Capítulo 2

 Conociendo a la Familia Beckett.

Caminamos en dirección a su auto y subimos a él. Lo miraba disimuladamente mientras conducía por la carretera, lucía tan seriamente absorto y sin pizca alguna de emoción. Sabía que seguía siendo el mismo de hace unos meses atrás.

—¿Por qué me miras así? —expresó con la mirada atenta a la carretera. Aunque no fijó su vista en mí pudo sentir que lo miraba.

—Es que, parecieras no mostrar ninguna emoción, ¿te ocurre algo? —le contesté, planteando luego una pregunta.

—No —negó sin mirarme—. Me conoces bien, sabes que siempre luzco así.

—¿Te conozco? A veces pareciera que no —mascullo.

—No pelearé contigo Lily, solo diré que siempre haces lo mismo. —Los ojos de Zayn se centran en los míos y por primera vez en mi vida siento lo que sintieron los pasajeros del titanic cuando este se hundió. 

¿Había visto alguien una mirada tan fría?

—¿De qué hablas?

—De que siempre dices que no me conoces o que te oculto cosas.

Y quizás, por vergüenza, dejé de mirarlo. Quise concentrarme en mirar por la ventanilla mientras los autos pasaban en hilera uno detrás del otro. Pero, después de un segundo le retomo la mirada poniéndome a la defensiva. 

—Es cierto, a veces siento que no te conozco. Siento que desde que salimos no me has dicho siquiera nada de ti, por ejemplo, quién es tu familia o qué te gusta y qué no. —trato de no sonar tan enojada, al fin y al cabo, Zayn y yo somos novios, y debemos tratar de solucionar nuestros problemas sin llegar a una discusión.

—Creo que no es necesario —se excusó y ahora es él quién evita mi mirada.

—Es necesario para mí. No puedo decir que te amo cuando en realidad no te conozco —las palabras salieron de mi boca sin pensármelas muy bien, y no es sino hasta que Zayn habla que me doy cuenta de ello.

—¿Entonces mentías? —detuvo el auto y dijo secamente, colocando su mirada fría nuevamente en mí, haciéndome preferir estar ahora mismo nadando en la Antártida que en su mirada—. ¿Todo eso de que "me amabas" no era verdad?

Me comenzó a costar tragar saliva.

—No quise decir eso, Zayn —intenté convencerlo con voz suave de que había cometido un error.

—¿A no? Entonces qué ibas a decir. ¿Qué no puedes amarme porque crees no saber nada de mí? ¿Es eso? —insistió.

—No, Zayn, no iba a decir eso. Me equivoqué, ¿si? ¿Puedes olvidarlo? —intenté hacer una mirada suave que acompañara a mi voz baja. Lo observé, sin embargo, él no a mí.

Todo empezaba a tornarse tenso, por ello decidí quedarme en silencio por un momento. Sé que si me quedo callada no podré meter la pata de nuevo.

—¿Quieres saber de mí? —empezó y le dio marcha al vehículo, dándose por vencido a mis plegarias—. ¿Quieres saber quién es mi familia? Está bien, investiga, detective. Pero tendrás que hacerlo sola —mencionó mirándome como si fuese un juego de terror el investigar a su familia—. Te advierto que, no te gustará saberlo todo. Si decides investigar la vida de los Beckett, sé cautelosa, hazlo bien y a mis espaldas, pues no se trata esta vez de un simple juego. Y, si sientes que ya no puedes seguir con esto, ven a verme, estaré en mi departamento, esperándote. Listo para contarte la verdad.

Después de aquellas palabras de Zayn, él continuó conduciendo el auto por la espantosa y vacía carretera de Beltlon. Pero la realidad es que ya no podía hacer más nada que pensar en sus palabras: "[...] Te advierto que, no te gustará saberlo todo. Si te decides a investigar la vida de los Beckett, sé cautelosa, hazlo bien y a mis espaldas, pues no se trata esta vez de un simple juego. Y, si sientes que ya no puedes [...], ven a verme, estaré [...] listo para contarte la verdad".

¿De qué verdad estará hablando?

