Capítulo 6

Testamento y Sorpresas.

Dos días han pasado desde el trágico suceso de la muerte de Thomas Beckett. Zayn se ha levantado muy temprano y ha ido a la empresa para, según Henry, conocer algunos asuntos de vital importancia que debería saber antes de que tome el mando oficialmente de Beckett Corp. Creo que Henry está aceptando que tarde o temprano Zayn tomará las riendas de la empresa familiar.

Entre tanto, me dirijo al cuarto del joven Noland para obtener información acerca de Janine. Si hay alguien en toda la tierra que pudiera revelarme quien en realidad es Janine Beckett, ese sería Noland, el menos interesado a lo que pudiera acontecerle a la familia Beckett.

—Janine siempre ha sido una mujer muy fría —comenta Noland—, sabia y calculadora. Siempre se sale con la suya y muy raramente parece recibir daño de cualquier ataque que se le haga de frente. Su nivel de manipulación es muy sutil, casi imperceptible. Ella ha demostrado ser la verdadera cara de la indiferencia y la maldad.

Noland se oye muy seguro al hablar de este modo de su madre, y le creo. Es decir, ¿cómo no creerle a un joven ciego que vive todo el día encerrado en su casa y que su única compañía es su mayordomo, al cual le paga?

—Oye... —digo, cambiando un poco de tema— Te felicito, por primera vez noto que saliste de tu habitación en presencia de todos.

—Tenía que hacerlo. No podía faltar al funeral de mi abuelo. Después de todo soy un Beckett, ¿no? O eso es lo que siempre me han enseñado desde pequeño.

Miro una foto de Janine junto a sus tres hijos que reposa sobre la mesa de noche de Noland y eso me hace pensar que todavía no conozco tanto de Janine como me gustaría conocer.

—¿Noland? —pregunto algo tímida, quizás con temor a decirle algo a Noland sobre su madre que pudiera ofenderlo.

—¿Sí? —me responde éste sin la más mínima pizca de curiosidad.

Formulo varias veces la pregunta en mi cabeza para lograr decir algo que no se note sospechoso o quizás que no parezca que soy una entrometida.

—¿Qué sabes del pasado de Janine? —le interrogo.

—Mmm... ¿El pasado de Janine? —repite—. ¡Hum! No me había preguntado eso jamás. Supongo que es un misterio.

Eso, misterio. Una mujer que pertenece a una familia mundialmente adinerada y no se le conoce pasado o historia. Sus hijos solo podrían describir su vida como un misterio. Afortunadamente, resolver misterios me sienta muy bien.

Le agradezco muchas veces a Noland por contestar mis preguntas, salgo de su cuarto con dirección al mío y es cuando el estruendoso sonido de una discusión hace que cambie mi ruta de mi habitación a la de Josh.

Por la ranura de la puerta observo a Valeria, y posteriormente a Josh quien se nota airado contra esta. Llanto, ruidos y gritos sobresalen de las paredes, pero al parecer soy la única que se ha dado cuenta de tal discusión.

—¡¿CÓMO PUDE SER TAN TONTO, VALERIA?! —expresa Josh con voz excesivamente alta.

—Perdóname, Josh... —agrega Valeria en llanto—. Mi intensión nunca fue herirte...

—¡Pero lo hiciste, Valeria! ¡ERES DESPRECIABLE!

Valeria solloza, llora y llora con mucho dolor notable. Su nariz podría asimilarse a un tomate por lo roja que está, al igual que sus mejillas; el cabello que cae por su rostro esta un poco húmedo, consecuencia de tantas lágrimas que ha derramado. Esto se ve muy personal, tal vez debería dejarlos solos...

—Josh, yo...

—¡Olvídalo, Valeria! ¡Jamás volveré a creerte! Lo único que lamento es no haberme dado cuenta antes...

—Estás malinterpretando las cosas, Josh —dijo Valeria gimiendo y jipiando—. Todo esto es un gran mal entendido...

—¡¿Qué es un mal entendido?! ¡¿Qué siempre has estado enamorada de Zayn?! ¡¿ES ESO?!

"¡Espera! ¿Qué?"

Valeria se queda callada y solo llora en repuesta, a lo que Josh grita:

—¡EXPLÍCAME! —con crueldad en su voz.

—Lo siento, Josh... No quería herirte, perdóname...

Valeria intenta colocar su mano en la mejilla de Josh pero este aparta su cara bruscamente para que ella no pudiera siquiera acercase.

—Ya es tarde, Valeria. Ya el daño esta hecho... Solo, contéstame una cosa: ¿qué tan tonto creías que era como para no darme cuenta de el amor que sentías por mi primo?

Valeria abre un poco su boca para dar la respuesta y cientos de lágrimas siguen cayendo por sus mejillas.

—Yo no sé que responder a eso... —se limita a decir la chica con vergüenza y humillación acumulada en su rostro.

—Solo, vete, Valeria...

