a mi oficina a las 8:30, pero hoy llegaré una hora después, me iré lo más rápido posible y en el camino espero encontrar algún taxi e ir por mi auto, ni loca pediré que uno de los choferes de mis padres me lleve además yo puedo llegar tarde porque soy la jefa —me rio sutilmente—. Busco mi cartera que va a juego con mi vestimenta que hoy escogí, saque toda mi ropa de mi maleta y decidí usar un vestido de lana corto con cuello de tortuga, pero para terminar de combinarlo decidí usar una camisa blanca —sonrió—. Pero esa camisa tiene una particularidad y es que la camisa es de Edmond. Por alguna razón encontré entre mi ropa su camisa, así que al verlo no dude en usarlo, además así sería una manera de tenerlo cerca de mí.
Ya lista, tomo mi cartera y salgo de mi habitación, tengo que caminar lo más rápido posible, así para no cruzarme con nadie que no quiera. Me asomo un poco a la barandilla y veo hacia abajo, no hay nadie, ni tampoco escucho nada, eso significa que no hay nadie ni en la sala, ni en el comedor, es mi momento de irme. Con mucha rapidez empiezo a bajar las escaleras, claro, sin hacer ruido con las botas —me detengo al escuchar un ruido—. Espero unos segundos, pero no vuelvo a escuchar nada, así que vuelvo a bajar lo más rápido y silenciosamente que puedo. Termino de bajar la escalera, miro hacia el comedor y efectivamente no veo a nadie, por lo silencioso que está todo significa que mis padres se han ido —sonrió—. Pues a irnos de este lugar—. Me doy media vuelta y camino hacia la puerta...
— Buenos días, Isabelle —escucho la voz de mi madre y me detengo en seco. No puede ser cierto
— Buenos días, Madre —me doy media vuelta y saludo—. Creí que ya se había ido al club
— No, hoy no iré. Cancele mis reuniones para estar aquí.
— Oh... —me sorprendo
Pero la verdad es que más que sorprenderme, me preocupa, ¿por qué será que cancelo su reunión?, si lo hizo fue por algo. Mi teléfono suena y me doy cuenta de que es un mensaje de mi secretaria, tengo que irme ya.
— Lo siento... si me disculpas me tengo que irme —sonrió sutilmente y doy media vuelta
— ¿A dónde crees que estás yendo? —me sujeta del brazo fuertemente y hace que me dé media vuelta para verla
— A mi oficina, me están esperando —la miro extrañada por su reacción
— Ja, ja, ja —se empieza a reír—. Por favor, sigues con esa tontería
— ¿Tontería? —le pregunto y le miro enojada—. Mi empresa no es una tontería y por si no lo sabe se está convirtiendo en una de las empresas de marke...
— Si eso quieres creer es porque sigues siendo una tonta e ingenua —suelta su veneno—. Tu hermano, tu padre y tu esposo si tienen verdaderas empresas que dirigir...
— No voy a discutir con usted —le interrumpo y vuelvo a darme la vuelta, necesito salir de aquí. Mi paciencia se está acabando.
Justo cuando estoy por abrir la puerta, esta se abre y de ella entra una de las peores personas que he conocido en mi vida, Mark. No le doy mucha importancia porque mi madre hace que la vuelva a prestar atención.
— Te he dicho que tú no saldrás de esta casa bajo ninguna circunstancia —eleva más la voz
— Usted no es nadie para prohibirme nada
— Claro que sí, soy tu Madre... respétame —me mira enojada—. Además, no dejaré que salgas de esta casa vestida así, como una desvergonzada —camina hacia mí—. Te vistes tan vulgarmente y sin ningún tipo de clase, pareces tan corriente —me mira de pies a cabeza con desagrado—. Si vas vestida así no quiero ni saber como van vestidos tus empleados, qué mala imagen das a tus supuestos clientes...
— Usted no sabe nada de mi empresa ni de mis empleados... —aprieto los dientes y respiro profundamente aguantando mi enojo, porque esta no es mi casa y no quiero provocar malos entendidos—. Mejor me voy, no voy a caer en sus provocaciones —susurro más para mí.
