¿Qué cosa?
Advertencias: Mención de demonios, actividad sexual explícita (dios, tápate los ojos).
~•~
Habían pasado unos días desde su llegada, la rutina de los otros acompañantes resultaba tediosa pero no era su culpa. El día comenzaba a las siete de la mañana para Chuuya, pero para ese momento Akutagawa ya estaba despierto y listo. El conserje resultaba bastante invisible, apenas lo notaba a la hora de cenar y el resto del tiempo aparecía para limpiar algo, reparar otras cosas. Hirotsu resultaba incómodo.
—Que bueno que te levantaste antes— su tío lo llamó desde el pasillo—. ¿Nos acompañas a misa?.
Nakahara solo se levantó para ir al baño, pero termino por acceder, ninguno de sus anfitriones fue malo, tampoco insistente pero él mismo se obligaba por mero civismo. Su madre le dijo que fuera amable y discreto, así lo hizo, buscó su ropa y se vistió con un solo pensamiento "No seas juzgon, ve con respeto".
Salieron de la casa y a unos metros ya estaba la iglesia, Akutagawa vestía una túnica roja y sobre está un camisón blanco. Mori por otro lado usaba una túnica blanca con detalles morados. Chuuya estaba tan fuera de lugar...
Comenzó la ceremonia cuando más personas llegaban, el muchacho de ojos azules estaba en la primera banca, tratando de no dormirse durante la misa. De reojo notó a un muchacho más o menos de su edad, quizá era menor, pero lucía más alto, dicho joven no quitaba sus ojos de Akutagawa, cada que el mencionado giraba a ver a las personas el de cabellos grises agachaba la cabeza.
~¿Le gustará?~ pensó dirigiendo su mirada al padre que ahora sonreía dando su sermón dominical. En realidad eran cosas positivas "No te portes mal, trata de ser decente y deja vivir al resto" Chuuya encontró un punto medio entre la religión y moralidad. Salió al último después de ayudarlos a quitar el incienso y cerrar las puertas.
—¿Dónde debería poner esto?— preguntó cargando una caja llena de limosna.
—Será donado al hospital cercano— sonrió el de ojos violetas señalando un pequeño bolso con la leyenda "hospital".
~Que altruista~ pensó sarcástico imaginando que terminaría en el mantenimiento de la iglesia.
—¿Tú madre no te contó?, estudié medicina— soltó aquello quitando sus zapatos en la entrada.
—¿De verdad?— cuestionó con sorpresa.
—Si, me gradué con honores, pero en mi primer año de servicio fui atormentado por el espíritu de una niña, por eso decidí ser sacerdote con especialidad en demonios.
~Ya está delirando~ vió de reojo al más joven imitar su acción.
—Seguramente debes pensar que estoy loco pero tengo pruebas— aparentaba estar más emocionado—. Podría mostrartelas luego...
—¿Es seguro?— arqueó las cejas desinteresado.
—De momento las tengo en un lugar especial, pero si vuelves podrías traer a tu hermana para que no te de miedo— sonrió por su comentario sarcástico.
—Ya está otro niño, no habrá problema— señaló a Ryunosuke, quién bebía un vaso de agua.
—Akutagawa resulta ser muy valiente— respondió antes de desaparecer en busca de su ropa normal.
—¿Tú también fuiste atormentado por un espíritu?— hizo un tono burlón esperando una respuesta negativa, pero sonó una risa.
—Me mostró un recorte de un periódico antiguo. El espíritu que lo atormentó era el de una niña llamada Elise, murió después de ser abusada por su propia madre. No descanso hasta que él llamo a un exorcista.
El cuerpo de Nakahara tuvo un espasmo por el miedo. Si veían películas de terror estaba bien, pero al leer "basada en hechos reales" prefería ver algún programa tonto para olvidarse del miedo—. Vaya...
Ambos subieron por las largas escaleras mientras Chuuya trataba de escuchar más ruido que sus propias pisadas. Estaba aterrado.
—¿Por qué te dedicas a esto?— se detuvo en la puerta de Akutagawa.
—Mi hermana y yo fuimos criados en un orfanato dirigido por monjas. Ella fue llevada al convento y a mí se me permitió estudiar la secundaria en una escuela normal. Me decidí al pensar que era lo correcto, es todo lo que conozco...
—¿Qué edad tiene tu hermana?— titubeó un poco.
—Cumplió quince hace poco, no la veo desde hace tres años, hablamos cada mes— sonrió con melancolía al recordar lo pequeña que lucía la última vez.
—Mi hermana tiene quince, pero es una mocosa desagradable— trató de ser gracioso pero no resultó.
—No quiero ser grosero, pero es tu hermana— el pelinegro era difícil de roer.
—Así bromeamos— tuvo una exelente idea, y sacó su celular—. Mira, es ella, se llama Kyoka.
El de puntas blancas analizó la imagen, Nakahara sonreía mientras su hermana pellizcaba su mejilla izquierda—. Son cercanos.
—Claro, yo la he cuidado desde pequeña. Creo que tú también cuidaste de la tuya.
—Lo más que podía, una vez robó un caramelo y me culpe para recibir su castigo.
—Bueno, apuesto a que ella lo recuerda— sonrió tratando de ser empático con el más alto—. ¿Cómo se llama?.
—Gin.
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—Llevaré el dinero recoletado durante este mes— Ōgai buscó una sombrilla pues parecía avecinarse la lluvia—. Usaré la camioneta de Hirotsu, él estará en su cuarto, no lo molesten si no es para algo del mantenimiento.
—Con cuidado— Chuuya se hizo otra foto junto a una pintura antigua, al menos se tomó diez en los primeros días de su visita.
