◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capitulo 38 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌
Dos días después
Hoy he venido al flat a bañarme y cambiarme de ropa, desde hace dos días no había venido al flat, la razón, no he querido dejar a Tabi sola. Estos días que han pasado Tabi sigue igual, su estado no ha cambiado en nada.
— Edmond, mi niño —tocan la puerta—. Te prepare una pequeña merienda
— En unos minutos voy —digo mientras trato de ponerme mi chaqueta
No les voy a negar que estar con este cabestrillo es lo peor que me ha podido pasar, ya lo estoy odiando y solo llevo dos días usándolo —ruedo los ojos—. Estoy aprendiendo a lidiar y a poder utilizar algunas cosas con una sola mano, pero lo que si me está constando es cambiarme de ropa con una sola mano. Termino de arreglarme y salgo de la habitación, rápidamente noto que Nana ha preparado unos sándwiches de pollo, la verdad es que se ven buenos, pero, no tengo hambre.
— Mi niño, siéntate y come —me pide—. Le puse la salsa que tanto te gusta.
— Nana, no tengo hambre prefiero ir al hospital —digo calmadamente—. Ahí comeré alguna cosa.
— Edmond no mientas, no has comido casi nada, ni has dormido bien desde hace dos días —me dice preocupada—. Piensa un poco más en ti
— Nana... en estos momentos lo único que me interesa es Tabi y que despierte
— Mi niño lo sé, pero ella lo que necesita es que tu estés fuerte y recuperes tu semblante —se acerca y me acaricia la mejilla—. A ella no le gustara verte así —me asegura
— Nana —derramo unas lágrimas—. Lo sé, pero la culpa que tengo es más grande, quiero verla... quiero que despierte
— Edmond, tú no tienes la culpa —me dice enojada—. Fue un accidente, un terrible accidente
— Nana —la miro—. Matteo tiene toda la razón, yo debí haberla protegida —aguanto el nudo en mi garganta—. Si la hubiera protegido o hecho algo ella no hubiera perdido a nuestro...
— No hagas caso a lo que te dijo Matteo, él solo lo dijo porque estaba enojado. Lo del bebe —se le cristaliza los ojos—. Fue una desgracia y a todos nos está doliendo —se seca unas lágrimas.
— Jamás me lo perdo...
No puedo terminar de hablar porque siento mi teléfono nuevo sonar, ayer mi Padre me lo dio y me está costando utilizarlo con una mano, para mi suerte aprieto contestar y no se me cae el teléfono como ayer, rápidamente contesto sin ver quién es.
📞Llamada telefónica📞
— Hola
— Edmond, soy Matteo
— Matteo, ¿Tabi despertó? —digo rápidamente
— No, yo ya no estoy en el hospital
— Entonces ¿Quién se quedó con Tabi?
— Esta mi Padre y Sof
— Yo ya estoy por ir, solo vine a cambiarme de ropa
— Edmond, hoy vendrán los detectives y volverán a hacerte preguntas
— Otra vez —resoplo cansadamente
— Si, pero también te mostraran unas imágenes
— ¿Imágenes?
— Si, pero tu solo di lo que recuerdes y no cambies tu testimonio.
— Está bien... Matteo dime una cosa ¿Por qué están haciendo todo eso? Acaso no fue un accidente, ¿Hay alguien implicado?
— Edmond, en la noche te explicare todo.
— Esta bien. Adiós
📞Fin de la llamada telefónica📞
Hasta ahora no me han dicho muy bien lo que han hablado con los detectives, yo solo recuerdo pequeños fragmentos y algo sobre que se nos cruzó algo... creo que fue un perro —trato de recordar, pero no puedo—. Hace dos días y por recomendación de todos no he visto las noticias o las redes sociales. Matteo y mi Padre solo me ha comentado que los detectives están investigando por oficio el accidente.
— ¿Era Matteo? —me pregunta
— Si, me dijo que los detectives iban a ir hoy y quieren mostrarme unas imágenes
— ¿Imágenes?
— Si —resoplo—. Tal vez las imágenes hagan que recuerde algo más —digo esperanzado.
Esto me cambia mis planes, mi idea era ir a la cafetería y comer alguna cosa, terminando ir a la habitación de Tabí. Será mejor que coma dos bocados del sándwich que preparo Nana, me siento con mucha lentitud, evitando golpearme el brazo izquierdo, Nana me mira y sonríe.
— Toma —me pone frente a mí un jugo de mango.
— Gracias —levanto la mitad de uno de los sándwiches.
