◌ ◌ ◌╰── - ̗̀ Capítulo 37 ̖́- ──╯◌ ◌ ◌

Una doctora sale de la habitación de Tabi y al verla todos se han acercado, rodeándola, yo me abro paso y me paro frente a ella y a lado mío esta Edmond.

— ¿Cómo está mi hermana? —pregunto rápidamente.

— ¿Cómo está mi esposa? —habla también rápidamente Edmond.

La doctora nos ve a todos y se sorprende, de seguro se sorprendió porque hace muchas horas atrás no debió ver a nadie. Ella da dos pasos hacia atrás y levanta las manos indicándonos que nos calmemos, lo cual hacemos.

— Buenos días, soy la doctora Alejandra Ovidio —nos mira muy seriamente—. En estos momentos la paciente —mira su libreta—. Isabelle Tabatha Lougthy se encuentra estable, la cirugía que se le practico fue muy complicada —nos dice seria—. La Paciente llego presentando una contusión cerebral, producto de algún golpe en la cabeza al momento del accidente —revisa algo en su libreta—. Tuvo una hemorragia interna abdominal, la cual ha sido controlada, también presenta una fractura de los huesos del antebrazo y de la pierna derecha.

— Tabi —alguien lo dice, pero no presto atención de quien es.

Las palabras que la doctora dice hacen que me falta aire, no, no, no, no, esto debe ser una broma... Tabi no puede estar así, no puede ser que ella sea la que se llevó la peor parte del accidente —pongo mi mano en mi frente y trato de respirar mejor, de verdad me está faltando aire—. La doctora debe estar mintiendo, quiero creer que esto es una de las bromas pesadas de Tabi

— Lamentablemente en el traslado de la paciente al hospital sufrió un aborto espontaneo, provocado por los golpes del accidente y perdió su embarazo —nos dice muy triste—. En estos momentos no puedo darle ningún pronóstico sobre la mejoría del paciente, tenemos que esperar a que despierte para poder examinarla mejor y hacerle otros estudios que necesitara para descartar secuelas o cosas que no hemos visto.

— ¿Qué? —decimos al unísono casi todos

— Disculpe usted está equivocando, mi esposa no estaba embarazada —dice rápidamente Edmond

— ¡¡Oh mi dios!! —dice alguien que está detrás de nosotros

— Eso es una mentira, usted está mintiendo —digo aturdido procesando lo que me dijeron

— No señor, lastimosamente no es una mentira, según los estudios que le practicaron a la señora Williams determinaron que apenas tenía tres semanas de embarazo y lo más probable es que aún no haya tenido ningún síntoma. Lo más seguro es que ni ella sabía que estaba embarazada.

Apoyo la mano derecha en la pared y bajo la cabeza, las palabras de la doctora retumban en mi cabeza y un dolor intenso en mi pecho empiezo a sentir, este dolor es la culpa... la culpa de dejarla sola, de no creer la gravedad del accidente y no prestar la atención que requería.

— Necesito ver a mi hermana —me acerco y trato de entrar a la habitación, pero la doctora se interpone y no me deja entrar

— Señores —nos mira a todos—. La paciente en estos momentos se encuentra dormida a causa de la anestesia, además no se olviden que estamos en el área de terapia intensiva y cualquiera no puede entrar. Solo por esta vez se hizo una excepción y al menos ustedes pueden estar en los pasillos —nos dice seria, pero a mí no me importa lo que dice.

— Tengo que verla, voy a verla —trato de volver a entrar y siento la mano de Sophie que me detiene

— Matty, mi amor, por favor —me mira con lágrimas en los ojos—. Cálmate —me dice y me obliga a sentarme

— No puedo Sof, no puedo... quiero verla —digo con la voz entrecortada

— Antes que lo olvide, señor Williams —lo mira a Edmond—. Esto es de la señora Williams, por suerte nos proporcionaron la llave y no lo tuvimos que romper a la fuerza.

La doctora le entrega a Edmond ¿Una manilla? Pensé que tal vez le iba a entregar el anillo de Tabi o algo más importante —ruedo los ojos—. Edmond lo empieza a mirar y lo aprieta muy fuertemente derramando algunas lágrimas, a su lado están su madre y Beatriz, Margot le sujeta sutilmente el hombro de Edmond mientras que Beatriz al ver la manilla se tapa la boca con la mano para acallar un sollozo.

