14. Código
N. del A. Las imágenes son importantes.
Carter llevaba el cabello enmarañado en un moño simple que oscilaba cada vez que se agachaba a revisar las gavetas. De una, extrajo una bolsa de algodón, dejando caer por el ímpetu un estuche de aplicadores que se esparció en el suelo.
—No es para tanto —aclaró Selene, colocándose el algodón de la bolsa debajo de la nariz hasta que se cesará el sangrado.
—Nunca me ha gustado la sangre —dijo recogiendo el resultado de su nerviosismo.
—Bueno, por estos días tendrás que acostumbrarte.
—¿Eh? —emitió casi sin voz.
—Es broma —dijo Selene sonriendo, aunque en sus ojos se discernía tristeza que se forzaba por ocultar.
Ya un poco más calmadas y con todo en orden, la morena comenzó a dar golpecitos con sus pantuflas en el suelo, mientras Campbell chequeaba con regularidad la acumulación de fluidos en el algodón. Pequeñas gotas se advertían, acumuladas sobre la mota blanca. Ya había cesado.
Sus ojos coincidieron en un lenguaje común cuando convergieron. Su curiosidad todavía no había sido saciada.
—¿Seguimos?
—Por supuesto —dijo casi al unísono Campbell. Colocaron dos sillas en el escritorio y tomaron papel y lápices nuevos, junto con una regla numerada.
Como las figuras alargadas del centro era lo predominante, hicieron las rayas con la regla y completaron los trazos para terminar los números. Dibujaron los ceros y se quedaron en silencio para analizar mejor el código.
Gwen deslizó repetidas veces sus gafas por el tabique y Selene se movía en el asiento indecisa e impaciente.
—¿Qué tal si…?
—¿Si qué? —sonsacó la pelirroja.
—Olvídalo…
—Dime.
—Lo único que se me ocurre es lo que te dije anteriormente. —Gwen se volvía más abierta y al parecer el acertijo la motivaba tanto que poco a poco se degradaba su timidez—. Los sietes representan algo, los seis otra cosa, los nueves y los unos también. Pero el inconveniente son los ceros, están repartidos por todo el código y no sé si pertenecen a la sucesión siguiente o a la anterior. Ay, esto es tan abstracto…
—Deberíamos encontrar algún patrón más concreto primero. Tratar de pensar como la persona que escribió el mensaje.
—¿Y cómo hacemos eso?
Selene pausó el curso de sus palabras y ladeó un poco la cabeza como reflejo inexplicable para aliviar las punzadas de su cabeza. Era como si el asunto la estuviera afectando.
—No sé…uf. —Sacudió la cabeza y trató de aliviarse—. Solo lo siento así, pero no sé… ¿Qué tal si…? Gwen.
—¿Qué?
—¿Por qué asumiste que eran ceros? Bien pueden ser puntos, eso podría explicar que no están en la misma posición que los otros.
—De ser así, puntos y números no serían algo muy uniforme. Y entonces me quedaría más en blanco que antes.
—Agrupemos los números a conveniencia a ver que podemos determinar de ahí.
—Okey. —La morena se encogió de hombros y fue seleccionando los grupos que ella consideraba, incluyendo los ceros con arbitrariedad.
—Ya está.
La morena le enseñó su resultado a Campbell y antes de que preguntara, se adelantó.
—No incluí el principio ni el extremo porque no sé si los ceros pertenecen a grupos individuales o pertenecen a los “uno” junto a ellos.
—Tomemos como teoría, ya que se quedaron aislados, que son conjuntos por separado. Lo que quiero decir es que los tres ceros y el uno forman un conjunto completo, así mismo con los del final.
Carter hizo los trazos con vacilación, no muy convencida del resultado.
—¿Y ahora qué? Igualmente no nos dice nada. ¿Crees que los números sirvan como algún tipo de contraseña en algún sitio determinado?
—También se me acabaron las ideas.
