Capítulo 2



- Estas bien- pregunta la morena que aun se encuentra a mi lado.
- Si, todo bien, no te preocupes.
Ella realiza un gesto afirmativo con la cabeza y se dispone a marcharse.
- Oye- la llamo y ella gira a verme- gracias.
- No hay de que Luna.

Retoma su camino y desparece entre los estudiantes por los largos pasillos.
Recojo mis cosas del piso y me dirijo a mi clase, todos hablan al verme pasar, por mucho que se esfuerzas en que no los escuche me resulta imposible no hacerlo, mis sentidos hoy están intensificados. Al parecer me he convertido en la novia celosa a la que le han puesto los cuerno y estallo en un ataque de ira.

Ignoro todos los comentarios a lo largo del día, al llegar la hora de almuerzo le escribo un mensaje a Vicki y le digo que profiero almorzar fuera y no en la cafetería del campus.

Luego del almuerzo y que mi amiga maldijera durante una hora a Carlos no fuimos de compras y a un Spa para relajarnos. Me vi en la obligación de apagar mi teléfono porque las llamadas y mensajes de Carlos terminarían arruinando mi día. Cerca de las ocho de la noche mi amiga me da la dirección de un lugar donde tiene que ir antes de cenar. Cuando estamos fuera del edificio prefiero no acompañarla, pero esta insiste en no dejarme sola en mi cumpleaños.

Termino subiendo con ella al ultimo piso, ella puso la clave en la puerta y vi que era mi cumpleaños, inmediatamente supe lo que pasaba. La puerta termino de abrirse y la luz del apartamento se encendió mostrando a mi familia y amigos que gritaban.

- SORPRESA

Mire a mi amiga con reproche y esta me regalo una sonrisa.

- No me mires así, prometí que sin fiesta sorpresa, ya tu sabias de ella así que ya no era sorpresa. – quise cortarla en pedacitos y echarla de comer a los cocodrilos. 

Puse mi mejor sonrisa y fui a saludar uno por uno los invitados. Luego de una hora de interminables conversaciones banales y saludos formales termine donde mis padres.

- Ustedes estaban al tanto de esta trampa- los acuse.
- Culpable de todos los cargos- bromeo mi padre.
- Y por qué estamos aquí, de quien es este lugar tan lindo.
- ¿Te gusta? – pregunto mi madre y yo asentí con la cabeza – pues es tuyo.
- No bromees mami. Anda dime la verdad.
- Es cierto linda – la apoyo mi padre- este es el regalo de cumpleaños de tu madre.

Los mire a ambos esperando que me dijeran que era una broma, pero no fue así.
- ¿Pero por qué? ¿Ya no quiere vivir conmigo? ¿Me echan de casa?
- Claro que no cariño, pera ya tienes 21 es hora de que te independices y aprendas a volar sola. Nosotros siempre vamos a estar para ti si nos necesitas.

Los abrace emocionada con lágrimas en los ojos. Estaba agradecida de tener unos padres tan perfectos. Mi vida era perfecta y yo me sentía completamente feliz. Decidí echar un vistazo al lugar y tal y como siempre soñé. La vista era asombrosa y se podía ver toda la cuidad, la habitación principal estaba llena de todas mis cosas y todo estaba acomodado a mi gusto. Supuse que en esto también tenia que ver mi mejor amiga y Sali a buscarla para agradecerle.

- Perdóname – fue lo que dijo en cuanto me vio y aunque al principio no sabia porque se disculpaba en cuento me fijé su acompañante lo entendí.
Carlos estaba a su lado, tenia ese atuendo sexi e informal que me gustaba de él. Era guapísimo, sus ojos café y pelo castaño le daban un aire de chico bueno.
- Feliz cumpleaños Lu – saludo sonriente cuando me vio.
- ¿Qué haces aquí? No te quedo claro que no quiero hablar contigo.
- Lo siento- volvió a disculparse mi amiga- yo lo había invitado antes de que pasara todo lo de hoy.
- No es tu culpa- la tranquilice. – y tu sígueme, vamos a hablar fuera.

El hizo exactamente lo que le indique y salimos a una terraza que había en la sala.
- Dime lo que quieres y márchate.
- Quiero disculparme por lo que ocurrió hoy. Amanda no tenia muy claras las cosas y dijo cosas que no debió.
- Mira Carlo a no importa lo que tengas con esa tal Amanda, tu mejor que nadie sabes que lo de nosotros no es una relación, ni siquiera se lo que es, pero creo que ya es hora de acabar con este teatro. Tu no me gustas y yo no te gusto, o entiendo porque llevamos tanto tiempo con esto.
- Como puedes decir que tu no me gustas. Llevamos casi tres años de relación, de verdad crees que iba a seguir a tu lado si no me gustaras. Claro que me gustas, me as gustado siempre, pero para ti no soy mas que un adorno, otro accesorio que mostrar en tu radiante vida. Estoy cansado Luna llevo anos queriendo tu atención, luchando por ella, pero nunca he sido suficiente para ti.
- Esta es tu forma de luchar por mi atención, acostándote con las porristas de tu equipo, inventando mentiras sobre mí, ridiculizándome. Si este es el tipo de amor que me ofreces permíteme rechazarlo.
- Pero yo te amo Lu
- Deja de decir que me amas, si me amaras no me harías daño.
- Eres mia Lu, no puedes terminarme- tomo mi brazo con fuerza y me impedía liberarme- tu y yo vamos a seguir juntos porque somos la pareja perfecta.

Comenzamos a forcejar y yo intente liberarme de él, pero era mas fuerte que yo. La noche estaba nublada y por la oscuridad nadie se fijaba en el exterior del balcón y yo había cerrado la puerta para que nadie nos molestara así que no podía contar con la ayuda de nadie. Carlos estaba fuera de sí, repetía una y otra vez que no me iba a dejar. En un momento de descuido le pegue en el entrepiernas y trate de hui, pero de repuso rápido, me cogió por el cabello y me dio una bofetada que me lanzo contra el piso. Sentía un sabor metálico en mi boca, era sangre, me había partido la boca. En ese momento las nubes se despejaron permitiendo que la luna llena iluminara el cielo y sentí la luz impactar contra mi piel, ardía y quemaba, me sentí más fuerte, levante la cara del piso y mire a Carlos sentía rabia, odio y muchos deseos de hacerle daño, su cara era de puro terror cuando me vio y salió corriendo. No entendí su reacción, pero cuando vi mi reflejo en el cristal de la puerta vi mis ojos brillar de rojo y unos colmillos sobresalían de mi boca.  Todas las personas de la fiesta me miraban horrorizados y hablaban entre sí. 

Sentí una briza de aire frio, de pronto y de la nada apareció la chica morena de la universidad, me tomo de la mano y desparecimos del apartamento, cuando volví a abrir los ojos me encontraba en el bosque, en lo alto de un acantilado lejos de la cuidad.
- Que me está pasando – grite entre sollozos tocando los colmillos.
- Te estas trasformando Luna.
- ¿Transformando? ¿En qué?
- En lobo, eres un hombre Lobo,  y hoy hay Luna llena



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