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Sarah se levanto temprano cuando las nauseas atacaron su sueño y tuvo que correr a volver lo poco que pudo retener la noche anterior. Se levanto con prisa aunque se mareara y camino al baño tapando su boca, fue tanta su apuración que no se dio cuenta que el baño ya estaba ocupado y la otra presente le vio sorprendida, menos mal ya estaba vestida.
Astrid se acercó a la rubia y le ayudó sosteniendo su cabello para que no se manchara. La omega le vio un segundo, asustada por recién notar su presencia y después apenada, volviendo a bajar la cabeza al sentir otra arcada.
—A ti sí que te dan fuertes, no recuerdo que Yuri vomitara así—murmuró atando el cabello de Sarah en una coleta para ayudarla a ponerse en pie, luego de tirar la cadena.
—L-lo...siento...—murmuró apenas, dejándose sentar en el pequeño banco.
—No tienes que disculparte—le sonrió, limpiando su boca. —Lo mejor será que comas algo ligero y vuelvas a dormir.
—G-gracias...pero no quiero molestar—poco a poco comenzó a hablar bien, aunque estaba un poco torpe.
—No es molestia—se pusieron de pie y dejó a la rubia que lavara sus dientes. —Además debo hacer el desayuno de Niko ahora, podrías dormir con él luego.
—Oh, me siento como una niña—murmuró, sus mejillas casi transparentes adquirieron un poco de color rosado. —Quieres mucho a los niños.
—Son como mi familia, crecí con Yuri y Beka así que es como cuidar de mis hermanas.
—Crees que Yuri aún esté enojado con Luka?
Astrid hizo una mueca pensativa, sentando a la joven a la mesa.
—Tal vez—murmuró luego de un largo suspiro. —Pero no creo que Luka sepa porque.
Sarah observó a la beta caminar a la estufa, comenzando a preparar lo que usaría, recién notaba la blusa sin manga que usaba, el cabello trenzado tapaba su nuca y tenía un enorme tatuaje según veía pues las marcas abarcaban la parte trasera de los brazos, no había nada más descubierto, los pantalones negros la cubrían desde su cintura y las botas se escondían bajo la tela.
—Eso dijo Luka—dijo finalmente, suspirando, ahora quería ver el tatuaje completo, siempre había querido uno así que le causaba curiosidad.
—Lo mejor será que Luka haga como que no pasó nada, así Yuri no tiene oportunidad de reclamar.
—No quieres que lo arreglen?
—No—dijo simple. —Algunas cosas están mejor en el pasado.
—No habrá forma en que Luka te agrade, verdad?—preguntó algo decepcionado, ella realmente quería que él arreglará todo.
—No lo creo—le sonrió, pasándole una taza de té. —Este es especial—dijo antes de que la muchacha se quejara. —Aprobado por el doctor para las nauseas de embarazo.
Sarah sonrió y asintió.
—Gracias Astrid, eres muy amable.
Negó con la cabeza y giró para seguir con lo suyo, murmurando el nombre de la rubia en voz baja.
—Sarah smiles—dijo en voz alta cuando pudo recordar el nombre de la canción.
—Como sabias mi nombre?
Astrid volteo a verle, sorprendida.
—Smiles es tu apellido?
—Lo se, es raro—bajo la mirada a la taza. —Pero ese es el apellido de mis padres.
—Hm, vaya coincidencia, conoces la canción? —preguntó sentándose frente a ella, esperando que terminara de cocinarse lo que estaba en la estufa.
—Hay una canción? —sonrió, su color había vuelto y ya no parecía fantasma.
—Sarah smiles like Sarah doesn't care—comenzó a cantar, divertida con el sonrojó de la muchacha. —She lives in her world, so unaware.
La omega desvío la mirada, escondiéndose tras sus manos.
—Does she know that my destiny lays with her?—bajo la mirada sin borrar su sonrisa. —Sarah...are you saving me?
—Para, por favor—pidió conteniendo una risita, siempre sintió como algo vergonzoso que le cantaran.
—Eres muy tímida—sonrió, bebiendo de su taza. —Y linda, siempre creí que a Luka le gustaban omegas...operados y muy...
—Superficiales?
—Si, más o menos.
Sarah rió y limpio sus ojos, ella también lo había pensado cuando lo conoció.
