Tres

•Bienvenida•

A penas despertaba, aún estaba en aquella habitación blanca y a su lado una cuna lo suficientemente grande para sus bebés.

Observó con algo de inquietud y cariño a ambos. Quería tenerlos cerca, pero estaban dormidos así que no los iba a perturbar.

Por otro lado, en el sofá de espera podía ver a su esposo dormitar tratando de mantenerse despierto mientras miraba su celular. No recordaba qué había sucedido exactamente luego de ser ubicado en la habitación, solo había caído dormido según él.

-Kook...

Su voz a penas salió y eso lo sorprendió, no había notado hasta el momento lo seca que estaba su garganta y lo mucho que anhelaba algo de beber.

-Tae, que bueno que desiertas -El alfa salió de su mundo para ponerse de pie y acercarse a su pareja el cual se veía bastante abatido pero seguía siendo brillante como siempre.- Los demás están afuera, quieren verte y JiMin ha esperado personalmente para ser el primero.

Pensó unos momentos en el hecho de si quería a personas dentro de la habitación, JiMin era su mejor amigo y lo adoraba, podría dejar que invada su espacio personal y el de sus bebés, sin embargo los demás no estaba tan seguro. Acababa de tener a sus pequeños y lo que menos quería era personas al rededor. Lo ponía inquieto, una cosa era tener a JungKook, que era su pareja y otra cosa era tener a YoonGi, aunque quería mucho a su Hyung no se sentía totalmente conforme con eso.

-¿Puede ser solo Minnie? Y el bebé, quiero ver al bebé. Pero solo ellos. Sabes... No me siento cómodo estando así, diles que lo siento.

De inmediato JungKook entendió y sonrió comprensivo.

Se acercó para dejar un beso sobre la frente de su pareja y le acarició las manos. Luego observó a sus hijos, aún no podían saber bien a quien se parecían ya que su carita estaba hinchada y sus facciones ni se definían. Pero en poco tiempo irían notando que tiene de cada quien.

-Vengo luego de JiMin.

Se despidió con un corto beso en los labios dejando a un pensativo TaeHyung atrás, sin darse cuenta, su vida acababa de cambiar de nuevo. Estar embarazado ya era una cosa, pero haber traído al mundo a esas dos pequeñas criaturas que ahora tendría que pasar sus días cuidando era otra.

Si lo pensaba detenidamente, tendría que remodelar su estilo de vida, no es que él sea amante de los cambios, pero algunos eran tan necesarios que no había manera de dejarlos de lado.

Suspiró queriendo dejar de apresurarse, no estaba solo, tenía el apoyo de su esposo, así que lo demás sobraba.

-Tete...

Su mirada zafiro se posó en su mejor amigo, quien tenía bien cubierto a un pequeño dormilón mini Mochi cómo le había apodado TaeHyung.

-MiMi, ven, quiero verte y a MinGi.

Extendió sus brazos y el mayor de ambos sonrió porque aunque pareciera irónico, el hecho de que TaeHyung tenga hijos lo sorprendía, más porque eran de JungKook, aunque siempre quiso verlos juntos, había llegado a ciertos momentos en los que ya no los emparejaba por lo tóxica que se había vuelto su relación, sin embargo, ahora ambos estaban casados y tenían dos niños hermosos que los unían.

-Está dormido porque despertó primero y parece que comenzó a jugar con YoonGi. Suelen hacer eso casi siempre.

Puso al bebé sobre las piernas de su amigo y este sonrió enternecido, sabía que JiMin era lindo y tierno, pero ver una versión más pequeña era algo que tenía mal a su débil corazón. Demasiada ternura en un solo cuerpecito.

-¿Cómo están Beomgyu y DaeHyun? Al parecer muy bien porque los veo tranquilos.

El menor asiente ahora mirando a sus hijos. Era una suerte que estén tranquilos ahí, esperaba que así sea, porque a juzgar por como se comportaban cuando estaba en su interior, prefería mejor tenerlos calmados.

-Creo que serán dos cositas imparables. Aveces no me dejaban dormir por moverse tanto.

Jeon acerca al bebé Min hasta su rostro y le deja un pequeño beso en cada mejilla. Podía notar como este se removía queriendo separarse de aquello que perturbaba su sueño, simplemente encantador.

Ya quería saber cómo serian sus gemelos al estar un poco más grande.

-¿Cuanto tiempo van a quedarse? No quiero mantenerlos aqui, la verdad es que solo quería verte a ti y a MinMin, pero luego de esto quiero estar tranquilo, me he cansado demasiado trayendo al mundo a estos dos pequeños -Señala a sus hijos sonriendo de manera geométrica, se preguntaba si alguno de ellos tendría su extraña sonrisa- También lo siento por llamarlos tan temprano. Seguro YoonGi me odia.

