Cap. 1 Conductores
Todos somos distintos
en ciertos puntos de vista.
Somos distintos por los gustos, por nuestro género,
por nuestra cultura,
nuestro país de origen,
Siempre es así, ¿cierto?
Pero aquí, todas esas diferencias
Solo se centran en una sola característica especial que no todos poseen.
Los Conductores, cómo les decimos en estos lugares, son aquellas personas que tienes rasgos especiales, además de ser portadores de grandes armas que resultarían un peligro en manos equivocadas.
Pero nadie puede cambiar la mentalidad de una persona,
Ni siquiera para poder convivir con ella.
Estos "Poderes", son unas amenazas para las personas comúnes, por decirlo de esa manera.
Algunos Conductores pueden absorver los poderes de otros al tocarlos, una persona puede darse cuenta de que es un Conductor al tocar a otro o pueden activar sus poderes através de un entrenamiento especial.
O también de forma accidental.
Hay variedad de habilidades, las que solemos conocer como:
Poder de Neón
Poder de Video
Poder de Concreto
Poder de Humo
Poder de Rayo
Poder de Telekinesis
(poderes mentales)
Poder de Congelación
Poder de Papel
Y más que desconocemos sus nombres, nosotros los anotamos según las habilidades que el poder poseé.
Es preferible capturar a los conductores que descubren sus poderes recientementes para poder entrenarlos adecuadamente.
Los conductores son personas con un poder destructivo, hay que agarrarlos con pinzas para no provocar ningún daño a la ciudad o al mundo.
Están más seguros bajo nuestra custiodia
:- Fuerza Policial de Poderes Especiales (FPPE)
Narrador/a:
Un día gris aterrizaba en la ciudad, probablemente empezaría a llover, por el color oscuro de algunas nubes en el horizonte, hay niños, adolescentes y hasta adultos que les fascina la lluvia, pero son más los niños y adolescentes, los adultos suelen perder el gusto a estar mojandose afuera mientras saltan en charcos de agua.
En un baldio, se hallaban dos adolescentes jugando pacíficamente al fútbol. Uno era un poco más alto que el otro, jugaban a los pases en el aíre, eran buenos en eso.
--- ¡Mira, mira! Yo soy un conductor del fútbol che---. Exclamó haciendo rebotar la pelota en su pie y en su cabeza.
--- Sim, sim, diga o que quiser, ainda sou melhor que você.
(Si, si, di lo que quieras, sigo siendo mejor que tú)---. Dijo sonriendo creyendose superior.
--- Mira vos, no sabía que el VARsil era superior a mi---. Dijo arqueando una ceja mirando al más alto.
--- O que você acabou de dizer?!.
(¡¿Qué acabas de decir?!)---. Gritó algo enfadado.
--- Nada, nada... VARsil...---. Dijo nuevamente el apodo que le puso.
--- Por favor, primeiro é brazuca, depois sopa do macaco e agora VARsil?
(Por favor, primero es brazuca, luego sopa do macaco y ahora ¿VARsil?)---. Exclamó mirando al contrario.
--- Y bueno loco, ¿qué querés que haga? Sos alto tránfuga usando el VAR en nuestros partidos---. Dijo el menor viendo a los ojos azules del contrario.
--- Armadilhas? eu? esqueça Argentina.
(¿Trampas? ¿Yo? Olvídalo Argentina)---. Un trueno sonó en el cielo, junto a un rayo que iluminó el cielo.
--- Che, si tenemos metal, nos debería caer un rayo---. Dijo Argentina---. ¿O no Brasil?---.
--- Sim! (¡Si!)---. Afirmó Brasil.
--- Mirá, si un rayo cae en ese coso de metal, lo toco---. Señaló a un caño de metal que descansaba en el césped, otro trueno retumbó en el cielo, y "casualmente" un rayo cayó en ese caño. Argentina se giró viendo al caño, luego subió su mirada para arriba mirando el cielo---. Un Zeus voló sobre mí y electrificó ese caño con su rasho laser---. Exclamó cómo el monstruo de Monster Inc.
--- Bem, você disse, agora você tem que tocá-lo.
(Bien, tú lo dijiste, ahora lo tienes que tocar)---. Dijo el brasilero mirando al argentino, pensando que no lo haría y romper su desafio que se propuso a sí mismo.
--- Yo lo hago por qué Messi---. Dijo el albiceleste acercandose al caño electrizado.
