◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 50 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌

⚠️🚫 Advertencia contenido(+18)🚫⚠️

Necesito tomar un descanso de unos minutos, desde ayer que mi mente está a mil por horas —me sujeto el puente de la nariz y me saco los lentes—. No he dormido casi nada gracias a los problemas que de la nada han aparecido —me levanto de la silla y voy a abrir la ventana, necesito respirar un poco de aire—. Tengo que solucionar el malentendido con Tabi, no puedo permitir que se enoje. No estoy muy convencido de que haya hecho algo malo al ocultarle que mi abuela estaba en Nueva York, pero era necesario que no lo sepa, porque así cuando Tabi regrese a mi lado no iba a ser una fuerte impresión, iba a decir que nuestro amor al final del día prevaleció. No me convenía que ellas hablaran porque quería evitar justamente lo que paso, pero según me contó Tabi o mejor dicho lo poco que me dijo gritándome, es que no le contó a detalle lo que paso entre nosotros dos y la dejo que siguiera creyendo en mis mentiras piadosas, lo cual agradezco —cierro los ojos y respirar profundamente—. Intentaré volver a llamar a ver si esta vez toma mi llamado —saco mi teléfono y la llamo—. No contesta —aprieto los dientes enojado—. Desde ayer he tratado de hablarle y la he llamado muchas veces, pero no me ha contestado, esta muy molesta, pero me da igual, le seguiré llamando hasta que me conteste. Mis pensamientos son interrumpidos por unos pequeños toquesitos de la puerta

— Señor Miller —entra mi secretaria muy discretamente y mirando hacia los costados

— Sarah —me doy la vuelta y camino hacia mi escritorio—. ¿Paso algo?

— Llegaron unos documentos muy importantes que necesita firmar, Mark Bale

— Pásamelos y cuida que nadie entre —me siento en mi escritorio y dejo la laptop a un costado

Rapidamente me doy cuenta de que si son documentos muy importantes provenientes de Inglaterra —sonrió—. Llego en un buen momento estos documentos y por lo que estoy leyendo aceptaron todo. Este proyecto será uno de los mejores edificios de Inglaterra y quedará en la posteridad, será mi mayor creación en el ámbito arquitectónico, ya que yo he hecho todos los planos y he diseñado cada pequeño rincón, con esta construcción seré recordado por muchos años, incluso siglos.

— Señor Miller, no se olvide que hoy en una media hora tiene 5 videollamadas programas con potenciales clientes ingleses, uno de ellos me pidió si podíamos cambiar el horario de la videollamada, pero según su agenda será imposible.

— ¿Quién es el que pidió el cambio? —pregunto y firmo unos documentos

— El de las cuatro de la tarde

— Y es la persona con quien más tengo que hablar, bien que le dijiste que era imposible —de la que me salvo.

— También tienen que revisar los contratos que le mande a su correo

— ¿Me mandaste un correo? —pregunto levantando las cejas sorprendido

— Sí, señor Miller, está en su correo que me indico

— Se me ha acumulado mucho trabajo —resoplo y termino de firmar algunas hojas

— Si necesita ayuda, puedo darle algunos de los planos de los proyectos a los pasantes para que los hagan y usted luego los revisa

— Mmm...

Dar algunos proyectos a los pasantes para que hagan los planos y las diferentes medidas, no me suena nada mal la idea, creo que lo haré porque yo en cualquier momento me volveré loco porque estresado, si estoy. Creo que lo haré.

— Hazlo, pide a uno de los arquitectos junior que los supervise

— ¿Qué proyectos quiere darles? —me pregunta

— Estos —busco y saco unas cuatro carpetas con proyectos de menor inversión. Creo que dos son de casas—. Diles que tienen una semana para hacer los planos y por cada error se les quitara puntos o beneficios. Diles algo que los motive

— Claro, señor —toma las carpetas—. Ya se me ocurrirá algo que decirles para que se motiven

— Algo más que quieras que firme o decirme

— Sí, señor —me mira, sería—. El señor Carl sigue muy insistente con el tema de los libros contables y ha preguntado mucho por —se agacha un poco para acercarse más a mí—. Usted, Mark Bale —susurra

— Sigue de intenso, Carl

— Sí, señor, hasta el encargado de contabilidad está harto y tengo miedo de que en algún momento caiga ante sus súplicas y le dé los libros contables con datos muy importantes.

— Si sucede eso lo despido, no quiero ratas en mi equipo. Ahora que lo pienso, haz un documento de autorización con tu nombre y que en ese documento especifique que no saldrá ningún libro contable ni nada por el estilo sin tu autorización

— ¿Yo, señor Miller? —me pregunta sorprendida

— Sí, Sarah —la miro serio—. Tú sabes todo lo que está pasando ahora y los riesgos que correríamos todos, incluso la empresa si Carl tiene acceso a esa información.

— Lo sé, señor, sé los riesgos

— Haz ese documento y mándamelo para que lo firme.

— Está bien, señor y gracias por poner su confianza en mí

— Toma, todos los documentos están firmados —le entrego los documentos

— Perfecto

Justo cuando está por decirme algo, más el teléfono suena, Sarah se adelanta y contesta, no le doy importancia hasta que me mira muy seriamente y me da el teléfono.

— El señor Harrison —susurra

— Gracias —digo y tomo el teléfono

Veo como Sarah se va de mi oficina y cierra la puerta, espero unos segundos antes de tomar la llamada, respiro profundamente y me calmo, no quiero que mii voz suene de preocupación o enojo.

📞Llamada telefónica📞

— Señor Thomas

— Izan, ¿Cómo estás? ¿Cómo está, Emma?

— Bien, ambos estamos bien, con ganas de volver a verlos.

— Y nosotros también, de volver a Nueva York —serie sutilmente—. ¿Cómo andas con la oficina?