— Te he dicho que tú no saldrás de esta casa hasta que tu esposo regrese. Si él te dejó a mi cargo será por algo, ¿no? —me dice cínicamente
— Si vine a esta casa fue por fuerza mayor, además Edmond pensó que sería buena idea, ya que estamos según él un poco distanciado
— Tu esposo es muy ingenuo
— Sí, él no pensó que esto no es una casa, sino el infierno —me rio sarcásticamente
— Porque estás aquí —susurra, pero la escucho
— Se me hace tarde y ya la he soportado demasiado —me doy media vuelta y camino a la puerta
Giro el picaporte y me doy cuenta de que está cerrado —me extraño—. Vuelvo a tratar de abrir, pero no puedo, está cerrado con llave —me empiezo a preocupar—. Intento abrirla unas veces más, pero es inútil, la puerta está cerrada y no puedo abrirla, esto debe ser un juego.
— Sigue intentando, no podrás abrirlo —se ríe sutilmente—. Recuerda lo que te dije, tú no saldrás de esta casa hasta que tu esposo regrese —me dice muy seria.
— Madre —la miro, asustada y extrañada—. Déjenme salir —vuelvo a intentarlo pero no puedo
Miro a un costado y veo a Alice parada, mirándome con tristeza y los ojos cristalizados, me acerco a ella de manera rápida y sería, ella me mira y se pone muy nerviosa, ya sabe lo que le pediré.
— Alice, las llaves —estiro la mano para que me las dé, pero ella no me hace caso—. Las llaves, dame las llaves —insisto, pero no se inmuta ante mi pedido.
— Mi niña... —me mira con tristeza
— Dámelas, dame las malditas llaves —grito más, pero nada, ella se queda callada y baja la cabeza
Aguanto las ganas buscar entre sus bolsillos la llave, porque sé que Alice no las debe llevar encima. Mi madre ya le debió pedir que lo esconda muy bien o se lo dio a alguien más.
— Es inútil que intimides a Alice, ella no te dará jamás las llaves —se ríe
En estos momentos estoy tan enojada, nerviosa y alterada que he empezado a respirar aceleradamente. Tengo que calmarme y no darle el gusto de verme así a mi madre, pero en estos momentos me es tan difícil. Miro a un costado y veo a Alice junto a algunos empleados que me miran sorprendidos, claro, ellos son nuevos y no saben nada.
— Debes estar muy contenta en estos momentos —me acerco más a ella y susurro—. Como siempre, todos terminamos haciendo tu voluntad.
Sin dejar de mirarle enojada, doy dos pasos hacia atrás, me giro y rápidamente subo las escaleras hacia mi habitación. Detrás de mí escucho como mi madre da órdenes o mejor dicho, grita a todos, pero no escucho muy bien porque ya estoy en el piso de arriba. Ni bien llego a mi habitación, la cierro de un portazo provocando que algunos adornos se caen, lo cual no me importa. Dejo caer mi cartera o mejor dicho la tiro a un costado liberando algo mi enojo.
— ¡¡Ahh!! —grito con todas mis fuerzas mientras aprieto las manos.
Mi mente empieza a desbloquear muchos recuerdos de mi adolescencia que ya los había olvidado, quiero volver a gritar, pero escucho mi teléfono —ahogo un grito—. Lo saco de mi cartera y veo que es Ethan —rayos—. Tengo que calmarme y hacer como si nada paso, así que cierro los ojos y respiro profundamente, calmándome o eso estoy tratando.
📞Llamada telefónica📞
— Hola
— Hola Tabi, hermosa, te estoy esperando en tu oficina, ¿ya estás llegando?
— Ethan...
— Te escucho rara, ¿Estás bien?, ¿Están bien?
— Estar bien, estar bien, diría que no, pero más o menos sí.
— Tabi —me dice preocupado
— Ethan no es nada de preocupación, solo estoy cansada y estresada —resoplo—. Tuvimos que salir del flat, Edmond está de viaje y yo me quede en casa de mis padres.
— ¿Cómo que se fueron de su flat? Explícame, me estás preocupando aún más.
— Sí, ayer en la tarde se inundó el flat por problemas de la red de tuberías que al parecer el material que usaron estaba mal, las obras para arreglarlo duraran cuatro a cinco días y de mientras vinimos a la casa de mis padres.
— No me digas eso, pero después de todo esto Edmond ¿viajo?
— Sí, lo hizo ayer de madrugada. Por lo que me dijo hay problemas con un cliente y si no viaja puede arruinarse un gran proyecto.
— Debe de estar estresadísimo
— Como yo... —resoplo—. Ethan, hoy me será imposible ir a la oficina, de verdad mil disculpas
— Tabi, tranquila, no hay problema si nos vemos el próximo mes
— ¿Próximo mes?
