Capítulo 3
Las miradas curiosas le ponían nervioso e inquieto, agradecía a su suerte que Kaminari estuviera sentado a su lado y que Kirishima no se encontrará tan lejos, de otro modo o de haber estado aislado, Sero se vio bastante capaz de dejar el salón sin tener la primera clase del día.
La cual, cabe destacar, estaba demorando en comenzar.
Y justo cuando estaba pensando en el atrasó de su profesor y el rubio empezaba a proponer que se escaparan -sí, no entiendo nada de las advertencias del otro día- al patio a jugar con los animales de Yuei, paso por la puerta el mismo hombre que vio en la ceremonia de apertura pero con bastante diferencias en su apariencia.
Aizawa Shota sin peinarse su largo cabello azabache hacía atrás tenía la imagen, valga la redundancia, de un mendigo que acababa de salir de su callejón a buscar comida. Sumada la ropa negra, las ojeras y el hecho de que apestaba a cigarrillos y café, incluso se podía llegar a la conclusión de que era un mendigo adicto a algún narcótico estimulante.
Pero claro, ni él ni los otros diecinueve estudiantes que vieron a su director ingresar a al salón de clases dirían eso. Aunque la mayoría sí mostró cierta confusión e inquietud de porqué rayos el director estaba ahí usando una ropa más cómoda que el traje elegante que le vieron puesto durante la ceremonia y el cabello suelto cayendo por sus hombros.
-Como sabrán, alumnos, soy el director pero no me desligue de mis obligaciones como profesor por lo que seguiré dando clases y en este caso específico, a ustedes. Seré su profesor encargado por los siguientes tres años, trabajó especialmente con aquellos estudiantes que están en el campo de las ciencias naturales y mí materia es matemáticas.
Bien, generalmente, era poco usual que un director -más uno tan ocupado como el de una academia elitista- diera clases y sea el tutor a cargo de un grupo. Mucha responsabilidad que no le correspondía pero debido a su proyecto personal, a Aizawa no le quedó de otra.
Los demás profesores le aseguraron que lo que hizo era un desastre que terminaría muy pero muy mal y él debía demostrar lo contrario.
O pagarle a los profesores una suma considerable de su dinero en las apuestas que hicieron cuando supieron de su proyecto.
La idea de que el director de Yuei fuera su profesor encargado puso nervioso a los estudiantes de la clase A, exceptuando a aquellos que apenas reaccionaron al cambio y solo miraron al mayor a la espera de que continuará con lo que sea que tuviera que decirles o iniciará de una vez la clase.
Bakugou entraba en la segunda categoría. Si la clase no empezaba de una vez, pensaría seriamente en dormirse sobre su pupitre y le valdría una mierda hacerlo con el director delante suyo. Sería una mejor forma de invertir su tiempo.
Antes de que se pudiera acomodar en su lugar, la voz cansina del hombre llamo su atención y le hizo bufar de descontento por sus planes de siesta arruinados.
-La razón de esto es que hice un cambio muy drástico respecto a su convivencia dentro de Yuei, mí primera medida como director -les explicó el azabache retomando el rumbo de lo que venía a decirles a sus estudiantes -Usualmente, los estudiantes comparten habitación con aquellos de sus mismos campos. Yo hice lo contrario, los mezcle a todos ustedes e incluso un par de la clase B deben estar compartiendo el dormitorio con algunos de la clase A, lo cual no se hacía antes. Mí propósito en esto es fomentar algo que he visto falta mucho en nuestros estudiantes, trabajo en equipo.
Aizawa noto a primera vista los rostros de varios jóvenes arrugarse con desagrado ante la idea. Bien, Yamada Hizashi, el profesor de música e inglés -que era un amigo suyo muy insoportable- le advirtió que a los adolescentes no les gustaba convivir con los que no eran de su "misma especie" o grupo. Y él prácticamente los estaba obligando a eso.
Uno de ellos, un niño rubio de ojos azules, no tardó en alzar la mano queriendo su atención y le otorgó unos segundos para hablar.
- ¿Por qué deberíamos trabajar en equipo con alguien que no nos agrada y ni siquiera estudiará lo mismo que nosotros?
-Yuuga Aoyama, ese es tu nombre, ¿no? -cuestiono el director y el rubio asintió -Estudiante de artes, orientación en actuación. Compartes habitación con Tokoyami Fukumigake de ciencias naturales.
