Capítulo 54

Dongun había extrañado despertar tan cálidamente en los brazos de su esposo como en esa mañana. De hecho, toda esa semana había sido como en sus comienzos o durante su luna de miel. Le fascinaba ver a su esposo de tan buen ánimo y mucho más si ambos tenían un poco de tiempo en sus agendas para estar juntos. Durante toda la noche anterior e incluso esa mañana cuando despertaron ellos hicieron el amor, Taehyung se perdió en él y viceversa. Hubo mimos, risas y muchos abrazos.

Esa fue la razón por la que a pesar de despertarse temprano, terminaron volviéndose a dormir y ahora ambos debían apresurarse porque pronto comenzaría a llegar el resto de la familia para comer. Si bien Seokjin le pidió una cena, al final decidieron que reunirse para almorzar y luego pasar el resto de la tarde en familia sería lo mejor.

— Mi amor, luces espectacular como siempre. — Mencionó acercándose a Taehyung para besar su cuello. — No necesitas esmerarte tanto.

— Claro que sí, tu esposo siempre debe lucir genial y recordarle al mundo que hemos hecho la mejor elección al unir nuestras vidas. — Se giró para besarlo, estirando la mano para apretar fugazmente su trasero. — Apresurémonos, no quiero ver la cara de Seokjin si nosotros llegamos tarde estando en la misma casa.

— Uy, tienes toda la razón. — Rieron comenzando a vestirse. — Oh, te vestirás completamente de blanco, entonces no iré de negro.

— ¿Por qué no? Seríamos el ying y el yang, hechos para estar juntos. — Dongun volvió a reír mientras tomaba dos de sus camisas en la mano. — ¿Cuál?

— Derecha, esa te queda mucho mejor.

Tomando nota, el mayor comenzó a vestirse junto a su esposo, en verdad no quería hacer esperar a sus hijos. Fue el primero en descender, dejando a Taehyung atrás. Con una amplia sonrisa caminó hasta la cocina porque podía escuchar a Hwa peleando con Jungkook porque este estaba metiendo las manos en lo que hacía. Como siempre que se lo permitía lo abrazó y sacó de la cocina a pedido de su nada.

— Deja de molestarla, Jungkook. — Reía su padre llevándolo al salón. — ¿Cómo estás? Hace muchos días que no te veo, ¿cómo va todo en el trabajo?

— Bien, todo va bien, padre. ¿Qué tal usted y sus negocios? ¿Y Taehyung?

— Todo de maravilla, nos desvelamos un poco así que nos quedamos dormidos... — Le dio un guiño y Jungkook con una sonrisa que parecía una mueca asintió. — Por eso es que no ha bajado aún, seguramente lo hará en cualquier momento.

— Ah, que bueno, que bien... — Musitó Jungkook rodando los ojos ante sus palabras. — ¿Le apetece algo de beber, papá? — Haciendo esta pregunta, su mirada se desvió hacia la escalera por la cual descendía Taehyung y podía ver desde el salón.

— Oh, nuestro Jungkookie ya llegó, siempre bien puntual. — La voz de Taehyung llegó antes de que él se mostrara en su totalidad, acercándose rápidamente a su hijastro para saludarlo y luego ir hacia su esposo, besándolo y sentándose junto a él. — Seokjin debería estar al llegar también.

— Sí, yo iré por una bebida. ¿Ustedes dos desean algo?

— Estaré bien con un vinito blanco para comenzar, es bastante temprano y yo estoy prácticamente recién levantado. — Reía junto a su esposo estudiando el rostro del menor.

— Para mí también, un vino estará bien.

— Vino blanco será entonces. — Musitó Jungkook pasando a retirarse del salón.

Durante su ausencia, Chungha llegó con su padre e hija, pero no había rastros de Seokjin. De hecho, no fue hasta que casi la comida estuvo lista, que el mayor de los hermanos Jeon no hizo acto de presencia. De hecho, llego como era costumbre junto con su asistente, lo único diferente de las veces anteriores fue el minúsculo detalle de sus miradas intercambiadas que no pasó desapercibido para Taehyung. Desde aquella vez que los vio en el estacionamiento, Taehyung había estado saboreando esa información en su mente. Yoongi fue casi raptado por Jungkook, desaparecieron de la vista de todos, Chanmi hablaba con Taehyung y su esposo con su socio y examante. Seokjin estaba al teléfono, pero cuando se dirigió hacia el área de la piscina, Taehyung se disculpó con Chungha y también lo siguió.

