◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 44 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌
Camino hacia afuera y veo estacionar un taxi —me extraño—. Saco mi teléfono y cuando estoy por marcar, veo al taxista ayudar a bajar a una señora. Solo me toma un segundo reconocer a la señora
— Matteo, mi niño —se acerca
— Abuela —digo y ella me abraza
— Mi niño, como te extrañe
— Yo también —me separo de su abrazo
Al fin puedo tener a mi lado a la persona más importante de mi vida, la persona que me salvo y me dio el calor de hogar.
— Señora —se acerca el taxista y deja las maletas de mi abuela
— Gracias —le agradece y trata de levantar una
— Déjalo, yo lo llevaré —le digo
Me doy la vuelta y veo a uno de los de seguridad de edificio, lo llamo y le indico las maletas, para mi suerte me entiende.
— Espera —trata de pararlo
— Déjalo, lo llevarán al pent—house —digo—. Por cierto, porque viniste en taxi y no en la camioneta que mande para que te recojan
— Porque yo no vi esa camioneta que dices
— Abuela —digo enojada
Sé que mi abuela lo hizo a propósito, a ella no le gusta que le impongan las cosas, pero sobre todo mi abuela no le gusta molestar.
— Mejor subamos, tengo que presentarte a alguien
— Espera, Izan —me detiene—. Necesito que me expliques las cosas, porque de verdad que no entiendo nada
— Abuela
— No, no subiré a ningún lado hasta que me expliques bien las cosas porque tus cartas me dejaron muy preocupada
Sabía que este momento tenía que llegar, será mejor que calme a mi abuela y le explique al menos algo de lo que está pasando.
— Está bien, pero hablemos en otro lado
— Vayamos a esa cafetería —me indica
— Está bien
Tomo el brazo de mi abuela y cruzamos con calma la calle, ni bien entramos y nos sentamos, una chica muy amablemente nos trae la carta, pero no la tomamos porque conozco tan bien a mi abuela que sé lo que querrá pedir
— Tráenos, una taza de té con menta y para mí una taza de café negro —gracias
— Claro, ahora se los traigo —nos dice y se va dejándonos solos.
— Bien, ahora que estamos solos cuéntame lo que está pasando porque estoy muy confundida.
— Uff —resoplo y tomo aire o mejor dicho valor.
— Regresaste de Canadá —me dice seria—. Con el único objetivo de aclarar las cosas con Tabí
— Lo sé y lo hice, pero no tuve suerte
— Entonces la volviste a ver —me dice ilusionada y aún más confundida
— Sí, la volví a ver. Yo regresé todo ilusionado de Canadá, cuando la volví a ver y hablamos, me di cuenta de que nuestras vidas tomaron caminos diferentes —digo
— ¿Cómo qué caminos diferentes?
— Abuela solo necesitas saber que tomamos caminos diferentes, ambos quedamos como amigos y ya. Yo me enfoqué en mi trabajo y crecer profesionalmente cada vez.
— Izan —trata de hablarme, pero la camarera nos interrumpe
Frente a nosotros deja nuestro pedido, mi abuela no me deja de mirar muy seriamente y sé que está analizando mis gestos. La chica deja todo y se va de vuelta, dejándonos otra vez solos.
— Abuela, antes que me sigas preguntando sobre Tabí, quiero decirte que no volveré a hablar más de ese tema, solo quédate con lo que te dije. Tabí y yo quedamos como amigos y ya no hay más que decir —miento—. Y más ahora, no quiero hablar de ella —bebo de mi café.
— Izan, mi niño —me mira dulcemente—. Está bien, por el momento no volveré a tocar el tema, por el respeto que te tengo y sobre todo el respeto a tu esposa de la cual no sabía nada
— Prometo que en un futuro te contaré todo —miento
Sé que le estoy mintiendo descaradamente a mi abuela y si llega a enterarse de mis planes, se decepcionaría de mí o peor aún me terminará odiando. Por ese motivo y por muchas otras cosas más no le diré la verdad.