—Josh...

—¡LARGO! —Josh grita y Valeria sale a huidas de su cuarto.

Yo me retiro de la puerta de entrada con suficiente tiempo de antelación para evitar encontrarme cara a cara con Valeria. ¡Lo sabía! Valeria siempre estuvo enamorada de Zayn y quizás salía con este para darle celos o para estar más cerca de él. Que mal debe estar sintiéndose Josh, que tu novia te traicione es casi tan malo como enterarse de que tu novia solo te utilizaba para llegar a los brazos de otro. Eso si está mal.

A la mañana siguiente, en el desayuno, todo el ambiente parecía peor que una biblioteca. Nadie le dirige la palabra a nadie. Se escucha por lo bajo el sonido de los platos y los cubiertos chocando entre sí mientras la familia Beckett no hace más que solo comer. Zayn llegó muy tarde anoche y no tuve tiempo de hablar con él ayer acerca de Valeria y su eterno amor por él. Y, hablando de Valeria, Josh tampoco bajó a desayunar esta mañana, es habitual que Noland no se presente a desayunar con la familia pero es raro, para no decir infrecuente, que Josh no se presente, ha de sentirse muy mal por lo que le hizo Valeria.

Pierre se hace notar acercándose a la mesa con una jarra cristalina de agua y su habitual traje de mayordomo.

—Señor —se dirige Pierre a Henry con mucho respeto—. El abogado de la familia acaba de llamar. Informa que ya está todo listo para la lectura del testamento del Sr. Thomas Beckett.

Todos absolutamente abren muy ampliamente los ojos. Ninguno puede ocultar la sorpresa que esta noticia les causa. Y, aunque se supone que todos debieron haber previsto que tarde o temprano se haría la lectura del testamento de Thomas, nadie pareciera haberse esperado que ocurriera tan pronto. Ni siquiera Janine que, con la noticia, parece haberse ahogado un poco con lo que estaba comiendo, por lo que tuvo que tomar un rápido trago de agua.

El único que parece estar calmado y sereno por la noticia es Zayn. Quizás él si esperaba a que todo esto sucediera. Con ceño fruncido y total seriedad Zayn continua desayunando sin prestarle atención alguna a la expresión de su familia.

—¿Seguro que la reunión está pautada para hoy, Pierre? —pregunta Henry alzando una ceja con intriga.

—Sí, señor. El abogado Sheffield fue muy específico en cuanto al día y dejó en claro que esperaba a todos los miembros de la familia Beckett a las diez de la mañana.

—Estaremos allí —responde Zayn sin vacilación—... Dile al abogado Sheffield que no habrá problemas para ningún miembro de la familia Beckett el asistir.

Zayn toma su vaso de agua y bebe de el tranquilamente como si no pasara nada, y nadie puede creer que esté tan calmado, incluso a mi me sorprende. Thom lo mira desde el otro ángulo de la mesa con claro desprecio. Está a punto de suceder lo que marcará el destino de cada uno de los Beckett y a Zayn parece que le es indiferente lo que suceda el día de hoy. Sin embargo, existe algo que ni siquiera Zayn puede manejar...

No lo sé, Gossip... No me siento tan fuerte ahora como lo era antes [...] Quiero a mi abuelo. No quiero pensar que se ha ido... No quiero creer que me ha dejado solo...

Puedes ayudarme, Gossip, puedes venir conmigo a Madrid...

Después del desayuno, los Beckett procedieron a levantarse de sus asientos e ir en dirección a la empresa de la familia con el fin de llevar a cabo la lectura del testamento. Por su puesto, los gemelos Noland y Josh no decidieron asistir.

Llevo poco tiempo conociendo a Noland y a Josh, pero aun así me parece raro que Josh no haya bajado a desayunar, ni siquiera se molestó en ir a la empresa para la lectura del testamento. Seguramente es algo que he de esperar de Noland, quien siente poca confianza, detesta estar con su familia y en general no soporta estar con las personas, supongo que es por su actual estado de ceguera.

He dado vueltas en el asunto y me preocupa el hecho de que quizás Josh se esté sintiendo mal por lo de Valeria. Espero que Josh no esté enojado con Zayn por todo lo ocurrido. Él estaba en realidad muy molesto; temo que piense que Zayn tiene la culpa de que Valeria esté enamorada. Aunque eso no sea verdad, un joven celoso puede ser muy peligroso; lo es más si ese joven es un Beckett.

Camino por la mansión hasta llegar a la enorme sala de estar de los Beckett. Me detengo sin poder evitar oír la conversación de dos de las amas de llaves.

—Y ni siquiera bajó a desayunar con la familia... —continúa una de ellas (la más joven)- Empiezo a creer que esto tuvo que ver con lo de la señorita Valeria. La escuché saliendo del cuarto del joven Josh hace unos días, y estaba llorando. ¡Algo debió a ver pasado! ¿No lo crees, Ellen?