Poco a poco termino de comer y tomar el jugo que me dio Nana, la verdad es que mi estómago agradece a ver puesto algo de comida casera hecha por Nana y no la comida comprada de la cafetería.
— Te dije que tenías hambre
— No te lo negare —sonrió—. Gracias Nana —me levanto
— ¿Ya te iras?
— Si, de hecho, debí irme hace rato —miro el reloj digital que tenemos en uno de los muebles.
— Si llegas a ver a Tabi, dile que la quiero mucho y que se recupere
— No te preocupes, que, si me dejan verla, se lo diré
— Gracias —me sonríe
Le doy un beso en la mejilla y un abrazo. Desde ese día Nana y mi madre no se han despegado de mi lado y están muy pendientes de mí, pero con la ayuda de mi Padre convencimos a mi Madre y Nana que al menos hoy no estén en el hospital y descansen.
— Adiós, Nana
— Adiós, mi niño.
Bajo del flat y veo que ya me está esperando en la puerta Bruce, el nuevo conductor que mi Padre me puso hasta que deje este cabestrillo y pueda conducir yo, me abre la puerta y yo entro muy lentamente.
— Señor —me mira por el retrovisor.
— Al hospital, por favor
— En seguida —arranca el automóvil.
Bruce conduce y yo miro por la ventana, trato de recordar alguna cosa, pero no puedo, no puedo... lo único que recuerdo es el ruido de la camioneta destrozándose y nuestros gritos. Después de unos segundos sentí un golpe en la cabeza que me hizo perder a conciencia. Necesito recordar más, tal vez hoy con esas fotografías pueda recordar algunas cosas más, eso espero.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Al fin llegamos al hospital y como siempre nos empiezan a abordar los paparazis, no nos han dejado en paz y han tratado de entrar al hospital para poder sacar alguna fotografía. Matteo nos ha pedido a todos que no hablemos, ni comentemos nada de lo de Tabi y, de hecho, yo también lo prefiero. No quiero que los medios tergiversen la información o peor aún se inventen muchas cosas. Bajo de la camioneta con la ayuda de otro de las seguridades que contrato Matteo que me está esperando e inmediatamente algunos guardias del hospital vienen a ayudarme para poder caminar hacia la entrada de hospital.
— Señor Williams, Señor Williams —escucho los gritos y los flases de las fotografías que me están sacando.
— Señor William —una periodista me sujeta del hombro y hace que me de media vuelta—. Señor William, nos puede decir ¿Cómo está su esposa?
— Recuerda algo de su accidente
— Puede decirnos que paso, ¿El conductor tuvo la culpa? ¿Él estaba borracho? —me grita un periodista
— ¿Quién iba manejando la camioneta? ¿Estaba conduciendo su esposa? —otro periodista grita
— Por favor señores, déjennos pasar —dice Bruce y me da dos pequeños golpes en el hombro para que avance, pero no lo hago
— Quiero dar las gracias a todas esas personas que nos han mandado sus buenos deseos en este momento difícil, que estamos pasando como familia. Se que muchos de ustedes tienen muchas preguntas, pero, por el momento no puedo decir nada —empiezo caminar
— Señor William, señor William... —insisten
No hago más caso a las preguntas y sigo caminando hacia la puerta, rápidamente entro y los guardias de seguridad lo cierran rápidamente. Uno de los de seguridad que contrato Matteo me acompaña, por si alguien me intercepta y me acorrala preguntándome cosas tontas.
Paso algunos pasillos y llego a la habitación de Tabi, en las sillas esta Sophie con mi suegro que esta con el teléfono en la mano.
— Buenas tardes, suegro —me acerco a saludarlo dándole la mano.
— Edmond —me da la mano
— Edmond —me abraza Sophie con mucho cuidado
— ¿Alguna mejora? —pregunto
— No, todo está igual
Escuchamos como alguien se aclara la garganta, los tres nos damos la vuelta y vemos que son al menos cuatro enfermeras con arreglos florales muy grandes. Una de ellas se acerca muy respetuosamente.
— Buenas tardes, señor Williams. Volvieron a enviar arreglos florales para la señora Williams
— Que hermosos —dice Sophie acercándose a uno de ellos
La verdad es que los cuatro arreglos florales son muy hermosos, lo que noto rápidamente es que tres de los cuatro arreglos florales tienen rosas rosadas y el cuarto tiene unas hermosas rosas rojas.