— Bien, esperaré ese día —me toma de la mano unos segundos—. Ahora necesito que me expliques lo de tu última carta, sobre tu esposa...
— Emma —hablo más antes que ella
— Exacto, Emma —me dice seriamente—. ¿Cómo se conocieron?, ¿Cómo es ella?, ¿Cómo es su familia?, pero, sobre todo, quiero saber ¿Por qué té casaste a escondidas y fuera del país? Y sin invitarme —me reclama
— Sabía que me ibas a preguntar esas cosas —me rio sutilmente y levanto la miro—. Emma y yo nos conocimos en la constructora, pasamos mucho tiempo junto haciendo un proyecto, ya que ella también es arquitecta con una licenciatura en economía. Ambos nos complementamos muy bien, porque yo me enfoco en la arquitectura y ella en los datos de precios e inversiones de los proyectos.
Con el paso de los meses nos fuimos enamorándonos y pues llego un momento en que dije que ya era el momento de pedirle que sea mi esposa —me encojo de hombros
— Y ¿Por qué se casaron fuera y sin invitar a nadie?
— Bueno, la constructora nos mandó a que nos capacitaran sobre nuevos estilos en la arquitectura y la esposa del señor Thomas, que vive en Inglaterra, se enteró de que estábamos comprometidos y de la noche a la mañana ella organizó la boda. Solo invito a pocas personas y la familia de Emma que pudo llegar —le tomo de las manos—. Sé que odias los aviones y que un viaje de más de cuatro horas no ibas a poder soportarlo, por eso no te dije nada, además te ibas a poner triste y no quiero verte así
— Tienes razón, no hubiera podido asistir —me dice triste—. Y me hubiera puesto muy triste —se cristalizan sus ojos
— Por favor abuela, no te pongas así
— Al menos tienes fotografías —me mira tristemente
— Sí, las hay y te las mostraré
— Y alguna a la mano de tu esposa
— Eh... Si —saco mi teléfono y le muestro una que tengo
— Es muy hermosa —me dice—. Tiene una linda mirada
— Si —finjo sonreír
— Cuéntame ¿Cómo es ella?
— Ya la conocerás, es una mujer muy dulce y considerada, te agradará. De hecho, vayamos al pent—house para que la conozcas —me paro, pero mi abuela hace que me vuelva a sentar
— Antes de ir, quiero preguntarte algo que no puedo sacarme de la mente
— Dime, que sucede
— Tu casamiento tan repentino y precipitado, porque eso es para mí. Fue porque... Emma está emba...
— No —la corto antes que termine de hablar—. Abuela te aseguro que eso no es verdad, Emma no está embarazada y yo me casé porque creí que era el momento.
— Lo siento si te molesto la pregunta, pero es lo primero que se me vino a la mente y necesito sacármelo de la mente, aunque la idea me encantaría —sonríe.
— Abuela, te aseguro que eso no pasara, yo no estoy preparado para eso y mucho menos ella —le aseguro
— Nunca digas nunca —me asegura
— Mejor vámonos, que Emma ya debe estar preocupada por mi tardanza
Mi abuela sale de la cafetería y yo termino de pagar la cuenta. Con mucho cuidado y precaución cruzamos la calle, en la puerta del edificio nos está esperando el chofer que tenía que traer a mi abuela.
— Señor —se acerca
— Tranquilo, después hablamos —le aseguro
— Izan —me llama mi Abuela ya parada en las gradas
— Abuela, utilizaremos el ascensor —le aseguro
— Está bien
Para mi suerte el ascensor no tarda y ambos subimos. Aprieto el último número y mi abuela se sorprende, sé que estará más a sorprendida cuando vea el pent—house, que desde ya sé que es grande. En cuestión de dos minutos llegamos, salimos del ascensor y veo que la puerta del pent—house está abierta
— Ven, entremos —le indico
— Está bien —me dice
Puedo escuchar la voz Emma y del administrador del edificio, al parecer le está enseñando cada rincón del pent—house.
