Un silencio tranquilo y a su vez sofocante envolvía a la pareja de pelinegros desde que salieron de aquel evento junto al resto de la familia. Jungkook sintió el ambiente un poco tenso luego de regresar de su extensa llamada, la mirada de su hermano mayor se sintió como un tácito regaño. Con esto pudo comprobar que Jin se había percatado de todo aunque no supiera con exactitud lo que sucedió y lo mismo con Min. Este siempre parecía no mirar nada cuando lo veía todo, era los ojos que su hermano mantenía en la parte trasera de su cabeza, lo que se le escapaba a Seokjin, Yoongi definitivamente lo captaría.
Su padre continuaba entretenido entre todos sus invitados, Chungha hablaba con Jae y un peligris que se les unió como si nada ocurriera. Fue después de que todos se despidieran que todo cambió y con todo se refería al hombre que fue en silencio a su lado durante todo el camino. Ni siquiera intercambiaron una palabra porque todo lo que Jaehyun hizo fue dormir en el trayecto o al menos así pareció para Jungkook.
La casa realmente denotaba el estilo de su padre e incluso de Taehyung. Como sin incluso haber diseñado o dado su punto de vista a los arquitectos, Dongun hubiese captado todos sus gustos para incluirlos en la construcción de ese sitio.
— Ya es demasiado tarde, así que creo pertinente dejar la plática para cuando despertemos.— Dongun rompió el silencio, llamando la atención tanto de su hijo como de su yerno. Sonrió muy débilmente al verlos tomados de las manos, en verdad esperaba que pudieran arreglar sus problemas en ese viaje aunque eso significara tener un poco menos de privacidad con Taehyung como pensó en un inicio. — Todas las habitaciones se encuentran en la segunda planta, en la primera tienen todo lo demás.
— Muchas gracias una vez más por la invitación.— Agradeció Jaehyun con serenidad, recibiendo un asentimiento por parte de la otra pareja que pronto pasó a retirarse. — Buenas noches.
— Para ustedes también, que tengan una buena noche o al menos lo que resta de ella.— Musitaba Taehyung dándole una última mirada a Jungkook para seguir a su esposo.
Una vez solos, Jaehyun observó la mano que acariciaba el dorso de la suya y, cuando elevó su mirada, sintió su corazón volver a desbocarse como la primera vez al ver a Jungkook sonreírle. — Te prepararé un poco de leche caliente, ven, vamos a la cocina.
Jungkook sabía que a él le gustaba beber leche tibia antes de ir a la cama, eran datos y hábitos que años de relación incluso antes de tornarse una pareja, no podían desaparecer fácilmente. Asintió tranquilo, acompañando a Jungkook a la cocina para tomar asiento y verlo desenvolverse por el lugar con calma.
— Extrañaba tanto esto... — Habló sonriente, preparándose para él otro vaso de leche para luego sentarse junto a Jae, escondiendo el rostro en su cuello. Besándolo en esa zona castamente, regocijándose en aquello que tanto le gustaba.
Lo volvió a confirmar desde que lo vio y su propio corazón latió tan rápido y feliz al verlo. Le echó mucho de menos, todo de Jaehyun y lo que tenía con él. No, no era solo costumbre, tampoco se trataba de la tranquilidad o un capricho. Seguía amándolo, deseándolo y queriendo más allá de todo. Sí, no podía negarse el hecho de que sexualmente Taehyung lo enloquecía, era hermoso, le atraía, podía incluso decir que le gustaba muchísimo. Sin embargo, esa tibieza anclada en su pecho cuando estaba junto a Jae era algo precioso y preciado.
— ¿Por qué me estás haciendo esto? — Preguntaba Jaehyun más sereno, tomando un sorbo de su bebida. Sin comprenderlo, Jungkook lo miró extrañado, rodeados solo por el silencio de aquella cocina. — ¿Por qué nos haces esto?
— Jae, no entiendo a qué te estás refiriendo ahora mismo.
— ¿Usaste todo el tiempo que estuvimos separados para pensar en lo que quieres? — Por instinto, ambos miraron hacia la puerta al saber el tema de conversación en el que se estaban adentrando. En silencio, ambos se levantaron y salieron al exterior para caminar por el jardín hasta la orilla del lago que rodeaba a la casa.