— Si son muy hermosas —miro a Sophie—. Puedes sacar fotografías a los arreglos florales, por favor —le pido
— Claro —me sonríe
Sophie saca su teléfono y saca fotografías a los arreglos florales. Desde ayer han empezado a mandar diferentes arreglos florales para Tabi con muchos mensajes de apoyo y llenos de amor, lo cual me emociona mucho. Lamentablemente los arreglos florales que mandan las diferentes personas no podemos ponerlas en la habitación de Tabi, ya que ella aún sigue en terapia intensiva.
Pero Sophie tuvo una gran idea y fue la de sacar fotografías a los arreglos florales y conservar las tarjetas, para después agradecer a las personas que las envían. Les pedimos a las enfermeras que los arreglos florales los conserven ellas o vean a quienes dar, no se alguna enfermeras o doctor que sea su cumpleaños o tal vez el cumpleaños de algún paciente.
— Listo
— Gracias –me acerco y reviso las notas con dedicatorias que pusieron
Desde ayer muchas personas como socios míos, así como socios o clientes de Tabí, me han llamado para darme sus ánimos y sus buenos deseos, la mayoría se ha preocupado mucho al ver las imágenes del accidente las cuales yo aun no las he visto, sé que ha sido muy fuerte y la única que se llevó la peor parte fue Tabi —se me cristalizan los ojos.
— Quienes mandaron estos hermosos arreglos florales
— Mmm —abro las tarjetas y los leo muy rápidamente—. El señor Bakay, cliente de Tabí, mi socio internacionales Marcelo Sandoval —sonrió al leer lo que escribió—. También los de Vanity Fair —le muestro a Sophie
— Que hermoso detalle —toma las tarjetas y las lee también
Abro la última de las tarjetas y un sutil aroma desprende de ella —lo percibo rápidamente—. Este sutil pero perceptivo aroma yo ya lo había sentido antes —trato de recordar—. Dejo de lado eso y empiezo a leer el mensaje que está escrito a mano:
"Eres la persona más fuerte que conozco y estoy segura de que pronto vas a recuperarte y todo esto solo va a ser un recuerdo. Pero mientras tanto no olvides que te quiero y que aun que no me veas voy a estar... Te quiero mucho"
Este mensaje es algo extraño —le doy la vuelta—. No tiene remitente —es extraño—. ¿Quién pudo haber mandado un mensaje así? Tal vez alguna amiga, Ainara o mi suegra —eso sería lo más lógico—. ¿Pero porque no firmarlo?... Escucho como es abierto la puerta de la habitación de Tabí —miro hacia esa dirección—. La doctora Ovidio sale y los tres nos acercamos rápidamente
— Doctora, ¿Cómo está mi esposa?
— ¿Cómo está mi hija?
La doctora nos mira a los tres y respira profundamente, no me gusta que haya hecho eso... espero que no sea lo que estoy pensando
— La señora Williams está evolucionando lentamente, aun no ha despertado, pero creemos y estamos confiados que mañana despierte
— ¿Puedo verla? —pregunto rápidamente con un nudo en la garganta
— Señor...
— Por favor deje que al menos le pueda verla unos cinco minutos a mi hija —dice mi suegro.
La doctora nos ve a los tres, mi suegro cambiado su expresión a una más dulce para poder convencerla.
— Está bien —acepta—. Pero solo puedo permitir que entre una persona —nos mira a los tres—. Además, solo podrían verla 5 minutos y tener mucho cuidado.
— Yo entrare —dice mi suegro muy serio—. Es mi hija y quiero verla, necesito verla... —trata de entrar, pero Sophie lo detiene y le sujeta del brazo.
— Suegro, lo mejor sería que entre Edmond —me mira
— Suegro por favor déjeme que entre primero —digo serio—. Es mi esposa
— Y mi hija...
— Creo que lo mejor será que ninguno entre
Mi suegro trata de seguir hablando, pero le llega una llamada telefónica, él lo saca y al leer la pantalla cambia su expresión a una más seria. Nos mira, nos hace una señal de: "Un momento" y muy rápidamente se va mientras contesta su llamada.
— Edmond es tu oportunidad —me empuja sutilmente Sophie—. Entra tú y ve a Tabí
— ¿Puedo entrar? —pregunto
— Pero solo 5 minutos, ni un minuto más
— Está bien
Me paro y respiro profundamente, al fin voy a poder ver a Tabí y saber mejor como está. Tomo valor y muy lentamente abro la puerta...
Lo primero que veo me impacta y hace que no pueda respirar —se me cristalizan los ojos—. No puedo creer lo que veo —camino muy lentamente—. Como la doctora nos informó, Tabí tiene enyesado su antebrazo y de la pierna derecha. En su hermosa cara puedo ver algunos moretones y rasguños que sufrió en el accidente, pero lo que más me llama la atención y me hace que no pueda respirar es verla conectada a un respirador.