— Emma —la llamo
— Izan, honey —escucho y aparece
Emma mira a mi abuela y se queda sorprendida, no dice ninguna palabra y ni se mueve. Mi abuela también la mira y al verla sonríe tiernamente.
— Emma, quiero presentarte a la mujer más importante de mi vida, la mujer que es mi todo y por la cual no sería la persona que tienes frente a ti. Ella es mi abuela —la presento y le doy un beso en la mejilla.
— Buenas tardes —le saluda cordialmente
— Buenas tardes, un placer conocerla al fin —dice Emma algo apenada
— El placer es todo mío, al fin puedo conocer a la esposa de mi nieto —la abraza—. Eres más hermosa que en las fotos
— Gracias —se sonrojó Emma
— Antes que me olvide, si quieres puedes llamarme Lucie o Zoe. Ambos los uso
— Es verdad, pero todos le dicen Zoe
— Entonces le llamaré Zoe —sonríe Emma
— No hay ningún problema.
— Abuela —llamo su atención y camino unos pasos—. Emma y yo queremos darte la bienvenida a tu nuevo hogar —tomo la mano de Emma
— ¿Cómo? —dice confundida mi abuela
— Abuela, sé que debes estar muy confundida, pero...
— Espera, como que viviré con ustedes
— Si y no hay objeción
— No, no. No lo acepto —me dice muy seriamente—. Ustedes necesitan espacio, tiempo a solas, no quiero molestar su vida de casados. Además, como muchos dicen: "el casado casa quiere".
— Abuela, esta decisión está tomada, te necesito en mi vida —la tomó de las manos—. No quiero estar lejos de ti y solo comunicarnos por cartas. No sabes cómo me preocupé y me sentí impotente cuando me llamaron y no pude viajar para estar a tu lado.
— Mi niño —me acaricia de la mejilla—. Yo ya estoy bien, solo fue un susto y ya
— No me importa, la decisión está tomada —digo serio—. Además, sabes que es lo mejor para los dos
— No lo sé —me dice aún indecisa—. Pero si me quedo aquí, ¿Qué pasará con mi casa? —me pregunta
— Ya la alquilé —le digo—. Y tranquila, esas personas la cuidarán como tú la cuidas —le aseguro
— Y la florería, no deje a nadie encargo y que pasara con Noah y Mía —me dice preocupada
— No te preocupes de la florería, contrate a un encargado que se hará cargo de la florería, el se comunicara contigo cada mes y te dará reportes sobre como va todo. Él no podrá hacer cambios sin tu consentimiento ni nada por el estilo.
— Tú sabes que la florería es lo más preciado que tengo
— Lo sé y es por eso que contrate al mejor
— Noah —lo adivina
— Sí, sé que es tu mano derecha y lo seguirá siendo —le aclaro—. Como vez ya lo tengo solucionado, tu no tienes que preocuparte por nada.
— Zoe —se acerca Emma—. Será un placer tenerla cerca y más para su nieto, que la extraña mucho y necesita tenerlo a su lado
Mi abuela escucha a Emma y se le cristaliza los ojos, sé que estoy utilizando el lado sentimental, pero es la única manera que mi abuela acepte quedarse a vivir con nosotros. Esta decisión que tome, lo hice personalmente y no consulte a Emma, solo le informe que la persona más importante de mi vida iba a vivir con nosotros. Para mi suerte, Emma lo entendió y comprendió, aunque me hubiera dicho algo, no hubiera cambiado de opinión.
— Está bien, me quedaré —me mira sonrientemente
— Gracias —le digo
— Señor —nos habla el encargado—. Ya está todo configurado y las contraseñas puede cambiarlos fácilmente.
— Okey, muchas gracias
— Si necesitan algo más me pueden llamar
— De hecho, si lo necesitamos, puede mostrarnos una vez más el pent—house
— Claro señor Miller —empieza a caminar
— Te encantara el pent—house, es perfecta —me dice Emma emocionada
Mientras hablaba con mi abuela, Emma pudo ver el pent—house, ya que el encargado le enseño y si ella dice que es perfecta es porque debe ser así.