11:50 pm

Disfrutaba del hermoso panorama. Golden Ville es una ciudad bellísima, con casas enormes de familias adineradas e importantes.

Nos acercábamos más y más a una gran casa al final de la calle, con enormes jardines lindos y bien trabajados, con una muy grande fuente que destaca en medio de ellos. La fuente es como una piscina de tres partes lo que me hace imaginar por un segundo que si alguien pobre -como yo- hubiera comprado esta casa, quizás utilizaría esas fuentes como piscina.

El rejado de la mansión en la que cruzamos tienen las iniciales de <<B-4>> justo en el medio de las rejas.

—¿Qué significa el B-4? —pregunté a Zayn con curiosidad sin poder imaginarme el significado de ese sello.

—La B es la inicial del apellido Beckett, y el número cuatro significa la cantidad de herederos del abuelo Beckett —me explica.

Las puertas se abren automáticamente y Zayn y yo nos adentramos en la mansión. Zayn detiene el auto en el estacionamiento principal de la gran casa y cuando está todo listo nos bajamos del auto y salimos del estacionamiento. Contemplo cada parte de la mansión desde fuera, es inmensa y jamás había pisado una, bueno sí, solo la gran casa de Reese.

Zayn toca el timbre de la mansión y esperamos pacientemente que uno de los empleados abra la puerta.

—No quiero que hables con nadie, ¿oíste? Sólo saluda amablemente. Si vas a investigar, trata de no ser tan obvia —me ordena Zayn en tono bajo.

—De acuerdo.

Las puertas de la mansión se abren automáticamente y mi boca cae abierta al darme cuenta que no necesitaban a ningún empleado que le abra la puerta a los invitados. 

Entramos a la mansión y cuando estamos ya en el salón principal, o sala, como yo lo llamo, Zayn aprieta mi mano y no la suelta aunque tengamos a toda su familia en frente. O al menos eso creo.

—Zayn —dice un hombre de cabello rubio y ojos claros, parado en medio de toda la familia.

—Tío —dice Zayn sin más. 

Thom le hecha una mirada a la escena y parece divertido al ver el cuerpo tenso de Zayn intentando estar de pie frente a su tío.

—Viniste —sonríe Thom, de la misma forma en que sonrió temprano. Esa sonrisa con la que juraría que pertenece a un psicópata.

Miro a todos los familiares de Zayn, uno a uno, y noto que esa mirada fría y desinteresada que tiene Zayn es de familia. Ese hombre, el tío de Zayn, usa esa mirada como si fuera oxígeno qué respirar.

—Pensé que no estabas en la ciudad —continúa el hombre hasta acercarse cara a cara a Zayn.

—Pasé un tiempo en la ciudad de Nueva York pero decidí volver a casa de mis tíos.

El tío asienta lentamente con la cabeza y mira a Zayn sin decir más. Parece que él también está tenso por la presencia de Zayn, pero intenta ocultarlo. 

Al lado del tío de Zayn se postula firme una mujer de estatura alta. Rubia de ojos azules, y "helados" como los de Zayn. Parece que aquella mujer estuviera al frente de un pequeño conejo y ella fuese una cobra real, mirando cautelosamente a su presa, esperando que esta se mueva para atacar.

—¿Qué formas tan frías de saludar son esas, Henry? —irrumpe una mujer pelirroja y esbelta—. Somos familia.

La mujer es de apariencia jovial y por la forma en que sonríe, sin importarle las caras largas de su familia, parece que, si todos son tíos de Zayn, ella es la más joven de los hermanos. Coquetamente se acerca a Zayn, haciendo a un lado a Henry, y lo abraza. Lo hace de una forma tan sincera y agradable que empiezo a pensar el por qué Zayn no visita tanto a su familia.

—Estas más alto de lo que recordaba —mencionó la mujer mirando a Zayn desde abajo, posando sus manos en los hombros de su sobrino, en un cálido agarre—. Ya me rebasaste, aunque llevo puesto tacones —bromea, pero Zayn siquiera le dirige la palabra, solo la mira como si aquella mujer fuera una cosa extraña.