Me acerco a Tabí y muy lentamente me siento a la orilla de la cama, no puedo aguantar más y empiezo a llorar en silencio. ¿Por qué tenía que pasarnos esto? Con mucha lentitud pongo mi mano encima la mano de Tabí y empiezo a acariciarla, sin dejar de contemplarla.
— Tabí, mi amor —le acaricio la mano—. Despierta, deja que vea tu hermosa mirada... tus hermosos ojos. Aun nos faltan muchas cosas por vivir, por hacer... por compartir —se me hace un nudo en la garganta—. Eres la única persona con la que quiero hacer millones de cosas que no quiero hacer con nadie más, sin ti mi mundo no es nada, te necesito más de lo que crees —derramo unas lágrimas—. Me haces mucha falta... nos haces mucha falta a todos. No te quiero perder a ti también —bajo la mirada y derramo unas lágrimas.
Escucho unos golpes en la puerta y eso me indica que mi tiempo está acabando, que ya no tengo tiempo —perdí mucho tiempo contemplando a Tabí.
— Tabí, mi amor... Te amo más que a la vida misma, nunca lo dudes
Me paro, dejo de tocar su mano y me acerco muy lentamente a ella, con mucha precaución le doy un beso tierno en la frente y me acerco a su oído
— Te amo —susurro
La puerta de la habitación de Tabi se abre y la doctora Ovidio me mira y me hace una seña para salir, camino hacia atrás sin dejar de ver a Tabí. No me quisiera ir, pero sé que si me encapricho en quedarme me sacaran obligado o peor aún ya no me dejaran verla.
Salgo de la habitación, Sophie me mira y corre a abrazarme, yo agacho la cabeza y me desmorono volviendo a llorar. Tabí no merecía esto, yo prefiero estar en su lugar.
— ¿Cómo viste a mi hija? —me pregunta mi suegro
Me separo de Sophie, me seco las lágrimas y vuelvo a recomponerme, si las miradas mataran estoy muy seguro que con la mirada de mi suegro, yo ya estaría muerto.
— La vi mejor de lo que creemos —aseguro—. Solo se puede ver que tiene algunos golpes en la cara y raspones.
— Verán que Tabí despertara —nos asegura Sophie
Mi suegro vuelve a recibir una llamada a su teléfono y por la cara que vuelve a poner supongo que es la misma persona que le llamó hace unos minutos atrás. Él nos hace la misma señal y se aleja contestando el teléfono
— Sophie —la miro—. Necesito hablar contigo de algo
— Claro dime —nos sentamos
— No sé si Tabí te llego a comentar algo sobre la remodelación que quería hacer en el Flat
— Si, me lo comento además sé que por culpa de eso tuvieron una pelea algo fuerte
Es verdad, ahora lo recuerdo —me reprocho a mí mismo—. No nos hablamos por una semana y por no seguir en esa pelea horrenda me fui a dormir a la habitación de invitados. Esos días lo pasé mal porque vi en su mirada el daño que le hice al levantarle la voz.
— Si, lo reconozco. La grite y la trate muy mal —me apeno—. Por eso quiero hacer algo —la tomó de las manos—. Quiero que todo el Flat sea redecorado como ella quería hacerlo.
— Me parece una buena idea —me sonríe.
— Quiero que cuando Tabí regrese se alegre y se anime, que sea una forma de dejar atrás lo malo y enfocarnos en vivir cosas nuevas. Un nuevo inicio —sonrió
— Dime que necesitas —me dice muy animada
— ¿Tienes el número del diseñador de Interiores? El que tenía pensado llamar Tabí —le aclaro.
— Si lo tengo, si quieres lo llamo y me hago cargo de toda la logística y eso.
— Por favor, tú entiendes más de esas cosas —sonrió sutilmente.
Sophie saca su teléfono de su cartera y empieza a buscar el teléfono del diseñador de Interiores que Tabí quería contratar, al encontrarlo lo llama inmediatamente. A lo lejos veo como los dos agentes de policía que vinieron días atrás se acercan a nosotros, Sophie se da cuenta de su presencia y rápidamente se va hablando con quien supongo es el diseñador de interiores.
