Día 03-. ¡Alternative Universe!

AU: ¡Villanos!

Pareja: ShigaNeji (Shigaraki Tomura y Nejire Hado).

Parejas secundarias:
BakuToga.

Nota:

•Los héroes son villanos y los villanos son héroes.

OOC de acuerdo a la personalidad que pillé que tendrían en este universo.

•En este Shot, Shigaraki usa su verdadero nombre: Shimura Tenko.

Estrellas y colores.

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Desde que Toga se fue, Tenko ya no es el mismo. Sigue sonriendo, sigue siendo animado, sigue haciendo exactamente las mismas cosas que hacía antes de que ella se marchara. Pero nadie podía entender la razón por la que su simple presencia emanaba un aura de dolor y melancolía. No esperaban que la partida de la rubia no le hiciera daño, a todos les dolía ya no verla. Pero quién sobresalía de todos era él, su mejor amigo.

Ya había sufrido una vida difícil, siendo rechazado por el simple hecho de ser nieto de Shimura Nana, una de las villanas más desalmadas de la historia. La cruda reputación que su familia tenía de ir arrastrando buenas personas a las garras del mal, le afectaba en su día a día. Sufriendo de abusadores frecuentemente, de rechazo, antipatía y humillaciones. Pero entonces, fue cuando Himiko Toga llegó a su vida, ofreciéndole amistad sincera desde la secundaria. Lo impulsó a ser mejor, moldeando su deprimente personalidad hasta convertirlo en alguien noble y alegre. Ella fue la primera en creer en él, y en su sueño de convertirse en el mejor héroe del mundo para limpiar su nombre.

Pero ahora, ella ya no estaba ahí.

Nadie lo entendía, ella siempre sonreía angelicalmente, hacía comentarios de belleza y de alguna manera sentían ganas de protegerla. Parecía ser tan indefensa, tan dulce, incapaz de hacerle daño a una mosca. Era como una niña. Aún llevaba un bolso con colores y plumas con diseños de pastelitos. Organizaba pijamadas y usaba la suya con estampado de gatitos. Ahora, aquellos momentos de diversión permanecían en los recuerdos de cada estudiante en la clase A, atormentándolos por no haberse percatado del momento en que cambió, en el que simplemente decidió alejarse.

Era increíble que una chica tan inocente como ella, que aspiraba a ser una poderosa heroína, hubiera terminado por ser exactamente lo opuesto a lo que una vez soñó.

El timbre que indicaba el final de las clases sonó. All For One, le indicó a su clase que podía retirarse. Todos le obedecieron, evitando a toda costa mirar el pupitre que una vez estuvo ocupado por la única chica del salón. Tal vez por los recuerdos que despertaban en sus mentes.

—¿Hey, Tenko, no vas a venir? —preguntó Jin Bubaigawara, el aspirante a héroe conocido como Twice.

—Pueden adelantarse a los dormitorios —les dijo él—, hay algo que quiero hacer.

Dabi y Twice miraron a Stain, a quien habían otorgado la última palabra. Este suspiró y bajó la cabeza, no era exactamente el tipo de persona expresiva, pero se preocupaba por sus amigos si sentía que algo iba mal. Se acercó a Tenko, quien sonreía sin un ápice de duda.

—¿Estás seguro de que no quieres venir con nosotros?

—Lo estoy —afirmó con la cabeza—. No me demoraré mucho.

—Si te tardas ordenarémos comida y no podrás alcanzar —le advirtió Dabi mientras daban media vuelta alejándose.

—¡Guardenme un poco! —exclamó Tenko en una risotada. Una que pronto de extinguió al verlos alejarse.

En silencio, se giró hacia el escritorio de su maestro, quién le observaba con su desfigurado rostro a causa de la pelea que tuvo con el sucesor de su abuela varios años atrás.

—Tenko, ¿Qué ocurre? —le preguntó al ver que sus manos temblaban, sus labios también, había bajado la cabeza con dolor, como si el simple hecho de mantener la frente en alto fuera una tortura.

El joven de acercó al héroe y le entregó una carta que había encontrado en su habitación esa mañana. Tan pronto como lo hizo, las lágrimas comenzaron descender por sus mejillas hasta el mentón. El hombre, abrió con confusión la carta doblada, sintiendo su corazón oprimirse al reconocer la letra con la que fue escrita:

Querido Tenko.

Sé que últimamente no te has aplicado la mascarilla que te enseñé, tonto. Tus ojeras son horribles y notorias. Pero esa no es la razón por la que he escrito esta carta.

Quisiera decirte que lamento haberte decepcionado, lamento mucho haberme ido. Me duele haberte abandonado, eres la persona a la que más me hirió dejar atrás. Sin embargo, no pienso volver.

Ambos sabíamos que ésto pasaría, y te agradezco que hayas intentado detenerme, pero al final he tomado mi decisión. Ahora trabajarémos de lados opuestos, y escribo esto para decirte adiós. Supongo que ya no podremos ser amigos, ¿verdad?

Sé que la próxima vez que nos encontremos, trataré de matarte. Y tú estás obligado a hacerme lo mismo. Lo sabes. Tenemos que aceptarlo. Tenemos que aceptar que desde ahora somos rivales, y escribo esta carta con lágrimas en los ojos, para pedirte que por favor no llores por mí, ódiame. Ódiame como odiaste a tu familia, como odias a los villanos y como odias a Bakugou. Por favor, trata de matarme, y más que nada, hazlo. No sufras por mí, esfuérzate en superarte para acabar conmigo, porque planeo seguir creciendo, mucho más de lo que ya lo he hecho.

