Hoseok

Regularmente no me fijo en el tipo de mujeres como Carla, si, es demasiado hermosa, incluso a su edad tiene ese encanto delicioso de las féminas sensuales. Pero todos sabemos en este rublo de las mujeres como ellas, que se acercan a nosotros por el dinero, fingiendo simpatía extrema, hasta que uno suelta el efectivo.

Ellas saben que si aceptamos es porque estamos conscientes de que esto es solo por un juego de placer, ellas nos dan lo que buscamos en la cama y en compañía, mientras nosotros cubrimos sus necesidades básicas y un poco más, depende del capricho que deseemos darnos.

Yo prefería alejarme de ello, concentrarme en mi trabajo y tener acostones ocasionales con alguna mujer que me llenara la vista.

Cuando me presentaron a Carla, mi aburrición fue notoria desde el principio, su falsa risa, su manera de coquetear tan obvia, sin duda nada que llamara mi atención, hasta que sonó su teléfono con una imagen de una preciosidad en él.

Una chica de cabellos rizados de color castaños, ojos enormes de un café muy claro, cara perfilada y una piel morena exquisita, solo podía ver eso porque era una fotografía tipo selfie.

Lo cual me hizo intentar averiguar quien era, por lo que le seguí el juego, toda la noche hasta llevármela a la cama, al día siguiente descubrí que es su preciosa hija, una tierna chica de tan solo dieciocho años, un dulce apenas legal, pero que parecía tan delicioso, que Valia la pena estar con ella, hasta tener lo que en verdad llamo mi atención.

Al verla parada en la cocina con esos enormes ojos mirándome de arriaba abajo, tuve que contenerme todo lo que podía para que mi polla no brincara entre mis pantaloncillos. De inmediato note que era todo lo contrario a su madre, no le intereso en lo más mínimo conocerme, no me pidió nada, y su mirada de desprecio me excito aún más.

Me encantara verla de rodillas rogando porque la deje chuparme el miembro.

El crucero fue mas que una excusa para interactuar con ella, pues estaría lleno de empresarios y otros personajes adinerados, lo cual mantendrían ocupada a su madre, para que yo pudiera tener mi oportunidad de conversar con la pequeña.

Su cara de confusión al decirle lo que deseaba no tiene precio, ella debe de estar acostumbrada a que los "amigos" de su madre intenten abordarla, después de todo es una belleza en todo su esplendor.

—Con el respeto que mi madre se merece, yo no soy como ella.

—Es por eso que me interesas, no busco algo como tu madre, y siendo sinceros, ella tampoco necesita algo como yo.

Me observo de arriba abajo, hasta que me extendió la botella de protector solar, colocándose de espaldas hacia mí, dejándome tocar su perfecta piel, me acerque hasta su oído.

—El crucero dura una semana, es mas de lo que necesito para que te des cuenta de que mi cama es un gran lugar para estar...

Quiero agradecer a Nohelia, mi bello sacrificio de esta vez, estoy ansiosa por saber que pasara con esos dos....

besenme o no les doy mas capitulos.