5
Bostezo y se estiró, había terminado de lavar los trastes y sus piernas temblaban, Niko era imparable cuando se trataba de jugar y ella estaba exhausta.
Suspiro y sobo su nuca, quería ir a recostarse un rato...tratar de dormir y esperar que su hijo no despertara durante la noche.
Sintió un escalofrío cuando unas manos se posaron en su cintura y su dio un brinco soltando un gritito, volteando a ver a Luka que le sonreía desde su hombro. Suspiro aliviada y le dio un codazo, sin mucha fuerza.
—Lo lamento, pero te veías tan indefensa que debía aprovechar.
—Casi me matas de un susto.
—Que exagerada~ aunque tus reflejos están algo lentos, antes de me hubieras tirado al suelo.
—Ya no soy la misma—murmuró soltando un suspiro. —Que se te ofrece?
La hizo girar y sonrío, viéndola a los ojos.
—Quiero llevarte a cenar.
Parpadeo confundida e hizo una mueca por la sorpresa.
—Perdona, creo que no te oí bien, como dijiste?
—Dije que quiero llevarte a cenar.
—Luka...son las once de la noche y mañana tenemos cosas que hacer.
—Por favor, recuerdas ese lugar de hamburguesas que está por la plaza?
—Me estás invitando a comer hamburguesas ahora? Es en serio?—soltó una risita y cubrió su boca para no hacer ruido.
—Por favor, será un rato solamente.
Mordió su labio inferior y se cruzó de brazos, no iba a poder negarse si la tenía así, acorralada, y seguro no la dejaría ir hasta que accediera.
—Sarah...?
—Dijo que ella cuidara de Niko hasta que volvamos.
Suspiro rindiéndose finalmente, parecía haberlo planeado bien.
—Te daré una hora, bien?
—Una hora es suficiente para mí—sonrió besando su mejilla. —Toma tú chamarra y vamos.
Negó divertida, con una sonrisa, y camino a la sala para tomar su chamarra, comprobó que llevaba dinero en los bolsillos del pantalón y se llevó su identificación junto con las llaves.
Salieron a paso lento, el estacionamiento quedaba cerrado desde las ocho así que tendrían que caminar un buen rato para llegar a donde Luka quería.
Hacía frío, era lógico pues era invierno pero era algo que podía tolerar, cuando la temperatura era más baja que los cero grados entonces era incapaz de salir de la cama.
Se sorprendió cuando Luka tomó su mano y le guió por las calles, guardando sus manos en el bolsillo de la chamarra. Sonrió y negó, se sentía extraño que él se comportara así, lo recordaba cómo un idiota total.
Vio las calles y arqueo una ceja, sin detenerse.
—La plaza está del otro lado.
—Lo se, pero si te decía a donde vamos en realidad no me hubieras querido acompañar.
—Luka—se quejó frunciendo el ceño, tratando de jalar la mano.
Se sintió extraña cuando él volteo a verla, entrelazando sus dedos con suavidad.
—No te arrepientas ahora, por favor...vamos—saco sus manos del bolsillo y le beso el dorso con tanta dulzura que se sintió un poco apenada.
—Está bien, pero más te vale que sea bueno.
El alfa sonrió y reanudó el camino, más animado que antes incluso, no nevaba así que era más sencillo caminar y se sentía bastante relajada en ese momento, si a su yo de secundaria le contaban todo eso seguro que no se lo creía.
Caminaron mucho tiempo y un buen tramo, ella sintió que más bien estaban perdidos pero Luka parecía muy seguro de donde iban así que no pregunto nada. Bostezo y se estiró, hacía mucho que no caminaba tanto, había dejado de hacer ejercicio desde la rehabilitación.
—Allá está! Mira eso!
Astrid se sorprendió al ver un enorme hangar, se veía extraño y no le daba mucha confianza pero estaban ahí por alguna razón.
—Vamos, vamos, te gustará.
—Que hay aquí?
—Has vivido aquí toda tu vida y no lo conoces?—preguntó incrédulo, con una sonrisa. —Bueno, mejor, así es más una sorpresa.
Le jalo con él dentro y se sorprendió al descubrir otro ambiente completamente diferente dentro. Hacía calor, era tolerable pero aún así tuvo que abrirse la chamarra.
Luka se acercó al escritorio que supuso era la recepción y ella se fue por otro lado para curiosear, la decoración le hacía pensar en todas las playas que veían en la televisión y siempre quiso visitar.
—Vamos—le llamó el alfa mostrándole una llave con ánimos.