— Tabi, mi amor —susurra Edmond

La doctora dice algunas cosas más, para luego irse, Edmond se sienta con la ayuda de su madre y Beatriz en los asientos, mi suegro se acerca a mí y me da dos palmaditas en el hombro, tratando de consolarme —sonrió sutilmente—. Sophie se acerca a mí y me abraza —lo único que me calma—. ella empieza a llorar y yo solo la abrazo muy fuertemente.

— ¿Por qué tuvo que pasarle esto a Tabi? —me dice entre sollozos

— No... lo se... —digo mirando a un punto fijo—. Pero se quien tuvo la culpa —digo entre dientes

Doy un paso hacia atrás y hago que Sophie deje de abrazarme, miro a Edmond y muy rápidamente me acerco a él, Sophie y mi suegro se dan cuenta de mi intención —me conocen muy bien—. Me sujetan del brazo y no permiten que me acerque más a Edmond, de hecho, Margot se para frente a Edmond y me empuja cuando me acerco.

— Esto es tu culpa, tu maldita culpa —grito y trato de soltarme del agarre fuerte de mi suegro

— Matteo, no digas estupideces —me recrimina Sophie

— Matteo, cálmate estas en un hospital y no puedes gritar —me dice Margot abrazando a Edmond

— Tu debiste cuidarla, tu debiste protegerla... pero no lo hiciste —grito más fuerte—. Por tu culpa mi hermana esta en esa habitación —señalo la habitación—. Y perdió a...

— ¡¡Basta!! —grita Edward—. Matteo este no es el momento para decir esas cosas, lo que les paso a los dos fue un accidente.

— Matteo, tú crees que no me está doliendo el estado de Tabi —me dice Edmond con los ojos llorosos—. Yo preferiría estar en su lugar....

— Hijo, no —dice Margot llorando y lo abraza, pero Edmond hace que le suelte sin dejar de mirarme.

— Y que Tabi no hubiera perdido a nuestro hijo —me dice y empieza a llorar—. No buscamos tener un hijo, pero te aseguro que su llegada iba a ser lo mejor que nos hubiera pasado a los dos.

— Yo preferiría que ella este ilesa y sin ningún rasguño —gruño

— Matteo —me regaña Sophie—. Lo que les paso fue un accidente, un terrible accidente —se seca algunas lágrimas y nos mira a todos—. No es momento para buscar un culpable, lo que debemos hacer es concentrarnos en ser positivos y pensar que Tabi se recuperar.

— Mi hija tiene razón —se acerca mi suegra y abraza a Sophie—. No es el momento de buscar culpables

— Necesito salir de aquí —digo y me doy la vuelta.

Empiezo a caminar —me seco algunas lágrimas—. Muchas cosas empiezan a atormentarme, a lo lejos veo un lugar sin ninguna persona cerca, me acerco y me siento en una de las sillas. Miro hacia la ventana y sin poder aguantar derramo unas lágrimas, tengo un nudo en la garganta y un dolor en el pecho que sé que es la culpa que siento.

Soy un completo idiota, la persona más estúpida que no creyó en lo que le decían, ni en las imágenes que vio... soy el peor hermano —derramo unas lágrimas—. Tabi se sometió a una peligrosa cirugía mientras que yo estaba enojado con la persona que me llamo y me despertó, además de no darle la importancia suficiente a lo que me dijeron —rio con tristeza—. Incluso pudo haber muer... —no puedo terminar la palabra—. Y yo no me hubiera enterado —formo un puño con la mano derecha—. En estos momentos lo que me atormenta es no estar cuando más me necesitaban... esta culpa que estoy siento me está atormentando —me cubro los ojos con la mano para que no me vean llorar.

— Matty, mi amor —escucho la voz de Sophie

— Sof —la miro con los ojos rojos—. Soy el peor hermano del mundo

— No, no lo eres —se sienta y me limpia algunas lágrimas—. Solo que no te diste cuenta la gravedad de la situación.

— Sof, si no fuera por ti y tu presentimiento de que algo malo realmente estaba pasando —la tomó de la mano—. Ni siquiera hubiera querido venir, lo más seguro era que nos hubiéramos enterado cuando todo ya hubiera pasado, ni siquiera nos hubiéramos enterado que Tabi estaba... —se me hace un nudo en la garganta

— Ni lo digas —me dice y se cristalizan los ojos—. Tabi sufrirá mucho al enterarse, ahora mismo Edmond esta devastado.... —derrama unas lágrimas.