Aoyama asintió y Tokoyami, un muchacho azabache con una gorra negra que se sentaba en las últimas filas, también dio un asentimiento con la cabeza para verificar lo que estaba diciendo el director.
- ¿Tuviste problemas con Tokoyami como para decir que no podrían trabajar bien en equipo? -interrogó el azabache y el menor vaciló en responder -Habla, es el primer día. Si no dices ahora lo que te molesta, después será más difícil repararlo.
-Bueno...apenas llegue el dormitorio tenía la ventana cerrada y con unas gruesas cortinas negras, había velas de olor en las esquinas, una calavera en una mesa y cuando quise encender las luces porque tenía miedo, Tokoyami-kun me dijo que era el "momento oscuro" del día y que si encendía la luz molestaría a los espíritus de la noche que se estaban despertando -relató el rubio con cierto tinte de miedo en su voz -Me pareció algo aterrador pero no le di importancia y fui a cambiarme a una esquina, pero mí ropa de lentejuelas era demasiado brillante y Tokoyami dijo que "Dark Shadow" vendría a atormentarme por las noches si no la quemaba...
La clase quedó en silencio y el director miro -todos miraron, algunos más disimuladamente que otros- hacía el muchacho implicado en tal escenario macabro, una silenciosa pregunta pasando por sus ojos ónix.
-Mí papá me aconsejo hacer bromas para tener amigos y solo se me ocurrió esa de hacerme pasar por un chico gótico que hace rituales a la oscuridad a plena tarde -dijo tranquilamente el muchacho -Pero el pantalón con lentejuelas de Aoyama era realmente horrible, así que haría bien en quemarlo hasta las cenizas. Un bien a la humanidad.
- ¡Hey, mí ropa no es horrible! ¡Brilla como yo, es bonita!
Aizawa llevo una mano hasta su frente y contó hasta cincuenta.
Tenía el presentimiento que aquellos tres años no serían nada fáciles para él.
Ni para esos adolescentes si acababan con su paciencia.
Uraraka Ochako de ciencias naturales -con beca de arte por danza- compartía habitación con Tohru Hagakure de artes, se llevaban bien y eran muy amables entre sí. Yaoyarozou Momo de ciencias sociales tenía una relación tensa con Jiro Kyoka de artes, porque la primera había entrado en el dormitorio una cama demasiado grande y que redujo a la mitad el espacio de ambas, haciendo que la segunda no pudiera todavía guardar sus instrumentos en el lugar. Tsuyu Asui de ciencias naturales tuvo una disputa con Ashido Mina de ciencias sociales, debido a que, cuando llego a su dormitorio unas horas antes de la ceremonia de apertura -vivía lejos y no logro estar ahí un día antes- lo encontró todo pintado de un rosa chillón con estrellas amarillas y si bien no tenía problemas con el color ni con el estilo, aquel era también su dormitorio y tenía derecho a elegir pintar o no las paredes de su parte.
Eso por parte de las femeninas, con los chicos fue de la siguiente manera.
Kirishima Eijirou de ciencias sociales le tocó con Kaminari Denki de artes, su relación iba viento en popa pese al fatal inicio con las maletas perdidas del pelirrojo. Después, estaban Iida Tenya de ciencias sociales a quien le tocó con Minoru Minera de ciencias naturales, el de lentes estaba horrorizado con su compañero y sus pertenencias -muy obscenas y grotescas_ pero no podía solicitar un cambio de habitación debido a las palabras del director Aizawa. A Sato Rikido de gastronomía le tocó con Koda Koji de ciencias naturales, su relación...pues no empezó ni nada porque el segundo era tan tímido que apenas saludo a su compañero de cuarto. Todoroki Shoto de ciencias sociales tuvo la "suerte" de que le tocó con Shoji Menzo de artes, un chico callado que no le dirigió la palabra cuando saco la cama del dormitorio y puso un futon en el piso. Por otro lado, a Ojiro Mashiro de ciencias sociales le tocó con Awase Yosetsu de la clase B de primer año que era de gastronomía, los dos estaban muy incómodos al ser de clases diferentes pero no se llevaban mal.
El único de quién todavía no se sabía el compañero de habitación era Izuku Midoriya que pertenecía a ciencias sociales.
-Ya te dije, Kacchan. Apenas supo que era de la clase A, agarró sus maletas y se largo -suspiro el pecoso -Ni siquiera le hice nada.