La sonrisa de la mujer se apaga y yo empiezo a sentir pena por ella. Sé lo que se siente que Zayn te ignore, es duro, lo he experimentado antes. Tal vez ella no se ha dado cuenta de que Zayn ya no es el mismo niño amable que ella conoció. Saber eso quizás le destroce el alma.

 —¿Sucede algo, Zayn? Me miras como si no me conocieras.

—Ha de estar cansado por el viaje, tía —opina Thom—¿No es así, primito?

La mujer pelirroja forma una curva triste con sus labios, intentando sonreír. 

—Si, ha de ser por eso...

Ella mira por un rato a Zayn quizás pensando lo que habrá pasado y el por qué ha cambiado. Me entristece pensar que no sé como era Zayn antes y así no saber lo mucho que ha cambiado.

La tía de Zayn observa detenidamente mi mano sosteniendo la de Zayn y sus ojos se topan con los míos al notar que Zayn no me ha soltado desde que llegamos.

—¿Es tu novia? —pregunta ella indiscretamente—. Natasha Beckett, la tía de Zayn —se presenta al ver que Zayn no lo haría por ella.

—Li-Lilian Jones —digo tímidamente. 

La mujer es realmente despampanante. Con aires de riquezas y lujos. Natasha, usa un vestido ceñido al cuerpo de color negro. Zapatos altos y con punta metálica y unos aretes más caros que toda mi ropa junta. Cualquier chica se sentiría intimidada por solo su presencia.

—Tranquila, yo no muerdo —dice ella a manera de broma y yo sonrío falsamente al creer que tal vez eso no sea del todo cierto.

—Muy bien, Natasha. Basta de presentaciones —dice Henry.

—Pero si a penas están empezando las presentaciones. La novia de Zayn tiene que conocernos si piensa quedarse en la mansión.

—¿Quedarse? —repetimos Zayn y yo al unísono.

—Sí, quedarse —repite Natasha—. O dejarás que papá pase sus últimos días de vida sin su pequeño Zayn.

Zayn mira al suelo por un breve instante y por primera vez desde que llegamos le dirige la palabra a su tía, esta vez de una forma más compasiva: 

—¿Cómo está el abuelo?

Natasha sonríe y estoy convencida que fue la misma sonrisa que esbozó Thom cuando Zayn le preguntó por su abuelo. Al principio pensé que se trataba de un simple juego entre primos, como si el que Zayn le dirigiera la palabra a Thom fuera un punto a su favor.

Pero, cuando Natasha sonrió de la misma forma que Thom, empecé a sospechar de que todo esto se trate de un complot. Debo investigar más a fondo y debo hacerlo bien, después de todo fue el mismo Zayn Beckett quien ordenó esta investigación. Es como un juego entre ambos que "no se trata de un simple juego".

Natasha abre la boca para decir algo, pero Henry, la apartó sutilmente de enfrente de Zayn. 

—Hablaremos de esto luego —dice— ¿Qué tal si comemos algo primero?

Zayn y yo junto con su familia pasamos al comedor donde un montón de personas acomodan los platos y los cubiertos para que así podamos comer. Luego nos sirven un plato que creo que es ensalada con cordero.

Desde que entramos al comedor, hasta ahora, tengo la mirada fría de esa mujer rubia de ojos azules y helados. Viéndola bien de cerca sus ojos son muy parecidos a los de Thom, sólo que su mirada es más penetrante. Sigue sin dejar de mirarme y sólo me pone más incómoda. Difícilmente puedo comer con su mirada fija en mí como lo hace.

—Zayn..., ¿quién es ella? —le susurro muy por lo bajo.

—Es la esposa de mi tío, Janine —me contesta.

—No me ha quitado la mirada de encima desde que llegamos. ¿Crees que no le agrado?

—Jovencita, es de mala educación murmurar en la mesa —me dice Janine—. ¿No te enseñaron modales en tu casa?

—Lo siento, señora —bajo la mirada hasta mi regazo, un poco apenada. La forma en la que habla esta mujer es mucho más intimidante de lo que lo hace Natasha.

