Por Hongdae.-
Jungkook guardó silencio, demasiado enfocado en que los latidos desbocados de su corazón no retumbasen tanto como para que Taehyung pudiese escucharlos. No tenía palabras y de lo único que era plenamente consciente, era de los latidos retumbando en sus oídos, como un zumbido molesto y que a cada segundo aumentaba considerablemente.
.- Hey, JK... relájate – el mayor le sostuvo por los hombros, dedicándole una sonrisa traviesa mientras lo mecía ligeramente – Era una broma, tampoco es para que pongas esa cara.
Una... ¿broma?
Taehyung le soltó entonces, pasándose la mano por el cuello en un gesto despreocupado mientras se alzaba de hombros, restándole importancia a toda la situación. Jungkook seguía sin poder decir nada, apenas y tratando de poner en orden la cantidad incoherente de cosas que inundaban su cabeza.
.- Hasta te pusiste pálido – mencionó como si nada mientras le guiñaba el ojo – Sólo estaba practicando para cuando le diga a Minho sunbaenim que me ayude, ¿qué te pareció mi actuación?
Será hijo de p...
.- Creo que todavía me toca reafirmar un poco más mi tono de desesperación – siguió hablando Taehyung, completamente ajeno a como Jungkook todavía permanecía estático y tratando de procesar todas sus emociones, que rápidamente pasaron de la expectativa a una profunda desilusión – Quiero que él entienda que realmente necesito su ayuda con tan importante asunto, ¿no crees, JK?
No, no creía nada.
Lo cierto es que Jungkook estaba haciendo un enorme esfuerzo por no soltarse a llorar producto de la rabia y la frustración que sentía hacia el mayor. ¿Cómo podía Taehyung bromear con algo así sin importarle nada? Jungkook sentía que el mayor había metido la mano en su pecho y había retorcido de forma cruel su corazón, si ni siquiera pensar en todo lo que podía dolerle eso.
Y a cada palabra que seguía saliendo de su boca, Jungkook sufría más.
.- Aún sigo necesitando tu ayuda con lo de la ropa porque sé que los sunbaenim tiene un estilo increíble y ya sabes todo lo que dice Seokjin sobre cómo visto, así que ¿qué mejor que tú para ayudarme a cambiar eso? – Taehyung le miró fijamente, tratando de discernir si estaba o no molesto por lo que había dicho mientras Jungkook, muy en el fondo de su mente, sólo lograba pensar en lo mucho que le gustaba el estilo del mayor - ¿Estás enojado por una simple broma? Vamos, no es para tanto – trató de terciar mientras le empujaba levemente y le sonreía casi con timidez – No puedes enojarte conmigo, Kookie... tú nunca te enojas conmigo.
Pero quiero, quiero hacerlo...
Y entonces el maknae tuvo que desviar la mirada y morderse la parte interior de las mejillas, Taehyung estaba apelando a un tono dulce mientras se acercaba a su cuerpo con movimientos de fingida inocencia, formando un puchero que pretendía ser inocente mientras buscaba su perdón. Pero Jungkook sólo podía pensar, mientras cerraba los ojos con fuerza, en lo doloroso que le resultaba todo y en lo mucho que deseaba gritarle, gritarle y golpearlo.
No me llames Kookie solo por interés.
Sin embargo, el embauque meloso del mayor se vio interrumpido por su tono de llamada, una suave balada sobre un amor en la playa que a Jungkook le causó unas increíbles ganas de gritar mientras se jalaba el cabello hasta quedar calvo y luego le rapaba a Taehyung el propio. Pero se limitó a permanecer quieto y con el rostro desviado mientras el mayor sacaba su celular del bolsillo de su abrigo.
.- ¡Minjae-ssi! – Saludó el mayor con efusividad, casi demasiada como para ser normal, y entonces Jungkook le miró de reojo, aquella sonrisa que nunca le dirigía personalmente le provocó una arcadas de celos - ¿Cómo estás? Hace poco pensé en ti.