— Sí, mañana viajo a Italia, en unas semanas tengo un pequeño torneo.
— E iras a aclimatarte
— Exacto, no quiero que me pase lo mismo que la última vez.
— Verás que no pasara nada malo y que ganaras ese torneo
— Por supuesto —se ríe sutilmente—. Cuando regrese de Italia te volveré a llamar para reunirnos
— Esta vez no te fallaré, lo prometo.
— Si necesitas cualquier cosa, solo llama.
— Adiós, Ethan —sonrió sutilmente
— Adiós
📞Fin de la llamada📞
Apago mi teléfono y me siento en la cama y me dejo ganar por unas lagrimitas, mientras hable con Ethan, trate de disimular lo que más pude, pero creo que no lo hice bien, estoy muy segura que Ethan llamara a Edmond y si no le convencí en pocos minutos Edmond me llamara. Con pesadez y tristeza me echo en la cama, tomo una almohada y grito con todas mis fuerzas derramando algunas lágrimas. Jamás creí volver a vivir esto...
Media hora después
He llorado tanto que mis ojos están tan rojos, pero me ha ayudado a calmarme y apaciguar mi enojo. En este tiempo Lucia me ha llamado más de cinco veces y me ha mandado muchos mensajes, pero no los he respondido, no tengo ganas. Solo quiero estar recostada, con los ojos cerrados y en silencio, esperando que las horas y los días pasen y que al abrir mis ojos vea a Edmond. Escucho un pequeño golpe —es extraño—. Vuelve a tocar, pero esta vez escucho una voz, que no logro reconocerla.
— Quien quiera que sea váyase —digo enojada y me cubro la cara con las manos
— Disculpa, puedo entrar —escucho que abren la puerta y entra
— Eres sorda, te he dicho que te vayas... —me siento en la cama y veo quién ha entrado a mi habitación
— Si te escuche, mi niña, pero...
— Alice —susurro y la miro enojada
— Te traje algo de desayunar, como no bajaste a desayunar, supongo que debes estar hambrienta —deja la bandeja en una pequeña mesa—. Espero te guste, mande a preparar los ricos sandwiches que tanto te gustan, el del lado derecho es de mantequilla de mani y el lado izquierdo es de mermelada —me indica
— Llévatelo —aguanto mi enojo
— También hay un poco de café, aunque sé que no te gusta mucho, por eso hice el batido de fresas y frutilla que tanto te gusta...
— Que acaso tengo que repetírtelo —me levanto de la cama y camino hasta la mitad de la cama—, Llevate toda esa comida, yo no voy a comer nada y menos traídas por ti —elevo la voz
— Tabi, mi niña no puedes estar sin comer, si no te gusta nada de lo que te traje puedo hacer...
— No quiero nada de eso, que no entiendes —se me cristalizan los ojos.
— Tabi... por favor, come, aunque sea un poco, no es bueno para tu salud —me dice usando su voz dulce para manipularme.
— No uses ese tono conmigo, ya no funciona —me rio sarcásticamente—. Ya no soy la niña castigada por sus padres que caía en tus manipulaciones y la chantajeabas para que comiera —la miro enojada
— Yo nunca...
— Así que toma tu bandeja —le doy la bandeja haciendo que se derrame el café y el jugo en la misma bandeja—. Vete de mi habitación—abro la puerta y le doy un pequeño empujón.
Alice se da la vuelta con la bandeja, me mira y noto que tienes los ojos cristalizados —la verdad no me importa—. Sin dejar de verla, cierro la puerta muy fuertemente para luego ponerle seguro, aunque sé que es en vano porque mi madre la podrá abrir en el momento que quiera, ya que ella tiene una llave maestra. Me vuelvo a sentar en la cama y respiro profundamente, quiero y necesito calmarme porque si no me empezara a dar una fuerte migraña. Mi teléfono vuelve a sonar y veo que es un mensaje de Lucia, en el mensaje me pone que es urgente, no puedo ignorarla más, así que miro los mensajes que me mando.
Ethan debió decirle que no iba a ir a la oficina, así que me mando una lista de pendientes de hoy y las opciones que tengo para cambiar, así que lo reviso rápidamente y en menos de diez minutos he cambiado muchas reuniones que tenía estos días, pero sobre todo he derivado una reunión a uno de los directores del área creativa para qué lo realicé, esta reunión será como una prueba de fuego, si lo logra estará encabezando el proyecto que tanto quería entrar.
