◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 41 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌

Cuatro meses después

Al fin, después de cuatro meses regresamos a New York —sonrió—. Extrañaré mucho la ciudad de Nemi, su paz, el ambiente y sobre todo las personas cálidas que he conoció ahí. Edmond y yo hemos comprado una casa, cuando ambos la vimos no nos pudimos negar. Ya hemos hablado con uno de los arquitectos de la constructora y según los primeros planos que nos mostró, la casa quedara más hermosa de lo que ya es —sonrió.

— Mi amor —se acerca Edmond—. ¿Nos vamos? —me pregunta

— Vamos —tomo la mano de Edmond y caminamos hacia la salida del aeropuerto.

Nadie de nuestra familia sabe que hemos llegado hoy a Nueva York, de hecho, será una sorpresa para todos. Además, otra cosa buena es que al no saber que hemos llegado, no nos encontramos con paparazis o medios de comunicación.

— Señor, la camioneta ya los está esperando —nos dice

— Gracias, Roy —sonríe

— Por cierto —lo miro—. ¿Cómo estás?

— Ya estoy recuperado, señora Williams —me dice apenado—. Señora...

— Roy —me acerco—. Todos sabemos que tú no tienes culpa en nada y que lo que paso fue un accidente —digo seria—. Lo mejor que podemos hacer —miro a Edmond—. Es dejar de hablar de ese tema atrás, olvidar que paso y seguir como si nada hubiera pasado

— Tienes razón mi amor —Edmond se acerca y me da un sutil beso—. Vamos o se nos hará tarde

— Vamos

Edmond y yo caminamos por delante, atrás de nosotros está Roy trayendo nuestras maletas, ambos hace cuatro meses viajamos con dos maletas, Edmond regreso con cuatro y yo regresé con diez maletas —me rio internamente.

Como lo supusimos no hay paparazis ni nadie, con mucho cuidado y algo lento entro a la camioneta, aún tengo un poco de molesta en mi pierna, pero solo es una pequeña molestia, nada grave, Edmond hace lo mismo solo que él sube más rápidamente. Da dos golpes en el asiento de delante y Roy empieza a conducir.

— Sabes, aunque parezca algo tonto extrañada Nueva York —digo mirando las calles

— Yo igual —me dice y me toma de la mano

— Esta vez nos ausentamos mucho —digo

— Pero lo necesitamos —me besa la mano—. Al menos podemos decir que descansamos del ruido de la ciudad —se ríe

En eso tiene razón, la ciudad donde estábamos era un lugar tan pacífico y relajante que te daba una paz interna, podías salir e ir a un parque y no escuchabas nada más que a los pajaritos, cosa que en la ciudad no puedes hacer —escucho sonido de las bocinas de los automóviles y las personas caminando de un lado a otro rápidamente.

— Sabes me gustaría pasar Navidad y Año nuevo en Italia —lo miro—. Olvidar las ostentosas fiestas que hacen nuestras familias... estar solo tú y yo, en la chimenea, tomando chocolate caliente... —sonrió y me muerdo el labio por un recuerdo que se me vino a la mente

— Tabí, mi amor, no me tientes —me dice Edmond sonriéndome de un lado

Edmond se dio cuenta del pequeño recuerdo que se me acaba de pasar por la mente, pero la verdad es que prefiero pasar Navidad los dos solos.

— Solo piénsalo, si —le mando un beso

— Está bien —sonríe y me guiña un ojo—. Además, aún faltan muchos meses, lo pensaré

Tiene razón aún faltan algunos meses, tal vez para esas fechas aún no esté la casa terminada, si es así hablare con la tía de Edmond y le volveré a pedir que nos aloje en su casa.

Media hora después

Al fin hemos llegado al edificio donde está nuestro flat, como he extrañado mi flat, nuestra habitación, a nana, a Sophie, a Ainara... a todos.

— Subimos —me dice tomándome de la mano

— Vamos

Ambos entramos y el primero en vernos es el portero del edificio. Al vernos se levanta sorprendido y sonríe.

— Señores Williams, que gusto volverlos a ver —nos dice Bob

— ¿Cómo has estado Bob? —pregunta Edmond

— Bien señores. Me alegro de que estén de vuelta —nos dice apenado

— Nosotros también —digo

Roy ya está en la puerta del ascensor esperándonos con algunas de nuestras maletas, Bob viene detrás de nosotros con las maletas que dejaron en la camioneta, realmente yo me sobrepasé con las maletas que traje. Ambos entramos al ascensor, pero ni Bob ni Roy han subido, supongo que subirán después con nuestras maletas.

Salimos del ascensor y ambos nos dirigimos al fin a nuestro flat, nuestro hogar, desde que tuvimos ese accidente no he vuelto al flat, ni bien me dieron el alta, nos fuimos al aeropuerto y viajamos a Italia. Desde ya escuchamos la risa de Sophie —sonrió—. Estos meses que pasaron la he extrañado tanto, no es lo mismo hablar por Zoom o Meet, que hablar por persona.

— ¿Lista? —me pregunta Edmond, sacando su teléfono de su bolsillo

— Lista —digo aguantando mi risa

Edmond, busca el número de Sophie y en cuestión de segundos lo encuentra, aprieta la opción de llamar y ambos escuchamos como empieza a sonar.

📞Llamada telefónica📞

— Hola —contesta Sophie

— Hola, Sophie

— Cuñado, qué alegría escucharte —dice alegremente

— Tabí, está a mi lado y quiere hablarte

— Hola —digo

— Tabí

— Sof, puedes por favor salir del flat te tenemos una sorpresa —miro a Edmond que está aguantando la risa

— Afuera... ¿Por qué? —escuchamos como camina hasta la puerta y la abre

— Porque...

