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Odin podía decir muchas cosas y eran verdades, que era uno de los Dioses más poderosos, un alfa sin igual, un mago excepcional, que podía ver lo que quisiera y a quien sea, nadie se escapa de su visión.
O bueno... Se suponía, porque eso último era mentira.
Había pocas cosas que se le escapaban a Odin, Violet por ejemplo, el hijo de Freyja estaba fuera de las predicciones de Odin, su futuro era incierto y eso era algo que detestaba, no tenía poder sobre el niño, Freyja había hecho un excelente trabajo en alejarlo de su poder. Uno de los motivos por lo que odiaba al Omega.
Otro era Sebastián, pero era muy obvio, Sebastián estaba por encima de todos, sería ridículo el siquiera imaginar que tendría control sobre el.
Fuera de eso, era comprensible, pero con el resto, sería imposible decir que no supiera lo que estaba pasando...
Entonces... ¡¿Cómo demonios no pudo ver a ese rubio de los infiernos entrar a su habitación cuando estaba en pleno celo?! ¡¿Cómo carajos siquiera entro a su casa?!
Dudaba que fuera Loki porque el chico no se había separado de Heracles desde que se enteró de su embarazo. (Oh por el árbol Yggdrasil, ¡No de nuevo!)
Nostradamus: Me gusta tu mirada enojada, es sexy, raw~
El rubio estaba acostado sobre el pecho de Odin, usando solamente una bata blanca holgada de tela suave que se pegaba a su piel, mostrando las curvas que tenía el joven Omega.
Gracias a las nornas que tenía suficiente autocontrol sino, ya se hubiera lanzado encima del Omega y se lo hubiera follado desde que lo olió por primera vez.
Odin: ¿Que haces aquí? — su voz estaba llena de enojo, su único ojo miraba con molesta al Omega, eso, junto su aroma, solo logro que el rubio se excitara y desprendiera más lubricante, pues al estar con el alfa en celo, el suyo también se adelantó.
El Dios tubo que reprimir un gruñido por el delicioso olor a caoba, vainilla francesa y a hiervas medicinales, era una extraña pero deliciosa convocación, quería enterrar su rostro en el cuello del Omega y tener más de ese cautivador aroma.
El rubio restregó su mejilla contra el pecho del mayor, ronroneando como un gatito, ajeno a la molestia del alfa y solo concentrándose en el olor a libros viejos, pino y clavo, era tan delicioso y relajado que podría quedarse dormido sin problemas sobre el calido cuerpo del alfa.
Nostradamus: Creo que tú sabes la respuesta, yo lo vi, tu también lo viste, no te hagas el tonto. — el rubio empezó a gatear hasta quedar cara a cara con el Dios supremo Nórdico.
Odin: ... Eres un descarado Michael... — con prisa puso su mano sobre la cintura del Omega, acariciando levemente la sona, el rubio pareció derretirse ante las caricias.
Nostradamus: Y tu eres un testarudo orgulloso, tú sabías que éramos destinados desde que nos vimos por primera vez y un así lo negaste, sabías desde el principio que vendría, ¿Porque no me reconociste? — le rubio le dio una mirada penetrante, dejando atrás su burbujeante personalidad, sus dulces ojos azules se volvieron fríos témpanos de hielo mientras enterraba de a poco sus pequeños pero fuertes dedos en los hombros de alfa.
El casi romántico ambiente se rompió, remplazandola por una amenazante y fría.
Nostradamus: ¿Te parece divertido burlarte de mi, alfa estupido? ¿Crees que es bonito hacerme perder la cabeza y hacer llorar a mi Omega interior solo por tu desprecio? ¿Crees que vendría de rodillas a humillarme para que me follaras? — su voz se volvía cada vez más amenazante y sería conforme decía sus palabras.
Odin estaba sorprendido, no esperaba este arrebató del rubio, lo admita, el sabía que tarde o temprano el mortal vendría y quería jugar con el, pero no pensó que el francés le volteara la movida.
Por otra parte, Michael recordó a su querido amigo, nunca había conocido a un Omega como Hades, alguien que mandaba y era respetado como un igual o superior... Su tiempo... Había sido cruel... La humanidad tan estúpida y engreída, llena de pertinentes, arrogantes, estúpidos, machistas y sexistas alfas que lo miraban como si fuera peor que la suciedad, como si no sirviera para nada más que abrir las piernas y parir.