— El debió cuidarlo —grito y la miro enojado

— Matty, no vayas por ese lado —me dice seria—. Lo que les paso fue un accidente, un desafortunado accidente, Edmond no tiene la culpa

— Estoy muy preocupado por Tabi —Sophie me abraza y yo lloro—. Tengo miedo en que su estado empeoré o peor aún no desperté

Y es la verdad, las palabras de la doctora no se van de mis pensamientos, tengo miedo que Tabi tenga alguna secuencia a raíz de este accidente, muchas palabras que dijo no se van de mi mente, por ejemplo: Terapia intensiva, cirugía, contusión cerebral y hemorragia interna abdominal.

— No pienses en esas cosas, mi cuñada mejorara y cuando menos pensemos ella despertara, solo démosle tiempo

— Sabes, pensé que Tabi estaba haciendo otro de sus numeritos, para llamar la atención —se me escapa unas lágrimas

— ¿Otro de sus numeritos? Porque creíste eso —me mira extrañada

— Tabi tenía entre cinco o seis años, la verdad es que no recuerdo bien qué edad teníamos, pero éramos muy pequeños —sonrió con tristeza—. Ese año no viajamos con mis padres a Aspen porque ambos nos habíamos portado muy mal en el colegio y nos suspendieron por dos días. Tabi se puso muy caprichosa y fingió un dolor de estómago para que mis padres regresen de su viaje y que todos hagan lo que ella quería.

Flashback

No aguanto más los quejidos de Tabi ¡¡Como la detesto!! —aumento el volumen de la televisión—. Desde hace dos horas no para de llorar y quejarse, Bee, la niñera que nos cuida se ha creído el teatro del dolor de barriga que ella está haciendo, cuando fui a ver qué pasaba, ella se acercó a mí y me dijo que extrañaba mucho a mis papás, que quiere que ellos regresen o mejor aún nos lleven a verlos. Yo no creo nada de lo que me dijo, lo que quiere es que nuestros papás vengan y la consientan —ruedo los ojos—. El supuesto dolor de barriga es solo para preocupar a mis papás —apago la televisión—. ¡¡No la aguanto!! —me levanto y voy a su habitación.

En su habitación esta Bee, caminando de un lado a otro, supongo que está tratando de comunicarse con mis padres. Con mucha calma de acerco a la cama de Tabi, ella me mira y no deja de llorar —que fea se ve cuando llora.

— Te puedes callar, quiero ver mi programa favorito y tus lloriqueos no me dejan

— Mat, quiero a mi mamá —me mira mientras sigue llorando pensando que me manipulara—. Llámala, dile que quiero....

— Y yo que te calles, ¡¡Deja ya de llorar y mentir!! —digo muy enojado casi gritando—. Eso no te funcionara, por tu culpa no nos llevaron con ellos y mamá no te creerá.

— Mamá —grita y empieza a llorar más fuerte—. Quiero a mi mamá

— Matteo, deja a tu hermanita en paz. Esta enfermita —me dice Bee mientras le sonríe y sigue con el teléfono en la oreja.

— Si tú le crees es porque eres tonta —ruedo los ojos.

Escucho como abren la puerta y entra un hombre con un maletín, se acerca rápidamente y deja su maletín en la mesita de noche. Yo me subo a la cama y me siento alado de mi "adorada" hermanita —su cama es más grande que la mía—. Quiero ver si este hombre que creo que es doctor descubre que está mintiendo.

— Hola, hermosa soy el doctor Scott —se acerca—. Voy a revisarte, está bien

— No —se hace hacia atrás—. Y trata de cubrirse con su conejo de peluche

— Tabi... deja que te revise el doctor —dice Bee—. Luego hablaras con tu Mamá

— Mejor dime, ¿Dónde te duele? —le dice muy melosamente el doctor a Tabi

— Aquí —dice Tabi entre llanto señalando su barriga

La niñera se acerca a Tabi y le ayuda a que se eche en la cama, el doctor empieza a tocarle su barriga preguntándole si le duele, Tabi a todas sus preguntas a respondido sí, es una gran mentirosa.

— Ya terminamos hermosa —le sonríe

— ¿Qué tiene doctor? —pregunta Bee

— Pues —mira a Tabi que sigue llorando—. No tiene nada, está fingiendo —susurra

— ¿Qué? —grita Bee—. Eso es imposible, ella no ha parado de llorar y de quejarse desde hace como dos horas.

