◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 43 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌
⚠️☢Advertencia: Este capítulo contiene escena explicitas +18 ⚠️☢
Días después
Al fin ha terminado la revisión médica —respiro más tranquilamente—. He estado más de dos horas, entre revisiones y otras cosas más, lo que me dijeron fue que "La fisioterapia fue eficaz y que la regeneración ósea ha sido favorable", la verdad el médico me dijo muchas otras cosas de las cuales no me recuerdo o mejor dicho no he entendido por qué utilizo términos muy médicos.
También volví a hablar con la Dra. Olsen, en este tiempo que estuve fuera no he dejado de hablar con ella, tuve consultas con ella por Zoom, hace un mes cambie de vuelta mi método anticonceptivo, cambie las pastillas por la inyección, la razón, me asquee de las pastillas, ya que desde el accidente empecé a tomar más de cinco pastillas todos los días.
En resumen, todos los exámenes salieron muy bien, mi recuperación va excelente y en unas semanas me darán el alta, por así decirlo. Nos hizo muy bien irnos a otro lugar, nos relajamos y tomamos las cosas con calma sin ser presionados por la prensa.
Subo a la camioneta, con la ayuda de Evan, el nuevo conductor, mi suegro lo contrato, ya que hay días como este que Edmond y yo no usamos la misma camioneta. La verdad es que extraño manejar mi automóvil, espero pronto volver a conducir mi hermoso Tesla. Mi teléfono empieza a sonar, lo saco de mi cartera y contesto rápidamente
📞Llamada telefónica 📞
— Hola
— Hola, mi amor
— Edmond —sonrió
— Mi amor, ¿Estás en tu oficina? ¿Estás ocupada?
— No, no estoy en mi oficina, estoy de regreso al flat
— Estás cerca de casa
— No, recién estamos yendo
— Mi amor, puedes venir a la constructora. Es algo urgente que vengas
— ¿Paso algo? —pregunto preocupada
— Necesito que firmes unos papeles importantes
— ¿Unos papeles?
— Si, te explico mejor en la constructora
— Está bien, voy para allá
— Te amo
📞Fin de la llamada 📞
Guardo mi teléfono en mi cartera, me acerco un poco hacia adelante para poder hablar con Evan y que me lleve a la constructora.
— Evan, cambio de planes. Llévame a la constructora
— Como ordene, señora
Evan cambia de dirección al GPS y va hacia la constructora. Lo bueno es que no estamos tan lejos, así que llegaremos muy rápido. Estoy algo preocupada por los papeles que tengo que firmar, espero que no sea nada grave.
Minutos después
En pocos minutos hemos llegado a la constructora, mientras camino hacia la recepción saco mi gafete dorado, veo a la recepcionista y le muestro mi gafete dorado, ella lo mira y me sonríe
— Puede pasar, señora Williams
— Gracias —digo y guardo el gafete que siempre lo llevo en mi billetera
En sí ya no debería llevarlo porque ya todos me conoces, pero es la seguridad de la constructora y tengo que respetarlo. Edmond me planteo tener el mismo sistema de seguridad en la agencia publicitaria, pero me negué porque me parecía demasiado y exagerado.
Subo al ascensor y para mi suerte no hay nadie, aprieto el número del piso donde está la oficina de Edmond y el ascensor empieza a subir, saco mi pequeño espejo y aprovecho estos minutos antes de llegar a la oficina para retocarme un poco mi maquillaje.
Se abre el ascensor y salgo, al lado izquierdo está la secretaria de Edmond hablando con muchas personas, al menos puedo ver unas siete personas con muchos papeles y hablando al mismo tiempo.
Harper se da cuenta de mi presencia y se levanta rápidamente, los demás también se dan cuenta de mi presencia y me provocan un poco de incomodidad. Sé que no estoy vestida como usualmente lo hago, me refiero a utilizar tacones altos que hacen verme más alta, pero utilizar zapatillas de vez en cuando está bien. Hoy he decidido que mi look sea con zapatos deportivos, estoy vistiendo un vestido corto color palo de rosa, escote de hombros descubiertos combinado con zapatillas deportivas de color blanco. Un outfit cómodo y sencillo, creo yo.