—Bueno, no es como si hubiéramos podido escoger, su abuelo dijo que yo y antes de poder pensarlo nos casamos y comenzamos a vivir juntos—disfruto el aroma del te aún caliente y cerró los ojos. —No puedo decir que amo a Luka, pero lo considero un buen amigo.
—Debe ser difícil...
—Si, algo, pero me adapto fácilmente.
Astrid sonrió y asintió, no podía dejar de lado la idea de que parecía muñeca. Se puso de pie y reviso lo que se había estado cocinando, sirvió al comprobar que estaba listo y se lo llevó a la omega que lo recibió gustosa. Sarah Smiles era todo lo que la familia Nikiforov podía pedir para Luka.
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Acaricio la cabeza del bebe con dulzura. Niko dormía a gusto en su regazo abrazado del oso de peluche que cargaba a todos lados, se veía tan tranquilo.
Sarah le sonrió a la tierna imagen y suspiro, algo nostálgica. Niko parecía estar durmiendo casi todo el tiempo pero al despertar solo dejaba a Astrid hacerse cargo de él...era extraño, o tal vez solo era que el niño estaba muy acostumbrado a su niñera.
De cualquier forma, se ofreció a cuidarlo mientras la beta iba por las niñas a la escuela. Luka había salido con sus padres pues irían a recoger a su cuñado y su esposo al aeropuerto...y estaba realmente nerviosa, no quería hacer algo que pudiera dañar al pequeño, aunque no había razón para ello aún así tenía miedo.
Se puso nerviosa cuando le vio removerse levemente y abrir los ojos, tenía los ojos verdes ma bonitos que había visto. El niño se enderezó despacio y tallo sus ojitos, bostezando.
— Donde está mamá? —preguntó volteando a ver a la mayor.
—Aún no llega—le dijo acomodando su cabello revuelto.
—Tengo hambre—murmuró, dejándose hacer.
—Astrid dejo comida para ti—se puso de pie y le tendió una mano. —Vamos?
El menor asintió y se dejó llevar a la cocina, se sentó en la silla donde estaba el cojín para alcanzar la mesa y vio a la mayor que se acercó al refrigerador en busca del molde. Cuando lo encontró, lo destapó y metió al microondas.
—Estás casada con Luka, verdad? —preguntó sin soltar a su oso, viéndola atento.
Sarah lo vio un segundo y asintió, podía entender que no le dijera tío si nunca había convivido con él antes, a diferencia de las niñas.
—Si, te molesta? —preguntó sentándose a su lado, dejando el plato en la mesa para que se enfriara un poco, se había pasado con el tiempo.
Negó con la cabeza estirando una mano para tomar su vaso, despacio.
—Luka debió casarse con Astrid.
Sarah sonrió, la manera en que pronunciaba el nombre de la niñera era adorable.
—Lo sé—suspiro y recibió el vaso para acomodarlo de nuevo en la mesa, vaya que había notado aquello al conocer a la muchacha.
—Y entonces porque te casaste con él?—preguntó confundido, comenzando a comer.
—Porque ninguno tuvimos opción.
—No entiendo.
—Eres pequeño aún para entender—dijo limpiando su boca con cuidado. —A veces los adultos hacemos cosas sin sentido, lastimamos a quienes queremos y después no podemos disculparnos—explicó sorprendida por la enorme atención que el niño le ponía, era tan despierto para un niño de casi cinco años. —Luka lastimo a Astrid, por eso no están juntos.
—La lastimo mucho? —preguntó preocupado.
—Si, a ella le dolió mucho y aunque Luka está arrepentido, no puede borrar lo que hizo.
Niko bajo la mirada y suspiro, parecía estar analizando todo con cuidado, Sarah solo esperaba haber explicado bien.
—Sarah.
La joven omega sonrió inevitablemente, ese niño era adorable al hablar, como adulto con palabras de niño.
—Dime.
—Si Luka no hubiera hecho eso...
Sarah abrió los ojos sorprendida por la pregunta, casi fingió no haber entendido por el alboroto en la entrada pero claro que había escuchado...sintió sus ojos acuosos y le sonrió al menor, tomando sus manitas.
—Creo que eso debes hablarlo con tu mami.
Niko asintió comprendiendo y en cuanto vio a Astrid cruzar el pasillo se puso de pie en la silla para extenderle los brazos, la beta se rió y se acercó para cargarlo sin problemas.
—Te portaste bien con Sarah?