—Probablemente. Y bueno, es de esperarse esa reacción del joven pues... ya sabes, por lo depresivo que es... —murmura la de más edad.

Un momento....

Entonces.... ¿Josh sufre de depresión?

Tras darme cuenta de esta triste y sorprendente noticia empiezo a analizar cada uno de sus comportamientos depresivos. Me alegra haber estudiado esta clase en la preparatoria, pero sobretodo me complace que la Sta. Margarett halla puesto tanto énfasis en la depresión en adolescentes. Uno de los síntomas que más recuerdo y que más ha captado mi atención es el siguiente: Falta de interés en las relaciones con familiares o amigos o conflictos con esas personas.

Josh no bajó a desayunar hoy, quizás, porque no sentía ningún interés en reunirse a tomar una comida con su familia. Recuerdo que..., cuando llegué aquí, él se había tardado en bajar a almorzar y eso me lleva al siguiente síntoma de la depresión: Insomnio o dormir demasiado.

Este síntoma en particular es interesante pues se adapta a cualquier tipo de persona, es decir, si la persona suele dormir demasiado el cambio es que -al tener depresión- tiende a tener insomnio, y es así a la inversa.

Recuerdo que, ese mismo día (cuando llegué a la mansión) Josh se excusó diciendo que se había quedado dormido, lo cual es claramente una pista. Thom se quejó de que Josh comenzaba a dormir más de lo normal, de hecho sus palabra fueron algo relacionadas con que Josh parecía una especie de Bella Durmiente, un claro insulto, dando entender que últimamente Josh había estado durmiendo más de lo normal.

También noté la reacción conflictiva de Josh con respecto a las palabras de su hermano e incluso la huida de la mansión que ocurrió esa misma noche.

¡Todo está tan claro ahora! ¡Gracias, Sra Margarett!

Claro, todo este rompecabezas no termina aquí, aun estoy preocupada. Según la teoría de la muerte de Dean, se conoce que antes de su "supuesto suicidio" éste sufrió periódos depresivos -todo, por lo que se especulaba, por culpa de Reese-, y, aunque Dean en realidad no decidió acabar con su vida, me asusta la idea de que Josh deseé hacerlo.

Me encamino hasta la habitación del joven. Al estar frente a la puerta me propongo tocarla, sin embargo me detiene el ver que está abierta. Quizás es porque una de las amas de llaves le llevó el desayuno hasta su recámara y olvidó cerrarla. Empujo ligeramente la puerta y recorro con la mirada toda la habitación en menos de 3 segundos. Quedo estupefacta. Solo observo mesas de noche y estantes volcados, viejas fotografías familiares rotas, botellas de alcohol partidas en mil pedazos y un chico cuya vida está destruida justo ahora.

Todo esto me hace sentir terrible. Un nudo se me hace en la garganta y en el estómago, y empiezo a sentir lástima y empatía al mismo tiempo.

Reúno un poco de valor para decir una palabra pero lo único que logro decir es su nombre. Pero muy por lo bajo. Casi creo que no me ha escuchado.

—¿Qué quieres, Lili? —pregunta el chico desde su asiento.

—Ah... Vine para saber cómo estabas.

Al mirar fijamente aunque discimuladamente su rostro me doy cuenta de que ha estado llorando, lo cual es otro síntoma de la depresión: llanto sin motivo aparente.

Esto de verdad es preocupante.

—Ya comprobaste lo que querías. Ahora puedes irte —hace una señal con su mano en dirección a la puerta.

—Josh...

—¿Qué? —pregunta bruscamente.

—No vine para hacerte sentir mal... Vine para ayudarte.

—¡NO PUEDES HACER NADA POR MÍ, NI SI QUISIERA YO MISMO PUEDO HACERLO! ¿CREES QUE SI TUVIESE REMEDIO, ESTUVIERA AQUÍ LLORANDO EN MI HABITACIÓN?

—Josh no te estoy preguntando si puedo ayudarte o no. Te estoy diciendo que voy a quedarme aquí hasta que te des cuenta de que esto puede solucionarse —digo firmemente— Sé que tú y yo no somos buenos amigos y que recién te conozco. Pero si algo he aprendido es que si puedo ayudar a alguien, debo hacerlo.

Josh hace una breve risa y mira hacia el suelo, luego dirige hacia mí una mirada seria acompañada de una sonrisa maliciosa.

—¿Acaso sabes que es despertar cada día sintiéndote inútil y que no vales nada? ¿Acaso entiendes que significa tener que llorar como un idiota sin saber si quiera por qué? O, ¿comprendes si quiera el hecho de recordar día tras día errores que cometiste hace mucho? Estoy seguro de que tu respuesta es no. E insisto, no puedes ayudarme, créeme, ni siquiera un psicólogo puede hacerlo.