— Buenas tardes señor Williams —me saludan
— Buenas tardes detective Torres y detective Riggs, mi cuñado me informo que ustedes querían enseñarme algunas imágenes —digo serio
— En efecto, pero creo que lo más como será que lo hagamos en otro lugar —me dice mientras mira a los costados
Es verdad, no es un buen lugar para poder hablar de estas cosas, pero no sé dónde podemos ir, creo que el único lugar seria la cafetería, pero siempre está lleno así que no habría una buena privacidad.
— Buenas tardes señores —aparece mi suegro
— Buenas tardes —lo saludan
— Mi hijo me informo que venían
— Como le dije a su yerno, nos gustaría buscar algún lugar donde podamos hablar más cómodamente
— Yo quisiera que lo hagamos aquí —digo serio—. No quiero alejarme de la habitación de mi esposa
Sin que lo esperemos una enfermera se nos acerca, aclara su garganta para que le prestemos atención.
— Disculpe que les moleste —nos mira—. El señor Lougthy nos pidió un lugar para su reunión y el director del hospital muy amablemente decidido cederles su oficina por unas horas
— ¿Les parece ir a la oficina del director del hospital?
— Si, está bien
— ¿Edmond? —me mira mi suegro
— Está bien, pero que sea muy rápido
Mi suegro camina con los agentes hacia la oficina del director del hospital mientras que yo le hago una seña a Sophie de estar pendiente de Tabí, ella entiende mis gestos y señas —por suerte—. Con un caminado lento —porque aún tengo un poco de dolor en el cuerpo—. llego hasta la oficina del director del hospital.
La oficina del director me sorprende porque es más grande de lo que pensé, como cualquier oficina tiene en la pared diferentes títulos y algunas fotografías de él. en su escritorio puedo ver sus fotos familiares y el típico archivador rotativo de tarjetas —me sorprendo—. Pensé que estas cosas ya habían desaparecido y ya no se usaban.
— Señor William, siéntese aquí —me dice el agente Riggs y me saca de mis pensamientos.
— Está bien —me siento
— Señor Williams pudimos revisar todas las cámaras de seguridad, tanto las que tiene la ciudad, así como las de los diferentes negocios
— Y ¿Ya tienen más claro lo que paso?
— Si, pero antes queremos que el señor Williams pueda ver algunas fotografías
El agente Riggs saca de un portafolio diferentes fotografías y las pone en el escritorio, con mucho cuidado me acerco y empiezo a verlas. Por cada imagen que veo algunos recuerdos empiezan a aparecer en mi mente, más concretamente al ver unas imágenes de motocicletas. La que más me llama la atención es una de las fotografías donde hay una motocicleta muy particular
— ¿Usted vio alguna de estas motocicletas ese día? ¿Antes de que el accidente sucediera?
— Si —tomo una de las fotografías que no para de llamarme la atención
— ¿Señor Williams?... ¿Señor Williams?... —escucho que me hablan, pero un recuerdo me inunda la mente
Flashback
Tomo la mano de Tabí y le doy un sutil beso en el dorso de la mano, Tabí se gira y me mira con una hermosa sonrisa —la amo tanto. Vuelvo a girar y mirar por la ventana sin dejar de sujetar la mano de Tabí. Escuchamos sonidos de motocicletas y aparecen un grupo de motoqueros —sonrio.
— Mi amor —miro a Tabí—. Sabes, alguna vez quise comprarme una motocicleta
— ¿Qué? —me dice sorprendida
— Si, me gustaban mucho, incluso tenía pensado como quería que lo pinten
— ¿Y cómo lo querías?
— La verdad quería que tenga un diseño como el de el —le indico al motoquero que está en mi ventana—. Un estampado de pata de león o leopardo con llamas a los bordes.
— Enserio, pero no es tu estilo —me dice aún más sorprendida
Los motoqueros por alguna razón dejan de conducir rápido y se quedan atrás, supongo que están yendo a otro lugar.
— No te miento —sonrió
— Pero, si tanto lo querías ¿Por qué no te compraste una?
— Uff —resoplo—. Por qué según mi Padre no iba con la imagen que quería que proyecte hacia los clientes
— Me hubiera gustado verte con una moto —me dice Tabí y riéndose sutilmente—. Sabes, Matteo tiene uno.
— ¿Enserio? —digo sorprendido
— Sip, es una de color negro y si mal no recuerdo es una Kawasaki Ninja —me aclara—. Mi Padre se lo regalo cuando cumplió 18 años.
— Jamás vi a Matteo en moto —tratando de recordar si alguna vez lo vi.
— Desde que le regalaron la moto no dejo de usarlo hasta que empezó a tener más obligaciones en el despacho y según mi Padre un abogado respetado no viene al despacho en moto.