— Todo bien, con algo de trabajo acumulado

— Cuidado con eso, no es bueno acumular las cosas y más proyectos, entre ellos puede estar uno muy importante o, pero aún puedes estar incumpliendo en el contrato.

— Lo sé y lo tengo muy presente, ya Sarah me está ayudando a quitarme algunos proyectos de encima. Guardar las apariencias es complicado.

— De eso te quería hablar, Izan, creo que ya está llegando el momento de desvelar todo porque ya muchos están hablando de ti y más ahora que acabas de cerrar el trato con esos inversionistas ingleses.

— Justamente lo hice hoy —digo muy feliz—. Cerramos el trato, señor Thomas, será uno de mis proyectos estrellas y según me dijeron, piensan hacer lo mismo aquí en Nueva York.

— Cuando todos se enteren querrán verte y por eso he pensado en el lugar perfecto donde puedes hacer tu aparición.

— ¿En qué pensó, señor Thomas? —pregunto curioso

— Muy pronto se celebrará la fiesta anual de la cámara de la construcción y sabes que ese evento es uno de los más importantes, ya que habrá muchas personas importantes.

— Lo sé, siempre he escuchado hablar de esa fiesta. Se sabe que en esta fiesta se hacen alianzas, tanteas a la competencia y te enteras de algunos chismes o habladurías que a la larga puedes utilizar a tu favor

— Y muchas cosas más, por ejemplo tantear a la competencia, enterarte de cosas que está sucediendo en el mercado, incluso chismes o habladurías que te pueden llegar a servir.

— ¿Chismes?

— Sí, tú crees que anticiparme a la fusión de la que te comente fue por casualidad

— La verdad es que si —digo sorprendido

— Pues te equivocaste, Kristin en la fiesta de hace un año escucho hablar a ambas familias sobre el posible matrimonio de sus hijos. Solo necesitas pensar un poco y te darás cuenta de lo que puede pasar —me dice riéndose

— Nunca lo había contemplado.

— Muy mal muchacho —ríe sutilmente—. Izan, esa fiesta será el mejor lugar para hacer tu gran entrada a los negocios y que todos te conozcan, bueno los conozcan porque tienes que ir con Emma, sé que en esa fiesta ella brillara y opacará a todas las demás.

— Mmm —lo pienso y tiene razón

— Izan, piénsalo unos días, pero no tardes mucho, ya que si aceptas ir tengo que preparar unas cosas y hablar con algunas personas que te ayudaran ese día.

— Está bien, señor Tomás, hablaré con Emma

— Piénsalo, muchacho, piénsalo

— Lo haré

📞Fin de la llamada telefónica📞

El Señor Thomas tiene razón, el mejor lugar para hacer mi gran entrada es la fiesta anual de la cámara de la construcción y más ahora que he firmado ese proyecto tan importante, sé que las habladurías correrán rápido y querrán saber quién es Mark Bale, quién es el hombre que hará uno de los proyectos más grandes e importantes de Inglaterra —sonrió de lado—. Y próximamente en Estados Unidos, mis pensamientos son interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose.

— Izan, Honey —entra Emma con una sonrisa muy radiante y se acerca a mí

— Emma —recorro la silla y Emma se sienta en mis piernas.

— Te extrañé —me da un beso en los labios y choca su frente con la mía.

— Y yo —sonrió mientras le acaricio las piernas sutilmente, me encanta cuando Emma viste con falda, se me hace más fácil poder seducirla en caso de que queramos hacer algunas cositas

— Izan, podemos pasarlo para mañana nuestro almuerzo

— ¿Por qué? —me sorprendo

— Las chicas me invitaron a almorzar y la verdad es que quiero ir con ellas, desde que regresamos no he podido hablar con ellas, ¿Te molesta que cambiemos para mañana el almuerzo? —me mira con algo de tristeza.

— No para nada —digo y veo que Emma se anima—. Ve con tus amigas a almorzar

— Gracias por entender —sonríe sutilmente—. Les hace mucha ilusión que les cuentes lo de mi viaje, nuestro viaje

— Emma... ten cuidado con eso, ya sabes que aún no puedes decir que estamos casados —le digo serio

— Lo sé, sé que aún no podemos anunciar nuestro matrimonio —me dice algo triste

— No te pongas triste, muy pronto lo haremos —le doy un sutil beso en los labios

— Eso espero porque quiero presumir a todos que estoy casada con el hombre más guapo, sexy e inteligente de todo el mundo —me abraza y me da un beso apasionado

— Pronto, ya llegará ese día y será más pronto que tarde —le aseguro

— Aun así te presumiré y ya veré qué respuestas les invento a su interrogatorio, porque me harán muchas preguntas.

— ¿Saben que viajamos a Inglaterra? —pregunto

— Sí, saben que viajamos para hacer unos posgrados. Carl les dijo que a todos que éramos los favoritos del señor Thomas y muchas más mentiras —rueda los ojos sutilmente enojados.

— Carl y sus tonterías, por suerte hasta ahora no ha dicho nada, ni insinuado nada de nosotros

— No, pero cada vez que me habla tengo miedo a que diga algo o insinúe alguna cosa para molestarme

— Uno de estos días me las pagará todas las que nos está haciendo —digo más para mí

Escuchamos unos golpecitos en la puerta y la voz de mi secretaria. Emma al reconocerla se asusta y rápidamente se va al asiento que hay frente a mí, arreglándose la falda. Espero que esta intromisión sea importante y no una estupidez.