Para ser la esposa del tío de Zayn, su forma de mirar y sus costumbres tan correctas, hacen parecer que fuera una Beckett de sangre. Ahora entiendo muchas cosas de Zayn como el "por qué de su mirada" y el "por qué no se levanta de la mesa hasta que todos acaben de comer", incluso cuando los únicos que estamos en la mesa seamos Marcos y yo.

Fue criado en una casa rodeado de lujos y buenos modales, supongo que mucho de su crianza influyó en él hasta este día. Sonrío para mis adentros al notar que la investigación de la vida de Zayn está teniendo mucho éxito, y solo llevo aquí menos de una hora.

—Y bien, Zayn... —empieza Henry, pero es interrumpido por un joven que llega al comedor sin previo aviso. Henry, al ver al joven, frunce el ceño y con una mirada de iceberg le dice: —Llegas tarde.

El joven baja la mirada al suelo. Casi sin saber como excusarse. Lamentablemente no puede hacer más nada que decir la verdad, de todos modos su familia parece ser de las más seguras y puntuales.

—Lo siento... —dice el joven luciendo arrepentido—Me quedé dormido.

—¡Pfffss...! —Thom suelta una carcajada—. No me digas que ahora eres la bella durmiente, Josh. Durmiendo hasta tarde.

—Cierra la boca, idiota.

—¡Silencio! —espeta Janine—. No ven que tenemos compañía.

Janine nos señala con la mirada y ambos se nos quedan mirando con arrepentimiento. Parece que a ninguno de los dos les gusta hacerla enojar, lo que me hace creer que estoy enfrente de una madre con sus dos hijos. Pero lo dudo un poco, cualquier persona —aunque no fuera su hijo— no le gustaría hacer enojar a tal mujer.

—Tengan un poco de decoro, ¡por favor! —concluye Janine. Al parecer no le gusta que las cosas no salgan como ella desea.

Continuamos comiendo. El almuerzo sería incómodo si no fuera por la agradable tía de Zayn, Natasha, que me pregunta cosas, y parece estar interesada cuando le contesto. Los demás parecen no ser muy conversadores. Una que otra pregunta que le dirige Henry a Zayn, él cual la responde sin más cortando la conversación. Mientras tanto Natasha, pareciera la única que no parece incómoda.

—¿Así que tienes dos hermanos gemelos? ¡Yo también! Bueno, tenía, hasta que...  —Natasha estaba decidida a continuar pero después de ver la cara de su hermano mayor, se ahorra sus palabras e intenta cambiar de tema— Y..., ¿estás estudiando?

—Ya me gradué.

—¿Si? ¡Que bien! ¿Y qué piensas estudiar?

Siento vibrar mi celular dentro del pequeño bolso en donde lo traje. 

Fijo la mirada en el disimuladamente para que no parezca una falta de respeto, e inmediatamente me doy cuenta de que Marcos me ha enviado un mensaje. Abro el mensaje y lo reviso.

Marcos:   ¿Donde estás?

—Eh... Disculpen —digo a todos los presentes—. Debo contestar.

—Adelante —me invita Henry.

Me levanto en seguida de la mesa sintiendo cómo la mirada de Zayn me persigue hasta salir del comedor.

Salgo hacia afuera, hacia una pequeña parte del jardín. Entonces procedo a marcar el número del celular de Marcos y a llamarlo.

—Marcos —lo nombro al momento en que recibe mi llamada—. Estoy con Zayn en Golden Ville, visitando a su abuelo enfermo. ¿Qué quieres?

Como que "qué quieres", ¿crees que te llamo por diversión? —me pregunta retóricamente—. Papá está preocupado por ti, se irá de viaje mañana temprano y no quiere irse sin despedirse. Necesito que estés aquí para despedirte de él.

¡Cierto! Papá tenía un importante viaje de negocios que hacer, y estaba planificado para mañana desde hace unas semanas, yo lo sabía, solo que lo había olvidado.

Suspiro.

—Confía en mí. Estaré allá —le di mi palabra.

—Eso espero —dice y luego cuelga.