Él asintió, escondiéndose en su cuello para cerrar los ojos.
—Gracias por cuidarlo, espero no te haya causado algún problema.
—Para nada—sonrió levantándose también. —Es un buen niño.
Astrid le sonrió.
—Las niñas se cambiaran el uniforme y después iremos a la cafetería para reunirnos con Yuri y Beka.
—Está bien, me cambiare entonces—dijo comenzando a caminar a su habitación.
No podía dejar de pensar en lo que el niño le había preguntado, como lo había pensado desde que su esposo le había hablado de Astrid...pero había más sobre ella que tenía que averiguar antes de poder sacar conclusiones.
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Yuri vio a su hermano que parecía nervioso, al punto de querer esconderse bajo la mesa. Entendía bien porque, la última vez que hablaron había sido muy rudo y no le había dado oportunidad de decirle casi nada...a veces aún parecía adolescente temperamental.
—Me...me disculpe con Astrid—comenzó el menor, hablando en voz baja para que su cuñado y sus padres en la barra no los escucharan. —Y...ella dijo que estaba olvidado.
El mayor hizo una mueca y suspiro.
—De verdad no lo sabes—murmuró, sabía que estaba siendo sincero por su expresión, cuando Luka mentía sus orejas se ponían rojas.
—Saber que? —preguntó confundido, la mirada en su hermano era la misma que había tenido Astrid cuando se disculpó.
—Luka, sabes que yo adoro a Astrid como si fuera mi hija, verdad?
El alfa asintió, antes de que los padres de su ex amiga murieran, dejaron a su hermano y a Otabek como sus tutores legales y desde entonces la trataron como a su hija.
—Creo que si Lutz hubiera estado vivo habría hecho lo mismo...o tal vez habría sido peor—suspiro y bajo la mirada. —Ustedes eran adolescentes cuando todo comenzó...pero llego más lejos de lo que tú hubieras podido controlar.
Luka se hizo hacia atrás y apretó los puños, no estaba entendiendo bien y eso le ponía ansioso.
—No soy quien para contártelo, porque no quiero que ella se enfade conmigo, pero si realmente quieres saber el motivo de mi enfado en ese momento...habla con Astrid.
El menor suspiro y cerró los ojos, negando con la cabeza.
—No puedo estar solo con ella en una misma habitación—cubrió sus ojos con ambas manos y contuvo un sollozo. —Siento...miedo y vergüenza...ni siquiera puedo verla a los ojos cuando hay más gente.
La campana sonó anunciando la llegada del resto de la familia, Yuri se inclinó sobre la mesa y bajo otro poco la voz antes de que sus hijas le asaltaran.
—Solo hablando con ella podrás darte cuenta del alcance que tuvieron tus palabras...
—Puedes estar presente?
—No—negó con la cabeza.
Luka distinguió el dolor en los ojos de su hermano.
—No voy a revivir eso, lo siento.
—Está bien, entiendo—sintió un hueco en el estómago, sabía la magnitud que eso tenía por el enojo y dolor que su hermano reflejaba al hablarlo. —Tu y yo...estamos bien?
—Si—se acomodó de nuevo y suspiro. —Pero estaremos mejor cuando limpies por completo tu consciencia.
—Lo haré, gracias Yuri.
—Lo se, soy el mejor hermano mayor—dijo en burla recibiendo a Cori que escaló el asiento para acaparar su atención.
Luka sonrió levemente viéndolo tan amoroso con sus hijas, después distinguió a Astrid presentando a Sarah con Otabek y a su esposa que parecía morirse de los nervios...
Solo quedaba una incógnita, como iba a hacer que Astrid accediera a contarle? Ella siempre era tan dura con él...
Suspiro y se rasco la cabeza, pensaría en algo después, por ahora, quería disfrutar de su familia, a la que tanto había extrañado en cinco largos años.
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Holi, traigo otro cap xD porque tan pronto? Porque si no se me olvidan las ideas XDD y luego ando pidiendo ayuda por todos lados
Gracias por leer el cap anterior y gracias por leer este :3 espero que les guste también, una cosa que aclarar, puede que este fic sea más corto que consecuencias y decisiones, pero ustedes entenderán conforme vayan leyendo uwu
Mil gracias de nuevo por su lof y su paciencia conmigo, les loveo con el jart y el hipotalamo *besos*
Rave~
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