Estaba a unos centimetros de tocarlo, con miedo y coraje, en un certero movimiento, agarró el caño con su mano, sintiendo el dolor recorriendo sus arterias, duró un minuto, el dolor le dejó con su respiración agitada. Se giró a ver a su amigo de juego con una sonrisa---. Soy un capo loco, ¡soy Zeus!---. Dijo levantando su brazo, olvidando que aún sostenía el caño de metal.
--- Argentina!---. Gritó Brasil intentando advertir a Argentina.
Pero no puede superar la velocidad del rayo, Argentina miró para arriba, alcanzando a ver el rayo cayendo del cielo y aterrizando en el caño, soltó el caño pero la electricidad logró hacer contacto con su piel, electrocutandolo por completo.
Argentina recibió el rayo, que estúpido fue al levantar el caño al cielo, ahora está en el hospital, despertó con un dolor de cabeza, tenía una sábana sobre su cara, se la quitó y observó en dónde estaba.
Se sobresaltó al ver que estaba sin ropa, la habitación estaba a oscuras, no había otras camillas, solamente la luz que caía sobre él y nada más. Un escalofrio recorrió su cuerpo, junto con un pequeño rayo de electricidad que giró alrededor de su cuerpo. Se levantó de la camilla y buscó algo de ropa, suerte suya que su ropa estaba sobre la mesada de la habitación, buscando el interruptor de la luz encontró un clip, lo agarró y lo miró. No le dio importancia alguna, así que solo lo tiró por ahí, un diminuto rayo empezó a saltar sobre el clip, dando una señal de que estaba electrificado.
Prendió la luz y se vistió rápidamente, se asomó a la puerta para abrirla, pero antes escuchó la conversación de alguien.
--- Lo sentimos, hicimos lo que pudimos, no hubo respuestas---. Se escuchó una voz gruesa.
--- ¡No debe estár muerto! ¡Yo lo sé! Lo presiento---. Escuchó otra voz.
--- El joven Argentina no sigue en este mundo---. Se escuchó de nuevo esa voz gruesa.
Argentina retrocedió lentamente, ¿Lo estaban tomando por muerto?
--- Pero, pero...---.
--- Sus signos vitales desaparecieron, las máquinas no mienten---.
¿Signos vitales? ¿desaparecer? Esto estaba mal, él estaba de pie, estaba viendo y escuchando todo en su ambiente, escuchaba autos, escuchaba la conversación, sentía su respiración y sus latidos, no estaba muerto. Chocó contra la pared.
La puerta se abrió de repente, un doctor entró a la habitación, miró la camilla y luego a Argentina sobresaltandose.
--- No puede...---. Susurró, Argentina escuchó lo que dijo. Se pegó más a la pared, tocando con su codo un enchufe.
--- ¡No estoy mue---. No terminó su frase, ya que desapareció de la nada.
De un lado para otro estaba en la sala de espera, se quedó totalmente quieto mientras era observado por las personas que estaban ahí, más el personal de seguridad del hospital.
--- ¡Un conductor!---. Gritó un policía de la FPPE.
--- ¡Atrapenlo!---. Ordenó otro policía.
--- ¡No soy un conductor!---. Dijo estirando su mano por impulso, liberando un rayo celeste de la palma de su mano, dandole al policía.
Argentina miró su mano sorprendido, rayos saltaban en su palma y desaparecían---. Soy... ¿un conductor?---.
Otro policía se lanzó a por él, Argentina movió su brazo con brusquedad hacía la derecha, girando su cuerpo. Ese movimiento generó una ola de electricidad, logrando empujar y chocar contra la pared al policía.
--- Genial... que más puedo hacer con esto...---. Miró la puerta de salida, debía salir de ahí lo más rápido posible. Se preparó para correr lo más rápido posible, varios policías corrieron para detenerlo, se dezlizó para delante cerrando sus ojos. Y cuándo los abrió estaba delante de la puerta de salida, vió el suelo con un rastro celeste que emanaba luz y algunos rayos, luego se desvaneció. Abrió la puerta y se volvió a dezlizar, parecía hacer estática y eso lo impulsaba para delante con velocidad, parecía tenér las zapatillas de Shadow el Erizo por lo que ese personaje también se dezlizaba con velocidad.
Y así escapó de ahí, dejando un rastro en el suelo que se desvanecía demasiado rápido.
Impidiendo que los policías corrieran tras él.
Pasaron varias horas desde que se fugó del hospital, iba de aquí a allá sin quedarse quieto, se obsesionó demasiado con sus nuevos poderes. En un intento por escalar un muro, descubrió que podía tomar forma de rayo y subir con velocidad al tejado.
Aún que fue mala idea, unos policías que estaban vigilando los tejados, lo divisaron a la lejanía. Ya que estaban en el edificio de enfrente.