Pero se harto, no vivira dos vidas siendo la sombra de alfas imbéciles que hacen lo que quieren sin pensar en las consecuencias.
Nostradamus: Dejaré algo claro amorcito... Quiero que me folles, quiero me marqués como tú Omega, quiero que dejes un cachorro en mi interior y tengamos una bonita familia... — el menor sonrió brillante, en sus ojos la promesa y felicidad de la idea de una familia soñada, tan hermosa que Odin casi pudo ver con claridad ese futuro y era bello.
Pero de nuevo, Michael rompió esa alegría sentándose de pronto sobre el pecho del alfa, poniendo sus brazos y a cada lado de la cabeza del mayor, arrinconandolo sobre la cama.
Nostradamus: Pero no me mereces... Siendo justos querido... Tendrás que conquistarme si quieres siquiera un beso mío, no soy un juguete, no soy una concubina, no soy tu objetivo de posesión ni de tu diversión... Así que cariño... Tendrás tu que rogar por mi amor...
El menor le dio un pico en los labios antes de ir bajando por su cuerpo, rozando intencionalmente su entrepierna con la de Odin, soltando un gemido mutuo, pero Odin se encendió cuando escucho ese bonito sonido salir de Michael.
Cuando el francés se bajó de la cama y empezó a caminar hacia la puerta Odin se levantó de golpe.
Odin: ¿A dónde crees que vas Michael? - pregunto amenazante.
Nostradamus: ¿No esperabas que me iba a quedar o si? Ya te lo dije, si quieres algo conmigo tendrás que ganarte mi amor.
Odin: Estás en celo. — la sola idea de que el rubio pasará su celo con otro alfa le ardió en las entrañas.
Nostradamus: Descuida, tengo suspensores, además, no es natural el celo, solo durará un día a menos que me follen, de todas formas no es asunto tuyo.
Odin: Michael.
Nostradamus: Adiós amor mio~ que disfrutes tu tiempo con tu vieja amiga, la Manuela... Pobre de ti si me entero que estuviste con alguien más. — dio una última amenaza antes de salir por completo de la habitación del Dios.
Apenas salió del cuarto, Michael callo de rodillas al suelo, soportando las ganas de llorar y de maldecirse a si mismo.
Era muy doloroso rechazar a su destinado, tanto como el, su Omega estaban ansiosos por estar con Odin, ya lo amaban, pero tenía que hacer esto. El quería una vida a lado de su alfa, quería casarse y tener la vida que no pudo disfrutar.
Pero el quería ser un igual, le importaba tres pepinos ser reina, no le importaba el título de Odin, el solo quería ser un igual, quería tomarlo de la mano y caminar junto a el, no atrás, no adelante, sino a su lado.
Ah... Que problemático... Odia a llorar... Llorar significaba que era débil y odiaba la debilidad, no podía verse débil, el mundo me había enseñado que se tenía que ser fuerte si quería sobrevivír.
???: ¿Quien eres? ¿Y que haces aquí?
El rubio se sobre salto ante la voz nueva, pero por su aroma se dió cuenta de que eran omegas.
Al levantar la vista vio a dos hermosos omegas, uno de cabello verde con ojos morados y el otro de cabellos largos y blancos con ojos azules, ambos tenían una belleza divina envidiable, pronto, se dió cuenta de que el de cabello verde tenía una curva en su vientre. Estaba embarazado.
???: Vas a asustarlo Loki, mira, es un Omega cómo nosotros. — la voz del Omega de ropas blancas como un ángel tenía un aroma a leche y miel, con un leve aroma a lavanda, era tan relajante y encantador.
Loki: Pero Violet, salió del cuarto del viejo, no puedes decirme que eso no es sospechoso. — el omega en estado tenía un aroma muy curioso ya que era picante y algo ácido pero también tenía un toque dulce y fresas. Era un aroma muy engañoso.
Violet: Bueno, eso es cierto, pero vamos, seamos amables. — el albino le sonrió dulcemente a Nostradamus, el francés juro que nunca había visto un aura y una sonrisa tan pura en su vida que esa. — ¿Estás bien? ¿Estás lastimado?
Nostradamus: Yo... Estoy bien... Gracias... - con cuidado empezó a levantarse, su bata blanca lo cubría bastante bien.
