Uno
•Boda•
Era un gran día esperado, cada quien, con la mente en su propio mundo con las posibilidades de lo que será y no será.
En el caso de JungKook, sus nervios eran palpables y su rostro demostraba a leguas su preocupación por procurar que todo salga bien.
Había pasado tanto tiempo detrás de su Omega y ese día por fin podría asegurar al mundo de que lo había conseguido, Kim TaeHyung pasaría a ser oficialmente Jeon TaeHyung ante los espectadores ojos de varias personas que podrían confirmar que ambos se pertenecían.
Él no era una persona tan creativa en esas cosas, si bien era un artista, su zona de confort se reducía bastante cuando de eventos se trataba, era Tae quien siempre solía tomar las riendas de las actividades puesto que de le daba bastante bien el organizarlas y nunca obtenía malos resultados de ello.
Estaba que podía morir, porque aunque había conseguido lo que tanto buscó, se sentía tan irreal que tuvo que pellizcar la pobre piel de su antebrazo izquierdo varias veces hasta poder creer por momentos que se encontraba en la realidad. No era ese tipo de sensación que se da en las películas, donde los actores dicen sentirse en un mundo de fantasía inolvidables, no, no podía basarse en aquella lógica pues a comparación sería muy decepcionante lo que sentía en su momento. Él personalmente, describiría lo "Fantástico e inolvidable" como pequeños lapsos en los que tú mente podría bien ser tu aliado o contraparte en un juego de ajedrez.
Aveces te da buenas imágenes que podrían acabar siendo tan buenas que tú realidad se vuelve una basura, otras veces, posibilidades tan absurdamente malas, que al pasar cada una de ellas se siente como el mejor Día del mundo.
No podría casarse como en una película, definitivamente no, porque a diferencia del novio que siempre se mostraba seguro al conseguir la chica que quería, él estaba nerviosos y su estómago no dejaba de darle malos momentos.
Pero su día había llegado, los invitados esperaban ansiosos y él debía salir primero, así que tomó una bocanada de aire y la soltó preparándose para lo que venía, estaba listo, si Kim hacía que se desmaye entonces esperaba recibir ayuda de los demás.
-Te ves nervioso ¿Temes que tu indomable Omega te deje en el altar?
La voz de YuGyeom resuena en su cabeza sacándole una pequeña sonrisa. Al final, sí, era el padrino de la boda por lo cual debería tener sentimientos encontrados, al menos Kim, pero fue él quien lo propuso de forma incesante aún si JiMin había puchereado queriendo Ser él. Pero bueno, aunque ese Omega sea una bolita de ternura no podía tener siempre lo que quería.
O eso pensaba JungKook porque al día siguiente llegó muy emocionado diciendo que sería el padrino de SeokJin y NamJoon, cosa que hizo sentir entre indignado y extrañado al alfa por varias razones, una, es que él era el primo de SeokJin ¿Como puede ser que prefirieron al Mochi antes que a él? Y la siguiente era que le sorprende que sean así de cercanos, aunque bueno, él tampoco prestaba mucha atención a lo que pasaba en su entorno mientras iba tras su actual prometido una y otra vez.
-Lo sabes, este es un día que sinceramente, nunca estuvo entre mis sueños más posibles, así que como entenderás, tengo algunos sentimientos encontrados. -Le explica y toda la calma aparente se va al carajo cuando escucha la canción que da inicio oficial y por ende, llama a la novia o mejor dicho, Novio. - Creo que voy a morir.
El Omega a su lado gira los ojos y se aleja un poco pues ahí iría TaeHyung en cuanto llegue. Creía que JungKook era todo un exagerado, pero bueno, esos dos habían pasado bastante así que puede que de ahí venga la inseguridad.
Además, seguro si terminaría contra el suelo, él había visto personalmente el traje de bodas de Kim TaeHyung, y joder, ese Omega sin duda era un modelo de exquisito gusto para el diseño.
Como si hubiese sido una invocación, el radiante Omega de cabello azul llega al lugar vestido de un traje a su medida color blanco pulcro haciendo que los rayos del sol deslumbren solo sobre él, como si los invocara, el saco del traje poseía una cola dándole una apariencia bastante delicada y sofisticada, casi se llegaba a confundir con un vestido o capa, de no ser por los pantalones que obviamente traían nuevamente al mundo real.
Sobre su cabeza un velo, Tejido con el más brillante y delicado hilo blanco perlado que había, reposaba para sostenerlo una pequeña peineta que se escondía de maravilla entre su algo rizado cabello azul.
En sus manos un ramo de flores deslumbrante que fácilmente hacía juego con su alrededor, todo había sido pensado de una manera minuciosa para que se acercara a la perfección.
El corazón de ambos martillaba en su pecho, uno ante la impresión de quién sería su esposo, luciendo tan perfecto que nuevamente su antebrazo sufrió las consecuencias, posando un maquillaje tan delicado solo para realzar lo hermoso que era, el mismísimo Miguel Ángel debió conocerlo y quizás así el David sería genuinamente perfecto.
Por su parte, TaeHyung estaba temblando de emoción, veía a su padrastro a su lado sonreírle y mirar a JungKook de vez en cuando de forma divertida porque aunque su idea original era asustarlo, el chico ya parecía temblar más que su hijastro.
Vaya, parece que no debían dudar de quién tendría los pantalones en aquella relación.