— Señora Williams —se me acerca muy tranquilamente
— Harper —sonrió—. Edmond ¿Está en su oficina?
— Si señora, deje que hable con él para ver si puede atenderla —me dice y se va a su escritorio
— No es necesario, él me está esperando —empiezo a caminar hacia la oficina de Edmond
— Señora Williams —me dice y trata de acercarse
No le hago caso a sus llamadas y abro la puerta de su oficina de Edmond, sin ser anunciada, ni nada. Harper al ver que abro la puerta se sorprende y se asusta, ella piensa que Edmond le dirá algo, cosa que no es real.
— Buenas tardes —digo y me asomo un poco.
Edmond se asusta y me mira, segundos después se da cuenta que soy yo y me sonríe, se quita sus lentes que utiliza cuando está muchas horas en la computadora.
— Tabí —me dice alegremente
— ¿Puedo pasar? ¿Estás ocupado? —abro más la puerta
— Lo siento señor Williams —escucho que dice Harper y yo ruedo los ojos
— Tranquila Harper —dice Edmond mientras camina hacia mí—. Puedes seguir con tus cosas y llama al contador.
— Está bien señor, Williams —dice y se va cerrando la puerta
— ¿Contador? —pregunto sorprendida, pero parece que no me escucha.
Edmond se acerca a mí y con su mano rodea mi cintura atrayéndome hacia él, yo lo miro por unos segundos y sin más lo beso muy apasionadamente. Edmond rompe nuestro beso, toma mi mano y caminamos hasta su escritorio.
— Mi amor, si estás ocupado puedo esperarte afuera, además creo que fui algo inoportuna entrar así a tu oficina.
— No, mi amor. Tú nunca molestas y tú puedes entrar a mi oficina a la hora que quieras, además, yo te estaba esperando
Escuchamos como tocan la puerta, me doy la vuelta y veo al contador entrar muy rápidamente, camina hacia nosotros y deja frente a mí, unos documentos.
— Señora Williams, buenas tardes —mira a Edmond—. Aquí están los papeles
— Buenas tardes —saludo y miro a Edmond—. ¿Papeles? —pregunto
— Son documentos que nos pidieron en el banco, al parecer hay que actualizar nuestros datos y solucionar un pequeño temita con las tarjetas
— ¿Las tarjetas? —pregunto algo preocupada
— Ya lo solucioné, Señora Williams, solo necesito que revise y firme los papeles.
— Está bien, dejen que lo revise.
Tomo los papeles y empiezo a revisar con calma, estás cosas tengo que revisarlas con mucha calma y atención, por un número o una letra mal lo pueden rechazar, pero por lo que estoy viendo está todo correcto.
— Me das un lapicero
— Aquí está mi amor —me da un lapicero
Doy una última revisión, todo está correcto, así que empiezo a firmar todos los documentos que me han dado.
— Listo, todo firmado
— Muchas gracias, señora Williams, Señor William —se despide y se va con los papeles
Edmond espera unos minutos y cuando ve que realmente se ha ido me estira la mano derecha para que yo la tome, pero se me ocurre una mejor idea. Me paro y camino hacia Edmond, él se da cuenta y recorre un poco su silla, ya estando frente a Edmond me siento en sus piernas y le doy un beso apasionado.
— Nos vamos a cenar en una media hora
— Me gusta esa idea —sonrió
— Perfecto —me guiña un ojo y sonríe—. Pediré que nos hagan una reserva
Edmond habla con su secretaria y escucho todo, yo solo me estoy aguantando las ganas de reírme y créanme, es difícil. Termina de hablar con Harper y cuelga el teléfono.
— Te extrañé —me dice.
— Y yo —sonrió.
— Cuéntame, ¿Cómo estuvo tu día? —me pregunta
— Bien, productivo —paso los brazos por detrás de su cabeza—. Y algo cansador
— ¿Cansador? —me rodea la cintura con sus brazos
— Sí, justo cuando me llamaste, estaba saliendo de la revisión médica
— ¿Era hoy? —me pregunta asombrado
No le digo nada, solo muevo la cabeza en forma de aceptación sin dejar de mirar sus hermosos ojos verdes.
