- [Capitulo 2] Conseguirlo
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[Telskyura]
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—¿Qué intentas?
En mi regreso al nido de amazonas, me encontré con una versión minimalista de Tione. Por la falta de pechos juveniles, el exceso de sangre en su hoja y el desapego en su rostro, concluí que estaba molesta.
Nos conocemos desde hace poco menos de un día, así que, es obvio que yo no soy la causa.
Pero dado que me ha hecho una pregunta tan directa, es posible que esté involucrado.
Quizás le molesta que sea hombre.
Eso sería bastante problemático, pues no hay una solución para eso.
Al menos no una que sea aceptable.
Aunque esta es simplemente mi opinión. En la amplitud de nuestro mundo seguramente hay algunos hombres dispuestos a que les corten el-
—OYE, te has quedado en silencio un minuto entero!!!
—... ¿En serio? — Miré sorprendido a Tione
Si bien a veces no soy consciente del tiempo, eso se debe a que cuando estoy pensando el mundo tiende a ralentizarse.
Ya sabes, para darme tiempo a hacer estos diálogos introspectivos.
—Oye..
No es algo que yo active, simplemente sucede desde que tengo memoria.
Descubrí no era normal en una de esas tantas noches de té.. Aunque no es momento de hablar sobre eso —¡Oye!
Parece que dicho efecto esta descansando hoy, pues no se activa aún cuando tengo a una niña armada con una espada más grande que nosotros dos....
Que miedito.
—¡OYE! ¡LO HICISTE DE NUEVO!
—Es culpa de tu mundo
—... ¿De que hablas?
—Las altas temperaturas hacen que me duela la cabeza
—Oh, a mí también, pero no creas que me engañaste con esa excusa tan vaga
Tione me sacó la lengua con un ceño distinguidamente fruncido y luego dio media vuelta.
Continúe mi camino con Tione acomodada a mi lado y arrastrando su gran espada sobre la arena.
No hubo ninguna conversación que destacar.
Pensé que al escucharla podría entender de que estaba molesta, pero no dijo nada.
Lo único que habló fue su rostro, que a medida que nos acercábamos al nido, se fue tornando mas oscuro.
Alguna vez oí un buen consejo.
El hombre debe dar el primer paso. —Hay una chica que me gustaría volver a ver — dije, quizás intentando crear conversación.
No, probablemente no fue eso.
—¿Chica?.. ¿¡TIENES UN LUGAR AL QUE VOLVER!? — Mi tímpano murió.
—E-Entonces.. que haces buscando una muerte tan tonta??? — Tione bajo su mirada a mis manos que, moviéndose tranquilas junto a mis pasos, sus dedos amputados quizás resaltaban demasiado.
La herida seguía fresca.
Y aunque algo así no debería afectar a una amazona, Tione pareció asustada.. Asqueada.. No, no es ninguna de esas.
Ella esta amarga.
—¿Por que fuiste ante Kali? ¿Por que robaste casas? ¿TANTA HAMBRE TIENES? Te dijimos que te esperarás, que llegaría el momento de que Kali te conozca!!! Solo debías esperar y-
NO SERVIRA.
—No tiene sentido avanzar con cuidado si tardo demasiado, y carecería de todo valor encontrarla si todavía sigo siendo el mismo.
Para poder reencontrarme con Sanjouno y tener el derecho de irrumpir en su vida para incluirla en la mía.
Deberé ser lo suficientemente fuerte como parar romper las cadenas que la aten, y así mismo, para cavar las tumbas de quienes quieran impedirlo.
Y para lograr tal hazaña.
Deberé matar este cuerpo.
Hasta que no quede nada de la inocencia que me impidió verla y recordarla.
¿Recordarla?
—Y-Ya bueno.. ¿Como se llama la susodicha, eh? — dijo Tione, sonriéndome un poco.
No era una pregunta extraña.
Casi podría decirse que era la pregunta de manual para continuar esta conversación.
Pero algo salió mal.
Parado frente al nido de amazonas.
Escuchandolas correr hacia nosotros son sed de curiosidad.