Me dirijo nuevamente hasta el comedor, ganándome la atención de todos los presentes incluyendo la de Thom, que pone la misma expresión de cuando me dijo que le parecía interesante. Trato de ignorarlo y tomo mi respectivo asiento junto a Zayn, y actúo como si nada hubiera pasado.

—¿Sucedió algo? —me pregunta Zayn. Sin embargo, no quise decirle nada por ahora, sabía que entonces no habría forma de murmurar todo lo ocurrido y todos escucharían, por lo tanto, decidí contarle después.

—Hablamos luego —le dije, luego probé un poco de esa comida.

****

Luego del almuerzo y de la enorme conversación que tenía Natasha conmigo acerca de la empresa automovilística de los Beckett, una empresa muy famosa que exporta sus diseños a Japón y allí realizan los mejores automóviles y motocicletas con aires exclusivos y de excelente calidad y confort.

La empresa ha prosperado ahora que la demanda de su marca ha sido manifestada en otros países donde se planea incursionar en el mercado. Me dirigí con Zayn hasta la sala. Entonces allí me pidió que esperara por un momento mientras saludaba a su abuelo.

Me senté sobre el gran moderno sofá de la sala de estar, esperando a que Zayn viniera a buscarme al finalizar la conversación con su abuelo. El sofá es tan suave que creo que pudiera dormir aquí sin problema. Es más cómodo que mí cama.

Pero presencio una escena que me perturba: Un joven —el chico que discutió con Thom en la mesa, el hijo de Janine, Josh— sale a zancadas de la casa, como si huyera de alguien, cerrando la puerta de un portazo. Y efectivamente, detrás de él va su madre, Janine, con una enorme molestia reflejada en su rostro.

—¡JOSHEP ALEXAIN BECKETT! —le grita por la ventana—. ¡SI TE VAS DE LA CASA EN ESTE MOMENTO YO...! —espeta. Pero al escuchar (al parecer) el auto de su hijo encenderse y el espantoso ruido que hace el caucho al tener un fuerte y veloz contacto con el suelo, interrumpe su frase, quedándose corta de palabras al ver que su hijo menor la ha desafiado y se ha marchado justo como no previó que lo hiciera.

Analizo lo ocurrido y me doy cuenta de que me equivoqué. A los hijos de Janine no les importa que ella esté molesta o por lo menos a Josh parece no afectarle. Lo que me hace preguntarme: "¿A dónde irá? Y, ¿por qué se habrá formado tal escándalo?"

Continúo mirando a Janine hasta que esta me mira velozmente y me aterra, así que quito la mirada de inmediato.

—¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu propia casa? —pregunta iracunda. Pero retoma su camino hasta su habitación.

Eso sí que fue un ¡Auch!

Debo buscar a Zayn y decirle que debemos irnos cuanto antes.

Subo las escaleras en búsqueda de Zayn. Me paseo por la mansión, intentando descubrir en qué habitación estará, pero luego me topo con la voz firme de un hombre, la voz de Henry el tío de Zayn. Y parece discutir acaloradamente con alguien, en lo que (por lo que veo a través del pequeño espacio de la puerta abierta) parece ser una oficina.

No puedo evitar dejar de oír al escuchar la voz de Zayn. Él también está ahí, y parece estar discutiendo algo.

—Mi respuesta sigue siendo no —dijo Zayn con completa firmeza. Digna de un Beckett—. Ya te lo he dicho tío, no me interesa el dinero. Pero si él desea que yo me haga cargo, yo...

—Sólo te digo que lo mejor que podrías hacer es tomar la iniciativa, Zayn... —habla Henry— Tienes que irte lejos, no sé, a Madrid. Me aseguraré de que no te falte nada mientras estés allá. Pero quiero que abandones la empresa, no es para ti, Zayn. Ambos sabemos que no cuentas con la madurez para manejarla.

Zayn se queda en silencio.

—Piénsalo un poco, sobrino. Que te quedes al mando de la empresa es el sueño de mi padre, pero si la quiebras, sería su peor pesadilla —le pide Henry dando palmadas en los hombros de Zayn—. El pobre no va a poder descansar en paz. Te lo aseguro.