📞Fin de la llamada📞

Sophie sale del flat en menos de dos segundos, mira al costado y suelta un grito muy fuerte de felicidad al vernos.

— Tabí —corre a mí y me abraza muy fuerte

— Sophie —la abrazo y me emociono hasta las lágrimas

— Tabí —se separa un poco y me mira de pies a cabeza—. Estas... tan hermosa

— Gracias —me sonrojo.

— Me encanta tu nuevo look —me vuelve a abrazar.

Se a lo que se refiere, me hice un pequeño cambio de look, nada grande, solo que hace como un mes me corté un poco el cabello y un pequeño cerquillo, nada importante. Escucho como Nana también se sorprende al ver a Edmond, él también ha cambiado, ha aumentado su masa muscular y tiene una mejor forma física —me muerdo el labio—. Ella se acerca rápidamente y lo abraza muy fuertemente —sonrió

— Tabí —suelta a Edmond y viene a abrazarme

— Nana —la abrazo y dejo caer algunas lágrimas—. Estás hermosa —también me mira de pies a cabeza.

— ¿Por qué no nos dijeron nada? —nos dice Sophie y golpea en el hombro a Edmond.

— Tranquila —dice Edmond con tono juguetón

— Porque queríamos darles una sorpresa

— Pues nos dieron una gran sorpresa —dice Nana y abraza una vez más a Edmond

Nos hubiera gustado que Nana esté con nosotros en Italia, pero ella no quiso porque temas familiares y nosotros lo entendimos.

— Deben estar muy cansados —nos dice Nana

— Si un poco —empiezo a caminar a la puerta

— Alto —me detiene Edmond

— ¿Paso algo? —pregunto extrañada

Sophie camina hasta la puerta y me mira con una sonrisa, conozco muy bien a Sophie y sé que algo está tramando o algo ha hecho en nuestra ausencia.

— Cierra los ojos —me pide

— Me están asustando, ¿Qué paso?

— No paso nada, solo que hice algo que sé que querías con muchas ganas

— Edmond —digo sin entenderlo

— Confía en mí —susurra en mi oído y me da un beso en la mejilla

Hago lo que me dicen, escucho como alguien abre la puerta, supongo que debe ser Sophie, siento como alguien por detrás, supongo que Edmond, me obligan a caminar unos cuantos pasos muy lentamente.

— ¿Lista?

— Si... —digo con algo de miedo

Muy lentamente abro mis ojos y lo que veo me sorprende tanto que me he quedado sin palabras. Miro de un lado a otro y sigo sin creer lo que estoy viendo...

— Ed... —camino y me tapo la boca de asombro mientras camino un poco.

— Tengo una sorpresa más —me dice Edmond se acerca a la isla y hace dar la vuelta a la laptop que está en la isla de la cocina.

📱Zoom📱

— Hola —digo muy curiosa y se conecta al fin.

— Hola —me saluda con una sonrisa muy cálida y sonrojada

— Keily —digo sorprendida al verla, por el fondo puedo denotar que está en su oficina—. Espera, Tú hiciste esto, ¿verdad? —digo emocionada

— Keily, hermosa —saluda Sophie detrás de mí, interrumpiéndonos

— Hola Sophie —le saluda sin dejar de perder esa sonrisa cálida—. Y respondiéndote Tabí, si mi equipo y yo hicimos la remodelación

Me doy la vuelta y con la mano en el pecho, miro atentamente todo, hasta ahora no puedo creer que el flat haya sido remodelado —sonrió emocionada, no tengo palabras para describirlo—. Detrás de mí escucho como Keily me empieza a explicar las cosas.

— Como habíamos hablado hace tiempo, para las paredes de la sala y la cocina utilizamos distintos matices de beige y marrón —me dice

Observo lo que me indica Keily desde la laptop y doy fe que es verdad, las paredes son de color beige y algunos detalles del techo fueron pintados con el color marrón, así también como los marcos de las ventanas. Lo que si me di cuenta es que cambiaron el color de las cortinas, antes eran color beige claro, pero ahora son blancas, supongo que fue por el contraste.

— Está hermoso —dice Edmond también mirando, me gusta mucho la...

— ¿Vibra? —pregunto

— Exacto —me da un guiño y me sonrojo.

— Mi idea fue crear un espacio armonioso y, como les explicaba anteriormente, el color beige transmite espiritualidad, equilibrio, seriedad y distinción. Según las informaciones que nos han facilitado, es lo que creo que estabas buscando —nos dice muy sonriente Keily.

— Cuando lo vi terminado, me encanto —nos dice Nana—. Seré sincera al inicio no me gustaba ese color, ya sabes soy más básica

— Lo sabemos, solo el blanco —se mofa Edmond

— Edmond —digo y le doy un pequeño codazo.

— Lo siento —y hace una señal de que cerrara su boca.

— Quedo mejor de lo que podía haber imaginado —digo emocionada.

Seguimos caminando por la sala y algo llama mi atención, camino hacia esos cuadros, no lo puedo creer...

— Espera... —digo sorprendida y me acerco más—. Estos son los...

— Si —me interrumpe Edmond—. Son los cuadros que escogiste cuando fuimos a esa exposición de pintura —me dice Edmond con las manos en los bolsillos

— Yo le pedí a Edmond que si podían comprar algunas pinturas y por eso fueron a esa exposición —se ríe bajito Sophie—. Pero, lo que si me sorprendió es que escogiste los perfectos, sin que nadie te haya guiado.