— Ya te descubrieron, mentirosa —susurro y le doy un fuerte pellizco en el brazo.

Me bajo de la cama de la odiosa de mi hermana y empiezo a reírme, el doctor y Bee siguen hablando mientras yo solo los veo. Mi hermana es tan odiosa que le encanta llamar la atención de nuestros padres y que todos la consientan,

Desde que fingió ese dolor de estómago, todos han estado pendiente de ella y ella ha aprovechado para hacer lo que le dé la gana, como no recoger sus juguetes, ver todo el día televisión y ver sus canales favoritos —ruedo los ojos—. Lo único que me pone feliz es el castigo que le darán mis papas a mi odiosa hermana.

Fin del Flashback

Y no paro ahí, hizo lo mismo como unas cuatro veces más en otros momentos, mis padres en especial mi Madre se molestaba porque les arruinaba el viaje.

— Pero solo eran niños —me dice con tristeza

— Si, pero como te dije, sobrepaso los limites hasta que un día mi madre hablo en privado con ella, de hecho, desde ese día mi hermana se empezó a distanciar de nosotros —digo extrañado.

— Mi amor —me mira—. Tabi en estos momentos solo necesita de tu apoyo, olvida y no te atormentes con lo que paso horas atrás o como te comportaste, lo que importa es que ahora estas aquí y la apoyaras —me toma de las manos para darme ánimo.

— Tienes razón —trato de sonreír—. Pero lo que también puedo hacer es descubrir si hay algún culpable del accidente —digo serio

— Deja eso a la policía, ellos descubrirán lo que realmente paso —me acaricia la mejilla

Por el momento hare lo que Sophie me dijo, pero después buscare al responsable del accidente, en caso de que haya algún culpable pagara muy caro el atentado que hizo hacia mi familia.

— Ven, vayamos con los demás, tal vez ya haya despertado o tengamos alguna nueva información más positiva.

Me levanto y ambos tomados de la mano caminamos hacia la habitación de Tabi, sé que Sof quiere que sea positivo, pero me está constando —suspiro profundamente—. Tratare que mi mal genio y mi culpa no me vuelva a invadir.

En la puerta de la habitación, Edmond está sentado con la cabeza a agachada mirando hacia el piso —se limpia algunas lágrimas—. A su lado siguen Margot y Beatriz que no para de llorar.

— Se sabe algo nuevo de Tabi —mira Sof a todos

— No, todo sigue igual —responde Margot y me mira muy fríamente, de hecho, con su mirada quiere matarme.

Escuchamos unos pasos acercarse a nosotros, yo me doy la vuelta y vemos que son dos policías caminando hacia nosotros.

— Buenas tardes —se para frente a nosotros—. Soy el Detective Policial Torres y él es mi compañero Riggs

— Buenas tardes —nos saludo

— Buenas tardes —saludamos todos.

— Señor Williams quisiéramos hacerle algunas preguntas sobre el accidente que sufrieron y también nos gustaría hacerlas a su esposa...

— Señores policías mi hijo en estos momentos no puede hacer eso, no ven que no está en las mejores condiciones —dice muy enojada Margot

— Lo sabemos señora William, pero...

— Señores agentes... —los interrumpo—. Mi hermana en estos momentos no puede hacer ninguna declaración, como se dieron cuenta estamos en el área de terapia intensiva —digo con un nudo en la garganta

— Lo sentimos señor —me dicen apenados—. Pero si queremos descubrir lo que realmente paso tenemos que hablar al menos con el señor Williams —lo miran

— Si quieren empezar a investigar pueden hablar con el chofer —dice Edward muy serio

— De hecho, ya lo hicimos —nos asegura el detective Torres

Me olvide completamente del chofer que estaba con ellos, él tiene que saber bien que es lo que paso o mejor aún él tiene que responder ante lo que paso. Le gago una mueca muy sutil a Sophie, ella se da cuenta de mis intenciones y llama la atención.

— Mamá, mejor porque no vamos a buscar algo de beber —mira a Margot y Beatriz—. ¿Nos acompañan? Edmond tú también, Nick y Ethan deben estar en la cafetería.