¿La empresa es de Zayn?

Henry se acerca poco a poco hasta la puerta, y parece que va a abrirla. Yo corro a esconderme lejos de allí para que no parezca sospechoso, mientras Zayn quedó en la oficina pensativo. 

El tío de Zayn sale de mi vista, y luego Zayn se marcha de la oficina. 

Salgo a su encuentro, y al verme frunce el entrecejo.

—¿No te pedí que esperaras en la sala? —me recordó.

—Sí, pero Janine me corrió molesta, así que vine a buscarte —aclaro—. Debemos irnos ya.

—Está bien, de todos modos el abuelo está descansando.

—¿Entonces no pudieron hablar?

—No.

Miré la forma que expresaba su cara. Estaba mal porque quizás el que no hablara con su abuelo le pareció un fracaso, su objetivo era este y no poder cumplirlo lo hacía pensar tal vez que todo fue en vano. Por alguna razón le costó mucho venir aquí, y parte de esa razón seguro tiene que ver con el que su tío quiera quitarle una empresa que le pertenece a su abuelo y al parecer quiere darle. 

Zayn, se va decepcionado, pero yo cada vez voy uniendo los puntos, y eso que apenas estoy iniciando.

Me encontré con Marcos en la sala de estar de nuestra casa. Su rostro lucía contento.

Suspiro cerrando la puerta detrás de mí.

—¿Todo bien? —me pregunta.

—Sí.

—¿Qué tal la familia de Zayn? ¿Es una familia completamente llena de vampiros con súper poderes? —Marcos ríe y yo también.

—No seas ridículo, no lo son. Pero podría decirse que algunos lo parecen —me dejo caer a su lado en el sofá.

Por "algunos" me refiero a Janine, esa mujer parece muy seria y amargada. Y Thom es la manzana que no ha caído muy lejos del árbol.

—¿Su casa es bonita?

—Hermosa.

El timbre suena y miro a Marcos inmediatamente.

—Yo no esperaba a nadie —se defiende.

Voy a abrir la puerta y me encuentro con mi rubia y esbelta amiga Rose. Qué bueno que Drake no está aquí.

Ambas hacemos un chillido de emoción al vernos, como si hubieran pasado años. Nos abrazamos saltando alegremente, mientras Marcos nos ve fijamente al mismo tiempo que toma un vaso de agua.

—¡Oh, por favor! ¡Sólo han pasado 5 horas!— nos dice Marcos.

—¡Ya cállate, Marcos! —le exigimos ambas.

—Vine a visitarte, quiero que me cuentes todo lo que pasó entre tú y Zayn después de la graduación —inquiere—. Emma me contó que no estuviste en tu casa para el almuerzo.

—Estoy aquí —nos saluda Marcos con la mano.

—Vayamos a mi habitación, esto ya es incómodo —le digo a Rose.

Subimos a mi cuarto. Rose se sienta en mi cama mientras yo incorporada de pie intento explicarle todo.

—Fuimos a su departamento —le conté—. Cuando llegamos, el lugar estaba todo decorado con globos rojos y mensajes de felicitaciones.

—Aww..., ¡Qué lindo! —pone cara de ternura.

—Sí, jamás pensé que algo como eso me ocurriría a mí —confesé sentándome con ella.

—Las cosas han cambiado demasiado entre tú y Zayn desde la muerte de su hermano —Rose pone una cara pensativa—. Quién lo diría: la investigación acerca de una muerte uniría a dos personas.

—Es extraño. Nunca se me habría ocurrido que conseguiría al amor de mi vida de esa manera.

Que ironía, de verdad eso no me lo hubiera imaginado nunca.

Entonces la realidad y la lógica me golpea de una bofetada. ¡Dean! No recuerdo que en su funeral alguno de ellos, los Beckett, se le acercara a Zayn o le diera el pésame. Incluso no recuerdo que alguno de ellos llorara o mostrara algún sentimiento de empatía. Y Emma, ¿por qué no me dijo ella que la familia de Zayn —su familia— era millonaria?

[...]

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