— Pasa

— Seño... Izan —me dice al ver a Emma—. Perdón que te moleste, pero hay una persona que dice que tiene que hablar de algo muy importante

— ¿Conmigo? —pregunto extrañado

— Sí, me insistió mucho que te avise, ya que no tiene cita ni nada —me dice, sería—. Me dio esto para que lo reconozcas —me da una tarjeta y al instante reconozco quién es

— Dile que pase

— Está bien —se da media vuelta y se va de mi oficina

— Será mejor que ya me vaya —se levanta Emma y se vuelve a acercar a mí—. Te amo —me besa

— Adiós —sonrió.

Justo cuando Emma se da la vuelta se abre la puerta y deja ver a un hombre muy serio con un traje negro y un portafolios negro, espero que me esté trayendo muy buenas noticias porque los servicios de este hombre me está costando mucho dinero. Emma le saluda y cuando este le devuelve el saludo ella se va y cierra la puerta.

— Buenas tardes, señor Bale —me saluda y se para frente a mí

— Buenas tardes —saludo—. Siéntese por favor

— Gracias —se sienta.

— Dígame que me trae muy buenas noticias.

— Así es señor —pone su portafolio frente a mí, lo abre y saca unos documentos—. El pez mordió el anzuelo —me mira sonriendo y me da los documentos

— En serio, muéstramelo —tomo los documentos y empiezo a leerlos—. No lo puedo creer —me empiezo a reír.

— No fue muy difícil, aunque tengo que admitir que por un momento casi descubren el fraude, sus abogados son muy inteligentes, pero mi equipo es más astuto.

— Pero como estoy seguro de que todo esto sí funcionara —lo miro serio

— Señor, como le dije todo está muy bien controlado y muy bien estructurado, en el momento que usted decida todo explotara y no habrá nadie que dude de la culpabilidad de él.

— Me encanta —sonrió—. El día que todo esto explote será el inicio de su fin, su ambición será su condena. Por cierto, la transacción lo hizo mediante su empresa

— No, señor, lamentablemente no lo hizo, pero en las investigaciones que seguro le harán cuando explote, vincularán a su empresa. Le aseguro que cuando esto salga a la luz su imagen no quedará muy bien y todos no lo verán como antes, de hecho su reputación quedará en el suelo —me asegura.

— Hice bien en contratarte —guardo los documentos y saco mi chequera—. Toma y una bonificación para tu equipo —le doy el cheque donde está el resto del dinero que les debía.

— Muchas gracias, señor —sonríe—. Y no se preocupe a usted, no le podrán vincular con nada de esta estafa, claro en caso de que las cosas no salgan bien

— Eso espero —digo serio.

— Si no necesita algo más me voy retirando

— Por el momento no, pero pronto les volveré a llamar

— Esperaré su llamada —se levanta y se sale de mi oficina dejándome solo nuevamente.

Mi día de mierda ha cambiado completamente, esta última visita ha mejorado mi día completamente —me levanto de mi escritorio y camino hacia el ventanal para ver hacia la calle—. Cada día que está pasando estoy más cerca de mis objetivos, muy pronto todo lo que estoy haciendo harán que ella regrese a mi lado para poder vivir al fin nuestra historia de amor. 

Días después

Si pensé que mi semana iba a mejora, pues, me equivoque, logre que lo que paso con Luz e Izan no me afectará mucho y pude concentrarme en muchas de las cosas pendientes que tenía, más que nada supervisar muchas campañas publicitarias, pero todo cambio tras la llamada precipitada de mi suegra —ruedo los ojos.

Flashback

— Si madre, comprendo lo que sucede —entra Edmond a la isla de la cocina con el teléfono

— ¿Qué pasa mi amor? —lo miro

— Mi madre —me dice muy bajito—. Quiere hablar con nosotros

— Porque —susurro

— Eh... Si madre, Sí, Tabi está aquí... te pongo en altavoz —dice Edmond y pone el teléfono en la mesa—. Estás en altavoz

— Buenos días —saludo

— Hace poco me encontré con Meryl, en el centro comercial y me comento algo que me preocupo mucho.

— ¿Que paso Madre? —pregunta Edmond y se sienta a mi lado.

— Me comento algo indignada y extrañada que hasta ahora no le había llegado la invitación a la cena que tendrían que realizar

— ¿Cena? —preguntamos al unísono Edmond y yo

— Claro hijo, la cena que tienen que brindar invitando a los socios más importantes de la constructora —nos dice con algo de enojo

— Madre, nosotros no estamos organizando nada de eso

— ¿Cómo que no? —nos dice muy enojada—. Hijo, es costumbre que se haga ese tipo de cenas y más en tu posición de ahora

— Pero ¿Eso no lo hicimos ya?

— Eso fue muy diferente, hijo, yo me refiero a esas cenas que muchas veces fuimos con tu padre.

— Ya sé a qué invitaciones te estás refiriendo —resopla—. Madre, no creo que cena necesario...

— Claro que si es necesario hijo y más en tu posición, ahora eres el Nuevo gerente General, el CEO de la constructora. Es muy importante que lo hagan

— Yo creo que no

— Pues lo harán, de hecho le dije a Meryl que este sábado sería la cena y que en el transcurso del día le mandaremos la invitación

— Mamá ¿Por qué hiciste eso sin consultarnos? —le regaña Edmond—. Ambos tenemos muchas cosas que hacer

— Porque es necesario, además no será nada complicado para Isabelle, ella sabe a quienes invitar en estas circunstancias.

— Eh... supongo que sí —digo, pero en realidad no se nada de eso.

— Isabelle, asegúrame que sabes a quienes invitar y como hacer una cena así.

— Eh... —me pongo nerviosa y empiezo a balbucear

— No me lo puedo creer —me dice indignada—. Isabelle tú deberías saber estas cosas, ¿Tu madre no te enseño, a hacer estas cosas? Acaso no le ayudaste a tu madre en planear cenas de negocios dentro su casa

— Mamá —advierte Edmond y yo no sé qué decirle.