Sus palabras me demuestran claramente cómo se siente. Algo me dice que no solo se siente así por lo de Valeria, hay algo más. Quizás esto sea más difícil de lo que imaginaba. Aun así, me tomo la libertad de caminar en dirección hacia él y de sentarme sobre su cama para mirarlo, mientras él está sentado en aquel pequeño sofá.

—Es cierto. No sé que se siente pasar por eso —afirmo— Pero el hecho de que no tenga depresión o algo parecido no significa que no haya si quiera vivido un momento de tristeza que me haga sentir inútil.

Miro mis manos por un segundo. Suspiro y dejo salir de mi boca lo que he sentido durante tanto tiempo.

>>Cuando tenía a penas 8 años..., mi madre nos abandonó a mis hermanos y a mí. A pesar de que viví el resto de mi vida con mi padre, y de que no estuve completamente sola, me he sentido inútil. He sentido incluso que no valgo nada...., que para ella no valía absolutamente nada. Y sé, que no puedo ayudarte del todo, pero quiero que sepas.... que cuentas conmigo, no importa lo que pase, porque esto no lo hago por Zayn o por simple caridad, lo hago porque quiero ayudarte Josh... y quiero hacerlo de verdad.<<

Miro su rostro. Él permanece quieto y sin inmutarse, solo me mira. Sin embargo no puedo evitar dejar salir de mis ojos unas cuantas lágrimas.

—Eso fue lindo... —dice seriamente y en voz baja, mirando hacia otro lado como si sintiera pena al decirlo.

Seco mis lágrimas.

—No quiero que te sientas inútil. Estoy segura de que vales mucho Josh. Si algún día sientes que ya no puedes más, habla conmigo. Quizás no sepa qué decir... pero de seguro estaré dispuesta a escucharte.

—Gracias por... venir.

—Es lo mínimo que podría hacer por ti.

Me levanto de mi puesto y lo abrazo fuertemente tomándolo por sorpresa. Tras hacer esto brevemente, observo en el sillón donde se encontraba Josh, un arma oculta bajo una pequeña almohadilla. Dejo de abrazarlo y pienso en lo siguiente: Josh está tan deprimido que quizás esté dispuesto a acabar con su vida.

Creo que aún puedo hacer algo por él. Sin embargo estoy aun más preocupada. Espero que esta idea sea buena.

—Aguarda aquí unos segundos —digo— Ya vuelvo.

Realmente espero que esto resulte.

Josh se sienta en el sofá nuevamente y yo procedo ha salir en dirección a la habitación de Noland. Tras estar parada enfrente de ella (la habitación) no tardo en tocar la puerta.

—¿Quién? —pregunta el joven gemelo de Josh.

—Soy yo, Noland... —digo desde afuera.

—Ah... no creo, YO soy Noland, ¿tú quién eres? —pregunta el joven ciego.

Río por su pregunta.

—Sé que tú eres Noland. Yo soy Lili.

—Ah... —dice el joven avergonzado por haber escuchado mal.

Escucho a Noland darle el permiso a Pierre para abrirme la puerta. Pierre obedece y al abrirla contemplo la cara del mayordomo y a su amigo Noland sentado sobre la cama.

—Noland ¿puedo hablar contigo un segundo?

—Sí, claro. Pasa, Lili.

Entro en la habitación del joven ciego y procedo a sentarme junto a él. Sé que Zayn me prohibió que hablara con los gemelos, pero esto tiene que solucionarse. Noland es la única persona que puede ayudar a Josh.

—Necesito tu ayuda. O mejor dicho, alguien además de mí necesita tu ayuda —digo.

—¿Quién además de ti necesita mi ayuda? —pregunta.

—Es tu hermano, Noland.... —suspiro— Él está muy mal.

—¿Hablas de Thom?

—No, hablo de Josh.

El joven se cruza de brazos y hace una mueca de desagrado.

—Lo siento, Lili. Pero no puedo ayudarte.

Tras oír sus palabras no puedo evitar enojarme.

—¿Qué les sucede a los dos? —refuto— ¡No entiendo cómo ambos son capaces de durar años sin si quiera mirarse o hablarse! ¿Acaso no pueden dejar el orgullo a un lado? Josh necesita de ti, Noland, y estoy segura de que tú también necesitas de él. Josh está a punto, a punto de quitarse la vida, lo sé por que vi en su habitación un arma. Créeme, eres el único que puede ayudarlo.

Noland queda sin palabras por unos segundos.

—Por favor....—le suplico.

—¿Donde está él? —me alegro al escuchar esa pregunta.

—Está en su habitación.

Noland se levanta y procede a dar órdenes a su mayordomo amigo:

—Pierre... llévame a la habitación de Josh.

—Como usted diga, señor —acepta el mayordomo.

Sonrío felizmente.

Espero que esto funcione. Ahora solo queda arreglar las cosas con Josh ¡Esto si que es muy agobiante!

Llego nuevamente a la recámara del depresivo y joven Josh. Él se encuentra aun con vida, sentado sobre el sofá como lo estaba antes de que me fuera.