—Sanjouno — Dije, consternado.
Pues en mi respuesta nació una pregunta, una que no debería existir.
Sanjouno...
Y aunque puede entenderla, mi mente fue incapaz de comprenderla.
¿Cual era la otra parte de su nombre?
<●>
Mi cabeza retumbó el resto del día.
Dolores no pasajeros que continuaban y continuaban martillando en mi consciencia.
La comida fue insípida y las conversaciones intranscendentes. Había en mí un vacío tal que comencé a perder el interés.
La idea de morir en este combate incluso pareció mas dulce que la victoria.
Sin duda, estaba débil.
Tanto como para olvidarme de mi objetivo.
¡GONG! ¡GONG! ¡GONG!
—¡Aún no es tarde para detener esto!
—... ¿Es así?
—¡SI! He hablado con las chicas, destapamos el antiguo túnel por el que acostumbrábamos a huir, puedes usarlo. ¡Puedes vivir!
Miré fijamente a Tione, quien conservaba un denso aroma a tierra y grava.
Me extendió su mano y, por alguna razón, sentí que fue sincera.
La luz detrás de ella no pertenecía subterráneo del coliseo, sino a las pequeñas lamparas de aceite que sus amigas habían traído.
Si yo la sigo ahora, hay grandes posibilidades de que consiga huir de Telskyura.
Pero, Tione, estás arriesgando demasiado por un extraño.
Por esta simple razón, que algunos llamarían noble, no puedo acompañarte.
Pues la posibilidad de que seas una infiltrada de Kali es demasiado grande.
Y aunque no lo sea, aquellas noches de té, me hicieron perder la confianza en las mujeres.
—.... Lo siento — Me disculpé, pues Tione no tenía la culpa de mi incapacidad para superar mi dolor.
Ademas, he aprendido que esta es la mejor manera de calmar a Tione.
Por obvias razones esta vez no funcionó.
El rostro de Tione se llenó de ira y quiso tomar a la fuerza mi mano, pero las pisadas que descendían desde la arena del coliseo la asustaron.
Si alguien la encontraba.. Las encontraba aquí, sin duda, todas morirían.
Al final, este subterráneo es exclusivo para los que estamos por pelear a muerte.
Y esos túneles, que quizás cavaron sus antepasadas, son una clara violación a todo lo que Kali representa.
Dictadura.
—¡Mierda..! — Los ojos de Tione se tiñeron de lagrimas.
Y poco despues, ella escapó por el agujero, el cual fue tapado por sus compañeras.
Pero cometieron un grave error.
Una pequeña parte quedó al descubierto y, una vez abrieran la puerta detras de mí, seria imposible no notar que había un agujero aquí.
Todas están muertas.
—ENANO, ES TU TURNO
—Si
Asentí a la amazona guardiana que me llamó desde atrás.
Y mientras caminaba hacia ella, di un pequeño vistazo al agujero tras de mí.
La pequeña abertura se encontraba tapada por un florero y ninguna de las amazonas empujándome notó nada fuera de lugar.
No fue la idea mas ingeniosa, pero con el poco tiempo que tenía eso es todo lo que alcancé a hacer.
¡GONG! ¡GONG! ¡GONG!
Luego de subir las cortas escaleras que conectan los cuartos de este piso, llegamos a un ascensor de polea manejado por una pequeña amazona.
Los engranajes sonaron. Ese simple detalle me hizo darme cuenta de la complejidad de la obra.
Demasiado para unas amazonas.
Posiblemente fue construido por enanos esclavos.
Todos deben estar muertos... Pero no sería mala idea recordarlo.
¡GONG! ¡GONG! ¡GONG!
La amazona del ascensor abrió las puertas y la luz del medio día entró junto a una gran brisa.
Mis cadenas sueltas cayeron al suelo y un pie me empujó fuera del ascensor. 1
Tropezando escuché bullicio. No lo suficiente como para considerarlo un escandalo.
Pero de sobra para llamarlo un digno espectaculo.
Aún así, había un gran porcentaje en las gradas que ni siquiera lucía emocionado.