— ¿Y Sophie sabe que Matteo tiene una moto? —pregunto sorprendido
— Si, de hecho, Matteo le estaba enseñando a manejarla, pero con los paparazis detrás de ellos, a Sophie se le hizo imposible seguir
— Tu nunca...
— No —me interrumpe—. El me prohibió acercarme o tocar su moto así que hasta el día de hoy lo he cumplido
— ¿Enserio nunca subiste a su moto de tu hermano? —pregunto incrédulo
— No y no pienso hacerlo
Eso es algo raro, pero tal vez Matteo lo dijo para poder proteger a Tabí, ya que las motos son peligrosas y más cuando una no lo domina y sabe conducir bien.
Fin del Flashback
— ¿Señor Williams?, se encuentra bien —me toca el hombro y hace que salga de mi recuerdo.
— Si, si... estoy bien —dejo la fotografía en la mesa—. Está fotografía —indio—. Mejor dicho, este logotipo lo tenía uno de los motoqueros que se nos cruzaron, en el lado derecho de su moto
— Señor William, ¿Está seguro?
— Si —afirmo—. Antes de que sucediera el accidente lo vi, incluso le comenté a mi esposa y le conté una anécdota que tuve hace mucho tiempo con una moto.
Escuchamos como tocan la puerta, uno de los agentes se acerca y abre la puerta, hace una señal y entra un hombre. Cuando lo veo mejor me doy cuenta que es nuestro conductor Roy.
— Señor Williams —me dice sorprendido y apenado.
El tiene la muñeca izquierda vendada, unos raspones en la cara como unos hematomas de golpes, también lleva inmovilizado el brazo derecho con la ayuda de un cabestrillo.
— Roy, me da gusto verte —lo saludo
— Igual a mí me da gusto verlo señor Williams
— Señor ¿Puede sentarse aquí? —le indica el agente
Roy se sienta y los agentes ponen otro tipo de fotografías frente a él, mi suegro que está a mi lado mira también las fotografías muy atentamente y no deja de anotar algunas cosas en su teléfono.
— Señor queremos que vea estas fotografías muy atentamente y si reconoce alguna por favor indíquenos.
— Míralos bien, que tu testimonio es muy importante —le indica mi suegro
— Este —dice de la nada Roy—. Está moto es una de las que golpeo el auto segundos antes de que se me cruzaran
— Yo no los vi muy bien, solo recuerdo el ruido que hacían al golpear la camioneta con sus manos —indico—. Más me preocupada la seguridad de mi esposa
— Lo entendemos señor Williams —me indica el agente Riggs
Roy empieza a contar algunas cosas más sobre el accidente y yo cada momento me siento más confundido, la razón es muy sencilla, muchas de las cosas que dice Roy pensé que habían sucedido unos veinte o media hora antes de nuestro accidente, creo que aún estoy algo confundido.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Al fin hemos terminado está "reunión" los agentes han mostrado a Roy muchas fotografías y algunos videos, trate que me mostraran, pero mi suegro me volvió a recordar que es mejor que no lo haga, el ya los vio y me indico que son muy fuertes, que me sentiría peor de lo que me siento ahora al ver las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Los agentes se despiden y se van, mi suegro ni bien termina la reunión llama a Matteo, me hace una señal y se va a un cotado del despacho del director del hospital. Roy se hacer con la cabeza baja y la mirada triste
— Señor Williams
— Roy —lo miro—. Lo que paso no fue tu culpa, que te quede claro.
— Pero me siento responsable —me dice acongojando—. Debí haber...
— Roy fue un accidente —lo interrumpo—. Lo que si me da gusto es verte que tu estas bien
— Si —sonrió sutilmente—. Solo me duele un poco el cuello y el hombro, gracias al síndrome del cinturón de seguridad —se ríe bajito
Es verdad yo también tengo ese síndrome incluso me dejo una marca del cinturón de seguridad que desaparecerán en unos días. Supongo que Tabí también lo tiene, pero como está aún inconsciente —se me hace un nudo en la garganta—. Y cubierta con esa bata, no lo hemos notado.
— En unos días se nos pasara —sonrió
— Si, pero más espero que en unos días deje este cabestrillo —me muestra su brazo
— Tomaran al menos meses, si es que te lo rompiste —digo lo que me dijeron a mí.
— Solo tuve una dislocación en el hombro —me dice apenado—. En unos días me volverán a revisar y me dirán si sigo usándolo o ya no.