—Bueno, tardará mucho, debería preparar la cena— el de ojos grises se puso un delantal.
—Te ayudo— odiaba cocinar, pero el muchacho fue tan amable que solo podía dar el mismo trato.
Así comenzó a cortar algunas verduras para el estofado. Algunos momentos escuchaba un poco de la rutina estudiantil de Akutagawa. Básicamente estudiaba por su cuenta con ayuda de Mori para después presentar los exámenes.
—Traje un libro de bioquímica, puede que te sirva para estudiar— comentó antes de quedar a ciegas.
—Se fue la luz— el más alto buscó una vela a ciegas para prenderla y buscar más ahora siendo un poco iluminado.
—¿Pasa siempre?— Chuuya se pegó más a él para evitar tropezar con algo.
—No, es la primera vez en meses— sentenció indiferente tomando un candelero de la gaveta para dárselo y permitirle ver mejor—. Debería ir por Hirotsu.
—Maldición, ¿Dónde están los fusibles?— estaba más preocupado por poner de mal humor al anciano.
—Afuera, y no deberías expresarte así— lo acompaño siendo él quien cargaba la sombrilla mientras Chuuya movía un par de cables y conectaba otros, al ver un falso contacto se acercó más ignorando que pisaba la pequeña puerta en el suelo.
—Creo que ya...— la puerta de madera termino partiendose haciendo que cayera por las angostas escaleras golpeando su cuerpo un par de veces—. Mierda.
—¡¿Estás bien?!— Akutagawa bajo a auxiliarlo teniendo que cubrir la vela con la mano para que no se apagará.
—Claramente no— soltó una risa nasal recargando su peso en un estante, la no tener cuidado un pequeño jarrón cayó rompiéndose.
—Será mejor que salgamos— lo apoyó ignorando lo que sea que tiro.
—¿Eso es carne?— preguntó mirando una especie de órgano disecado.
—Debe ser algún tipo de amuleto— trató de avanzar pero una corriente de aire apagó la vela—. ¿Puedes caminar?.
—No sin luz— sonrió antes de sentir cómo apretaban su muslo—. ¡No me toques así!.
—¿Qué?— Akutagawa distinguió su cara una vez acostumbrado a la oscuridad—. Mis manos están tomando las tuyas.
—No estoy tocando tus manos...
Ambos ya estaban sudando, presas del miedo.
—No es momento de bromas— chilló Akutagawa.
Chuuya iba a discutir pero una risa varonil los interrumpió. El mayor casi se orina del miedo, soltó un chillido antes de abrazar el cuerpo del contrario, o al menos lo que distinguió. Akutagawa imitó su acción llorando, si eso era una broma de alguien seguramente dejaría el camino de dios para matar al responsable.
—¡¿Qué les pasa?!— Hirotsu bajo iluminandolos con una lámpara de mano.
—¡Corre!— gritó Chuuya llendo en su dirección seguido de Akutagawa.
—Solo fue un apagón— comentó soberbio al sentir a los menores detrás de su espalda—. Miren, no hay nada.
Nakahara asomó la cara por su hombro asegurándose de ver bien en todas direcciones—. Pero escuchamos un ruido...
—Debió ser algún ratón— el anciano rodó los ojos antes de empujarlos para salir y recoger su paraguas—. Estos mocosos se asustan por nada.
Al final de su travesía terminaron cubriendo la entrada con una lona y así entraron a la casa. Akutagawa seguía consternado mientras que Chuuya se obligó a creer en el mayor. Terminaron de hacer la cena comiendo en silencio los tres varones. Después de eso Akutagawa revisó su heridas notando que ninguna era grave.
Al no recibir señales de Mori, ambos jóvenes subieron a la segundo piso para ir a sus respectivas habitaciones, de lo ser tan tímido posiblemente Akutagawa le habría pedido quedarse con él pues aún temblaba. Rezó duramente cuarentena minutos antes de caer rendido sujetando su cruz.
Chuuya por otro lado no fue tan inteligente, apenas se acostó buscó distraer su mente con el juego de su teléfono. Lo logró fácilmente para después apagar el dispositivo y dormir plácidamente.
Su sueño se volvió en uno húmedo rápidamente. La figura de un muchacho delgado y alto se posaba en su entrepierna moviendo las caderas sobre su miembro. Una risa similar a la que escuchó volvió a dejarlo sin aliento.
—Pensé que era una chica, tienes en cabello largo— siguió en su labor endurecido la virilidad de Chuuya antes ponerla en su entrada.
Nakahara gimió ante la sensación—. Se siente bien...
—Claro que si— apretó alrededor de su carne para hacerlo gemir más alto. Brincó durante unos minutos más—. ¡Dame más!
Chuuya mordió su labio inclinado la cabeza hacia atrás dejándose llevar por su orgasmo. Tan rápido terminó escucho una voz bastante melodiosa.
—Vaya, follar con un chico es aún mejor— el ente bajo de su regazo dejando ver parte de sus facciones. Su cabello era ondulado y castaño, era muy delgado y alto, más de lo que pensaba al verlo saltar en él.
Nakahara no pudo pronunciar nada más pues el sonido de su alarma lo hizo despertar. Su pijama estaba manchada justo en su entrepierna. Jadeo frustrado al ver el desorden que hizo dormido, se levantó aún si le dolía la cabeza, no lograba distinguir si por el accidente de ayer, o algo más.
Liberó un nuevo intruso para sus sueños.
No les voy a mentir, me dió miedo escribir esto de noche.
Repito, mis conocimientos en estos temas son limitados, y aunque investigo trataré de adaptarlo a mi idea original.
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