— Bueno, señores Miller, como pueden observar el pent—House es muy amplio —empezamos a caminar y mi abuela mira asombrada—. Cuenta con cuatro dormitorios independientes de gran tamaño —nos abre uno de ellos y todos entramos, en efecto es muy amplio—. Cada dormitorio cuenta con baño privado completo —abre la puerta y es como él nos indica
— ¿Todos son iguales? —pregunta mi abuela
— Sí, todos son iguales y completos —le responde
Mi abuela y Emma caminan por la habitación y ven más detalladamente, a mí me gusta, pero cambiaria algunas cosas.
— Si me acompañan —nos dice saliendo y nosotros salimos detrás de él—. Esta es el área de living —comedor —nos indica—. La cocina que cuenta con una barra desayunadora e isla —nos muestra y desde ya quiero hacer unos cambios
— Me gusta mucho la isla, en la cocina —dice Emma y me toma de la mano
— Si —finjo sonreír
— Como pueden ver hay un patio de luz de cara a la cocina y un pequeño lavadero —nos enseña rápidamente
— Muy cómodo —dice Emma.
— Y por último este Pent—House cuenta con una amplia terraza frontal —nos dice y abre la puerta corrediza.
Veo de reojo a mi abuela y veo su alegría, por su sonrisa y su mirada, sé que está ilusionada y pensando en algunas cosas.
— Abuela —suelto la mano de Emma y me acerca a ella—. Tú puedes hacer los cambios que quieras —digo—. Si quieres convertir este lugar en un invernadero o jardín dímelo
— Ya tengo algunas cosas pensadas —sonríe muy ilusionadamente—. Sobre todo, algunas flores que vendrían muy bien en este lugar —me mira y mira a Emma—. Pero, ¿Eres alérgica al polen o algo por el estilo? —pregunta a Emma y ella se sorprende por la pregunta
No había pensado en eso, pero creo que Emma no es alérgica a nada —eso creo—. Y si lo es, pues que ella no se acerque a este lugar
— No, no soy alérgica a nada relacionado con las plantas, de hecho, me gustan mucho algunos tipos de plantas y sería bonito tener un pequeño jardín con flores y otras cosas más en este lugar.
— Quedará precioso —asegura mi abuela
— Si tienen alguna duda o pregunta —habla el administrador del edificio
— Por mi parte ninguna —dice mi abuela
— Ni la mía
— Si tenemos alguna duda o lo necesitamos lo llamaremos –le digo y le acompaño a la puerta
— Está bien —me dice y se va
Cierro la puerta, me doy la vuelta y camino hacia donde están ellas, veo que Emma y mi abuela están muy contentos, de hecho, se están riendo a carcajadas.
— Abuela —me uno y dejan de reír—. ¿Qué te pareció el Pent—house? —pregunto
— El Pent—House es muy amplio y muy hermoso. Me gusta mucho —dice mi abuela mirando de un lado a otro
— Concuerdo —dice Emma
— Ahora que estamos los tres juntos y vimos el Pent – House ¿Qué habitación escoges? —la miro y ella me mira sorprendida ante mi pregunta
— La que me quieran dar —me dice apenada—. Pero sería mejor que escojan ustedes dos primero
— Entonces, tú instálate en la habitación principal, Emma y yo buscaremos otro
— No, no, no, no —dice rápidamente
— Zoe, su nieto, tiene razón. Usted instálese en el dormitorio principal
Camino hacia el dormitorio y detrás de mí también lo hacen Emma y mi abuela. Yo quiero que ella ocupe esta habitación porque es la más cómoda. Abro la puerta y entro, segundos después entran ellos
— Abuela, mira, esta habitación es perfecta para ti —le insisto
— Izan, cariño —me habla seriamente—. No negaré que este dormitorio es muy hermoso y a primera vista parece más amplio, pero prefiero que ustedes ocupen este
— Abuela, nosotros podemos utilizar el otro ¿Verdad Emma? —la miro—. Tú quédate aquí —insisto
— Ustedes quédense con esta habitación, son recién casados y necesitan privacidad, además está alado de la otra habitación que espero en un futuro no tan lejano este ocupado —nos lanza la indirecta y Emma se sonroja
— Abuela —la freno y rio sutilmente
Espero que ese comentario que hizo mi abuela, no lo recuerde Emma porque yo no estoy listo para eso, creo que nunca estaré listo para eso.
