8. Recuerdos.

-¡Deja eso! Dime que no lo leiste.-

-Oye... No te enojes recién lo encontre.-

-Prometeme que jamás lo vas a leer.-

-¿Y si lo hago?.-

-Me muero.-

***

Fernanda observaba desde lejos a su hermano, después de todo se notaba muy extraño como si ocultara algo pero solo ella se había dado cuenta y como buena hija de sus papás lo matuvo bien checadito.

-¡Hermanito!.- gritó Fernanda mientras se le lanzaba encima a Leo cayendo los dos de lleno al piso.- ¿Qué es eso?.- preguntó quitandole la libreta.

-¡Nada!.- gritó Leo intentando quitarle la libreta a su hermana.

-¿Le escribes algo a tu novia?.- preguntó mientras se llevaba consigo la libreta.

-¡No tengo novia!.- gritó Leo mientras se levantaba para poder perseguir a Fernanda pero se tropezo antes de poder alcanzar a su hermana.

-¡Mentiroso, patas de espagueti!.- gritó Fernanda mientras huia lo más rapido que podía.

Cuando Fernanda estuvó a salvo se escondió en la cochera para poder leer los secretos de Leo pero lo que leyo la dejo desconcertada, con 6 años su lectura no era la mejor pero le gustaba así que intentaría entender porque su hermano estaba prendido de la libreta.

En la portada se encontraba un simbolo extraño que para la niña le era familiar pero intento dejar de lado eso y paso a la primera hoja un extraño manuscrito era el que le daba la introducción a un nuevo mundo.

[Si han de parpadear haganlo ahora, presten mucha atención a todo lo que vean y escuchen no importa lo inusual que parezca. Y quedan advertidos si divagan, si desvían la mirada, si olvidan el minimo fragmento de lo que les diga aunque sea un instante nuestro heroe sin duda perecera.

Yo soy el principe luna pero mi abuelo me robo algo y en realidad eso no fue lo más grave.]

Fernanda sintió la necesidad de hacer caso al escrito después de todo sabía que Leo era miedoso y no podría leer historias de terror así que era muy seguro que su lectura sería muy entretenida. El pasar de las hojas era lento pero seguro un par de veces se río por una de las historias en la libreta la cual hablaba de una gallina lanza llamas por obvias razones la niña solo presto atención a eso, ahora quería casarse con el libro de su hermano ¿Sería infidelidad y traición? Dejó de lado a su hermabo y continuo su lectura encontrandose con tragedias pero no quito que fuera mejor que la telenovela, después de un rato su padre la llamó para que comiera Fernanda oculto el libro y fue con su papá después de comer pelearía con Leo por el corazón del libro.

Leo por su parte se robó el libro de donde había visto a su hermana esconderlo, después de todo el le había pedido a su padre comer ya para poder quitarle el libro a Fernanda, después se desquitaría por herirlo diciendole espagueti. Al terminar la comida Leo se oculto en el cuarto de visitas para poder terminar el libro el llevaba todo un año leyendo el libro de hecho lo estaba releyendo para poder enter el final.

[Lo perdí todo ahora no tengo cara para verlos, los he decepcionado merezco el odio de todos hasta que no encuentre forma de salvarlo no volvere al mundo mortal ya no tengo nada ahí.]

Leo se sentía mal llevaba varios meses sin entender lo sucedido con el príncipe luna ya que no encontraba sentido para culparse por algo inevitable lo que menos sentido tenía era que Xóchilt le diera el diario ¿Qué tenía todo esto con él? Tal vez Fernanda le encontraría más sentido después de todo no podía ocultarle el libro a su hermana sino se metería en problema la niña era demasiado intensa.

(...)

Hace un poco más de 200 años Kubo logró comprar una libreta, le gustaba demasiado contar historias pero con el problema con su abuelo en Japón no podía contarle a nadie sus historias así que lo mejor era guardarlas en la libreta así podría practicar su español. Con apenas 13 años Kubo iba solo por la vida intentando no morir en su camino hasta la capital de Nueva España la cual era un lugar peligroso, llevaba apenas 1 año viviendo en Nueva España y gracias a la ayuda de algunos Novohispanos descubrió que en México aún quedaba parte de un templo que podría ayudarle en su regreso a "casa" así que emprendío un viaje de Nueva Navarra hasta México pero quedó perdido en Guanajuato por el problema con las momias, no se podía mover así.