Dejo cargando mi teléfono y doy un pequeño salto a la cama, respiro profundamente y cierro los ojos unos segundos —me acomodo de costado—. Aunque sea otra casa, el ambiente sigue siendo el mismo, estar así en silencio hace que recuerdos y eventos hagan su aparición entre mi memoria, solo quiero que pasen estos días lo más rápido posible...
— Una vez más desde el coro, pero esta vez trata de llegar a las notas altas —empieza a tocar el piano
— Está bien
— Uno, dos, tres —me da la orden
— And I need you now tonight, and I need you more than ever, and if you only hold me tight we'll be holding on forever and we'll only...
— Noo —grita, deja de tocar y me callo—. Empieza de nuevo —vuelve a tocar el piano —. En uno, dos, tres... —vuelve a tocar y empieza a cantar—. Turn around, bright eyes, every now and then I fall apart
— And I need you now tonight and I need you more than ever and if you only hold me tight. We'll be holding on forever and we'll only be making it right. Cause we'll never be wrong together we can take it to the end of the line your love is like a shadow on me all of the time...
— No, no, no y no —grita y me asusta—. Aprende a cantar con pasión, con sentimiento y no plano —me regaña.
— Señor Walker eso hago
— Llevamos más de una semana y sigues igual, eres la alumna más difícil que me ha tocado —se levanta y se sirve un poco de agua de la jarra que tiene cerca
— Lo sé —susurro
— Pero mira la hora que es —me indica su horroroso reloj de pared—. Nuestra clase acaba... ahora
— Al fin —digo y resoplo
— Practica los ejercicios de afinación que me doy cuenta de que no lo estás haciendo
— Está bien —tomo mi mochila y salgo corriendo
El señor Walker es la persona más insoportable que he conocido este año, si por mí fuera no pasaría estas clases porque las odio, odio mi voz... pero por órdenes de mi madre las tengo que pasar. Abro la puerta y veo en un costado a Izan, que al verme sonríe y se levanta
— Me esperaste —me acerco a él y lo abrazo teniendo cuidado con su brazo izquierdo
Hace dos días Izan sufrió un pequeño accidente donde se lastimó el brazo izquierdo, por suerte solo fue una luxación menor y no paso a ser una fractura.
— Claro, te prometí que te esperaría. Yo siempre cumplo mis promesas —se acerca y me da un beso fugaz—. ¿Cómo te fue?
— Te diría que bien, pero debiste escucharlo —empezamos a bajar las escaleras
— Todo el edificio lo escucho —baja detrás de mí.
— Odio sus clases y lo sabes —lo miro sería—. Pero lo que más odio es cantar esas canciones tan antiguas.
— Pero si cantas muy hermoso, yo adoro tu voz y sigo insistiendo en que deberías presentarte en el club de canto
— Tal vez debo presentarme y cantar algo moderno como... —sonrió porque se me acaba de cruzar una idea.
— Tabi...
— With a taste of your lips, I'm on a ride —empiezo a cantar a capela—. You're toxic, I'm slippin' under —le señalo y camino muy lentamente a él—. With a taste of a poison paradise, I'm addicted to you —me paro frente a él e Izan sonrie—. Don't you know that you're toxic? —Izan aprovecha y me besa apasionadamente por unos segundos—. And I love what you do —canto y le doy un beso fugaz—. Don't you know that you're toxic? —Izan se acerca y con su mano derecha me sujeta de la cintura y me atrae hacia él para luego besarnos apasionadamente.
Nuestro momento romántico del día es interrumpido por el sonido de una puerta, Izan y yo nos separamos y bajamos rápidamente las escaleras hasta abajo sin hacer ningún ruido, no quiero que algún vecino le diga algo al Señor Walker y este le diga a mis padres.
Izan me abre la puerta y salimos del edificio, aún es algo temprano y creo que tenemos algo de tiempo para ir a tomar un helado o algo, no quiero llegar a casa aún y estar en mi habitación hasta aburrirme.
— Izan, te parece si vamos por unos helados —me doy media vuelta de espaldas
— Me parece...