— ¿Qué te dijeron los doctores?
— Me dijeron que todo está yendo bien y que ya me darán el alta completamente en unas semanas más —digo feliz y sonrió
— Esas son buenas noticias —me da un sutil beso.
— Además de eso, tengo una sorpresa
Veo como Edmond se sorprende, en estos momentos debe estar pensando en muchas cosas, jamás adivinara la sorpresa –sonrió
— ¿Sorpresa? —me pregunta curioso
— Si
— Tal vez es algo relacionado con la empresa de publicidad, algún viaje —indaga
— No, no y no
— Dímelo —hace hacia atrás mi cabello y me da un beso en el cuello—. Por fa, dímelo
— No, pero te lo diré cuando lleguemos al flat —me acerco a él—. Es una sorpresa —susurro en su oído.
Poco a poco empiezo a moverme, le doy unos sutiles besos y sin que se dé cuenta bajo muy lentamente las manos hasta llegar a su cremallera, ya puedo sentir la erección de Edmond atrapada en sus pantalones.
— Tabí, mi amor ¿Qué haces? —me dice y le doy un sutil beso.
— Nada —me restregó con su ya notoria erección
— Tabí, mi amor, me estás provocando
— Yo no estoy haciendo eso —digo juguetona y empiezo a pasar mi índice por su torso jugando un poco con los botones de su camisa.
— Tabí —me dice con la voz entre cortada y se recuesta hacia atrás moviendo un poco la silla.
Está muy excitado y sé que no aguantara más que lo siga provocando, en cualquier momento él terminara lo que yo he empezado y no saldremos de la oficina al menos por una hora.
— Yo... —me acerco más a él—. Solo te iré que —susurro y sin que se lo espere con rapidez me paro—. Te espero a fuera —le doy un beso en la mejilla
Con mucha rapidez camino a la silla y levanto mi cartera, con ella en mano camino hacia la puerta y antes de irme me doy la vuelta y veo como Edmond está con los ojos abiertos de par en par y desde aquí también puedo ver su excitación.
— Tabí, mi amor... no puedes dejarme así —se levanta de su silla
— Te espero afuera —abro la puerta y salgo.
— Tabí...
No digo nada, solo le mando un beso, veo como mi excitado esposo camina rápidamente hacia el baño —me rio bajita—. Cierro la puerta detrás de mí y rápidamente siento como todos me vuelven a mirar —odio que me miren y murmuren cosas—. Camino hacia el escritorio de Harper y las personas que estaban a su lado se hacen a un costado
— Señora Williams, necesita algo —me pregunta levantándose—. Desea algo
— No, tranquila, está todo bien. Solo esperaré a Edmond aquí afuera, saldrá en cualquier momento
— Harper, firma esto —le habla uno de ellos y Harper lo mira
— Señora Williams, denme un momento
— Tranquila, sigue en lo tuyo. Le esperaré sentada aquí —señalo uno de los sofás
Harper y los demás vuelven a lo que estaban haciendo, me siento en el sofá y saco mi teléfono, lo desbloqueo y entro a mi Instagram, lo primero que veo es la sesión fotográfica de Sophie con Matteo —sonrió—. Se ve muy hermosa Sophie, el único que afea las fotografía es la presencia de Matteo.
Sigo bajando y veo las diferentes publicaciones de mis amigas, muchas de ellas me han mandado mensajes muy lindos y sobre todo sus buenos deseos, algunas de ellas me han reclamado algunas fotografías de Italia, cosa que no tengo, ninguno de nosotros dos quisimos sacarnos fotografías.
Minutos después
Escucho como se abre la puerta de su oficina y levanto la mirada, veo a mi esposo salir de la oficina como si nada —sonríe al verlo—. Él me busca con la mirada hasta que me ve sentada en el sofá, se acerca a mí, pero Harper le habla
— Señor Williams —eleva la voz y todos los demás lo ven—. Los documentos que necesita firmar ya están listos, al menos los del proyecto de la residencial.
