Cuestión de Suerte.-

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.- Esto parece un hotel del amor en pleno centro de Seúl – fue todo lo que dijo Taehyung mientras los siete bajaban de la van frente a un edificio de cuatro pisos con muchos carteles alrededor, algunos de los cuales hablaban abiertamente de habitaciones tematizadas y promociones por horas. El lugar gritaba sexo por todo lado, tal como un hotel del amor.

Sin embargo, más que fijarse en eso, Jungkook sólo reprodujo la frase en su cabeza una vez más. No quería pensar en lo que podría implicar; ¿acaso Taehyung ya había estado en uno de esos lugares? ¿Cuántas veces habría sido capaz de ir a un sitio así? Jungkook se sentía avergonzado de sólo pensar en ir a uno y esperaba que para Taehyung fuese igual, y trató de justificar ese deseo con el hecho de que eran figuras públicas que no podían exponerse de esa manera.

No tenía nada que ver con sentir celos, en absoluto.

.- Tienes razón – convino Yoongi mientras acomodaba su tapabocas negro y estiraba los brazos con evidente pereza - ¿Recuerdas ese que vimos el otro día saliendo del edificio de KBS? Tenía rosado por todo lado, te hubiera encantado, Jin.

La risa de los demás miembros se extendió por la calle a tal punto de llamar la atención de algunos transeúntes, pero Jungkook, en vez de reír con los mayores, sólo atinó a respirar con alivio confirmando, por lo menos en ese instante, que Taehyung sólo se refería al exterior del lugar y eso no implicaba que hubiese estado en uno.

Está muerto para ti, recuérdalo; fue lo que pensó para detener la sonrisa que pugnaba brotar en su rostro.

Cuando las risas fueron muriendo, sus ojos seguían fijos en el lugar al que ahora su manager entraba y Jimin fue el único que consiguió decir algo: .- Bueno, es evidente que no es nuestro estilo...

Y es que, al ser un evento organizado por una marca extranjera con la que tenían un contrato de publicidad, el hotel elegido no se asemejaba mucho a los que sus managers generalmente escogían para sus viajes. Fue por eso que Namjoon, entrando en su papel de líder responsable y amable, trató de sonreír con cordialidad mientras los siete entraban tras Sejin hyung en el pequeño lobby del hotel.

Lo cierto era que podrá dentro lucía mucho mejor que por fuera con todos sus carteles de neón verdoso y eso, por lo menos para Jungkook, era un alivio. Después del tenso viaje desde Seúl hasta ahí, en donde le había tocado sentarse en el asiento justo detrás de Taehyung y sólo pudo pasarse las horas escuchando como el mayor tarareaba canciones y grababa videos que mandaría después a sus amigos; sólo quería tranquilidad.

Y estar tan lejos de Kim Taehyung como le fuese posible porque después de la clara insinuación del mayor de volver a hablar con él, Jungkook sabía que no podía arriesgarse. No sólo porque era demasiado débil ante Taehyung sino también porque quería mantener su dignidad y orgullo, no dejarse herir de nuevo.

.- Hay habitaciones con jacuzzi y baño turco. ¡Eso suena increíble para una sesión de belleza y exfoliación de mi piel! ¿No lo crees, Namjoonnie? – le escuchó decir a Jin, quien miraba con atención un cartel al lado del mostrador donde se informaban los precios y características de las habitaciones: sencilla, junior, suite y presidencial. ¿Qué significaban esos nombres? ¿Cuándo las habitaciones habían dejado de ser simplemente sencillas, dobles y suites?

.- ¡Oh! Y casi todas tienen máquina del amor – fue el turno de Jimin de hablar, casi gritarle en el oído sin que él pudiese entender a qué se estaba refiriendo - Yoongi hyung, ¿qué es una máquina del amor?

El rapero mayor guardó silencio ante la pregunta, pero su pálida piel se sombreó un poco mientras revolvía el cabello de Jimin y lo alejaba del cartel, mascullando algo sobre porque ese sitio no era adecuado para traer a los menores. Jungkook sólo distinguió en el cartel que había estado observando, una especie de silla alargada de color negro con un respaldar inclinado de forma extraña.

.- ¿Nunca habías visto una, JK? – la voz grave le sobresaltó y quiso, por todos los cielos, poder hacerse el desentendido a la pregunta, sin embargo, la mano grande que se cerró en su cintura era algo que no podía fingir que no sentía – Aunque no sería una sorpresa, eres demasiado pequeño como para saberlo - Jungkook sentía todo su cuerpo tenso y podía imaginar que Taehyung sonreía con total inocencia detrás de él cuando le revolvió el cabello con la otra mano – Mejor así, mantente siendo adorable, me gustas así.