— Claro que he asistido a ese tipo de cenas pero no a muchas. Casi nunca me metí a la planificación de estas cenas que hacía mi madre —miento

— Isabelle deberías saber esas cosas porque ahora tendrás que realizar muchas y también fiestas empresariales que organizar...

— Margot —aparece Nana y habla—. Yo puedo ayudar a Tabi a organizar esta cena

— Es verdad, Nana siempre te ha ayudado a planear estas cenas —dice Edmond y me mira para luego sonreírme, sé que quiere levantarme el ánimo.

— Por favor hazlo Beatriz, tú más que nadie sabe lo importante que son este tipo de cenas y más ahora que Edmond es el Gerente General de la Constructora. Me encargaré de mandar las invitaciones.

— No tenemos escapatoria, ¿Verdad? —trata de mejorar el ambiente Edmond

— No, no lo tienen.

Fin del flashback

Me hubiera gustado responderle a mi suegra diciéndole que mi madre jamás se ha tomado la molestia de enseñarme esas cosas, que ella era la que organizaba las cenas solas y nunca me ha tomado en cuenta porque yo le estorbaba, ellos solo venían por mí cuando necesitaban aparentar ser una familia feliz, eran las peores horas de mi vida, pero como soy muy tonta y respetuosa, preferí callarme y escuchar sus regaños. Un fuerte ruido me saca de mis pensamientos y dejo de hacer lo que estaba haciendo, será mejor que vaya a supervisar, dejo las cosas que saque a un costado de la cama y salgo de la habitación. Rápidamente, veo como siguen acomodando la mesa, poniendo el mantel, los cubiertos, etc. Nana se da cuenta de mi presencia y se acerca a mí.

— Tabi —me sonríe

— Vine a ver como van las cosas —me acerco y miro como están poniendo la mesa

— Todo va bien —me dice Nana—. Como ves ya están poniendo la mesa, también están terminando de limpiar y acomodar los adornos de la sala como indicaste —me indica y en efecto veo como están limpiando los portarretratos y las cortinas.

— Está quedando todo muy bien —digo y camino hacia la cocina donde también hay personas preparando la cena

— La cena también está siendo preparada —me indica y voy a la cocina

En una esquina veo como ya están listo algunos bocadillos, también veo que están preparando la cena para esta noche. Como veo que hay muchos canapés fríos tomo uno y me lo como.

— ¿Quieres uno? —pregunto a Nana y le doy uno sin esperar su respuesta

— Gracias —sonríe y se lo come—. Están muy buenos

— Si están muy buenos, ¿Qué otros bocadillos más están preparando o piensan preparar para esta noche? —pregunto a uno de los chefs

Nana contrató a uno de los mejores caterings de la ciudad, sé que muchas personas los contratan para sus fiestas como por ejemplo mi suegra, que los contrato para una cena que dieron hace como una semana para unos amigos íntimos de ellos que llegaron de Europa.

— Como usted nos indicó también estamos preparando los canapés —me señala una bandeja llena de ellos—. Pate de mejillones —escucho eso y hago una mueca de desagrado

— Hubiera preferido otro bocadillo, pero a uno de los socios y su esposa les encanta el pate de mejillones —me estremezco tan solo con imaginarlo

— A mí me gusta más el tradicional —me dice Nana y se ríe sutilmente al verme hacer el gesto de desagrado

— Yo ni eso, sabes que detesto el Pate

— Lo sé —se ríe

— ¿Dónde están los bocadillos con atún? —pregunto

— Están aquí —me indica—. Hicimos unas tartaletas de atún y queso

— Perfecto —la verdad es que todos los bocadillos se ven deliciosos—. Por cierto, se acordaron de no utilizar nada de nuez o nuez moscada y frutilla o algo similar

— Sí, como usted nos indicó, no utilizamos nada de nuez y frutilla en las preparaciones.

— Recuérdenlo por favor, nada de nuez y frutilla en ninguna de las preparaciones —les recuerdo una vez más

— Así lo estamos haciendo, no se preocupe. También ya estamos empezando hacer los diferentes platos que nos pidió

— Dos personas que vendrán a la cena son alérgicos, uno de los socios de Edmond es alérgico a las nueces y la esposa de otro de los socios es alérgica a la frutilla

— Bien que te diste cuenta, pero ¿Cómo lo supiste?

— Después que me pasaste la lista de invitados, los busque en las redes sociales y en su biografía indicaban que tenían ese tipo de alergias.

— Hiciste muy bien, así pudiste escoger también un menú que no tenga ninguno de esos elementos

— Exacto, por cierto ¿Cómo andan con la elaboración de los demás platos?

— También ya se están preparando.

— Hoy todo tiene que estar a tiempo y sin ningún retraso

Ahora que lo recuerdo, la persona que me enseño sobre prestar atención a pequeños detalles como las alergias es Luz, recuerdo que ella se tomaba la molestia de llamarlos y preguntarles si tenían alguna alergia o no les gustaba en específico alguna comida, si tenía la posibilidad de cambiar su idea de menú lo hacía y más si era alérgico a algo —suspiro—. Luz me ha enseñado muchas cosas que hasta el día de hoy le agradezco tanto.

— Me quedo más tranquila ver que ya están preparando las cosas —digo

— Tabi, tranquila que todo saldrá bien —me da un sutil abrazo y sonríe.

— Lo sé, confió en que así será

Y es verdad, estoy segura de que la cena saldrá perfecta y que todos lo disfrutarán. Además, algo que no quiero reconocer es que mi suegra tiene razón, esta clase de cenas son muy recurrentes y que quiera o no se tienen que realizar.