Escuchamos un fuerte rechinido de llantas —me doy media vuelta—. Se abre una puerta de una de las dos camionetas que se han detenido —doy pasos hacia atrás—. Caminan hacia nosotros muy rápidamente y mi miedo empieza a crecer. Cuando estoy esperando que se me acerquen veo que ellos no vienen por mí, sino que se van directamente a Izan y hacen que retroceda alejándose de mí —reacciono y salgo de mi pequeño letargo
— Eyy... no se me acerquen —grita Izan
— No... —grito, pero uno de ellos hace que retroceda
— Señorita Lougthy —escucho a alguien detrás de mí y me doy la vuelta
— Mark —digo sorprendida al verlo
— Lo siento, pero tiene que acompañarnos —Mark saca su teléfono y me muestra la pantalla, donde está la llamada de mi madre
— No, no lo haré... no —doy pasos atrás
Mark me mira y sonríe sutilmente lo cual hace que me estremezca, en cuestión de segundos Mark camina hacia mí y me sujeta del brazo arrastrándome hacia la camioneta, yo trato de soltarme de su agarre, pero no puedo, porque Mark me sujeta más fuerte
— No, suéltame... Mark... me lastimas —forcejeo para soltarme pero no puedo
— Deja de ser caprichosa y camina —me grita
— Suéltame... —me desespero
— No... suéltala, maldito, suéltala... Tabi —escucho a Izan gritar.
— Izan —miro hacia atrás y veo como no le dejan pasar—. Mark... por favor, no me hagas esto —le imploro con los ojos cristalizados pero no funciona
Mark se detiene, me sujeta fuertemente del brazo y sin que me lo espere hace que me gire y vea a Izan, que sigue tratando de que no se le acerquen, pero a la vez trata de acercarse a mí.
— ¡¡Míralos!! —me dice mientras con su otra mano me sujeta de las mejillas—. Con una sola señal mía y haré que tu noviecito conozca lo que es realmente el dolor.
— No te atreverías —susurro aguantando mi enojo y mis ganas de llorar.
— Claro que me atrevería, tú me conoces muy bien —hace que lo mire y me sujeta de los brazos—. Así que tienes dos opciones, subes por las buenas o por las malas.
Miro los ojos de Mark y veo que sus amenazas no son vacías y que cumplirá su amenaza, si no quiero que lastimen a Izan tengo que hacerle caso.
— Está bien —hago que me suelte—. Me despediré de Izan —doy dos pasos hacia atrás y camino hacia el
— Ay... no estoy para cursilerías —se acerca rápido a mí y me sujeta del brazo
— Suéltame —me giro y lo golpeo—. Te odio... Te odio... deja de meterte en mi vida, tú no eres nada mío —trato de correr hacia Izan, pero Mark me sujeta de la cintura y me carga hacia la camioneta
— Si fueras mi hija no serias una malcriada y malagradecida —me mete a la fuerza a la camioneta y la cierra
Desde la ventana veo como Izan trata de acercarse, pero no le dejo, yo solo puedo golpear la ventana y dejar que me ganen las ganas de llorar. Solo quiero que no le hagan daño...
— Izan... Izann... —grito llorando.
— Cállate o doy la orden de que lo golpeen.
— Te odio —le digo con toda la rabia dentro de mí.
— Tú ódiame lo que quieras, solo estoy haciendo mi trabajo —empieza a conducir—. Por cierto esta vez estas en serios problemas con tus padres
Miro hacia atrás y veo como dejan a Izan, los demás guardias suben muy rápido a las camionetas. La camioneta ha avanzado y ya no veo a Izan, solo escucho los gritos de él diciendo mi nombre...
Despierto de golpe respirando entre cortado y acelerado, mejor dicho estoy hiperventilando —llevo mis manos a mi cuello y trato de respirar profundamente, para que se me pase esta sensación de ahogo—. Hace mucho tiempo que no tengo un sueño así o mejor dicho, una pesadilla, porque si fue una pesadilla de un momento que quisiera olvidar. Escucho la puerta tocar, pero no me importa porque ya sé quién es.
— Tabi, mi niña —abre la puerta y al verme como estoy se acerca rápido—. Respira, inhala, exhala —me indica y trata de abrazarme pero yo la empujo
— No me toques, aléjate —respiro profundamente
— Por favor deja que te ayude —me insiste
— No necesito tu ayuda, ni de nadie —me levanto de la cama— Te puedes ir...
— Tu padre quiere que bajes a cenar —me dice sería y yo me sorprendo.