Amazonas que parecían haber sido obligadas a asistir.
Y sin la esperanza de que sucediera algo interesante, miraban a un lado o conversaban entre ellas.
Las observé con una pequeña sonrisa. Ellas eran las mas inteligentes.
Pues aquí no sucedería nada digno de ser contado.
FSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!
Y cuando llegó a mi ese sonido y mi arete se lanzó en dirección contraria a mi mirada, me arrastré por la tierra, y un gran hacha rompió contra los muros del ascensor.
—Nunca debiste provocarme!!!
El hacha sacó chispas mientras se retiraba del metal templado, y luego giró, en dirección a mis piernas.
Logré sacar mi pierna izquierda a tiempo. El hacha se incrusto en la arena y la amazona sonrió. Su muñeca giró y él hacha la siguió.
La dirección del hacha cambió hacia mi pierna derecha todavía en la arena.
En ese lapso de dos segundos, tan cortos que casi creí que no llegaría a tiempo, clavé la hoja de de Tione al lado de mi rodilla.
El hacha y la hoja resonaron. Tuve una hipótesis y acerté. El hacha se quebró y la delgada hoja de Tione se mantuvo intacta.
Al final, el nido de Tiona y Tione pertenece al quinto y el de esta amazona es el séptimo. El ultimo de todos.
—INUTIL!!! — Boté todo el aire de mis pulmones a penas sentí el peligro, y casi un segundo después, mi diafragma se hundió junto a mis pulmones.
Rodé por la arena y escuché sus pisadas.
Intenté tragar aire, pero me encontré con un gran dolor.
Varías de mis costillas habían quedado fracturadas.
Frente a mi había sangre, pero no llegaba hasta mí. No era mía.
La amazona se había arrodillado, agarrando su extremidad inferior con un rostro lleno de dolor. El pie con el que me pateó tenía un agujero de planta a dorso, que dejaba ver desde el hueso destrozado hasta las capas de piel mas profundas.
Abrí mi mano. La segunda cuchilla de Tione estaba ahí, con la sangre de la amazona pintando mis piernas.
Logré respirar. Me levanté como pude y, en ese breve instante, algo cayó al suelo.
La punta de la cuchilla de Tione se había desprendido de la hoja.
Esa patada, si no la hubiera interceptado, quizás me habría partido en dos.
Me agaché y dejé la punta sobre mi lengua.
—SUERTE. Estás teeeniendo mucha suerte, mierdecilla!!!
Acomodé el afilado objeto detrás de mis premolares fingiendo que no podía levantarme.
Con la cabeza en el suelo, sentí las vibraciones en la arena y levanté mi cabeza a penas su sombra me cubrió.
Apunté en un instante.
Escupí la punta afilada y esta voló hacia el rostro de la amazona.
—¡JA! — No le dio.
La amazona se agachó en el momento preciso.
Mis trucos la habían puesto en alerta.
Y con la confianza subida al máximo, la arrogante amazona se lanzó de frente y saltó hacia mí.
El mundo se ralentizó descaradamente.
Y mientras los segundos pasaban y yo esperaba, observé como el espacio entre sus pies y el suelo se hacía cada vez mas grande.
Entonces, una vez ella llegó a la altura máxima de su salto, di un paso adelante y me deslicé por entre sus piernas.
La amazona, que a las justas había caído al suelo, intentó girar sobre sus rodillas para darme el alcance.
Pero yo no huí.
Yo estaba frente a ella con mi pie adelantado.
Con mi objetivo por fin a mi alcance, agarré las mejillas de la amazona, que ahora se había tornado de mi altura, y la besé.
Besé a la amazona.
La besé.
La recontra be-
—QUE CARAJO ESTAS HACIENDOOOO!??? — Junto al grito lejano de Tione, el arete de mamá se movió y yo en dirección contraría a él.
Las manos de la amazona aplastaron con un sonoro aplauso el lugar donde antes estaba mi cabeza.
Intente retroceder mas, pero ella me ganó.
Su pie golpeó mis brazos cruzados y las suturas de mis dedos faltantes tiñeron la arena con sangre.
