31

*Scourge mimiendo plácidamente*

—le toca el hombro—...

El verdecito solo le da la espalda.

—lo sacude leve—...

— Mgh...—quejido somnoliento.

—lo sacude más fuerte—...

*Scourge no reacciona*

—lo sacude emputado y le mueve hasta la base de la cama—...

— Agh...—se sienta y mira alrededor notando que no hay nadie—. Mira cabrón, con que me sigas con estás puterías te voy a meter una bendita cruz tan culero por el orto que si no te exorcizo te revivo —se vuelve a acostar.

—...

Duerme plácidamente el resto de la noche.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top