— Es porque algo me decía que estos eran los correctos —digo

Ese día compramos cuatro cuadros, dos son paisajes hermosos otoñales y los otros dos son pinturas de flores, entre ellos de un jazmín. Camino una vez más para ver todo detalladamente y de la nada algo que no había visto antes —que distraída soy—. Me llama la atención —me acerco para verlo mejor.

— ¿Y esto? —digo sorprendida y miro a todos.

— Es un estante decorativo en el que puedes colocar flores, es la marca que tengo junto con mi equipo —me indica—. Espero que no te moleste, pero me tome la libertad de colocar unas orquídeas, unos helechos y unos cactus, unos helechos, junto con...

—Una fotografía nuestra —miro a Edmond emocionada—. Es la fotografía en el arco del triunfo —toco con las yemas el marco de color blanco.

— Y queda perfecto ahí —me abraza por detrás Edmond y me da un beso en el cuello

Yo me doy la vuelta y le doy un sutil beso, miro a un costado y noto que Sophie está hablando con Keily amenamente —me rió bajito.

— Me encanta tu marca personal y la de tu equipo, es tan original y queda perfectamente en este ambiente —digo levando un poco la voz para que me escuche, ya que estoy lejos de la laptop.

— Muchas gracias —me dice feliz

— Pero también cambiamos un poco la terraza —nos indica Sophie y da dos aplausos de la emoción.

Nana abre la puerta y solo Edmond y yo salimos al balcón. Ambos quedamos sorprendidos por lo diferente que está, lo primero que llama nuestra atención es el cambio de las sillas. Fueron remplazadas por unas sillas colgantes —estoy asombrada—. Y en el centro de está, hay una mesita que combina con todo —realmente me quede sin palabras.

— ¿Cómo supieron que quería unas de estas? —pregunto y miro a Sophie

— Soy tu mejor amiga y aún mejor, soy tu cuñada —sonríe traviesamente—. Por ende, sé tus gustos

— Ainara estará celosa —le advierto

— Que se entere, yo le gane —me dice en tono de broma y hace un chasquido con los dedos

— Eres la hermana que siempre quise tener —la abrazo.

— Si sigues así me harás llorar —me advierte y se suelta de mi abrazo—. Pero —se recompone—. No crean que eso es todo

Sophie me toma de mi mano y me lleva a la puerta de la habitación que comparto con mi adorado esposo. Abre la puerta y con mucha lentitud entro, ¿Será que también cambiaron las habitaciones?

— ¡¡Ahhh!! —digo asombrada y me tapo la boca

— ¿Qué opinas? —me dice Sophie detrás de mi

— Está... está... hermoso, no me lo puedo creer —digo y observo sorprendida toda la habitación.

— Wow —dice Edmond entrando, deja a un lado la laptop y se para a mi lado—. Si qué cambio mucho.

— Para las habitaciones nos enfocamos en utilizar colores pasteles, ya que estos se caracterizan por ser suaves y crear un ambiente de relajación —nos explica Keily desde el teléfono de Sophie.

Debió conectarse desde la app de su teléfono para más comodidad, puesto que traer la laptop es más complicado y fastidioso, para sujetarlo.

— El color verde pastel —continúa—. Lo combinamos con tonalidades azules —veo y noto que se refiere al color de las almohadas—. Transmitiendo así comodidad y tranquilidad.

— Me encanta —camino y veo todas las paredes de la habitación están pintadas así.

Lo que también cambiaron son los marcos de las fotografías que tenemos, ahora esos marcos son de color blanco y no lo negaré que queda muy bien con la habitación.

— ¿Las demás habitaciones son del mismo lugar? —pregunta Edmond

Yo aprovecho que están hablando y entro al cambiador, las paredes también están pintadas con un verde pastel, abro la puerta del baño y me doy cuenta de que este está pintado con un color azul pastel —sonrió—. El color azul pastel ahora es el predominante y el verde pastel solo lo utilizaron para el marco de la ventana y algunos diseños —lo adoro.

— Tabí —escucho que gritan

Salgo y veo que están todos saliendo de nuestra habitación, camino rápidamente y también salgo, me acerco a Sophie y le pido el teléfono, ella me lo da, me paro delante de Edmond y levanto el teléfono para hablar con Keily

— Keily —digo emocionada y tomo el teléfono de Sophie—. No sé qué decirte, yo no me esperaba esto —estoy emocionada—. Realmente tu equipo y por supuesto tú, tienen un gran talento —sonrió—. Lograste lo que tanto quería —miro a Edmond—. Darle otra perspectiva al flat.

— Muchas gracias, eres muy amable —agradece satisfecha.

— Por eso, quiero —miro a Sophie y Edmond—. Queremos invitarlos a ti y Marcelo a que vengan aquí —miro a Sophie y ella lo aprueba—. Claro, cuando ustedes estén en Nueva York,

— Keily, tienes que aceptar, porque ese día hablaremos de negocios y muchas otras cosas más.

Se lo que significa eso, a Sophie también le encanto como quedo el flat que estoy 100% segura que ella también querrá hacer cambios en su casa.

— Para nosotros, será un placer, pero antes debo hablar con Marcelo, debe checar la agenda, nos mantendremos en comunicación para ver lo que podemos hacer, ¿De acuerdo? —nos indica.

— Perfecto, me mandas un mensaje o me llamas para que nos pongamos de acuerdo.

— Está bien, así lo haré —nos mira sonrientemente.

— Adiós Keily —se despide Sophie

— Adiós Keily y una vez más eres la mejor en tu campo —digo desde detrás de Sophie

— Adiós y gracias...