Soltó una risa entregando al bebé porque él no podía hacer mucho esfuerzo físico así que debía mantenerse en reposo y dejar todo lo que incluya algo de trabajo.

Trabajo que era un poco complicado tomando en cuenta que su queridísimo esposo le había hecho dos hijos y él era otro niño al cual atender cuando se ponía en plan infantil.

Lo amaba, si, se había casado con él porque en serio quería, pero aveces le ganaban las ganas de estrangularlo y tirarlo a la calle de una patada.

-Oh, no. Yoonie ya estaba despierto. Como te había dicho, MinGi suele despertarlo temprano así que aprovecha siempre para hacer el desayuno en ese momento, no debes sentir culpa, TaeTae. -Acomodó a su pequeño en brazos y le besó la pequeña nariz, sus padres siempre se volvían locos cuando MinGi los visitaba, digamos que BaekHyun y Chanyeol eran dos abuelos bastante consentidores- Además acabo de recordar que debo visitar a mis padres. Tengo una semana sin verlos y te juro que me han llamado veinte veces solo en dos días.

Acomodó la mantita de su patito para cubrirle lo más que podía debido al frío de la habitación y suspiró sin saber cómo despedirse de su mejor amigo. En serio quería estar más tiempo, pero sabía que debía darle su espacio con su pareja, ellos necesitaban estar a solas con sus hijos.

-Bueno, descansa, Tete. No olvides decirle a mis sobrinos que debo ser su tío favorito. Suficiente es que YuGyeom se crea el primero cuando obviamente soy yo. -Habla divertido y le besa la frente al menor a modo de despedida- Hasta mañana.

Como sabía que le darían de alta al día siguiente entonces estaba más relajado. Una vez que ambos estaban tranquilos entonces JiMin salió de la habitación con una sonrisa, menguando así la preocupación de todos.

-No pasa nada, Tae solo quiere dormir. Será mejor que vayamos a casa, ven Yoonie, te toca cargar a nuestro patito.

Inmediatamente el alfa se pone de pie y se despide de los demás mientras se acerca para tomar a su hijo en brazos. Era interesante ponerse a pensar que la primera vez que JiMin le habló parecía un pequeño saco de nervios y ahora lo mandaba a hacer cosas con total seguridad.

Le gustaba mucho.

Ahora era seguro, se sentía bien consigo mismo y también había logrado quitar un gran peso de encima a los señores Park quienes habían vivido con el miedo de que se repita el susto de la universidad, pero no, todo era tranquilo y con MinGi ocupando la mente del Omega este solo parecía más feliz y relajado.

-¿Qué haremos ahora? Sinceramente tengo hambre y no creo que sea buena idea detenernos en un lugar de comida rápida.

El de piel tostada asiente a lo que dice su esposo, pero la sonrisa no desaparece de sus abultados labios. Sino que solo toma la mano libre de YoonGi y camina sin preocupaciones hacia el auto.

-Iremos con mis padres. Quieren ver al bebé y... ¡Compraron un atuendo de pollito! Me gusta más el tema de patito pero un pollito nunca es malo.

Aplaudió por ello tomando nuevamente a su cachorro dejando que Min sea quien maneje.

La emoción del Omega solamente hizo sonreír al pálido quien le dio un beso en los labios y lo dejó entrar para que se acomode con el bebé.

No quería ni imaginar cómo se pondrían sus suegros con la visita, normalmente eran una pareja demasiado dinámica, siempre hablaban hasta por los codos y eran muy amables, cosa que agradecía porque los veía como sus propios padres.

-¿Crees que TaeHyung estará bien con esos dos pequeños mocosos?

En primera respuesta YoonGi recibió un regaño por decirle así que los hijos de su mejor amigo, pero el rubio solo suspirar al final y le regala una sonrisa.

-Yo tendría más miedo por JungKook. Tete está experimentando aún algunos cambios y creo que será él quien pague las consecuencias.

Los dos rieron imaginando al juguetón alfa teniendo que soportar el malhumor de un normalmente risueño TaeHyung.

Sin querer, despertaron a MinGi quien estrujó sus ojitos rasgados e hizo un puchero por ser Cruelmente sacado de su descanso. Pero antes de que pudiera llorar, JiMin lo meció en sus brazos para calmarlo, su bebé no lloraría, pero si estaría bastante tiempo tomando todo lo que esté a su alcance como una pequeña venganza.

Para mala suerte de JiMin, era él quien estaba cerca y de inmediato fue víctima de su bolita de arroz cuando este lo jaló de la camisa riendo bastante divertido en el proceso.

Negó divertido de igual forma sin poder reclamarle y solo llenó de besos aquella carita redonda. Sería un día bastante interesante y cansado.

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