Kubo logró salir vivo de pura suerte ya que por buena gente había quedado atrapado bajo los escombros, en uno de sus intentos de escape perdió su Shamisen pero lo encontró después de que una muchacha le diera en la cabeza con una escoba por accidente mientras la ayudaba a salir de una casa vandalizada por las momias, después de hacerla de mesias por todo Guanajuato se quedó sentado sobre un barril afuera de una casa viendo el desastre pero la paz no duro mucho ya que una carroza paso a toda velocidad Kubo se persinó esperaba que no se mataran después de todo no quería lidiar con momias destruye transporte ya que sin carretas podría quedarse en Guanajuato un buen rato.

En la mañana cuando todo quedo más tranquilo y sin momias o personas huyendo del catastrofe intentó buscar trabajo o tan siquiera lograr ganar algún real pero cuando estaba buscando trabajo en el mercado encontró a un grupo de personas super apuradas.

-¡Oye!.- le gritó una peliroja a Kubo el chica estaba desconcertado no te encontrabas a un fantasma todos los días.- ¿Ves a la señorita de ahí? Bueno pues te vasmos a pagar bien si la ayudas ¿Comprendes o te lo traduzco?.

-¿Eh?.- preguntó confundido Kubo mientras era jaloneado por la fantasma hasta un puesto en donde otras dos muchachas le entregaron bolsas.

Después de secuestrarlo para que les ayudase lo llevaron a una casa donde tuvó que ayudar en la cosina, mientras escuchaba las platicas más raras entre el grupo de mujeres.

-Teodora deberías estar ayudando.- dijo una de las chicas mientras llevaba platos a una de las barras de la cocina para que la más grande del grupo sirviera.

-Xóchitl yo te contrate para que lo hagas por mí.- dijo la tal Teodora mientras guardaba su celular.- además te conseguí ayuda.- señalo a Kubo.

Kubo estaba cansado se iba a desmayar en cualquier momento además que ver la comida que preparaba el grupo de chicas le hacía agua la boca el quería tan siquiera un poco. Xóchitl sacó un plato más y le sirvió a Kubo.

-Gracias por ayudarnos.- dijo la chica mientras le daba el plato y una cuchara.- Soy Xóchitl puedes descansar ya hiciste mucho por nosotras.

-No fue nada.- respondió Kubo antes de salir.- Cuando acabe les traigo el plato por cierto soy Kubo.

Kubo salió por la puerta de la cocina hacia el exterior y se sentó en una banqueta lo que importaba era comer así que trató de pasarse la comida sin agua odiaba con ganas el que su abuelo lo hubiera sacado de Japón, después de comer un poco un chico salió de la cosina entregandole un vaso y un poco de tortillas.

-Te mandan esto Gloria y Xóchitl.- dijo el chico con una sonrisa.- Creó que les caes bien porque te dieron de comer primero.

-Ah... Gracias.- dijo Kubo mientras recibía con gusto el vaso de agua.- Si quieres puedes agarrar un poco.

-No te preocupes.- dijo el chico mientras tomaba asiento junto a Kubo.- Soy Leo San Juan para servirte.

-Yo soy Kubo.- dijo con una sonrisa antes de tomar agua.

Los dos terminaron comiendo juntos en la banqueta, Leo le contó sus aventuras y Kubo solo escuchaba al final los dos quedaron en viajar juntos hasta México. Pasaron una semana reuniendo cosas para el viaje y tratando de buscar transporte. Kubo conoció al grupo de amigos de Leo que al final terminaron de ser también los de él.

-Oye Kubo ¿Porqué dejaste Japón?.- preguntó Leo en uno de sus ratos libres.

-Por problemas familiares.- respondió Kubo algo incomodo.- Por eso quiero ir a México para encontrar a mi abuelo ahí.

-¿Estás seguro de que estara ahí?.-preguntó Leo mientras jugaba con su balero.- Porque se que a mi abuelita no le molestaría recibirte.

-No te preocupes.- dijo Kubo con una sonrisa.- además ya haces mucho por mí.

-Tú me conoces bien pero yo no se nada de tí.- dijo de la nada Leo mientras dejaba de lado su balero.- ¿Qué ocultas?.

-Lo siento mucho pero no quiero molestarte con mis cosas.- dijo Kubo mientras intentaba no ver a Leo.- Además ¿Porqué desconfías de mi ahora?.

-No es desconfianza.- rodó los ojos Leo.- solo quiero saber más de ti.