— ¿Los reviso Jackson? —pregunta Edmond serio
— Aún no señor —dice apenada una de las arquitectas—. Jackson aún sigue en una llamada telefónica
— Ve y dile a Jackson que, si esos papeles no están aprobados en media hora, no aprobaré sus futuros proyectos.
— Señor Williams
— Esta documentación tenía que haber estado hace dos días, de hecho, esta documentación debería haber sido presentada al inicio y el cómo responsable de grupo debería haber estado pendiente de todo esto, por algo le puse al frente a él, pensando que podía confiar.
— No se preocupe, señor Williams —habla Harper—. Hoy mismo terminaremos con el papeleo
— Eso espero —dice serio Edmond—. Por cierto, Harper mándame un mensaje con la dirección de la reserva
— Está bien, señor Williams —dice Harper apenada
— Buenas Noches —se despide
— Buenas Noches —dicen al unísono todos.
Me levanto del sofá y me acerco a Edmond que sigue todo serio, me hace una señal de irnos y ambos tomados de la mano vamos hacia el ascensor. Casi nunca Edmond se molesta y regaña a las personas, pero para estar así de enojado y hablarles así es porque ellos no hicieron lo que dijeron. El ascensor se abre y ambos entramos, antes que se cierre el ascensor me despido de Harper con una señal de adiós.
— ¿Estás bien? —pregunto a Edmond—. Si quieres dejamos para otro día ir a cenar
— Tabí, tranquila —me atrae más a él—. El equipo de Jackson tiene que presentar los papeles y dárselos a Harper, ella ya sabe qué hacer después
— Pero eso no parecía lo que dijiste
— Si, lo sé —sonríe—. Si dije eso fue para que terminen lo más antes posible ese papeleo, así mañana continuaran con la fase dos del proyecto.
— Buena estrategia
— Cuando terminen con ese papeleo, Harper me mandara lo más importante y ya —me da un beso en la frente
No podemos hablar más, ya que el ascensor se detiene, se abre y nosotros salimos. La recepcionista se levanta y se despide de nosotros, así como las demás personas. Al salir vemos a Roy esperándonos con la camioneta y yo me extraño.
— ¿Y Evan?
— Antes de salir le mande un mensaje a Roy para que mande a Evan a ayudar a Nana, ella fue al supermercado y no encontraba taxis vacíos, así que me llamo.
— Hiciste bien —le doy un beso en la mejilla
— ¿Vamos?
— Vamos
Roy abre la puerta y yo entro, Edmond se da la vuelta y sube al mismo tiempo que Roy. Mientras avanzamos, Edmond le da la dirección del restaurante donde iremos. Fuimos varias veces a ese restaurante, es el lugar favorito de Ethan.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
La cena está siendo magnífica, Edmond y yo la estamos pasando muy bien como hacía antes no la pasábamos. De hecho, nos hemos encontrado con muchas personas y algunas me han mirado de pies a cabezas —ruedo los ojos—. Tratando de ver si los chismes sobre mí son reales, al menos hoy puedo desmentir esos rumores horribles.
— Al fin Ainara se decidió y ella viajará a San Francisco
— ¿Tú ya no viajas? —me pregunta sorprendido
— No —bebo un poco de mi copa de vino—. Creo que Ainara lo hará mejor, ella está más involucrada en ese proyecto que yo.
— Ainara lo logrará, acuérdate que logro cerrar el proyecto con ese inversionista que estaba inconforme con todo
— Es verdad, él firmó con una condición y es que ella sea la responsable de ese proyecto
El teléfono de Edmond suena y él lo saca de su chaqueta, prende el teléfono y escribe algo muy seriamente, espero no sea nada malo
— ¿Paso algo? —pregunto extrañada
— Aún no han terminado los papeleos —me dice algo cansado—. Dame unos minutos
Veo como Edmond se concentra en su teléfono y en pocos minutos llama a alguien, su expresión es seria, lo cual me indica que Edmond está molesto. En cuestión de segundos la persona a quien llamo Edmond contesta, como estoy frente a él, puedo escuchar la llamada de Edmond.