— ¡Hola! — Saludó con una sonrisa que no le fue devuelta. — ¿Cómo estás?

Frunciendo el ceño ante el acercamiento de su padrastro, Jin simplemente lo miró durante algunos segundos buscando advertir a través de sus acciones. — Bien, gracias por preguntar.

— Sabes... — Seokjin ya regresaba al interior y Taehyung en serio lo iba a permitir, pero la actitud del mayor de sus hijastros le hacía todo más difícil. Su motivo para salir a verlo es que realmente quería no ser su mejor amigo, mas sí tener un mejor trato con él aunque no fuera constante. — Me gustaría saber algo. — Musitó mirando hacia el interior.

— ¿Qué es eso que quieres saber?

— Me gustaría saber si eres tan perfecto como aparentas o si eres una persona con muchas cosas sucias guardadas en su clóset. — El mayor se limitó a reír, ladeándole una sonrisa para reanudar su paso. — Tu hija debe adorar a Yoongi, supongo que es casi como un segundo papá, ¿no? — Sorprendiendo a Taehyung el contrario se carcajeó abiertamente mientras enarcaba una ceja.

— Patético. — Fue todo lo que murmuró antes de buscar irse. — Mejor continúa entreteniéndote con hombres como Seojoon o mi propio hermano mientras disfrutas del dinero de mi padre y no te metas conmigo. No intentes entrar en una liga que está muy por encima de ti, Kim. Contra mí, alguien como tú simplemente no podrá jamás. Entre nosotros dos, eres quien más tiene que perder.

—Me imagino... — Asintió con una sonrisa mientras caminaba distraídamente hacia el pequeño cerezo. — Dime algo, Jin, ¿qué tal se sienten los labios de tu hermano? — Frente a esta pregunta, Seokjin, quien ya se alejaba regresó sobre sus pasos luego de ensanchar sus ojos, deteniéndose justo frente al peligris. — Supongo que adoras besar, los vi aquella noche en que llegaste borracho en vísperas del aniversario luctuoso de tu madre. ¿Es ese uno de tus secretos, Seokjin? ¿Un amor sucio y profundamente incestuoso por tu hermanito? Ah, es por eso que lo celas tanto seguramente.

Todo el labio superior de Seokjin comenzó a temblar, su rostro se desfiguró en un solo instante causando que la amplia sonrisa de Taehyung creciera al confirmar que lo que vio no fue un error. Cerró los ojos divertido, sin embargo, casi gritó del susto cuando su cuello fue presionado haciéndole dar varios pasos hacia atrás y, cuando abrió los ojos, todo él se paralizó al ver como Seokjin le apuntaba su cabeza con una pistola.

De pies a cabeza, todo el cuerpo de Taehyung comenzó a temblar, sintió su vejiga aflojándose, obligándole a contener los repentinos deseos de orinar que lo golpearon.

— No sabes una mierda del amor que yo siento por Jungkook. Es mi puto hermano más allá de cualquier cosa y siempre velaré por él sienta lo que yo sienta en mi corazón. Usa cualquier cosa, pero no a Jeon Jungkook, no te atrevas a utilizar su nombre siquiera para chantajearme porque esa es la única forma en que te sumirás en la peor de las miserias hasta el último puto día de tu vida si no es que terminó yo antes con ella. — Espetó controlando las lágrimas que picaban en sus ojos, tensando su mano con una fuerza tal que el oxígeno dejó de llegarle a Taehyung.

— ¡Seokjin! — Yoongi llamó corriendo hacia él, agarrando ambas muñecas para que dejara de apuntarle a Taehyung y lo liberara, viendo como este corría al interior de la casa. — Joder, esa pistola es para protegerte cuando vamos a reuniones como las de hoy, no para amenazar a tu jodido padrastro en su propia casa y a plena luz del día. ¿Qué estás haciendo?

