4. Desición.
Después de encontrarse lograron llegar a la salida de aquel extraño laberinto, sólo quedaba encontrar a Marco y acabar con el charro.
-¿Qué haremos ahora?.- preguntó Kyle al ver la entrada de la hacienda frente a ellos.
-Entrar y encontrar a Marco será facil, necesito que no intervengan cuando aparezca el charro, sólo deben tomar el alma de Marco y salir.- explicó Kubo antes de entregarle un camafeo de oro a Miguel.- abrelo cuando sea necesario.
-¿¡Pero...!?.- Miguel trató de excusarse y evitar la responsabilidad de algo que podrías ser importante pero que aún no sabía que era.
Los demás sólo asintieron, Kubo volvío a portar su armadura y ahora con katana en mano se adentro junto al resto a la hacienda. Parecía estar todo tranquilo en la sala principal hasta que se apareció el charro negro obstruyendo el camino de Kyle para llegar hacía dondé se encontraba una botella con el nombre de Marco De la Cruz.
-La pelea no es con ellos, es conmigo.- dijo Kubo a la vez que su katana se posaba a centrimetos del cuello del charro.
-Disculpeme se me olvidaba que estaba aquí su majestad.- dijo ciníco el charro mientras le hacía una que otra mueca de disgusto.
El charro se apartó del camino de Kyle, el más alto corrió a la mesa y al tener la botella con el alma de su amado esperó a que Kubo distrajera al charro
-Ven y pelea, cobarde.- dijo Kubo amenazandolo con aquella katana dorada.
El charro no dijo nada, solo se burló del chico de armadura dorada mientras hacía aparición a una espada, si Kubo quería jugar eso harían.
-Si eres tan valiente acercate, te dare ventaja.- dijo el charro esperando a que se acercara.
Kubo no lo pensó y se acercó tratando de atravesarlo, Teodora miraba espantada "¿En qué demonios pensaba Kubo?".
Los dos blandian sus armas, daban estocadas y golpes, Kyle se escabullio por detrás del charro para ir con los demás del grupo, Miguel aún no sabía que hacer con el bendito camafeo.
-Vamonos.- dijo Kyle jalando a Miguel hacía la puerta.
Miguel al forsejear abrió el camafeo accidentalmente, justo unos minutos después antes de que el charro los atacara, la puerta fue abierta de golpe por una serpiente enorme de color azul celeste que se fue directamente a aventar al charro hasta una de las paredes de la hacienda y antes de que alguien dijera algo la serpiente rodeo al grupo para poder llevarlos a casa.
Kubo quedó esperando a que el charro apareciera.
-¿Qué demonios pasa por tu cabeza, imbecil?.- preguntó el charro mientras se acercaba y limpiaba parte de la sangre que salía de su nariz y boca.
-Eso no te importa.- dijo Kubo mientras volvía a sacar su katana.
El charro sonrió si el plan de Kubo era acabar con él entonces jugaría un rato más.
Los dos volvieron al combate, los golpes del charro no eran los mejores, Kubo tenía muchas oportunidades para acabar con el pero jamás las utilizó.
-¿Qué pasá ya te arrepentiste?.- preguntó el charro burlón al ver las lagrimas en el rostro de Kubo.
Kubo no respondió, su decisión ya estaba tomada debía acabar con él charro pero no podía hacerlo tenía ¿Miedo?, trató de armarse de valor y al dar su ultima estocada vio como el charro desaparecía.
La escencia del charro desaparecía, y el cuerpo de Leo San Juan cayó inconsiente al piso, Kubo se extraño al ver a aquel niño de 12 años que conoció en 1810.
Su katana emanó un brillo y tomó forma humana.
-Da gracias a que soy consiente de todo lo que haces si no si lo matas.- dijo una muchacha de cabellos rubios, ojos rasgados y grises que vestía un kimono dorado.- Será mejor irnos, ¿El niño lo llevamos o lo dejamos?.- preguntó al ver que el niño seguía en el piso.
-¿Qué...?.- preguntó viendola espantado.
-Raider te esta consintiendo aprovecha ahora que esta en plan "abuelo ejemplar".- dijo cargando al niño y abriendo un portal.-¿Vas a venir?
Kubo asintío se sentía cómo el niño que a sido amenazado con quedarse en casa sino se apura a cambiarse para ir a alguna fiesta, solo le quedaba apurarse e irse con ella.
(...)
-¿Hola? Se que estas por aquí.- dijo la muchacha mientras buscaba por todos cada rincón de la hacienda y sonreía como loca.