Horas después

Me miro en el espejo para ver si tengo que arreglarme algo de mi maquillaje o mi peinado, de hecho me gusta mucho como me veo hoy. Tarde unas horas en escoger el vestido que iba a usar hoy, ya que todos los que tenía no me gustaban porque los notaba que eran demasiado elegantes para una cena de negocios en casa, tanta era mi indecisión que tuve que llamar Ainara y Sophie para que me ayuden a decidirme y realmente me ayudaron, después de casi unas dos horas revisando y probándome diferentes vestidos escogimos entre las tres el vestido verde corte sirena, con la espalda descubierta y una aventura en la pierna, sin la ayuda de ellas no me hubiera podido decidir hasta ahora. 

La puerta se abre y de ella entra Edmond que al verme sonríe, cierra la puerta y poco a poco se va acercando a mí, se para detrás de mí y me da un sutil beso en la mejilla, al sentirlo sonrió y lo miro a través del espejo.

— Estás muy hermosa —me dice y me sujeta de la cintura

— Gracias —sonrió y sin que me lo esperara Edmond saca una hermosa rosa blanca y me la pone frente a mi

— ¿Y esta rosa? —pregunto sorprendida

— Una flor para otra flor aún más bella —me dice

— Me encanta —sonrió y siento su aroma—. Aunque sé que lo sacaste de uno de los arreglos florales —me doy la vuelta y lo beso—. Te amo

— Te amo —me da un sutil beso

— Será mejor que lo ponga en un florero

Camino hacia mi mesita de noche y lo dejo, después le pediré a Nana que me traiga un florero con agua, no quiero que se marchite y que dure unos días. Adoro que Edmond me haga estos pequeños detalles. Vuelvo hacia donde estaba y me paro frente a Edmond que está terminando de ponerse su colonia —sonrió sutilmente al verlo—. Para esta cena Edmond ha decidido vestirse con un hermoso traje de dos piezas color vino, camisa blanca y corbata color negro liso, además de unos hermosos zapatos de vestir color negro, mi esposo esta implementé perfecto. Abro mi joyero y saco los pendientes a juego con mi collar que aún tampoco me los he puesto

— ¿Necesitas que te ayude? —me pregunta Edmond

— Sí, por favor, ayúdame con mi collar, que en pocos minutos empezaran a llegar —le pido y me lo pongo, Edmond con mucha delicadeza me lo abrocha

— Listo —me dice y me da un beso en el cuello—. Realmente estás muy hermosa —me susurra provocativamente

— En serio, te gusta mi vestido

— Sí, me encanta... que utilices este tipo de vestidos, con la espalda descubierta y que no tengan cierres

— ¿Por qué? —digo algo extrañada al escucharlo y sin esperarlo me da unos besos que bajan por mi cuello hasta que llega a mi hombro

— Porque puedo hacer esto —me dice, me vuelve a besar el cuello y sin que lo espere, siento como Edmond deja caer muy lentamente los tirantes de mi vestido provocando que quede expuesta, ya que por el diseño de vestido no necesitaba llevar brasier.

Edmond toma uno de ellos entre su mano y empieza con sus caricias, siento como lo masajea en círculos pequeños con la punta de sus dedos provocando que cierre los ojos y me deje caer hacia atrás.

— Ed... —hablo con la voz entre cortada porque siento como Edmond me empieza acariciar por encima del vestido, mi feminidad.

— Tu cuerpo me excita tanto... —susurra en mi oído y me muerde sutilmente el lóbulo de mi oreja provocando que me excite aún más

No sé cuanto más podre soportar las caricias de Edmond sin perder por completo el control, no puedo perder el control y más cuando en pocos minutos tendremos una cena muy importante con invitados muy importantes.

— Te deseo —susurra.

Edmond me hace pararme y con rapidez cambiamos de posición, me apoyo hacia adelante y me sujeto del filo de la mesa.

— Será muy rápido

Me hace separar las piernas y con rapidez, pero a la vez con suave tacto sube la falda de mi vestido hasta mi cintura, con un movimiento rápido baja mis bragas dejándome expuesta.

— Estás tan lista para mí —pasa dos de sus dedos por mi intimidad ya húmeda y los mueve un poco excitándome un poco más.

— Siempre —susurro.

Desde el espejo veo como Edmond se desabrocha los pantalones y sin esperar nada entra en mí de una sola estocada provocando que abra los ojos de par en par y suelte un pequeño gemido de placer. Me sujeta de las caderas y empieza a moverse, dando embestidas constantes y profundas, envolviéndome en un espiral de placer.

— Oh... mmm —es lo único que puede salir de mi garganta mientras me sujeto más fuerte del filo de la mesa para no caer hacia adelante.

Cierro los ojos y trato de controlar mis gemidos, ya que afuera de nuestra habitación hay muchas personas y no quiero que me escuchen o piensen mal de nosotros. Poco a poco Edmond acelera sus embestidas y sé que está buscando que llegue a mi clímax así como la de él. Yo no tardo mucho y llego a un gran orgasmo, Edmond no tarda mucho y también llega a su clímax dejándome llevar una vez más por un fuerte y devastador orgasmo.

— Edmond, Tabi —escuchamos que tocan la puerta—. Sus invitados acaban de llegar

— Mierda —dice Edmond y sale de dentro de mí con algo de brusquedad—. Lo siento —se da cuenta—. ¿Te lastimé? —me pregunta preocupado

— No tranquilo —miento un poquito.

— Edmond, Tabi. ¿Me escucharon? —insiste

— Sí, Nana, enseguida salimos —dice Edmond mientras se acomoda un poco los pantalones

— Está bien, no tarden —escuchamos como se va

Desde el espejo veo a Edmond irse lo más rápido posible al baño, mientras que yo trato de vestirme rápido, pero no puedo hacerlo, ya que aún estoy con el pulso acelerado y las piernas temblorosas, necesito unos minutos para recomponerme.

