𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐑𝐄𝐍𝐓𝐀 𝐘 𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄
selfish / egoísta
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Yo también la quiero, demasiado. Pero no me sentía capaz de decirle lo que ocurría, o lo que llegaría a ocurrir pronto, pero dañar a Satori, es algo que no me permitiría.

No lo merece.

Ella no merece estar aquí, conmigo.

Soy egoísta al no querer dejarla ir. Ser libre de este caos. Libre de mi.

Quería tenerla, al menos una noche más.

Solo una..

Y después, esto será olvidado.

No serán recuerdos, todo se borrara.

Lo prometo, Satori.

Me odiaras.

Y no podré hacer nada, estarás en lo correcto.

— ¿En que piensas? —murmuró recostada a mi lado.

— No es nada —mentí.

— Pues yo no te creo nada.

— Tampoco me creería.

— ¿Por qué siempre estas así?

— ¿A que te refieres con "Así"?

— Así tan misterioso, vacío.

— No lo sé, quizá si estoy vacío.

— Quizá.

— ¿También lo crees?

— No lo sé, no veo en ti nada de lo que tú ves, Tom.

— ¿Y tu que ves?

— Veo a una persona capaz de demostrar el amor tan profundamente como cualquier otro, una persona solitaria pero no cruel, veo a alguien que se deja llevar por lo que le dicen y se considera así solo por el decir de los demás.

Mi corazón latió con fuerza.

Gire hacia Satori.

Ella giro hacia mi

Nuestras vistas se toparon.

— ¿Tu que ves en mi?

Veo que me odiaras, mierda.

No me perdonarás.

Te iras.

— Veo a la mejor chica con la que decidí pasar mis días. A la chica de la que me enamore.