— Franco, perdona que te moleste, pero necesito tu ayuda. Mi secretaria te llamará y te dará todos los datos que necesitas —espera unos segundos—. Okey, te debo una —sonríe—. Gracias
Edmond termina su llamada telefónica y yo lo miro extrañada, la verdad es que no sé a quién pudo haberle llamado.
— Lo siento Tabí —me dice apenado
— Tranquilo —sonrió—. Pero ¿puedo saber quién es Franco? —pregunto ya por curiosidad
— Franco es un funcionario del ayuntamiento, estaba en mi clase en la universidad y hace como medio año por coincidencias volvimos a hablarnos. Me ayudará con ese papeleo que hasta ahora no pueden terminar.
— Verás que con su ayuda terminara —estiro la mano y Edmond la toma.
Nuestro momento romántico y tierno de los dos es interrumpido por uno un gran chillido de una persona que conozco.
— Tabatha, amiga —se acerca a mí y yo me sorprendo al verla
— Ruby —me levanto y la abrazo
Ruby es una de mis amigas de la universidad, no es una de mis más cercanos y mejores amigas, yo diría que ella es más como una conocida.
— Edmond cariño —le da dos besos en la mejilla—. Qué gusto volverlos a ver
— Y nosotros a ti —digo
— Tabatha ¿Cómo estás? —me toma de las manos y me mira de pies a cabeza
Todos los comensales del restaurante nos empiezan a observar, algunos de manera extraña y es ovio, los estamos molestando.
— Bien, estoy bien —finjo sonreír
— Te ves hermosa —sonríe—. Estaba tan preocupada por ustedes, pero veo que me preocupe demás
— No tienes que creer en chismes y habladurías, como viste se equivocaron.
— Es que como no publicaste nada en tus redes sociales y estuvieron lejos por un tiempo, las personas empezaron a inventar cosas.
— Si, error nuestro —dice Edmond y sonríe
— Cariño —se acerca un hombre y le da un beso en el cuello a Ruby, lo cual nos sorprende
— ¡¡Eh!!, sí, lo siento mi amor —mira al chico—. Tabatha, Edmond les presento a mi novio Flavio
— Un placer —nos saluda, mira a Ruby—. Vamos —le dice y se va a su mesa
Ruby se molesta un poco por su actitud y yo igual me molestaría, se nota que el chico es muy agradable —nótese mi sarcasmo
— Lo siento chicos, Flavio se pone así cuando tiene mucha hambre
— Lo entendemos —digo
— Bueno, un gusto verlos, Adiós —se despide y se va dónde está Flavio
Ruby consiguió un nuevo novio, qué novedad. Ella es muy enamoradiza y siempre los chicos de los que se enamora son muy extraños, el único que me agradaba se fue a otro país. Edmond y yo volvemos a sentarnos, yo bebo un poco más de mi copa de vino.
— ¿Estás bien? —me pregunta Edmond
— Si, porque tuviera que estar mal o triste
— Por lo que dijo Ruby
— Eso ya sabía y me lo esperaba —suspiro—. De hecho, el día de hoy volvimos a salir en las revistas
— En unos días se cansarán y dejarán de hablar de nosotros
— Lo sé —sonrió
— Por cierto, me dirás ahora si ¿Cuál es la sorpresa que me tienes?
Edmond pensará que la sorpresa que le tengo lo puedo decir aquí, pero no, la sorpresa será cuando lleguemos a nuestro flat, de hecho, ya lo tengo todo pensando.
— No, aún no es el momento —me rio sutilmente
— Tabí, por favor no me dejes con la duda
— Te prometo que cuando lleguemos al flat te lo diré.
Sé que en estos momentos Edmond está tratando de leer mis expresiones por si le doy alguna pista, pero no podrá adivinar. Esta noche sé que será una de las mejores.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Una hora después
Al fin llegamos al flat, nuestra cena hubiera sido perfecta si no nos hubieran acorralado los paparazis. Al parecer un famoso cantante apareció y ellos lo persiguieron, no sé cómo, pero todos empezaron a entrar al restaurante y al darse cuenta de nuestra presencia y de otras personas más empezaron a sacarnos fotografías —ruedo los ojos—. Incluso alguno nos preguntó algunas cosas de las cuales nosotros no respondimos.