— No, yo prefiero quedarme y escuchar —dice enojado Edmond

— Hijo vamos —le sujeta del brazo Margot—. Te hará bien respirar aire fresco —le susurra

— Si —dice Beatriz—. Regresaremos rápidamente

Edmond nos mira y en cuestión de segundos se da cuenta nuestra intención, Edmond no puede escuchar lo que los policías dicen acerca del accidente, eso puede influir en los recuerdos de Edmond y perderíamos muchos elementos que pueden llegar a ser relevantes para saber qué fue lo que realmente paso. Edmond y las demás se van dejándonos solos con los detectives policiales, Edward mira a ambos lados para estar seguros que nadie nos escucha.

— Señores, como les dijimos tenemos que hablar al menos con el señor Williams —nos indica Riggs

— Mi hijo no puede hacer ninguna declaración, el sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le dejo aturdido, el no recuerda cosas y el médico que lo atendió nos dijo que está en observación hasta mañana —le indica Edward

— En esas condiciones mi cuñado no puede declarar —les aseguro—. Si desean pueden ver el reporte medico

— Ya lo pedimos —nos asegura el detective Torres

— Disculpen mí intromisión, pero ¿La investigación será de oficio? —pregunta Edward

— Si y no —nos dice el detective Torres

— Nosotros no deberíamos decirles nada, pero, el alcalde nos llamó personalmente y nos pidió que investíguenos y demos con los culpables en caso de que existan —nos asegura el agente Riggs

— Es verdad —nos recuerda Edward—. El Alcalde llamo a Edward y le comentó que iba a mandar a los mejores detectives para investigar lo sucedido

— Les podemos asegurar que somos los mejores en nuestro campo

— Por algo los mando el alcalde —digo serio

— Detectives porque no empiezan su interrogatorio por el chofer que estaba manejando la camioneta, si no me equivoco él está en este mismo hospital

Es verdad, lo estaba olvidando... él debe saber lo que paso o mejor dicho el debió tener la culpa del accidente. Él es el primer sospechoso que deben investigar.

— Es verdad, él es el primer sospecho de lo que paso —digo muy serio

— Antes de venir aquí fuimos y hablamos con él —nos asegura el detective Torres

— El Señor Roy Thompson —mira su libreta y empieza a leerlo—. Sufrió algunos golpes en el accidente que provocaron la pérdida del sentido al menos por unas horas además presenta y una fractura en la pierna derecha. Lo darán de alta mañana según los médicos que lo atendieron —nos mira

— Me alegro por el —dice mi suegro

— Según el señor Thompson en esta primera declaración nos aseguró que el accidente fue provocado por un grupo de Motociclistas —nos comenta Torres

— ¡¡Queee!! —decimos al unísono todos sorprendidos

— Mientras estaban de ida a su departamento, se encontraron con un grupo de motociclistas. Este grupo empezó hacer diferentes monerías incluso a golpear los vidrios y patear la camioneta.

En un momento este grupo se adelantó a ellos y empezaron a cruzarse frente a la camioneta y eso como saben es muy peligroso. Después de unos minutos, uno de los motoqueros perdió el equilibrio y cayó de su moto, el señor Thompson por no atropellarlo freno en seco y perdió el control de la camioneta.

Escucho las palabras del Detective y empiezo a sentir una ira muy, pero muy grande... este accidente fue culpa de unos idiotas... ¡¡De unos idiotas!! que, por sus estúpidos jueguitos, mi hermana está en terapia intensiva...

— Entonces me está diciendo que un grupo de idiotas provoco este accidente —digo aguantando mi ira

— Si señor Lougthy, antes de venir aquí revisamos las cámaras de seguridad que hay en el lugar y entre un día o dos nos llegaran más cámaras de seguridad en específico de algunos locales que hay cerca de donde fue el accidente y con estos primeros videos nos indica que lo que el señor Thompson dijo la verdad.

— Personas irresponsables —dice mi suegro riéndose con ironía.

— ¡¡Me las pagaran!! —grito y todos me ven asombrados—. Si ustedes tienen las cámaras de seguridad al menos deben tener ya alguna pista de quienes son —los miro serios y enojado

— Calma Matteo —me pide mi suegro.

— No puedo, no puedo... por culpa de ellos, mi hermana está en terapia intensiva y perdió a mi... —no puedo decirlo y se me cristalizan los ojos—. Ellos pagaran muy caro lo que hicieron —mira muy fríamente a todos.

