Capítulo 17: "Conociendo al hermano italiano de Bruna"

—Elay tienes todo me imagino –dice seria una voz femenina.

—Claro que si Hielo infernal, tenemos el lugar donde se encuentra hospedado el pájaro loco –contesta una voz masculina con acento alemán.

—Algo está planeando el imbecile, por lo que estén atentos, no quiero ningún error ni que Björn se entere –contesta con neutralidad.

—Claro, pero espérame. Ya estoy llegando. –contesta Elay.

—Te estaré esperando, recuerda que mi paciencia no es infinita –comenta seria.

—Nein es necesario que me lo repitas mujer,  fui yo quien te lo enseñó –gruñe exasperado.

—Bien, te espero, gruñón –corta la llamada,  mientras se coloca sus armas en la bota y cintura. Algunas navajas suizas.

|¿Estas segura de esto Bru?–pregunta Runo.

—Si, debo dejar en visto que no deseo volver. –contesta Bruna mientras se ata el cabello en una mini coleta.

|¿Eh?¿Cómo? Si ahora estamos yendo en dirección contraria a la que dijo Elay –dice desconcertado Runo.

—Los planes se cambian, se que si voy a esas coordenadas, iré a parar directa a una emboscada –contesta Bruna.

Agarra una mochila, dentro mete la comida que le gusta a Runo, bombas, cargas de sus armas, y una sustancia azul en un pote de plástico.

—¿Runo?–llama su atención.
|¿Hmm?–pregunta.
—Cuida esto, por lo que mas quieras. Si algo sale mal, dámelo y todo mejorará  –contesta pidiendo.

Runo asiente un tanto extrañado por tan objeto.

|No te preocupes, conmigo estará a salvo –contesta.
—Bien, ya estamos listos. Stevyon abre las puertas –ordena Bruna.

Mete a Runo en la mochila, luego cierra todo dejandole una pequeña abertura y luego se lo coloca, sin más ajusta sus botas, se pone la mascarilla anti-gas. Mas luego se tira del helicóptero.

Una vez más viviendo la vida a lo máximo. «Todo esto lo hago por la seguridad de mi familia»piensa.

Mas luego todo empieza a tomar color, se empiezan a escuchar disparos, bombas, golpes.

//En otro lado de París.

Marinette estaba algo incomoda, luego de que Bruna se había ido, había decidido llamar a sus padres para avisar que se quedaría con Alya a dormir, luego había llamado a Alya pidiendo que la encubriera, lo cual había aceptado.

—Y bien, preciosa Marinette, ¿Desde cuando conoces a mi pequeña hermana?–pregunta Björn mientras se toma un café.

—P-pues como hace 5 meses, d-desde que llegó de su...intercambio. A-aunque aun creo que no la conozco bien. ¿Porque? –pregunta aun nerviosa.

—Es simplemente curiosidad. Ya que suele ser muy desconfiada, por lo visto ya te considera su amiga. He allí del motivo por el cual te dejó conmigo –contesta con una sonrisa suave.

Ocasionando que Marinette se sonrojé un poco.

—¿Que hacían antes de llegar? ¿Porque a esta hora? –pregunta curioso Björn, acercándose a la mesa donde estaba ella.

—Pues... Habíamos quedado en hablar. Y pues supongo que nos tardamos... Un poco por el camino –dice restando un poco de importancia.

Para Björn se hacía cada vez más intrigante la chica frente a sus ojos, el podía aparentar mayor y maduro, pero el nada mas tenía 19 años, muy joven se había metido en el negocio de la familia.

—Interesante. Entonces esa es una de la razón por el cual no te quejaste al quedarte, supongo –comenta mientras se sienta a un lado suyo.

La cercanía del joven apuesto para Marinette era un momento de nervios, se sentía más nerviosa que cuando se acercaba a Adrien.

—Uh, creo que si, pero...¿puedo preguntarte algunas cosas?–se armó de valentía.

—Todo lo que pueda responderte, lo haré, preciosa –contesta tranquilo, mientras se bebe un poco del café.