— Mi amor —sale Edmond del baño, está impecable, como si nada hubiera pasado. Se acerca a mí y me ayuda a subir los tirantes de mi vestido—. No tardes mucho, por el momento yo los recibiré —me da un beso en el hombro y me mira por el espejo

— No tardaré mucho —sonrió.

— Te amo —me da un beso en la mejilla—. Después de la cena continuaremos con lo que dejamos a media —me susurra y me excito una vez más

Sale de la habitación y me quedo sola, ya más calmada me miro en el espejo y me acomodo mejor mi vestido, para mi buena suerte no se ha arrugado o se ha manchado. Lo que sí veo es que estoy despeinada y mi maquillaje algo corrido —con mucha rapidez me empiezo a arreglarme algunas cosas—. Me vuelvo a mirar al espejo ya con el maquillaje arreglado, estoy como si nada ha pasado —sonrió—. Si no hubiera esta cena, ambos no hubiéramos salido de la habitación hasta mañana.

— Uff... es hora del show —digo mientras me miro en el espejo, estoy perfecta. Respiro profundamente y salgo de la habitación

Camino hacia la puerta y noto que Edmond está hablando con uno de los socios y su esposa, si mal no recuerdo él es dueño de la empresa de distribución de materiales de construcción, ellos y la constructora llevan muchos años trabajando juntos.

— Buenas noches —saludo a ambos—. Disculpen la tardanza

— Buenas noches —me saludan ambos

— Pasen —dice Edmond y todos caminamos a la sala

Ambos nos sentamos e inmediatamente nos traen una bandeja con unos bocadillos más que nada, los bocadillos de atún y los canapés. Por sus caras puedo ver que lo están disfrutando y es de su agrado.

— ¿Quieren algo de tomar? —pregunta Edmond

— Un whisky doble

— Empiezas con algo fuerte —dice Edmond y se para servirlo en el minibar que tenemos o bueno si así se lo puede decir

En sí es un pequeño armario de bar con soporte para vidrio y cajón. Ahí guardamos más que nada los vinos que más utilizamos y el whisky que no puede faltar, no es que Edmond beba todos los días, pero siempre lo tenemos por si acaso viene algún socio como ahora.

— Para mí un jugo o agua estará bien

No tarda mucho y traen el jugo de frutas, segundos después Edmond aparece con dos vasos de whisky, puedo notar que Edmond solo se sirvió muy poco, como dije a él no le gusta mucho, el whisky prefiere un buen vino después de almorzar o cenar.

— Toma —le da el vaso con whisky

— Gracias

— Disculpen —aparece Nana—. Otros nuevos invitados acaban de llegar

— Enseguida, vamos —sonrió sutilmente

— Si nos disculpan —Edmond me mira y me da la mano, yo lo tomo y vamos hacia la puerta

No tarda mucho y escuchamos el sonido del timbre, Nana abre la puerta y vemos a dos parejas que están hablando muy contentos, las dos parejas entran al flat y nos saludan muy amablemente. A una de las parejas sí las conozco y he hablado con ellos, pero a la otra pareja no los conozco personalmente, la razón, él acaba de llegar de Canadá y supongo que la chica es su novia, eso espero.

— Buenas noches, pasen por favor —saludo

— Buenas noches —nos saludan y entran a la sala donde también saludan a la otra pareja.

Mientras todos se acomodan y terminan de saludarse, traen los diferentes bocadillos, en especial el que tiene pate de Mejillones, que solo mande a que lo hagan por complacer a una de ellas.

— Qué delicioso —dice muy alegremente mientras toma otro bocadillo de pate de mejillones—. Lo adoro, son mis favoritos.

— Es la debilidad de mi esposa —nos dice su esposo y todos nos reímos.

— Edmond, Tabi —nos vuelve hablar Nana—. Acaban de llegar otros invitados —nos comenta Nana

— Con permiso —volvemos a decir Edmond y vamos hacia la puerta, tocan el timbre y vemos a otra de las parejas

— Buenas noches, Buenas noches —saludamos

— Buenas noches, disculpen la tardanza —se disculpan

— Para nada, pasen —sonrió y los invito a pasar, solo falta una pareja y ya empezaríamos con la cena

En cuestión de segundos el ambiente empieza a volverse más ameno, Edmond y los demás están hablando tranquilamente, sé que en cualquier momento empezaran hablar de negocios —me rio sutilmente.

❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿

La estoy pasando relativamente bien, hay algunos temas que obviamente prefiero no opinar porque son los típicos chismes que a mi madre le encanta escuchar, pero no ser el chisme o de la que hablen.

— Y usted señora Williams —me habla una de ellas y yo no sé qué responder

— Ehhh... opino lo mismo que usted —trato de zafar

— Al fin alguien con criterio —dice sonriente

— Al fin el día cada uno con sus gustos —opina otra de ellas

— Señora Williams —me habla uno de los socios mayores y se sienta a lado de su esposa—. ¿Cuánto es el valor de un departamento como este?

— Un monto en específico no le puedo dar, la persona que maneja con certeza el valor de un departamento así es Edmond

— ¿Ustedes no lo compraron? —me preguntan

— No, fue un regalo de mi suegro

— Oh —se sorprenden

— Nos lo regaló el día que nos comprometimos y hasta nuestro regreso de la luna de miel lo fueron cambiando

— ¿Cómo así? —me preguntan

— Cuando nos lo regalaron aún estaba en construcción el edificio, así que Edmond decidió hacer algunos cambios con los consejos del arquitecto encargado de las obras.

— Entonces no es el mismo diseño que los otros departamentos, muy interesante —me dice uno de los socios de Edmond y bebe de su whisky

— No, por fuera parece igual, pero por dentro es completamente diferente

— A mí lo que me está encantando es lo moderno que se ve, ¿Contrataste a un diseñador de Interiores? —me pregunta

— Sí, hace poco hicimos un cambio total y la gran diseñadora de Interiores que hizo todos estos hermosos cambios, fue Keily Andersson

Todas las personas que han venido a nuestra flat nos han dicho que les encanta como está ahora el flat, los colores que utilizo, los cambios en adornos y fotos que pusimos hicieron más armonioso el flat.