Asintió y le siguió observando cada detalle como niña pequeña, jamás había entrado a ese lugar. A lo lejos pudo ver un enorme panel pintado de azul con algunas nubes blancas, sonrió divertida por el gracioso toque.
Había una piscina enorme y alrededor estaba lleno de arena blanca, no había gente, casi, un par de parejas por ahí nadando o recostados en la arena. Había palmeras y vegetación por todos lados dando un aspecto un poco más natural -claro, si obviabas el enorme techo de metal-.
Volteo a ver a Luka que se había detenido, abrió una habitación y se hizo a un lado para dejarla pasar.
—Adelante, señorita.
—Por que estamos aquí?—preguntó entrando sin chistar.
—He querido llevarte a una cita pero conoces todos los lugares aquí, así que pensé que este lugar es especial y aunque lo conocieras podrías acordarte de mi alguna vez...es una suerte que no hayas estado aquí antes.
Astrid se rió y sentó en la cama, era tan suave y la habitación tan linda que bien podía quedarse a dormir ahí.
—Yo...con las prisas olvide el traje de baño, pero podemos comprar uno en la tienda de la playa, quieres? Así bajamos a nadar.
Hizo una mueca y desvío la mirada, jugando con sus manos, nerviosa.
—Suena bien, volveremos a cambiarnos aquí?
—Si, vamos.
-/-
Camino por la tienda algo indecisa, no podía encontrar un traje completo que la convenciera por completo, eran tan extraños...y el resto solo eran bikinis demasiado reveladores. Tal vez solo se quitaría las botas y se recostaría en la arena.
Tomó uno de color negro, haciendo una mueca, por qué tenían que ser para mostrar toda la espalda?
—Astrid, encontraste algo?—preguntó Luka, acercándose a ella.
—Ah, nada que me convenza...
—Ese es bonito.
—Pero es de dos piezas...
El alfa hizo una mueca y desvío la mirada, tratando de buscar algo que pudiera ayudarle.
—Mira eso—dijo animado, teniendo una idea, tomó el traje que ella sostenía en su mano y la llevo a la entrada donde había ropa de invierno.
Rebuscó entre las chamarras y suéteres hasta que encontró uno que le parecía adecuado, parecía de los tejidos con agujas y grande como los que ella solía usar, de un color claro qué tal vez era beige.
—Mira, te quedará bien y no morirás del calor porque está ligero.
—Entonces mejor me quedo con mi ropa.
—Vamos a nadar, el suéter solo será para cuando estés fuera del agua.
Desvío la mirada y se sonrojó, no quería y si...era tan extraño.
—Está...bien, probaré.
—Bien, vamos, pagaré.
—Yo puedo...
—No—le interrumpió tomando la ropa, tranquilo. —Yo invite.
Suspiro y negó con la cabeza, era tan terco.
-/-
Astrid le pidió que esperara en la playa mientras se cambiaba, él entendió que podía estar incomoda así que accedió y salió sin prisas, menos mal a ella se le había olvidado que solo le había dado una hora.
El calor era muy agradable y la arena era suave así que podía acomodarse bien ahí acostado, solo un par de veces había ido a la playa, la primera con sus padres y después con su hermano y su cuñado...había tantos buenos recuerdos con ellos.
Suspiro y se levanto en busca de su acompañante, la creía capaz de solo irse si no se sentía cómoda pero ella hubiera puesto más resistencia al llegar si ese era el caso...ahora solo le preocupaba que tardara tanto.
Sonrió y suspiro aliviado al distinguirla, caminaba con la mirada baja y descalza por la arena, tenia el cabello suelto y el suéter cubría hasta la mitad de sus muslos.
Ella se sentó a su lado y abrazo sus piernas cubriendo su pecho, escondiendo su rostro en sus rodillas.
—Que pasa?—preguntó acariciando su cabello, quitándolo del camino para verle el rostro, se iba acostumbrando con rapidez a ver la cicatriz en su rostro.
—Me siento extraña...muy expuesta...
Se hincó y la rodeo con sus brazos, escondiéndola en su pecho.
—Por eso te traje a esta hora—le dijo en su oído, tratando de calmarla. —Nadie te verá, solo estamos nosotros.
—I-igual...
—No pasa nada—beso su frente y le sonrió. —Nadie te juzgará mientras yo esté presente, te lo prometo.
—Soy un beta...no puedes evitar que me juzguen...—suspiro y se acomodó en su pecho. —Dirán que debí poder defenderme, que Niko no debió nacer y que no debe dolerme...
