Capítulo 40

La visita del mayor de sus hijos en la empresa no fue algo que Jeon Dongun esperaba en ese o cualquier otro día. Kim Seokjin no iba simplemente porque sí a verlo, razón por la cual en ese momento lo observaba tan confundido. De un aspecto impecable y un gélido semblante, el mayor contemplaba a su padre a la espera de que este le permitiera tomar asiento.

— Por favor, siéntate. — Indicó el señor Jeon señalando la silla frente a su escritorio. — ¿A qué debo el placer de tenerte por aquí? — Padre e hijo se observaron, pero Jin no dijo demasiado, se limitó a extenderle una carpeta negra que con confusión el mayor abrió. — ¿Qué es esto?

— Padre, hay algo por lo que siento curiosidad. Usted es un hombre meticuloso, precavido y con muy buena visión para leer a las personas siempre y cuando no sea con las que se acuesta, claro está. — Jeon lo miró con seriedad, logrando que Jin cuidara el tono de sus palabras. — Con esto quiero decir, que usted es lo suficientemente cuidadoso como para haber mandado a hacer una investigación de su actual esposo, ¿no es así?

— Sí, yo investigué a Taehyung antes de casarme con él. — Afirmó mirándolo con cautela porque no sabía hacia dónde iba esa conversación. — Pero no entiendo qué haces tú preguntándome por el pasado del hombre con quien elegí casarme.

— Porque hay algo que me tiene inquieto. ¿Por qué mandó a sellar toda su información pasada? — Achicando un poco los ojos, Dongun terminó de abrir la carpeta dado que había dejado esta acción en pausa para observar a su hijo. — Pude indagar muy poco, por mucho que escarbé, solamente llegué hasta el asesinato de su madre, toda su infancia está sellada, su información familiar, todo está tan sellado como estaba el resto de su vida hasta su salida del orfanato en donde curiosamente, nadie sabe cómo llegó. No entró siendo un niño, fue llevado por asistentes sociales cuando tenía once o doce años, entonces, no comprendo por qué nadie sabe nada. Peor, no comprendo el motivo para que usted decidiera cerrar todas las puertas que guían al conocimiento de esa situación.

— Yo no tengo necesidad de sellar nada, tengo conocimiento de su pasado más allá de las investigaciones, porque el propio Taehyung me lo dijo.

— ¿Sabe que el padre de su mejor amigo fue el hombre que asesinó a su madre?

— Lo sé, mi esposo me contó todo esto y yo lo investigué, pero en ningún momento mandé a sellar toda esa información, no hay nada que ocultar. No es un pecado que él haya sido huérfano, que tuviera una trágica historia como infante viendo incluso a su propia madre morir. — Seokjin se tensó ante esta mención, recordando esa escena que tan vívida continuaba en su mente, No se degradaba o desvanecía, ahí estaba todo el tiempo, presente. — Ahora, lo que yo no comprendo es qué haces tú investigando a mi esposo. ¿Con autorización de quién estás haciendo eso?

— Con mi propia autorización, simplemente estoy velando por el patrimonio de mi familia dado que mi padre está estúpidamente enamorado de un aparecido que podría ser su hijo. Alguien que tiene tantas cosas no esclarecidas en su pasado y que simplemente no me agrada.

— Ya pasamos hace mucho tiempo la parte en donde me decías lo mucho que no te agradaba y yo te repetía lo mucho que lo amo. Te dije incluso que estaba bien si no querías llevarte bien con él siempre y cuando lo respetaras como parte de la familia, el hombre que escogí para hacer mi vida.

— No tengo interés alguno en meterme en su vida siempre y cuando su existencia no afecte a las personas que quiero y nuestros intereses. Lo único que espero y te pido, es que no cause problemas a Jungkook o a mí, dicho sea de paso, porque no me va a temblar la conciencia para castigarlo. Me conoce bien, padre, si no me tiembla el pulso para ir contra usted, menos lo hará si de Taehyung se trata.

— ¿Por qué a mi esposo le interesaría importunarlos a ustedes dos? Lo único que ha querido ha sido acercarse a ambos, es normal que en algún momento existan desavenencias, pasa hasta en las mejores relaciones y familia, no habrá problemas serios y necesitas amenazarme, Seokjin. Recuerda que mi paciencia también tiene un límite, mis hijos siempre estarán por encima de todo, pero no soportaré tampoco tus chiquillerías a estas alturas.

— Ingenuo... — Negó el menor poniéndose en pie para despedirse con una elegante venia. — Me alegra saberlo de regreso en la ciudad, que tenga una excelente tarde.