— Nana, ya llegamos —dice Edmond entrando
— ¿Nana? —pregunto intrigada porque está todo oscuro y prendo las luces del flat—. Nana, creo que no está —camino
— Sí, se fue a su casa —me dice mientras ve su teléfono—. Me acaba de mandar un mensaje
— Te creo, también nos dejó un mensaje —digo mostrándole—. Sus amigas decidieron reunirse hoy y ya no mañana
— Nana, les ganará en canasta
— Sí, es tan buena —río—. Espero algún día me enseñé ese juego y poder ganarle
Edmond me atrae hacia él y me da un beso apasionado, el cual yo le respondo. No tardamos mucho para separados
— No sabes cuánto me gustaría cobrarme de lo que me hiciste en mi oficina
— Y que te detiene —sonrió maliciosamente—. Porque según yo ya...
— Espera, lo que estoy pensando es que —sonríe—.
— Sí, sorpresa —lo miro a los ojos y le doy un sutil beso
— Tabí, Tabí... eres una mujer muy mala —me trae más a él—. Por eso me torturaste
— Yo no te torture, solo inicie algo que sabía que íbamos a terminar —digo
— Entonces vamos a continuar con lo que dejamos pendiente en mi oficina —me dice Edmond con su voz ronca
Edmond en un movimiento me eleva y yo enredo las piernas en su cintura, enredo mis brazos en su cuello para no caer y nos besamos, empieza a caminar y sin dejar de besarnos rápidamente llegamos a nuestra habitación.
Al llegar a nuestra habitación me bajo de su cintura, rompemos nuestro beso y Edmond me hace dar media vuelta, me da unos besos en el cuello mientras que sus manos me sujetan de la cintura, yo solo cierro los ojos y me dejo llevar por las caricias de Edmond que poco a poco me están empezando a excitar.
Edmond empieza a darme ligeros mordiscos en mi cuello, sus manos suben por mi vestido hasta que llegan a la cremallera de esta, la baja muy lentamente hasta que cae al suelo, dejándome solo en ropa interior, salgo del vestido y me doy la vuelta. Me acerco a Edmond y con mucho tacto le desabrocho su camisa para luego bajarla y dejándome ver su torso desnudo.
Él no tarda mucho en sujetarme de la cintura y ambos caemos a la cama, Edmond me vuelve a besar y sin que lo espere me desabrocha mi brasier liberando mis senos, baja sus besos hasta ellos para empezar a acariciarlos y morderlos sutilmente provocando que me excite más, pero a la vez se pongan duros y adoloridos.
— Edmond... hazlo con calma —digo con una voz lastimera
— Lo siento —me dice, me da un beso y yo le sujeto de la mejilla.
Rompe nuestro beso y baja hasta mi abdomen dejando un camino de besos, mientras hace eso me saca con cuidado mis bragas sin que lo espere, introduce dos dedos en mi interior, provocando que me arquee y eche la cabeza hacia atrás soltando un gemido de excitación, Edmond pronto cambia sus dedos por su boca para jugar con mi clítoris ya hinchado.
— Ahh... mmgh... —digo
— Tabí, mi amor no te calles, quiero escucharte —me dice y me sujeta más de la cintura.
Siempre que hace estas cosas Edmond yo me derrito en sus brazos, él sabe como me pongo cuando hace este tipo de cosas. Siento como sus rozadas son más rápida, no puedo aguantar más y me corro.
— Recupérate y continuamos —me dice con una sonrisa en la cara.
Edmond se levanta, va a nuestra mesa de noche y saca un preservativo para colocárselo, se vuelve a acercar a mí, pero yo le detengo, bajo mis manos por su torso hasta llegar a su miembro, pero Edmond me detiene.
— Lo siento, pero ya no aguanto más —me dice y se lanza hacia mí, claro, sin aplastarme
Edmond se posiciona entre mis piernas y ya puedo sentir su miembro, lo cual hace que me impaciente más.