— S-Sabe lo que siento por Jungkook e intentó utilizarlo, me estaba amenazando deliberadamente con esa información. Primero intentó usar lo nuestro, pero estamos hoy aquí para revelárselo a todos así que le resté importancia a su juego. Pero luego habló de J-Jungkookie y yo... — Seokjin estaba comenzando a hiperventilar, sus piernas flaquearon y el menor tuvo que sostenerlo, ocultando también el arma. — Si T-Taehyung se mete con mi hermano yo no...

— Shhhh, tranquilo, tranquilo. Es simplemente un ingenuo con demasiada información, al no tener la mejor relación contigo, sabiendo que eres el único que no lo acepta quiso asegurarse de tenerte dominado, pero estoy seguro de que no quiere dañar a Jungkook.

— Me importa una mierda lo que pases conmigo, lo sabes, sin embargo es mi jodido hermanito, mi hermanito al cual juré proteger desde que tenía cinco años. — Lloraba con rabia y dolor, con recuerdos llegando a su mente de todos esos años. — Yo estoy mal, yo estoy loco o enfermo, pero Jungkook no, no merece que utilicen ese tipo de cosas para lastimarlo. Que me lastime a mí, solo a mí. — Golpeaba su pecho cayendo al suelo entre lágrimas, llevándose a Yoongi con él.

Taehyung había corrido por toda la casa ignorando al resto hasta llegar a su habitación, yendo a encerrarse en el baño. Sin poderlo evitar, se orinó en sus pantalones, no tuvo tiempo para quitárselos, simplemente pasó. Todo él temblaba aún porque jamás se imaginó algún día volver a ver un arma, mucho menos apuntando su cabeza. No esperó que Seokjin llevase una consigo y esto le hacía revaluar todas las conjeturas que hizo sobre su persona. ¿Qué tan peligroso era su hijastro? Había dado en el clavo con la información, pero había terminado en shock.

En la ducha, procurando eliminar el hedor a orina, el peligris simplemente cerró los ojos alejando las imágenes de su mente. No era la primera vez que veía un arma señalando en su dirección, tampoco que escuchaba disparar una y él todavía estaba ahí. Debía recomponerse y simplemente tener más cuidado del pensado con Seokjin.

Como si no hubiese ocurrido nada, Taehyung regresó a la comido dando la excusa de que se le había caído su copa de vino. Seokjin ni siquiera lo observó, de hecho, no parecía ser el hombre que había colapsado momento atrás.

— Bueno, hijo, ¿cuándo nos dirás el motivo de esta reunión? ¿Me darán la noticia de que volveré a ser abuelo?

— Todavía no, suegro. Creo que para eso deberá esperar un poco más. — Reía Chungha contemplando como el rostro de Seokjin finalmente se relajaba.

— No quiero dar muchas vueltas así que seré directo. Yoongi y yo estamos en una relación formal, así que a partir de ahora lo verán siempre conmigo y Chungha no solo como mi asistente. La autorización de ustedes saben que no es algo que esté pidiendo. Les comunico cómo serán las cosas de ahora en adelante porque quiero muchísimo a este hombre como jamás he podido querer a alguien más. Les pido respeto, para mi pareja y también familia.

Seokjin no iba a decir las cosas así, la verdad es que había ensayado palabras mucho más profundas y hermosas tanto para Yoongi como para el resto, pero su mente en ese momento había olvidado cada una de ellas. A eso se le agregaba que su humor estaba notoriamente dañado.

Dongun no mencionó nada en un comienzo, pero luego se levantó para bordear la mesa abrazando a Yoongi y luego a un Jin que se quedó completamente en trance porque esperaba algo diferente por parte de su progenitor a pesar de que este le hubiese dicho en el pasado que lo más importante era cumplir con lo establecido para que pudiese vivir su vida como le daba la gana. Ya estaba casado y tenía una hermosa hija, suponía que Dongun no tenía mucho más que reclamarle. Taehyung no expresó nada, tanto su esposo como Jungkook notaron el nerviosismo y tensión en él, pero cuando fue abrazado por el mayor de los Jeon elevó la mirada.