Las mejillas de Jungkook estaban húmedas, no se sentía con el derecho de llorar porque fue su decisión el tener sexo con Taehyung. Algo que en su momento no se sintió para nada mal, todo lo contrario, mismo si fue solo eso, sexo. Lo disfrutó en demasía, más de una vez tuvieron encuentros carnales, en aquel baño, en el apartamento de Jin, no consumaron todo, pero incluso en su oficina los labios de Taehyung golpearon los suyos, lo vio arrodillarse y hacerle sexo oral. De hecho, unas horas antes, dejó llevarse por todo aquello que el peligris le provocaba y fue él quien, una vez que el mayor llegó a su lado, tomó las riendas de la situación y lo besó hasta llegar al punto en el que los masturbó públicamente.
Ahora, estaba ahí, junto al hombre que no quería perder. El sexo con Jaehyun podría ser muy diferente, pero no por eso no lo disfrutaba, al contrario, también le encantaba aunque tuviese que admitir el hecho de que era en un modo muy diferente al que experimentaba con Taehyung. Ambos eran bastante básicos al final, exquisitos juegos previos, tensión y deseo, algunas veces encuentros salvajes, otros más tranquilos. Con Jaehyun hacía el amor entre las paredes de sus hogares, ya no necesitaban algún otro sitio. Con Taehyung, era sexo descontrolado en donde primero tuviesen la oportunidad, demasiado candente y loco con ese agraviante de tensión, la adrenalina de lo prohibido que los azotaba.
Jungkook lloraba una vez más como tantas noches antes lo hizo, como cada vez que todo ese fuego ardiente se apagaba y se percataba de lo hecho. Lloraba porque sabiendo que una vez le contara todo lo sucedido, perdería toda oportunidad de retomar lo que una vez ellos dos tuvieron.
— ¿Todo esto fue un espectáculo para tu padre? Me fuiste a buscar y no me dijiste nada de esto hasta ahora, después del evento, de venir aquí como si todavía estuviéramos en una relación frente a todos. — Espetó molesto, pero sobre todo muy dolido. — ¿Por qué me hiciste eso sabiendo aún de mis sentimientos por ti, Jungkook? Por un momento creí algo diferente, ¿sabes? Pensé que sinceramente habías aclarado tu cabeza, tus sentimientos, por eso estabas volviendo a mí, pero esta noche me di cuenta de que solo fui tu cortina de humo y no me merezco esa mierda, Jung... Me utilizaste, maldita sea.
— No. No fue así. — Se apresuró a interrumpirlo, intentando secar sus propias lágrimas porque le dolía demasiado que creyera eso, jamás jugaría con Jae de ese modo. — Yo jamás te utilizaría o jugaría contigo de ese modo. Te fui a buscar porque definitivamente es contigo con quien quiero tener una relación. Quise volver a tomar tu mano, estar contigo frente a todos porque para mí sigues siendo el hombre con quien quiero compartir mi vida, mi novio, esposo.
— Me consideras todo eso y aun así me dijiste que irías por una llamada telefónica cuando en verdad estabas con Taehyung. — Los ojos de Jungkook se ensancharon, no solo porque estaba sorprendido, si no, porque odiaba el hecho de que Jaehyun hubiese presenciado aquello. — Fueron muy obvios, te fuiste tú, luego se fue él...
— N-No fue planeado, juro que no lo fue. Me retiré porque estaba incómodo, necesitaba tomar aire y fue por eso que salí con la excusa de que haría una llamada.
— Los vi besándose Jungkook. — Mencionó liberando su mano de la contraria sin fuerza alguna. — Creo que tu hermano también lo sabe o al menos sospecha, al notarlo mirar en dirección a donde fue Taehyung, me apresuré a decir que iría a buscarte y eso lo hizo quedarse junto a tu padre ajeno de todo. No sabes lo mucho que pedí para que no fuera lo que estaba pensando, rogué fervientemente hasta que salí y los vi. ¿Sabes qué fue lo más doloroso? Permanecer en aquella puerta para evitar que alguien más lo fuese a encontrar, mi corazón desgarrándose a cada segundo sabiendo lo que estaba sucediendo a mi espalda. Deseé irme, que no me importara si tenías problema con tu familia o no, quise actuar frívolo y egoísta, pero de todos modos mis pies se rehusaron a hacerle caso a mi mente. No sabes lo mucho que te estoy maldiciendo ahora mismo, Jungkook. No por tus sentimientos, esos no los puedes controlar, lo hago porque me siento utilizado y poca cosa.