Argentina se burló sacandoles la lengua y el dedo de en medio.
Pensando de que tenía controlado TODOS sus poderes, saltó al otro edificio tomando la forma de rayo pero tomó su forma normal en medio de ambos edificios, empezando a descender.
--- Bueno, hasta acá llegué, adios mundo cruel---. Dijo Argentina mientras caía de las alturas.
Hasta que alguien apareció y lo agarró en el aíre, llevandolo a otro lado a gran velocidad.
Más o menos a otro tejado.
El encapuchado dejó al albiceleste en el suelo, cómo sí de un niño se tratara.
--- Eso estuvo cerca, aún sigo vivo---. Dijo observandose a sí mismo, luego se volteó a observar al que le salvó la vida---. Che, gracias por salvarme, ¿quién sos?---. Sonrió mirando al que era más alto.
No recibió respuesta. Argentina miró algo confundido al otro, pensó en un conductor con habilidades para salvarlo, podría ser uno con Poder de Video o con Poder de Neón, de neón no era ya que no dejó ninguna estela de algun color neón. Así que, quiso empujar al que estaba en frente suyo, pero solo lo atravesó. Estaba en lo cierto.
--- ¡Ajá! Un holograma, ¿dónde está el conductor?---.
--- Atrás tuyo---. Se escuchó una voz algo fuerte e imperativa---. Qué listo eres, ¿cómo supiste que ers un holograma?---.
--- Fácil, una persona normal hablaría y no se quedaría tan durazno cómo tu holograma---. Respondió Argentina.
--- Soy Alemania, ¿y tú?---.
--- Argentina, ¿vos igual estás fugado?---. Añadió mirandolo, por fin estaba cerca de un conductor.
--- Sí, por decirlo así. Al parecer eres nuevo, por lo que saltaste sin saber la duración de tu Poder de Rayo---.
--- Pensé que podía saltar tomando esa forma---.
--- Al menos sabes como defenderte, ¿cierto?---. Preguntó Alemania.
--- Se podría decir que sí...---.
--- Bien, ya no necesitas de mi ayuda---. Dijo alejandose del argentino.
--- ¡Eu! ¡Pará! ¿Vos no me podés entrenar?---. Dijo volviendo a acercarse al tricolor.
--- ¿No sabes usar todas tus habilidades?---. Preguntó viendo algo incredulo a Argentina.
--- No... Creo que solo sé usar dos---. Contestó dudando.
--- Bien, yo no tengo los mismos poderes que tú, pero conosco quién puede tenér más conocimientos sobre ello---. Dijo Alemania desviando la mirada---. Sigueme si quieres aprender---. Dijo dandose vuelta.
--- Dale, de paso aprendo a usar algunas habilidades---. Dijo siguiendo al otro por detrás.
--- No puedes volar Argentina---.
--- Pero puedo hacer esto---. Dijo levantando su mano, disparando un bola de electricidad.
--- ¿Algo más?---.
--- Dejáme intentar algo---. Dijo para frotar sus manos y correr al edificio de enfrente y saltar, Alemania se sobresaltó, pero Argentina empezó a generar electricodad de sus manos haciendo que vaya cayendo más lento, cómo si estuviera en la Luna, logrando aterrizar en el tejado de enfrente---. No puedo volar pero puedo flotar---. Dijo girandose a ver al alemán.
--- Cómo digas, espero que me sigas el paso---. Dijo avanzando hacia dónde estaba el argentino, saltó y generó unas alas de video, aterrizando al lado del antes nombrado.
--- Yo te sigo. Vos andá tranqui---. Dijo Argentina sonriendo.
--- De acuerdo. Vamonos Argentina---. Dijo Alemania saliendo volando con las alas de video, Argentina se volteó a ver al hospital y luego empezó a dezlizarse con velocidad siguiendo al tricolor.
Mientras iba siguiendo a Alemania, pasaba por callejones con contenedores de basura, estaba buscando algún arma para poder pelear con otros policías, se detuvo a ver algo que parecía un arma de metal que podía utilizar como una especie de espada o algo similar, se trataba de un amplificador (el arma que usa Cole MacGrath en Infamous 2), lo agarró y se lo llevo consigo, casi perdía de vista a Alemania por poner atención al arma que se encontró. Ahora que será lo que le deparará el destino.
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Listo, primer capítulo listo, ahora debo hacer el segundo.
Espero que les guste la temática del libro, tendré que adentrarme más en lo que es el juego.
Luego empiezo a escribir el segundo capítulo.
Bye bye darlings!
2033 palabras
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