-Leonardo no puedes obligarme a contarte.-

Ese día la conversación quedó ahí, Leo por su parte no quedó tan comodo durmiendo al lado de un desconocido aparte que el patate no era muy suave. Esa noche Kubo lloró en silencio su rostro era iluminado por la luz de la luna, Leo escuchaba los sollozos pero no se atrevío a hablarle no tenía derecho, se había enfrentado a miles de cosas pero jamás a la impotencia era absurdo que se sintiera mal por espiar a su amigo llorando.

Los días pasaron y así un mes se había cumplido Leo había logrado que Kubo se abriera y le contara parte de su vida pero parecía que el pelinegro aún no confiaba en él así que intentó que Xóchitl le dijera algo ya que el par era muy unido pero ella no quizo.

-¿Porqué no me dices?.- preguntó Leo haciendo puchero.

-Porque son cosas entre Kubo y yo.- dijo Xóchitl desviando la mirada.- aparte no me corresponde decirte que sucede con él.

Leo ya no dijo nada así que se dio la vuelta encontrando a Kubo sentado en la banqueta mientras escribia en una libreta, el moreno había notado que su amigo japones escribia casi siempre en ella así que supusó tenía que ser importante como para dedicarle todo sus tardes. Al día siguiente por accidente se topó con la libreta el no la buscó solo la encontro bajo una tabla rota en la habitación.

-¡Ah! Maldita sea.- se quejó Leo mientras se sobaba el pie, por algo su abuelita le había dejado dicho no andar descalzo por la vida.

Leo intentó arreglar la tabla pero al querer hacerlo sacó lo que había abajo encontrando la libreta así que la reviso dando con que era de Kubo antes de llegar a la parte en la que hablaba de él su compañero entró.

-¿Qué estas haciendo?.- preguntó Kubo al entrar mirando con horror a su amigo. -¡Deja eso!.- gritó mientras acercaba y le quitaba la libreta con rapidez.- Dime que no lo leíste.

-Oye... No te enojes recién lo encontre.- se defendió Leo viendo confundido a su compañero.

-Prometeme que jamás lo vas a leer.- pidió nervioso Kubo.

-¿Y si lo hago?.- preguntó con cierto miedo Leo.

-¡Me muero si haces eso!.- gritó espantado Kubo antes de meter su libreta en su [esa cosa que trae atrás]

Leo rodó los ojos, Kubo se sonrojo y salió corriendo del cuarto ni uno de los dos dijo nada después de todo mañana partirían para México no tenía caso compartir sus sentires si después de todo no había forma de que evitaran aquella separación.

(...)

Actualidad.

Fernanda terminó de leer el diario, por algun motivo no podía evitar mirar feo a Leo.

-¿Qué pasa?.- preguntó Leo al notar la extraña mirada de su hermana.

-¡NO ME GUSTO EL FINAL, QUIERO QUE LO CAMBIES!.- gritó Fernanda mientras le lanzaba el diario en la cara a Leo.

-¡Oye, calmate! Yo no puedo hacer eso.- dijo Leo mientras sujetaba el diario con sus dos manos.- No tengo nada que ver con esto.

Fernanda no dijo nada solo le quito el diario y se lo llevó para Leo esto era demasiado raro sabía que las mujeres eran dificiles pero su hermana era una bestia, sin más se quedo pensando en sus palabras mientras veía confundido aquel diario por algún motivo sintió que había algo más oculto en las palabras de aquel al que conocía como el “Príncipe Luna” empezaba a creer que tal vez Xóchitl se lo había dejado por otra razón muy diferente a la que creía.

Ahora tenía más dudas que antes y en su corazón sentia un hueco pero como todo buen niño lo ignoro algo le decía que debía dejarlo pasar pero no podía su conciencia no le dejaba en paz y aún no sabía porque, sin querer cerró los ojos y frente a él una linda sonrisa aparecío quizo ver cada detalle de aquel rostro frente a él pero sólo encontro oscuridad.

“¿Porqué todo debía ser tan confuso?”.

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¡He vuelto a la vida!.

Se que no soy la más activa pero hago lo que puedo :'v equisde, pero ya logre actualizar (Otro cap de Chile relleno).

Este cap venía con dibujito pero soy refloja así que ya no lo hice pues porque si. Esperó les haya gustado ya que me esforce mucho en traer algo decente y chido.

Atte: Yumila.

P.D: No sean huevones como Yumilita.

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