— Jae... — Jungkook se apresuró a detenerlo cuando hicieron contacto visual y vio al contrario también llorando, mucho más fuerte que minutos atrás, buscando salir de allí. — L-Lo siento, yo... — Buscó abrazarlo, pero Jaehyun lo alejó a pesar de que quería con todas sus fuerzas refugiarse entre sus brazos. — Te amo, por Dios, juro que es así, mis sentimientos por ti no han cambiado en lo más mínimo, todo lo contrario.
— No te mientas.
— No lo hago... — Negó mirándolo, volviendo a abrazarlo con éxito esta vez, dejando llorar a ese pelinegro que para el mundo era de carácter fuerte debido a la imagen que tenía como artista, sus tatuajes y ese aspecto tan varonil que mantenía. — No quiero que lo nuestro termine así.
— Tú tomaste una decisión, no puedo juzgarte por eso. Sabías mejor que nadie las consecuencias de tus actos y aun así seguiste adelante, por lo que solo me queda augurarte buena suerte en la vida, Jungkook. Sinceramente espero que seas feliz con quien sea que decidas estar en un futuro porque yo de ahora en más lo único que te puedo ofrecer sería mi amistad. — Intentó separarse, pero esta vez fue Jungkook quien se aferró necesitando un refugio, mil cosas atosigando a su mente en ese momento. Un dolor aniquilador afianzándose en su pecho.
Cuando se separaron, lo hicieron con un beso sosegado, casi un sutil roce de labios húmedos por las lágrimas. No se dijeron más, el amanecer ya los estaba bañando de rocío y el frío ya no era algo que pudiesen ignorar. Fueron juntos a la habitación que hasta el momento no habían visto, en esa en donde yacían sus pertenencias, donde estaban supuestos a dormir juntos. Procurando no hacer ruido, Jae tomó su maleta para llevarla a otra habitación.
— No seas egoísta, Jungkook. — Fue todo lo que dijo cuando el mencionado tomó su mano impidiéndole salir.
— Sé que estoy siendo muy egoísta, que no lo mereces y que soy un maldito por estarte pidiendo esto, pero por favor, no te vayas. No me dejes solo, no quiero que nos despidamos así, no quiero que nos despidamos en lo absoluta Jae.
— No puedes ser tan egoísta. — Se odiaba tanto por estar viendo en ese rostro las mismas ideas que pasaban por su cabeza, por no poder o querer alejarse en el momento en que sus labios volvieron a unirse. — Supongo que también soy un hombre egoísta. Me permitiré serlo por última vez.
Hubo besos, molestia, rabia, amor, muchos sentimientos por parte de ambos mientras caían en aquella cama a modo de despedida. Porque ahora los dos estaban seguros de que esa sería la última vez que tuvieran ese tipo de relación o encuentros.
— ¿A dónde vas? — Su pregunta solo fue una respuesta automática al movimiento que sintió en su cama. Adormilado, Dongun miró a Taehyung salir de su cama y volver a cerrar los ojos.
— Voy a la cocina un momento. — Fue todo lo que dijo viendo a su esposo dormirse nuevamente.
Con prudente sigilo caminó por la habitación hasta el baño, mirando su desnudo reflejo en el espejo. Había tenido sexo con su esposo, uno satisfactorio, pero su mente continuaba en aquella terraza y en el recuerdo de un Jungkook diferente al que se había estado enfrentando. Ese le recordó más al que conoció años atrás y con el que tan buena experiencia tuvo durante todo un fin de semana. Tomando una de las batas de baño se envolvió y salió de la recámara para ir hacia la cocina en busca de agua. No creyó haber bebido demasiado, mas se sentía como si tuviera una resaca horrible y mucha sed.
