Kelin

Mi madre estaba de mas de pesada con este tipo, se notaba mas melosa, mas hipócrita, en verdad me daban nauseas el verla tan ofrecida, solo vine a este estúpido crucero porque tendría mi propio camarote y andaría libre sin topármelos si sabia jugar mis cartas. Pero durante el viaje al barco sus arrumacos y toqueteos ya me tenían harta.

—¿No te parece grandioso? Tenia mucho sin unas vacaciones de este estilo.

—Como tienes una vida tan complicada madre, parece que necesitas quitarte tanto el estrés.

—Kelin, no permitiré que arruines el viaje, así que es mejor que lo disfrutes, Hobi lo hizo para nosotras.

—Déjala cariño, es normal que no quiera salir, acaba de llegar de viaje, es lógico que desee quedarse en casa, pero quiero aprovechar para conocerla mejor.

—Si como sea.

Me puse los lentes de sol, antes de adelantarme hasta mi camarote, saque mi traje de baño y un pareo, había visto los folletos para distraerme de mi madre y su novio, así que tenía muy clara lo que deseaba hacer. Cuando subí a cubierta y dirigirme hasta la piscina, donde tomaría el sol, hasta que se hiciera un poco mas tarde y meterme al agua. Pero algo llamo mi atención, el tipo estaba hablando con lo que supongo que era el capitán del barco, también ya se había cambiado, traía un traje de baño azul cielo combinado con una camisa ligera de botones que dejaban al descubierto su pecho blanco y musculoso, con los lentes de sol parecía una celebridad, el capitán reía con algún chiste que le había dicho.

—Kelin querida —casi gruñí cuando la escuché — ven que el capitán quiere conocerte.

Mi madre sonrió dejando ver sus dientes blancos, me acerque respirando hondo, odio conocer gente nueva, que no parece ser de mi interés personal.

—Con que tu eres la dulce niña de Carla, es un placer conocerte —tomo mi mano para besarla, antes de que se acercara el novio de mi madre para arrebatarle mi mano.

—Decía que nos mostraría la cabina del capitán, Kelin tiene planes y me temo que no podrá acompañarnos.

Todos se fueron dejándome sola al fin para irme a la piscina, me recosté en uno de los camastros y tomé el bloqueador solar para colocarme, alguien se sentó en el camastro de al lado.

—¿Gustas que te ayude?

—¿Dónde dejo a mi madre?

—Hablando con el capitán, mientras se ríe de las tonterías que dice —se recostó —Sabes como es tu madre.

—¿Y como es? —dije algo molesta.

—Interesada, ella solo esta conmigo, por el dinero que pueda darle.

—Si lo sabe, ¿Por qué esta usted con ella?

—Por ti.