— Me alegro que no te lo hayas roto —me alegro sinceramente
Y es verdad, me quedo más tranquilo que el este bien. Se que el se siente mal porque no se llevo la peor parte del accidente, de hecho, a comparaciones de Tabí y yo, el casi salió ileso. Pero eso fue su suerte y ya, no hay más nada que decir.
— Señor Williams, estoy seguro que la señora Williams saldrá de esto
— Y yo —sonrió esperanzado
— Roy —mi suegro aparece—. Muchas gracias por volver a venir, se que ya estabas en tu casa descansando.
— No fue molestia, señor Lougthy
— Tus identificaciones cuando te mostraron las fotografías y tu testimonio nos ayudaron mucho, ya tenemos más claro lo que realmente paso.
— Yo solo conté lo que paso y que fue lo que vi, yo también quiero que las cosas se aclaren
— Todos queremos eso —digo
— Espero que volvamos a contar con tus declaraciones en caso que se inicie un juicio a las personas responsables.
— Claro que sí señor Lougthy —dice serio Roy—. Yo volveré a contar lo que paso.
— Espero que los paparazis no te estén molestando —le doy una palmadita en el hombro—. Y no te hayan acorralado en la entrada
— Un poco si nos han molestado, pero nosotros no les estamos haciendo caso.
— Roy, sé que muchos de los medios te quieren hacer parecer el culpable y frente a mi suegro —lo miro—. Quiero que sepas que yo no creo para nada esa versión, te conozco desde hace mucho y eres una de las personas más responsables que conozco.
— Muchas gracias señor Williams, no sabe como eso me tranquiliza —me dice emocionado
El director del hospital entra a su oficina y los tres salimos con dirección a la habitación donde está Tabí. Una adolescente se acerca a Roy muy tímidamente, supongo que ella debe ser su hija. Mi suegro hace una señal y dos hombres se acercan, pero se detienen a una distancia prudente
— Roy, pedí que te lleven de regreso a tu casa y que alejen a los periodistas y paparazis que al parecer hay en tu casa
— No debió molestarse señor, tomaremos un taxi
— Roy —insisto
— Está bien —acepta—. Muchas gracias
— Roy recupérate y cualquier cosa nos estaremos comunicando
— Está bien señor Lougthy y muchas gracias
Roy, la adolescente y los dos hombres se van, yo miro a mi suegro sorprendido, me sorprendió mucho la actitud de mi suegro con Roy, yo pensé que el iba a estar más serio y algo reacio a hablar con el ya que en un inicio el pensaba como muchos que él era el culpable. El teléfono de mi suegro vuelve a sonar, me hace una señal y el se aleja para poder contestarlo —me rio bajito.
— Sophie —sonrió al verla acercarse—. Pudiste hablar con el diseñador de interiores, ¿Qué te dijo?
— Si, pero...
— Pero ¿Qué? —pregunto confundido
— Lamentablemente él está de viaje y regresara de Europa en dos meses
— ¡¡Que!!
No puede ser posible, la sorpresa que quiero darle a Tabi se acaba de arruinar. No contemple ese pequeño detalle —me sujeto el puente de la nariz.
— Pero puedo buscar a alguien que nos puede ayudar, mi madre conoce a algunos que son muy buenos,
— Si, pero ninguno sabe la idea que tenía Tabí —digo triste
— Lo sé —se sienta a mi lado—. Quería que la remodelación sea una sorpresa... ¡¡Espera!! —grita muy fuerte y se tapa la boca al ver que grito—. Perdón
— Tranquila —digo y miro que nadie se dio cuenta del grito de Sophie
— Tabí ya traía la idea de como quería que remodelaran el flat, en el viaje que hicieron a San Francisco meses atrás, creo que ella se llamaba Keily o Kenia... no recuerdo bien
La unca persona que se me viene a la mente, que conocimos en San Francisco y que aparte es una diseñadora de Interiores es Keily Andersson
— Keily Andersson, si... —sonrió
— Si, ella. Tienes su numero de teléfono o algo donde podamos comunicarnos
— De hecho, si —saco mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y se lo doy a Sophie—. Busca el número de Marcelo Sandoval
Sophie desbloquea la pantalla que por cierto no tiene contraseña, ni detector de huella ya que es más fácil que maneje con una mano, además no tengo nada ya que recién llevo dos días usándolo. Busco el contacto y se lo mando a su teléfono por mensaje.
— Listo —me devuelve mi teléfono—. Tu no te preocupes, yo me encargare de todo.
— Muchas gracias Sophie
Mi suegro vuelve a aparecer y está vez está con una cara de seriedad, me mira y yo me paro frente a él.