Jungkook bajo entonces la mirada a la punta de sus botas negras, sentía las lágrimas escocer en sus ojos mientras evitaba a toda costa captar la conversación del mayor al teléfono, no quería hacer más daño. Era ya demasiado masoquista al seguir a Taehyung como un corderito perdido como para seguir retorciendo el puñal en la herida al tratar de escuchar sus conversaciones y enterrarse de cosas que sólo lo herirían más.
.- Claro, ya voy para allá... mándame la dirección.
Taehyung sonaba tan entusiasmado que todo sentimiento en él se evaporó, dejándolo vacío, como si no fuese más que un cascarón al que le drenaron toda la energía y los sentimientos. Sin embargo y sin siquiera notarlo, pronto una gotita salada estalló contra la punta de sus botas y a esa le siguió otra, y otra.
.- JK, lo siento pero tendremos que dejar nuestra salida para otro día. Te prometo que te lo recompensaré – el mayor no alzó la vista de su teléfono, concentrado en la dirección que estaba esperando – No te molesta, ¿cierto?
¿Qué no me molesta? ¡CLARO QUE ME MOLESTA!
Estaba seguro de que si abría la boca en los más mínimo, soltaría un sollozo y luego un grito adolorido. ¿Cómo podía ser tan ciego el mayor? ¿Qué su dolor no importaba? Se le quemaba el pecho de la rabia de solo imaginar lo que el mayor haría más tarde en compañía del dulce Minjae. Se le quemaba ya al saber que era tan descartable que su salida ni siquiera inició.
Había esperado todo el día por ese momento, había imaginado todo lo que harían y lo mucho que se divertirían solo los dos, sin nadie que pudiese atravesarse y robarle la atención de Taehyung, aquello que le era tan preciado y casi inalcanzable. Había esperado tanto por una oportunidad, la más mínima, para demostrarle al mayor que él también podía amarlo y satisfacerlo, que no pedía mucho. Pero la verdad era, que Taehyung no parecía estar dispuesto ni siquiera a darle eso.
Tal vez es que no se lo merecía.
Y entonces lo odiaba, odiaba sentirse tan inferior. Tan poca cosa. Él era el Golden maknae, sus fans y la industria se lo repetían en todo momento, celebraban su simple existencia, tenía el mundo a sus pies pero él no podía dejar de desear ser el mundo de Kim Taehyung para simplemente estrellarse en vano y convertirse en alguien que veía a sus lágrimas chocar con la punta de sus zapatos en silencio.
¿Por qué no me miras? A mí... ¿por qué?
Roto, roto y sin orgullo.
.- C-claro, hyung – consiguió al fin responder mientras alzaba al fin la mirada, rogando porque no hubiese mayor prueba de sus lágrimas y al parecer era así, porque cuando Taehyung alzó los ojos de su celular, no mostró ningún indicio de haberlo notado - ¿Minjae hyung está cerca?
.- Está en el apartamento de un amigo a unas cuadras – le informó el mayor con una sonrisa curiosa, esa que Jungkook conocía tan bien y que odiaba profundamente - Sabes llegar a casa solo, ¿cierto?
¿Y ahora se preocupaba por él? Claro, porque sabía que si Jungkook llegaba muy tarde a casa y solo, Jin no tomaría ninguna excusa en cuenta y habría problemas. Problemas que a Taehyung realmente no le importaban más allá de que restringían sus salidas nocturnas con sus amigos. Así que Jungkook simplemente asintió, sin tener mucho más que agregar.
.- ¡Eres genial, JK! ¡Realmente te compensaré por esto! – Le guiñó el ojo Taehyung antes de inclinarse y dejar un beso en sus labios, tan rápido que el menor no alcanzó ni a contar dos segundos – Nos vemos más tarde entonces y ten cuidado al volver.