Era interesante analizar eso, pero cuando llegaron entregó a su pequeño retoño a los brazos de quién sería permanentemente su compañero de vida, pues si bien el lindo Kim no era su hijo biológico, lo había cuidado como uno y ahora estaba viéndolo crecer tan rápido que la nostalgia golpeó su cuerpo.
Una pequeña despedida de miradas y tuvo que ir a su silla de invitados.
Dejando al de ojos zafiro tomando las manos de su alfa, su torpe e idiota prometido quien se convertiría en su esposo.
Aquel salón de artes, donde se realizaba el evento tan magnífico parecía brillar en el atardecer que llevaba tiempo cobijándo a los invitados.
El domo de cristal hacía todo más encantador y las luces flotantes habían sido un hermoso toque. Todo estaba lleno de pinturas y flores, amaban lo natural de una boda tradicional, pero ambos también amaban el arte, así que en varias de las esquinas se podían apreciar obras de JungKook al lado de algunas de varios compañeros que decidieron hacerlas el regalo de boda perfecto y no se arrepentián.
Tan concentrados en sus pensamientos estaban, que respondieron a cada pregunta y juramento de manera instantánea hasta que ambos anillos reposaban en sus dedos, cada uno con un pequeño diseño de amatista, habían elegido el morado para ser su color, la tonalidad que los represente, donde JungKook era el rojo y TaeHyung el azul. Aunque en secreto, el alfa se había basado solo en su ahora esposo para elegirlos.
Un beso mutuo selló sus labios y los aplausos no se hicieron esperar. Pétalos blancos adornaron el aire cuando caían cubriendo a cada persona del lugar.
Se separaron Con una sonrisa cada uno, estaban emocionados y aún no soportaban la euforia del momento, por lo que volvieron a besarse y el Omega lanzó el ramo, había olvidado por completo la tradición, él solo lo hizo porque ahora podía enredar sus dedos en el cabello de su esposo para hacer más largo el beso.
Detrás de ellos la escena era algo menos significativa, porque habían aproximadamente cuatro parejas peleando por quién tomaría las flores y sería el siguiente en casarse.
Terminando con un Omega sonriente de superioridad y un alfa de hoyuelos pidiendo disculpas por lo que había hecho su pareja.
-¿Tenemos que asistir a la fiesta? Sinceramente quiero pasar a la luna de miel.
Aquello lo había dicho JungKook dando suaves besos en las manos y luego rostro de su esposo, cosa que solamente ganó una risa de respuesta.
-Tenemos que estar ahí, mis padres me esperan y mínimo voy a darles una corta despedida antes de que nos vayamos. Así que tendrás que esperar, alfa idiota y hormonal. ¿Acaso tu libido nunca baja?
Giró los ojos siendo atrapado por los fuertes brazos del menor, quien solo sonríe dándole una mirada algo pícara e intensa.
-Te pusiste radiante y quiero mi marca en tu cuerpo, además, estoy más que seguro que compraste una linda ropa para mi regalo de bodas que escondes bajo el traje. -Habló con toda la seguridad del mundo, lo sabe, sabe que TaeHyung traía lencería y no tenía que ser tan inteligente, porque conoce a SeokJin y fue él quien lo ayudo a preparar todo.- No digas nada, quiero que sea una sorpresa, haré como que no lo sé. Pero en serio quiero salir de este lugar.
Antes de que el de ojos oceánicos pudiera contestar con alguna maldición, fue cargado por su pareja bajo la mirada de todos, el menor se encargó de dejarle suaves besos mientas reía y lo llevaba al auto, tenían una fiesta de boda que los esperaba.
-¿Me recuerdas porqué acepté casarme contigo?
Murmura el mayor, de forma casi irritada, aunque era un tono falso y él tenía sus brazos rodeando el cuello de su esposo, de vez en cuando incluso le regresaba alguno de los besos, solo cuando creía que se los ganaba.
-Porque me amas y la luna me eligió para ser tu pareja~ ¿No crees que es fantástico?
De respuesta se gana otro beso, bueno, eso no lo esperaba.
El mayor bajó se sus brazos y entró al auto, el menor lo siguió y también entró, pero a diferencia de lo que pensaba, donde irían directo a la fiesta, el de cabello azul tomó al alfa y lo besó nuevamente, de una manera exigente y dominante, cosa que en secreto amaba hacer porque sabe que a JungKook también le encanta.
Sus brazos fueron al cuerpo ajeno sosteniendo los trajes con intenciones de quitarlos, pero debían controlarse, porque no era el momento ni el lugar para hacer nada.
Querían separar sus bocas, pero el sabor ajeno era tan adictivo que no podían. No hasta que una bocina fue tocada detrás de ellos y ambos miraron de mala gana al auto que había hecho eso, ¿Porque ninguno se sorprendió al encontrarse con YoonGi?
-¡Muevan su auto par de mocosos y dejen eso para la luna de miel!
Bueno, ahora sí estaban avergonzados.
Tomando su puesto, cada quien se acomodó sonriendo un poco y mirando hacia adelante, sus dedos se entrelazaron jurándose estar juntos siempre el uno para el otro. No eran la pareja más convencional, pero podrían presumir de ser al menos una muy buena.
Y bueno, muy pronto pasarían de pareja a familia, solo que aún no lo sabían.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top