— Edmond, te quiero dentro de mí —le digo mientras enredo mis manos en su cuello
— Lo haremos con calma si
— Hazme lo que te dé la gana —le digo picarona
Edmond baja su mano hasta su miembro y palpa mi clítoris con la punta de su miembro, excitándome más, sin aviso entra de una estocada en mí provocando que suelte un gemido de placer, sus embestidas son constantes, pero lentas, sé que no quiere lastimarme, pero yo lo necesito, necesito a mi esposo en modo salvaje.
— Más rápido, por favor más rápido —susurro mientras enredo mis piernas a su cintura y marco un ritmo más rápido
Escucho como Edmond suelta un pequeño gruñido y me hace caso, sus embestidas son más rápidas y profundas, llenándome completamente.
No aguanto más y estallo de pasión, llegando a mi climax y suelto un fuerte gemido de placer, Edmond me besa acallando mi grito y sigue moviéndose buscando su liberación. Me sujeta de las caderas y continua con sus embestidas profundas, da cuatro estocadas más y también llega a su climax.
Nuestras miradas se vuelven a encontrar, con mucha delicadeza le acaricio la mejilla y nos volvemos a besar apasionadamente, minutos después Edmond sale de mí con cuidado y se va al baño, yo me doy la vuelta y veo su escultural cuerpo —me muerdo sutilmente el labio.
No tarda mucho y regresa a la cama, se acuesta a mi lado y me abraza, yo pongo mis manos sobre las suyas y me acerco más a él.
— Te amo Taby... nunca lo olvides —me dice en mi oído aun con la respiración entrecortada
— Yo también te amo —acerco su mano y le doy un beso
Esta noche nos estamos dejando llevar por la pasión y la lujuria que ambos teníamos reprimido en estos meses —rió bajito—. Esta noche solo seremos él y yo.
Horas después
Escucho como algo está vibrando, con pereza y casi los ojos cerrados, miro mi mesita de noche y me doy cuenta de que el que está sonando es el mío. Me doy la vuelta, me cubro mi desnudez con la sabana y estiro la mano para tomar mi teléfono.
Prendo la pantalla y veo todo borroso —cierro los ojos, me muero de sueño—. Cierro y abro los ojos para poder ver el mensaje, pero me está costando mucho.
✉Mensaje de Texto✉
➡️ Quiero ahogarme en tus labios, susurrarte con palabras mudas el deseo que siento por ser parte de ti
➡️ Estoy contando las horas, los minutos y los segundos para volver a tenerte en mis brazos
➡️ Te extraño
➡️ Te amo
✉Fin del mensaje✉
No puedo ver quien me ha mandado mensajes, el sueño hace que mi visión esta algo nublada, detrás mío siento como Edmond se da vuelta.
— Mi amor —me dice con voz ronca
Apago mi teléfono y vuelvo a ponerlo en la mesita de noche, mañana veré quien me ha mandado el mensaje. Siento como Edmond me abraza por detrás y me da unos besos en el cuello. Desde ya puedo sentir su erección detrás de mí, tal vez Edmond no este muy despierto, pero su amiguito sí.
Siento como las manos de Edmond bajan con mucho cuidado hasta mi feminidad e introduce dos dedos dentro mío provocando que suelte un gemido
— Edmond —digo arqueándome un poco hacia él.
— Creo que esta noche no dormiremos —me dice
Esta noche lo que menos tendremos será sueño, porque esta noche nos uniremos en uno y no faltaran los gritos de pasión.
Semanas después
Finalmente, hemos regresado a la ciudad de Nueva York, estas últimas semanas se me hicieron interminables y contaba los días para regresar. Este viaje se me hizo interminable, tal vez muchos piensan que debería estar triste por regresar, pero no yo estoy feliz y contento de regresar. Vuelvo a sacar mi teléfono y reviso si tengo algún mensaje de Tabí, pero nada. Ayer que hablamos me dijo que hoy tenía una entrevista muy importante con un medio de comunicación, ella y su socia estaban muy nerviosas.
