𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐎𝐂𝐇𝐎
girl / chica
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Pese a disfrutar sus tiempos a sola en las sombras, Riddle, sabía que tenía poder dentro del colegio. Podría hacer lo que deseaba, poner reglas, podía ser él que tenía el poder, no su padre.

¿Quien juzgaria algo que hiciera Tom Riddle?

¿O algo que el opusiera?

Pero ahora, solo estaba tomando un receso de su estudio, en el gran comedor, sentado en la punta de la mesa Slytherin.

Sintiendo muchas vistas clavadas en él, si, era un arrogante pero eso no le quitaba que el chico era guapo.

Aprendió a ignorar eso, el amor te hace débil.

Y el más que cualquiera había aprendido a controlar sus emociones, no dependía de nadie, y eso lo hacía sentir victorioso.

Aunque no podía evitar sentir en su nuca la mirada de una figura femenina que se encontraba más próxima a su lado pero con un poco de distancia.

Decidió devolver la mirada, solo por fastidio, vacilando pero aun demostrándose firme.

Podría considerarse bonita, podría ya que para el, era una persona común, sin gracia.

La mirada penetrante del chico, provocó cierta incomodidad o hasta temor en la pelinegra que lo observaba clavándole sus ojos verdes que resaltaban junto a su uniforme.

— ¿Se te perdió algo? —suelta la pelinegra tratando de romper las incómodas miradas con el chico.

— Me mirabas antes, tu pregunta es absurda, ¿no? —responde él, sin gracia y volviendo a clavar su vista en la mesa color café.

— Solo observaba que ya te había visto de alguna parte, tu eres el que tiene mirada de psicópata —bromea la chica solo ganando el ignoro de Tom.

— Espera —soltó la chica, generando confución en Tom, porque demonios seguia hablandole. — ¡Mi libro cayó sobre tus zapatos en el tren! —acaba su frase victoriosa.

Oh, entonces había sido, la descarada que lo hizo.

Hizo bien en no bajar la mirada entonces.

— Nunca te había visto, digo los psicópatas no sobran por aquí ¿no? —diablos esta chica no paraba de bromear, no tenía idea a quien se dirigía.

Tom no le dirigió ni una palabra, ni una mirada.

— ¿Como te lla.. —antes de que la pelinegra finalizará su frase, el se había marchado.