El acostumbrado beso aún quemaba en sus labios para cuando Taehyung se acercó a la calle y abordó un taxi, dejándolo solo sobre la acera y sintiendo que no tenía ni siquiera dignidad como para negarse a algo del mayor. Sus ojos volvieron a clavarse en la punta de sus zapatos pero esta vez se tragó las lágrimas, reteniéndolas con toda su fuerza de voluntad.
No iba a llorar por Kim Taehyung, ni una lágrimas más.
.- No más – susurró antes de alzar el rostro hacia el cielo, queriendo que el frío aire de la ciudad borrara la tristeza de su rostro – Se acabó, de verdad.
Aun así, la sensación persistente de molestia no lo abandonaba y realmente no quería ponerse a pensar con quién estaba el mayor y tampoco qué estaba haciendo. Ya no quería mortificarse más esa noche, así que afianzó la correa de su gran bolso y se dio media vuelta, decidido a internarse solo por un momento, en la agitada vida de un adolescente normal.
Hongdae era el distrito alternativo de Seúl, así que no era muy difícil pasar desde Gangnam, centro de toda la vida nocturna, hacia la zona más juvenil de la capital, repleta de tiendas de ropa y cafeterías. Muchas veces habían pasado cerca en la van del grupo pero nunca había tenido la oportunidad de caminar por ahí desde su debut, y en parte, Jungkook lo agradecía.
No era tonto y sabía que muchas personas le habían reconocido aún con el tapabocas negro que había decidido utilizar para minimizar en lo máximo posible el impacto de un idol caminando a esas horas por ahí, sin embargo, agradecía que muchas de sus fans no habían hecho más que simplemente tomarle fotos de lejos o de acercarse tímidamente para una selfie y luego partir.
Porque Jungkook no se sentía capacitado para fingir.
No esa noche y no en ese instante. Era complicado mantener un perfil siempre agradable y feliz en pantalla, casi a cada momento de su vida, pero lo hacía porque amaba lo que hacía, porque estaba agradecido con todas esas personas que lo sostenían en su lugar. Sin embargo, esa noche no podía hacerlo, así que lo único que conseguía para las incontables chicas que se acercaban, era darles una sonrisa forzada y tensa.
.- Jungkook – le llamaron algunas fans mientras trataba de decidir cuál sería la siguiente calle para recorrer, así que se giró levemente, observándolas con atención - ¿Dónde está Tae oppa?
La pregunta le golpeó con más fuerza de la que nadie podía imaginarse, incluso sintió que retrocedió dos pasos debido a ello. Se sorprendió de responderle con simpleza al grupo de fans con un simple "no lo sé", sin lágrimas de por medio. Las chicas asintieron y aunque siguieron haciendo más preguntas, Jungkook ya se sentía lejano al lugar.
Hongdae se había arruinado por completo y necesitaba escapar. Así que apretando con más fuerza de la adecuada la correa de su bolso, atravesó el semáforo en rojo y se internó por la primera calle oscura que encontró, sintiendo su corazón palpitar en sus oídos, dejándolo sordo de todo a su alrededor, excepto, de su dolor.
¿Dónde estaba Taehyung? ¿Con quién estaba? Jungkook simplemente no entendía por qué no con él, por qué no a su lado. ¿Qué tenían los demás que él no? ¿Qué eran que Jungkook simplemente no podía recibir ni una sola mirada de amor? Incluso gente que el mayor solo conocía una vez parecían ser mucho más magníficos que Jungkook. ¿Y qué hacía él? Permanecía ahí, cerca de él, esperando que algún día Taehyung lo notara.
Porque algún día lo haría, ¿verdad?
.- Dijiste que ya no más – se recordó con tristeza mientras ahora prácticamente corría, cada vez internándose más en la parte residencial y alejándose del bullicio – No más, no más...
Pero no podía creer ni siquiera en sus propias palabras. Terminó deteniéndose en una esquina frente a un pequeño paradero de autobuses, una zona desconocida completamente para él y no tenía ni la menor idea de cómo volver a casa, ni siquiera tenía una tarjeta para abordar el sistema. Estaba roto y también perdido.