— Felicitaciones a los dos. — Espetó Taehyung aclarándose la garganta sin poder mirar durante mucho tiempo a Seokjin.

Una vez más, Jungkook captó esto y no pudo evitar rodear los ojos porque suponía que su hermano seguramente le había dado uno de sus sermones a Taehyung.

— ¿Aquí nadie está pensando en mi hija y nieta?

— Papá... — Chungha se levantó de su asiento para ir hacia un Yoongi que le sonreía y su esposo, ubicándose en medio de los dos. — Tu hija está más que feliz con estos dos hombres en su vida. Es una decisión que tomamos los tres en conjuntos y no va a cambiar mucho. Mi esposo tendrá a su marido y mujer, yo tendré compañía extra y nuestra bebé igual. ¿Cuál es el gran problema aquí? — Se giró hacia ambos y pellizcó suavemente sus cachetes a pesar de saber que estos no eran amantes de esos gestos. — Ustedes sean felices, mis amores, aquí a nadie le debe importar eso.

— Después no te quejes. — Espetó su progenitor dándole una mirada reprobatoria a Seokjin y a Dongun por permitir eso.

— ¿Desde cuándo ustedes dos...? — Jungkook iba a comenzar a preguntar, pero al final decidió que no era el mejor momento y lugar, por lo que solo se levantó para abrazar a su hermano y nuevo cuñado. — Bienvenido a la familia, Yoongi hyung. Supongo que ahora dejarás de llamarme señorito Jeon.

— No si estoy de servicio. — Rieron en un nuevo abrazo. — Pero gracias por aceptarme, Jungkook.

— Mi amor... — Todos se volvieron hacia un Dongun que preocupado miraba a su esposo. — ¿Ocurre algo? — Taehyung simplemente se levantó, lo abrazó y besó.

— No me siento bien, ¿podemos retirarnos, mi amor? — Dongun lo abrazó y besó nuevamente, asintiendo con premura. — Perdónennos, por favor, ya saben, todos están en su casa.

Viendo como su padre consolaba a Taehyung hizo que la mano de Jungkook se empuñaran alrededor de una servilleta cercana que no era suya. Todos permanecieron hablando durante un rato más, pero él simplemente no lograba concentrarse. No entendía por qué, terminó escabulléndose del resto para subir a su habitación, escuchando al peligris junto a su padre. Cerrando los ojos exhaló, su lengua intranquila queriendo perforar sus mejillas mientras bajaba las escaleras como alma que llevaba el diablo. Se despidió brevemente de todos, aprovechando que el ambiente de igual forma tampoco era el mejor e incluso su hermano se retiraba con su esposa y pareja, Jungkook también decidió irse.

+++

Taehyung se encontraba en los camerinos de un estudio de televisión en donde estaría filmando un tonto programa en donde tendría que hacer juegos bastante estúpidos. No obstante, su cabeza estaba en otro sitio, llevaba toda una semana intentando comunicarse con Jungkook y ni siquiera lo había podido ver en la empresa. No le respondía sus llamadas y los mensajes eran casi monosílabos: sí, no, no sé, tal vez, puede ser, ok. Esas eran las únicas respuestas que obtuvo de su parte.

Algo simplemente no se sentíabien, estaba comenzando a molestarse aunque quizás no tenía razón para ello. Jungkook siempre se jactaba de que había que hablar claro, conversar las cosas, pero él simplemente parecía no aplicar aquello que predicaba.

— Señor Kim, comenzaremos las grabaciones en quince minutos, por favor, diríjase al estudio pronto. — Uno de los trabajadores del equipo se acercó para avisarle, pocos segundos después, su manager también se mostró.

— Taehyung, vamos, debes salir ya.

— Iré a la empresa cuando termine de grabar. — Le avisó confundiéndolo, sin embargo su manager simplemente asintió moviendo sus manos para que se apresurara.

Tal vez debía darle las gracias al tonto programa porque gracias a él su ansiedad disminuyo un poco y dejó de pensar en Jungkook. A la mierda si él estaba molesto, cuando quisiera follar lo llamaría entonces sería él quien lo ignorara.

— Taehyung... — Los ojos del mencionado se cerraron al escuchar la voz a su espalda cuando terminó de grabar. — Vaya, qué sorpresa verte por aquí.