Bakugou Katsuki era del campo de gastronomía y no le sorprendió tanto que su compañero fuera de artes. Supo de su nombre y apellido debido a que el director los nombró a todos en la primera hora de clases -a modo de una estúpida presentación inútil- para verificar sus datos.
Sero Hanta tenía todo el perfil de alguien de artes, hasta podía apostar que era de orientación en dibujo. Tenía pinta de hippie.
Pero bien, ese no era el tema ahora, si no el compañero de dormitorio de su hermanastro que pareció odiarlo sin razón apenas lo conoció. Lo cual era muy difícil, considerando que estaban hablando de Izuku Midoriya, que tenía la habilidad de ser la persona "más dulce sobre la tierra" mientras no lo hicieras enojar o a los suyos.
- ¿Qué aspecto tenía? -interrogó curioso el de ojos rojos.
-Humm, rubio, ojos...¿azules? No lo sé, tal vez incluso eran medio grises. Era alto y parecía un completo egocéntrico -se encogió de hombros el más bajo -No me sorprendió que fuera de la clase B y quisiera el cambio solo porque yo soy de la A. Pero es muy infantil de su parte.
-Un bastardo con el orgullo herido te toco de compañero, que mala suerte Deku.
Yuei tenía muchas diferencias marcadas entre sus estudiantes, para empezar, las clases A y B del primero hasta el tercer año eran muy competitivas entre sí, debido a que los estudiantes de la primera eran académicamente hablando, superiores a los de la segunda. Ya que eran estudiantes que podían pertenecer a más de un campo de Yuei y que habían aprobado exámenes aparte de los que correspondían a su orientación.
Para poner un ejemplo, Kaminari Denki tenía orientación en música por elección pero le fue bien en los exámenes para literatura e idiomas que correspondían a ciencias sociales. O Asui Tsuyu quien eligió ciencias naturales pero obtuvo excelentes calificaciones en gastronomía vegetariana y nacional.
Además de esa diferencia, estaba el otro lado que eran los parentescos entre los chicos. Los de la clase A tenían un nivel de élite bastante alto, son hijos de magnates, embajadores, dueños de empresas internacionales, etc. En cambio, los de la clase B y parte de la clase C eran todos becados. Uraraka Ochako logró formar parte de la clase A debido a que, aparte de cierto cenizo que lo hizo por gusto, aprobó los exámenes de los cuatro campos de Yuei para lograr ser una excepción e ingresar.
Aquellos que no pertenecían a la categoría A eran chicos de un origen más "humilde", por decirlo de alguna manera, pero Yuei aparte de separarlos en clases diferentes no hacía más distinciones entre los estudiantes. Ponerlos como grupos mixtos causó muchos problemas en la época en la que el director Nedzu estuvo presente y no se repitió más hasta que llegó a Aizawa a poner dos estudiantes de la clase B en dormitorios de chicos de la clase A. Ahora habría que ver el resultado.
El cual, según el de ojos esmeralda, no parecía ser alentador.
-El lado bueno sería que si logra el cambio de dormitorio, que lo dudo considerando la posición del director Aizawa -se permitió divagar el de pecas con el tema - Podríamos compartir habitación, Kacchan.
-Sería menos estresante -concordó el cenizo -Voy a terminar matando al cara plana si vuelve a tirar mí uniforme por la ventana.
-Lo sé, pero si no se puede, intenta soportarlo -pidió el de pecas - ¿Qué tan malo podría ser, eh?
Katsuki alzó una ceja, haciendo que Izuku alzara las manos en señal de que no quería pelear y eso le hizo bufar. Se apoyó en la mesa y miro hacía donde estaba su compañero de habitación, acompañado de los idiotas de la otra noche que dejaron su piso hecho un asco pegajoso y actualmente estaban haciendo lo mismo, solo que con la mesa de la cafetería.
El estúpido rubio tenía metidos unos palillos en la nariz -que, en serio, esperaba que después no los usará para comer- mientras simulaba ser algún tipo de extraño animal salvaje, causando risas en el azabache y el pelirrojo que pretendía sacarle fotos.
Grupo de idiotas.
El cenizo dejo de verlos cuando sintió un pequeño golpe en su pierna, cortesía del pecoso quien le hizo señas para que notará a la chica delante de su mesa, de tez morena y cabello esponjado rosado.
Ella sonrió de oreja a oreja al verlos.
- ¡Katsuki e Izuku! ¡Que coincidencia verlos aquí! -celebró la femenina.
-Ni lo intentes, alienígena -gruñó el de ojos rojos -Ya sabías que asistiríamos a Yuei. Deku te lo dijo.