Lo nombro, y este al oír que lo he llamado, dirige la mirada hacia mí.

—Hay alguien que quiere hablar contigo _le informo.

Josh no tarda en presenciar la entrada de su hermano gemelo en la habitación, acompañado de Pierre y su bastón.

—¿Podemos hablar? —pregunta Noland.

Josh se sorprende tras oír la voz de su hermano dirigida hacia él.

Doy tres pasos y salgo de la habitación, sin embargo contemplo desde afuera cómo un par de gemelos se reconcilian.

[...]

*Zayn:

El clima está tenso en esta oficina. El abogado continúa negándose a leer el testamento debido a la falta de integrantes de la familia. Obviamente tanto mis tíos, como Janine, se enfadan.

Miro hacia un lado y hacia el otro buscando maneras de distraerme. Los climas tensos me dan nauseas, no literal, pero si los detesto. Eso, unido a que estoy junto a los miembros que más me desagradan de mi familia, me produce asco.

—Disculpe Sr.Sheffield... —habla Janine con un tono serio— pero mis hijos están enfermos, así que yo vine en representación de ellos.

—¿Y qué hay de las Hale? ¿Tiene una explicación para eso? —pregunta el abogado. Al escuchar esas palabras del abogado, Janine permanece callada, aunque molesta.

—Mi esposa tiene razón abogado. No tenemos todo el día, así que necesitamos que comience ya —declara Henry.

Tan pronto como Henry termina de hablar, una de las secretarias de la empresa se dirige a él luego de disculparse por la interrupción con estas palabras:

—Señor, Beckett. Su hermana Amy está aquí.

—Hazla pasar —le ordena él.

Mi tía Amy y su hija Emma, se incorporan en las sillas junto a mí. Amy, me saluda en voz baja, igualmente lo hace Emma. No tardo en presenciar las caras de desprecio de Janine y Natasha, ambas detestan admitir el hecho de que la hija más querida de mi abuelo esté aquí presente.

—Bueno, ya que las Hale están aquí. Creo que podemos comenzar con la lectura —declara el abogado Sheffield.

Tras leer las palabras de introducción del testamento, donde mi abuelo hacía un breve saludo y explicaba ciertos detalles con relación a la familia y la empresa, el abogado procede a leer sobre las posesiones que mi abuelo ha dejado.

—Yo, Thomas Beckett, en pleno uso de mis facultades he decido dejar la empresa...

Un sonido ensordecedor prorrumpe en mis oídos y puedo sentir como ese sonido penetra en todos los demás oídos de las personas que están a mi alrededor. Todos ponen malos gestos. Nadie se esperaba esta noticia. Thom sonríe. Claramente alega que es una victoria para él. Yo sigo sin poder escuchar nada. En este momento, todos miran fijamente al abogado con expectación y hacen silencio para oír el nombre del nuevo dueño de todo lo más preciado que Thomas Beckett tenía. Escucho algo, pero no entiendo, miro a Emma y espero a que me explique, ella solo niega con la cabeza y no dice nada. Todo da vueltas en mi cabeza. Y de pronto, ya no estoy en la empresa, sino que estoy en Madrid, junto a Lili. Ella sonríe. Se ve hermosa, como siempre. Eso me hace preguntarme: "¿Cuantas veces le he dicho a Lili que se ve realmente hermosa? Supongo que ella lo sabe, pero el punto está en que yo se lo diga."

Entonces ella dice:

—Ahora si podemos viajar a Madrid. No tienes responsabilidades, no te quedarás con la empresa.

Entonces de golpe vuelvo a escuchar:

—A mi nieto mayor...

Y todos abren los ojos de sorpresa, incluso yo lo hago...

—Zayn Beckett...

Me sorprendo al oír mi nombre. Sabía que el abuelo quería que fuera yo quien manejara la empresa, pero... ¿No se supone que Thom es su nieto mayor? ¿Por qué el abuelo obviaría a Thom de esa manera? Entonces tanto mis tíos como Janine y Thom se sorprenden pues, ahora se plantea una serie de preguntas: ¿Por qué el abuelo dijo que yo era su nieto mayor? ¿Acaso Thom no es hijo de Henry y el abuelo lo sabía? o simplemente, hubo un error.

—Disculpe abogado —comienza a hablar Janine algo nerviosa— Tiene que haber un error. Mi hijo Thom es el nieto mayor. ¡Esto tiene que ser un error ¿verdad?! ¡ALGUIEN QUE POR FAVOR CORRIJA ESE ERROR DE INMEDIATO!

Janine comienza a lucir nerviosa y preocupada. Esto me parece sospechoso.

—No lo creo Sra. Beckett. El difunto Thomas Beckett no mentía, el joven Zayn es su nieto mayor. No puede haber error en ello... —aclara el abogado.