— Lo segundo y lo más importante, me gusta mucho más el otro dormitorio, el que está alado de la terraza. Ahí estaré más cerca de mis amadas plantas —me dice
Puedo ver en su mirada lo ilusionada y feliz que está con la idea de tener plantas y crear un jardín. Sé que eso lo hará y será un lugar de paz y calma. Ahora que lo pienso mi abuela tomo una buena decisión, no es la que quisiera, pero tomo una buena decisión.
— Abuela, estás segura de que realmente quieres esa habitación
— Sí, muy segura, mi niño —se acerca a mí y me acaricia la mejilla—. Tú hazme caso, que sé que es lo mejor y lo más conveniente
— No haré que cambies de opinión, ¿verdad?
— No y lo sabes —me dice riéndose
— Está bien, si así lo decidiste ya no te insistiré —le digo y le doy un beso en la mejilla
Veo a Emma concentrada en su teléfono, pero a la vez la veo algo molesta. ¿Habrá pasado algo?, o ¿Le habrá molestado algo que dije?
— Emma, ¿Sucede algo? —pregunto
— No —me mira y suspira cansadamente—. Bueno, si —me dice apenada—. Al parecer el camión de mudanza que traía nuestras cosas se perdió y tardaran al menos una hora más
— Ellos tenían que haber traído nuestras cosas desde ayer —digo algo molesto
— Lo sé, deja que me comunique con ellos —me dice y se va hacia la terraza
— Izan —llama mi atención mi abuela—. ¿Quiero preguntarte algo? Solo me traje la maleta y dejé mis cosas, tengo que regresar
— Abuela, tus cosas ya lo están trayendo a más tardar, llegarán mañana. Yo ya pensé en todo
— Me dejas más tranquila, pero aun así quiero regresar a la ciudad, a despedirme de todos
— Lo harás, lo prometo —digo tranquilamente—. Pero primero instálate
— Está bien
Escucho unos pequeños golpecitos de la puerta, me doy la vuelta y la abro. De ella veo a nuestro chofer con una bolsa en las manos
— Señor, aquí está su pedido. Acaba de llegar —me los da
— Perfecto —sonrió—. Gracias
Cierro la puerta y veo que Emma ya ha regresado y su expresión ha cambiado, ahora está más tranquila y calmada.
— ¿Lo solucionaste? —pregunto
— Sí, les di tiempo para que lleguen en media hora, esperemos que cumplan —me dice más motivada Emma
— Lo harán —le aseguro—. Antes que me olvide. Abuela toma —le doy la bolsa
— ¿Qué es esto? —me pregunta extrañada
— Ábrelo —le digo
Con mucho cuidado saca la caja, la ve y se sorprende. Me mira y vuelve a concentrarse en la caja, lo abre con mucho cuidado y saca el teléfono último modelo que le he comprado
— Izan —me mira—. ¿Por qué me das esto?
Emma se sorprende y levanta la caja para poder verlo.
— Porque es necesario —le tomo de la mano—. Abuela este pequeño regalo es más que nada para comunicarnos más fácilmente, es más que nada una comodidad para ti.
— Yo no quiero esto —me dice algo molesta—. Yo no entiendo estas cosas, complicadas. Ustedes los jóvenes con esta se olvidan del mundo y de los de sus alrededores.
— Abuela, no digas esas cosas. Si quieres yo te enseño
— No lo creo
— Zoe, no te preocupes. Yo te enseñaré a manejarlo —sonríe—. Parece difícil y complicado, pero es muy fácil.
