Capítulo 15

Jeon Jungkook se mantenía apacible, sus piernas cruzadas, su mano izquierda en donde llevaba el reloj que había estado mirando descansaba sobre su rodilla. Su respiración continuaba regular mientras sus ojos oscuros hacían contacto visual con esas dos irises avellanas emanando provocación.

Taehyung, por el contrario, no lograba mantener la mirada firme porque esta siempre se desviaba a sus labios que guardaban tantos secretos y recuerdos. Pudo disfrutarlos casi a su antojo en aquella ocasión, lo sintió recorrer casi todas las partes de su cuerpo a excepción de aquellas por las que se podía transmitir algún tipo de enfermedad de transmisión sexual.

Resultaba un poco molesto el saber que debido al tiempo que llevaban juntos, ese cuellipintado de Jaehyun había disfrutado de esto. Ese hombre que volvía a parecerle indescifrable, una vez le pidió conocerse mejor. Tomó su mano al caminar, lo abrazó, jugó con él y lo trató como a una pareja, no como un rollo de una noche. De hecho, fueron dos noches, casi tres, dos días completos en los que no se separaron ni siquiera para bañarse.

Esos labios que rato atrás vio besar a ese sujeto, esos que se mantenían cerrados y tranquilos, una vez temblaron, se desesperaron y no podían cerrarse. Esos labios sellaron besos y caricias sobre su piel. Fueron labios que le gustaron y sinceramente, quería volver a sentir. Fue por eso que relamió los suyos propios para darse fuerza y así, poder terminar de borrar los escasos centímetros que quedaban.

Pudo sentir la tibia respiración, un olor diferente al sentido en aquel club, diferente a aquel aroma que lo embrujó cuando salieron. Algo más que había notado era que Jungkook tenía bien marcado sus perfumes dependiendo de la ocasión. Para salidas nocturnas, la colonia suave que se untaba cuando se quedaba en casa, un perfume para trabajar, otro cuando iba a reuniones o eventos durante el día y ese que olió cuando salieron juntos por el día hacía más de dos años atrás. No lo había vuelto a oler.

Casi lo rozó, casi lo besó, pero justo en ese momento el pelinegro se carcajeó rompiendo el ambiente. Taehyung se echó un poco hacia atrás, viendo al contrario negar divertido y esto provocó que el de cabellos grises arrugara la frente. Jungkook se levantó de su asiento con rapidez, logrando que el contrario se tambaleara, dando dos pasos hacia atrás.

Con lentitud y aún risueño, el CEO caminó hacia su escritorio, tocando un diminuto botón que polarizó todos los cristales en un tono gris mate más oscuro que el que ya mantenía. Cuando se volteó para mirarlo, Taehyung quedó confundido al ver su sonrisa ladearse, algo tenso cuando lo vio avanzar hacia él. Su corazón comenzó a latir desbocado cuando el menor posó una mano en su hombro, presionando su pulgar en la ahuecada zona ubicada entre su cuello y clavícula.

Fue ascendiendo hasta su cuello, ejerciendo un poco más de presión hasta agarrarlo completamente y caminar a gran velocidad hasta uno de los cristales que simulaban una pared. El impacto no fue suave, pero Taehyung no se quejó, solo sentía su estómago revolverse anhelante, expectante mientras su mirada se perdía en esos oscuros, pero brillantes ojos.

- Así que este es tu juego y deseo... - Espetó Jungkook bajo, acercando su nariz hasta su mandíbula en una caricia fugaz.

Era Taehyung quien ahora se tensaba, quien cerró sus ojos y casi dio un jadeo ahogado cuando el pulgar del menor acarició sus labios. Estaba esperando un beso que jamás llegó. Cuando elevó sus párpados, se encontró con una risa cínica y divertida. Malnacido. Intentó alejarse, pero Jungkook se lo impidió, manteniéndolo en ese lugar.

- Esto es lo que quieres, la estabilidad financiera que te da mi padre, la adrenalina de lo prohibido y la pasión que entre mis brazos encontraste. Sabes que eres atractivo y usas tus encantos de manera leal creyendo que nadie se te resistirá, que puedes hacer lo que deseas porque de alguna forma sabes leer bien a las personas y usas esto a tu favor. Pero adivina qué... Yo puedo llegar a ser como una repugnante cucaracha que después de probar el veneno una vez y casi morir, me vuelvo inmune a él, los segundos intentos no funcionan.