Al escuchar los ruidos provenientes de la habitación ocupada por su hijastro detuvo sus pasos. Sin pensarlo demasiado se acercó un poco más a la puerta, tensando su mandíbula al notar lo que hacían. Por un momento creyó que estaban discutiendo, escuchó en un grito el nombre de Jungkook y esto le pareció un poco gracioso, mas la diversión desapareció al percatarse de que el grito poco tenía que ver con una pelea de parejas.
Con una estúpida molestia regresó a la habitación que compartía con su espeso, pero la sed le hizo dar la vuelta en la puerta e ir a su primer destino pensado.
— No estoy preparado para verte partir de mi vida definitivamente. Es decir, que dejes de ser mi pareja. — Mencionaba Jungkook después de un rato abrazados en la cama, su respiración nuevamente regular. — No sé cómo permití y llegué a esto, Jae. Lo nuestro era tan perfecto, sano, hermoso, nos sentíamos tan bien... — Tomando la mano posada en su pecho suspiró, volteándose para ver al pelinegro que si bien lo acariciaba, no estaba acurrucado a él como solían hacer después de hacer el amor.
— Sé que me amas a tu forma, que teníamos algo bonito que no puede continuar porque eso acabaría con todasanas cosas que hacían de nuestra relación una buena. Me quieres, pero creo comprender lo que te sucede, no soy yo quien te llena.
— Sí me llenas, en todos los sentidos posibles. — Jaehyun sonrió negándose a dejar salir más lágrimas.
— Reformaré mi frase. Yo cumplía con todas tus expectativas, fui todo lo que esperaste y deseabas. De alguna forma, él excedió todas estas cosas apelando por el lado más sexual e instintivo de tu persona y llegó a colarse en tu mente. Te mostró que quizás hay nuevas cosas que te pueden gustar y satisfacer, cosas que no tenías conmigo, al menos no del modo en que te sentirías completamente pleno. Él parece brindarte cosas que no creíste necesarias hasta que se te brindó y las experimentaste.
— No sé de nada que él pueda ofrecerme, no hay nada de eso que sea necesario para mí, fue solo sexo. — Jaehyun cerró sus ojos porque aunque lo supuso después de lo presenciado en aquel evento, escucharlo dolía. — Lo siento, no quise...
— Deja de decir lo siento. Sí, una parte de mí quiere que te disculpes mil veces más, pero eso no cambiará nada, no es lo que realmente me ayudará o hará sentir mejor. Solo te pido que no ensucies más nuestros recuerdos juntos. Es cierto que nuestra relación durante el tiempo que duró fue hermosa, nadie puede negar eso. Pero quiero que lo dejemos como algo bonito que al recordar en un futuro nos haga sonreír, no maldecir. Un buen recuerdo, no uno gris que odiemos. Así que prométeme que no me volverás a buscar después de esta noche como algo más que no sea un amigo. Tampoco significa que seremos como tú y Jimin, Joon o Min, no me escribas, llames o busques a cada momento.
— Jae...
— Por favor, Jungkook.
— Está bien, si así lo quieres yo... Supongo que sí. — Jaehyun sonrió sin mirarlo. — ¿Hay algo más que desees?
— De hecho, sí lo hay. — Jungkook lo observó y él evitó completamente su mirada porque dolía. — Los proyectos que no quisiste confirmar, quiero tomarlos. Quiero irme de jurado al nuevo programa Producer que se hará en Japón. La filmación durará ocho meses, así que creo que será bueno para mí. Aprovecharé para hacer promociones en ese país y también tomar el resto de los proyectos que pueda hacer ahí.
— Se siente como si estuvieras huyendo.
— Una retirada a tiempo no es cobardía. No es bueno estar en estos momentos tan cerca, tierra de por medio nos ayudará a los dos, ya lo verás.
— Debería serlo quien se marchara.
— Eres el CEO de Jeon's Entertaiment, se te necesita aquí. Además, sabes que me gusta Japón y la única razón por la que no tomaba esos proyectos es porque requerían demasiado de mi tiempo, hubiésemos estado alejados por meses por mucho que quisiéramos volar para estar con el otro de manera regular. Esta es una buena oportunidad. — Con cuidado, se levantó de la cama para ir hacia el baño. — Seguiré esperando por escuchar esa canción que me prometiste sacar como artista.
— No lo prometí.
