Mario y Rosalina están juntos en la casa del primero. Ella está sentada en el sillón de la sala mientras mira su celular, y Mario entra desde la cocina.

Rosalina (deja su teléfono a un lado para ver a Mario) : Oye Mario ¿ya viste las fotos que subió Peach?

Mario (se sienta a la par de ella) : Sí, se nota que está disfrutando sus vacaciones. Ese bronceado de la foto le queda genial, y debo decir que luce muy bien ese encantador bikini rosado. Aunque siempre fue así de coqueta.

Rosalina ve a Mario en silencio de forma seria, lo que causa que él ría suavemente, tras lo que se pone de rodillas en el sillón para estar a la altura de ella y toma su rostro entre sus manos.

Mario : Pero tu sabes que a mis ojos tu eres la mujer más hermosa y encantadora del universo, y no necesitas un bronceado o poca ropa para cautivarme. Además, eres tu la que está aquí conmigo.

Rosalina : Mmmm ... (en un tono juguetón) todavía la salvaste.

Mario (sonríe) : Vamos ¿donde está la confianza? Es más, estoy seguro de que has conocido hombre más apuestos que yo y has pensado lo mismo.

Rosalina : ¿Sabes? Tienes razón. Una vez conocí a un hombre de mi estatura, muy apuesto, con unos músculos increíbles, casi podría cargarme con un solo brazo. Todas las mujeres que lo conocían suspiraban por él, y era un espectáculo verlo sin camisa.

Mario se sorprendió con la respuesta, pues no esperaba que Rosalina realmente conociera a más gente.

Mario (preocupado) : ¿E ... en serio?

Rosalina rió suavemente mientras empujaba ligeramente a Mario, recostándolo en el sillón y quedando ella encima de él.

Rosalina (en un tono juguetón) : ¿Donde está la confianza? ... además ... a ti es al que le doy todo mi amor.

Ella se inclinó sobre Mario y presionó suavemente sus labios sobre los de él, comenzando un dulce beso que terminó la conversación.