Se acomodó, sentándose en la arena con ella entre sus piernas, asegurándose de esconderla bien con su cuerpo.
—Sabes...cuando vi a Niko por primera vez...no podía creer que era mío por más que Yuri me lo dijera...—lo abrazo y sorbió la nariz. —Lo rechace tanto tiempo...y aunque podía cargarlo no lo hice, no quería aceptar que había salido de...eso...
Beso su mejilla y le limpio las lágrimas.
—Una vez incluso quise lastimarlo—ella negó y se aferró a él, incapaz de verlo. —Soy...tan horrible con él...
—Ya no es igual, no te atormentes—acaricio su espalda para calmarla. —Te he visto con él, eres amorosa, lo cuidas...
—Pero quise lastimarlo...
—Y lo hiciste?—preguntó tomándole del mentón para que lo viera.
Negó con la cabeza, estaba sonrojada y su ojo brillaba por las lágrimas.
—Entonces no tienes porque seguir pensando en ello.
—Es que...
—Dime una cosa—le sonrió acariciando sus mejillas. —Amas a Niko?
Asintió casi automáticamente, no podía evitarlo, ese niño era tan inocente...y aunque quiso desligarse de él para dejárselo a Yuri, no pudo al final.
—E-es...un milagro que esté aquí...—tragó saliva y tomó aire. —Es mi hijo, aunque al principio me costó aceptarlo.
—Entonces no hay nada más que decir, él te ama y tú a él, es todo lo que debe importarte.
Astrid esbozó una pequeña sonrisa y beso la comisura de sus labios con suavidad, se acomodó en su hombro y pudo relajar un poco su posición, viendo la enorme piscina.
—Quieres decirme por qué estamos aquí?
—La verdad?—preguntó acariciando sus cabellos, peinándolos hacia atrás.
—Si—murmuró tratando de cubrirse con el flequillo.
—Recuerdo que alguna vez me dijiste que querías conocer el mar, pero no podemos ir muy lejos ahora así que pensé que esto sería un buen comienzo.
—Es un buen detalle de tu parte.
—Gracias, esperaba que te gustara.
—Creí que no íbamos a fingir ser pareja ni a intentarlo.
—Por que no? Quiero hacerlo y eres mi destino, a nadie le molesta.
—Pero Sarah...
—Y Niko, Y Yuri, Y Beka...ahora no están aquí y no deberías pensar en ellos justo en este momento.
La menor sonrió y revolvió su cabello.
—Alguna vez vas a dejarme terminar una oración?
—Si es para replicar entonces no—le sonrió besando su párpado cerrado.
Ella se rió adquiriendo un suave tono rosado en sus mejillas de nuevo y cubrió su rostro.
—Cuando te volviste tan cursi?—preguntó mordiendo su labio inferior.
—Cuando me di cuenta que no podré dejar de amarte.
Le vio sorprendida y se sintió intimidada por la seguridad con la que lo dijo.
—P-para...por favor.
—Por que? No te gusta que te digan que te quieren?
—Es...diferente, que me lo diga tu hermano o mi hijo a que me lo digas tú.
—Astrid, me quieres?—preguntó con una sonrisa, admirando su expresión aunque intentara esconderla.
—Por que...preguntas tan de repente?
—Quiero oírlo, lo que sea que vayas a decir.
Hizo una mueca y bajo la mirada, jugando con sus dedos, notando apenas la cercanía en la que estaban y lo cómoda que se sentía.
—No puedo decir que te amo...no aún, pero te quiero...has cambiado y eso me hace sentir más cómoda.
Luka beso su mejilla y la pego a él, sonriente.
—Eso es un avance! Siento que estoy más cerca de ti.
—Luka estoy a tu lado—murmuró burlona, recibiendo un pellizco en su mejilla.
—Sabes de qué hablo, graciosita.
Ella se rió y tomó su mano para entrelazar los dedos con los suyos, apreciaba mucho el esfuerzo que estaba haciendo por ella, aunque no podía dejar de pensar en Sarah y su situación.
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Hola :) pasó a dejarles este lindo capítulo que fue hecho con mucho lof y feels(?) también quiero decirles que pensaba hacer este fic corto pero dependiendo de lo que me tarde en contar lo que falta es si lo acabaré pronto o no xD me he puesto muy detallista de hecho pero todo está dentro de lo necesario para esta historia :) espero que les siga gustando xD
Gracias por leer :) les loveo con todo mi jart y mi hipotalamo, ya saben uwu
Rave~
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