— Yo te apoyare en todo Matteo —me dice Edward muy serio—. Yo también quiero que esos hombres paguen por haber provocado el accidente

— Señores, sabemos que en estos momentos están muy enojados, pero les pedimos que nos dejen a nosotros hacer nuestro trabajo —nos pide el detective Torres

— Les aseguramos que las personas responsables serán encontradas —nos dice el detective Riggs tratando de que nos calmemos.

— Señores Detectives, queremos pedirles que toda la información en especial los reportes médicos tanto de Edmond Williams y Tabatha Lougthy sean confidenciales —nos mira mi suegro a Edward y a mí—. En especial...

— De mi hermana —termino de hablar—. Cuando lean el reporte médico se darán cuenta porque queremos que el caso sea confidencial.

— Lo entendemos y así se hará —nos indican

— Les pido que cuando atrapen a esos idiotas se comuniquen conmigo, yo personalmente quiero llevar el caso y poner una demanda en contra de esos idiotas.

— Si usted lo quiere, entonces será así —me dice el detective Riggs

— Mañana volveremos y hablaremos con el señor Williams

— No se preocupen mi hijo les dirá todo lo que necesita para que agarren a los responsables

Los detectives nos hacen una señal de confirmación, se despiden muy cordialmente y se van. Edward, mi suegro y yo nos quedamos parados hasta que vemos que se han ido. Saco mi teléfono y marco el número de mi secretaria mientras que mi suegro y Edward se van a sentarse en las sillas donde estaba Edmond. Yo me doy la vuelta y me alejo para tener más privacidad.

📞Llamada telefónica📞

— Buenas Tardes, oficina de Matteo Lougthy

— Lía, soy Matteo por favor comunícame con la señora Collins

— Enseguida

Escucho como Lía me conecta y en el segundo tono me contesta la señora Collins. Solo en ella puedo confiar

— Oficina de...

— Señora Collins, soy Matteo —la interrumpo.

— Matteo —grita—. Dime que las imágenes que vi por televisión son mentiras, que se confundieron.

— Señora Collins, no es mentira —digo con un nudo en la garganta

— No —escucho como solloza—. ¿Cómo esta Tabi?

— Ella se llevó la peor parte del accidente

— No, no... —sigue sollozando—. Tabi es fuerte y se recuperara

— Lo hará —me seco unas lágrimas y me pongo seria—. Señora Collins usted es la única persona que puedo confiar esto. Necesito que redacten una demanda en contra de un grupo de motoqueros, aun no tengo los nombres, pero eso después lo añadiremos.

— Ellos son...

— Al parecer sí, pero no quiero perder tiempo —digo serio—. Cuando los detengan ya estará lista la demanda. Habla con Mishel, que prepare el caso.

— ¿Ella llevara el caso? —pregunta muy seria

— No, yo llevare personalmente el caso, ella será mi procuradora

— Entiendo —me dice—. Hare que firme el acta de confidencialidad antes que empiece a armar la demanda

— Perfecto y muchas gracias

— Matteo...

— ¿Si? —pregunto

— Mantenme al tanto del estado de Tabi, estaré rezando por ella

— Así lo hare.

📞Fin de la llamada telefónica📞

Mishel es una de las mejores abogadas que hay en el buffet, es una despiadada abogada penalista que no soporta las injusticias, solo en ella confió para llevar este caso porque ella si cumplirá con el acta de confidencialidad que firmará además que sabrá lidiar muy bien con los medios.

Miro al frente y veo a mis Padres, al fin llegaron... ellos me buscan con la mirada y mi madre es la primera de verme, ambos caminan hacia mí. Lo que también me doy cuenta es que mi suegro y Edward no están, lo más seguro es que fueron a la cafetería.

— Hijo —me abraza mi Madre

— Mamá, Papá —digo serio

— Hay demasiada prensa afuera del hospital —dice enojado mi Padre—. Pero pudimos entrar sin que nadie nos vea

— Como siempre la prensa agrandando las cosas —dice mi madre enojada

— ¿Agrandando las cosas? —pregunto sin entenderle—. Mamá viste las imágenes del accidente

— No y no las veré, para que —rueda los ojos.

— Hijo venimos como nos pediste, al final que paso

— Papá —rio irónicamente—. Mi hermana y Edmond sufrieron un grave accidente y las imágenes de la camioneta son reales.