- ¿Estás seguro?

- Claro que sí, me gustaste, lo sabes. Follamos una vez y hubo algo más que simple atracción física pasajera. Por ende, es más que posible el hecho de que tú y yo pudiésemos volver a revolcarnos como dos bestias salvajes cegadas por los más bajos instintos. No obstante, ahí es donde entra la personalidad de alguien tan porfiado como yo. Podría dejarme llevar y follarte justo ahora contra este cristal hasta que quede empañado, ver como ru sudor y saliva lo ensucian mientras gimes vulgarmente, pero solo me haría sentir sucio, me daría asco verme mezclado de esta manera con el juguete de mi padre.

- No seas idiota, te mueres por volver a sentirme. - Se burló dedicándole la más cuadrada sonrisa.

- Quizás, si yo fuera un poquito más hijo de puta y estuviera soltero, me divertiría contigo. Pero no lo estoy, tengo una relación con un hombre maduro e increíble que no se merece una mierda así por alguien que no vale la pena y que al final del día, no es mío. - Se relamió sus labios acariciando los contrarios. - Puedo enloquecerte mientras crees que me enloqueces a mí, hacerte perder la cabeza por pasión, al punto en el que incluso tus metas se queden tiradas en el abandono. Quebrarte mentalmente por atreverte a jugar conmigo, pero sé que eso es peligroso. En una batalla, puede haber dos perdedores y yo odio perder. No me perderé por ti, Taehyung. Si necesitas adrenalina fuera de tu matrimonio, búscala en otro lado, no conmigo.

- ¿Tanto respetas a tu padre o es que amas a Jaehyun?

- Tanto me respeto yo, no deseo ni voy a cruzar esa línea contigo. Juega con mi padre, no conmigo. Aleja a Jaehyun de tu boca, hay demasiada suciedad en ella como para que lo menciones. Has estado muy interesado en él, así que voy a responder tus preguntas. ¿Amor? No, pero sí estoy enamorado de él, lo quiero y me encanta tanto dentro como fuera de la cama. Soy exclusivo porque decidimos tener una relación que hasta el momento es perfecta, porque nos respetamos y porque joder... Follamos exquisitamente.

Taehyung lo empujó para alejarse, pero Jungkook volvió a tirar de su brazo contra el cristal. Hubo un corto forcejeo que culmino con ambos sosteniendo sus mandíbulas.

- ¿Sabes lo que es tener todo en una única persona al punto en que no deseas buscar algo en nadie más? No creo que lo puedas experimentar jamás, porque en una relación como la que mantienes con mi padre, siempre te faltará esa otra mitad que te complemente como persona. Porque te tocan la piel, pero no llegan a tu alma, no te perforan la jodida mente. Porque aunque disfrutes el momento, es plano, carente de emociones. Porque tu cartera y cuenta de banco se llenan, tu vida está desbordada de placeres y perfección, pero tú, cada año te quedas más vacío.

- No sabes una mierda de mí, Jeon.

- ¿Estás seguro? El amor y una pareja no son primordial, podemos adaptarnos a una vida sin ellos, pero para los humanos usen gusto egoísta que todos necesitan. Una cama caliente, una compañía que te suplemente, besos que te relajen, una persona que te haga sonreír y a la que puedes entregarte sin reserva, no todos pueden encontrarla o tener. Tú, que incluso estás cansado, necesitas otros suplementos que completen lo que mi padre no llena, por eso me buscas aunque lo niegues, porque te entregué en un fin de semana lo que no has tenido en más de dos años. Te molesta ver que una persona que de cierta forma casi pudo ser tuya le entregue todo eso que experimentaste a alguien más, te jode imaginarnos felices porque tú estás contento, pero no estás feliz.

- Estoy feliz, las personas se equivocan al condicionar su felicidad a una pareja. Son personas que cuando no encuentran lo que quieren se deprimen, se sienten feos, poca cosa, que no son queridos o que nunca podrán experimentar toda esa felicidad que creen que tienen las personas que cuentan con una pareja. Porque la felicidad nace y crece con nosotros, como bien dices, alguien más la podría complementar, como un ingrediente que puede realzar el sabor, pero, que si no se tiene, la comida sigue sabiendo como el más delicioso manjar. Yo busco diversión, algunos lo buscan bebiendo, saliendo, bailando o jugando, en mi caso, la encuentro en la cama de un hombre tan atractivo como tú. Pero camas sobran y personas también, nadie es imprescindible en la vida de alguien más, idiota. Incluso vivimos sin aquellos que nos hicieron. Si puedo vivir sin madre o padre, puedo vivir sin un macho a mi lado.