📱Fin del Zoom📱

Devuelvo el teléfono a Sophie y abrazo a Edmond, no esperaba que el haya hecho esto, yo pensé que ese tema estaba olvidado y que después de unos cuantos años recién volvería a hablar de ese tema.

— Eres el esposo perfecto —lo miro y le doy un sutil beso

— Quiero que esto lo veamos como un nuevo inicio, dejemos atrás el accidente, las peleas y los malos recuerdos

— Tienes razón, no llenemos el flat de malas vibras, Te amo —lo abrazo más

— Y yo

— Me harán llorar —escuchamos que dice Sophie y suelto a Edmond.

— Tu eres la perfecta cómplice —la abrazo—. En todas nuestras llamadas que nos hicimos jamás me dijiste nada

— Porque era una sorpresa para ti, además Edmond me advirtió que si te decía algo no me traerían regalos de Italia —me indica y me rio

— Pues tienes suerte —busco las maletas —. Porque si te traje muchos regalos —le aseguro

— Pues tendrás que dármelos mañana —se levanta

— Porque... ¿Te vas? —pregunto sorprendida

— Si —me dice triste—. Tengo que acompañarle a Matteo a una "reunión" de negocios o algo así —hace hincapié en reunión

Se a lo que se refiere, ese tipo de reuniones es para hacer compañía a la esposa del socio o cliente mientras ellos hablan de negocios —ruedo los ojos—. Yo asistí obligada a tantos, cuando era una niña, pero, ahora es diferente —me río bajito—. Yo acompaño a Edmond a estas "reuniones" no por obligación sino porque amo a mi esposo, pero, aunque sea gracioso, él también me ha acompañado a algunas "reuniones" mías —me río bajito.

— Entonces, mañana te parece almorzar

— Me parece perfecto, mañana nos vemos y me cuentas todo

— Está bien —la abrazo

Nos despedimos de Sophie —suspiro cansadamente—. El viaje ha sido largo y no voy a mentir de que estoy cansada —tengo jet lag—. Pero sobre todo quiero dormir al menos unas horas.

— Al fin quedamos solos —me siento en el sofá—. Tengo un poco de jet lag

— Yo igual —se sienta y noto lo que quiere hacer

Rápidamente, pongo una de las almohadas del sofá en mis piernas y Edmond con mucho cuidado se echa apoyando su cabeza en la almohada.

— Vayamos a descansar —digo y le hago pequeños mimos

— Ve tú, yo tengo que revisar unas cosas —me mira

— Edmond —digo algo enojada

— Niños —se nos acerca Nana—. Sé que están cansados por el viaje, pero en diez minutos estará listo el almuerzo. Hice algo sencillo y rápido, me molestaré si no lo comen.

— Está bien —decimos al unísono

No decimos nada más, solo nos quedamos en silencio, creo que en estos momentos las palabras sobran —sonrió. Después de almorzar, descansaré unas horas, luego veré si desempaco o tal vez mañana lo haga, si ya veré.

Horas después

Siento pequeños movimientos —cierro más fuerte los ojos y escondo la cara mejor—. Los pequeños movimientos continúan solo que, esta vez, escucho una voz muy conocida.

— Tabí, mi amor —se acerca a mí—. Despierta

— Mmm... —contesto, tengo sueño y quiero seguir durmiendo.

— Tabí, mi amor —me da un beso en la mejilla y poco a poco abro los ojos

— Edmond —lo miro con cara de sueño—. Quiero dormir, por favor

— Lo sé, pero tengo que hablar contigo de algo importante —se sienta a mi lado

— No puedes esperar hasta mañana —me siento en la cama aun con la cara dormilona y bostezó

— No —me mira y suspira—. Sé que quieres descansar y yo también, más esto que te pediré, es importante

— Dime, ¿Qué pasa? —digo algo preocupada, por su tono de voz me empezó a preocupar.

— Te acuerdas que te comenté que mañana íbamos a asistir a la inauguración del cinema

— Si... el cinema que restauraron o algo así me dijiste —bostezó

— Pues me llamaron y me dijeron que se habían equivocado de fecha y que la inauguración es hoy

— ¿Hoy? —preguntó sorprendida

— Si —me dice apenado—. Sé que ir a un evento así será cansador para ti, pero, tengo que hacerlo, ya que yo soy uno de los que promovió la restauración de ese cinema

— Lo sé, sé que este proyecto fue muy importante para ti —sonrió, tiernamente

Y es verdad, Edmond desde siempre apoyo este proyecto, aunque todos en la constructora no querían apoyarlo. Este cinema que restauraron es un proyecto comunitario de un vecindario y tuvo una inversión baja, para la constructora no era de importancia, pero al verlo lo apoyo y decidió que el 50% la constructora pondría. A muchos de los socios no les gusto, más a Edmond, no le importo y continuo con la restauración.

— Entonces, ¿Qué dices?

— Claro que te acompañaré —lo abrazo y él me da un beso en la mejilla

— Te amo, gracias por comprenderme —me da un beso en los labios

— ¿A qué hora será la inauguración? —pregunto y hago que truene mi cuello

— En más o menos unas dos horas

— Dos horas —digo sorprendida—. Entonces no tenemos mucho tiempo

— Lo sé.

— Será mejor que nos alistemos de una buena vez —me levanto de la cama y voy a los armarios para buscar nuestros outfits—. Edmond —lo llamo

— Dime —me grieta desde la habitación

— Será un evento elegante o casual

— Casual —me indica

— Está bien, aprovecha el tiempo y ve a darte un baño —grito

— Okey —escucho como abre una puerta que supongo es la del baño.