— Vez abuela, Emma te pondrá enseñar y en poco tiempo usarás el teléfono como una experta
— Eso espero —me dice sonriente.
El teléfono que le he regalado a mi abuela es un el nuevo iPhone 14 de color blanco, sé que no es un teléfono acorde para ella, pero ella se merece lo mejor de lo mejor. Si no logra entenderlo compraré alguno más sencillo, pero sé que mi abuela captara rápidamente la forma de utilizarlo.
— Y muchas gracias Emma, hermosa —toma su mano—. Por darme un poco de tu tiempo para enseñarme a utilizar estos teléfonos.
— Será un placer para mí —sonríe Emma
Mi teléfono empieza a sonar y me doy cuenta de que es el señor Harrison, seguro me está llamando para saber cómo andamos con nuestra instalación en nuestro Pent – House
📞Llamada telefónica📞
— Buenas tardes, señor Thomas
— Izan, ¿Cómo están? ¿Ya están en el Pent – House?
— Sí, llegamos hace como una hora y ya nos dieron un recorrido. Le puedo asegurar que Emma y yo estamos muy contentos, muchas gracias señor Thomas
— Izan, me alegra que les haya gustado. Este Pent—house es perfecto para ustedes y sé que en ella pasaran grandes momentos.
— Así será —trato de decirlo con confianza para que me crea
— También quiero hablarte de un tema —me dice, miro atrás y me alejo un poco más—. Sé que en estos momentos deben estar pensando en otras cosas y no pensaron en las personas que trabajaran con ustedes
— Es verdad —digo—. Supongo que Emma se encargara de buscar a las personas idóneas
— Kristen se adelantó un poco, supongo que en unos cuantos minutos o talvez una hora llegara al Pent—house una persona —me dice seria—. Esta persona está muy bien recomendada, es una persona muy confiable, pero sobre todo muy discreta. Lo que necesitas —me recuerda
— Si es así, será perfecto. Pero ¿Cómo se llama esta persona?
— No lo recuerdo, pero cuando kristin regrese te mandaré el nombre por mensaje
— Está bien señor Thomas y muchas gracias por todo
— Izan, tú te lo has ganado y sé que esto solo es el inicio, yo confío mucho en ti y en tus capacidades
— Si necesitas algo más no duden en preguntarnos, sobre todo Emma, Kristin estará muy contenta de ayudarla en lo que ella necesite
— Se lo transmitiré —sonrió
— Una última cosa, Emma sabe que también utilizaran el alter ego, aquí
— Sí, le comenté la idea y me indicó que es una buena idea utilizarlo más que nada las primeras semanas.
— Muy bien hecho Izan, siempre tienen que tener confianza, pero sobre todo respeto entre ustedes, es el secreto de un matrimonio exitoso
— Opino lo mismo señor Thomas
— En unos días regresaremos a E.E.U.U. y espero cenar con ustedes en su hogar —me lanza la indirecta
— Claro que sí, señor Thomas, será un placer que vengan al Pent —house y tener una hermosa cena.
— Pues así será, Kristin llamara a Emma y coordinaran todo
— Bueno, sigan instalándose —me dice alegremente—. Adiós Izan
— Hasta luego, señor Thomas
📞Fin de la llamada telefonica📞
Me doy la vuelta y noto que Emma y mi abuela no están —sonrió—. Aprovecharé que estoy solo para llamar a Tabí, quiero escuchar su dulce voz. Busco su número de teléfono y la llamo, para mi suerte no tarda mucho, suena y suena, pero Tabí no contesta —eso es algo raro—. Vuelvo a intentarlo y pasa lo mismo —debe estar en alguna reunión o algo parecido—. Será mejor que le mande un mensaje
✉Mensaje de Texto✉
⬅️ Seré breve: te extraño
⬅️ Te amo tanto que, apenas me despido, pienso en ti, en tu sonrisa, en tu hermosa risa, en tus hermosos ojos...