Golpeó el brazo que lo sostenía para liberarse y luego empujó a Jungkook con fuerza. Los dos se recompusieron arreglándose su ropa que con todo el forcejeo se desorganizó. Se miraron durante varios segundos antes de que el CEO caminara hacia su mesa y Taehyung hacia la puerta.

- Por favor, si me aceptas en tu compañía, envíale el contrato a mi abogado para que lo analicemos. - Espetó el peligris antes de salir. - Gracias por la oportunidad, ten una buena tarde o noche. - Musitó viendo por el cristal como ya había terminado de oscurecer.

- Buenas noches, Taehyung. Cierra la puerta cuando salgas. - Fue todo lo que dijo centrando toda su atención en unos papeles que realmente no estaba leyendo hasta que el mayor desapareció de su vista. Solo entonces lanzó el lapicero que sostenía y se acomodó en su silla cerrando sus ojos.

Kim, por otro lado, fue maldiciendo bajo todo el camino hasta el elevador en donde también cerró sus ojos, apoyándose contra el espejo de este. Jungkook era un imbécil, sí, quería follar con él, era lo que más cerca tenía apuntó en que muchas veces ni siquiera tendría que salir de su casa para verlo. Sin embargo, si no era él, sería cualquier otra persona, incluyendo su marido. Si solo este no trabajara o viajara tanto, no sentiría tanta necesidad de estar con alguien más.

Al llegar a la planta baja, cuando las puertas se abrieron, chocó contra otro hombre que entraba igual de molesto que él. Cuando se voltearon para disculparse mutuamente, ambos sonrieron algo apenados.

- Oh, Jimin, lo siento, no te vi. - Se disculpó viendo como el rubio también se acercaba a él, algo apenado por haber ido tan molesto y en su mundo que ni siquiera pudo mirar por donde iba.

- Es una sorpresa verte por aquí. ¿Cómo estás? - Taehyung asintió con una sonrisa para afirmarle que se encontraba bien. - Que bueno... - Miró a los alrededores. - ¿Viniste solo o con tu esposo?

- Solo, él está trabajando y yo voy para la casa. - Mirando la hora, Jimin volvía a sonreír animado.

- ¿Te apetece ir a comer? Yo invito.

- ¿No estás ocupado? - Lo había visto ir en dirección al elevador por lo que creyó que quizás tenía asuntos que atender en la empresa.

- En realidad no. Solo venía para relajarme un rato bailando frente al espejo. Ahora una comida con alguien me parece una mejor opción. Claro, solo si quieres y tienes tiempo.

Fue una interacción un poco extraña, el pedido vino de la nada. Ellos sí habían intercambiado palabras una que otra vez, pero no tenían una amistad como para invitarse a comer de manera tan espontánea. Sin embargo, entre eso e ir hacia la mansión en ese momento después de lo que sucedió con Jungkook, la comida era la mejor elección.

- Creo que mi barriga rugió. - Bromeó y con esto, ambos se encaminaron hacia el estacionamiento.

Mientras ellos abandonaban el edificio de Jeon Entertainment, Seokjin llegaba. Los vio irse juntos, pero lo que hacían esos dos poco le importaba.

- Quedé esperando por tu llamada. - Espetó en cuanto entró a la oficina de Jungkook, sorprendiéndolo. - Lo siento, no planeaba asustarte. - Comentó estudiando su semblante cuando lo vio sonreír débilmente. - ¿Todo bien?

- Todo genial. - Se alejó de la mesa y luego se levantó de su silla para acercarse y abrazarlo. - Es bueno verte, creí que no me daría tiempo hacerlo antes de que viajaras. ¿Qué tiempo estarás afuera esta vez?

- No lo sé con exactitud, de un mes en adelante. ¿Te queda mucho por hacer hoy?

- No, ya iba casi a salir, voy para la casa, Jaehyun quedó en que iba a cocinar hoy. - Musitó acariciando el puente de su nariz, sonriendo cuando vio a su hermano rodar los ojos. - Jin, por favor, dale una oportunidad. Es un buen hombre, lo quiero, es mi pareja. No me gusta que cada vez que lo menciones pongas esa cara de estreñido.