— Tienes que darme su contacto, porque yo también quiero hacer un cambio total en mi casa, tener la armonía que tienes —me dice otra de ellas

— Con gusto te lo paso —sonrió.

— No quiero ser imprudente, pero no creen que un departamento es más para parejas o solteros y no para matrimonios —me pregunta

— Exacto, ¿Cómo harán con los niños? —me pregunta su esposa.

— Por el momento estamos muy cómodos y no siempre un flat es para parejas o solteros —contesto

— Permiso, puedo sentarme alado de mi hermosa esposa —me habla Edmond y se sienta a mi lado

— Por supuesto —tomo la mano de Edmond y la entrelazo.

— Señor William, nos encanta mucho su departamento, es tan moderno —le dice

— Gracias —sonríe Edmond—. Aunque no parezca tiene tres dormitorios muy amplios, es un flat familiar —contesta, por lo que me da a entender que escucho la pregunta que me hicieron

— Que en un futuro serán ocupados por sus hijos, supongo —nos dice su esposa muy sisañosa.

— Sí, en un futuro aún muy lejano —dejo en claro

Escuchamos el sonido del timbre, Nana abre la puerta y vemos a los invitados que faltaban, Edmond me ayuda a pararme y vamos hacia la puerta. Lo que no esperaba que los invitados que faltaban son Albert y la estúpida de Sawi —aprieto los dientes mientras finjo sonreír.

— Buenas noches, perdón por el gran retraso —entra y se disculpa Albert

— Buenas noches, buenas noches —entra Sawi como si fuera su casa, camina hacia adelante y saluda a todos—. Perdón por la tardanza, pero me fue difícil decidir mi outfit para esta hermosa noche —se ríe.

Veo a Sawi y no entiendo su tardanza, ella está vistiendo un vestido blanco con un gran escote en V que deja muy poco a la imaginación, una gran abertura en la pierna izquierda y detalles en las mangas. Más su outfit lo veo como un vestido para un matrimonio civil que para una cena, pero que se puede esperar de Sawi —ruedo los ojos.

— Espero no estés enojado conmigo por mi tardanza —se acerca a Edmond y le toma de la mano

— No claro que no —me adelanto a Edmond y le sujeto del brazo

Sawi me mira algo enojada y en cuestión de segundos sonríe, Albert, que estaba a mi lado, se acerca a Sawi y sutilmente, pero con una mirada muy seria le atrae hacia él, al parecer se dio cuenta de las intenciones de Sawi, si es así ella está en un gran problema porque por algunos chismes se sabe que Albert es una persona celosa y algo malhumorado.

— Pasen, ahora que llegaron podemos empezar con la cena —digo y camino con Edmond hasta donde todos están.

Ahora no solo tengo que preocuparme que la cena salga perfecta, sino también que Sawi no se acerque a Edmond y le coquetee, sé que él no le dará importancia y la ignorara, pero las demás personas pueden empezar a crear chismes y eso no es bueno.

Media hora después

La cena está yendo muy bien, ahora estamos disfrutando del plato principal que consiste en un Filete Mignon con salsa de brandy y mostaza, antes disfrutamos de una ensalada de espinacas, bacalao y kiwi, que a todos les encanto. Por otra parte, Edmond y los demás socios han empezado a hablar de trabajo, contratos y diferentes cosas, a medida que han hablado Edmond les ha demostrado lo preparado que está para ocupar el cargo de Gerente General y no es el niño mimado que piensan que arruinara la constructora.

— Este año tenemos muchos otros proyectos en mente, incluidos con clientes internacionales

— Y para todos ellos tendrás los mejores materiales que se puede exportar e importar —asegura el que es socios de la distribuidora de materiales

— Lo sé

— Si son proyectos inmobiliarios espero tener información de primera mano

— Claro, como siempre —sonríe Edmond

— Así con tiempo hago los cambios estructurales y con tiempo llamo a la decoradora de interiores —le sonríe a Edmond y contengo mi enojo.

Lo que sí no me está gustando para nada hasta ahora es la actitud de Sawi. Sin que pueda hacer nada se ha sentado alado de Edmond y cada vez que tiene la oportunidad le toca del brazo llamando su atención aparte de reír de todo lo que dice, parece una garrapata y en cualquier momento esa garrapata será aplastada.

— No se olvide de darme el número de su diseñadora de interiores Señora Williams

— Por supuesto que le daré el contacto —bebo un poco de mi vino.

— Es verdad —me mira—. Cambiaron todo el Interior, ahora está muy modernista, pero creo que sus anteriores colores estaban mejores. Yo soy o mejor dicho, nosotros somos más clásicos en esto de interiores. Aunque no negaré que la diseñadora de Interiores que contrataste es... buena —me mira.

— Queríamos un cambio en el flat y la única que nos mostró profesionalismo y originalidad en ideas fue ella, todo el diseño está perfectamente en armonía y la verdad es que me gusta, nos gusta —me mira Edmond y sonríe.

— Oh... ahora que lo veo mejor, tienes razón, los colores están muy armoniosos

— Yo necesito a una diseñadora de Interiores que sepa sobre estilo contemporáneo y que sea original. Mi nieta se quedará unos meses con nosotros y como está entrando a la adolescencia ya no quiere cosas de niños y su habitación es según ella de niñas pequeñas —me comenta una de ellas

— Keily Andersson es la persona indicada, llámala y te dará lo que estás buscando.