—Bueno, entonces mirémoslo desde tu perspectiva. Si los ceros son puntos, entonces los números…
—Deben ser otra figura similar…
—Y siendo creativa, si trazaste el dibujo con una regla, entonces pensemos que son…
—… rayas —dijeron al unísono.
—Eso nos deja con rayas y puntos. —Al concluir la pelirroja, algo germinaba en su mente, y parecía más lúcido que antes. La idea surgió de la nada, por fin.
—Código morse —respondieron al mismo tiempo.
Los vellos de su piel se helaron. Eso significaba que si traducían el código tendrían un mensaje claro.
Era una hipótesis muy arriesgada, pero era lo que ideaban hasta el momento. Debían probar si era válida.
Era el turno de la pelirroja de escribir en su hoja. Trabajaron en equipo hasta que obtuvieron un resultado asequible. Los grupos de números terminaron siendo rayas, puntos para los ceros.
—Solo faltaría delimitar las letras por combinaciones de signos. Pero yo no sé…
—Sé un poco de morse. Lo básico, el alfabeto, con eso bastará.
—¿Dónde lo aprendiste?
—Bueno. —Mala decisión. Gwen evadía la mirada—. Cuando eres huérfana, a veces es mejor hablar en clave con los otros. Necesitábamos un código de lenguaje para no revelar nuestros planes a otros.
Su confesión no le sonaba a asuntos muy sanos, pero Selene no era nadie para juzgar, pues no sabía cuánto trabajo le había costado a Gwen sobrevivir.
—Así que utilizamos el morse —murmuraba cada vez más bajo—. Para escaparnos del orfanato.
—¿Eh? ¿Y por qué?
—No todos los centros de acogida son buenos, Selene…
La pelirroja no quiso responder a eso, con el temor de empeorar la conversación aún más. Solo asintió.
Selene le pasó la hoja a Gwen como acuerdo tácito de zanjar el tema.
Guiándose por el esquema anterior de grupos, la morena delimitó cada una con una diagonal.
—Los extremos no tienen sentido. Están muy largos —expresó Gwen, todavía con el tono taciturno de su breve conversación.
—Entonces trata de delimitarlos según el alfabeto —replicó con un tono de afectada benevolencia para que la morena se animara.
—No es tan fácil como dices. Pero trataré. —Conforme pasaban el tiempo, los rasgos de Gwen se suavizaron quedándose absorta en el papel.
Hecho los posibles esquemas en los cuales variaban la longitud de los extremos, Gwen empezó a traducir las versiones del mensaje de forma mental.
—¿Cómo se hace ahora? —preguntó Selene incrédula.
—Según el lenguaje morse, una combinación determinada de signos representa una letra. La E representa un punto, la O tres rayas, y la A un punto y raya.
—Interesante.
—Sip.
Hubo una combinación que le interesó a Carter por ser bastante coherente.
N.A. Si eres un lector activo, entonces te invito a buscar el alfabeto morse y así tú mismo podrás descifrar lo que dice el mensaje. ;)
Gwen formó la primera palabra y la segunda salió en un arrebato de preocupación. Justo cuando escribió la última letra, sus dedos perdieron la fuerza. Se quedó boquiabierta por el resultado.
Selene pestañeó repetidas veces. Conocían el secreto de alguien, y de seguro eran las únicas. Estaban implicadas ahora en algo que debían librar hasta el final, pues nos sabían la intención del mensaje, bien era una advertencia o un pedido de auxilio. Las posibilidades eran infinitas.
Selene le echó otro vistazo con lentitud, todavía sin tragárselo. Las letras estaban dispuestas de tal forma que no debía ser una casualidad su método de resolución.
El papel decía:
E S T O Y A Q U I
***
¡¿Como les quedó el ojo?! O_o
¡¿Qué piensan que hará Selene frente a un posible secuestrador?!
Pues... Involucrarse más. ¡Claro como el agua! Jaja
Actualizo todos los domingos.
Un beshote y hasta la próxima. :3
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