Advertencias: Contenido sexuªl (nada muy explícito por Wattpad flopero).

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—¿Te gusta?— preguntó el castaño recibiendo una felación de Chuuya—. Carajo, eres el mejor.

Chuuya abrió la boca pero en ese momento sonó la alarma de Dazai despertando con sumo enojo—. Estoy sucio…

Unos siete meses de bella relación llenaban el corazón de Dazai que antes lucía como una pantalla rota (muy triste), en conjunto a la abstinencia con roces que lograban incrementar su libido, claramente no eran la mejor combinación.

Pero amaba a Chuuya, cuando lo insultaba y hasta cuándo lo besaba robándole todo el oxígeno de sus pulmones. Debía decirle que quería tocarlo de formas indecentes pero la oportunidad simplemente no se daba para eso.

"Oye, quiero metértela" no era algo que le complaciera a Chuuya, tal vez "Quiero chupartela y después montarte" sonaba menos agresivo, aunque de igual forma no importaba lo mucho que quisiera inclinar al pelinaranja contra una mesa y dejarlo como una bella obra que estuviera a la altura de 10,000 dólares, jamás haría nada por iniciativa, esto se debía al miedo de arruinar las cosas con su ahora novio.

Era uno de esos días donde Chuuya lo visitaba en su departamento para ver películas, y de paso hacer que comiera algo saludable. El más apretó los labios al ver cómo se quitaba los guantes que usaba debido al frío con ayuda de sus dientes, dios, era hermoso.

—¿No has comido nada desde ayer?— el mayor frunció el ceño.

—Pero era porque ya sabía que chibi vendría a verme— formó un puchero infantil—. Cené un rico cóctel de cebada con minerales y…

—Una puta cerveza— interrumpió el contrario—. No tienes remedio.

El castaño sintió una leve punzada pero rápidamente se olvidó de aquello cuando Chuuya puso frente a él la comida que trajo desde casa. Los padres del muchacho le tenían aprecio por la falsa imagen que podía llegar a dar de sí mismo siendo decente, así que no tenían (mucha) objeción en dejarlo dormir uno, o dos días con Dazai; ese mismo tipo quería arrancarle las prendas a su hijo y apoyarlo contra una pared.

—Debes descansar ahora que tienes vacaciones, te vas a morir si no duermes bien— reprendió el de ojos azules mientras estiraba un plato de comida—. No pienses que te daré de comer en la boca como a un bebé.

—Pero soy tu bebé— murmuró aunque de igual forma siguió sus indicaciones—. Tengo buenas noticias, Odasaku si aceptó llevarnos a la playa...

—¿No era solo entre nosotros?— ciertamente no le importaba la presencia del otro, pero era extraño.

—Es que mis padres dijeron que no puedo ir solo porque no se manejar— era la principal razón para no darle un auto cuando se mudo cerca de la universidad—. No quiero molestar a Odasaku en tiempo de exámenes, pero...

—Mi hermano me dará clases de manejo, espera un poco hasta que consiga mi licencia de conducir.

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—¿Si te vas a quedar?— era extraño como alguien tan diligente cómo Dazai podía ser adorable con el cariño correcto.

—Soy un adulto, obviamente no necesito permiso— mentira, negocio con su madre una semana de deberes para quedarse una noche con su novio.

—La babosa se queda donde pertenece, en el suelo— fue golpeado por el zapato de Chuuya—. ¡¿Qué demonios?!.

—Vete a la mierda, deberías agradecer que te visite aún cuando tengo clases— gruñó con notable rabia—. ¡Dormiré en la sala!.

El castaño se arrepintió enseguida y trató de solucionarlo, pero ya era tarde; Chuuya azotó la puerta y Dazai susurró algo—. Babosa tonta…

No pasaron más de cuarenta minutos para que el de vendas saliera a forzarlo a volver con él. Para su sorpresa Chuuya ya dormía cómodamente acurrucado en el sofá.

—Maldito perro, y yo sin poder dormir— murmuró queriendo patearlo, pero vió un bulto en su entrepierna que lo hizo replantearse la situación.

Movió su brazo levemente hasta despertarlo—. ¿Qué mierda quieres?.

—Estás duro— señaló su entrepierna.

Los colores subieron a sus mejillas cubriendo esa zona con la sabana—. Carajo…lo siento, no debería ver eso.

—¿Por qué?— se sentó en el filo del sofá—. Es normal que hagamos cosas así, quiero decir si tú quieres podemos hacerlo.

Chuuya dudó unos segundos, pero cedió dejando un beso en su barbilla que rápidamente se transformó en mordidas aleatorias por su cuello.

—Sigue así, mierda bebé— dijo cuando la mano del de ojos azules apretó su creciente erección y siguiendo sus instintos metió la mano en su pijama buscando contacto directo. Dazai, como un hombre agradecido devolvió el gesto con suavidad—. No tienes idea de lo mucho que soñé contigo…

—¿Por eso estás desesperado? Mira como se mueven tus caderas— se burló pero de igual manera su mano no se detuvo, al contrario, sus movimientos se volvieron rápidos sobre el miembro del muchacho. Cada que un poco de líquido se filtraba lo esparcía con ayuda de su pulgar—. ¿Estás cerca? Te siento palpitar en mi mano.

Eran las palabras, la respiración errática cerca de su sensible cuello y la maldita mano que lo acariciaba con experiencia; bastó poco tiempo para obligarlo a morder su labio reteniendo un gemido gutural mientras su cuerpo temblaba ligeramente. Chuuya arqueó las cejas cuando Dazai detuvo su mano encima de su eje.

—Solo un segundo— el castaño trataba de regular su respiración y no morir de vergüenza por la mirada confundida de Chuuya que gritaba "Esperaba más"—. Mi boca, puedes ponerlo en mi boca.

No fue necesario hacer dos veces la misma oferta para que Chuuya brincara con alegría siguiendo sus instrucciones.

Sería una larga noche para dos almas anhelando el contacto entre ellas.

Notas de la autora:

Si me borran este libro, lo voy a publicar en ao3, solo es un aviso.

Les juro que escribí un buen de escenarios de estos dos para la historia (todavía tengo uno bien lindo) pero no sé si subirlo, ayuda.

La parte donde Dazai dice "pero soy tu bebé" ahora me suena a la rola culerª de tik tok 😔