— ¿Cenar? —pregunto sorprendida
Ya más calmada busco mi teléfono y por suerte lo encuentro en la cama, lo prendo y me doy cuenta de que ya son las siete de la noche, tengo cuatro llamadas perdidas de Edmond y muchos mensajes también. ¿En qué momento dormí tanto?
— No tardes mucho, que sabes que tu padre odia esperar
— Pues que espere... no pienso
— No me importa que quieras o no —escucho la voz de mi madre que está en la puerta—. Estás en mi casa y si digo que bajes a cenar, lo haces. Tienes dos minutos para bajar —me dice muy seria—. Por cierto, arréglate. Estás horrenda —me mira de pies a cabeza, hace su mueca de disgusto y se va.
Respiro profundamente para no gritarle, ignoro a Alice y voy al baño, me miro en el espejo y veo que tengo todo el maquillaje corrido —me rio sutilmente—. Parezco un mapache, abro el grifo y me lavó la cara, no tengo ganas de volver a maquillarme y mucho menos de cambiarme de ropa. No tengo ni las más remotas ganas de bajar y cenar con ellos, pero esta cena me puede servir para saber a qué hora se irán mañana y quienes se quedarán. No puedo creer que volveré hacer lo que en mi adolescencia hacía para poder salir o conseguir un teléfono y llamar a Izan.
Salgo del baño y veo que Alice ya no está —qué suerte—. Salgo de mi habitación y bajo con mucha lentitud las escaleras, no tardo mucho en escuchar a mis padres hablar —ruedo los ojos—. Respiro profundamente y armándome de valor entro al comedor.
— Buenas noches —saludo
— Al fin llegas —dice mi madre enojada
— Hija, un placer verte. Siéntate —me señala un lugar alado de él, frente a mi madre—. Llegas justo para el plato fuerte
— Al parecer no me hiciste caso —se da cuenta de mi aspecto mi madre
— Lo siento, si hacía lo que me pedías no iba a bajar
Alice nos interrumpe y empieza a servir el plato fuerte, ni bien lo pone frente a mí, hago un gesto de desagrado. Sabía que mi madre iba a hacer algo así, ella sabe muy bien que odio el tofu y más salteado, fue un golpe bajo. Mis padres empiezan a comer mientras que yo solo empiezo a comer las verduras.
— Tabatha ¿Cuántos días te quedarás? —me pregunta mi padre
— Cuatro días como máximo, es hasta que Edmond regrese
— Cuatro días que tengo que cuidarte —susurra
— Que estoy secuestrada —insinuó, miro a mi Padre y veo que no nos ha escuchado porque está revisando su teléfono —ruedo los ojos.
— Tabatha, ¿mañana te reunirás con la hija de uno de mis amigos del club? —me pregunta
— Mañana tengo una reunión con la representadora legal de una marca internacional
— Debe ser ella, porque algo así me comento. En fin quiero que la trates muy bien, él es un gran amigo y muy buen cliente.
— Lo hiciera, pero la reunión de mañana lo tendré que cancelar —digo, estoy viendo una oportunidad de poder salir de aquí.
— ¿Cómo así? —me mira extrañado
— Me reuniría con ella si me dejaran salir...
— Mi amor —me interrumpe mi madre y toma la mano de mi padre—. Edmond se fue de viaje y que Tabi esté sola no es bien visto, pueden pensar cosas o peor aún inventar cosas o... —le mira y por esa mirada sé que le ha hecho entrar en cuenta de algo.
— Estás exagerando —le quita seriedad y bebe un poco de su vaso de agua.
— Madre...
— Si la trajo aquí es por algo, pero si no quieres creerme es tu problema, pero yo no ayudará a que creen rumores estúpidos
Mi madre sigue diciendo tonterías que quisiera contestarlas, pero lo mejor es que me quede callada, no quiero arruinar mi oportunidad de salir de esta casa, ir a mi oficina y arreglar algunas reuniones importantes que tengo. Además de revisar las últimas fotos que sacaron para los banners de una promoción publicitaria que en pocos días tenemos que entregar, pensándolo bien si tengo muchas cosas que hacer, además también como estará las reformas del flat, ¿quién se está haciendo cargo? Tendré que llamar a Nana...
— Tabatha, hija —me habla mi padre y salgo de mis pensamientos.
— Sí...
— Mañana cuando la veas trátala muy bien, no quiero enterarme de que la trataste mal
— ¿La vea? —pregunto sin entender
— Claro, mañana cuando vayas a tu oficina
— A claro, claro —sonrió sutilmente.