Leo San Juan se mantenía escondido detrás de unos barriles mientras se hacía bolita esperando no ser encontrado.
-¿A qué le tienes miedo? Me contarón que eras un niño MUY VALIENTE.- Dijo haciendo enfasís en las ultimas dos palabras.
-DEJAME EN PAZ.- Gritó el menor mientras trataba de no hacer más ruido del que ya hacía tratando de no llorar.
-No te estoy haciendo nada solo quiero ayudarte.- dijo ella mientras se acercaba al par de barriles que temblaban.
-¡NO PUEDES HACERLO! NADIE PUEDE.- Gritó mientras se mordía los labios tratando de aguantar el llanto.
-Claro que puedo y ya lo hice ÉL ya no podrá molestarte de nuevo.- dijo ella ahora mientras hacía a un lado uno de los barriles.
-¿Cómo sabes eso?.- Leo levantó la cara, un camino de lagrimas adornaba aquel rostro aniñado.
Ella sonrió compasiva mientras extendía sus brazos al más chico, Leo dudo un poco en acercarse pero lo hizo se aferró a ella, aquella muchacha desprendía un aura reconfortante y calida, pero él creía ya haberla sentido antes.
-¿Cómo te llamas?.- le preguntó ella mientras acariciaba la cabeza del menor.
-N...No lo se- dijo mientras trataba de recordar.- No recuerdo nada.
La muchacha no se extraño después de todo 200 años en el limbo atrapado en la oscuridad no es facil recordar un nombre. Ella mejor que nadie sabía cómo era esto de las segundas oportunidades.
-No te preocupes, Dime lo que quieres.- dijo ella mientras lo cargaba y lo llevaba a la salida.- Puedo hacer que recuerdes ó encaminarte a una nueva vida ¿Qué quieres?.
-Yo sé que si escojo lo primero me vas a abandonar.- dijo mientras se aferraba a ella.- No quiero estar sólo, llevamé contigo porfavor.
Leo no entendía porque pero aquella muchacha le recordaba a alguien y quería saber a quién, así que lo más seguro era que lo descubriría si aprovechaba la segunda opción, ya que sólo recordar significaría sólo eso recordar un dolor que no quería sentir.
-P... Porfavor no me dejes sólo quiero vivir de nuevo.- dijo mientras lloraba en el hombro de aquella muchacha.
-Esta bien, entiendo.- dijo antes de cruzar la puerta.- Mi nombre es Ena y el tuyo es Leonardo.
Cruzando la puerta Ena puso una de sus manos en el pecho de Leo y como supusó de el extrajo un cristal blanco, ella sabía que ese era el objeto que lo matenía unido al charro, así que lo destruyó con sólo aprentarlo en su mano. Al salir de aquel lugar por medio de un portal ya no la acompañaba un niño sino un bebé.
(...)
Kyle corriá hacía la casa que compartía con Marco, llevaba consigo el alma de su amado y falataba poco para que el gallo cantara.
-¿¡Kyle!?.- gritó Cass al ser casi atropellada por el más alto.
A Kyle le valio, necesitaba llegar hasta donde estaba Marco. En el camino se encontro con media familia Rivera preguntando por Miguel, no tenía el tiempo como para responder donde estaba aquel menso, cuando llegó al cuarto que compartía con Marco, logro ver a su amado recostado en la cama palido y su mirada perdida mientras deliraba, y era atendido por Baymax y Doña Elena.
-Kyle... Regresa porfavor...- dijo Marco mientras dejaba caer lagrimas amargas.
-Aquí estoy chiquito.- dijo Kyle mientras le daba un beso en lo labios ya fríos del moreno.
Kyle se separó y levanto un poco la cabeza de Marco para que bebiera del contenido de la botella, después de que viera que el moreno agarrara color se aventó a la cama para luego abrazarlo y llorar.
Doña Elena se fue arrastrando a Baymax para que dejara solo al par.
-Si volviste, casi muero creyendo que ya no te vería cabeza de pollo frito.- dijo en broma Marco mientras acariciaba la espalda de Kyle.
-Eres un idiota, casi te mueres y no porque ya no me verías, viviste como 20 años sin mí.- dijo Kyle sonriendo antes de darle un beso en la frente a Marco.
-Soy tu idiota y no viví 20 años sin tí fueron 17, idiota mío.- dijo mientras lo abrazaba con todas su fuerzas.
-¿Tienes 21?.- preguntó Kyle mientras se búrlaba de Marco ahora sin parecer una Magdalena.- Creí que tenías 24 ya te ves grande.
-¡IDIOTA! No te burles de mi, DESCARADO dile adiós a la luna de miel en Cancún.-dijo Marco riendo.