Saco mi teléfono y busco las imágenes que han mostrado y publicado todos los medios de comunicación, subo el brillo de mi teléfono y se los muestro. Ambos al verlo se sorprenden, en especial mi Papá

— ¿Cómo está tu hermana? ¿Les dijeron algo los doctores? —me pregunta más serio

— Tabi está estable, le practicaron una cirugía complicada para detener el sangrado abdominal, tiene el brazo y la pierna rota aparte sufrió golpes en la cabeza.

— ¿Esta consiente?

— No, está en terapia intensiva, pero...

— Pero que Matteo —me mira extrañado

— Por culpa del accidente, Tabi perdió a su hijo

— ¿Como?... —me dicen al unísono

— Edmond está destrozado, así como todos

— Es muy lamentable —dice mi madre y se limpia una lagrima—. Al menos sabemos que tu hermana puede tener hijos, estoy segura que ella se volverá a embarazar así que no debemos preocuparnos.

Que, escuche bien, mi madre acaba de decir lo que creo que acaba de decir. No lo puedo creer —me paso la mano por el cabello—. Pensé que mi madre al escuchar eso, se iba a poner mal, no sé, yo pensé que iba a reaccionar de diferente manera...

— Mamá ¿Cómo puedes decir eso? —grito enojado y me acerco más a ella

— Matteo no grites a tu madre

— Mi hermana sufrió un grave accidente, tuvo una gran perdida y a ti solo te importa... ¿Que Tabi no es estéril? —digo más enojado

Esto es algo irreal, jamás pensé que mi madre iba decir semejante cosa, sé que ambas tienen una relación complicada y se han distanciado, pero eso queda en segundo plano o ¿No?

— Hijo, pero es verdad —me dice sin mas

Sus palabras hacen que una idea se me cruce, con esa idea en mente muchas cosas y hechos empiezan a tener más sentido como las peleas de mi madre con Tabi, las exigencias de mi madre a Tabi, el distanciamiento de ambas o la relación escasa o nula de amor que se tienen, entre otras cosas. Es una idea estúpida, pero es la única en estos momentos que dan sentido a la actitud de mi madre y hasta de mi Padre.

— Mamá la actitud que estás poniendo ante esta situación es muy lamentable —la miro dolido—. No entiendo de verdad tu reacción, lo único que puede se me ocurre para entender tu actitud es que tu mala relación con ella o que... Tabi no es tu hija —listo lo dije

— Matteo —me grita mi Padre

— Tabi no es mi hermana, por eso no te interesa nada de ella... o peor aún tu engañaste a mi Padre y ella no es hija de mi...

— Matteo —me vuelve a gritar mi Padre—. No voy a permitir que ofendas de esa manera a tu Madre

— Entonces tu engañaste a mi madre —lo miro enojado.

— Hijo, ¿Cómo puedes decir semejantes cosas? —me dice dolida

— Es lo único que puedo pensar ante tu actitud —le increpo

Mi madre mira a un costado y sin decirnos nada se va hacia donde están Margot y Beatriz que apenas acaban de llegar.

— Madre —digo, pero ella ya se ha ido

— Sera que mejor olvides ese tema, hay secretos de familia que es mejor no saber —me dice muy serio

Esas palabras me dejan unos segundos aturdidos, pero lo dejo ir.

— Papá la actitud que me mostraron me da a entender esas cosas ¿Acaso no te sientes culpable? Porque yo sí, ninguno de nosotros no estuvimos cuando nos necesitaban

— Hijo, solo fue un accidente desafortunado

— Papá deja de quitarle importancia, entiéndelo

— Entender ¿qué? —me dice molesto.

— Que ¡¡Tabi casi muere!!... casi perdemos a mi hermana

Mi Padre cambia su expresión totalmente, al parecer al fin pudo entiende la gravedad de la situación con mi hermana.

— Por sus reacciones me dejaron a entender que a ustedes no les interesa mi hermana, ni lo que le pase

— Claro que me interesa, es mi hija

— No, no les interesa... no nos interesó a ninguno —digo apenado—. Sabes la única persona que se interesó por mi hermana y se preocupó, incluso firmo los papeles que le pidieron fue Izan. La persona que tanto odiamos y no queremos verlo cerca de mi hermana —digo muy enojado

— ¿Queeee? —grita—. Ese desgraciado está en Nueva York... ¿Cómo es posible?

¡¡¡Mierda!!! Mi Padre no sabía que Izan estaba en Nueva York, soy un completo idiota... no me acorde que él no sabía nada.