Loki: Eres un mortal... ¿Que haces en un sitio como este? — el Dios de las mentiras empezó a emanar un aura amenazante y sus ojos no eran amables como los de su amigo.
Violet: Loki, no es necesaria la violencia, podemos obtener respuestas de forma pacifica. — la sonrisa del ángel nunca dejo de ser dulce y amable, tratando con cariño al Dios más temperamental. — ¿Cómo te llamas?
Nostradamus: Soy Michael Nostradame... Puedes decirme Nostradamus...
Loki: Espera... Yo sé quién eres... ¡Eres el loco que casi destruye el Bifröst! — el Omega abrio sus ojos sorprendido. - ¡No sabía que eras un Omega! — de algún modo su sonrisa se volvió animada y un poco demente. — El anciano estába tan molesto cuando nos contó que había sucedido.
Nostradamus: ¿El ha hablado de mi? - pregunto en un tono anhelante, aunque se dio una bofetada mental, no, debia mantenerse firme.
Violet: Es una forma de decirlo... — murmuró el albino, recordando el mal humor del Dios y como se veía frustrado últimamente.
Nostradamus: Bueno, se ven buena gente... Así que les platicaré... Soy el destinado de ese alfa testarudo.
Los ojos de ambos Dioses se abrieron sorprendidos, no esperaban esa revelación, es decir, no era raro que los Dioses tuvieran destinados pero era algo sumamente raro como todas las parejas destinadas.
El ejemplo perfecto eran precisamente Loki y Heracles, ambos no son destinados pero se amaban, tanto como para Heracles marcará a Loki como su omega y tener un hijo (Dos) juntos.
Violet tampoco conocía a su alfa, pero aún así estaba comprometido con Tyr.
Loki: ¿Entonces porque no estás follando con Odin si ahora está en celo? - pregunto curioso, siendo destinados, el instinto de procrear era mucho más fuerte.
Y si, osea, era un mortal, de esos que a él no le gustaban... Excepto los que aún le rinden culto a el y a Violet, los demás pueden irse al carajo.
Nostradamus: El ya sabía que yo vendría, el claro que sabe que somos destinados, pero le pareció divertido el que yo quisiera humillarme para poder tener algo con el, joder, que tengo mi dignidad.
Los omegas asintieron con la cabeza, entendían a qué se refería, aún había alfas imbéciles que creían que los omegas eran poca cosa, Odin no tenía tantos de esos pensamientos, pero era de los Dioses más viejos, ciertas costumbres se quedaron con el, al contrario de Loki.
Violet: Así que he de suponer que decidiste castigarlo. — sonrió el albino, Odin lo odiaba y desde que tiene memoria siempre intento hacerle la vida imposible, pensar que alguien finalmente lo pusiera en su lugar lo hacía muy feliz.
Nostradamus: Exactamente, el me desea, pero el va a tener que rogarme, haré que me desee y me ame tanto que tendrá que venir de rodillas por mi.
Loki: ¡Este chico me gusta! ¡Pagaría por ver eso! - el Dios se veía muy animado ante la perspectiva de ver finalmente a Odin derrotado ¡Y por un omega! Lo mejor.
Violet: ¿Quieres venir con nosotros? Voy a preparar pan de media luna. - los ojos de Loki brillaron cómo estrella.
El pan que preparaba Violet, era especial porque lo hacía con su magia, tenía un sabor único y era tan suave que parecia que comías una nube, era delicioso y más cuando le ponía frutos silvestres o semillas.
Nostradamus: Humm... Claro, nunca e escuchado sobre ese panecillo.
Loki: Te lo advirtió humano, una vez que pruebas el pan de Violet, no podrás parar.
Y esa noche Nostradamus se volvió adicto al pan de luna con frambuesas y nueces, dos amigos nuevos y una meta: poner al idiota de su alfa en su lugar.
♣️🦇♣️
¿Me creerían si les digo que Loki si tiene una religión? Se llaman Lokeanos y los de Violet se llaman Stjarnanos.
Y si, Violet tambien la tiene, le cree una, les dejo donde pueden leer la etimología de Violet. Al último capítulo ü
Loki y Heracles no son destinados pero aún así están juntos, (No gente, no los voy a separar, está historia no es Heracles x Jack.)
Este capítulo no tiene a Hades pero quería abarcar un poco la historia de Nostradamus con Odin ü
Espero que les haya gustado.
Nos vemos~
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