Jeon Dongun no le devolvió el saludo a su hijo, no solo estaba molesto, sino preocupado y pensativo porque si algo tenía Seokjin, era astucia y objetivos claros. No importaba cuánto le desagradara una persona, la precaria o ausencia de relación con este, no se metía en la vida de nadie siempre que no fuero un inconveniente real para él o Jungkook. Su hijo siempre fue muy protector con el menor y lo comprendía perfectamente. Con la ausencia de Kookjin e incluso la suya en ocasiones cuando debía viajar por trabajo, fue su hijo mayor quien asumía siempre la responsabilidad de Jungkook.

Al morir su esposa, procuró estar con ellos a cada momento posible, solo se ausentaba por cuestiones laborales. A pesar de su presencia, el lazo que sus hijos mantenían lo dejaba sintiéndose excluido y a la vez orgulloso. Lo reconfortaba saber que, si en el futuro a él le ocurría algo, si dejaba de estar a su lado, ellos se tendrían mutuamente.

En silencio volvió a mirar hacia la carpeta frente a él y luego hacia la puerta. Cuando se trataba de Jungkook, Jin era intransigente e implacable, solo ahí se veía su cara más oscura y lo comprendía, él era igual cuando de defenderlo a ellos dos se trataba. Sin embargo, no terminaba de quedarle claro cuál era la preocupación real que el mayor de sus hijos tenía con Taehyung, ¿qué daño podría causarle su esposo?

No sabía si simplemente no le agradaba porque aún creía injusto el hecho de que amara a Taehyung como no hizo con su madre, si lo está castigando o cree que su esposo está ocupando el lugar de Kookjin. Después de todo, él nunca tuvo una relación seria desde que enviudó hasta que conoció a Taehyung.

Que fuera por asuntos monetarios también era una posibilidad aunque no tendría un por qué afectarles dado que, aunque no contaran con su patrimonio, ellos seguían teniendo una buena fortuna. No alcanzaba todavía a la suya, pero en diez años podrían acercarse bastante, principalmente Jin. Él podría entregarle el mundo a Taehyung, pero nunca le quitaría a sus hijos lo que por derecho les corresponde para dárselo a su esposo por mucho que lo amara. Taehyung jamás quedaría desamparado si de él depende, pero sus hijos mucho menos.

Nada le quedaba claro en su cabeza y no le gustaba ese raro sentir que acababa de embargar su pecho. Algo en todo eso simplemente no le gustaba, comenzando por el hecho de que él jamás mandó a sellar el pasado de Taehyung. Sí, al casarse limpió un poco su imagen y registro, pidiendo total discreción con algunas cosas, pero no mandó a que eliminaran nada de su pasado o lo mantuvo en secreto total. Su esposo fue sincero, le contó todo eso, pero desconocía el hecho de que se intentara ocultar esa información. Si Taehyung se lo dijo, no tenía necesidad tampoco para ocultarlo y, si se pensaba cabalmente, tampoco contaba con el poder suficiente como para hacer algo de ese estilo.

— Que tengan listo el auto en diez minutos, voy a salir. — Fue todo lo que dijo al teléfono mientras volvía a mirar los informes entregados por su hijo. Con ese tipo de inconsistencias, él hubiese reaccionado igual, algo simplemente no le agradaba y averiguaría qué era.

+++

Tras encontrarse con la persona idónea para hurgar en la adolescencia e infancia de su esposo, Dongun finalmente subía al asiento trasero de su vehículo. Aflojando su corbata, un sentimiento de culpa comenzaba a embargarlo, estaba investigando en la vida de su ahora esposo como si no confiara en él. Tenía que hablar con Taehyung, explicarle el motivo por el cual llevaría a cabo una investigación de la mano de personas que muy poco tenían que ver con la ley más allá de sobornarla.

Por primera vez desde que se casó, no moría de deseos por llegar a su casa y abrazar a Taehyung. Quería verlo, siempre quería, pero no sabía cómo tocar un tema tan delicado sin que este se ofendiera o sintiera mal porque conocía perfectamente que su pasado como niño y adolescente no era algo que a Kim le encantase recordar. A eso debía agregarle que finalmente debutaría como actor en pocos días, no quería dañar su estado de ánimo, pero las cosas omitidas o la verdad tardía podrían traer consecuencias negativas que prefería evitar.

— ¿Desea algo, señor? — La voz de Uhm Junghwa lo sobresaltó por un momento. Ella ya no tenía que trabajar tan arduamente, pero seguía al pendiente de cada detalle.

— No, señora Hwa, puede irse a descansar tranquila, estoy bien. — Musitó con una sonrisa mientras abría su saco. — ¿Mi esposo?