Empiezo a ver revisar la ropa que tiene Edmond, estos cuatro meses cambio mucho su forma física gracias a la rehabilitación. El fisioterapeuta italiano, que nos ayudó en todo lo de la rehabilitación, le aconsejo entrenar al menos dos horas en el gimnasio y tener un hábito de ejercicios en la mañana. Al inicio le fue un poco difícil, pero después se acostumbró, ahora tiene una pequeña rutina de una hora de ejercicios.

No me ha tomado mucho tiempo encontrar el outfit perfecto para Edmond, pero con algo de urgencia tiene que renovar su closet, al menos una buena parte porque muchas de sus camisas no le entraran. Para esta ocasión lo más recomendable y sé que se verá perfecta es que use una camisa blanca de lino con unos jeans azules ajustados —llevo la ropa a la cama y lo dejo con mucho cuidado—. Es un outfit sencillo, casual, pero a la vez elegante. 

Ahora me toca escoger a mí —abro mi armario y empiezo a ver mi ropa—. En Italia compramos ropa, pero aún están en la maleta y estoy segura de que están casi todas arrugadas —saco una blusa y la miro—. Lo dejo porque no me gusto, sigo buscando y casi ya al llegar al final de mis atuendos me encuentro un con algo que no esperaba —lo saco—. Lo que acabo de encontrar es un hermoso mono o enterizo de color blanco largo con abertura cruzada en la parte del escote con unos pequeños detalles de piedras pequeñas en la cintura.

Ahora que recuerdo unos días antes del accidente, compré este enterizo, cuando me lo puse aquí no me convencía como se me veía en mí, mi intención era dárselo a Sophie o Ainara, claro si les iba a gustar, pero no pude porque nos fuimos a Italia —sonrió—. Qué suerte que no se los di —lo dejo colgado en una esquina—. Este modelo me ayudará a estar cómoda y camuflar que usaré zapatillas planas.

Antes que se me olvide será mejor que le pida un gran favor a Nana, con mucho cuidado y caminando despacio, salgo de la habitación, veo a Nana en la cocina preparando alguna cosa, al verme deja de picar y pone a un costado el cuchillo.

— Nana

— Dime, Tabi —me sonríe—. ¿Necesitas algo?

— No, solo te pido que llames a Roy, lo necesitaremos para que nos lleve y recoja del cinema

— Sabía que me estaba olvidando de algo —me dice y levanta el teléfono inalámbrico—. Edmond me lo dijo, pero se me paso

— Tranquila Nana, por cierto, te lo tenías bien guardado sobre la remodelación del flat —me siento en la isla de la cocina.

— Era una sorpresa que quería darte mi niño, pero no sabes cómo me mataba, no decírtelo, en especial contarle como había quedado todo

— Lo sé —miro la cocina y la sala—. Todo quedó simplemente perfecto —digo emocionada—. Keily tiene mucho talento

— Y es un ángel, pude conocerla y me cayó muy bien

— Espero verla pronto, cuando venga a Nueva York nos iremos de fiesta con Sophie y Ainara

— Nueva York, temblará con las 4 mujeres más hermosas del mundo

— O morirán de celos algunos hombres —me río y nana se ríe conmigo

Extrañaba hablar con Nana, no es lo mismo hablar por teléfono que personalmente, pero, también extrañaba la sazón de Nana.

— Nana, te dejo que sigas con lo que estabas haciendo —me levanto—. Edmond ya debió terminar de bañarse y si no me apuro, me pisará el tiempo

— Está bien, Tabí —me sonríe

No sé cómo se me paso el tiempo, estuve casi veinte minutos hablando con Nana, regreso a nuestra habitación y noto que Edmond ya ha salido de la ducha, de hecho, ya está cambiándose —sonrió.

— Entraré a bañarme —digo mientras entro a la ducha

— Está bien —me grita desde el cambiador

Solo me daré una ducha rápida, porque quiero arreglarme con calma, tomarme mi tiempo y no estar buscando los accesorios a la rápida y desordenar toda la habitación.

Media hora después

Estoy casi lista, me he bañado y cambiado muy rápidamente, para esta ocasión he decidido maquillarme naturalmente —aumento volumen para escuchar mejor la canción que está reproduciéndose en mi teléfono—. Me he puesto un poco de sombras claras y oscuras para dar profundidad, también un poco de sombra de ojos con brillo —este tipo de sombra lo compré en Italia y la verdad es que me gusta mucho—. Solo me falta pintarme los labios y arreglar un poco mi cabello, no me está gustando como quedo mi cerquillo. La música cambia y empieza a sonar una canción que hace mucho tiempo no la escuchaba y en su tiempo fue una de mis canciones favoritas —aumento otra vez el volumen—. Me empiezo a colocar el pintalabios color rojo metalizado y empiezo a moverme al ritmo de la música.

I make my own choice bitch, I run this show —empiezo a cantar mientras me miro en el espejo—. So you say I'm complicated that I must be out my mind —corrijo algunas fallitas que tuve.

Creo que mi maquillaje ahora está perfecto, trate de variar un poco los colores que suelo usar, en especial de las sombras. Ahora necesito arreglarme un poco mi cerquillo

— What's wrong with being, What's wrong with being, What's wrong with being confident? —me arreglo mi peinado, pero no dejo de tararear la canción.

Creo que lo mejor será darle un poco de volumen con el cepillo, así estará al menos un poco levantado y no como ahora lo tengo. Tomo el cepillo y lo hago, no me tardo casi nada, ya que mi plan funciono, ahora está mejor mi cerquillo.