Adios, Tenko, espero que me entiendas cuando te enamores.

Himiko Toga.

All For One dejó caer el papel y abrazó a su alumno, quién no dejaba de llorar por recordar a la chica que una vez fue su amiga. No lograba entender, ¿Cómo fue posible que ella se enamorara ciegamente de Bakugou Katsuki, el rey de las explosiones asesinas?

Sus ojos comenzaron a arder, su garganta se secaba lentamente. Apenas encontró las fuerzas suficientes para despedirse de su maestro y regresar a los dormitorios.

Todos se habían reunido en las habitación de Chisaki, tratando de cubrir con juegos y bromas el vacío de pensar en la persona que faltaba. Por un momento, por un fugaz momento todos menos él habían logrado engañarse a sí mismos, y se fueron a la cama sin sentir la misma aflicción en sus corazones.

En su habitación, Tenko miraba el techo deseando que el tiempo avanzara más rápido para poder distraerse un momento del dolor que sentía lo antes posible. Entre más deseaba que llegara la hora, esta más se demoraba en avanzar, pero finalmente su celular había iniciado a vibrar, anunciando que por fin todos estaban dormidos.

Shimura Tenko se puso de pie y se colocó su abrigo negro y sus botas de salir. Tomó las debidas precauciones de que nadie le seguía y se dirigió a ese lugar, ese que distaba de la academia y estaba lleno de árboles y arbustos, ese en el que estaba seguro de que nadie los vería. Se dirigió donde era costumbre, y al haber llegado primero se dedicó a esperar. Encaró a las estrellas exhalando una minúscula nube de vapor y pensó que eran hermosas. Lentamente comenzó a afligirse, no podía evitar pensar en su ex amiga cada vez que tenía la oportunidad, así como tampoco podía evitar el sentirse herido.

Pasaron los minutos, tuvo que esperar más de la cuenta, ella aún no había llegado. Pensó que tal vez tenía problemas para (al igual que él) escabullirse de sus respectivos compañeros. No llevaba la cuenta del tiempo transcurrido antes de que lograra escuchar su voz llamarle, y en ese momento, fue cuando Himiko Toga salió de su cabeza un instante.

—Tenko —le dijo con su suave y melodiosa voz.

Shimura sintió una flor inmensa abrirse en su corazón, estaba mirando a Nejire Hadou acercarse a él entre la penumbra de la noche. Salió de entre los arbustos y fue bañada por la luz de la luna. Su abrigo era similar al de él, con la diferencia de ser blanco, sus botas a juego le favorecían al caminar, y no podía dejar de ver aquellos ojos zarcos que le robaban el control de su cuerpo.

En cuanto estuvieron cerca, ella le abrazó por debajo de sus hombros y apoyó su rostro en el pecho del joven, y él, correspondió al abrazo besando la coronilla de su cabeza antes de apoyar en ella su mentón. Al suspirar, dos lágrimas se le escaparon. Pero ni una más. Entonces ella levantó la mirada, sus ojos buscaron los de su amado, quien tomó con cariño sus mejillas y acercó sus rostros. Sintieron sus respiraciones chocar antes de unir sus labios en un beso del cuál, la única espectadora era la luna.

Se sentía amnésico al estar a su lado. Era como si cada vez que iba a verla, pudiese salir del mundo real y entrar a uno nuevo, dónde no existía nada más a excepción de Nejire Hado, la chica más hermosa que había visto en toda su vida. Estar con ella era como frenar el curso del espacio y del tiempo, era como ir a visitar un momento las estrellas y regresar con mil colores de la mano. Era la dosis perfecta para una vida tan muerta como la de él.

En el nocturno silencio de un lugar oculto, dos amantes se escondían de la sociedad por horas que ellos se encargaban de volver eternas. El joven, sentado debajo de aquel frondoso árbol con su amada entre sus brazos, olvidaba todo sufrimiento que arrastraba con él.

«Qué débil» pensó el varón al sentir una indescriptible corriente arrasar por todo su cuerpo. El palpiteo acelerado de su corazón y el cosquilleo de su estómago le convencían cada vez más de sus sospechas: en verdad se había enamorado de ella. ¿Por qué todo lo que su corazón anhelaba estaba del lado del mal? Ella era una villana, a su corta edad cometió actos de terrorismo que habían acabado con millares de vidas en un santiamén. Pertenecía a un grupo conocido como "The Big 3" que era considerado ejemplar en el mundo de los villanos. ¿En qué momento pasó? Ni él era capaz de recordarlo. Dudaba que ella lo fuera.

—Lamento la demora —habló la chica en un susurro—, habían demasiados pájaros en el alambre.

—Si aceptaras mi propuesta, no tendrías que vivir ocultándote —le dijo con la voz ronca sumergiendo la nariz en su cabello.

Pensó que tiempo atrás, Toga quizás había hecho lo mismo que él hacía en ese momento, con la diferencia de que lo había convertido en un error. Pero él no caería en ese camino. Él iba a convertirse en un héroe que salvaría a cientos de personas, y para eso, quería iniciar salvando a Nejire Hadou de las garras del mal.

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