Sorprendido al igual que Janine y Thom, analizo las caras de todos. Natasha sonríe pues finge querer que yo esté a cargo de la empresa; Janine no puede creer que su mentira sea descubierta; y Thom permanece estupefacto pues, aun no puede creer que esto le esté pasando.

—Puede... seguir con la lectura _le concede Henry al abogado aún sin poder esperarse todo aquello.

—Bueno, continuaré... —comienza el abogado Sheffield— Dice: A mi nieto Josh le otorgo mi antigua propiedad en Manhattan además de la siguiente suma de dinero: 650.530.000 $, a mi nieto Noland le hago entrega de mi otra propiedad en Chicago además de la siguiente suma de dinero: 650.530.000 y 200.000.000 para su operación de la vista. A mis queridas nieta e hija, Emma y Amy Hale, hago entrega de la siguiente cantidad de dinero: 850.320.000 $ -Amy y Emma se alegran tras oír esta noticia y no puedo evitar mirarlas y sonreírles, pues, lo merecen- Al joven Thomas Beckett, a quien quiero como mi nieto, le dejo la siguiente suma de dinero: 150.000.000 $. Y por último, dejo en manos de mi pequeña nieta Caroline Stuart la cantidad de: 350.400.000 $. A mis hijos Henry y Natasha les concedo el permiso de vivir en la mansión, si así lo desean.

Tras finalizar la lectura con unas palabras de despedida de parte del abuelo, me levanto de mi asiento y contemplo nuevamente las caras frustradas de Natasha y Henry, las caras molestas de Janine y Thom, y los rostros felices de mi tía Amy y Emma.

—Le agradezco mucho su colaboración, abogado Sheffield. Estoy seguro de que mi abuelo también lo agradecería —estrecho la mano del abogado.

—Para mí es un placer, joven —me dice.

Janine no puede evitar esconder el enojo de su rostro.

—No lo entiendo... ¿quién es Caroline? —pregunta entre dientes.

Henry mira a Natasha fijamente y ésta —con nervios y preocupación— parece saber la respuesta.

—Caroline es..., mi hija —dice con dificultad.

Vaya que hubo muchas sorpresas hoy...

Nuevamente vuelve a notarse la sorpresa en las caras de todos.

Henry toca suavemente el hombro de Natasha en señal de comprensión. Thom gruñe, se va y molesto lanza la puerta de la oficina. Janine corre tras él.

Henry se acerca a mí y estrecha mi mano aunque no con mucha sinceridad en su mirada:

—Suerte con la empresa, sobrino —se dirige a mí.

—Descuida, la tendré —le digo. Él suelta mi mano y procede a retirarse, seguido de Natasha, quien me sonríe, pero al ver a su hermana Amy le dirige una mirada de desagrado.

—Me alegra verte de nuevo, Zayn —confiesa mi tía Amy.

—A mi igual me alegra verlas —les digo a ambas con una sonrisa.

—¿Podemos visitarte más a menudo? —pregunta Emma.

—Claro, ¿por qué no?

Emma sonríe y tanto ella como mi tía se despiden de mí, felicitándome por ser el nuevo dueño de la empresa.

Salgo de Beckett-corp recibiendo cálidas y esta vez sinceras felicitaciones de parte de los trabajadores. Con todo, me siento preocupado, espero poder dirigir esta empresa lo mejor posible, como lo hubiera hecho mi abuelo. Subo a mi auto y conduzco rápidamente en dirección a la mansión.

[...]

*Lili:

Me alegra verlos conversar juntos de nuevo. Ahora sé que el esfuerzo ha valido la pena.

—Josh, tengo mucho que contarte —le dice Noland— Hace años realicé varios cuadros que me gustaría enseñarte. Los llamo: "Art aveugle" en Francés, en español "Arte a ciegas."

—Ah, me gustaría verlos —le dice Josh— ¿Pintaste algún Thom enfadado?

—Mejor. Pinté a una Janine enfadada —el joven ciego ríe—. Un montón de rayas negras.

De pronto escucho el sonido de varios autos llegar a la mansión, un ruido estruendoso que hace la puerta al tirarla y griteríos por todas partes.

—Oigan, ¿oyen eso? —pregunta Noland.

—Sí. Parece que ya llegaron todos —contesta Josh.

—Bajemos para ver que sucede, bueno, oír —nos dice Noland de manera divertida y bromista.

Los tres bajamos juntos al igual que Pierre. Al bajar las escaleras nos topamos con Janine, quien le pide disculpas de rodillas a Thom.

—¡Lamento no habértelo dicho, hijo. Todo lo hacía por tu bien! —dice con lágrimas en los ojos la mujer que parecía fría y temeraria.

—¿Qué sucede aquí? —pregunta Henry con voz fuerte al entrar.

—Llegan a tiempo "FAMILIA" _dice Thom al observar a Henry, Natasha y Zayn con cara de maniático—. ¡YO.. que tanto me ESFORCÉ para hacerme cargo de todo esto!. ¡No recibí ni la segunda parte de la empresa! ¡Ah! pero esté idiota —señala a Zayn acercándose hacia él— Recibe todo lo que a mí me corresponde. Sin mencionar que soy el hijo bastardo de Henry Beckett...