— Está ya durmiendo, señor. Estuvo con su representante hasta la noche y se fue a acostar temprano. — Dongun asintió con una sonrisa, sabía que Taehyung estaba muy entusiasmado con el estreno simultáneo de miniserie donde sería el protagonista y la película donde tendría un papel de reparto. — Señor, mañana debería venir nuestro Jungkookie a quedarse, pero nadie me ha dicho qué debería cocinar o hacer, no me han confirmado que venga.

— Sí vendrá, no se ha quedado aquí en todo el mes y es el último fin de semana, ya sabes que ambos tienen la obligación de mínimo pasarse un fin de semana en casa cada mes. Si no hago esto, jamás los vería. — Susurró con la mujer sonriente mirándolo. — Lo conoces bien, puedes preparar cualquier cosa que le guste, nosotros nos ajustaremos a su menú, además, no hay mucho que usted prepare y que a mí no me guste. Solo recuerda que si prepararás algo muy picante, mi esposo no es muy tolerante a ello, así que debería sustituir ese plato por otro, pero solo para Taehyung.

— Así lo haré, señor. — Asintió esperando ser dispensada.

— Ya puede retirarse.

Solo y en silencio avanzó hasta su despacho para guardar la carpeta que traía consigo, ese que Jin horas antes le había entregado. Se sirvió un trago y luego fue a su recámara, sonriendo cuando vio al menor dormir tan plácidamente. Permaneció recostado al sofá junto a su cama hasta que el cuerpo que en esta yacía comenzó a removerse inquieto, quejándose, llorando en sueño hasta que gritó un "¡mamá, no!", abriendo sus ojos casi inmediatamente.

— ¿Dongun? — Balbuceó Taehyung adormilado, incorporándose en la cama para verlo cuando notó que su esposo lo miraba tan fijamente. — ¿Qué ocurre? — Estaba demasiado serio para su gusto y por alguna razón eso lo preocupó.

— ¿Un mal sueño? — Habló finalmente el mayor, acercándose más a la cama para abrazarlo, secando unas lágrimas que Taehyung no había notado.

— Solo una pesadilla cualquiera. — En silencio, Dongun asintió plantando un beso en su frente antes de salir un poco de la cama para servirle un vaso de agua y entregárselo. — Gracias.

— Te escuché gritar, es el mismo sueño en donde ves que asesinan a tu madre, ¿cierto? — Separando el vaso de sus labios, el menor cerró los ojos y asintió.

— Es siempre igual, primero la veo t-teniendo sexo con ese tipo desde el clóset de nuestro cuarto, escondido, mientras ella mira en mi dirección hasta que el sujeto la besa. Mi madre lo empuja, él la golpea y al caer al suelo la veo mirarme nuevamente, acercándose a la almohada para sacar un cuchillo de allí para atacarlo y cuando se gira, yo deseo gritarle que no lo haga porque sé lo que viene. Sin embargo mis labios no se abren y en ese momento aquel tipo dispara contra ella. Ahí abrí los ojos, como siempre. — Aunque deseaba contenerlo, terminó llorando, aferrándose al cuerpo de su esposo mientras ese al igual que cada vez que eso ocurría le decía palabras reconfortantes y besaba su cabeza, tranquilizándolo.

— Tal vez no debería preguntarte esto, pero... — Calló buscando sus ojos. — ¿Recuerdas algo más de esa noche?

— No mucho, ahí terminan todos mis recuerdos, luego me encuentro corriendo, huyendo solo y asustado.

— Me contaste que ustedes no tenían a nadie más, por eso viviste solo en la calle hasta que te encontraron y retuvieron, llevándote a un reformatorio juvenil y de ahí años más tarde los trabajadores sociales te llevaron a un orfanato. — Taehyung asintió bebiendo un poco más de agua. — Debía de haber algún registro de tu padre, sus familiares, ¿jamás los pediste?

— Lo hice, pero en lo que me mostraron solo figuraba mi madre, nada de algún padre. Mi abuela falleció cuando mi mamá era una niña por lo que me dijeron y ella huyó de su padre alcohólico años más tarde. Fue entonces que comenzó a trabajar de prostituta y eso es todo lo que sé.

— ¿No deseas saber más de tu pasado?