-No se lo dije -murmuró el de pecas -Me amenazó para que se lo contara.
-Detalles que están enterrados en el pasado, ¡ahora podemos iniciar de cero! -se sentó en la mesa la femenina - ¿Qué dicen?
-No, gracias, Pinky -enfatizó el apodo el cenizo con burla -No me caen bien los ídolos venidos a menos.
La sonrisa de Mina Ashido se borró y Midoriya suspiro, pensando que la paz había durado mucho tiempo desde que esos dos se habían visto y aunque se podrían considerar "amigos", empezaba a tener la sospecha de que la femenina quién era una cantante reconocida desde los trece años -y muy famosa entre los estadunidenses- tenía un gusto mórbido por hacer enojar a su hermanastro desde que se conocieron.
Lo cual era bastante tiempo. Ya que BoomGirl, la línea de modas de Mitsuki Bakugou, era la encargada de diseñar todos los vestuarios de la ídola adolescente Pinky desde su debut.
Por favor, que ninguno haga algo para que nos expulsen.
En lo que el pecoso suplicaba en su mente, en la cafetería, todos estaban atentos al duelo de miradas roja y amarilla entre el cenizo y la femenina quién ya era bastante popular entre la población masculina estudiantil de Yuei. Algunos chicos incluso se pararon de sus lugares, bastante dispuestos a golpear a aquel osado que había insultado a su diosa de aquella manera.
Pero otros como Sero solo disfrutaban del espectáculo a una moderada y sana distancia, sentados en su mesa, valorando su integridad física.
- ¿Conoce a Pinky? -mascullo asombrado el pelirrojo.
-Tomando en cuenta que la línea de su madre le hace sus vestidos para los conciertos, yo diría que sí -comento el rubio -Pero no parecen ser amigos.
-Midoriya sí parece ser su amigo. Han estado juntos desde que se terminaron las clases -dijo el azabache y se ganó las miradas confusas de los otros dos - ¿Qué?
- ¿No lo sabes? Podrán no tener el mismo apellido pero Midoriya es su hermanastro, su mamá es Inko Midoriya, la pareja de la mamá de Bakugou -le contó el de ojos dorados -Incluso se dice que las dos tenían una aventura antes de que Mitsuki Bakugou se separara de su esposo.
-Hey, no deberíamos hablar de eso, no sabemos si es cierto -hablo el de dientes puntiguados algo incómodo.
Kaminari susurro que eso no importaba, que había salido hace mucho tiempo en las noticias y que era una teoría, no un hecho confirmado pero Kirishima se negó a seguir participando de aquella conversación sobre la infidelidad de una mujer que era la madre de su compañero de clases.
El azabache también estuvo de acuerdo. Por muy mal que le cayera Bakugou, no quería saber de su vida familiar para molestarlo con eso. Porque era capaz de hacerlo si lo hacía enojar. Así que era mejor no saber nada en primer lugar.
La tensa atmósfera que había entre la ídolo y el estudiante de gastronomía se mantuvo hasta que la primera se rió, haciendo desconcertar a los espectadores y luego, se subió a las piernas del cenizo como si nada.
La mayoría de las chicas se sonrojaron, los chicos se volvieron locos de celos y envidia. Por otro lado, Bakugou quién estaba siendo sometido a aquella posición comprometedora pareció enojarse, hasta que la femenina le dijo algo al oído que le cambio el semblante y le hizo pasar su brazos por su cintura para luego pararse.
Con ella en brazos.
-Si solo querías mí puta atención había formas más fáciles de pedirla -dijo en un tono alto para que todos lo escucharán -Tonta.
- ¡Es que es divertido verte enojado! -sonrió la de cabello rosado, colgada del cuello del cenizo alegremente y dándole una mirada a el pecoso que negaba con la cabeza por la situación -Bye, Izuku. Me llevo a tu hermano un ratito.
-Sí, sí. Hagan lo que quieran -suspiro el de ojos esmeralda y agrego -Pero que no les vea un profesor. Podría enojarse.
Hanta observó como Katsuki se encogió de hombros ante la advertencia -realmente sería debido por los códigos de comportamiento y moral de Yuei- de Izuku para después llevarse a Mina por las puertas de la cafetería, dejando una estela de chicos molestos y mujeres sonrojadas.
Él solo llego a pensar que tal espectáculo de mal gusto no era necesario cuando estaban comiendo. Santos cielos.
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