¿De qué rayos está hablando?

—Ya basta, Thom —le pide Henry firme.

—Tranquilo PADRE. Si puedo seguir llamándote así, no te incomoda, ¿VERDAD, PADRE? ... Debo hacer esto —dice. Thom se acerca hacia nosotros (los gemelos y yo) y me toma fuertemente por el brazo conduciéndome al frente para que mire a Zayn. Él me acerca hacia él y sostiene mi barbilla para que lo mire— ¡Qué patético es el amor!

Thom sonríe como loco. Trato de zafarme pero es más fuerte que yo.

—¡Suéltala ahora, imbécil! —dice Zayn con voz firme.

—No lo haré, Zanie —Thom saca de su bolsillo un arma muy similar a la que vi en la habitación de Josh. Me apunta y mira a Zayn— ¡ARRODÍLLATE!

Zayn no lo hace y continúa mirándolo.

—¡HAZLO O LE DISPARO! —amenaza Thom.

—Thom, ya basta —dice Henry.

Zayn se arrodilla.

Thom sonríe.

—Me alegra verte así, de rodillas ante mí. Pero debo hacer algo más para que valga aún más la pena el que mi madre haya matado a mí queridísimo abuelo.

Tras oír las palabras de Thom, todos miran a Janine molestos.

—¿No lo sabían? —pregunta Thom haciéndose el desentendido.

En momentos como estos quisiera acariciar a Thom con una silla. Pero su mano está tan fuertemente enlazada a mi brazo que se me es imposible siquiera respirar libremente. Me muevo un instante para tratar de zafar un poco mi brazo de su agarre y así quizás sentir un poco más de libertad, pero él no lo permite. En vez de eso acerca su boca a mi oído y susurra:

—Calma, preciosa. Aún no he mostrado la mejor parte.

Siento en cada músculo de mi cuerpo su sonrisa espeluznante mientras dice esas palabras. En eso, me suelta y me lanza contra el suelo, casi a los pies de Josh, el cual me ayuda a levantarme. Entre tanto Thom camina unos pasos hacia adelante, apuntando a Zayn con el arma, hasta el punto de tener el arma puesta en la frente de Zayn. Mi corazón comienza a agitarse más de lo normal.

—Fin del juego, primito. Los muertos no dirigen empresas.

Es entonces cuando pienso que se acabó, como Thom dijo es el "fin del juego", y Thom ha ganado. Está a punto de disparar, lo veo en su mirada y en la mirada de Zayn. Solo pienso que él va reaccionar, que Zayn no va a dejar que lo maten. Y solo es cuando escucho el sonido del arma, pero no la de fuego que Thom sostiene, sino una completamente diferente. Veo de forma inmediata como un carísimo jarrón se estrella contra la cabeza de Thom, y millones de fragmentos caen al suelo junto con este. Todos nos quedamos boquiabiertos, sin poder decir nada. Estaba segura que Zayn iba a hacer algo, lo vi en sus ojos, solo que Josh reaccionó un poco antes, y golpeó a Thom con el jarrón más cercano que encontró. Por el impacto que causó el jarrón al partirse sobre su cabeza, Thom ahora se haya tendido en el suelo. Y nadie entra en razón hasta que Noland comenta:

—Oye, Josh, no sé que hiciste, pero se cayó —dijo este inocente de lo ocurrido.

—Zayn... —corro hacia a Zayn y me arrodillo en frente para mirarle a los ojos—. ¿Estás bien? -le pregunto.

—Lo estoy, ¿crees que dejaría que Thom me disparara?

—No —sonrío y lo beso sujetando su cabeza entre mis manos. Por un momento pensé que lo perdería, pero es el Invulnerable Zayn Beckett, estas cosas simplemente no le pasan. Pero para mí sigue siendo mi pequeño Incomprendido.

Inmediatamente Zayn se pone de pie y, antes de que a Thom se le ocurriese tomar nuevamente el arma, Zayn la patea haciendo que esta se aleje con el pie.

—Se acabó, Thom. Tu pierdes...

Sirenas empiezan a sonar y todo indica que la policía ha rodeado la mansión Beckett, pero ¿quién los llamó?

—Yo los llamé —responde Pierre al ver que todos hacíamos gestos de incógnitas—. Pensé que sería apropiado.

—¡Bien hecho, Pierre! Dame cinco —agrega Noland, haciendo que su mayordomo se emocione al chocar las palmas como dos jóvenes.

—Si la policía está aquí va a querer explicaciones —comenta Natasha.

—Pues se las daremos —dijo Henry—. No quiero que nadie encubra a nadie.