Era en esos momentos en los que Jungkook no podía entender qué pasaba con Kim Taehyung. No era ningún secreto para ellos que Taehyung disfrutaba del contacto físico con casi todo el mundo y aquello era, precisamente, el catalizador para ser tan popular y con tantos amigos. Y así como era demasiado físico, también se vinculaba emocionalmente demasiado rápido.

Se enamora con el aleteó de una mariposa de uno, de otro y de quién sabe cuántos más.

Jungkook sabía eso mejor que nadie porque llevaba años observando a Taehyung, mirando como explotaba sus ocurrencias para atraer la atención de los demás hacia él, como había aprendido a manejar su cuerpo para hacerse deseable, también lo había visto jugar con otros. Incluso, podía asegurar que aquella noche en la van, cuando estuvo entre sus piernas, Taehyung jugó con él.

Y, aun así, ni siquiera podía pensar en él como una mala persona.

Sólo aléjate, por favor.

.- No te pongas así conmigo, Kookie. Me acerqué totalmente en serio esta mañana – volvió a hablar el mayor tras notar que él no diría nada – Sé que debemos hablar, te debo una explicación y eso quería en el aeropuerto hasta que hyung nos interrumpió.

Cállate, cállate; sí el mayor seguía hablando, los latidos de su corazón comenzarían a retumbar en ese pequeño espacio como un concierto a todo volumen.

.- Por favor, escúchame...

La voz suave, casi de súplica del mayor, le hizo por un momento querer girarse y decirle que no tenía explicar nada porque no pedía más que su presencia a su lado, que volvieran a ser los amigos que habían sido por años antes de ese estúpido drama. Jungkook podía vivir viendo cómo se iba noche tras noche con un amigo diferente, podía sonreír para él cuando llegaba a contarle con una sonrisa lo genial que eran.

Había vivido así desde que tenía 15 años y, estando en Los Ángeles, Taehyung se desvelaba para hacerlo reír porque extrañaba su familia y sus amigos. ¿Cómo podía separarse del mayor cuando Taehyung había sido la persona más cercana que nunca había tenido? Tal vez no tenían la misma relación que Jimin y Tae compartían, pero Jungkook había creído fielmente por muchos años, que él era importante para Taehyung.

Y ser importante por tanto tiempo, cuando Tae amaba efímeramente, era lo máximo a lo que había aspirado.

.- Hyung, y-yo... - ¿qué iba a decirle? ¿iba a perdonarlo sin siquiera escuchar una disculpa? Ni siquiera sabía que tenía que perdonar y, ¿su orgullo, ese que le había hecho ganar el lugar del golde maknae para escudarse de sus inseguridades, se doblegaría tan fácil? – No sé de qué...

.- Déjame disculparme apropiadamente contigo, Kookie – le habló sobre la oreja, su aliento cálido provocando que todas sus terminaciones nerviosas se crisparan – Sólo dame la oportunidad de hacerlo.

Sin embargo, antes de tener la oportunidad de decir algo o siquiera tomar una profunda respiración y controlar su pulso, la voz del manager se alzó sobre los siete, consiguiendo con ello que la mano de Taehyung en su cintura se alejase y dejase una sensación de picor agradable en él. Su tacto, siempre suave con él, le resultaba terriblemente placentero.

.- Vamos a repartir las habitaciones y lo haremos a la manera de siempre – la voz de Sejin hyung suena aburrida mientras alza su mano para que vieran las tres llaves que le había entregado la señorita del mostrador – A piedra, papel o tijera.

.- ¡Saben que soy malo en esto! Nunca gano – Hoseok, quien había permanecido con la mirada fija en Jimin y Yoongi durante todo el rato, se quejó mientras estira sus labios en un gesto triste – Sejin hyung~...

.- No eres tan malo como Yoongi – se burló Jin mientras se ganaba una mirada de pocos amigos de parte de su compañero de cuarto en Seúl.

.- ¡Hey!

El hombre más alto y corpulento que todos, negó con una sonrisa paternal: .- Será a piedra, papel o tijera. Los primeros tres que pierdan, tendrá una habitación, luego otros dos y así.

.- ¿Sólo nos dieron tres habitación? – pregunto el rapero de más edad mientras se cruzaba de brazos - ¿Por lo menos son de camas separadas?

.- Lo son, y tiene baño privado – respondió el manager sin borrar su sonrisa que buscaba tranquilizar a los siete chicos frente a él – Una para tres y las otras de a dos. Entonces, empecemos.

Jungkook se mordió el labio nervioso, el juego de piedra, papel o tijera podía resultar peligroso para él. Antes, habría hecho todo lo que estuviese a su alcance para compartir habitación con Taehyung o Jimin, porque podrían desvelarse jugando o hablando, pero en ese momento, sólo quería conseguir una habitación donde poder encerrarse y no salir hasta que le tocara.