—¿Creíste que tendría piedad si te portabas como una perra?
La amazona sonrió y escupió.
Mirandola, observé los pequeños rastros de saliva cayendo por sus labios, y esto, me produjo una profunda felicidad.
Parece que he ganado.
—Samah
La llamé por su nombre. Uno que conocí preguntando en el nido.
Habían sospechas que necesitaba confirmar.
Afortunadamente, incluso en circulos superiores es bastante conocida.
Aunque solo por su pésimo temperamento
—¿QUE? ¿Quiénes llorar? Por supuesto que quieres. Que idiota e-
GRUP GRUP GRUP
El sonido viscoso fue tan grotesco y su cuello tan delgado, que pude ver el momento donde la faringe se contrajo, cerrando su vía respiratoria.
La amazona subió sus manos a su cuello. Sus ojos estaban tan abiertos, que pude ver las venas rojas creciendo en ellos.
—Hag..
Erupciones cubrieron la extensión de su boca y bajaron hasta la base de su garganta. Rojas y brillantes, como si estuvieran llenas de aceite, crecieron y se formaron, volviéndose tan grandes como dientes.
Secreciones escurrieron por sus dientes. Encorvada, mirando al suelo, pedazos de su interior se desparramaron en la arena.
Entre esos finos pedazos.
Habían trozos de manzana.
—Eres alérgica a las manzanas
La amazona me miró desconcertada y luego a los pedazos de fruta tocando sus rodillas. Es probable que a lo largo de toda su vida se haya cuidado mucho de las manzanas.
Crecen en cada árbol.
Hay una en cada cesta.
Es prácticamente la fuente de vitaminas top de la nación.
Y mientras todas lo comían con normalidad.
Ella debía evitar tocarlos, y si le invitaban, para no mostrar debilidad, debía fingir aceptarlo antes de botarlo.
Me pregunto si este miedo es una de las razones por las que es tan agresiva.
Ella podría llegar a ser mas compleja de lo que imaginaba.
Pero eso ya no me interesa.
—Hay manzanas por todos lados
La amazona se levantó lentamente
—Me preguntaba porque no había ninguna en tu casa
Sus ojos me encontraron, sosteniendo el mango de la cuchilla de Tione.
—¡No esperaba que saliera tan bien!
CRACK, escuché huesos, falanges, quebrarse juntas y al mismo tiempo.
Los pies de la amazona patearon la tierra en zig-zag y llegó a mí antes de que pudiera pensar en nada.
Su técnica de carrera supero por completo mis expectativas.
Cerré mis brazos y la pierna de la amazona golpeó en el centro de ellos. Creí que podría resistirlo, pero mis pies fueron derribados por su pierna libre.
Intente tocar el suelo con mi mano.
Pero perdí de vista la arena. Mi cabeza fue lanzada hacia atrás y comencé a girar por la arena.
Sostuve mi mejilla. Encontré una profunda laceración.
El arete de mamá se agitó.
Me agaché, y como en una guillotina, el aire explotó violentamente encima de mí.
Extendí mi brazo y preparé la cuchilla de Tione. La amazona fue mas rápida.
Su golpe, previamente lanzado, esquivó la cuchilla de Tione y conectó contra mi nariz.
Escuché mi respiración cortarse, mientras todo en mí resonaba. CLIN CLIN CLIN
Mi mano libre fue aprisionada por su mano. Vi su golpe llegar y bajé la cabeza.
Mi frente retumbó, una conmoción recorrió todo mi cerebro.
Luego escuché varios crujidos. Pertenecían a mi hueso frontal y a sus cuatro nudillos.
GRUP GRUP GRUP
Un sonido hermoso rompió la tensión. Venía de la mano que sujetaba mi muñeca, la amazona y yo la miramos. Erupciones estaban cubriendo toda su extremidad.
—HAAAAAAAAAAG!!!
Atrapé su puño con mi mano libre. Sentí su fuerza atronadora y escuché mis carpos comprimirse y astillarse.
El dolor recorrió mi cuerpo.