— No, el pasado está ahí por una razón y no hay necesidad de traerlo al presente. ¿Qué ganaría con eso? Mi padre podría ser cualquiera, mi madre era una prostituta después de todo. Mi abuelo debe haber muerto ya, no me llevaron a él porque estaba incapacitado para cuidarme, lo fui a buscar cuando salí de allí, pero estaba en un asilo social lleno de cables, destruido por la bebida. No quiero saber nada de ese señor. No teníamos más familia, mi madre siempre me dijo que éramos nosotros dos. ¿Para qué indagar más en todo eso? Tengo mi presente ahora junto a ti, cumpliendo todos mis sueños y no quiero cargar con nada de eso.

— Taehyung... — Musitó tocando su rostro, sonriéndole con un poco de nervios. — Hoy me mostraron tus expedientes, todo tu pasado está sellado, ¿sabes la razón de eso? — Confundido, Taehyung negó aunque debería agradecer que no estuviera circulando ese tipo de información. — Verás, yo me quedé algo preocupado porque eso no es un procedimiento normal cuando ingresan al sistema a un niño como tú. Fue por ese motivo que yo... — Calló una vez más viendo a su esposo. — Mandé a investigar sobre tu infancia.

— ¿Me mandaste a investigar antes de decírmelo? — Dongun asintió viendo un deje de decepción que el menor intentó disimular. — Está bien, no tengo algo que ocultar después de todo, puedes investigar lo que quieras.

— Mi amor, no digo que seas tú quien esconde algo, solamente creo que esas personas hicieron mal su trabajo o algo más pasó ahí.

— ¿Qué más podría haber pasado ahí? Vi al padre de Hoseok follarse y asesinar a mi madre, a ella no la puedo resucitar y él todavía está en prisión. Eso fue todo. — Masculló algo molesto e incómodo, levantándose de la cama para dirigirse al vestidor.

— ¿A dónde vas? Amor, regresa a la cama.

— Lo menos que puedo o quiero hacer ahora es dormir, Dongun. Mejor duerme tú, ya es tarde, yo saldré a dar una vuelta y es probable que no regrese hasta mañana, podría quedarme donde Hobi. — El mayor no dijo nada, se limitó a asentir mientras veía a Taehyung partir.

Taehyung no entendía bien por qué estaba tan molesto, incómodo y con deseos de llorar. Tal vez no ayudaba revivir con tanta claridad esa escena en su cabeza por culpa de esas jodidas pesadillas que parecían querer regresar a mostrarse de manera regular. Se sentó en su auto poniendo algo de música todo volumen y condujo sin rumbo alguna.

Su destino fue el edificio de Hoseok, no obstante, no quiso verlo, no en ese momento, por eso volvió a conducir sin rumbo fijo terminando esta vez en el edificio de Jungkook y Jimin. Todavía no se sentía en confianza para compartir algo así con Jimin, hablaban de todo, pero estaba seguro de que este le preguntaría qué ocurrió, no le quería mentir, pero tampoco quería hablar de aquello que lo atormentaba.

Jungkook simplemente estaba descartado, no tenía intensión alguna de verlo en ese estado. Follaron, eran padrastro e hijastro, eso fue todo. Maldiciendo en silencio, volvió a echar a andar su auto mientras secaba sus lágrimas sin notar el auto que ingresaba al edificio y pasaba por su lado.

No sabía cómo o por qué, pero terminó visitando por primera vez desde que conoció a Dongun, la zona en donde él solía vivir con su madre. Por tanto tiempo la vio igual que no se esperó que en esos años hubiese cambiado tanto. Ahora la calle donde él solía vivir estaba rodeada de edificios lujosos, era un milagro que su antiguo edificio no haya sido demolido aún. Ese sitio le recordaba todo lo que no quería en su vida, era el lugar que le daba ánimos para luchar y superarse. Un destino que él no quería tener y no entendía el motivo para estar ahí ahora, en su presente.

No, él no quería esa miseria. Por eso, después de quedarse un rato pensando en nada, sentado en el suelo de aquel pasillo junto a la puerta del apartamento en el que vivió sus últimos meses junto a su madre, se levantó para sacudirse todo el polvo y salir de allí. Para su sorpresa, ya comenzaba a amanecer y, aunque por un momento se incomodó con él, solo quería volver junto a su esposo y perderse en sus brazos para no pensar en nada más.

Taehyung se sorprendió un poco al llegar a la mansión y ver el vehículo de Jungkook estacionado allí tan temprano. Cuando salió en la madrugada no estaba, parecía haber llegado mientras no estaba. Bueno, realmente en otro momento se hubiese animado por ello, con solo pensar en verlo y molestarlo, pero lo menos que deseaba ahora era tenerlo frente a él.

— ¡Maldición! — Exclamó Kim cuando la señora Uhm apareció junto a él. ¿Ella no dormía? No importaba a la hora que fuera, esa mujer estaría merodeando por allí. — Señora Hwa...

