Twelve
Capítulo 20:
"Un milagro más para un alma solitaria"
—No puedo seguir con esto, joder, despierta hermanita—suplica Björn.
Se le observaba a la peliaqua en una cama de hospital con muchos cables y tubos conectados a ella, su corazón estaba crítico, la bala había rosado por pelos pero de igual manera había dejado daños graves. Aquella joven pálida e inexpresiva ya llevaba tres meses en coma, los doctores pensaban en desconectarla ya que no se sabía bien si aguantaría hasta un trasplante de corazón.
El morocho la observaba con lágrimas que acariciaban sus mejillas, pidiendo con un beso en la mano fría y pálida de aquella mujer que desde el principio lo había cautivado e inclusive producido ganas de protegerla.
La máquina de los signos cardiacos era lento, el aire que pasaba el respirador era la única compañía en cuanto a sonido.
—Meu amore, se recuperará es fuerte, no pierdas la esperanza.
Björn no pudo evitar darse la vuelta y abrazar a Marinette, ocultándose entre los cálidos y finos brazos de peliazul. La unión de hermanos espirituales era muy fuerte y esta situación destrozaba letal al corazón del morocho. En cuanto, al amor entre ambos iba superando fronteras, se apoyaban y sentían una fuerte atracción y amor, sólo que la situación para ninguno le caía bien.
Adrien Agreste estaba perdido entre sus pensamientos fuera en aquella noche, haciendo vigilancia como Chat Noir, era difícil no contar con la presencia de TigerRun, y más aun la desaparición de Runo ante la crisis de Bruna.
|No te hará bien pensar negativo, Runo está en busca del Maestro Fu, creemos que el podría saber como ayudarla—dice Plagg.
—La extraño como nunca imagine poder hacerlo, me acostumbré a su manera de ser, a aquellos pequeños gestos de sonrisas... No voy a aceptar que nos abandone, me abandone... ella despertará, lo sé...
→•→•→En otro lado•→•→•
—¡Wayzz!—exclama llegando al fin a la casa de Maestro.
Una pequeña criatura verde con esclerótica amarilla, ojos verdes y unas antenas en la cabeza aparece incrédulo al verlo allí.
•>¿Pero que haces aquí Runo?, deberías estar con tu portadora...—empieza a decir Wayzz.
•> No hay tiempo, requiero ver al maestro, mi pequeña nos necesita—pide desesperado Runo.
Y milagrosamente viene el Maestro Fu con su hawaiana típica roja, serio al verlo tan desesperado.
—Aquí estoy...—dice con una expresión seria—...¿Que le sucedió a la pequeña?—sus ojos se vuelven compasivos.
•>Hace unos meses atrás volvió el peligro para ella, y se enfrentó, pero la bala dio en su corazón. No quiero perderla, por favor ayudame a que viva, maestro —suplica llorando el tigre blanco.
El maestro agarra un libro blanco con un dibujo de una chica con el mismo color de cabello que Bruna.
—Tranquilo, tu eres su sanación junto a una persona especial para ella, debemos juntarlos y según... —empezó a buscar en el libro y frunció el ceño extrañado.
•>¿Q-que, que pasa?–pregunta extrañado Runo.
Wayzz murmura sorprendido.
•>Imagiūn Revivatium, también conocido como la curación pura de la purificación. ¿Acaso ella es...? –pregunta alucinado.
—Si...creo que ella era y es la única descendiente de Laviun Avez, la primera portadora purificadora de la oscuridad, su hija...—comenta con un brillo especial el Maestro.
•>¡Que esperamos vayamos! Ella es importante para mi—suplica Runo.
Y sin los tres son teletrasportados hacia la sala donde Bruna estaba internada, y casualmente coinciden con Chat Noir.
→
•→•→Horas antes•→•→•
Adrien había esperado lo suficiente como para que Björn y Marinette se marcharan a descansar, había prometido protegerla, al verla tan delicada en aquella cama, indefensa a lo que habitualmente era. Le aprisionaba el corazón en un dolor profundo.
—My lady despierte...me hace mucha falta...—suplica Adrien.
«Adrien...»
En el inconsciente de la peliaqua sentía que no podía seguir luchando, su mente, cuerpo y corazón estaban cansados de luchar, pero no se sentía capaz de abandonarlo.
Bruna a pesar de no poder moverse, escuchaba lo que sucedía a su alrededor, y se desesperaba, quería moverse pero no se sentía con sufriente fuerza.
—Sigue luchando por tu familia, Björn te adora, Marinette te quiere muchísimo y...yo te amo—murmura Adrien.
Bruna pudo por un momento lograr sentir un beso en su mano, y al escuchar aquella declaración, su corazón bombeó dolorosamente. Ella también sentía que lo quería pero no estaba segura de como salir de este cansancio, todo sentía que se hacía mas difícil estar "despierta", por lo que intento con toda su fuerza apretar su mano, pero consiguió un muy leve apretón, casi neutro.
—B-bruna...—tardamutea alegre, y la vuelve a besar—...te prometo que podremos salir adelante.
Pero un Doctor entro con expresión neutral y suspiró.
—Tengo los resultados joven Agreste, y si no logra responder de manera completa, y no encontramos un trasplante de corazón, me temo que sus horas de vida se están reduciendo —afirma compasivo.
Adrien se tensa ante las noticias, solo deseaba que toda mal acabará y pudiese salvar a la chica de la cual estaba totalmente perdido y enamorado.
Observa como el doctor se marcha dejandolos solos, pero de repente aparece el Maestro Fu, junto a los dos kwami.
—Maestro Fu... Runo...—exclama estupefacto ChatNoir.
—Tranquilo, venimos con la única solución, solo con la ayuda del amor verdadero y Runo —comenta el maestro llegando a lado de la peliaqua, y le acaricia la mejilla, con preocupación.
—¿C-como?—tartamudea.
|Ella... cuando te conoció escribió una canción, al empezar a sentir nuevamente sus sentimientos, lo que tu le causas es algo mucho mas fuerte... Por favor ayudame a no perderla–suplicó Runo.
Posándose en el otro extremo, agarrando con su patita el kwami tigre la otra mano. «ya estoy aquí, mi pequeña»pensó.
—Te ayudaré, sólo dime que tengo que hacer...—dice agobiado por tanto palpitar nervioso de su corazón.
—Ambos deben cantar aquella canción juntos, sentirla parte de su máximo deseo... la sanación del revivir curador —comenta el Maestro Fu.
Runo hace que la conexión de ambos sea uno mismo, mostrando en sus pensamientos la canción y juntos se miran decididos, mientras que cada segundo valía la vida de Bruna.
Aquellas pocas sonrisas dieron riel a mi corazón.
Pudiste ser mi salvador,
y dar fulgor a esta flor.
Con tu brillo fiel,
pude renacer para amarte aguamiel.
Vuelve el tiempo atrás,
volviendo a lo que fue.
Quita el dolor,
a
este destino cruel,
trayendo lo que perdí.
Volviendo a lo que fue...
A lo que fue..
Mientras ambos chicos, Runo deseando tener la voluntad brillante de su pequeña, y Adrien luchando por volver a verla junto a él, cantaban aquella canción la luz empezaba poco a poco rodear él daño causado, junto para cuando Bruna ya casi iba rindiéndose al dolor de nunca poder volverlos a ver, asumiendo su final.
Cuando la canción terminó un brillo dominó el cuarto, volviendo a dar principio a un mejor riel para una vida más.
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