Quería una habitación con Yoongi hyung y para ello, tenía que perder.

Aunque no contaba con el irrefutable hecho de que era demasiado competitivo como para perder en la primera ronda de piedra, papel o tijera. Así que se encontró analizando los rostros de sus mayores para adivinar cuál sería su elección y algunos, después de años jugando lo mismo, eran demasiado predecibles. Como Jin y su opción segura de irse por papel.

.- Muy bien – habló el líder una vez estuvieron en círculo – Los primeros ganadores tendrá una habitación doble... piedra, papel o ¡tijera!

Cinco con papel y dos con tijeras.

Y Jungkook, viendo como Taehyung recibía, con una sonrisa de triunfo simplemente por haberle ganado a los mayores, la llave de la habitación 3016 de manos del manager, sólo pudo maldecir esa parte suya que era demasiado orgullosa como para perder en un juego que era simple cuestión de suerte. Ahora, tendría que dormir en la misma habitación que Taehyung durante dos días.

Después de eso, ni siquiera se dio cuenta en qué momento Jin y Namjoon se quedaron con la otra habitación y Hoseok, con el rostro más deprimente del mundo, tuvo que aceptar compartir con Yoongi y Jimin. Sí hubiese prestado atención a ello, habría escuchado la discusión de Hoseok pidiendo un cambio de cuarto y como Yoongi maldecía por lo bajo el hecho de que su mejor amigo no quisiese dormir con él.

Habría sabido que su habitación estaba muy lejos de las otras dos, con un piso de por medio y sin ascensor. Que tendrían jacuzzi y la dichosa máquina del amor; lo que emocionó a Taehyung a niveles extraños.

Habría notado también la mirada de advertencia de Jimin a Taehyung.

Pero él sólo pensaba en lo jodido que estaba.

Lo comprobó cuando, 20 minutos después y tras recibir indicaciones de su horario para el día siguiente, Jungkook arrastraba con pesar sus pies por la moqueta del tercer piso hacia el fondo del pasillo, donde los esperaba el que sería un cuarto de tortura. ¿Cómo podría hacer para no interactuar con Taehyung?

Ni siquiera era capaz de decirle que no a lo más mínimo.

.- ¡Esto será genial! – exclamó emocionado el mayor cuando se detuvo frente a la puerta y dándole una mirada de reojo, abrió la cerradura – Entra tu primero, Kookie.

No me digas Kookie, rechinó en sus adentro mientras, arrastrando aún más sus pies como en una pataleta infantil, atravesó la puerta y buscó el interruptor de la luz, pues las cortinas no dejaban entrar ni la más mínima luz. Y por un instante, mientras sus ojos se acostumbraban al espacio, Jungkook tuvo miedo.

No había luz ni cortinas porque no había ventana alguna, en cambio, había una ducha totalmente transparente en una esquina, un televisor de más de 40 pulgadas, equipo de música, tocador, el asiento alargado llamado "máquina del amor" y una enorme cama doble en el centro que no le dejaba ver bien, la otra cama diminuta que había sido puesta a su lado.

Sin embargo, lo peor de todo... era completamente roja.

.- Es increíble... - la voz de Taehyung lucía ciertamente asombrada mientras éste cerraba la puerta y se detenía a su lado, Jungkook apenas podía respirar tranquilo, un aroma a vainilla inundando todo el lugar – Es incluso mejor que las presidenciales de Yanolia y eso que son habitaciones geniales.

Y con el peso de esa revelación, Jungkook sintió que iba a llorar. 


Holi. 

No entiendo por qué no se publicó ayer. Hoy me apareció en borradores y una parte se había desaparecido misteriosamente. En fin, parece que ya está arreglado, así que por favor díganme sí llegaron hasta aquí sin que el texto presente errores. 

Este capítulo es para Dxndxlxon sólo porque sí. (Love para ti).

Ahora sí, aclaraciones sobre el capítulo... 

Para quienes no entendieron o son muy inocentes, "los hoteles del amor" en Corea son lo mismo que un Motel en latino américa (o bueno, aquí en Colombia), es decir: un sitio al que vas para tener sexo con tu pareja. Yanolia es una hotel del amor en Seúl bastante famoso y, la traducción más literal, es "vamos a jugar".  Y, la famosa "máquina del amor", es una silla (como de gimnasio) que es para tener diversas posiciones sexuales (No me pregunten cómo sé eso, vale?). Si quieren ver cómo es, simplemente busquen en google. 

Habiendo dicho eso, ¿qué les pareció el capítulo? Cuéntenme todo, principalmente... qué creen que hará Tae ahora que ambos estarán solos y a qué se referirá con pedirle perdón adecuadamente? 

Chan, chan, chaaaaannnnnn 

Me iré a terminar el capítulo de Intermedios. :3 

Gracias por su amor a mis historias. 


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