— Claro que sí lo hiciste. — Ambos rieron frente a esto, al menos hasta que Jaehyun desapareció por la puerta del baño y ambos retomaron sus tristes semblantes.
+++
— ¿Todo bien? — Preguntaba Dongun observando a su esposo comer desganado, casi como si estuviese jugando con la comida servida en su plato para la hora de almuerzo.
Debido a la hora en que llegaron y las pocas horas de sueño en la mañana, todos se saltaron el desayuno, yendo directamente al almuerzo. Los cuatro estaban compartiendo mesa, pero ninguno hablaba mucho, solo Dongun lo hacía. No obstante, su hijo y yerno comían bien, era su esposo el único que parecía no querer probar bocado. La mirada de Taehyung se elevó al escuchar al hombre junto a él, miró con cierta molestia a los otros dos frente a él y luego le sonrió al señor Jeon.
— Todo bien, mi amor. ¿Por qué la pregunta?
— Es que no estás comiendo nada. ¿No te gusta? Puedo mandar al personal para que preparen algo diferente.
— No es necesario, es solo que ayer creo que bebí un poco demás y hoy me siento con un poco de resaca. Creo que después de esta sopa y el resto de la comida, en un rato estaré bien. — Sin insistir más, su esposo asintió tranquilo, acariciando su muslo por debajo de la mesa.
— Si necesitas algo no dudes en decirme o decirle al personal que está aquí. — Susurró en su oído y Taehyung le sonrió en agradecimiento. — Come bien.
Las horas fueron pasando lentamente el resto del día, las parejas realizaron actividades por separado y solo en la noche volvieron a encontrarse. Fue Jaehyun quien decidió cocinar, si bien había personal disponible para ello, estar en la cocina lo ayudaba a relajarse, a no pensar demasiado mientras entraba en contacto consigo mismo, algo que necesitaba más que nunca.
— ¿Necesitas ayuda? — Jungkook y su padre todavía estaban jugando tenis en el exterior, Taehyung se había cansado de leer el libreto para la lectura de guión y por eso salió a la cocina en donde se encontró con el hombre de cuello tatuado y negros cabellos.
— No es necesario, ya casi termino.
— No creí que cocinaras. — Al ver la mirada inquisitiva del novio de su hijastro, comenzó a sacar las cosas que necesitaría para preparar la mesa mientras sonreía. — Es decir, viendo de la familia de la que provienes y como has vivido toda tu vida, me sorprendió que pidieses cocinar para nosotros hoy.
— ¿Alguien que viene de una familia adinerada no puede cocinar? ¿No son eso preconcepto y estereotipos? — Espetó dejando lo que estaba haciendo para voltearse a verlo. — Una pregunta, Taehyung, ¿qué es lo opinas de mí?
— Bueno, no tengo mucho que pensar de ti, no eres alguien significativo en mi vida por lo que realmente no me importa mucho quién o cómo seas.
— No sé para ti que estás casado con un hombre que podría ser tu padre por conveniencia cómo sea, pero yo soy un hombre totalmente independiente. Pude haber nacido en una familia pudiente, pero desde que alcancé la mayoría de edad dejé de depender de ellos y jamás he utilizado su dinero. Me mantengo, si quiero un diamante, anillos, ropas u otras cosas materiales me las compro yo, no mi familia o pareja. Mi compañía es complementaria, no por interés.
— Ya, me imagino que eso te hace sentir muy orgulloso. — Sonrió divertido viendo la molestia emanar del contrario.
— Por supuesto, no existe una sola cosa en mi vida que no me haga sentir orgulloso de quien soy. Insinúas que las personas que nacen como yo no son capaces de siquiera freírse un huevo, que somos unos acomodados, pero te equivocas. Los que tenemos dinero trabajamos por ello, nos esforzamos por tener o mantener aquello que necesitamos.
— Para personas como ustedes, las oportunidades están desde que nacen, no necesitan salir a buscarlas. Déjame hacerte una pregunta, ¿cuando eras niño te preocupaste alguna vez por no tener alimentos en tu casa? ¿Viste a tu madre quitándose su plato de comida para brindártelo a ti mientras pensabas en que, si uno comía el otro pasaría hambre? Seguramente no viste que aunque comieras no sería suficiente y por eso ni siquiera podías compartirlo. ¿Tuviste que pasar frío o mojarte con la lluvia porque tu residencia ni siquiera tenía unas ventanas apropiadas para impedir que los aguaceros se sintieran más adentro que afuera?