Uno de los socios de Edmond cambia drásticamente el tema y vuelven a hablar de negocios, construcciones e inversiones. Sawi deja de hablar con nosotros y vuelve a poner atención a lo que está hablando, Edmond. Nana me hace una pequeña señal desde la cocina, dejo la servilleta en la mesa y me disculpó, camino hacia la cocina y Nana rápidamente me sujeta del brazo y me lleva hacia un costado.

— Mi niña, cambia esa carita y tu mirada.

— No puedo Nana, no vez lo que está haciendo Samantha... desde que llego no ha parado de coquetearle a Edmond —digo enojada—. Ni siquiera respeta a su esposo.

— Lo está haciendo para proocarte y enojarte, cuando se vayan esa mujer tendrá problemas con su esposo y seran muy gravez.

— Si no fuera porque están los demás ya le hubiera quitado esas extensiones

— Tabi, mi niña no caigas en sus provocaciones, lo que quiere es hacerte quedar mal, pero la que en estos momentos está quedando mal es ella.

— Tengo miedo de que Edmond también salga perjudicado. Albert puede pensar mal y en un ataque de ira puede terminar con la sociedad que tienen.

— Tabi, estás siendo muy dramática —me regaña Nana y me da un vaso de agua la cual me lo bebo y me relaja un poco.

— Solo tengo que aguantar unas dos horas más y este infierno se terminara.

— Señora Williams, ¿Servimos el postre? —me pregunta uno de los meseros.

— Primero levanten todo y por favor hagan café, tal vez alguno quiera tomar una tasa de café —indico.

— Ya lo estamos haciendo —me indica Nana mostrándome la cafetera.

Me doy la vuelta para ver lo que hace Sawi y me doy cuenta de que se ha levantado y se está yendo directo al baño. No tarda mucho y Albert también se levanta y va detrás de Sawi, para mi suerte los demás no se dan cuenta por qué gusto están levantando los platos y están hablando entre ellos. Creo que la paciencia de Albert ya termino y su pelea empezara ya.

— Será mejor que regrese —sonrió.

— Ve —me dice Nana y también sonríe.

Camino de vuelta hacia donde están todos, pero esta vez no me siento en mi lugar, sino que voy hacia Edmond, me paro a su lado y él se levanta, le sujeto de la cintura y veo a los demás que no paran de mirarnos.

— Espero que les gusten los postres —digo y los camareros empiezan a servirlo—. Pueden escoger entre Mousse de tiramisú o Tarta Vianner.

Sawi y el señor Albert regresan a la mesa y por la cara de Albert puedo ver que Sawi le digo algo que le molesto aún peor, creo que su pelea no termino y continuara cuando estén de regreso a su casa.

— Señor Albert —llamo su atención—. Como sabíamos que usted venía mande hacer su postre favorito, por favor sírvale la Tarta Vianner —le indico al mesero.

— Oh, muchas gracias por recordar que es mi postre favorito —me dice sonriente Albert—. Al fin algo dulce y agradable que degustar.

— Tabatha, que concidera eres con mi esposo —sonrie a Albert, pero este no le devuelve la sonrisa—. Pero ¿Cómo sabes que es el postre favorito de mi esposo? —me pregunta venenosamente Sawi

— La última vez que cenaron con nosotros lo comento y esas cosas una no debe olvidar —sonrió y Edmond me da un beso en la mejilla.

— Veo que usted tiene muy buena memoria —me dice uno de los invitados

— Una buena esposa y anfitriona, siempre tiene que recordar estas pequeñas cosas —sonrió

— Muy cierto, señora Williams —me dan la razón.

— Si alguien quiere café...

— Por favor uno bien cargado, qué ira muy bien con este delicioso postre —me indica uno de los socios

— A mí también —escucho.

El camarero viene hacia Edmond y yo levanto el Mousse de tiramisú y le pongo en su sitio, señalo el que quiero y el camarero lo lleva hasta mi sitio. Vuelvo a mirar a Edmond y muy sutilmente le doy un beso apasionado.

— Te amo —susurro

— Te amo —me dice muy bajito

Me doy media vuelta y sutilmente golpeo el espaldar de Sawi y hago que no pueda llevarse la cuchara a la boca, escucho unas pequeñas risas y Sawi se da media vuelta para mirarme, pero yo no le presto atención. Llego a mi sitio y me siento, la miro y ella me mira muy enojada —rio internamente—. Si no fuera por esta cena no le hubiera dejado pasar ni una.

Una hora después

La cena ha terminado, si al fin termino todo —respiro profundamente y me quito los tacones—. Ha sido muy duro, pero lo bueno es que en la medida de lo posible salió perfecto a excepción de la estúpida de Sawi —ruedo los ojos—. Mejor no pensar en cosas malas y sí en las cosas buenas que ha pasado hoy.

— Mi amor —Edmond me toma de la mano y nos dejamos caer en el sofá—. Al fin termino esta cena

— Sí —me acomodo en el hombre de Edmond—. Y conseguimos lo que queríamos, que ellos vean el gran profesional y sobre todo el gran Gerente General que eres y serás.

— Eres la mejor —me da un sutil beso en los labios—. Gracias por esta hermosa cena, sin ti no se hubiera logrado que cambien de mentalidad

— Sabes que siempre te apoyaré —lo miro

— Te amo —me da otro beso

Nos quedamos así por un buen rato, yo siempre apoyaré a Edmond y más ahora, yo quiero que todos se den cuenta del gran profesional que es y que el cargo que está ocupando no le queda para nada grande, de hecho el será el mejor y llevará a la constructora a otro nivel. 












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Holis... volvi, se que he estado perdida, lo se pero tratare de actualizar mas seguido lo prometo.

Espero que les haya gustado este nuevo cap. No se olviden de votar y compartir, tambien no se olviden de seguirme en Instagram:

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Los quiero J ♡.

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