- No pidas imposibles. - Rebatió levantándose del asiento en el que se había acabado de sentar. - Vamos a cenar, vine a invitarte como despedida.

- Ya te dije que Jaehyun iba a cocinarme hoy, quedamos en...

- Cancélale, te quedarás con él todo este tiempo en el que yo me iré. Me voy mañana y no me verás por mínimo un mes. Tendré que venir para el nacimiento de mi hijo, así que espero terminar todo lo antes posible, pero puede extenderse. Así que vamos, quiero pasar mi última noche en la ciudad con mi hermanito. Además, quiero escuchar qué fue lo que ocurrió que te me dejó así. No sé por qué creo que tiene que ver con un problema de cabello gris que vi salir de aquí hace un momento.

Jungkook exhaló casi riendo, ese Jin y su don de verlo todo era algo poderoso. No iba a negarse a cenar con él una vez más, por lo que, después de enviarle un mensaje a su pareja, salió a comer junto con su hermano.

+++

Al llegar a su casa varias horas más tarde, la sonrisa que Jimin había logrado portar durante toda la noche gracias a la compañía de Taehyung, desapareció en cuanto cerró la puerta. No encendió las luces, era suficiente con la claridad que entraba por los cristales. Se quitó los zapatos en la entrada y caminó hasta la cocina, descorchando una botella de vino que se empinó hasta dejar toda su boca llena, algunas gotas cayendo por la comisura de sus labios. Sus mejillas hinchadas al máximo mientras las lágrimas comenzaban a caer.

¿Namjoon y Yoongi?

Todavía no se lo podía creer, de no haber sido porque los vio con sus propios ojos, no lo hubiera creído si alguien más se lo llegara a decir, aunque le mostraran fotos o videos, su respuesta siempre iba a ser la misma. ¡Imposible!

Pero sí, era posible. Esos dos que nunca en la vida se miraron, que casi no interactuaban a excepción de cuando salían todos juntos ahora estaban juntos. No solo tuvieron sexo, no sol se besaron o tuvieron una aventura, estaban pensando en tener una jodida relación seria.

Quizás no tenía derecho a molestarse, Namjoon y él no tenían nada, ni siquiera se habían besado más allá de los besos compartidos en la adolescencia. Yoongi estaba soltero, todos lo estaban, pero joder, él sabía lo mucho que le gustaba Namjoon.

Sí, podría pasarse el jodido año fornicando, mas todos sabía que le gustaba Namjoon. No le importaba si era egoísta, no lo quería con nadie más. No le importaba que llegara tener sexo con alguien equis porque el hombre que él quería jamás se entregaba a esas personas, pero ahora era diferente, se estaba entregando demasiado a Yoongi y lo odiaba.

Min no lo merecía, ¿por qué tomaba lo que no le pertenecía? Dios, eran amigos y ahora sentía odiarlo. Odiaba todo eso que se estaba formando en su pecho y que no sabía cómo explotaría.

Mientras salía de la cocina volvió a empinarse de la botella, limpiándose sus labios con cierta brusquedad. Tirado en su sofá, sintió su teléfono vibrar en el bolsillo de su pantalón y, cuando lo tomó para ver de quién se trataba, solo lloró más. Con rabia apagó su teléfono y lo lanzó a algún lugar sin mirar, bebiendo más, sintiendo que ese vino rojo no estaba relajándolo como debería.

Solo se sentía más alterado y dolido. Abrazándose sus rodillas con una mano y sosteniendo la botella con la otra, bebía en silencio. Lloraba solo en aquel apartamento que parecía querer tragárselo. El vino se acabó más pronto de lo pensado, no fue suficiente. Se levantó para buscar otra, ya sintiéndose ligeramente más calmado, ahora solo lloraba con una dolorosa opresión en su pecho.

No supo cuánto tiempo estuvo tirado en el suelo de su casa, tampoco cuándo se durmió, ni siquiera escuchó el timbre cuando Namjoon tocó un poco preocupado al no poder comunicarse con él tras lo ocurrido. Yoongi y él aún no eran novios, no creyó necesario andar divulgando su vida privada de ese modo.