— Si, yo igual me sorprendí —miento

— ¿Tabi lo vio?

— No lo sé padre, pero lo único que sé es que él fue el único que se preocupó y vino aquí, ni siquiera la familia de Edmond vinieron a saber o preguntar algo por mi hermana —lo miro seriamente—. Nadie se preocupó por mi hermana, solo el idiota de Izan. Al hombre que consideramos muy poco para mi hermana —veo que mi padre me da la espalda y camina de un lado a otro preocupado.

— Y seguirá así —se da la vuelta y me mira—. No me interesa que ese idiota haya venido o se haya hecho cargo mientras no estábamos. Él es un arribista y puedo apostar que vino solo para sacar provecho.

— Papá

— Tenemos que poner a alguien a cuidar el acceso a este lugar, ese idiota puede regresar —se pasa la mano por el cabello

— Papa, te recuerdo que ese idiota firmo los permisos —le recuerdo—. Si no fuera por él podía haber pasado cosas peores.

— Se aprovechó de que la persona que designe no llegue

— Y nunca llego —le recuerdo—. Esa persona que mandaste jamás llego.

— Cosa que arreglare, me las pagara... —me dice enojado—. Hijo, se sabe algo del accidente

— De hecho, si —digo serio—. La policía tiene pistas de las personas que provocaron el accidente

— ¿Provocaron?

— Si, ya declaro el conductor y vieron las cámaras de seguridad. En allí se vio que un grupo de motoqueros son los culpables

— Yo quiero hablar con el conductor.

— Lo haremos cuando sea oportuno.

— Al menos ya tienes los nombres de esas personas

— No, pero ya me encargué de que empiecen con la demanda y cuando sepamos mejor quienes son pondremos sus nombres. Por cierto, yo llevare el caso y Mishel será mi procuradora.

— Yo llevare el caso —me asegura—. Ellos atentaron en contra de la vida de mi hija

— Papá será mejor...

—Te dije que yo lo llevare y está cerrado

— Esta bien —ruedo los ojos

Mi Padre no es especialista penal y sé que al final me dirá que yo lleve el caso, ya que yo tengo más noción y soy más entendido en esta rama. Mi madre nos hace unas señas y nos indica que vayamos hacia ellos, no sé en qué momento, pero Edmond ya está ahí también, así como los demás. Edmond al ver a mi Padre se acerca y trata de saludarlo, pero mi Padre se hace a un lado y le mira de forma muy fría.

— Suegro

— No cuidaste a mi hija como lo prometiste

— George no es justo que culpen a mi hijo, el no tuvo la culpa —lo defiende Margot

— Pero mi hija fue la que salió más herida —dice mi madre muy acongojada, al parecer funciono la llamada de atención—. Edmond, nos alegra que estés bien pero mi hija... —se da la vuelta mi madre y abraza a mi padre

— Entendemos su preocupación y su sentir —dice Edward—. Pero no culpemos a alguien que no tiene la culpa

— Señores es mejor que no sigamos con eso, lo mejor es que seamos positivos —opina mi suegro

— Tienes razón, seamos positivos —concuerda Edward

Mi Madre abraza más fuerte a mi Padre y sigue llorando, odio ver a mi madre así. Creo que hice mal al haberles recriminado, en especial a mi madre, tal vez su forma de llevarlo es así. Ahora que la veo destrozada sé que ama a Tabi, nos ama...

Dos horas después

Todo se ha calmado, el estado de Tabi no ha cambiado, pero nos dijeron que tal vez, mañana podamos verla —espero sea así—. Los amigos de Edmond se fueron, así como mis suegros. Quise que Sophie se vaya con ellos, pero mi dulce y comprensiva esposa no quiso dejarme solo —es la mejor—. En este poco tiempo y desde que salió la confirmación del hospital muchas personas nos han mandado su apoyo y buenos deseos. Lo único que yo quiero es que Tabi despierte —me seco unas lágrimas—. Y dejemos atrás todo lo malo que paso en este horrible incidente.














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Hola, regrese y traje un nuevo cap. de Infieles. Hee.. no se que decirles, saben, mejor me retiro muy lentamente. 

Yo me voy a llorar, es el cap donde mas me dolió escribir, ¿Alguien se esperaba algo así?

No se olviden de comentar, compartir y votar. Las quiero mucho, mucho... aun que muchas se que me están odiando. 

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