So you say I'm complicated —me miro en el espejo y recuerdo las veces que Edmond me ha dicho que a veces me complico al arreglar—. That I must be out my mind but you've had me underrated... Rated, rated —me rio bajito y por inercia cierro los ojos—. What's wrong with being —chasqueo los dedos al ritmo de la música—. What's wrong with being, what's wrong with being confident?

Siento como que alguien me da un beso en mi cuello y me sujeta de la cintura —doy un respingo del susto y suelto un grito.

— Ahhh —me doy la vuelta y veo a Edmond—. Mi amor —digo asustada y me quito los audífonos.

— Lo siento —se aguanta la risa—. Pensé que me habías sentido —me acaricia la mejilla

— No importa ya —sonrió y me giro de vuelta

— Mi amor ¿Tardarás mucho?

— No, solo deja que me ponga los aretes —digo mientras me los pongo

Edmond se acerca otra vez a mí, me da dos besos en mi cuello y me sujeta de la cintura provocándome que cierre los ojos y suelte un gemido.

— Estás muy hermosa —me susurra en el oído

— Gracias —me levanto y me acerco a el—. Pero, usted, señor, está más hermoso... mejor diría que usted está muy sexy, él día de hoy —entrelazo mis brazos en su cuello y lo beso apasionadamente por unos segundos.

— Tabi —me dice y me atrae más hacia él—. No sé cuánto tiempo más podré soportarlo

Se a lo que se refiere, pero son las recomendaciones que nos dieron los doctores. Al parecer la operación que tuve, del sangrado interno, fue algo grave y que me llevaría tiempo sanar la herida o eso es lo que entendí.

— Lo sé —le sujeto del mentón y le doy un beso —. En unos días tengo revisión médica y espero me den luz verde para volver a la normalidad en todos los ámbitos —le guiño el ojo.

— Yo igual, espero eso —me besa apasionadamente

Se me viene una idea, me separa un poco de él y sonrió traviesamente. Edmond me mira extrañado, me acerco a él, más específicamente a su oído

— Podemos ir adelantándonos un poco —susurro, le doy un beso muy apasionado

Me separo un poco y sin dejar de mirarlo con una sonrisa traviesa, bajo mis manos hasta su pantalón, con mucha rapidez desabrocho su cinturón, bajo la cremallera y desabrocho los dos botones.

— Tabí —me gruñe inmóvil, ya se ha dado cuenta lo que quiero hacer—. No tenemos mucho tiempo

— Seré rápida —digo y me arrodillo quedando frente a su masculinidad, aun atrapada por su bóxer y sus pantalones.

Noto que Edmond está muy excitado y su respiración es entre cortada —sonrió instintivamente—. Tomo el inicio de su bóxer en la mano, listo para bajarlos —estoy deseosa—. Empiezo a bajarlo hasta que...

— Niños, Roy acaba de llegar —nos dice Nana tocando la puerta—. Los está esperando —me paro rápidamente

No puede ser, en mal momento nos interrumpió Nana, esto debe ser una broma de mal gusto, una muy mala broma.

— No puede ser —susurro y me tapo la boca con las manos

— Ya salimos, Nana —grita Edmond

Me hace una señal de un minuto y se va rápidamente al baño —yo me sigo lamentando—. Adiós a nuestro momento romántico. Me miro en el espejo y me termino de arreglar, ya que mi maquillaje se ha corrido un poco.

Edmond sale del baño minutos después recompuesto, yo también ya estoy lista. Se acerca a mí y me toma de la mano

— Vamos, o se nos hará tarde

— Vamos

Salimos de la habitación como si nada hubiera pasado, nos despedimos de Nana y bajamos al estacionamiento donde está Roy esperándonos. Espero que esta premier, no sea aburrida y no nos acosen los paparazzis.

Una hora después

Al fin hemos llegado al cine —respiro tranquilamente—. Las calles de Nueva York estaban insoportables y con mucho tráfico, estuvimos más de quince minutos esperando que avance el tráfico, el más preocupado era Edmond, ya que no le gusta llegar tarde a eventos como estos.

Roy baja del auto y rápidamente abre la puerta, el primero en bajar es Edmond y con su ayuda, bajo con mucha calma. Ni bien hemos bajado los paparazzis y algunos medios de comunicación que han invitado para cubrir esta premier, nos empiezan a sacar fotografías y preguntarnos diferentes cosas.

Hoy solo dejaremos que nos saquen fotografías y responderemos a uno o dos preguntas, pero no aquí afuera, sino dentro. Una de las encargadas de la realización de la premier nos indica que podemos entrar a la alfombra roja y pararnos unos minutos donde los paneles publicitarios, entre esos logotipos está el de la constructora Williams y otras empresas que ayudaron, pero la que más resalta es de la constructora, pero en medio de eso me llama la atención un logo.

Como nos han indicado caminamos y nos paramos, los fotógrafos y demás empiezan a sacarnos fotografías, Edmond y yo hacemos la típica pose, ambos de medio lado, Edmond pasa su mano izquierda por detrás de mi espalda y la pone en mi cintura, yo igual la pongo mi mano izquierda en mi cintura, está pose nos enseñaron cuando nos hicieron la sesión de fotografías de nuestro matrimonio, según el fotógrafo está pose hace que ambos salgamos bien, pero sobre todo resalta mi figura —cosa que no me importa.

Dos minutos después la misma chica nos hace una señal de continuar hacia la puerta del cinema, dejamos de posar y Edmond me toma de la mano para caminar hacia la entrada, en la puerta hay dos chicas disfrazadas, sus disfraces me llaman mucho la atención, me recuerdan a algo o mejor dicho a un personaje.