— Lo siento, no quise sorprenderlo, solo le llevaba un poco de leche al niño Jungkook. — Mencionó yendo hacia la sala en donde pudo divisar al pelinegro. — Ven a sentarte también, te traeré algo ahora.

El peligris sopesó la idea por un momento, quería subir y abrazarse al hombre que siempre lo consolaba, pero a su vez tampoco quería llegar a él aún sintiéndose así. Un poco de lo que sea que Hwa hubiese preparado estaría bien para él. Sin decir nada, caminó en dirección al salón en donde Jungkook sonreía en agradecimiento por los alimentos hasta que lo vio aparecer. No le dijo nada, se sentó bien lejos de él y cerró sus ojos ignorándolo, confundiendo por un segundo al pelinegro.

— Luces fatal. — Mencionó Jungkook viendo su desajustado semblante, sus ojos hinchados como si hubiese estado llorando por mucho rato.

— Gracias por el cumplido, Jeon, te lo devuelvo, luces horrible hoy.

— Supongo que eso es lo que sucede cuando llegas de un viaje de trabajo tras casi cuarenta y ocho horas sin dormir. ¿Azúcar? — Ante la pregunta, Taehyung abrió los ojos, encontrándose con una mirada un poco extraña en el contrario que le ofrecía el pequeño tarro lleno de cuadritos de azúcar. — Tu bebida estará aquí en segundos.

Taehyung lo observó por otro momento, pero asintió y agarró el tarro para ponerlo junto a él, escuchando los paso de la señora Uhm acercarse. Fue raro verla tan atenta, no había sonrisa en su rostro como cuando trataba con el resto de los que allí visitaban o vivían, pero se mostraba más amigable que en otras circunstancias.

— Gracias.

— Le he echado un poco de chocolate blanco como te gusta, así que ten cuidado con el azúcar. — El peligris asintió sonriendo, apretando fuertemente esa taza humeante con leche que en su infancia pocas veces tenía el privilegio de tener. — Estos bizcochos también son tus preferidos, algo ligero porque si irás a dormir luego de esto, no deberías estar muy lleno.

— M-Muchas gracias. — Agradeció viendo el desconcierto en los dos presentes que lo miraban confundido, realmente debía verse fatal para que ambos fueran tan buenos con él. — ¿Cómo te fue en tu viaje?

— Bien, todo ha salido bien. — Contestó Jungkook una vez que ambos estuvieron solos. — ¿Estás nervioso por el estreno?

— ¿La verdad? Un poco. — Su respuesta fue tan real, sin sarcasmos, dobles intenciones o un intento de aparentar lo que no era que Jungkook no pudo evitar quedársele observando por un momento. Ese Taehyung que no lo atosigaba queriendo sexo, que no lucía altanero o perfecto, ese que parecía sincero, era refrescante para Jungkook. No sabía qué le había ocurrido, no le preguntaría eso, pero si esa fuera la persona que siempre se mostrara frente a él, fuera alguien que él podría llegar a considerar un amigo. — ¿Tú?

— Yo iré al estreno como invitado y tu acompañante, pero no estoy nervioso. Supongo que al no ser actor o estar realmente envuelto en ese proyecto, la ansiedad me toca menos. Pero no creo que debas preocuparte, he visto fragmentos la película e hiciste un muy buen trabajo. La serie seguramente también gustará mucho, ahora los BL están teniendo una mejor acogida en el público general, será todo un éxito. Has trabajado duro para ello, dará sus frutos.

Taehyung terminó de morder el bizcocho que se llevaba a la boca un poco confundido, pero también agradecido de alguna manera por escuchar a Jungkook decir eso. Eran palabras sin importancia y sencillas, pero se sentía bien escucharlas de su parte. Los dos quedaron observándose por varios segundos, por un instante pareció estar prohibido el parpadear, pero como si se hubiesen puesto de acuerdo, ambos bebieron de su leche al mismo tiempo.

— Bueno, yo me retiro, estoy cansado, pero espero que logres dormir un poco. Al menos no llores más. — Se despedía Jungkook con tranquilidad.

— No he llorado.

— Si tú lo dices... — Sonrió sin burla, de alguna manera le parecía tierno que el mayor intentase negar lo obvio. — Que tengas buena noche o día.

— Buenas noches, Kook. — El nombrado detuvo sus pasos para mirarlo al escuchar la manera que lo llamó, sin embargo, Taehyung no lo miraba, estaba sentado con su cabeza recostada al respaldo, sus ojos cerrado. Eso se había sentido tan extraño.

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top