Y luego, erupciones crecieron en su puño sobre mi palma.
—POR QUE!?????
Echándola gritar, observé mis manos, y aunque las encontré secas, antes no lo estaban.
La amazona quiso, deseó, seguir atacando.
Pero el miedo dura 10 segundos.
Su cuerpo fue incapaz se avanzar con normalidad, mientras que el mío, lleno de adrenalina, saltó fuera de su alcancé y se arrastró por la arena.
La cuchilla de Tione ya no estaba en mi mano.
En algún punto se me había caído, y ahora se encontraba sobre la arena, con su filo apuntando al sol.
Vi su resplandor un segundo.
Luego escupí el jugo de manzana restante sobre mis manos y me preparé para darle unos buenos golpes.
Sin aire, llena de dolor y con las erupciones expandiéndose mas allá de los hombros, la amazona me sonrió.
—¡Todavía puedo matarte!
Subí mi guardia y, cuando su golpe conectó en mi cara, el mío lo hizo en su vientre.
—VOY A MATARTE
Deliró.
—NO PUEDES GANARME
Escupió.
—No puedes sobrevivir
Rogó. Con una voz inentendible. Murmullos que yo traduje sin dificultad.
A bramidos, a su manera, rogó por su vida cuando sus piernas tropezaron y mi mano agarró su asfixiada garganta.
Me pregunto si ella se ha dado cuenta.
Por el miedo en su mirada, es posible que lo haya hecho.
Sus golpes astillaron superficialmente mis huesos, pero no pudo quebrarlos. Es una característica con la nací.
Mis huesos son mas gruesos, mas fuertes, se necesitan siete hombres y muchas horas de trabajo para romperme las extremidades.
Al menos, esa es la estadística que saqué aquella noche.
FWAR..
La cuchilla de Tione, clavada en la arena, atravesó mi mano, y debajo de esta, el cuello de la amazona.
Aplasté con toda la fuerza que mi inmaduro cuerpo podía brindarme y forcé a la hoja a destrozar todos los carpos de mi mano, a cambio de quedar bien enterrada en el cuello de la amazona.
Sus piernas se agitaron desesperadas.
Patearon mis costillas.
Fisuraron mis huesos.
Y pocos segundos después.
Con sus ojos tan abiertos como los de un cerdo.
Samah murió.
Y yo también
GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG GONG!!!!!
El gong sonó y la bulla, que hasta ahora se había mantenido suspensa, abordó todo el coliseo en tan solo un instante.
Caí de trasero sobre la arena.
No miré a nadie de las gradas.
Mantuve mi cabeza agachada y observé el cuello atravesado de Samah.
Su muerte no fue una gran victoria. Al menos yo no lo siento así.
Esto fue algo mucho mas melodramático. Ni siquiera estuvo tan bien planeado.
Siendo honesto, pensé que sería yo quien moriría hoy.
Pero al final moriste tú, samah
Supongo que puedo decir con cierto orgullo.
Que tu muerte estaba planeada.
Este mundo esta formado por anillos. Juzgando la fuerza y posición de Tiona y Tione, deduje que en el centro estarían las mejores, y en los extremos, casi exiliadas, las peores.
Por eso fui al séptimo anillo. Por eso entré a su casa.
Estaba buscando una debilucha con exceso de confianza. Fue sorprendentemente difícil, pues la mayoría ahí eran calmadas e inseguras.
Luego de encontrarla la investigué.
Encontré una debilidad, aprendí a explotarla y todo terminó.
—.........
De hecho, en realidad, no hacía falta que la matara.
Si la noqueaba y luego fingía desmayarme, el resultado hubiera sido similar.
Tal vez la emperatriz la hubiera asesinado.
Quizás no habría tenido que ensuciarme yo las manos...
Sin embargo, esas son solo posibilidades.
También es posible que esta amazona siguiera con vida. Y eso.. No es bueno..
—Lo siento. Soy un cobarde. No puedo dormir tranquilo si sé que alguien quiere matarme.
¡CONG! ¡CONG! ¡CONG!
[Fin del capítulo]
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