⬅️ Te extraño y te amo
⬅️ Y sé que, al escuchar tu voz, alegraras más mi día
✉Fin del mensaje de Texto✉
Espero unos segundos por si recibo alguna llamada de Tabí o respuesta a los mensajes, pero no es así lo que si siento es la presencia de Emma y mi abuela —me doy la vuelta y las veo entrar—. Ellas no paran de reír y vienen hacia mi
— Honey —se acerca Emma—. Zoe ya me dio muchas ideas de cómo podemos cambiar nuestra habitación combinando nuestros colores favoritos —me dice muy ilusionada
— Me encantara escuchar sus ideas —sonrió—. Por cierto, en unos minutos vendrá una persona recomendada por la señora Kristin
— ¿recomendada? —me pregunta confundida Emma
— Sí, como viste el Pent—House es muy grande y necesitaremos ayuda
— Es verdad —me dice Emma, pensativa—. No había pensado en eso
— Yo puedo ayudarles en el Pent—house
— No —digo seriamente—. Abuela nosotros contrataremos a alguien que lleve el Pent—house y este pendiente de todo, si quieres puedes ayudarle en algunas cosas, pero no más
— Izan
— Abuela —digo serio— Izan, yo no quiero ser un estorbo y por si te lo habías olvidado yo era muy independiente y no necesitaba de nadie
— Sí, por eso, tuviste el fuerte esguince en el tobillo —digo enojado
— ¿Cómo sabes eso?
Mi abuela piensa que yo no estaba pendiente de ella, pero no era así. Yo sabía todo lo que hacía mi abuela gracias a algunos vecinos que me llamaban y me informaban de muchas cosas.
— Abuela, yo sabía todo lo que hacías y como andaba la florería.
— Tenías espías
— Si —acepto
— Diría que no me lo imaginaba, pero ya lo intuía
— Perdón que los interrumpa —nos dice Emma—. Pero ¿Qué se llama la persona que vendrá?
— Aún no lo sé, el señor Thomas tenía que enviarme su nombre, solo te diré que es recomendada por kristin
— Si ella la recomendó es porque es de mucha confianza y buena en su área
— Sí —confirmo—. Tú entrevístala
— Pero, no sé qué cosas preguntar y mucho menos que tareas hará
— Tranquila, hermosa —toma la mano de Emma—. Yo te ayudaré
— En serio —sonríe Emma—. Muchas gracias, yo no sé cómo se hacen estas cosas.
— Mis dos amores de mi vida —llamo su atención—. No creen que ya es hora de empezar a desempacar nuestras cosas
— Es verdad, creo que ya es hora de deshacer las maletas y acomodar las cosas
— Tienen razón —dice mi abuela
— Cuando llegue esa persona, nos avisara el encargado y vendremos a hacerle la entrevista.
— Sí, está bien, me parece perfecto —sonríe Emma
— ¿Vamos? —pregunto a Emma
— Vamos —me dice alegremente
La verdad es que, si necesito cambiarme de ropa, pero sobre todo darme una ducha con agua caliente. Quiero quitarme el cansancio y descansar un poco, tal vez dormir una media hora. Siento la mano de mi abuela en mi brazo y salgo de mis pensamientos.
— Izan puedo hablar contigo antes que te vayas —me detiene
— Claro, abuela, Emma —la miro
— Ehhh... yo me adelanto —me dice y sonríe
— Gracias —décimos al unísono y vemos como Emma se va
Mi abuela camina hacia el sofá y se sienta, yo camino detrás de ella y me siento frente a ella. Por lo seria que está, lo que me quiere decir debe ser muy importante.
— Izan, nieto —me toma de las manos y suspira—. Volví a ver a tu madre
Ni bien termina de hablar, quito mis manos rápidamente y me pongo muy serio. Mis manos instintivamente se vuelven puños, cierro los ojos y respiro profundamente calmando.
— Y que quiere esa señora, ¿Para qué te busco?