—¿Cuántos años tienes? –pregunta curiosa y ruborizada.

—19 años, muy joven, o muy mayor, supongo que aparento de más, ¿no es así? –pregunta al ver que Marinette se había quedado con la boca abierta.

Ella simplemente no se la creía, ¿porque aparentaba de más? ¿Porque le parecía tan guapo? ¿Era acaso por el tono italiano, o sus ojos o... Su personalidad?

Tanto estaba metida en sus pensamientos, que Björn no se aguanto mucho más, le cerró con delicadeza y ayuda de su mano gruesa, grande, aquella boca tan delicada.

—Uh.. Y-yo.. Y-yo... Lo siento, me sorprendiste –contesta sonrojada.

—Tranquila preciosa, no te comeré, no aun.. –susurró lo ultimo.

Sinceramente en términos de atracción ambos reaccionaban bien, pero Björn sabía que debía andar con cuidado a su hermanita no le gustaba que se metiera con gente cercano a ella.

—Y... Esto... Eh...¿hasta cuando estaré aquí?–pregunta algo incomoda.

—Hasta que vuelva Bruna, supongo.

Björn la miraba, y demasiado pero era delicado su manera de observar. Aunque muy en su interior estaba empezando a tensarse por ver que las horas pasaban y ella aun no regresaba.

—Ah... Y... ¿Que podríamos hacer?–pregunta buscando salir de la incomodidad Marinette.

—Pues lo que quieras,  ver una película, o podemos cocinar algo. Solo dímelo preciosa, y lo haremos –contesta Björn.

Marinette por alguna extraña razón se empezaba a acostumbrar a su cercanía.

—¿Que tal una película? –pregunta proponiendo.
—¿Con palomitas? –pregunta el morocho.
—Si
—Bien, vamos a por ello, preciosa–contesta mientras le da un beso en su mejilla

Aquella tarde pasaron ambos compartiendo y divirtiendose al ver una película francesa de humor. Marinette hacia calmar los nervios que ocultaba, y Björnocasionaba de alguna manera un sentimiento agradable en ella. Tanto la había pasado bien que no se percataron cuando quedaron dormidos en el sillón frente al televisor.

Bruna con un rostro lleno de cansancio y agotamiento había logrado mandar por sus propias manos una advertencia a Mcfly, por lo que ahora solo llevaba una herida de menor importancia en el hombro, debía atenderlo antes de que su hermano y Marinette lo notaran, pero eso no hizo falta, estaba con suerte aquella noche.

Ya que pudo notar a ambos dormidos en el sillón,  aunque al ver a Björn muy cerca de su amiga, un tic nervioso le apareció en el ojo izquierdo. Pero decidió pasarlo, ya que la bala y los golpes que traía en el cuerpo la hacían sentirse cansada.

Con esfuerzo buscó el botiquín de su alcoba, y luego rápidamente empezó a actuar. Intentando detener el sangrado, al tener el rostro casi inexpresivo le era imposible mostrar su dolor ante la herida,  por lo que apartó a Runo de su hombro,  y sin más tiró en su herida el alcohol, mas luego se esforzó por ser fuerte, y sacar la bala, con suerte pudo. Pero aquella acción había dejado muy adolorida

|Déjamelo a mi... Solo no te muevas –comenta Runo preocupado.

Enseguida fue poniendo un vendaje especial para las heridas y mucho algodón. Mas luego buscó un analgésico y se lo entregó, con un poco de agua, de su mini-nevera personal.

—Gracias... Runo... Gracias por todo–murmura cansada Bruna.
|Recuerda que siempre te apoyaré, ahora... Descansemos, mañana será un día pesado –contesta Runo, llevando las cosas a su lugar.

Bruna con esfuerzo, se recostó, y tan solo bastó con cerrar sus ojos, para sumergir en un sueño pesado.

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Hola holi!
¿Que habrá pasado para que Bruna hubiese quedado así?
¿Que ocurrirá en el próximo capítulo?