Taehyung estaba tan cansado de que las personas siempre dieran el mismo discurso, trabaja por aquello que quieres, esfuérzate y tendrás todo lo que quieres. Sí, eso era bueno para dar ánimos, sí, era cierto que quien se esforzaba aunque pasara trabajo de algún modo conseguiría llenar su estómago y tal vez un techo donde pernoctar, pero eso no significaba una mierda cuando se vivía constantemente con la incertidumbre de que hoy se comía y mañana no se sabía, a luchar nuevamente.
— Nacer en cuna de oro sin haber pasado hambre es fácil juzgar. ¿Alguna vez viste que a pesar de ser inteligente y tener buenas notas tus oportunidades de estudio o trabajo era una mierda? Estoy seguro de que tú solamente debiste decidir la universidad a la que querías asistir y ya estuvo todo resuelto. No sabesuna mierda sobre lo que es llorar sangre por lo que uno quiere, Jeong Jaehyun.
— Puede ser que no haya experimentado nada de eso, tienes razón. — Aceptó mirándolo seriamente. — Pero eso no justificaría pisotear los sentimientos de alguien más, jugar con las personas solo por haber tenido en el pasado las cosas difíciles. Si lograste llegar hasta aquí y alcanzar tus objetivos, valora lo que tienes, incluyendo ese regocijo que brilla en tus ojos mientras me ves porque lograste llevarlo a tu cama nuevamente, haciéndote sentir un ganador.
— Oh, esa es tu molestia conmigo, debí suponerlo. — Sonrió viendo a través de esa mirada, notando que estaba dolida, triste y quizás incluso un poco resentida, cosa que podría ser peligroso. No obstante, si quisiera, ya hubiese dicho la verdad desde hacía un buen tiempo. — Supongo que estás... ¿Dolido? ¿Ha pasado algo novedoso? ¿Una ruptura, quizás? ¿Te dejó?
Con una sonrisa, Jaehyun negó confundiéndolo. Era él quien terminaba su relación con Jungkook, no al revés. Podría seguir con él si quisiera, pero eso solamente les haría daño a ambos y no lo quería, ninguno merecía algo así. Taehyung tenía razón, estaba dolido por su ruptura, no importa cuánto se hubiera preparado para esto.
— No sufras, todas las relaciones en algún momento se acaban simple y llanamente porque nada es para siempre. Unos años más, unos años menos, tarde o temprano todo llega a su fin a pesar de que las personas siguen queriendo ignorar este hecho o simplemente no lo ven.
— Tienes toda la razón en eso. — Asintió mientras disminuía su sonrisa. — A mí lo único que me resta es desearte suerte y no precisamente por ti. — Calló mirando hacia el exterior viendo que padre e hijo aún jugaban. — Intenta no hacerlo sentir usado luego de algo más que un fin de semana. Este juego que estás jugando es peligroso y desde ya, muchas personas están siendo dañadas. Ahora no lo ves porque simplemente no te toca o duele, pero todo esto es como el efecto dominó en donde tú serás la última ficha en caer. Será ahí donde sentirás el peso de todo lo demás.
— Vaya, muchas gracias por la preocupación, pero te agradecería que no estés tan pendiente de mi vida, no te corresponde.
— Tienes razón, pero aunque no lo haga, te digo esto no sé si como advertencia o consejo. Solo te digo que valores todo lo que tienes y has logrado, incluyendo la atracción de él. Deberías ser lo más transparente posible y no ir lastimando a todos porque tarde o temprano, tu conciencia despertará. Cuando esto ocurra, te harás añicos a ti mismo. No está mal enamorarse, tenérmelas, pero si estás haciendo todo esto, metido en algo tan infame, haz que valga la pena y no envuelvas a Jungie en tus mierdas solo para divertirte y joderle la vida.
— No sabes una mierda, Jaehyun.
Hola, holaaaaa!! Por aquí pasando y actualizando. Espero que haya sido de su agrado, nos leemos pronto.
Vi que muchos no pudieron leer la actualización, así que la vuelvo a publicar.
LORED
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