.- Gran noche, Jungkook – se felicitó con sarcasmo mientras trataba de recobrar el aliento y se sentaba en el pequeño paradero.
La fuerza de voluntad le había durado casi 40 minutos antes de que marcase el número de Taehyung con mano temblorosa, estaba registrado como su segundo contacto favorito y mientras se llevaba el celular contra la oreja, realmente rogó que Taehyung le contestara, que estuviese para él incluso cuando había sido quien le hirió.
.- Por favor, por favor... - sin embargo, el buzón de voz saltó una vez.
Y Jungkook volvió a marcar, cada vez más desesperado y enojado. Dos, tres veces. Al cuarto intento desistió y colgó antes de que cayese en el buzón, antes de volver a sentirse rechazado, tan poca cosa que ni siquiera podía atender su llamada. Las lágrimas resbalaron y esta vez empaparon sus manos y la pantalla apagada del celular.
¿A quién llamar? ¿Quién estaría para él?
El nombre casi que brilló en su mente mientras sorbía su nariz y marcaba aún más tembloroso el número de su hyung más cercano en el mundo. Uno, dos timbres... y pronto el eco de la voz amortiguada del mayor.
.- ¿Kookie?
.- H-hyung... Hobi hyung – susurró su nombre, tratando de controlar el temblor que se había pasado a su voz.
La respiración del mayor se agitó, casi como si reconociese su tristeza: .- Kook, ¿qué pasa?
.- ¿Dónde estás, hyung?
.- En cine, con Jimin y Yoongi, que al final decidió venir – respondió la amortiguada voz de Hoseok mientras en el fondo se escuchaba el sonido de susurros y explosiones, hasta que pronto sólo quedo silencio – ¿Qué pasa? – volvió a preguntar, seguramente había salido de la sala.
.- H-hyung, ¿podrías venir por mí? – preguntó tratando de que su voz no se quebrara aún más, sus piernas moviéndose compulsivamente.
.- Ir por ti... - la voz de Hoseok adquirió entonces un tono alarmado - ¿Dónde estás?
.- No sé, en algún lugar de Hongdae.
.- ¿Estás perdido? ¿Y Taehyung?
Jungkook se mordió el labio inferior y entonces un sollozó se escapó, las lágrimas de rabia derramándose con más fuerza. Escuchó aspirar a Hoseok con compresión al otro lado de la línea y quiso decirle que Taehyung sólo era un idiota, que no lloraba por él, que no era ninguna niñita llorona porque lo cierto es que lloraba de cansancio, de estar harto de querer a alguien que ni siquiera se detenía a mirarle.
.- Les diré a los demás y...
.- S-solo tú, h-hyung... p-por favor.
.- Bien, mándame tu ubicación por Kakaotalk – la seguridad de la voz del mayor casi le provocó más llanto mientras trataba de lidiar con la sensación de calidez, de ser cuidado que se mezclaba con la desilusión que Taehyung le había provocado - Estaré allí en menos de 20 minutos.
.- Gracias, hyung...
.- Y Kook – la voz del mayor era más suave y Jungkook incluso imagino que sonreía - Todo estará bien, ¿vale? Estaré ahí pronto.
Holi...
Si, ya sé, ya sé... Muchos esperan otras actualizaciones pero es que este capítulo ya estaba avanzado y simplemente llegó la inspiración para terminarlo. ¡No pude evitarlo!
Pero esperen, ¿qué les pareció? ¿Taehyung realmente no sabe lo que Jungkook siente? ¿Lo hace por ser cruel? Y Jungkook, ¿qué hará ahora? Cuéntenme todo lo que crean, amo en serio que me lo digan.
No siendo más, me voy que debo seguir escribiendo los otros capítulos.
Gracias por leer, que ustedes son amor, amor infinito.
PD. Les invito a leer una pequeña historia KookV que escribí y esta en Cajón de Parejas.
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