— Hablamos un poco, me contó sobre los viajes familiares que hicieron, como le está yendo con su esposo, como las cosas mejoraron después del consejero matrimonial, también me contó sobre tus her...
— Y por si acaso pregunto por mí —digo solo por curiosidad
— Si —me dice algo nerviosa
— Abuela, no mientas esa señora jamás pregunta por mí —le miro serio
Solo le pregunté por molestar a mi abuela, sé que esa señora jamás pregunta ni preguntara por mi, es algo que lo asumí y estoy feliz de que no lo haga.
— Izan, no seas irrespetuoso —me regaña—. Respeta, ella es tú...
— Abuela, ya sabes lo que pienso de esa señora —me levanto—. Si te has encontrado con esa señora no hay ningún problema, si quieres saber de tus demás nietos tampoco hay ningún problema, solo no me digas nada de esa señora o algo relacionado con ella
— Izan —se levanta y camina hacia mí.
— Algo más —la sigo mirando seria—. Nunca des la dirección de este lugar, a nadie, por favor
— Jamás lo hiciera —me dice algo molesta
— Abuela, no te enojes, solo te lo comento
— Pues no me hables de esa manera
— Lo siento abuela —me acerco y la abrazo—. Perdón —le doy un beso y le miró con ojos tristes
— Ahh.. No me mires así —me dice aguantándose la risa
— Perdón, si —insisto sin dejar de mirarla
— Está bien, está bien. Te perdono —me mira y sonríe
— Te quiero mucho, abuela
— Yo te amo, mi adorado nieto —me acaricia la mejilla
Mi abuela me suelta y le acompaño hasta su habitación, mientras estuvimos hablando alguien puso su maleta ahí, lo cual le agradezco. La dejo y voy de camino hacia la habitación que comparto con Emma, mientras camino hacia allí veo mi teléfono y no hay ningún mensaje o llamada perdida de Tabí —hago una mueca de lado—. Eso es raro, si no me contesta en una hora la volveré a llamar hasta que me conteste.
Horas después
Estoy cansado, con mucho sueño, esto de desempacar y arreglar las cosas es más cansador de lo que pensé, lo único que alegro el día tedioso fue hablar con Tabí —sonrió—. Por unas horas me preocupé, pero después me llamo y me contó que se había extendido una reunión con un posible cliente. En estos días espero verme con ella y ponernos al corriente, extraño sus besos y su piel tan suave —cierro mis ojos y la empiezo a imaginar—. Solo de pensar que volveré a sentirla me excito.
— Izan, honey —escucho la voz de Emma y abro los ojos
— Si —respondo y me doy media vuelta para ver a Emma
— ¿Mañana regresarás a la constructora?
— Sí, pero tú no
— ¿Por qué? —me dice extrañada y algo enojada
— Veo que sé ya ha olvidado
— Olvidarme de que —me dice ahora algo asustada—. Izan
— Que volverás a la constructora en una semana —me rio
— Es verdad —me dice más tranquila—. Me confundí de fecha
— Tranquila, disfruta de esta semana
Emma se acerca a mí y se echa sobre mi pecho, yo me acomodo mejor y la abrazo con una mano.
— Esta semana la emplearé para acomodar todo, contratar a las personas que nos faltan, hacer la lista de alimentos y muchas otras cosas —suspira
— Crees que te alcanzara el tiempo
— No lo creo, pero con la ayuda de tu abuela lo lograré
— Sé que lo harán, dejaran este lugar muy hermoso, confió en ustedes —le doy un beso en la cabeza
— Este es el inicio de nuestras vidas —me mira—. De una vida juntos
— De una vida juntos —la beso
Emma se vuelve a acomodar sobre mí y poco a poco se queda dormida, en algo de lo que dijo Emma es correcto, este es el inicio de mi venganza, Matteo, George, pero sobre todo Edmond prepárense que muy pronto se arrepentirán de todo el daño que nos hicieron.
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Holis... volvi y con un nuevo capitulo
¿Que les ha parecido? ¿Que les parecio Zoe? La abuela de Izan
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