Janine empieza a mirarnos a todos al mismo tiempo, por primera vez luce asustada. Sus ojos azules congelantes se apagan, y lucen más bien como dos tristes mandalas de color violeta.

—Y, hablando de encubrir, ¿cómo pudiste hacerle eso a mí padre? —pregunta Henry a Janine con total firmeza.

—¡Yo no lo maté! ¡Thom está loco!

—¿Qué hiciste? ¿Disminuiste las dosis de mi padre? ¿Es por eso que solías entrar a cada segundo aparentando preocupación? —la interroga Henry con mucha seguridad en sus palabras, como si hubiera tenido las sospechas desde antes.

—Henry yo....

—¿Qué querías lograr, eh? ¿Quedarte con la empresa y el dinero?

Janine sale corriendo hacia las afueras de la mansión, pero ni siquiera ella puede enfrentarse a la policía.

La policía ha rodeado la casa, y ahora Janine no tiene escapatoria.

—¡MANOS ARRIBA! —le grita uno de los policías a la mujer rubia.

Por fin todo acabó. La policía se lleva a Thom con su frente y mandíbula ensangrentada, tal parece que se golpeó cuando se cayó.

Conducen a Thom al carro policial y yo lo sigo con la mirada hasta que este entra empujado a la fuerza por uno de los policías. Antes de que Thom entrara este hace algo que me deja con un sabor amargo en la boca. Thom sonríe de una forma tan tétrica. Algo que jamás había visto en mi vida. El miedo en persona. Creo que jamás olvidaré esa sonrisa. El miedo que me infundió creo que son de esos que no se superan.

—Ya todo acabó —dice Josh aliviado.

—Janine Beckett, queda arrestada por hallarse culpable de la muerte de Thomas Beckett —dijo uno de los policías sacando unas esposas y colocándoselas a Janine.

—¡Esto es inaudito! ¡Yo no lo maté!

—Si lo mató o no, eso está en investigación. Por ahora tiene que permanecer bajo arresto mientras procedemos. Todo lo que diga o haga puede usarse en su contra.

—¡¿QUÉ?! ¡NO PUEDEN HACERME ESTO, CONOZCO MIS DERECHOS, EXIJO UN ABOGADO!

El policía esposa a Janine y se la lleva a la fuerza a la patrulla. Ella no deja de gritar "SOY JANINE BECKETT", "¡NO PUEDEN TRATARME ASÍ!", "LOS DEMANDARÉ, USTEDES SON LOS QUE SE PUDRIRÁN EN LA CÁRCEL".

Todo esto fue un caos, aun así creo que Zayn conseguirá algo de alivio ahora que Janine y Thom estarán en prisión.

Él, observa todo con el ceño fruncido, mientras yo entrelazo mi mano con la suya. Al sentir esto me mira a los ojos.

—Siento mucho todo esto, Zayn.

—No es tu culpa, Lili. No es culpa de nadie, de hecho.

—Yo fui quién quiso investigar a tu familia. Si te hubiera hecho caso desde el principio... quizás...

—¿Quizás qué? No podemos suponer nada, Lily. Las cosas pasaron y ya. No te preocupes por eso.

Pongo mi cabeza en su pecho mientras vemos como la última patrulla sale del ostentoso rejado de la mansión. Zayn me abraza junto a él y siento su corazón latir liviano y contento.

Lo miro a los ojos y acerco mi rostro un poco a él.

—Me alegra haber estado contigo todo este tiempo —le digo.

—¿A pesar de que estuvieras también junto a mi familia? —me susurra con ironía.

—A pesar de que tu loca familia casi nos mata —reímos—. Siempre voy a querer estar contigo, Zayn.

—Yo siempre lo estaré...

Me besa. Un beso diferente. Apasionado y dulce. Cálido y frío al mismo tiempo. Yo le sigo al compás de sus labios, como si fuera una danza. Coloco mis manos alrededor de su cuello mientras él rodea mi cintura con las suya y me envuelve hacia él.

En este momento es uno de esos pocos donde no me importa nada. Soy feliz y sé que también lo hago feliz. Creo haber descubierto un poco más acerca de Zayn. He descubierto que más que un Indiferente, Zayn Beckett es un chico Incomprendido. Tal vez porque es sumamente difícil saber lo que piensa y porque se expresa de tal manera. Pero, sé que puedo llegar a comprenderlo, incluso pienso que puedo hacerlo de alguna forma que nadie jamás lo hizo. Lo amo. Él lo sabe. Siento que el amor es lo único que se necesita para ser feliz.

Por que estar junto a él me hace realmente feliz...

Entonces ocurre algo inesperado cuando Zayn deja de besarme:

"Hola, Lily; tengo información que podría interesarte acerca de quién es el asesino de Dean James Beckett. Si deseas obtener la información por favor sigue los pasos que te seguiré indicando por medio de mensajes de texto. Por favor, ten mucho cuidado con divulgar la información. Por tu bien, se requiere total discreción."

Att: Anónimo.

Fin

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