Era un hecho que Jimin sería la primera persona a la que le dijera, pero Min y Namjoon todavía no habían hablado sobre cómo llevarían eso que tenían, si permanecía igual o lo llevaban por una dirección diferente. No se esperó que Jimin fuera a enterarse de todo de esa manera. Decidió darle un poco de tiempo mientras conversaba con el mayor, pero este entendió que ellos dos necesitaban hablar. Por eso no puso objeción, al contrario, apoyó e instó la decisión de Kim de hablar con Jimin, pero no había podido comunicarse con este en toda la tarde y noche.

Por eso fue a su casa y toco, pero al no recibir respuesta, decidió entrar con el código que él conocía. Corrió a su lado con el corazón casi sufriendo de un paro cuando lo vio en aquel charco rojo en el suelo. Solo al acercarse, fue que pudo respirar correctamente porque pudo oler que era vino, incluso vio la botella rodando por el suelo.

- ¡Jimin! - Llamó su nombre varias veces antes de que el aludido finalmente abriera sus ojos.

- Nam... - Musitó con un sollozo formándose en sus labios. - Nam tú eres mío, no te quiero con Yoongi, no puedes estar con él. - Lloraba acompañado del sueño y su embriaguez, se aferraba a su pecho logrando que el mayor cerrara sus ojos con fuerza porque odiaba ver ese lado de Jimin tan susceptible que podía desarmarlo en un segundo. - Puedo darte una relación, si me das la oportunidad, yo... Solo yo, no Yoongi, nadie puede ser tu novio, solo yo...

Sus ojos se cerraron por completo luego de que balbuceara la última oración. Ahí, en aquel piso encharcado de vino, Namjoon lo abrazaba arrodillado, maldiciendo por ver a Jimin en ese estado. Sabía que esa reacción podría ser más una rabieta porque a veces él era como un niño que necesitaba mucha atención y quería todo solo para él. No obstante, le calaba profundo verlo así.

Con cuidado de no tumbarlo, se levantó con él en brazos y lo acostó en el sofá para preparar varios trapos húmedos para limpiarlo y acostarlo. Esa noche no podrían hablar nada, él solo quería asegurarse de que Jimin se encontraba bien. Por eso, cuando lo acostó, decidió que lo mejor era irse, pero frente a la renuencia del ovillo rubio que se aferró a su brazo, terminó acostándose a su lado, dejando que por inercia el cuerpo del menor lo abrazara, devolviéndole el gesto.

+++

Cerrando la ducha de agua casi hirviendo, Taehyung salió riéndose de las ocurrencias de Jimin. Había sido una buena idea ir a comer con él, a pesar de que el mayor había estado evidentemente disgustado cuando se encontraron, no dejó de reír en un solo momento. Uno hizo reír al otro durante toda la cena hasta el momento en que se despidieron y cada cual tomó su taxi correspondiente.

Mientras secaba su cuerpo, su mente regresó a ese instante en la oficina del CEO de Jeon Entertainment. Cómo podía Jungkook ser tan atractivo e imbécil a la vez. Bueno, un gran por ciento de la población masculina era igual, pero su nivel de imbecilidad era cosa de otro mundo. Bufando, se envolvió en una bata y salió del baño, quedándose completamente paralizado cuando notó al hombre que en la oscuridad, aguardaba sentado por él.

- ¿Q-Quién eres? - Preguntó algo preocupado. La seguridad de esa mansión era estricta, pero todo era posible.

Cuando la luz de una lamparilla alumbró, suspiró aliviado al ver que se trataba de Seokjin. La toalla que aún estaba en su cabeza la retiró con lentitud, viendo como el mayor se levantaba y caminaba hacia él. Taehyung no supo si se trataba de una tradición o algo de los hermanos Jeon, pero los dos, en un mismo día, lo arrinconaron contra una pared.

- S-Seokjin...

- ¿Olvidaste lo que te dije? - Preguntó con ambas manos a los costados de su cabeza. - Escúchame bien, porque esta será la última advertencia inocente que te daré. - Elevó su mentón sin cuidado alguno para que lo mirara, frunciendo su ceño mientras le daba la más intimidante de las miradas. - Puedes jugar con todo lo que quieras, con mi padre, con el jodido mundo, pero con mi hermanito, no te metas. A Jeon Jungkook, no quiero que lo mires siquiera. La próxima vez que me enteres de que estás interfiriendo en su vida, te irás de este mundo más solo y vacío que como llegaste.

¡Doble actualización!
¿Qué les va pareciendo Infamous hasta este punto?
LORED

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