— ¿Sucede algo? —pregunto preocupado
— Edmond —suspira—. Hay muchos elementos que dan a entender que el accidente que les sucedió fue provocado por la irresponsabilidad de un grupo de motoqueros
— ¡¡¿Qué?!! —pregunto sorprendido
— La policía los está buscando ahora que tiene más indicaciones de como son las motos
— Por eso me mostraron las fotografías
— Exacto, la policía ya tiene todo claro y en unos días más los detendrán
— La irresponsabilidad —digo entre dientes enojado
— Edmond, Matteo y yo tomaremos el caso y pondremos una demanda civil
— ¿Demanda? —pregunto
— Lo que paso fue muy serio
Yo no quiero verme envuelto en un nuevo escándalo, si hacemos lo que mi suegro propone tendremos que estar pendientes del juicio que se llevaría a cabo, Tabí y yo tendremos que testificar y recordar los hechos, sobre todo la perdida de... —se me hace un nudo en la garganta—. No yo no puedo, no soportare ver a Tabí sufrir.
— Suegro —lo miro—. Yo no demandare
— ¡¡¿Qué?!! —me dicen Sophie y mi suegro
— Tienes que hacerlo —me dice muy enojado mi suegro—. Es tu deber, esos estúpidos lastimaron a mi hija y tiene que pagarlo.
— Lo sé, pero no quiero exponer a Tabí... —elevo la voz
— Señores —escuchamos que nos dice la doctora Ovidio que aparece a nuestro costado—. Recuerden que este es un hospital y no pueden gritar
— Lo siento Doctora —miro a mi suegro y me siento, hago una pequeña mueca de dolor.
— Lo sentimos doctora —mi suegro me devuelve la mirada
— Señor Williams —me mira—. ¿Se encuentra bien? Lo veo un poco cansado
— Si, estoy bien, solo tengo una pequeña molestia en el brazo
Mientras revisábamos las imágenes cometí una imprudencia la cual hizo que un dolor en mi brazo enyesado empezó, poco a poco empeoro por eso mi mueca de dolor.
— Señor Williams, usted debería estar en reposo, si no empeorara y su recuperación será más larga
— Tiene razón la doctora, regresa al flat y descansa al menos hoy —me dice Sophie.
— No, yo no me muevo de este lugar hasta que Tabí despierte —les aclaro.
— Al menos déjeme revisarlo —me hace una señal indicándome una habitación que supongo está vacío.
Si no hago caso se que Sophie me insistirá y no me dejará en paz hasta que me revise, aprovechare para que me de algún calmante para mi dolor.
❀~✿ ❀~✿ ❀~✿ ❀~✿
Estoy en el flat, echado en la cama —resoplo—. La doctora me reviso y determino que lo mejor es que regrese al flat, hice unos malos movimientos que provocaron que me duela el brazo. Para que se me pase el dolor me receto dos calmantes que son algo fuertes, pero sobre todo me indico que al menos descanse un día y no mueva el brazo para nada.
— Edmond —entra nana a la habitación—. Aquí está el jugo y el calmante
— Gracias Nana —trago la pastilla y tomo el jugo
— Descansa mi niño —se acerca y me da un beso en la fuente
— Si te enteras algo de Tabí, me despiertas y me avisas por favor
— Claro Edmond, cualquier cambio te avisare —me asegura y me deja más tranquilo
— Gracias Nana —sonrió
Nana sale de mi habitación y prendo la Tablet, busco la carpeta de fotos y encuentro algunas nuestras —sonrió
— Se que cuando despierte, tú también despertaras y todo esto será un mal sueño que tengamos —me seco algunas lágrimas mientras sigo viendo algunas fotos—. Tendremos que afrontar muchas cosas, pero sé que unidos podremos salir adelante y no nos dejaremos vences por la tristeza
Poco a poco siento que el calmante está empezando a ser efecto, dejo la Tablet en la mesa de noche que hay en mi lado y poco a poco, me dejo llevar al mundo de los sueños.
🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆🔅🔆
Holis... volvi. Se que tarde mucho en actualizar, pero tuve que llevar a arreglar mi computadora y estuve como una semana sin mi computadora, luego word se me bloqueo y tuve que volver a llevarlo. Pero despues de todo eso volvi.
Espero que les este gustando la historia, tratare de no tardarme mucho en actualizar el proximo capitulo.
Tambien pueden seguirme en:
💜Instagram: LoveBooks_wattpad
Muchas gracias por votar, comentar y compartir. Amo leer sus comentarios.
Los quiero J💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top