-La luna de miel iba a ser aquí pendejo, no te deje ir a Cancún.- dijo Kyle antes de robarle un beso a Marco.
(...)
Hiro y Miguel iba camino hacía la casa de Marco, mientras buscaba las palabras correctas para dirigirse al otro.
-¿Crees que volveremos a ver a Teodora?.- preguntó Miguel al ver que Hiro se veía triste.
-Yo esperó que sí, aúnque me da gracia que este procupado por mi Teo.- dijo Hiro tristeando mientras miraba a Miguel con una ceja alzada.
-¿Porqué creiste que no me preocuparía por Teodora? Se llama Teodora y no es tuya.- aclaró molesto Miguel.
-No se llama Teodora, se llama Teodora Vicenta de la Purísima Concepción de la Inmaculada Trinidad Villavicencio, Duquesa de Oraverás, Marquesa del jujuy y niña de la condesa pero para mí es solo Teodora.- dijo Hiro con orgullo mientras veía la cara de espantó de Miguel.
-¿Cómo fue te aprendiste tal trabalenguas?.- preguntó Miguel mientras deseaba que se lo tragara la tierra.
-Pues no se, talvez porque ya me e aprendido nombres un poco largos como el de Miguel Gonzálo Rivera Aguilar.- dijo Hiro riendo.- Chalo.
-No manches te acordaste de my name.- Dijo Miguel acordandose de la vez que Hiro le preguntó a Rosa su nombre pues porque el chino no tenía los huevos como para hacerlo y la muy desgraciada le dijo que Chalo.
-¿Cómo no acordarme? Rosa rapidamente dijo "Se llama Chalo bueno no, se llama Miguel Gonzálo Rivera Aguilar".- dijo Hiro arremedando a la muchacha.- No te enceles también puedes ser mi Chalo.
-¡Eres bien mierda! Sabes que no me gusta que me digas así.- dijo Miguel todo rojo.- Es como cuando te digo chino.
-No es cierto porque yo ya acostumbre a que me digas así, Chalo.- dijo Hiro riendo.
-Puta madre, te voy a callar de un santo cachetadon guajolotero que hasta allá va ir a dar tu jeta.- dijo Miguel haciendose el indignado y señalando al cielo.
-¡Uppss! Perdón.- dijo Hiro mientras daba una reverencia.- ...Chalo...- volvió a decir antes de salir corriendo.
-¡Te voy a alcazar y cuando lo haga serás chino muerto!.- dijo Miguel mientras se sacaba la bota de tacón pa' eventos especiales marca Rivera y salia corriendo en persecusión del chino.
(...)
Kubo esperaba ansioso desde una banca del parque a su "Katana humana" aún no lograba entender porque había terminado ahí con una nota que decía "Esperame tantito :)" y con una carita feliz.
Despuéa de una media hora aparecía la muchacha rubia con ropa del siglo XXI y un bulto azul en sus brazos.
-¡Hola!.- dijo alegre la muchacha.- Soy Ena y fuí una Katana por muchos años, tú mami Sariatu me dio una segunda oportunidad de vida cuando era soltera y tú aún viajabas con tú papá.- explicó ella como si lo que dijera fuera algo que alguien diría al conocerte.- Un gusto.
-Si yo soy Kubo un gusto.- dijo él extrañado hace rato que no conocía a nadie igual de rara que ella.
-Ya se quien eres y tú conoces a Bebé Kun.- dijo ella mientras acercaba el bultito hacía Kubo.
Kubo medio asombrado y medio confundido sólo se quedó estupefacto al ver al nene.
-¿E... Es Leo?.- preguntó Kubo para estar seguro.
- Le...on...ar...do.- dijo Ena separando las silabas de aquel nombre.
-¿¡Cómo fue que...!?.- preguntó Kubo asombrado e incredulo.
-La respuesta es tú abuelo.- dijo Ena mientras le hacía caras al nene que hasta ahora se había mantenido serio mirandola y antes que Kubo dijera algo ella se alejó un poco.- Vamónos tus amigos te estan esperando.
Así que los tres se fueron hacía la residencia Takachiho-De la Cruz, en dondé fueron recibidos por Cass y Luisa.
-¡Kubo! ¿Quién es tú amiga?.- preguntó Luisa al ver a la jovén China de cabellos de oro.
-¡Soy Ena, un gusto! y soy casi cómo si hermana mayor.- Dijo ella abrazando a la mayor con un sólo brazo, con el otro sujetaba al nene.- Leo saluda a la señorita.
-¿Es tú hijo?.- preguntó Luisa al ver al nene.