Las chicas nos abren la puerta y nos sonríen, ya dentro vemos que hay muchas personas, algunas hablando entre ellas, otras haciendo fila para comprar palomitas, dulces o refrescos, pero también hay otras personas tomándose fotografías a un costado del cine. Esperen... en el sector de las fotografías hay un muñeco tamaño real de Thor y encima en letras grandes dice "Thor: Love and Thunder" —me emociono mucho.

— Edmond, mi amor —lo miro—. Dime que aquello que veo —le señalo ese muñeco—. No es una broma.

— No, no es una broma —me mira sonriente—. Sorpresa —se ríe sutilmente

Ahora entiendo la insistencia de Edmond de venir a la inauguración del premier, en un inicio no estaba tan convencida, pero él me animo a acompañarlo, se lo tenía muy bien guardado

— Eres el mejor —lo abrazo emocionada—. Te amo —susurro.

Desde que vi el tráiler, estaba pendiente de su fecha estreno. El tiempo que estuvimos en Italia vi todas las películas de Marvel, en especial mis favoritas las de Iron Man. Antes de tener poco tiempo siempre iba a los estrenos de las películas de Marvel y extraño hacer eso.

— Sabía que te iba a gustar —me da un sutil beso.

Tomados de la mano, bajamos las pequeñas escaleras y caminamos hacia un grupo de personas donde sé que está el presidente de esta comunidad, el señor Mancini, lo reconozco porque lo vi muchas veces cuando hablo con Edmond por Zoom.

— Señor Williams —lo saluda amistosamente.

— Señores, damas —los saluda moviendo un poco la cabeza—. Les presento a mi esposa Tabatha

— Un placer conocerlos —saludo a todos amistosamente también

— Nos alegra mucho que hayan podido asistir a la inauguración de la premier, pensamos que al cambiar la fecha ya no iban a alcanzar a llegar —dice una de las mujeres que está alado del señor Mancini.

— Eso ya no importa, lo importante es disfrutar del día de hoy y que esta premier sea utilizada y traiga felicidad a todas las personas de esta comunidad —dice Edmond

— Así será —dice el señor Mancini—. Todos estamos contentos, la remodelación quedo perfecta, es completamente otra premier y da un nuevo aire al vecindario —dice muy alegre

Las dos mujeres que acompañan al señor Mancini se emocionan, una de ellas le dice algo y él también se emocionan.

— Señores Williams, si nos disculpan —nos dice

Ambos sonreímos dándoles a entender que les entendemos, él y esas dos mujeres se van rápidamente dejándonos solos. Hoy está siendo una tarde noche muy interesante, además podre ver una de las películas que más quiero. 

Hoy estoy muy contento, ver como ha quedado la remodelación de la Premier me deja muy orgulloso, vi algunas imágenes por fotografías y tengo que decirlo que las fotografías no le hacen honor a como en verdad ha quedado.

La remodelación de este cinema, era uno de mis proyectos que me hacían más ilusión, por el hecho de que yo he estado muy metido en todas las etapas y he estado al frente de todo en las reuniones de la constructora, porque a muchos de los accionistas no les ha gustado que este proyecto no les daba rentabilidad —ruedo los ojos.—. Veo a Tabí y noto que acaba de hacer una pequeña mueca de dolor y me empiezo a preocupar.

— Mi amor, ¿Estas bien? ¿Te duele algo? —le pregunto.

— Tranquilo, estoy bien, es una pequeña molestia, solo necesito sentarme un poco y ya.

Aun Tabi no está recuperada al 100%, según ella me comento aún necesita recuperar la fuerza de su pierna, por ello ya hemos buscado a un excelente fisioterapeuta que nos recomendaron.

— Si quieres podemos ir a sentarnos a algún lugar del cine

— Creo que...

Como si fuera cámara lenta Tabí se acerca a mí y yo rápidamente reacciono y la sujeto para que no se caiga —me asustó

— Tabí, ¿Estás bien? —le pregunto y la miro de pies a cabeza

— Si, si... estoy bien —me dice calmadamente

Ambos volteamos y vemos en el piso a una pequeña niña no más de cinco años, sentada con los ojos cristalizados. Tabí sin pensarlo dos veces se arrodilla frente a ella y la levanta con mucho cuidado.

— Hola, hermosa, ¿Estás bien?, ¿Te lastimaste?

La pequeña niña no dice nada, solo mueve su cabeza negando, al parecer ella está bien y no sufrió ningún daño.

— Aitana —escuchamos y se nos acercan otros dos niños—. Perdón, estábamos jugando —nos dice la niña algo apenada

Los dos niños son más grandes que ella, el niño por lo que veo debe tener unos ocho años y la niña que está a su lado no creo que pase de los 11 años. Tabí le arregla el vestido azul a Aitana, la niña con hermosos ojos azules ya está más tranquila y sonríe.

— ¿Cómo se llaman? —pregunta Tabí

— Niños —escuchamos gritar

Todos miramos hacia el frente y vemos como se acercan rápidamente hacia nosotros, una pareja, creo que son sus padres.

— Señor Williams —me mira asustada la mujer, creo reconocerla—. Disculpe

— Niños, ¿Dónde estaban? —se acerca el hombre y la niña de 11 años se le acerca y lo abraza

— Estábamos jugando y Aitana se cayó encima de la señorita —dice apenada la niña

— Lo sentimos mucho, señores Williams —dice el hombre—. No se repetirá, niños tienen que tener más cuidado al jugar.