No sé en qué momento paso, pero no voy a desperdiciar esta oportunidad, mañana será un día complicado y cansador, pero al menos estaré más tranquila dejándolo todo resuelto.
— Pero Mark te acompañará —sonríe mi madre y por dentro estoy pensando en muchas malas palabras que me gustaría expresarlas.
— Disculpen, tengo que contestar esto —se levanta de la mesa, mi Padre, dejándome sola con mi madre.
— Madre, por si se le olvidó tengo...
— No me interesa, sales con Mark o no sales —me dice sería—. Tu padre es ingenuo, pero yo no, si no fuera por lo de la hija de su amiga, tú no ibas a salir...
— Al menos estaré unas horas lejos de...
Me callo porque mi Padre vuelve a entrar al comedor —respiro profundamente—. Al menos mañana estaré lejos de ellos por unas horas, en especial de la presencia de mi madre —vuelvo a respirar—. Aguanta, tengo que aguantar.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Estoy de vuelta en esta habitación —al fin—. Estar con ellos y escuchar sus tonterías han provocado que se me revuelva el estómago, de hecho sigo con esa sensación que espero se pase. Me saco las botas y el pequeño vestido quedando solo con la camisa de Edmond —me miro en el espejo y siento el aroma al perfume de Edmond—. Creo que esta noche dormiré con él, voy hacia la cama y prendo la laptop, necesito escuchar un poco de música —pongo mi playlist—. Escuchar música me relajará —cierro los ojos y respiro profundamente unos segundos.
La música se corta y empieza a sonar como una llamada, voy a la laptop y me doy cuenta de que es una llamada de Zoom, abro la aplicación y me doy cuenta rápidamente que la persona que me está llamando es Edmond —sonrió.
💻Zoom💻
— Tabi mi amor
— Edmond —me anima al verlo
— Perdón por no llamarte todo el día, pero estuve enfrascado en una reunión para tratar de resolver el problema.
— Te ves cansado —le indico
— Y lo estoy —resopla— pero ¿Cómo estuvo tu día?
— Bien —dejo la compu en la mesa de noche y camino hacia la cómoda para buscar mis cremas—. Solo que no pude ver a Ethan
— ¿Por qué? ¿Paso algo?
— Mi madre me insistió en quedarme y no pude negarme —miento
Quisiera decirle que estoy retenida en la casa de mis padres y que mi madre no me dejo salir, que vi a alguien que siempre estuvo en mis pesadillas y que estoy a punto de volverme loca... pero no puedo, no quiero preocuparlo y distraerle, en estos momentos él está más centrado en solucionar ese problema con un cliente.
— Veo que lo estás pasando muy bien con tu familia
— Sí, muy bien —digo con sarcasmo y ruedo los ojos, me doy la vuelta y miro hacia la laptop—. Por cierto, reconoces esta camisa —levanto las manos y doy una vuelta rápida
— Espera... acércate más —me pide y yo me acerco más a la laptop para que vea bien—. Es...
— Efectivamente —me doy media vuelta y me alejo un poco para luego darme una vuelta.
—Ya decía yo que me faltaba algo
— Me queda bien —hago como si me abriera un botón pero no lo hago
Se me pasa una idea por la mente al escuchar la música que seguía de fondo. Doy media vuelta y obstruyo la puerta con el sillón de pie de la cama, cosa que sé que no funcionara porque ya lo hice muchas veces, pero aun así abrieron la puerta. Vuelvo a la laptop y subo el volumen, camino hacia el centro de la habitación y empiezo a moverme a ritmo de la música.
— Tú me robaste el corazón como un criminal —canto y señalo como si estaría aquí—. Bebé yo no puedo negarlo, esto que siento por ti no puede ser legal, ah —doy cuatro pasos cruzados mientras contoneando las caderas—. Criminal, cri-criminal, tu estilo, tu flow, baby muy criminal... criminal, uh, criminal, ah. —me muerdo sutilmente el dedo derecho por unos segundos para luego seguir moviéndome de manera sexy sin perder el ritmo de la música.
— Ya tú me miras como que te pongo mal, de lejos yo puedo observar, lo que tu mente puede pensar, tú me dices que yo me dejo llevar... —se calla porque sé que no conoce mucho de la letra y vuelve a cantar lo que sabe, mientras yo me doy media vuelta, me recojo un poco el cabello y muy lentamente contoneando las caderas—. Similar yo la he visto por ahí que solo la mire de lejitos y se ponga así, salvaje —canta y yo hago un poco de twerting, solo un poco—. Báilame, pero con coraje y deja que esta pista haga, te suba el traje —escucho y levanto las manos para que se suba un poco la camisa.