-Nooo... Lo encontré ahorita cuando veníamos de camino, en su mantita decía Leonardo por eso creó que se llama así.- Mintió Ena para luego acercarse a Cass.- ¡Buenas un gusto conocerla!
-También es un gusto yo soy Cass.- dijo Cass mientras era abrazada por Ena.
Kubo sólo miraba con pena al trío de mujeres, Luisa se veía incomoda ya que aquella muchacha parecía no importarle nada y desbordaba alegría, mientras que Cass sólo veía que la muchacha se veía a un más chica que Kubo así no parecía ser si hermana mayor.
Pronto se acercarón Socorro, Manny y Benny Rivera a ver al bebé que traía Ena en brazos.
-¡Es un bebé! ¡Un bebé!.- gritaba Socorro, o Coco pa' los cuates mientras daba brinquitos para ver al nene.
-¿Cómo se llama?.- preguntarón al unisimó Benny y Manny, al ser más altos que Coco podían ver un poco mejor al bebé y no hacían tanto escandalo.
-Leonardo sin papis.- dijo Ena mientras hacía un gesto triste, pero luego volvio a sonreír.- después de venir para acá ire a dejarlo a una casa hogar.
-¡Mami pideseló! ¡Pideseló quiero un hermanito!.- decía Coco mientras daba pequeños jalones a la falda de su mamá.
-No Coco, Bebés cómo él son destinados para personas recién casadas o que no pueden tener hijos.- explicó Luisa a la menor.
-¡Miguel! ¡Miguel!.- gritó Coco a su hermano pero al ver que no le hacía caso volvió a gritar.- ¡CHAAAALOOOO!.
-No me digas así chamaquita.- dijo Miguel el cual al escuchar el otro nombre salió disparado hasta donde Coco sólo para taparle la boca y regañarla.- ¿Qué quieres?.
-Que te cases y te quedes al niño, que sea mi sobrino ¿Chi?.- dijo Coco mientras hacía ojitos de tlacluache aplastado.
-No, porque me dijiste Chalo.- dijo Miguel mientras se paraba y se iba a platicar con Hiro y Rosa.
-Te odio.- susurró Coco mientras mejor se iba a jugar con Baymax.
-Ay los hijos.- dijo Luisa avergonzada por él hechó de que sus hijos eran un caos.
-Si los hijos.- afirmó Ena mientras se dirigía hacía Kubo.- cuida a Junior.- dijo mientras le extendía a Leo.
Kubo lo acepto y lo cargó, el pequeño Leo lo miraba con una sonrisita, a lo cuál Kubo también sonrió.
Después de eso se llamó a todos a comer, ya todos en la mesa todos les hicieron fiesta a la pareja de recién casados.
-¡Qué vivan los novios!.- gritó Rosa mientras aplaudia todos los demás le sigueron la corriente.
Kubo y Ena se mantenía un poco alejados y apagados mientras cuidaban del bebé.
-Aún no entiendo que sucedió-
-Se les dio una segunda oportunidad, aprovechala.-
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Ya volví, cómo ando encerrada en casa pues actualizo, se que por ahora no se entiende nada de lo que pasa pero tal vez (digo tal vez) en el siguiente capitulo se explique que chinga'os pasa.
Cuidense del Coronavirus, dondé estoy no hay muchos casos pero cómo no salgo, no me preocupo mucho.
Tengo alergías y cada que estornudo mi papá se aleja de mí sólo para echarse gel antibacterial, y sacar su cruzificio aiuda.
Aclaraciones:
•Ena antes de ser una reliquia sagrada perteneciente a la dinastía Luna era un alma errante, al morir asesinada después de que atacaran su aldea se le dio una segunda oportunidad de vida, esa segunda oportunidad se la dio Sariatu la madre de Kubo pero después del problema con ella y el Rey Luna fue dejada como solo una reliquia y fue hasta ahora que se le volvió a dar su forma humana. Ena tiene la pariencia de una muchacha de 15 años porque a esa edad perdió la vida.
•La segunda oportunidad que tienen Kubo y Leo no es igual a la de Ena ya que Leo al ser ya un alma "impura" atrapada en la oscuridad sería dejada en el infierno sufriendo las varias destilaciones que el Charro hacía a las almas que le debían, su alma sería corrupta pero Kubo sin querer logro mantener su alma en un limbo por un poco más de 200 años, su cuerpo fue conservado y su alma fue guíada hacía la segunda oportunidad negociada por deidades japonesas y mexicanas.
Espero que hayan entendido mis aclaraciones.
Atte: Yumila
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