Nine

Al amanecer, el despertador sonó y Bruna se levantó automáticamente.  Escuchó a Rubius gimotear por lo que a pasos turbios se fue hacia el.

—Buen día, pequeño rubio...

El cachorro al ser levantado en aquellas manos delicadas, las olfateo y lamió, al reconocerla.

Por dentro Bruna sonreía pero sólo conseguía demostrar en sus ojos aquella ternura que sentía ante aquel pequeño. Pero volvió al tiempo, y reaccionó,  ya empezaba a ser tarde.

Lo dejó en su almohadón pequeño,  y fue en dirección a agarrar lo primero que había en su guardarropa y una toalla.

—¡Runo! En el cajón de la mesita de luz están tus papitas fritas, despiértate –alegó.

Para luego meterse al baño.

~~~••~~~

Narra Runo (kwami tigre)

No sé  como logra estar como si nada tras una pesadilla, pero ella es tan fuerte, solita. El día en que nos conocimos fue una situación que nunca olvidaré, ver como aquella niña me recibió y me protegió con una pureza tan grande.

Mientras escuchaba que bruna se duchaba mi mente fue transportado a esa época.

•~~•'> Pasado.

Aquel día iba escapando de una mariposa negra,  escuché un sollozo,  y fui veloz a ese lugar, encontrándome con una pequeña niña llorando cerca de un estanque.

—¿P-porque no me quieren? ¿Tan fea soy? ¿Porque dicen que estoy maldita?—se escuchan murmullos rotos provenir de la voz de la niña.

Me acerqué, observando impresionado el color verde agua que tenía como cabello.

|No creo que lo seas–dije.

Ella me miró con lágrimas en los ojos.

—¿N-no? ¿Entonces porque nadie me adopta?—pregunta aquella pequeña niña.

Debería de tener 6 años y tal vez una del orfanato, aunque parece un poco mas madura.

|No han llegado aun, porque no son merecedores de tu cariño,  y si dicen lo contrario, son ellos los defectuosos–digo.

La pequeña niña sonríe y sus ojos se iluminan, más luego me alza en brazos, entrellándome por su cuerpo en un abrazo.

Suelto una risita, es extraño ver como la inocencia de una pequeña no teme a nada. Y más al ver a un kwami cerca suyo.

Pero justo cuando estaba admirándola,  la mariposa vuela hacia nosotros,  salto de sus brazos para alejarla de mal.

La mariposa negra vuela en mi dirección y justo cuando siento que es mi fin,  escucho una dulce voz.

—Dulce luz de mi corazón,  brilla,  brilla con fulgor.~
Brilla~,  brilla~,  luz de mi querer,  luz de mi amor.
Vete lejos oscu~ridad~
Que aquí está mi luz ~—una suave y fina voz, empieza a cantar.

Produciendo que la mariposa se detenga, me giro a ver de dónde viene la canción,  y veo a la pequeña cantar, observando como sus manos brillan y de ella sale un especie de polvo.

Sin saber como,  éste polvo envuelve a la mariposa y la vuelve dorada, llena de luz.

Juraría que mi boca si pudiera tocaría el suelo,  me había quedado estupefacto al ver como la niña con su luz había purificado la oscuridad.

Ni minutos pasan de ver eso,  y la niña me alza en brazos.

—¿No te hizo daño? ¿Estás bien amiguito?—pregunta preocupada.

Le lamo la mejilla para que se calme,  ronroneo para darle el visto de estoy bien. Ella sonríe, empezando a dejarme besitos.

—¡Me alegro! —chilla feliz, mientras lágrimas caen sobre mi,  y me rodean, siento un poder tremendo.

Creo... Creo que he encontrado a mi portador. A lo lejos veo al maestro, se acerca y tose un poco,  llamando la atención de la pequeña.

—¿uh? —mira confusa para atrás,  y lo mira– ¿Quién es usted?

Río un poco y salto a los brazos del maestro,  quien me recibe bien.

—Oh... E-es tu dueño–sonríe triste–...

A pesar de que recién la conozco,  algo me hace querer quedarme con ella.

—Espera pequeñita,  yo te lo regalo,  creo que Runo ya ha encontrado su nueva familia —dice el maestro.

Lo miro asombrado,  y luego veo la cara de confusión de la pequeña,  me acerco. El maestro me sonríe y asiente. Entonces ella va a ser la nueva portadora y la que protegeré.

—Oh... ¿Y eso que quiere decir?—pregunta la pequeña.

—Que seré tu súper amigo,  tu protector y tu familia,  mi familia —aclaro.

Ella mira al maestro y luego a mi, lágrimas caen de sus mejillas.

Pronto observo como lñabraza al maestro agradeciéndole, entre sollozos,  de alegría.

—Por cierto,  me llamo Bruna, y gracias por este tesoro,  ¡lo protegeré de veras! —exclama con una sonrisa iluminando sus ojos.

•~~•'> Presente.

Desde que la vi,  supe que ella y yo seríamos muy unidos, y eso que así fue el comienzo de nuestra amistad. Luego de ese tiempo el maestro me había dado un relicario para Bruna,  y es allí donde queda quedo cuando nos transformamos en Tiger Run. Yo protejo su pureza y ella me regala su cariño.
Claro que con el tiempo nos convertimos en los héroes de Italia. A pesar de que sucedió eso...

Ya que no todo es colores vivos,  y fiesta,  desde aquel accidente en que ella perdió lo que más deseo y amaba, perdió todo gesto o fuerza de voluntad para demostrar lo que sentía. Pero eso es otra historia, aunque espero que el portador de Plagg tenga éxito, y logre más gestos en ella.

Termino de comer y veo a Bruna mirándome, me besa la cabeza con su rostro neutral.

—Vamos Runo es hora de irnos ...—dice Bruna,  agarrando su mochila morada,  y metiendo potes de Pringles en el.

Rápidamente me escondo entre su campera, y nos dirigimos al instituto. Claro,  sin desayunar ella otra vez.

Espero que hoy sea un nuevo día...





'•~~•'
¡Hola,que tal!
Espero les haya gustado el capitulo.

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