— John Seo, hola.

— Vamos, sabes que no me gusta que me llames así. Puedes decirme Johnny, como en los viejos tiempos. — Sí, los viejos tiempos cuando él era un idiota enamorado de otros, no gracias, Taehyung prefería no recordar esos viejos tiempos. — He venido aquí para una entrevista en el estudio ocho, supe que también estarías grabando hoy aquí en el tres. Si ya terminaste qué te parece ir por una bebida, comer algo.

— Lo siento, supongo que en otra ocasión será, ya hoy estoy ocupado. — Mencionó yendo hacia su camerino. — Adiós.

El hombre de cabello rubio y mayor estatura permaneció en su sitio observando a Taehyung alejarse con una ladeada sonrisa. Encogiéndose de hombros se dio la vuelta, pero justo cuando se iba a marchar, Taehyung regresó donde él.

— Espero que hayas hecho buenas inversiones porque mis gustos desde entonces se han vuelto más exigentes y caros. — Musitó Taehyung mirando a su exnovio sonreír. — ¿Nos vemos en el Pierre Gagnaire á Seoul?

— ¿En una hora?

— Allá te veo. — Fue todo lo que dijo Taehyung caminando enojado hacia el vehículo que lo transportaba porque Jungkook no le contestaba, Seojoon tampoco y para rematar, su esposo habló con él durante dos minutos antes perderse en una de esas eternas reuniones. Iba con su cabeza recostada y los ojos cerrados cuando su teléfono comenzó a sonar, no tenía deseos de conversar con Hoseok en ese momento por videollamada, pero contestó. — ¿Qué sucede, Hobi? ¿Dónde estás? — Preguntó al notarlo sudado, mas sin reconocer los alrededores.

— Ah, estamos en las grabaciones del video musical de Jungkook, recuerda que hoy grabaríamos todas las escenas de baile que son la mayoría. — Oh, cierto, Jungkook iba a estar toda esa semana trabajando en su video musical y él grabaría sus escenas en una semana. Maldijo al recordarlo, sonriendo y confundiendo a su amigo. — Ya estás en la fase en donde te ríes solo, eso es peligros, yo mejor te voy a colgar y disfrutar mis quince minutos de descanso.

— ¡No, espera! — Estirando su boca, confundido, Hoseok volvió a elevar su teléfono para observar al peligris. — Gira la cámara. — El pelirrojo le hizo caso, pero Taehyung negó relamiendo sus labios. — Para el otro lado, creo que me pareció ver a Jungkook con alguien más ahora mismo.

— Ah, sí. Hace unos minutos llegó Jaehyun y están conversando.

— ¿Dónde me dijiste que estaban grabando?

— No te lo mencioné. — Respondió el mayor cayendo en cuenta de las intenciones de Taehyung. — Y no te lo diré tampoco, me voy a descansar.

— ¡Hobi! — Taehyung gritó frustrado dejando su teléfono de lado. ¿Por qué estaban Jungkook y Jaehyun conversando en privado? ¿Por qué había ido a su filmación? ¿No se suponía que él todavía andaba por Japón? Mordiendo su labio inferior marcó el número de Jungkook, pero entraba directamente a Somi, había activado el desvío de llamadas. Lo peor es que Somi se negó a revelarle esa información.

— Taehyung... — Llamó por casi tercera vez su manager.

— ¿Qué sucede? Estoy un poquito ocupado aquí atrás. — Respondió controlando su tono porque estaba irritándose exponencialmente y no quería que sin querer su voz saliera un poco agresiva hacia su manager porque él no tenía culpa de nada.

— Yo sé donde se está llevando a cabo la filmación del video musical de Jungkook hoy. ¿Deseas que te lleve?

— Moon Taeil, ¿sabía que te amo? — Se inclinó hacia adelante para besarle la mejilla. — Por favor, llévame si eres tan amable.

¡Doble actualización! Desde hacía algunos capítulos atrás no lograba hacer una doble actualización. Espero que les haya gustado el capítulo, ¿qué se imaginan que sucederá a continuación? Estaré como siempre leyendo sus comentarios.

LORED

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