— Miento —doy media vuelta—. Si te digo que en ti no ando pensando —hago una señal de pensar con las manos—. Quisiera saber lo que estás haciendo, Te llamo, pero me sale ocupado —hago la señal de llamada, con los dedos y pongo cara de triste—. Tú me robaste el corazón como un criminal, Bebé yo no puedo negarlo, esto que siento por ti no puede ser legal, ah —paso mis manos por todo mi cuerpo y cierro los ojos pensando que él está aquí, en esta misma habitación.
Dejo que la música sigue y yo sigo bailando muy lentamente, solo que esta vez, empiezo a levantar un poco la camisa dejándole ver mi lencería, por la forma en como me está mirando y está sonriendo, sé que lo está disfrutando.
— Como tú no hace, rompe la ley, tú eres un delito que yo quiero cometer —me agachó sutilmente y finjo de abrir el primer botón, pero no lo hago—. Si por eso dieran tiempo, perpetuar debieras ver para mis problemas que no quiero resolver, no... Tú me encantas, yo no te quiero mentir, Tú, tú eres para mí, no te quiero compartir, si mala maña, la cosa se nos daña, Tú, no te has ido y mi cuerpo a ti te extraña —paso mis manos desde mis piernas, subiendo la camisa y que vuelva a ver mi lencería.
— Tú me miras, como que te pongo mal, de lejos yo puedo observar —me hace la señal de observar con los dedos—. Lo que tu mente puede pensar, Tú me dices que yo me dejo llevar, será porque tienes un flow, Demasio' de cri-criminal, baby... —Se mueve un poco y ya me imagino porque se ha movido.
— Criminal, cri-criminal, Tu estilo, tu flow, baby muy criminal —ya no quiero hacerle sufrir, así que empiezo a desabrocharme los dos botones de la camisa—. Criminal, uh criminal, ah...
— Criminal, cri-criminal, Tu estilo, tu flow, mami muy criminal, Criminal, cri-criminal, ah...
La música sigue, yo me paro en medio de la habitación y empiezo a moverme muy sexymente, jugando mucho con el tercer botón de la camisa —sonrió pícaramente—. Pero algo raro veo en la pantalla, Edmond cambia su cara completamente, me hace una señal con el dedo y se va —me acerco a la laptop y espero—. Trato de escuchar algo, pero me es casi imposible, solo escucho algunas cosas muy lejanas —tomo la laptop y me acomodo en la cama con la laptop—. No tarda mucho en reaparecer y en las manos trae una pila de documentos —me sorprendo.
— Mi amor, ¿Paso algo? —pregunto curiosa
— Lo siento, era Harper que me trajo estos documentos —me los muestra y aguanto mi enojo—. Tendré una noche muy larga
— Si quieres puedo acompañarte —le digo, pero como conozco tan bien a Edmond sé que necesita estar concentrado sin que le moleste
— Me encantaría, pero necesito concentrarme en revisar estos documentos
— Lo sé —sonrió—. Trata de terminar rápido y descansa, además trata de dormir al menos unas horas
— Haré eso —sonríe y me guiña un ojo—. Te amo
— Te amo
💻Fin del Zoom💻
Cuando escuche el nombre de Harper me tuve que contener y no gritar, está esperando la mínima oportunidad para tratar de conquistar a Edmond, cuando regresen de su viaje y ya todo este solucionado en el flat, iré a la oficina de Edmond y le daré otro breve aviso y esta vez ya no será tan amistosa —respiro profundamente y guardo la laptop—. Hoy fue un día intenso, será mejor que trate de descansar, así mañana podre hacer todo lo que tengo que hacer y descansar de la presencia de mis padres, al menos mañana podre salir de esta prisión.
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Holis volvi con un nuevo capitulo de Infieles. Espero que les guste, se que no he estado actualizando mucho pero he tenido unos meses complicados, mas que nada un Enero muy triste 💔 y he estado con los animos bajo, pero poco a poco estoy volviendo a sentirme animada 😊 asi que tratare de actualizar mas seguido.
No se olviden que l@s quiero mucho😘😘😘😘 y lleerlas me anima mas.
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Los quiero J♡
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