— Niños, discúlpense, Marie por favor, hija —les pide su madre, pero no hacen caso—. O ya no les volvemos a traer a ningún lado —les amenaza

— Está bien, nos portaremos bien —dice la niña apenada

— No hay necesidad de que se disculpen

— Es verdad, no fue nada, fue un accidente —dice Tabí sonriente sin dejar de sujetar a Aitana—. Además, ellos se están divirtiendo mucho

— Si —grita el niño dando un salto.

— ¿Les gusta mucho este cinema? —pregunto

Los niños son más honestos que los mayores y creo que ellos pueden decirnos que falta o necesita el cinema.

— Si —nos gusta mucho

— Sabe —se acerca a mí el niño que aún no sé el nombre y yo me agacho para escucharlo mejor—. El jefe de mi mamá fue el que realizo este cinema —me susurra

— ¿El jefe de tu mamá? —susurro y Tabí se agacha también para escuchar el chisme

— Si, una vez lo vi y da miedito, es enojo y creo que nunca sonríe, ¡¡Shh!! —me hace la señal de silencio

— Peter —grita su madre y se pone muy asustada—. Señor Williams, perdónelo, no sabe lo que dice

— Pero si es verdad, el da mucho miedo

Yo por dentro me estoy muriendo de risa, Peter acaba de describir a mi padre. Ellos piensan que me estoy molestando, pero no es así, Peter acaba de describirlo perfectamente. Escucho como Tabí trata de aguantar la risa, pero no lo está logrando y si sigue así no podre aguantar la mía.

— Es verdad, mi Padre es algo serio y no ríe mucho

El niño se da cuenta lo que acabo de decir y se esconde detrás de su padre asustado y sus padres están un poco asustados.

— Lo siento —me dice triste el niño

— Señor Williams perdón por la indiscreción de mis hijos, ellos no sabían

— No importa

Ya me acordé donde he visto a esta pareja, ella trabaja en la constructora, está en el área de topografía y él viene a recogerla en la hora de salida.

— Exacto, sabes, yo opino lo mismo que tú —dice Tabí—. Pero dejemos de hablar de eso, vengan —Tabí les llama, Peter y Marie, se paran al frente de sus padres.

— Hoy es día de estar sonrientes, no tristes

— Exacto, que les parece si vamos por unas palomitas, unos refrescos y unos dulces

— ¡¡Siii!! —dicen Peter y Marie alegres

— Vamos —carga a Aitana y se va hacia el área de dulces y palomitas.

Veo de forma melancólica y alegre como Tabí se va con los tres niños, muchas cosas pasan por mi mente y aún siento el dolor de esa perdida. Lo que si me sorprende es ver a Tabí así con los niños, ella no es mucho de estar con niños, bueno tampoco es que hemos convivido mucho con niños.

— Señor Williams, lo sentimos mucho la indiscreción de mis hijos.

— Tranquilos, son niños

Los niños vienen con sus bandejas, Tabí les compro a cada uno muchos dulces, palomitas y refrescos grandes. Sus padres los ven y los ayudan, nos despedimos de los tres niños y nos volvemos a quedar solos.

— Y para ti ¿Qué te compraste? —le pregunto y la abrazo con un brazo

— Nada, por cierto, invitaste a muchas personas

— Sí, invitamos a muchos de la empresa y muchos de ellos vinieron con sus familias.

— Una muy buena idea, un día para las familias y que disfruten todos —me da un beso.

Una de las coordinadoras nos informa que en unos minutos empezara la película, me acerco a donde venden las cosas y compro unas palomitas medianas para mí, una grande para Tabí y dos refrescos medianos, también compro unos ositos de gomitas para mí.

— Ahora si vamos —digo

— Vamos —me dice sonriente

Como me dijo Tabí, hoy solo debemos enfocarnos en disfrutar la noche, la película, pero sobre todo disfrutar y sentirme feliz con la remodelación del cinema.

Horas después

Hemos llegado a casa algo cansados, hoy la pasamos muy bien, todo salió como lo habíamos planeado, las personas de esa comunidad están muy contentas y alegres con la remodelación, de hecho, recibimos muchos halagos y felicitaciones. Por otro lado, Tabí y yo también disfruto mucho viendo la película, tengo que aceptar que la pase muy bien y tenemos que tratar de salir más a cines y ver cualquier película.

Entro a la habitación y noto que Tabí está completamente dormida —sonrió—. Con mucho cuidado entro a la cama y Tabí despierta, pero aun media dormida —rayos.

— Tardaste —me dice entre dormida y se acomoda en mi pecho

— Lo siento —le doy un beso en la frente

Tabí se acomoda mejor y yo la abrazo con una mano, mañana volveremos a nuestra rutina y volver al frente de nuestras empresas —bostezo—. Mis ojos me empiezan a pesar —bostezo—. No puedo más mantenerlos abiertos, poco a poco me dejo llevar por morfeo. 




🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆

Holis volvi 😊😊 con un nuevo Capítulo de Infieles. 

Diganme ¿Que les parecio?

Espero que antes hayan visto una pequeña sorpresa que les deje en Instagram.

La remodelacion fue echa por Keily personaje de Mi Perdición de Katherine_Urena una de mis historias favoritas.

Tambien quiero agradecerles a tod@s las personas que leen mi historia, que dejan sus lindos mensajes y le dan a la 🌟 no saben como me animan a continuar con la historia, con mia ideas locas.

Se que la historia puede tener fallas, lo reconosco pero me esfuerzo para que quede lo mejor que pueda y al ver sus comentarios me ponen feliz y mas tranquila, que mi idea y mi historia les gusta y no decaer o dejar de lado la historia. Gracias por seguirme motivando.

L@s quiero ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top