— Izan, mi amor —me saca de mis pensamientos Emma y guardo mi teléfono rápidamente—. Llegamos —me dice muy emocionada
— Ahh —miro y veo que la camioneta se ha detenido—. Entonces bajemos
El chofer se baja rápidamente y le abre la puerta a Emma, ella rápidamente baja y yo también bajo por el otro lado, Emma se acerca a mí y me sujeta del brazo.
— Sigo sin creer lo que está pasando —me dice sonriente
— Pues créetelo, subamos —le digo y vamos al ascensor
Cuando llegamos a la ciudad, el señor Thomas tenía una sorpresa preparada, que jamás Emma y yo lo hubieras imaginado. El señor Thomas nos regaló un pent—house, todo amueblado a nuestro nombre. No nos dejó decir nada, solo nos llamó y nos dijo que disfrutemos nuestro nuevo hogar.
Después de unos minutos llegamos a nuestro pent—house, Emma está muy nerviosa e impaciente y la verdad es que yo también estoy igual, mejor dicho, yo estoy algo curioso. Un señor nos mira y se acerca con mucha tranquilidad
— Buenas tardes —nos saluda—. ¿Son el matrimonio Miller?
— Sí, somos nosotros
— Un placer —extiende su mano y yo le doy un apretón en forma de saludo—. Soy Steve, el administrador del edificio, el que se encarga de todo el mantenimiento del edificio
— Mucho gusto —dice Emma
— Cuando estén más libres y con tiempo les explicaré algunas cosas técnicas como las reuniones y normativas del edificio, pero lo más importante es este momento es este —nos indica la puerta y veo que tiene un sistema de seguridad numérico—. Por favor piensen en una clave con cinco dígitos.
Steve saca un aparatito y hace no sé que cosas en la puerta, miro a Emma y caminamos a un costado, necesitamos una clave y ya tengo una en mente. Saco mi teléfono y escribo la clave de siete dígitos y se la muestro a Emma
— ¿Qué opinas?
— Me parece perfecto —se acerca y me da un sutil beso—. Deja que lo anote
Ambos ya con la contraseña anotada en nuestros teléfonos regresamos, el señor Steve me da una máquina y me indica que ponga la clave. Rápidamente, coloco la clave que escogimos, le devuelvo la máquina y vuelve hacer no sé qué cosas.
— Señor —escucho detrás de mi
— Si —me doy la vuelta y Emma también
— El camión de mudanzas ya ha llegado
— ¿Qué? —pregunta Emma sorprendida—. ¿Cómo fue eso posible?
— Es Thomas, te puedo apostar que la de la idea y la que se encargó de todo fue Kristin
— Es lo más seguro —se ríe sutilmente
El Administrador termina y nos llama, ambos vamos y nos empiezan a explicar el funcionamiento de seguridad, sobre todo como usarlo.
— Señora William, puede abrirlo
— Si —dice emocionada
La puerta se abre y Emma entra, yo estoy por entrar al pent—house, pero mi teléfono suena, lo saco y veo que la persona que me llama es la persona más importante de mi vida, trato de contestar, pero la persona que me llama lo cuelga, antes de esta llamada tengo cuatro llamadas perdidas y unos mensajes de texto.
✉Mensaje de Texto✉
➡️ Ya quiero verte y abrazarte
➡️ Ya estoy por llegar
➡️ Contéstame
➡️ Contéstame
✉Fin de los mensajes✉
Levanto la mirada y veo a Emma emocionada y sin creer lo que ve, la miro y le hago una señal, ella rápidamente sale donde estoy.
— ¿Izan? —me pregunta
— En un momento regreso, acaba de llegar la persona más importante en mi vida
Solo le digo eso y me voy al ascensor, no puedo esperar de ver a la persona más importante de mí, la única persona con la que cuento incondicionalmente.
🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅
Holis, volví con un nuevo cap. de Infieles 🔥🔥🔥🔥😈😈😈😈 espero que les haya gustando.
¿Quien creen que es esa persona del que habla Izan?
¿Que creen que puede pasar?
No se olviden de votar ⭐, compartir y comentar.Amo sus comentarios, me llenan mi 💜
No se olviden de seguirme en Instagram y booknet como:
💜 lovebooks_wattpad
💜JazRodriguez
Las quiero J💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top